El país de Venezuela, oficialmente conocido como la República Bolivariana
de Venezuela, se ubica en la costa norte del continente Sudamericano. Su territorio abarca aproximadamente 354,000 millas cuadradas (916,445 kilómetros cuadrados), en donde vive una población estimada en 29.1 millones de habitantes. Venezuela está organizada como una república federal presidencialista que está conformada por 23 estados, el Distrito Capital (incluyendo la ciudad capital de Caracas), y las Dependencias Federales (incluyendo las islas extraterritoriales de Venezuela). Venezuela también reclama como suyos todos los territorios de Guyana al oeste del Río Esequibo, una extensión de 61,583 millas cuadradas bautizados como Guayana Esequiba o la Zona en Reclamación. Prehistoria de Venezuela Los historiadores suponen que los primeros habitantes de América llegaron de Siberia atravesando el Estrecho de Bering, propagándose por todo el continente norteamericano, y después bajando hacia el Centro y Sudamérica en muchas olas de migración. Existe evidencia de presencia humana en lo que ahora es el noroeste de Venezuela remontándose más de 15,000 años. Historia colonial de Venezuela En el año de 1498, durante su tercer viaje al Nuevo Mundo, Cristóbal Colón se convirtió en el primer europeo en poner un pie en tierras venezolanas. Ellos llamaron a esta tierra “Venezuela”, literalmente “la Pequeña Venecia” quizás como una broma sarcástica de marineros, ya que estas rústicas viviendas de junco no se parecían en nada a los opulentos palacios de la ciudad italiana que conocían. El nombre de Venezuela apareció por primera vez en un mapa en 1500 y ha permanecido sin cambio hasta el día de hoy. Desde una perspectiva oficial, la mayor parte de Venezuela fue gobernada por España desde Santo Domingo (la capital actual de la República Dominicana) hasta 1717, cuando quedó bajo la administración del recién creado virreinato de Nueva Granada, cuya capital fue Bogotá, Colombia. Independencia: Historia de Venezuela a principios del siglo XIX Con sólo unas cuantas minas de oro explotadas, Venezuela permaneció en las sombras del Imperio Español durante sus primeros tres siglos. Sin embargo, el país tuvo un papel más importante a principios del siglo XIX, cuando Venezuela dio a Latinoamérica uno de sus más grandes héroes: un hombre llamado Simón Bolívar. Venezuela ansiaba liberarse del dominio del Imperio Español, y en 1806 un revolucionario de nombre Francisco de Miranda, encendió la primera llama para lograr este objetivo. Sin embargo, sus esfuerzos para establecer una administración independiente en Caracas terminaron cuando sus compañeros de conspiración lo entregaron a los españoles. Fue embarcado a España y murió en prisión. Bolívar entonces asumió el liderazgo de la revolución. Después de algunos intentos que no tuvieron éxito para derrotar a los españoles en casa, se retiró a Colombia, después a Jamaica hasta que llegó el momento oportuno en 1817. La liberación de Venezuela llegó el 24 de junio de 1831 en Carabobo, donde las tropas de Bolívar derrotaron al ejército monárquico español. La Gran Colombia y la Historia de Venezuela a finales del siglo XIX La visión de Bolívar de una república unificada se terminó antes de su muerte en 1830. En su lecho de muerte proclamó: “América es ingobernable. El hombre que se pone al servicio de la revolución ara en el mar. Esta nación cayó inevitablemente en las manos de una turba ingobernable y después pasó a las manos de pequeños tiranos prácticamente iguales.” Desgraciadamente, sus declaraciones no estaban lejos de la verdad. Tras la separación de Venezuela y su salida de la Gran Colombia, el congreso venezolano aprobó una nueva constitución y aun cuando difícil de creer expulsando a Bolívar de su país natal. De hecho, tomó a la nueva nación venezolana 12 largos años el finalmente reconocer su deuda al hombre a quien le debía su libertad. El año 1830, cuando Venezuela obtuvo su completa libertad como un país independiente, marcó el principio de la era de los “pequeños tiranos prácticamente iguales.” El primero de los caudillos fue el General José Antonio Páez, quien gobernó al país por 18 largos años (1830–1848). Fue un gobierno duro, pero estableció cierta estabilidad política y puso de pie la débil economía. El periodo que siguió fue una cadena casi ininterrumpida de guerras civiles que sólo se detuvieron por otro dictador que gobernó por largo tiempo: el General Antonio Guzmán Blanco (1870–1888). Blanco lanzó un ambicioso programa de reformas, incluyendo una nueva constitución y garantizó cierta estabilidad temporal, pero su gobierno despótico originó una amplia y popular oposición y cuando finalmente dimitió, el país se sumergió nuevamente en una sangrienta guerra civil. Durante la década de 1849, Venezuela se planteó la cuestión respecto a su frontera oriental con la Guayana Británica (actualmente Guyana), reclamando como propias las dos terceras partes de Guayana, hasta el Río Esequibo. El asunto fue tema de prolongadas negociaciones diplomáticas y fue eventualmente establecida en 1899 por un tribunal de arbitraje, que otorgó los derechos sobre el territorio en cuestión a la Gran Bretaña. Historia de Venezuela en el Siglo XX La primera mitad del siglo XX fue gobernada por cinco gobernantes militares sucesivos desde el estado andino de Táchira. El de mayor duración y más tiránico de estos fue el General Juan Vicente Gómez, que tomó el poder en 1908 y no dimitió hasta su muerte en 1935. Durante su despiadado gobierno, Gómez suprimió el parlamento, aplastó a la oposición y monopolizó el poder. El descubrimiento de petróleo en la década de 1910 ayudó al régimen de Gómez a poner en pie la economía nacional. Para finales de la década de 1920, Venezuela era el exportador de petróleo más grande del mundo. Las tensiones en Venezuela se incrementaron peligrosamente durante las siguientes dictaduras, explotando en 1945 cuando Rómulo Betancourt, líder del partido de izquierda Acción Democrática (AD), tomó control del gobierno. Una nueva constitución fue adoptada en 1947, y el notable novelista Rómulo Gallegos se convirtió en presidente en la primera elección democrática de Venezuela. Pérez Jiménez fue derrocado en 1958 por una alianza de civiles y oficiales de la marina y la fuerza aérea. El país regresó al gobierno democrático y Rómulo Betancourt fue electo presidente. Durante el mandato previsto del presidente Rafael Caldera (1969–1974), el continuo flujo del dinero proveniente del petróleo fluyó a las arcas del país manteniendo una boyante economía. El presidente Carlos Andrés Pérez (1974– 1979) también se benefició de la bonanza del petróleo; no sólo se incrementó la producción de petróleo sino, más importante aún, el precio se cuadriplicó tras la guerra árabe-israelí en 1973. En 1975 Pérez nacionalizó la industria del mineral de hierro y del petróleo y se embarcó en una ola de gastos; productos de lujo importados se suministraban en grandes cantidades a las atiborradas tiendas y la nación tuvo la impresión que las míticas riquezas del El Dorado finalmente se habían materializado. A finales de la década de 1970, la creciente recesión internacional y el excedente petrolero comenzaron a agitar la economía de Venezuela hasta la raíz. Las ganancias petroleras disminuyeron, agudizando el desempleo y la inflación y forzando una vez más al país a adquirir deuda externa. La caída de los precios del petróleo en 1988 cortó los ingresos del gobierno a la mitad, poniendo en duda la capacidad de Venezuela para pagar su deuda. Las medidas de austeridad fueron introducidas en 1989 por Pérez Jiménez (elegido por segunda vez) generando una ola de protestas que culminaron en la pérdida de más de 300 vidas en tres días de sangrientas protestas conocidas como “El Caracazo”. Medidas de austeridad adicionales avivaron las protestas que frecuentemente escalaban hasta convertirse en motines. Para empeorar las cosas, hubo otros dos intentos de golpes de estado que tuvieron lugar en Venezuela en 1992. El primero, en febrero de ese año, que fue dirigido por el paracaidista el coronel Hugo Chávez. El segundo intento, en noviembre, fue dirigido por oficiales menores de la fuerza aérea. Hugo Chávez y la Historia de Venezuela en el siglo XXI En lo que se refiere a política, quizás no hay nada más significativo que un dramático resurgimiento y eso fue exactamente lo que Venezuela atestiguó al acercarse el final del siglo XX. La elección presidencial de 1998 en Venezuela, puso a Hugo Chávez, el líder del fallido golpe de estado de 1992, en la presidencia. Mientras las tensiones populares aumentaban, en diciembre de 2002, la oposición llamó a un paro general en un esfuerzo para derrocar al presidente. La huelga nacional paralizó al país, incluyendo a su importante industria petrolera y una buena parte del sector privado. Después de 63 días, la oposición llamó a detener la huelga, que había costado al país el 7.6 % de su PIB y además devastó la economía basada en el petróleo. Chávez nuevamente sobrevivió y proclamó la victoria. La política nacional continuó siendo inestable hasta que Chávez ganó un referéndum en 2004 y consolidó su ya aplastante poder. Alentado por un apoyo político más grande y con sus bolsillos engordando gracias a los altos precios del petróleo. A pesar de su menguante popularidad, Chávez, incluso después de una batalla pública contra el cáncer de colon, declaró sus intenciones de un cuarto periodo de cuatro años en las elecciones de 2012. Chávez fue realmente reelecto en 2012, y aun cuando comenzó su cuarto periodo el 10 de enero de 2013, finalmente sucumbió a su enfermedad y murió menos de 2 meses después el 5 de marzo de 2013. Nicolás Maduro, el vicepresidente, tomó el poder y deberes por el resto del término abreviado de Chávez hasta que se celebraron las elecciones presidenciales. La presidencia de Nicolás Maduro comenzó el 19 de abril de 2013 cuando, tras la celebración de las elecciones generales, Nicolás Maduro Moros obtuvo mayoría simple. La oposición acusó dicho proceso electoral de fraudulento. Actualmente se encuentra en la presidencia