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La deformación es un término general que se refiere a todos los cambios de tamaño, forma,
orientación o posición de una masa rocosa. La mayor parte de la deformación de la corteza
tiene lugar a lo largo de los márgenes de las placas. Los movimientos de las placas y las
interacciones a lo largo de estos límites generan fuerzas tectónicas que provocan la
deformación de las rocas.
Cuando las rocas son sometidas a esfuerzos que superan su propia resistencia, éstas se
empiezan a deformar, plegándose, fluyendo o fracturándose. Mediante pruebas
experimentales llevadas a cabo en laboratorios, los geólogos han podido establecer cuáles son
las características de la deformación de las rocas. Cuando se aplica un esfuerzo de forma
gradual, las rocas responden primero deformándose elásticamente, es decir, las rocas sufren
deformación elástica. Los cambios en la deformación elástica son recuperables: cuando ya no
existe esfuerzo, la roca retorna a su tamaño y forma originales. Una vez que una roca
sobrepasa su límite elástico o resistencia, ésta fluye (deformación dúctil) o se fractura
(deformación frágil). Los factores que influyen en la resistencia de una roca son la
temperatura, la presión de confinamiento, el tipo de roca, la disponibilidad de fluidos y el
tiempo. Todos ellos afectarán directamente a la transformación de la roca en su deformación.
Esfuerzo tensional: se produce cuando el esfuerzo tiende a alargar o separar una unidad
rocosa. Por ejemplo, en los bordes de placa divergentes, el esfuerzo tensional alarga los
cuerpos rocosos mediante el desplazamiento a lo largo de las fallas en la corteza superior y el
flujo dúctil en profundidad.
Esfuerzo compresivo: o esfuerzo diferencial. El esfuerzo compresivo suele estar asociado a las
colisiones de placas tectónicas que tienden a acortar y engrosar la corteza terrestre mediante
pliegues y fallas.
Cuando una roca sobrepasa su límite elástico las consecuencias pueden ser de dos tipos: o bien
la roca fluye, no se rompe, sino que se deforma de forma dúctil; o bien se fractura,
deformándose de forma frágil.
Las rocas cercanas a la superficie, donde las temperaturas y las presiones de confinamiento
son bajas, tienden a comportarse como un sólido frágil y se fracturan cuando se supera su
resistencia. En este caso, las rocas sufren deformación frágil.
Las rocas que se encuentran a grandes profundidades, donde las temperaturas y la presión de
confinamientos son elevadas, las rocas presentan un comportamiento dúctil. La deformación
dúctil es un tipo de flujo en el que las rocas que están en estado sólido y que produce un
cambio en el tamaño y la forma sin fracturarlas.
Enumere tres factores que determinan como se comportaran las rocas cuando sean sometidas
a esfuerzos que excedan su resistencia. Explique brevemente el papel de cada uno.
Distinga entre anticlinales y sinclinales
Compare los movimientos que se producen a lo largo de las fallas normales e inversas. ¿Qué
tipo de esfuerzo indica cada falla?
Falla normal: este tipo de falla es el resultado del movimiento de tensión entre placas
(separación), en el que el bloque del techo se desplaza hacia abajo con relación al bloque del
muro. Suelen tener buzamientos de unos 60º, aunque a veces son casi horizontales. Las fallas
normales alargan el terreno. La presencia de fallas normales indica fuerzas tensionales debidas
a levantamiento del terreno o a fuerzas horizontales divergentes.
Falla inversa: este tipo de falla se produce como resultado del movimiento de
compresión entre placas (subducción) y en este caso, el bloque del techo queda elevado con
respecto al bloque del muro. Si el buzamiento es de 45º o más, es una falla inversa, en caso
contrario es un cabalgamiento. Ambas estructuras acortan el terreno. Suelen ser pequeñas.
¿en que se diferencian las fallas inversas de los cabalgamientos? ¿en que se parecen?
Semejanzas. - Las fallas inversas y los cabalgamientos son fallas de desplazamiento vertical en
las que el bloque techo se mueve hacia arriba respecto al muro. Ambas estructuras acortan el
terreno. Son típicos de zonas de subducción y bordes convergentes en general, donde se
producen esfuerzos compresivos que, además de fallas y cabalgamientos, originan pliegues.
Diferencias. - Mientras que las fallas inversas suelen ser pequeñas, los cabalgamientos pueden
oscilar desde milímetros a centenares de kilómetros. Si el buzamiento es de 45 º o más, es una
falla inversa, en caso contrario es un cabalgamiento.
Las diaclasas son fracturas a lo largo de las cuales, a diferencia de las fallas, no se ha producido
desplazamiento apreciable. En general aparecen en grupos paralelos. El enfriamiento de rocas
ígneas forma diaclasas columnares y el lajamiento de los batolitos diaclasas curvadas paralelas
a la superficie. Sin embargo, la mayoría de las diaclasas se forman por deformación frágil de las
rocas más externas de la corteza. Los esfuerzos tensionales y el levantamiento y hundimiento
del terreno ocasionan numerosas diaclasas. Las diaclasas favorecen la meteorización química y
determinan ciertos tipos de drenaje. Para la construcción de carreteras y presas pueden
representar un serio peligro. Por otro lado, los depósitos minerales más grandes e importantes
del mundo se hallan a lo largo de diaclasas, donde las soluciones hidrotermales han
precipitado cobre, oro, plata, cinc, plomo o uranio.