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UNIVERSIDAD DE

GUANAJUATO

DIVISIÓN DE CIENCIAS NATURALES Y EXACTAS

CAMPUS GUANAJUATO

LICENCIATURA EN ENFERMERÍA Y
OBSTETRICIA

PARTO PSICOPROFILÁCTICO
“Una maravillosa experiencia de amor”

PROFESORA:
MARÍA ELENA RUIZ SANTILLÁN

PRESENTA:
ANA LUCÍA TRANQUEÑO GONZÁLEZ

GUANAJUATO, 03 DE DICIEMBRE DE 2019.


“UNA MARAVILLOSA EXPERIENCIA DE AMOR”
Vivi Weissmann y Angélica Chávez.

Desde hace más de 40 años llego desde Francia el método psicoprofiláctico a Estados
Unidos y México. Se extendió en gran parte gracias a ASPO/ Lamaze (hoy Lamaze
International), por medio de sus excelentes programas de educación para el embarazo y
parto.
La Psicoprofilaxis no es un parto natural, sino un adiestramiento para un “parto preparado”,
con clase que dan a la pareja el conocimiento, los elementos para manejar el dolor, la
práctica y la interacción con otras parejas para dar a luz en una forma relativamente
cómoda y reduciendo el dolor a proporciones tolerables.
A lo largo de estos años se han visto muchos cambios. Hace casi 30 años a un gran
número de mujeres todavía se les anestesiaba, después vino el auge del bloqueo epidural
y actualmente observamos que el número de cesáreas ha aumentado notablemente.

CAPÍTULO I. Preparación para el parto


El curso no es mágico; requiere de un compromiso personal, de pareja y de equipo.
Todas las mujeres en el mundo sabes parir, pero la cultura, la civilización y la tecnología,
queriendo protegernos del “sufrimiento”, han sido la causa de que perdamos esa
conciencia natural. Los ejercicios de fisioterapia obstétrica que se aprenden y practican
durante el curso, permiten que la mujer se ajuste de manera más natural a los cambios
fisiológicos, se sienta más ágil y evite algunos malestares debidos a vicios posturales.

¿Por qué prepararse?


Porque vamos a recibir información completa y exacta acerca del embarazo, el parto, la
cesárea, el postparto y la lactancia materna.
Otra razón para tomar el curso es aprender y evaluar la aplicación real del uso de la
tecnología durante el embarazo y en la vigilancia del trabajo de parto, para que junto con el
gineco-obstetra exista la comunicación y se tomen las decisiones necesarias
oportunamente.
En el curso de preparación para el parto psicoprofiláctico entendemos nuestros temores,
evitamos el miedo que paraliza y aprendemos a trabajar con nuestro cuerpo, sin temerle, a
respetarlo y cuidarlo. Las técnicas de relajación y respiración debidamente enseñadas y
supervisadas favorecen la tranquilidad física y mental, y se convierten en recursos de
mucha utilidad no solo para el nacimiento, si no para muchas otras situaciones que se
presentan a lo largo de la vida.

CAPÍTULO II. ¿Qué es la preparación para el parto psicoprofiláctico?


La psicoprofilaxis no es un curso para aprender como ser buenos padres, es una
preparación para tener un parto psicoprofiláctico.
La preparación para el parto psicoprofiláctico es una educación para lograr que la mujer
embarazada y su pareja experimenten una vivencia completa, responsable y gratificante
del nacimiento de su bebé. Esta se divide tradicionalmente en tres áreas.
1. El área cognoscitiva
Comprende la información relativa al embarazo, al parto, el postparto inmediato, la
lactancia y los cuidados del recién nacido. Esta información debe ser suficiente, clara y
enfocada a los aspectos normales, es decir fisiológicos. No debe ser un curso de medicina,
pero si dar los suficientes conocimientos para que la pareja pueda formarse un criterio,
establecer juicios sanos y tomar decisiones responsables, tanto para los cuidados que se
deben tener durante el embarazo y el nacimiento.
2. El área física.
Se trabaja con ejercicios de fisioterapia obstétrica para sensibilizar, dar elasticidad y
fortalecer los músculos y articulaciones involucrados en los cambios fisiológicos del
embarazo y en la recuperación del postparto.
3. El área emocional
Uno de los principales objetivos de la psicoprofilaxis es prevenir el estrés obstétrico.
Las clases de preparación se imparten por lo general en grupo y por una instructora
calificada y comprometida con lo que hace, lo cual permite que se dé un intercambio de
opiniones, de emociones, vivencias y actitudes que retroalimentan a todas las parejas,
bajando los niveles de ansiedad.
El hecho de que la pareja asista a un curso no quiere decir que este firmando un
compromiso que la obligue a hacer un parto psicoprofiláctico si no es lo que desea. Se
trata de que la pareja, y sobre todo la mujer, reciba la información y el entrenamiento
necesarios para elegir el tipo de nacimiento que quiere para su bebé.

¿Por qué la psicoprofilaxis?


Un parto natural es aquel en el que la mama reacciona naturalmente y se comporta como
ella siente y como su cuerpo se lo va pidiendo.
También se le llama a aquel en que la mujer no se le proporciona ninguna anestesia o
analgesia para quitarle el dolor durante el trabajo de parto. En algunos hospitales públicos
se bloquea a todas las madres primerizas, lo necesiten o no, y se deja que tengan “parto
natural” a todas las que ya tienen más de un hijo.
Mucha gente está confundida con el concepto de “parto natural o normal”, ya que el parto
medicado con un bloqueo epidural se le llama así, cuando debería decirse que es un parto
vaginal, con o sin bloqueo.
El bloqueo epidural, aun siendo la anestesia más inocua para el bebé, porque le llega una
pequeña cantidad de medicamento. Produce perdida de sensaciones desde el abdomen
hasta la punta de los pies.
Este tipo de anestesia generalmente alivia el dolor del parto, permite que la madre este
consiente y se pueden administrar nuevas dosis cuando así se requiere. El efecto se
empieza a sentir entre los 10 y 20 minutos posteriores a su administración y lo más
importante es que a veces el efecto de bloqueo no es parejo en ambos lados del cuerpo,
con lo que el alivio es relativo o incompleto.
Otro aspecto importante es que el bloqueo inhibe el trabajo de parto, ya que puede reducir
la intensidad y la frecuencia de las contracciones retrasando así el progreso de la
dilatación.
Por supuesto, hay remedio administrar o aumentar la dosis de oxitocina, lo cual fuerza al
útero y al bebé.
Sabemos que cuando la mujer no está bloqueada y puede adoptar posiciones favorables,
es mucho más fácil que la cabecita del bebe rote.
Algo bien sabido por los médicos es que el bloqueo baja la presión arterial de la madre y
por tanto reduce la del bebé, poniéndola en situación delicada. ¿Se puede remediar? Claro
que sí, con más intervenciones: suero glucosado, oxigeno, etc.
El bloqueo quita los esfínteres, de la vejiga y el ano, lo cual hace necesario vaciarlos
artificialmente.
De acuerdo con las estadísticas, hay un incremento de entre el 26 al 50% de cesáreas
cuando una mejer está bloqueada. Los músculos del piso pélvico se aflojan por el efecto
del bloqueo, ocasionando que él bebé cambie de posición ideal de su cabeza, o falle al
descender a la cavidad pélvica. El bloqueo epidural impide que una mama pueda cambiar
de posición conforme su cuerpo se lo pide.
El paro psicoprofiláctico es un nacimiento sofisticado que implica educación, es decir,
cambios de actitud hacia el embarazo, parto y crianza del bebe, no nada más información
sobre cómo es un parto.

CAPÍTULO III. Rompiendo esquemas


Las instructoras, o como se llaman ahora: educadoras perinatales, que imparten cursos
para hacer un parto psicoprofiláctico, son agentes de cambios y sus alumnos son “gente de
cambios”, porque gracias a la información ellos van adquiriendo herramientas para poder
planear su parto y tener los elementos para adquirir la responsabilidad suficiente que les
permita lograr cambios en la atención rutinaria al parto actualmente, la preparación va más
allá de la vivencia del parto: se ocupa de la lactancia al seno materno, de la estimulación
del bebe antes y después del nacimiento, de la participación activa y responsables de la
pareja en todo el proceso reproductivo y de la planificación de su familia.
Gracias a investigaciones médicas de la fisiopatología de la contractilidad uterina, como los
estudios realizados a partir de los setenta por el Doctor Caldeyro-Barcia, se ha visto la
importancia de que la mujer cambie de posición frecuentemente durante el trabajo de
parto, ya que si está en posición vertical (parada, sentada, caminando o acuclilla) a una
reducción de un 25% del tiempo en la duración del periodo de dilatación, por tanto, deberá
evitar permanecer acostada por periodos prolongados.
Estos cambios abrevian la duración del trabajo de parto y del periodo expulsivo. Ahora
pueden escoger entre varios tipos de parto, de hospital, de médicos, de la atención al
recién nacido, y para hacer una buena elección debe estar bien informados, a que la
responsabilidad es únicamente suya.

El hecho de que el curso se da información sobre la sexualidad durante el embarazo


también rompe esquemas. Lo tradicional era que durante la preñez se limitara la actividad
sexual, sobre todo durante el primer y tercer trimestre, en el primero para “no ocasionar un
aborto” y en el tercero para “no provocar un parto prematuro”.
El esquema más importante que rompe el parto psicoprofiláctico es cambiar el concepto de
tener que sufrir durante el nacimiento para llegar a ser madres, por el de poder gozar
intensamente de esta experiencia maravillosa y única.

CAPÍTULO IV. El miedo al dolor.


El miedo al dolor es universal. El dolor puede ser una señal de alarma o de que nuestro
cuerpo está trabajando intensamente en algunas áreas.
Un dolor de estómago puede ser señal de ingestión después de una comilona. El dolor
muscular que se presenta después de haber empezado algún ejercicio exagerado o una
actividad física. El miedo al dolor del parto está llegando a tal extremo que hay mujeres
que piden se les practiquen cesárea, sin tomar en cuenta que esta es una cirugía mayor
que implica riesgos y dolo postquirúrgico.
Hay parejas que a pesar de esta influencia quieren saber y experimenta; y hay otras que
son producto de partos psicoprofilácticos y llegan al curso sabiendo mucho mejor que
quieren y entendiendo el proceso como algo natural, porque esa es la educación que
recibieron desde su nacimiento.
El dolor es subjetivo. Cada persona lo percibe y lo interpreta de diferente manera.
La interpretación que hace una mujer de sus contracciones uterinas puede ser totalmente
diferente de la que hace otra, aunque las contracciones sean de la misma intensidad.
Podemos referirnos a tres tipos de causas del dolor en el parto:
 Causas físicas
Son de origen químico, térmico, mecánico y por presión. Cuando cualquiera de estos
estimulas rebasa el umbral de tolerancia, entonces se percibe como una sensación
dolorosa.
“hay factores físicos que influyen en el dolor del trabajo de parto, como son la intensidad y
duración de las contracciones, el grado y rapidez de la dilatación del cuello, el tamaño y la
posición del bebe, el que la vejiga este llena, el número de hijos que haya tenido la mujer,
su grado de fatiga, su hidratación, su nutrición.
Estos factores se pueden modificar sabiendo cómo. La intensidad de las contracciones
aumenta con el uso de oxitocina artificial, por tanto, evita una inducción innecesaria, las
contracciones van a aumentar de intensidad de acuerdo con el progreso fisiológico del
trabajo de parto, dándole a la mamá oportunidad de adaptarse a ellas.
Sobre el tamaño y posición del bebé, la madre puede influir en la colocación del feto
adoptando posiciones favorables que la harán sentir más cómoda.
Mantener la vejiga vacía es una de las recomendaciones con mas frecuencia se hacen,
recordando a la parturienta que por lo menos cada hora vaya al baño a orinar, tenga o no
tenga ganas de hacerlo.
El nivel de fatiga es algo que se puede modificar. Es necesario recomendable descansar
en cuanto se sienta la necesidad de hacerlo, cerca de la fecha probable de parto, y no
exagerar en las actividades dentro y fuera de casa.
La tendencia actual es recomendar que la mama se mantenga bien hidratada bebiendo
líquidos a lo largo de e todo su trabajo de parto.
También el útero necesita nutrientes para trabajar eficientemente, por lo que recomienda
alimentos de fácil digestión y jugos de frutas.
 Causas emocionales
Las que se presentan en el parto está el miedo a lo desconocido, la información negativa y
el hecho de que se considere como un proceso médico y quirúrgico.
Al disminuir el miedo a un nivel que puede ser manejado evitamos, o al menos reducimos,
el riesgo de que pueda provocar el dolor.
La causa más importante del olor en el parto normal, resulta ser el temor. La personalidad
de cada mujer influye en la manera como va a llegar al parto, y cada una va a reaccionar
de acuerdo con su carácter y sus propias necesidades.

 Las causas culturales


En el parto son múltiples, dependen mucho del nivel sociocultural, del país y la región en
que se vive, de la escolaridad, del tipo de familia de que se proviene y de una enorme
variedad de influenciad a las que está expuesta.
El parto causa dolor físico a la mayoría de las mujeres, sin embargo, es un dolor que, con
la preparación, motivación y practica de las técnicas de control, puede ser analizado e
interpretado como el resultado de la energía y el potencial que se tienen para dar a luz un
hijo.
En el curso de preparación se enseña a las mujeres a responder al dolor en las formas que
puedan facilitar el trabajo de parto; es importante que aprenda una variedad de estrategias
y medidas que le den comodidad durante el periodo de labor; sin embargo, la meta no es
reducir el dolor por sí mismo, si no utilizarlo como una guía de avance en el trabajo de
parto.

CAPÍTULO V “No sé si aguante” (actitudes)


Inadecuada compresión del método
El no conocer ni entender correctamente lo que es el curso de psicoprofilaxis hace que
algunas mujeres no siquiera intenten tomarlo porque no se creen capaces de “aguantar”
los dolores de parto. La actitud y las creencias que se tienen de la maternidad influyen
definitivamente en el tipo de parto. “El trabajo de parto es un evento tanto de la mente
como del cuerpo. De todas nuestras funciones físicas, solamente hacer el amor esta
mucho más influenciado por nuestros pensamientos y emociones que la labor del parto. La
manera en que la madre piensa y siente va a afectar la forma en la que va a parir.”
El concepto de “aguantar” implica pasividad ante un hecho que se nos impone. Las
contracciones uterinas en el criterio de psicoprofilaxis no son para “aguantarse”. Se
aprende a identificarlas, a analizarlas, a interpretarlas correctamente, a aceptarlas como
parte necesaria para tener un trabajo de parto efectivo y fisiológico.
Se trabaja intensamente durante las contracciones, las cuales van a ir aumentando de
intensidad y llegaran a percibirse como sensaciones dolorosas, no se asume una actitud
pasiva.
No se trata de aguantarse, se trata de trabajar su cuerpo, mente y emociones, todo en
armonía.
CAPÍTULO VI. El parto psicoprofiláctico
El parto es un proceso de entrega, en donde la madre debe estar preparada para ceder
toda la resistencia para poder abrirse a los cambios que se están dando en su cuerpo y
así lograr vencer esas fuerzas. Un parto sin anestesia, a gritos descontrolados y con
regaños del médico y las enfermeras, con presiones y sin individualizar los deseos de la
mamá, no es un parto psicoprofiláctico.

Entonces… ¿Qué es un parto psicoprofiláctico?


 Un parto psicoprofiláctico es aquel que permite el nacimiento del bebe sin la
necesidad del uso de drogas, anestésicos, analgésicos o maniobras invasivas que
pudieran llegar a convertirse en agresiones físicas y emocionales para la madre y en
recién nacido, aunque se manejen la amabilidad y sutileza.
 Un parto psicoprofiláctico es aquel en que la mujer siente una fuerza y un poder que
emana de su interior como jamás la va a volver a sentir en su vida.
 Un parto psicoprofiláctico favorece la participación del padre a lo largo del evento,
acompañando, apoyando, trabajando, disfrutando y siendo uno con su mujer.
 Un parto psicoprofiláctico permite que el vínculo padre-madre-hijo se establezcan
anticipadamente y con toda naturalidad.
 Un parto psicoprofiláctico favorece que la recuperación física y emocional en el
posparto sea más rápida y fácil.

CAPÍTULO VII. Planeando el parto


Cuando una mujer que se embaraza desea tener parto psicoprofiláctico, lo primero que
debe buscar es un médico que conozcas y apoye este tipo de nacimiento.
Hay quienes solamente lo toleran y ningún doctor tiene la obligación de atender a sus
pacientes por este método, si no es la manera en la que se siente cómodo.
La elección del gineco-obstetra es algo muy delicado. Con nuestro ginecólogo debemos
sentirnos con absoluta confianza en su capacidad técnica y humana, sabiendo que nos va
a escuchar pacientemente y que va a resolver nuestras dudas sin alarmarnos cuando no
hay motivo. También nos va a informar de todo aquello que nos compete y va a respetar
nuestra personalidad. Y los deseos para el nacimiento que no significan ningún riesgo. El
papel del médico será vigilar el embarazo y el parto, y a ayudar a la pareja para que todo
salga bien, sin imponerle criterios generalizados en la atención del nacimiento, que se ha
comprobado no lo benefician y si le quitan a la pareja, y sobre todo a la mujer, la
satisfacción de una atención individualizada.
El objetivo primordial es tener como resultado una madre y un niño sanos.
Desde 1996, la organización mundial para la salud (OMS), da las siguientes
recomendaciones para la atención del parto normal.
Como aquellas prácticas que han demostrado ser útiles y deben fomentarse, establece:
1. Que la mujer y su pareja desarrollen un plan para el parto.
2. Que se haga una determinación de los riesgos que puede llegar a haber.
3. Que se haga un monitoreo del bienestar físico y emocional.
4. Que la mujer pueda ingerir líquidos durante todo el trabajo de parto y el parto.
5. Que se de apoyo con empatía por parte del personal médico y de enfermería.
6. Que se respete la elección que haya hecho la mujer d las personas que desea la
acompañen en el parto.
7. Que se dé a la mujer toda la información y explicaciones que ella necesite y desee
saber.
8. Utilizar métodos no invasivos y no farmacológicos para aliviar el dolor de parto,
masajes ye técnicas de relajación
9. Que se haga monitoreo fetal de manera intermitente.
10. Que se dé a la parturienta la libertad de posesión y movimiento que ella quiera.
11. Evitar la posición supina en el trabajo de parto.
12. Vigilar cuidadosamente el progreso de la dilatación del cuello uterino.
13. Establecer contacto temprano “piel a piel” entre la madre y el niño, y apoyar el inicio
de la lactancia en la primera hora después del nacimiento.

Las practicas que la OMS considera que son claramente dañinas o inefectivas y que
deberán eliminarse son:
1. La aplicación rutinaria del enema evacuante.
2. Rasurar totalmente y de manera rutinaria el vello púbico.
3. Colocar el catéter intravenoso para aplicar en forma rutinaria soluciones y sueros.
4. Mantener a la mujer acostada boca arriba durante el trabajo de parto.
5. Hacer exámenes rectales.
6. usas los rayos X para medir la pelvis femenina.
7. Administrar oxitócicos para acelerar cualquier etapa del trabajo de parto, de manera
que su respuesta no pueda ser controlada.
8. Uso rutinario de la posición de litotomía o de “pollitos rostizado”, en la cual la mujer
esta acostada sobe su espalda, con las piernas en alto colocadas sobre pierneras.
9. Esfuerzos de pujo dirigidos y sostenidos (maniobra valsalva) durante la fase
expulsiva.
10. Masaje y estiramiento de peritoneo por parte de la persona que asiste el parto
durante la etapa de expulsión.

¿Como puedes planear el parto psicoprofiláctico?


1. ¿Por qué lo quieres?
2. ¿Qué necesitas hacer para lograrlo?
3. ¿Lo has platicado con tu medico?
4. ¿Cuentas con su apoyo?
5. ¿Te estas informando suficientemente para manejar las objeciones?
6. Tienes que ser especifica al plantear tus deseos; las generalidades dan pie a los
malentendidos.
7. ¿Estas siendo responsable en tu preparación?
8. ¿Te estas rodeando de apoyo necesario?
9. ¿Has escogido un hospital que te de las facilidades la seguridad que deseas?
10. ¿Has visto el hospital y sus instalaciones antes de decidirlo?
11. ¿Vas a contar con la presencia de tu instructora en el parto?

CAPÍTULO VIII. Cuando algo sale mal


Hay ocasiones en que aun cuando la pareja se prepare muy bien, tenga al médico más
apoyador, a su instructora y vaya al hospital adecuado, el parto no puede ser
psicoprofiláctico.
Cuando esto ocurre en el embarazo o el parto, deberán tomarse las medidas necesarias
para resolver satisfactoriamente, y en el menor tiempo posible, el problema que se
presenta
Cuando el médico debe tomar la decisión de intervenir en el proceso fisiológico del
embarazo o el parto, esta decisión es mejor entendida por una pareja que ha preparado y
que tiene la información para saber que debe cooperar responsablemente y hacer los
ajustes físicos y emocionales necesario.
Si una mujer pare entre gritos, regaños del personal hospitalario, falta de control y pánico,
pero sin el uso de anestesia de ningún tipo, eso es un parto natural, pero no
psicoprofiláctico. En este hay una actitud no pasiva en donde se acepta el dolor y se sabe
de manejar, pero en el que no se acepta el sufrimiento. La instructora ayuda a hacer la
diferencia con la preparación y va a apoyar el trabajo de parto, no a improvisar recursos.
Todo esto es parto de un proceso de crecimiento.

CAPÍTULO IX. El equipo humano: los facilitadores.


Médico, instructora, marido, pediatra, hospital.
Muchas mujeres sueñan desde la adolescencia con ser madres y algunas hasta se
imaginan sus partos y saben cómo quieren parir.
Lo ideal sería planear el embarazo y el parto con suficiente anticipación para que el bebé
pueda ser deseado y producto de unos padres saos en todos sentidos.
Cuando una pareja está iniciando este proceso y llega el embarazo, tiene que utilizar todos
sus recursos de adaptación y su energía, además del ajuste que están tratando de hacer
como pareja.
Sea cual sea la circunstancia en que se entre cual ocurrió el embarazo, es importante
anticiparse e ir planeando como quieren que sea el nacimiento de su bebé.
Para ello debemos de tomar en cuenta primero la elección del médico, quien deberá
conocer sus inquietudes y valores y estar de acuerdo con ellos. Como elegir al médico
cuando se quiere hacer un parto psicoprofiláctico:
1. Por referencia y recomendación de parejas que lo hayan tenido así.
2. Por personalidad y carácter compatibles.
3. Pensando en que tipo de medico te mereces, en función de la atención del suceso
más importante de tu vida.

Con el medico se debe buscar la atención individualizada, acorde con un plan de parto que
se ha hecho junto con él y a las circunstancias del momento.
La parturienta se ve rodeada de gente desconocida, de reglamentos y en la mayoría de las
ocasiones se les separa, aunque sea momentáneamente, de su esposo o de la persona en
quien ella encentra consuelo y apoyo.

La presencia del marido y de la instructora durante el trabajo departo o cesárea.


El que el esposo asista y participe tiene la enorme ventaja de abrirle un panorama mucho
más amplio y con un enfoque diferente de lo que es el momento que están viviendo.
Esto baja la ansiedad, disminuye el miedo, sobre todo al quitar la idea de que el embarazo
y el parto son un misterio amenazante del mundo femenino.
En estados Unidos se ha visto la necesidad de incluir en el equipo humano para el
nacimiento a una doula, una persona entrenada y con experiencia para acompañar a la
pareja, quitándole así al marido la responsabilidad total de ayudar a su mujer manejar
sensaciones desconocidas para él y permitiéndole gozar el convertirse en papa y también
sentirse apoyado por la doula.
Cuando una mujer decide ser tratada como un individuo y no como parte de la rutina, tener
un parto psicoprofiláctico, la presencia de su instructora y el apoyo profesional, la
presencia de su instructora y el apoyo profesional que esta le puede dar son básicos, ya
que tiene conocimientos necesarios y la experiencia en el manejo hospitalario e idealmente
va a formar un equipo con los médicos que atiendan el parto, brindándole a su pareja un
ambiente menos tenso al apoyarlos en todo momento.
Los doctores John Kennell y Marshall Klaus a finales de los setenta investigaron la manera
de mejor el lazo madre-hijo, y encontraron que la presencia de la instructora en el trabajo
de parto no solamente aumenta el lazo entre la madre y el bebé, si no también parecía
disminuir la incidencia de complicaciones.
La instructora que esta durante el trabajo de parto y que conoce a la pareja desde sus
clases de preparación, a través de la observación que hace de las expresiones y la
conducta de la parturienta, la va a estimular para que se sienta con libertad para moverse,
deambular, sentarse en el inodoro o cambiar de posición periódicamente, según lo va
necesitando, sin que se sienta cohibida para hacerlo.

Si el médico determina con anticipación que un nacimiento por cesárea está indicado, los
futuros papas deberán estar informados del proceso y de la toma de decisiones, el porqué,
el cómo, el cuándo, los cuidados que se deben tener después de la cirugía, etc, y hablar
con el pediatra para que se ocupe de favorecer el apego ya que es muy importante para la
madre poder tenerlo lo más pronto posible contacto son su bebe.
Como elegir a un pediatra.
Es recomendable visitar durante el embarazo a dos o tres. Puede concentrarse a una cita
prenatal para conocerlo, saber sus tendencias, exponerle las ideas que se tienen y si es la
persona adecuada para ellos.

El pediatra investiga en esta ocasión los antecedentes de ambos padres, las condiciones
en que se está dando este embarazo y cualquier cosa que pueda beneficiar al bebe por
nacer.
Los pediatras generalmente no cobran estas visitas, lo que da más libertad a los futuros
padres para formarse un criterio.
En la consulta prenatal es importante hablar d la conveniencia de que el pediatra este en
la sala de partos. En los hospitales existe una norma o rutina para el manejo de los recién
nacidos que se aplica a todos los bebes. Cuando el pediatra previamente escogido por los
padres está en la sala d partos para recibirlo, cuenta con una información completa acerca
de los antecedentes familiares, del carácter y forma de reaccionar de los papas, se da
cuenta de cómo está él bebe durante el trabajo de parto y la expulsión, que medicamentos
se ha utilizado en la madre, y toda esta información hace que la atención sea personal y se
le evitan al recién nacido maniobras innecesarias que pueden ser muy agresivas.

Otra ventaja de la presencia del pediatra en la de partos es que tan pronto es posible y en
la mayoría de las ocasiones en que el parto es normal, él bebé está en perfectas
condiciones, este sea puesto sobre el vientre y pecho de la madre para que se dé el
contacto “piel a piel”, tan necesario para que se inicie el apego ay la lactancia precoz.
El manejo de la lactancia materna es sumamente delicado requiere de un apoyo enorme.
Igual que para lograr un parto psicoprofiláctico, para amamantar se requiere de convicción,
información hay otros aspectos importantes que deben tratarse anticipadamente con el
pediatra, como son la circuncisión, las salidas de casa, las vacunas y muchos otros
aspectos de la vida de ese ser del que va a ser medicamente responsable. Por ello es
necesario que se establezca con él una buena relación, basada en la confianza y una
excelente comunicación y respeto mutuos.

CAPÍTULO X. El parto te marca


Pocos eventos hay en la vida de una mujer que la marquen tan intensamente como lo es el
nacimiento de un hijo. Esta marca puede ser positiva o negativa, pero a lo largo de los
años se mantiene.
El tipo de vivencia de cada de cada mujer depende de muchos factores, entre otros:
 Si él bebe fue deseado o no.
 El tipo de relación que tiene con su pareja.
 La relación con su núcleo familiar, especialmente con su madre.
 Como le informaron de su propio nacimiento.
 Su aceptación como mujer.
 Como vive su sexualidad.
 Su capacidad para fijarse metas y lograrlas.
 El tipo de atención médica que recibe.
 Rasgos individuales de personalidad.
 Si sus expectativas son reales en relación con el parto.

La mayoría de las mujeres que han tenido un parto psicoprofiláctico refieren que después
de haber sentido tanta fuerza dentro de ellas, tanto “poder”, todo el potencial físico,
emocional, intelectual y espiritual para ser protagonista del milagro de la vida, se sienten
con la capacidad de llevar a cabo cualquier proyecto que deseen con la misma intensidad
para el cual se preparen, con la misma dedicación con la que se prepararon para su parto.
Entre más información tengan acerca de esta etapa, menos difícil les va a ser esta
transición de sus vidas.
Con el nacimiento de cada hijo se vive nuevamente este cambio impactante. Cada parto es
diferente, único e irrepetible, como son los hijos.
Al leer este libro se espera que ustedes se permitan vivir como una experiencia personal
de cada embarazo y nacimiento, preparándose para ello, abriéndose a nuevas opciones
que vayan de acuerdo con su momento y deseos, y que encuentren dentro de sí mismos,
así como en el curso que tomen la fuerza, y las armas para luchar y obtener lo que se
merecen.

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