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EXPERIENCIA TRAS EL EJERCICIO DEL LISTADO

Valentina Olarte Gómez


CC. 1235539777
valeogomez@gmail.com

Con respecto a este ejercicio, la primera vez que lo escuche me pareció algo complicado,
precisamente porque en mente tengo la ideología de que nada es completamente bueno y nada es
completamente malo por ende como habría yo de determinar que fue en sí una buena o una mala
decisión. Sin embargo hice mi mayor esfuerzo y a la final logre categorizar lo que en un contexto
general mi propio ser lograra categorizar como algo que en el momento me hizo pensar o sentir “tomé
una buena decisión” o “definitivamente no sé en qué estaba pensando”. A la hora de crear la lista lo
primero que tuve claro fueron 3 decisiones buenas que había tomado aquellas que yo consideraría las
más grandes y aunque el ser humano suele ser más receptivo ante lo negativo, me costó más trabajo
plasmar mis “malas decisiones” creo que no lograba encontrar alguna en específico, sentía que al
llamarlas “malas decisiones” daba a entender que me arrepentia de ellas o que estas habían sido un
error; pero uno de mis mantras de vida es que nada en esta vida es un error, las equivocaciones como
tal no siento que existan porque precisamente todo pasa por algo, ya sea que nos enseñe algo nuevo,
nos acerque a alguien o nos aleje por nuestro bien, teniendo claro que siempre existe una justificación
ante aquello que vivimos incluso si en ese momento no lo entendemos. Posteriormente debo decir que
me sentí orgullosa de algunas de mis buenas elecciones, me han hecho madurar como mujer, pero
estas no dejaron de ponerme triste porque como ya ha quedado claro inclusive tras aquello que parece
perfecto existen repercusiones o efectos que no considerábamos y resultaron afectandonos más que
aquel hecho positivo.
Cuando llegó el momento de pensar en 1 cosa mala que haya pasado de lo bueno y 1 cosa
buena que haya resultado de lo malo, ahí si todos mis pensamiento empezaron a fluir, después de todo
eso era justo lo que estuve haciendo desde que se inició la actividad y no, aquello no quita mi
consideración sobre que las elecciones buenas hayan sido buenas, ocupando un hermoso lugar en mi
corazón; ni que las malas hayan sido tan malas para atormentarme cada dia de mi vida. Pero dentro de
mi corazón tengo claro que veo la vida en grises, a veces eso es justo lo que vuelve tomar una decisión
tan complejo, el saber que no siempre las buenas te harán salir ileso; aunque a su vez brinda el
impulso de realizar otras elecciones puesto que se piensa “que tan malo podría llegar a ser” o
simplemente a la final se termina uno riendo de aquello a lo que tanto le temía previo a tomar la
decisión. Mi flujo de pensamientos me llevó a simplemente notar que así es la vida, la vida se basa en
un flujo de acciones que no solo definen nuestro camino sino que nos entrelaza con el rumbo de los
demás. A la final el categorizar o temerle a la uno o a la otra termina siendo tonto, solo debemos tener
claro que cada decisión que tomemos en nuestra vida le debemos hacer frente, estar listos para lo que
venga, sin importar lo que dicho ventarrón traiga consigo lograremos apreciar las maravillas de este y
disfrutarlo al máximo porque la vida (hasta donde se sabe) es una sola.

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