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El viaje desde Marrakech hacia el desierto puede ser una aventura en sí mismo. Los
viajeros tienen la opción de elegir entre varias rutas, como la que lleva a Ouarzazate y
luego a Zagora o la que va a través de las Montañas del Atlas hacia el fascinante pueblo
de Merzouga. Durante el trayecto, se pueden apreciar paisajes cambiantes, desde las
cumbres nevadas del Atlas hasta las vastas llanuras áridas, ofreciendo una visión
diversa de la geografía marroquí.
Merzouga y Zagora son dos puertas de entrada principales al desierto del Sahara desde
Marrakech. En Merzouga, las imponentes dunas de Erg Chebbi sorprenden a los
visitantes con su majestuosidad. Aquí, los paseos en camello para admirar la puesta de
sol y el amanecer sobre las dunas son experiencias mágicas que perdurarán para
siempre en la memoria.
Por otro lado, Zagora ofrece un ambiente más tranquilo y un paisaje igualmente
impresionante. La cercanía a las dunas de Tinfou y la oportunidad de explorar la región
montañosa de Jebel Saghro hacen de esta área una joya oculta para los viajeros en
busca de experiencias auténticas.
Conclusion
Los viajes al desierto desde Marrakech no solo ofrecen un cambio de paisaje, sino que
también sumergen a los viajeros en una experiencia cultural única. Desde la
emocionante travesía por carretera hasta las cálidas interacciones con comunidades
locales y la tranquilidad mágica del desierto, cada momento es una aventura que deja
una huella imborrable en el corazón de quienes tienen la suerte de embarcarse en esta
travesía desde la vibrante Marrakech hacia la serena belleza del Sahara.