CRÓNICAS DE CUARENTENA: VIDAS DESDE EL SILENCIO

PASCIFISTICUFFS

Pereira, Octubre de 2020.

 CRÓNICAS DE CUARENTENA: VIDAS DESDE EL SILENCIO

Pascifisticuffs.

En realidad, cuando empezó el año no me imaginé que el mundo enfrentaría uno de los

mayores retos sobre las cuales tengamos memoria: “El Confinamiento”; sin embargo, todo

empezó como un secreto a voces del cuál se contaban las horas para que se hiciese una

realidad absoluta, al menos en nuestro país.

Lo que inició con un atisbo de zozobra e incertidumbre por las implicaciones de salud

mundial que la pandemia trajo consigo, se convirtió en una herramienta de doble filo para

descubrir lo que somos como seres humanos, teniendo en cuenta que el hecho simplista de

estar confinados, nos llevó a realizar en más de una vez un proceso de introspección y

catarsis, para descubrir y reconsiderar lo que queremos en realidad de nuestras vidas.

En efecto, las consecuencias de esto han sido considerablemente notorias, teniendo en

cuenta que nos encontramos cara a cara con lo que muchas veces tratamos de omitir: “a

nosotros mismos”, y siempre hacíamos a un lado esa cita inevitable para hacer frente a

descubrir lo que verdaderamente somos como personas. El miedo a mirarnos frente a frente

con nuestro reflejo en el espejo, se convirtió paulatinamente en un factor determinante al

momento de evaluarnos interiormente y plantearnos posibles opciones de respuesta ante

preguntas como ¿será que mi desempeño personal es el adecuado?, ¿será que mi

desempeño en el hogar no es una fachada ante mi círculo más cercano?, ¿será que tengo el

nivel adecuado para rendir en mi posición laboral?, ¿será que estoy lo suficientemente

preparado para afrontar los retos que implica el reinventarse a modo personal en mi hogar?;

y así podríamos plantear tantísimas opciones de respuesta a hipotéticas e incontables

preguntas sobre lo que el encierro forzado por el Covid-19 trajo para nuestras normales,

cotidianas y rutinarias vidas.

El ser humano por naturaleza, es renuente al momento de aceptar las múltiples fallas que

adquiere con el trasegar diario de su modo de vivir y de afrontar la realidad; hay quiénes

entienden que lo palpable es lo más inmediato y que aquello que se proyecta, puede

retribuir más créditos. Sin embargo, están los que giran a la velocidad del planeta sin medir

las consecuencias de sus actos, puesto que les devuelven a la puerta de sus vidas la flecha

arrojada, las palabras ya dichas y las oportunidades desperdiciadas.