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TEMA 3.

Organización del relieve peninsular

4.1 Las grandes unidades del relieve peninsular: características


de cada una.

4.2. El relieve balear y el relieve de las islas Canarias.

4.3. El relieve de las costas

INTRODUCCIÓN

Por relieve entendemos las diferentes formas que adopta la superficie terrestre
que en el caso la penìnsula se disponen geográficamente teniendo como referencia la
Meseta Central, por lo que distinguiremos en el análisis las unidades de relieve
interiores, periféricas y exteriores a la misma. Analizaremos también el de los
archipiélagos balear y canario.

4.1 LAS GRANDES UNIDADES DEL RELIEVE PENINSULAR:


CARACTERÍSTICAS DE CADA UNA.

4.1.1. LA MESETA Y SUS UNIDADES INTERIORES

LA MESETA

Desde el punto de vista geológico, constituye el núcleo fundamental de la


península. Su altura es de 600 m. y se halla dividida por el Sistema Central en la
submeseta norte (700-800 mts.) y la submeseta sur, de altitud más moderada (600-
700 mts.), subdividida a su vez por los Montes de Toledo.

Sus rasgos morfológicos: muestran un viejo macizo surgido a finales de la Era


Primaria y reducido a penillanura por la erosión durante la Era Secundaria. El
plegamiento alpino le afectó intensamente. Sus consecuencias fueron: su fracturación
en bloques, elevados y hundidos, el plegamiento de los bordes exteriores generando
cordilleras periféricas a la Meseta y el basculamiento hacia el océano Atlántico.

UNIDADES INTERIORES A LA MESETA

Formaban parte del zócalo paleozoico emergido en la Orogenia Herciniana y que


arrasó la erosión en la Era Secundaria y se fracturó durante la Orogenia Alpina, al
chocar las placas con el borde del zócalo. Su composición es fundamentalmente silícea.

EL SISTEMA CENTRAL. Es un conjunto de sierras que ocupan unos 400 kms.


Con una dirección dominante de oeste-este. Destacan las Sierras de Somosierra,
Guadarrama, Gredos (cuyo pico más alto es el Almanzor 2592m), Peña de Francia y en
Portugal, sierra de la Estrella. Entre unas y otras se interponen puertos de montaña, que
facilitan la comunicación entre ambas submesetas.
Estas sierras se corresponden con bloques fragmentados del zócalo meseteño
elevados por el plegamiento alpino hasta la posición que ocupan en la actualidad. Las
rocas constituyentes son de la Era Primaria, por tanto abundan las silíceas: granitos,
pizarras y gneis.

LOS MONTES DE TOLEDO. Tienen menor entidad como cordillera. Su origen


es similar al del Sistema Central. Sus cumbres no sobrepasan los 1600m, destacando las
de Calderina, Chorito, Pocito y Guadalupe. Entre las rocas abundan las pizarras y
cuarcitas, duras y muy resistentes a la erosión.

CUENCA DEL DUERO Y LLANURA MANCHEGA. Surgieron por el


hundimiento del zócalo paleozoico y su colmatación posterior. La sedimentación tuvo
lugar a finales de la Era Terciaria, de ahí que los estratos conserven la disposición
horizontal. Hoy son extensas planicies en cuyo horizonte resaltan cerros testigos u
oteros, vestigios de la evolución general de las depresiones y de la desaparición parcial
de los estratos por efecto de la erosión.

4.1.2. LOS RELIEVES PERIFÉRICOS DE LA MESETA

La Meseta está rodeada, por todas partes menos por el oeste, por cadenas
montañosas que la envuelven y la aíslan de la influencia oceánica, dándoles un marcado
carácter continental. Se originaron a partir de las deformaciones ocasionadas por el
plegamiento alpino en la periferia de la Meseta, distinguiéndose:

EL MACIZO GALAICO Y LOS MONTES DE LEÓN


Forman parte del primitivo zócalo de la Meseta; y la cierran por el noroeste e
individualizan Galicia. Su superficie está atravesada por redes de fallas (líneas por las
que suben y bajan los bloques) de orientación norte-sur y transversales, que han dado
lugar a las rías. Las primeras han originado conjuntos de bloques alineados, hundidos o
levantados, que arrancan desde la costa y se extienden hasta el interior, ganando altura
constituir la alineación de sierras denominada dorsal gallega, cuyo punto culminante es
Cabeza de Manzaneda (1778m).
Más hacia el interior se sitúan los Montes de León, cuyas cumbres se elevan por
encima de los 2000 m. (Teleno, 2188m).
Las mayores altitudes conserva importantes huellas de glaciarismo. Entre estas
destaca el lago de Sanabria, el mayor lago español de origen glaciar.

CORDILLERA CANTÁBRICA
Conforma el borde norte de la Meseta y se extiende desde Galicia hasta el País
Vasco a lo largo de 600 km de cumbres alineadas paralelamente al mar Cantábrico.
Forma una muralla que dificulta la comunicación entre la costa y las tierras del interior
y se convierte en la barrera climática que marca la división entre la España húmeda y la
seca. Bajo su aparente unidad se diferencian tres sectores:

- El sector occidental o asturiano, presenta afinidad con el Macizo Galaico,


pues también es producto de la orogenia herciniana. Está formado por materiales
paleozoicos (silíceos), ya que formaba parte del zócalo paleozoico, y otros del periodo
carbonífero, época en la que se formaron las capas de carbón que todavía hoy son
objeto de explotación minera. Elevado de forma gradual hacia el este, este sector
culmina en los Picos de Europa con mayor altitud (2648m)..

-El sector central se extiende sobre Cantabria, sus materiales sedimentarios son
de la Era Secundaria, calizos, plegados durante la orogenia alpina. Presenta cimas que
sobrepasan los 2000m de altitud (Peña Prieta, Peña Labra).

- Los Montes Vascos se extiende como un umbral entre la cornisa Cantábrica y


los Pirineos. Culminan en Peña Gorbea. Presentan analogías con el sector central de la
cordillera.

SISTEMA IBÉRICO
Es el borde oriental de la Meseta. Entre los rasgos mas sobresalientes destaca el
ser el único sistema montañoso que se orienta de noroeste a sureste, de forma oblicua.
Se extiende desde la cordillera Cantábrica hasta el mar Mediterráneo.
Su origen guarda relación con dos hechos: la primitiva inclinación de la Meseta
hacia el este, que permitió la acumulación de gran cantidad de sedimentos en esta
dirección; y la fuerza del plegamiento alpino que dio lugar a dicha cordillera.
El río Jalón: divide la parte septentrional cuenta con importantes sierras
(Demanda, Urbión, Cebollera y Moncayo) de gran altura y materiales silíceos y
calizos; mientras el sector meridional más ancho, pero de contornos menos precisos,
ya que se separa en dos ramas por el río Jiloca: una meseteña y otra aragonesa que va
hacia el mar. Los terrenos son secundarios (calizos).

SIERRA MORENA.
Borde meridional de la Meseta. Se extiende al norte de las provincias de Jaén,
Córdoba, Sevilla y Huelva.
Su importancia como cordillera responde más a su carácter rectilíneo y a su
continuidad a lo largo de más de 400 kms de recorrido que a su escasa altitud, pues sólo
alcanza los 1323 metros en sierra Madrona. Destacan además las sierras de
Despeñaperros, Andújar, Montoro, Hornachuelos, Norte de Sevilla, Aracena…
Otro rasgo característico es la disimetría entre sus laderas norte y sur, formando
un escalón para acceder a la Meseta desde el valle del Guadalquivir. Sus materiales son
paleozoicos y acogen yacimientos de cobre y plomo.
.

4.1.3 MONTAÑAS Y DEPRESIONES EXTERIORES

Se sitúan fuera de la Meseta y son cordilleras y depresiones cuya formación se


inició a comienzos de la era Terciaria. Las cordilleras surgieron por efecto de la
orogenia alpina, que plegó los sedimentos de la era Secundaria. Las depresiones
corresponden a las fosas alpinas establecidas entre los sistemas y el borde del zócalo
paleozoico. Se distinguen dos grandes conjuntos: uno septentrional (Pirineos,
cordillera Costero- Catalana y la depresión del Ebro) y otro meridional (cordilleras
béticas y depresión del Guadalquivir).

LOS PIRINEOS

Van desde el golfo de Vizcaya hasta el cabo de Creus, a lo largo de 435kms,


ocupando el istmo que une a la Península Ibérica al resto del continente europeo.
Forman una barrera montañosa robusta que constituye una frontera política entre
España y Francia.
En su interior se distinguen dos zonas: el Pirineo axial y el Prepirineo, dos
franjas paralelas entre sí y al eje de la cordillera, que se diferencian por sus
características geológicas y por la naturaleza de las rocas integrantes.

-El Pirineo axial es el núcleo de la cordillera. Se extiende longitudinalmente,


formado por materiales paleozoicos (pizarras y granitos), restos de un antiguo macizo
herciniano desaparecido, contiene las mayores cimas de la cordillera: el pico Aneto
(3404m).
-Adosado en su parte sur se halla el Prepirineo, formado por rocas calizas
mesozoicas que se descompone en dos grandes conjuntos anticlinales: Sierras
interiores: en contacto con el Pirineo y de mayor altura, Monte Perdido 3355m y
Sierras exteriores: de menor altura; Guara en Aragón 1864m, entre ambas alineaciones
se intercala la depresión prepirenaica.

Entre los rasgos morfológicos de conjunto que presente la cordillera pirenaica


destacan el predominio de los transversales (orientados de norte a sur) ocupados por los
ríos afluentes del Ebro y la huella dejada por el glaciarismo cuaternario, reflejada en la
multitud de ibones en Aragón y estanys en Cataluña y en los valles en forma de u..

DEPRESIÓN DEL EBRO


Comprende las tierras bajas del noreste peninsular. Su origen y evolución están
asociados a los sistemas montañosos de su contorno. Fue un brazo de mar que fue
cerrado por la elevación alpina de los relieves ibéricos y pirenaicos. En la era Terciaria
quedo reducido a un lago en el que se depositaban los materiales de forma selectiva: los
más finos en el centro de la depresión y los más gruesos próximos a la línea de costa,
que han dado lugar a la aparición de mesas o muelas, mientras en los bordes aparecen
bancos de conglomerados, y en las zonas donde el roquedo es de naturaleza margosa,
las conocidas como malas tierras o bad lands.

LA CORDILLERA COSTERO-CATALANA
La cordillera costero-catalana cierra la depresión del Ebro por el sureste a lo
largo de 250 kms. de longitud, y entra en contacto con los Pirineos y con el Sistema
Ibérico. Pese a su modesta condición como sistema ofrece una complejidad derivada de
su fragmentación transversal y longitudinal.
Transversalmente, la cordillera está partida en dos unidades a la altura de
Barcelona. La mitad norte integrada por materiales antiguos paleozoicos y la mitad
sur lo está por rocas de edad secundaria (calizas).
Longitudinalmente, se descompone en tres unidades paralelas entre sí y con
respecto al mar Mediterráneo: la cordillera Litoral, inmediata a la costa contiene: la
sierra de Tibidabo (532 m); en medio la depresión Prelitoral, que discurre desde
Girona hasta Tarragona (importancia agrícola); y la cordillera Prelitoral, ya en
contacto directo con las tierras de valle del Ebro, donde se encuentran las mayores
alturas (Montserrat).

LOS SISTEMAS BÉTICOS


Las cordilleras béticas se extienden desde el estrecho de Gibraltar hasta el cabo
de La Nao. Constituyen el mayor sistema montañoso de la Península, el de menor edad
y el de mayor complejidad geológica.
Surgen en la segunda mitad de la Era Terciaria a por el plegamiento alpino que
comprimió los sedimentos mesozoicos depositados en el mar Thetis. Entre estos
materiales alternan margas y calizas, responsable de que muchos pliegues se hallan
desplazados hacia el norte formando mantos de corrimiento. Por esta razón, la cordillera
no tiene un eje directriz como los Pirineos.
- El eje de todo sistema lo forma la denominada cordillera Penibética, que se
levanta bruscamente ante el litoral y contiene las mayores alturas: Ronda, Gádor,
Filabres y Sierra Nevada con Veleta y Mulhacén de casi 3500 m.
- Hacia el norte, y en contacto con la depresión del Guadalquivir, se desarrolla la
cordillera Subbética que se extiende por las sierras de Grazalema, Harana, Mágina,
Cazorla, Segura y La Sagra (abundan calizas y magras) a partir de las que se han
formado relieves cársticos.
- Entre ambos conjuntos se sitúa la depresión o surco intrabético, depresiones
interiores que se extienden desde Antequera hasta Baza, pasando por Loja, Granada y
Guadix.

LA DEPRESIÓN DEL GUADALQUIVIR


Forma un espacio triangular entre las Cordilleras Béticas y Sierra Morena
abierta al océano Atlántico. Está recorrida por el río Guadalquivir, que discurre adosado
a Sierra Morena consecuencia de la mayor cantidad de sedimentos procedentes de los
sistemas Béticos.
Inicialmente, fue un brazo de mar que recibió sedimentos de las cordilleras
béticas y de Sierra Morena. Las formas más características son sus campiñas, (tierras
llanas suavemente onduladas que han sido objeto de explotación agraria) y aguas abajo
se sitúan las marismas, cuya condición de zonas húmedas fue uno de los argumentos
para la declaración del Parque Nacional de Doñana.

4.2. EL RELIEVE BALEAR Y EL RELIEVE DE LAS ISLAS


CANARIAS

Los archipiélagos ofrecen dos tipos de relieve claramente diferenciados: las


islas Baleares guardan relación con el relieve peninsular, mientras que las Canarias son
completamente independientes por su situación geográfica y por su carácter volcánico.

LAS ISLAS BALEARES


Son la prolongación geográfica de la Península en el mar mediterráneo a través
del cabo de la Nao, ya que excepto en la isla de Menorca, el archipiélago representa la
continuidad de las cordilleras béticas. La isla de Menorca se diferencia del resto del
archipiélago por su vinculación con la Cordillera Costero-Catalana.
En Mallorca en el noroeste destaca la sierra de Tramontana, de mayor elevación
es el Puig Major (1445 m), al sureste se extiende la denominada sierra de Levante y
entre ambas, la llanura central, el principal espacio agrícola.

LAS ISLAS CANARIAS


Situadas en el océano Atlántico, tienen un origen relacionado con las emisiones
volcánicas que tuvieron lugar desde mediados de la Era Terciaria, a través de fracturas
existentes en la zona de contacto entre la placa africana y la corteza oceánica, y que
continuan hasta una época actual. Se elevan hasta una altura considerable y su punto
culminante es el Teide (3710 m).
La naturaleza volcánica del roquedo, basalto, y los grandes desniveles, han
originado formas de relieve espectaculares: calderas (Taburiente) y cráteres
volcánicos (Timanfaya) , los pitones de lava o roques (de los Muchachos) que la
erosión a puesto al descubierto y los mal países (Garachico en Tenerife), resultantes
de la solidificación de la lava.

4.3. EL RELIEVE DE LAS COSTAS

España tiene una gran línea de costa: 3147 Kms. en la península y 2.074 kms en
las islas. Las costas españolas son casi rectilíneas, apenas tienen entrantes y salientes.
Se articulan en tres tramos bien diferenciados bañados por el mar Mediterráneo, el mar
Cantábrico y el océano Atlántico.

LAS COSTAS CANTÁBRICAS tienen un trazado muy rectilíneo, coincidente con


la cordillera Cantábrica y la gran falla submarina que corre paralela a la costa por el
norte. Los accidentes geográficos son los cabos de Machichaco, Ajo y Peñas, junto a las
pequeñas rías de Bilbao que penetran en el interior. La característica más destacada del
litoral Cantábrico es la existencia de rasas, terrazas elevadas formadas por la abrasión
marina (erosión de las olas del mar).

LAS COSTAS GALLEGAS se inscriben en su mayor parte en el litoral atlántico y,


a excepción del tramo comprendido entre los cabos de Ortegal y Finisterre, presentan
una trayectoria rectilínea de orientación norte-sur. Su principal elemento definidor es la
existencia de rías, valles fluviales que han sido ocupados por las aguas marinas a
medida que se ha hundido la superficie continental.

LA COSTA ATLÁNTICA ANDALUZA, situada entre la desembocadura del


Guadiana y el cabo de Trafalgar, se corresponde con la salida de la depresión del
Guadalquivir. Es una costa arenosa que conserva la marisma como vestigio del antiguo
brazo de mar (golfo de Cádiz).

EL LITORAL MEDITERRÁNEO se extiende desde Punta de Tarifa hasta la


frontera francesa y se descompone en varios sectores.
El sector bético, cuyo tramo andaluz, de forma rectilínea, se corresponde con la
alineación penibética.
El sector murciano-alicantino, a partir del cabo de Gata, toma dirección noreste
hasta el cabo de La Nao y donde concluye el surco intrabético.
Al norte del cabo de La Nao, el litoral se descompone en dos tramos: El golfo de
Valencia coincide con la terminación meridional del Sistema Ibérico, con gradual
descenso hasta hundirse en el mar Mediterráneo ha permitido la aparición de la amplia
llanura litoral sobre la que se asienta la huerta valenciana y cuya costa, baja y arenosa,
acoge la albufera de Valencia.
El litoral catalán contiene el delta del Ebro, el mayor delta peninsular, desde
Tarragona hacia el norte, el litoral acusa la trayectoria de la cordillera costera litoral y
por influencia de la litología, la costa adquiere las formas bellas y abruptas de la Costa
Brava.
El sector Balear es una prolongación natural de los sistemas Béticos y
Cordillera Costero Catalana, presenta más de 1200 km de costa, caracterizadas por la
diversidad de formas: playas, calas, altos acantilados, cuevas marinas y puertos
naturales.

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