Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
necesito. “Yo no quiero al otro, quiero el modelo ideal para mi. El otro no me
importa. El otro viene siempre diferente y no encaja, por suerte. Si encajara, no
sería otro. Lo desotramos para que encaje en lo que yo necesito y lo aniquilo.”
Así, el filósofo sostuvo que las personas valoramos desde nuestras categorías ya
que nunca podemos acceder a la otredad en sí misma y esto nos da como
resultado que la otredad es algo imposible. “Es imposible porque estoy condenado
a mi yo. El ser humano construye otredades posibles, tolerables y deja
completamente afuera lo intolerable. Mientras más parecido, más lo acepto”. En
este sentido, y citando a Derridá, enfatizó que se es hospitalario con quien
creemos que no se lo merece, porque en ese caso voy en contra del yo en cambio
serlo con los parecidos es una farsa.
Así, el filósofo sostuvo que las personas valoramos desde nuestras categorías ya
que nunca podemos acceder a la otredad en sí misma y esto nos da como
resultado que la otredad es algo imposible. “Es imposible porque estoy condenado
a mi yo. El ser humano construye otredades posibles, tolerables y deja
completamente afuera lo intolerable. Mientras más parecido, más lo acepto”. En
este sentido, y citando a Derridá, enfatizó que se es hospitalario con quien
creemos que no se lo merece, porque en ese caso voy en contra del yo en cambio
serlo con los parecidos es una farsa.
Pensar al otro es una pregunta que se plantea imposible. Todo lo que diga sobre el otro lo
digo desde mi yo, aunque se supone que no tiene ningún contacto conmigo. El problema es
que cuando definimos al otro lo hacemos pensando en todo lo que no esta determinado por
mi yo y sin embargo cobran sentido, son lo que son, siempre para un yo que los categoriza
previamente. Es decir, el otro es todo lo que me excede y sin embargo soy yo el que le da
sentido como un otro, por lo que podríamos decir que no deja de ser otro que esta siendo
definido desde mi subjetividad, lo que realmente podría ponerse en duda es si puede existir
una mirada del otro que no este condicionada por lo que yo veo, siento u opino del otro.
Dubet plantea que la intensificación de las desigualdades proviene de una profunda crisis
de solidaridades.Para identificar la persistencia de las desigualdades establece la
existencia de una “trampa” que sostiene que hay desigualdades justas y desigualdades
injustas lo que haría preguntarse donde esta entonces la igualdad. El autor afirma que las
desigualdades no provienen en tanto de las leyes sino de mecanismos que se consolidan a
través de relaciones que construyen ideologías que luego se traducen en políticas y así son
utilizadas como instrumento de poder y control sobre las sociedades. Por otro lado,
Sztajnszrajber afirma que nuestra identidad es igual a la de los otros pero a la vez diferente,
por un lado somos iguales porque somos parte de un todo que nos nuclea, que es la
humanidad, al mismo tiempo somos individuos diferentes, singulares, en cierto modo somos
todos igualmente diferentes. Para que haya igualdad, tiene que haber diferencia. Dicho de otro
modo, la igualdad es una de las formas de la diferencia.
Nadie protesta por su personalidad individual, esta le permite defender su identidad; pero sí
nos rebelamos contra la injusticia que resulta de tratar lo igual desigualmente y viceversa.
Cuando la desigualdad tiene su origen en causas sociales, da lugar a situaciones injustas.
No considero que la desigualdad pueda ser justa, si creo que pueden establecerse
mecanismos mediante los cuales podamos reducir las desigualdades, Dubet establece que
no solo lo que se necesita es ofrecer estos mecanismos sino también una reconstrucción
del tejido social e institucional.
Dubet propone una serie de mecanismos para reducir la desigualdad. Entre ellos, la
igualdad de oportunidades, el reconocimiento y la construcción de capacidades, estos son
mecanismos que podemos tener presentes a la hora de pensar en la enseñanza. Dar
herramientas a los alumnos, desde nuestro lugar de mediadores, para que desarrollen un
pensamiento crítico asegurando espacios de intercambio, garantizando sus derechos y
formándolos para que puedan combatir y reducir la desigualdad. Pensar la escuela desde
este lugar nos hace replantearnos que debemos ser conscientes de nuestras diferencias y
los modos de vincularnos priorizando los vínculos hospitalarios sin categorizar al otro,
abriendo la puerta a la existencia de una diferencia radical.