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MARIA SANTOS PALENCIA

En este relato vamos a contar algunos hechos de la historia de vida de una mujer nacida en cuna
humilde que se vio obligada por su situación a trabajar desde niña para ayudar a mantener a su
familia; desde muy joven tuvo que alejarse de su familia, pero siempre volviendo a ella. Gracias a su
perseverancia, verraquera e inteligencia logró cursar sus estudios universitarios mientras trabajaba;
desde que se graduó obtuvo tener trabajos en los cuales se enfoca en ayudar a la comunidad
campesina; formando diversos grupos de apoyo, educación y empoderamiento a la comunidad y
formar parte del SINDICATO del SENA en el cual se dedica a velar y proteger los intereses del
pueblo.

Conozcamos más de esta magnífica mujer, su nombre es María Santos Palencia, oriunda del
municipio de Capitanejo, Santander; nació el 14 de octubre de 1970 en la casa de sus
abuelos maternos. Nos cuenta que vivía en una habitación con sus abuelos, su madre y su
hermano menor, cuando pequeña la escasez les respiraba en cuello por lo cual se vio
obligada a trabajar desde la temprana edad de 6 años para ayudar en su casa ayudando a
hacer aseos y vender comida.

Su madre Doña Carlina Palencia nacida en Macaravita, Santander; una mujer un poco dura
debido a su crianza y la dura vida que llevaba, pero muy amorosa que siempre buscaba el
bienestar de sus hijos, la señora María nos cuenta que a su mamá antes de instalarse en
Capitanejo le tocó trabajar en el campo cargando bultos y sufriendo de la violencia que se
dio en esa época en esas regiones del país, luego de un largo tiempo de sufrimiento decidió
mudarse a Capitanejo a probar suerte, comenzó a vender tamales, mute, chanfaina de cabro
y a hacer labores en las casas acomodadas del pueblo.
“Tuve una mamá ejemplar, llena de virtudes amor y muchas responsabilidades, una mujer
honesta, trabajadora e incansable que se rompía el lomo por darnos lo mejor, hizo un excelente
papel como mamá y papá por lo cual le estoy infinitamente agradecida y es inevitable no
recordarla con una gran tristeza en el alma ya que no la tengo a mi lado, su partida dejó una
ausencia inmensa en mi vida y en la de mi familia y nuestro único consuelo es saber que ahora
está en un mejor lugar, le agradezco a la vida y Dios por esa excelente mujer que tuve de mamá,
su humildad, y las lecciones de vida que me dio las tendré por siempre.” La señora María nos
comentó estas hermosas palabras de su madre mientras en sus ojos se asomaban lágrimas de
tristeza y nostalgia al traer el recuerdo de su madre.

Después de una pequeña pausa para que doña María recuperara el aliento y pudiera continuar
con la entrevista continuó contándonos su vida y a su mente se vino aquel recuerdo de los
juegos de su infancia y de su adolescencia en el inquilinato, en el compartía la pieza con otros 4
familiares y sus camas eran burros con tablas y cuero de cabro, para ella el dinero nunca fue
una fuente fundamental para la felicidad, a pesar de sus carencias era feliz con su familia,
compartiendo con ella y saliendo a jugar con sus amigas del inquilinato y del colegio.

Después de unos años en esta rutina y con una carencia de dinero cada vez más notoria su
madrina decidido apadrinarla, darle estudios a cambio de que se mudara con ella y le colaborará
con las labores de la casa “mi mamá no se opuso porque pensaba que era la mejor opción para
mí” , vivió con ella unos cinco años en los cuales su madrina le brindó estudio y una vida cómoda
“si me iba bien el colegio me llevaban de vacaciones a Bogotá y allá iba a cine y al circo”, todo
iba bien hasta que su madrina decidió que se mudara a Bogotá lo cual fue un cambio muy duro
en primeras pasar de un clima cálido al azotador frío de la “nevera”, alejarse de su familia y
amigos y para rematar la convivencia con los hijos de su madrina no fue la mujer, nos cuenta
como uno de ellos la golpeaba mucho a tal punto que en las primeras vacaciones decembrinas
en las cuales fueron a Capitanejo aprovechó para quedarse con su mamá y no volver con su
madrina a pesar de que ya la tenían matriculada en uno de los colegios más pudientes de
Bogotá, “mi mamá me apoyo en esta decisión y en todo lo que viera que me hacía feliz”.
El siguiente año en su vida lo tomo como un año de “descanso” pasó de estar viviendo con su
madrina donde le exigían mucho a vivir con su mamá en dónde no le faltó nunca amor pero no
le exigían igual para el estudio, en este año también tuvo que afrontar las burlas de niños
indolentes que la molestaban por no tener un “papá” pero ella sentía que esa figura paterna era
su abuelo quien se desvivía por ella y por su bienestar; después de perder este año de estudio y
la amenaza de sus mamá de no darles más estudios decidió que no podía continuar así e hizo
un cambio en su vida, estudió fuertemente los años siguientes y siempre se mantuvo en los
primeros puestos a la par que trabajaba en una cafetería para costearse sus útiles y los de su
hermano; años después comenzó ayudar en la casa de la Doctora Teresa Camacho de Pinto,
directora y fundadora de la Fundación Universitaria de García Rovira norte y Gutiérrez
actualmente es la sede UIS de Málaga Santander.

Esta señora fue la encargada de darle una beca al culminar sus estudios, que consistía en
cubrir el 50% de la matrícula del semestre. Al terminar sus estudios se fue para Bogotá ya que
quería estudiar enfermería pero sus madrina y sus hijas la desanimaron de tomar esta decisión,
consiguió un trabajo para intentar costearse la carrera de medicina homeopática, pero su sueldo
únicamente le alcanzaba para el semestre y no podía darse ese lujo ya que así no podría
ayudar a su familia que era una de sus prioridades.

Mientras esto pasaba la señora Teresa la seguía llamando insistentemente para que aceptara la
beca, la cual aceptó y decidió mudarse a Málaga en donde consiguió trabajo en la ferretería del
pueblo gracias a las recomendaciones de la hermana de la dueña de la cafetería en la que
trabajo de niña; esta ferretería tenía un sueldo bastante bueno comparado a los otros locales,
logró este puesto debido a que en ese momento la Provincia De García Rovira pasaba por un
paro armado muy fuerte y peligroso; la muchacha que trabajaba duro solo un día debido a este
paro. María temiendo igual este conflicto junto con 8 personas partieron a pie hacia Capitanejo,
un recorrido que duró todo un día y al llegar al río Tunebo esta no tenía puente debido al
desbordamiento del caudal del río, entre los 9 cruzaron el río mediante unas hamacas de
extremo a extremo. Con este sueldo empezó a tener una pequeña estabilidad económica por lo
cual pudo traer con ella a su madre y a su hermano y pagar una pequeña casita.
Comenzó sus estudios en administración de empresas agropecuarias, el primer semestre de
estudios fue muy duro para ella ya que no le gustaba la carrera que estaba estudiando, pero a lo
largo de los años se enamoró de su carrera y la vio como una gran oportunidad para poder
ayudar a mucha gente, el hecho de tener que trabajar y estudiar no le permite realizar las
prácticas de su carrera por lo cual tuvo que innovar y en una pequeña parcela de los dueños de
la ferretería crear su propia huerta durante dos años, las cuales le sirvieron como las prácticas y
pudo sacar ingresos de estas ventas.

En el último semestre de su carrera se cerró el trato con el cual se unió la UIS con la fundación
universitaria en la cual estudiaba, les dieron la oportunidad de decidir si graduarse con la UIS o
con la fundación, María decidió continuar con la fundación y el 29 de Diciembre de 1995 recibió
su diploma universitario, a su graduación asistieron la señora Teresa, rectora de la fundación y la
persona que le dio la beca, el gobernador de Santander, el obispo, la cúpula militar, la policía, el
ejército y los asentados malagueños.

En febrero del siguiente año de su grado un amigo la recomendó en el SENA de Ocaña, por lo
cual la llamaron y le hicieron una prueba para el puesto, los resultados de esta prueba fueron
muy buenos pero en su cara le dijeron que el SENA no podía arriesgarse a contratar a alguien
sin experiencia laboral, a lo cual ella les respondió con un firme comentario, que ella sabía que
podía cumplir con ese trabajo, que no se arrepentirán y que si ellos no le daban la oportunidad
quién lo iba a hacer, el subdirector regional después de escuchar la firme y la seguridad que
irradiaba María decidió tomar el riesgo y contratarla por un año, decisión de la cual nunca se
arrepintió ya que desde el primer momento demostró ser una persona y una trabajadora
ejemplar.

Con este contrato con el SENA y a sus 25 años de edad comenzó su trabajo comunitario, con el
cual buscaba el desarrollo de las comunidades campesinas, viajó por todos los municipios del
departamento del norte de Santander realizando proyectos en pro de la comunidad, en su
contrato debía cumplir con 6 horas diarias pero debido a su amor por la comunidad ella trabajaba
todo el día con ellos, ocupaba su tiempo ayudando y aportando en la comunidad, todo fue
aprendizaje mutuo, ella les enseñaba sus conocimientos técnicos y ellos la cautivaba con tanto
conocimiento ancestral, logrando un equilibrio entre estas dos cosas, creando empresas de venta
de quesos, arequipe, yogures, cremas, jabones, shampoos y demás; todo en base de
ingredientes naturales y hecho por manos de campesinos.
Estos trabajos comunitarios le enriquecieron en más de una forma, era más lo que ella aprendía
de ellos, que ellos de ella; ella los guiaba pero ellos aportan su conocimiento tradicional. Los
lazos que se formaron de confianza y amistad perduran por mucho tiempo, “Dar un granito de
arena es recibir un puñado de conocimientos de ellos”, el cariño de esos tiempos todavía lo
siente y la felicidad de poder ayudar a la comunidad es incomparable. “En la universidad solo
aprendemos lo teórico, el verdadero conocimiento está en la universidad de la vida, las
vivencias y las experiencias fuera de un aula.”

A medida que esto pasaba la situación del país cada vez se ponía peor, la violencia de estas
regiones era bastante y muy peligrosa, llegaban a sacarlos las guerrillas y el ejército,
amenazando con sacarlos los bachilleratos rurales donde trabajaba con jóvenes estudiantes.
Recorrían veredas supervisando los trabajos de cada estudiante, siendo este un requisito para
pasar de nivel educativo que en total eran 3.

A estos problemas se le sumó que el gobierno ya comenzaba con la persecución por privatizar
el SENA, continuo cuatro años más trabajando con el SENA y con sus proyectos de
emprendimiento rural, hasta que se trasladó a un municipio con muy malas condiciones de vida
en el cesar, para poder ayudar a sus habitantes con sus ideas, conocimientos y proyectos, pero
se le presento un inconveniente, para estas épocas ella ya tenía a su primer hija Laura la cual
se enfermó debido a las malas condiciones en las que estaba el agua de donde vivían y a
pesar de que se había llevado a su madre junto con ella para que la ayudara con su hija su
esposo Roque le dijo que no podían continuar así, exponiéndose a ella y a su hija a esas
condiciones, y la puso a decidir entre ellos y su trabajo y a pesar de que fue una muy dura
decisión ya que ella tenía su cuerpo y alma entregada a ayudar a estas personas así que con
una tristeza en su corazón decidió dejar este proyecto e irse con su familia.

Ella, su madre y su hija se regresaron para Málaga mientras que su esposo se fue para
Manizales en busca de trabajo, decidieron que el primero que encontraba un trabajo estable
definiría su futuro lugar de residencia, María encontró un trabajo en la diócesis de Málaga con el
Monseñor Hernán Giraldo, el cual también era para ayudar a las comunidades, pero con una
paga mucho más baja, pero a ella el dinero no le importaba, lo que le interesaba era ayudar a la
gente.
Este se trataba de crear apoyos y proyectos productivos para ayudar la economía de los
beneficiados, se crearon emprendimientos tales como plantaciones de concentrados, galpones
de pollos y otros negocios rurales. El SENA se alió con la INAD, para lograr un mañor impulso y
fortalecer los distritos de riego, que estos proyectos sociales y económicos alcanzaran un mayor
nivel de beneficiados logrando que Manos Unidas y La Cruz Roja reconociera su labor y la
apoyaran. “Con la unión de sus conocimientos ancestrales y la teoría que les puede brindar se
dio un enriquecimiento impresionante”

Cuando el proyecto estaba en la sima, agentes externos y politiqueros metieron sus manos en
esto, reemplazando a sus miembros y a la comunidad, apropiándose de los recursos y los
beneficios; este proyecto que sin el mismo amor y cariño decayó.

Después de la desilusión y la lucha sufrida y en vano para que no acabaran este proyecto María
comenzó a trabajar con el magisterio en la vereda de Aguatendida, en la cual dictaba sociales,
ciencias políticas y educación física de sexto a once y sin duda volvió a iniciar con sus proyectos
para ayudar a la comunidad campesina y a los jóvenes, todos poniendo de su parte lograron
abrir juntas comunales en pro de la gente de la vereda, en el colegio ayudaron a equipar con
máquinas para fabricar y distribuir productos hechos por ellos que ayudará a la economía de la
vereda.

Después Monseñor Hernán al ver que el proyecto en malas manos y en pésimas condiciones le
pide a María que regresara y volviera a guiar el proyecto, en su manejo original el proyecto
volvió a la vida y atrajo a otra fundación FUNDAED, escuela rectora del SAD, juntos fundaron
AGROVIDA. Esta fundación logró un gran alcance en el país, vendiendo gelatinas, frutas,
comida y demás cosas que fueran un producto comerciable. Gracias a ferias y campañas
lograron ir a Cauca, Medellín, Bogotá, Córdoba, Tunja, Popayán y muchos más. La distribución
de estos proyectos creció y cuando ellos fueron sustentables y rentables decidieron soltarlo para
que ellos tuvieran autonomía y pudieran valerse por sí mismo, después de darles todas las
ayudas y mecanismos para su creación.
Actualmente sigue vinculada al SENA de Málaga, trabajando con diversos proyectos para poder
apoyar a los jóvenes, a las mujeres y a los campesinos. Es instructora de instructores y busca
maneras pedagógicas de formar a los instructores para que ellos brinden la mejor calidad posible
a los aprendices. También forma parte del SINDESENA, de la junta regional y del sindicato
desde los cuales luchan y vela por la defensa de los trabajadores, de los estudiantes y del
SENA.

“Siempre he intentado basar mi vida en la ayuda al prójimo, me llena de satisfacción y


orgullo poder ayudar y ser un ejemplo a seguir para mis hijas.”

Laura Valentina Gelvez Suarez

María Alexandra Moreno Palencia

Sociología Jurídica J3

Universidad Industrial De Santander

MARÍA SANTOS PALENCIA

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