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A UNA NARIZ

Érase un hombre a una nariz pegado,

érase una nariz superlativa,

érase una nariz sayón y escriba,

érase un peje espada muy barbado;

era un reloj de sol mal encarado,

érase una alquitara pensativa,

érase un elefante boca arriba,

era Ovidio Nasón más narizado.

Érase un espolón de una galera,

érase una pirámide de Egipto,

las doce tribus de narices era;

érase un naricísimo infinito,

muchísimo nariz, nariz tan fiera

que en la cara de Anás fuera delito.

Análisis del soneto ‘A una nariz’, de Francisco de Quevedo

figura burlesca. La poesía se centra en un objeto (en este caso parte del cuerpo) concreto, y gira
en torno a él para definirlo mediante símiles y metáforas. Quevedo trata aquí al protagonista de la
poesía como un personaje figura, que es aquel que se caracteriza por un rasgo particular. En este
caso, la nariz. Por lo tanto se trata de una figura natural, algo que el personaje posee por
naturaleza.

Este soneto podría ser bien una caricatura. Se exagera un rasgo muy característico del personaje a
quien van dirigidos los versos.

Aquí tienes algunas metáforas, hipérboles y comparaciones que Quevedo utiliza en el soneto:
– El primer verso dice ‘Érase un hombre a una nariz pegado’: Lo más normal es que la nariz esté
‘pegada’ al rostro, pero aquí Quevedo nos dice que la nariz era tan grande que el hombre parecía
‘pegado’ a ella.

– En el verso ‘Érase una nariz superlativa’: Superlativo significa desmesurado.

– ‘Érase una nariz sayón y escriba’: Está claro que Quevedo hace una referencia a la característica
nariz larga de los judíos, ya que usa dos palabras judías. Sayón significa ‘verdugo’ y ‘escriba’, que
era entre los hebreos el que interpretaba la ley.

– ‘Érase un peje espada muy barbado’: Peje significa pez. Aquí Quevedo compara la nariz con la de
un pez espada que además tiene una barba larga (no sabemos si quiso hacer referencia a los pelos
del apéndice del aludido).

– ‘Era un reloj de sol mal encarado’: El reloj usa una larga vara (normalmente de hierro) para que
el sol pueda proyectar una sombra. Del mismo modo, la nariz es pues, como esa larga barra de
hierro que además proyecta una larga sombra al estar contra el sol.

– ‘Érase una alquitara pensativa’: De nuevo utiliza aquí una frase muy caricaturesca, ya que la
alquitara es en realidad el tubo de un alambique, por donde cae un líquido destilado.

– ‘Érase un elefante boca arriba’ y ‘era Ovidio Nasón más narizado’ son hipérboles, exageraciones
sobre la nariz. Así es que, el elefante boca arriba alude a la magnitud del tamaño del apéndice, y el
nombre de Ovidio Nasón (un poeta clásico) lo usa por la similitud entre ‘Nasón’ y ‘Narizón’.

Análisis de los últimos versos del soneto de Quevedo

– ‘Érase el espolón de una galera’ y ‘érase una pirámide de Egipto’ son nuevas hipérboles que
comparan la nariz con elementos de una magnitud considerable.

– ‘Las doce tribus de narices era’: Se refiere aquí a las doce tribus de Israel, una nueva referencia
judía.
– ‘Érase un naricísimo infinito’: Aquí no hay más que añadir. Infinito… Esta es la mayor longitud, sin
duda, que se puede dar a la nariz.

– Nariz tan fiera que en la cara de Anás fuera delito’: Anás era un personaje que aparece en la
Pasión de Cristo. Era uno de los sumos sacerdotes que enviaron a Cristo a Poncio Pilatos. Y como
judío que era, parece con derecho a tener una nariz grande, pero Quevedo ve incluso que esta
nariz que describe supera la suya y por mucha diferencia.

LAS MIL Y UNA NOCHES


La historia principal se refiere a Shahryār a quien el narrador llama un “rey de Sasania” que
gobierna en “India y China”. Shahryār se sorprende al saber que la esposa de su hermano es infiel;
Al descubrir que la infidelidad de su propia esposa ha sido aún más flagrante, la mata.

En su amargura y dolor, decide que todas las mujeres son iguales. Así que comienza a casarse con
una sucesión de vírgenes solo para ejecutar a cada una a la mañana siguiente, antes de que tenga
la oportunidad de deshonrarlo. Finalmente, el visir, cuyo deber es proporcionar las mujeres, no
puede encontrar más vírgenes. Scheherazade, la hija del visir, se ofrece como la próxima novia y su
padre acepta a regañadientes.En la noche de su matrimonio, Scherezade comienza a contarle una
historia al rey, pero no la termina. El rey, curioso acerca de cómo termina la historia, se ve
obligado a posponer su ejecución para escuchar la conclusión.

La noche siguiente, tan pronto como termina el cuento, comienza otro, y el rey, ansioso por
escuchar también la conclusión de ese cuento, pospone su ejecución una vez más. Esto continúa
durante mil y una noches, de ahí el nombre.

Las diferentes versiones tienen diferentes finales (en algunos Scheherazade pide perdón, en
algunos el rey ve a sus hijos y decide no ejecutar a su esposa, en otras cosas suceden que distraen
al rey) pero todos terminan con el rey perdonando a su esposa y perdonando su vida.

Mientras que en muchos casos una historia se corta con el héroe en peligro de perder la vida u
otro tipo de problemas profundos, en algunas partes de la narración, Scheherazade detiene su
historia en medio de una exposición de principios filosóficos abstractos o puntos complejos de
Filosofía islámica. En todos estos casos resulta justificada su creencia de que la curiosidad del rey
sobre la secuela le compraría otro día de vida.

Temática
Los cuentos varían ampliamente: incluyen cuentos históricos, historias de amor, tragedias,
comedias, poemas, burlescos y diversas formas de erotismo. Numerosas historias representan
Jinns (espíritus de la mitología árabe), demonios, simios, hechiceros, magos y lugares legendarios,
que a menudo se entremezclan con personas reales y geografía, no siempre racionalmente.

Los protagonistas comunes incluyen al histórico califa Abasí Harun al-Rashid, su Gran Visir, Jafar al-
Barmaki y el famoso poeta Abu Nuwas, a pesar del hecho de que estas figuras vivieron unos 200
años después de la caída del Imperio Sasánida, en el que el marco cuento de Scheherazade se
establece. A veces, un personaje en el cuento de Scheherazade comenzará a contarle a otros
personajes una historia propia, y esa historia puede tener otra historia dentro de él, lo que resulta
en una textura narrativa de capas ricas.

Algunas de las historias comúnmente asociadas con Las mil y una noches, en particular La lámpara
mágica de Aladín, Alí Baba y los cuarenta ladrones y Los viajes de Simbad el marino, no formaban
parte de Las noches en sus versiones originales en árabe, pero fueron añadidos a la colección por
Antoine Galland y otros traductores europeos.

Género: Antología

Se puede considerar una antología o recopilación de cuentos a pesar de que rompe con el
esquema convencional de la recopilación de cuentos. Ya que posee una historia que permea todas
las demás historias cuya trama está tan bien desarrollada y elaborada como la historia misma.

LAS INVITADAS
“Las invitadas” es un cuento fantástico que fue escrito en1961, y que, como todos estos tipos de
cuentos, rompe con todo orden establecido o reconocido. En un mundo real, con personajes
reales, suceden situaciones que no pueden explicarse con la racionalidad.

La trama de este cuento desarrolla la historia de un niño, que tras haber agarrado la rubéola,
queda en su casa a cargo de su niñera, ya que el viaje de vacaciones que sus padres harían al Brasil
lo descartan a él a causa de su contagiosa enfermedad. Resulta que un día entre los que quedaría
a cargo de la criada sucedería el día de su cumpleaños número seis, acontecimiento que permitirá
el encuentro de Lucio con Las invitadas, tales niñas representarían los siete pecados capitales.

A partir de Livia, Alicia, Irma, Milona, Elvira, Ángela y Teresa -las niñas- Silvina Ocampo transgrede
la idealización convencional que se tiene de la niñez y muestra otra cara de la infancia, su
desmitificación de la niñez.

Las siete niñas representan, cada una, un pecado capital y lo manifiestan a través de sus acciones.
Lucio se relaciona profundamente con Livia, la lujuria, quien le trae de regalo un juguete que
representa a una pareja tosca que se besa apasionadamente. Livia es la niña elegida por Lucio, él
queda fascinado con ella.

Tras el paso de estas mujercitas por su casa, Lucio es visto luego por sus padres como un hombre,
después de aquél cumpleaños, Lucio ya no era el mismo. Y allí, en esa conversión del héroe,
porque todo el relato es un viaje de iniciación, se da lo fantástico, el niño con sus seis años ya
hecho un hombre, y las niñas representando divinidades también son parte de ese mundo
fantástico muy bien logrado por la autora.

Este cuento trasmite claramente la ideología de Ocampo, “sus” niños buscan un mundo más
humano; Lucio por ejemplo está obligado a crecer cuando sus padres lo dejan solo el día de su
cumpleaños, y recibe como regalo un juguete pornográfico (Livia le enseña “cómo había que
manejar a los muñecos para que las posturas fueran más perfectas y raras”).

La desmitificación que hace la autora de la niñez clásica está profundamente ligada a la


personalidad de sus personajes; los niños son personajes carentes de un carisma convencional,
hay algo en su aspecto que evoca enfermedad y anormalidad. La enfermedad se da
evidentemente en la rubéola que agarra Lucio, la cual le da al rostro y al cuerpo un aspecto
deforme con erupciones o manchas. Las invitadas, a pesar de que cada una tiene su característica
particular, siempre son descriptas resaltando los aspectos que las hacen poco amables, apáticas o
feas; ejemplo de ello: “Teresa no era del todo fea, parecía, a veces, hasta simpática, pero era
monstruosa si uno la comparaba con las otras niñas. Tenía párpados pesados y papada, que no
correspondían a su edad”, “Elvira era muy fea. Aceitoso pelo negro le cubría los ojos. Nunca
miraba de frente. Un color verde, de aceituna, se extendía sobre sus mejillas (…) tenía cara de
víbora, de mal agüero”; padecía del hígado, sin duda”,” Ángela era distante y fría”, “Alicia era una
suerte de viejita, que olía a alcanfor”, “Milona era muy rosada”.

Pero más allá de sus atributos físicos, estas niñas tienen una carencia inusual de inocencia para su
edad; Lucio, por ejemplo, aunque guarda una pureza inherente en su interior, ésta se ve de algún
modo corrompida por características adultas y pretensiones maliciosas (más allá de las que son
naturales en un niño cualquiera).

Lo ideológico de esta autora tiene que ver con un determinado nivel de visión de mundo, su
mirada fundada en una postura ante la sociedad. La escritura de Silvina Ocampo no es para nada
inocente como tampoco lo son sus niños personajes. La simbología que implemente abre un
camino infinito para la interpretación de sus textos.

“Las invitadas” es un cuento clave y característico de la literatura de esta escritora, en este texto
se evidencia todo su estilo literario, el humorismo concebido como vehículo del horror, lo
cotidiano desenmascarado con una manifestación de lo maravilloso.
Las obras de Silvina se caracterizan por elegir temas que representan situaciones insólitas, con su
genial capacidad de poder narrar la monstruosidad con un tono humorístico casi inocente. Ella le
agrega al tono infantil su condimento ideológico con humor ácido pero sabio, no se centra entre lo
moral o inmoral, entre el bien y el mal, simplemente narra.

La infancia que pinta esta gran autora argentina, llena de matices, escondites, oscuridades, de
tendencias maliciosas, de un humor horrorizado, de niños crueles pero inocentes, es la evidencia
clara de que si se sigue pensando a los niños como seres fragmentados, donde solo puede residir
en ellos lo puro y lo bueno, se les está negando entonces su posibilidad de ser diversos,
heterogéneos, y, por sobre todas las cosas, verdaderamente humanos.-Así, se nos mantiene en un
juego de tensiones entre el desarrollo de las historias que narra la hija de visir al rey, y la tensión
que se causa de saber si el rey la dejará seguir viviendo por la calidad de sus historias. Lo implica
un doble gancho para que el lector continúe leyendo o siguiendo la obra.

PersonajesYa que son muchas historias dentro de una historia, se mencionarán los personajes de
la historia principal.

Shahrayar: gobierna el reino de la India y comienza la práctica de casarse con esposas y matarlas a
la mañana siguiente hasta que Scheherazade comienza a contarle historias todas las noches.
Hermano de Shahzaman.

Shahzaman: gobierna sobre el reino de Samarcanda y le revela a su hermano Shahrayar que su


esposa lo está engañando.

Scherezade: es la narradora principal. Hija del visir de Shahrayar, se casa con el rey y le cuenta
historias todas las noches para evitar que la mate a ella o a sus esposas. Ella es reconocida por su
talento y belleza.

Dinarzad: ella es la hermana menor de Scheherazade que pregunta por las historias que luego
mantienen viva a Scheherazade.

Análisis

En verdad, la mayoría de estas historias existieron durante mucho tiempo en la tradición oral
antes de que esta colección fuera transmitida o publicada, lo que hace que Las mil y una noches
sea tan importante no es solo que lograron recopilar las historias en un solo lugar, sino que
también utilizó una historia que implica un todo coherente.

Esta estructura de historia en particular puede rastrear sus raíces hasta el reino del antiguo
Egipto, en algún momento alrededor de 2300-2100 a.C. Si bien las diferentes colecciones de Las
mil y una noches presentan no solo historias diferentes sino incluso versiones diferentes de las
mismas historias, la historia central tiende a ser bastante consistente entre ellas, particularmente
la historia de Scheherazade.
Además, este historia no solo vincula las historias, sino que implica un nivel de juego para ellas. Es
decir, si las historias no son lo suficientemente atractivas, entonces Scheherazade perderá su vida,
al igual que muchas mujeres después de ella.

Para muchos académicos y lectores a través de la era posmoderna, también funciona como un
comentario sobre la narración en sí. La idea de una mujer contando historias para su vida implica
tanto la importancia como la falibilidad inherente de la narración. La presunción no solo implica
que las historias son más importantes para la cultura por su puro valor de entretenimiento, sino
que también sugiere que la narradora siempre da forma a la historia para sus propósitos.

Aquí, Scheherazade debe dar forma a sus cuentos para asegurar su supervivencia. Si bien las
historias dentro de la colección raramente hacen referencia a estas cualidades, el marco casi
necesariamente atrae la atención del lector o del oyente a la participación activa del narrador,
aunque implícitamente.

ANIMALES DOMESTICOS
Un adolescente incendiario. Una diseñadora que ya no puede disimular su pavor al sida. Un
periodista de policiales que sobrevive a las amenazas con alcohol y pastillas. Un empresario textil
obsesionado por los celos. El nombre sugestivo de los gatos de unos jubilados cuyos hijos son
desaparecidos. Un portero resentido. Una nena obesa acosada por sus padres. Un oficinista
casado enamorado de una roquera. Un padre enfermo que lucha contra la indignidad del
derrumbe. Animales domésticos es un paneo en vuelo rasante sobre las agonías de la clase media.
Nuevos ricos y nuevos pobres. Trepadores y náufragos. Integrados y lúmpenes. Los personajes de
Animales domésticos bien podemos ser sus lectores.

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