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REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

MINISTERIO DEL PODER POPULAR PARA LA DEFENSA


UNIVERSIDAD NACIONAL EXPERIMENTAL POLITECNICA
DE LA FUERZA ARMADA NACIONAL BOLIVARIANA
SEDE CORO - FALCON

DISEÑO DE EQUIPOS Y
PLANTAS

Bachiller:
Gabriel Medina C.I. 26.874.620

Santa Ana de Coro, Octubre de 2020


PROCESO QUIMICO

Un proceso químico es un conjunto de operaciones químicas y/o físicas


encaminadas a la transformación de unas sustancias iniciales en productos
finales diferentes. Un producto es diferente de otro cuando tenga distinta
composición, esté en un estado distinto o hayan cambiado sus condiciones.
Los procesos químicos como la destilación y cristalización se remontan a la
alquimia en Alejandría, Egipto.

FACTORES FISICO-QUIMICOS

1. Presencia de agua

El proceso de cambio que consideraremos es esencialmente una reacción en presencia


de agua. El agua es un líquido inusual. Es un excelente solvente por el tipo y cantidad de
sustancias que puede disolver. La estructura de su molécula (H2O) es la clave de este
comportamiento. Dos átomos de hidrógeno están incrustados en el átomo de oxígeno, por lo
que la molécula es casi esférica con un radio ligeramente mayor que el del oxígeno. El ángulo
entre la línea que conecta el centro del átomo de hidrógeno y el centro del átomo de oxígeno
es de 105 °. Esta estructura da como resultado una distribución de carga preferencial en la
molécula.

Dentro y entre los átomos de hidrógeno, la carga positiva se concentra, mientras que
la carga negativa se concentra en el polo opuesto. Por tanto, las moléculas de agua son
dipolos. La atracción electrostática de estos dipolos hace que la cohesión entre las moléculas
de H2O sea mucho más fuerte que otros líquidos. Por lo tanto, como sustancia de bajo peso
molecular, el agua tiene un punto de fusión y un punto de ebullición muy altos. Además, dado
que los iones son atraídos por los polos cargados opuestamente de las moléculas de agua, su
buena calidad en el solvente también proviene de la misma razón.

2. Potencial iónico

Como hemos visto, los iones de la solución atraen moléculas de agua. Los
cationes atraen el electrodo negativo y los aniones atraen el electrodo positivo.
El número de moléculas de agua que puede atraer un ion determinado
dependerá de su radio y carga. Cuanto mayor sea el radio y la carga, mayor
será el número de moléculas atraídas. Sin embargo, el factor clave es la fuerza
de la carga en la superficie exterior del ión, que puede describirse como
potencial iónico. Este valor es la relación entre la carga de un ión (Z) y su radio
(r). Por lo tanto, la tendencia a la hidratación de un ión en solución y su
comportamiento puede medirse por su potencial iónico (Figura 1):

 Los cationes con potencial iónico bajo (menor de 3), tales como los
alcalinos (Na+, K+) y alcalinotérreos (Ca2+, Mg2+), atraen con intensidad
moderada a las moléculas de agua, permaneciendo en solución durante
los procesos de alteración.

 Los cationes con potencial iónico intermedio (3-12), tal como Al 3+, Fe3+ y
Si4+, atraen con mayor fuerza las moléculas de agua, pero al mismo
tiempo repelen con mayor fuerza los átomos de hidrógeno de las
mismas, pudiendo forzar el desprendimiento de uno de ellos. Se forma
así una molécula de (OH) –, cargada negativamente, que se combina con
el catión para formar un hidróxido insoluble que precipita (e.g., Al(OH) 3,
Fe(OH)3). Por esta razón, este tipo de cationes suelen formar
precipitados por hidrólisis, que son muy poco solubles.

 Los cationes con potenciales iónicos más elevados (más de 12), tales
como C+4, N+5 y S+6, repelen con tal fuerza a los átomos de hidrógeno de
las moléculas de agua, que todos ellos son desprendidos de las mismas.
Los iones de oxígeno libres se combinan con los cationes, formándose
moléculas de oxiácidos (e.g. CO3=, NO3–, SO4=). Por esta razón estos
elementos son de nuevo solubles bajo la forma de aniones complejos.
Figura 1. Separación de los cationes en términos de potencial iónico
(carga/radio).

3. Concentración de iones hidrógeno (pH)

La concentración de iones hidrógeno del agua es de gran importancia en


las reacciones de alteración. El ión hidrógeno (H +) está siempre presente en
cualquier disolución acuosa. Esto se debe a que el agua tiende a disociarse en
cierta proporción según la reacción:

H2O = (OH)– + H+ (1)

Que tiene una constante de ionización (a 25 oC) de:

K = [H+]*[OH–]/[H2O] = 1.82*10-16 (2)

Puesto que la concentración de las moléculas de agua es muy alta


comparada con las concentraciones de los iones hidrógeno e hidroxilos, la
constante de ionización o de disociación suele expresarse exclusivamente en
términos del producto de las concentraciones de los iones hidrógeno e
hidroxilos. En este caso, la constante se denomina constante del producto
iónico del agua, esto es (a 25 oC):

Kw = [H+]*[OH–] = 1.008*10-14  10-14 (3)

[H+] = [OH–]/Kw (4)

Estas relaciones no son constantes, sino que dependen de las


sustancias disueltas en el agua (ácidos o bases) y de la temperatura. Así, el
agua se denomina neutra cuando presenta [H +] = [OH–] (= 10-7 a 25 oC), agua
ácida cuando [H+] > [OH–] (>10-7 a 25 oC), y agua básica cuando [H +] < [OH–]
(<10-7 a 25 oC). Para expresar las variaciones posibles en las concentraciones
de los iones hidrógeno e hidroxilo (que varían de 1 a 100 billones) se establece
el potencial de hidrógeno o pH, que se define como:

pH = log[H+] (5)

De manera que una disolución neutra presenta un pH igual a 7, una


ácida de 0 a 7, y una básica de 7 a 14 (a 25 oC).

La solubilidad de muchas sustancias está fuertemente influenciadas por


el pH. Especialmente importante es en el caso de la precipitación de
hidróxidos. Así por ejemplo, la solubilidad del hierro es 100000 veces mayor a
pH = 6 que a pH = 8. Por lo tanto, el hierro puede disolverse en soluciones
débilmente ácidas y precipitar como hidróxido de Fe 3+ si la solución se
convierte en básica. Las solubilidades del Al y Si también están fuertemente
condicionadas por el pH (Figura 2), lo cual influye en el tipo de alteración en
rocas silicatadas. En condiciones muy ácidas (pH<4) el aluminio es más
soluble que el silicio, lo que supone que el Al puede ser transportado fuera del
sistema rocoso dejándolo enriquecido en Si y formándose geles de sílice. Entre
pH de 5 y 9 el Al es virtualmente insoluble, pero la solubilidad del Si aumenta al
aumentar el pH. Bajo estas condiciones, el residuo puede hacerse cada vez
más rico en Al, formándose minerales de las arcillas y/o hidróxidos de Al.

En la Figura 3 pueden observarse las condiciones de pH de algunos


tipos de aguas naturales. Las condiciones apropiadas para la alteración de
materiales pétreos en el ambiente atmosférico están señalada por una línea,
que hacia la parte inferior del diagrama se señala discontinua para indicar
condiciones poco probables. No obstante, hay que tener en cuenta que la
contaminación atmosférica puede distorsionar este campo, pudiendo
alcanzarse valores de pH bastante bajos (menores de 4).

Figura 2. Solubilidad de sílice y alúmina en función del pH (Tomado de Mason,


1966).

4. Potencial de oxidación-reducción (Eh)

Muchos elementos se presentan en estados de oxidación variables. El


más común y abundante es el hierro, que se presenta como metal nativo (Fe),
compuestos de ferrosos (Fe2+) y férricos (Fe3+). Otros elementos son Mn
(2,3,4), S (-2,0,6), Cu (0,1,2), Co (2,3), etc.

La estabilidad de un elemento en un estado de oxidación determinado


depende del incremento de energía involucrado en las pérdidas o ganancias de
electrones. Una medida cuantitativa de este cambio de energía lo aporta el
factor llamado potencial de oxidación-reducción o potencial redox,
simbolizado como Eo o Eh.

El valor del potencial de oxidación de cualquier reacción redox se


establece en una escala relativa respecto de la energía involucrada en la
reacción:

H2 = 2H+ + 2e– (6)

Esto es, la energía necesaria para liberar dos electrones de una


molécula de hidrógeno gaseoso es tomada como estándar de comparación, por
lo que el valor del potencial redox de esta reacción se fija en 0.00 eV,
extendiéndose la escala de Eh a valores positivos y negativos. A medida que el
valor de Eh se hace menor, la energía necesaria para desplazar la reacción
hacia la pérdida de electrones (esto es, en el sentido de la oxidación) se hace
menor. Este tipo de reacciones no se producen aisladamente, sino que están
acopladas en pares, de manera que al oxidarse un compuesto, se reduce otro.
Por ejemplo:

4(OH)– = O2 + 2H2O + 4e– (Eh = 0.40) (7)

Fe(OH)2 + (OH)– = Fe(OH)3 + e– (Eh = -0.56) (8)

restando 4(8) - (7):

4Fe(OH)2 + O2 + 2H2O = 4Fe(OH)3 (9)

De manera que el hierro se oxida, perdiendo 4 e – que son tomados por


las dos moléculas de O2, que se reducen. El oxígeno, por lo tanto, es oxidante
en esta reacción.

Cualquier otro par de ecuaciones se pueden acoplar en los procesos de


oxidación-reducción. En estas reacciones, la forma reducida de cualquier
ecuación tiene la suficiente energía para reducir la forma oxidada de otra
ecuación con potencial redox mayor.
Los valores de potenciales de oxidación varían con la concentración de
las sustancias reactantes. Estas variaciones con la concentración son de
especial importancia en las reacciones que involucran iones hidrógeno o
hidroxilos. Por lo tanto, las variaciones en el pH, indicativas de variaciones en
las concentraciones de H+ y (OH)–, producen cambios en los valores de Eh de
las reacciones en consideración. En general, el incremento del pH (o sea, a
medida que la concentración de H+ desciende) para una misma reacción
supone una disminución de los valores de Eh. Además, para condiciones
variables de pH pueden producirse inversiones en las capacidades relativas de
reducción-oxidación de un par de reacciones concretas.

Las condiciones de Eh del medio ambiente determinan las reacciones


que pueden tener lugar. Así, en el medio ambiente atmosférico, las reacciones
que pueden tener lugar están teóricamente limitadas a aquellas cuyos valores
de Eh estén comprendidos entre 1.23 y 0.00 eV, los valores de Eh de las
reacciones de descomposición del agua (Figura 3):

2H2O = O2 + 4H+ + 4e– (Eh = 1.23) (10)

2H+ +2e– = H2 (Eh = 0.00) (6)

Los valores de Eh de estas dos ecuaciones son para valores de pH = 0


(esto es, concentración de H+ = 1) y 25 oC de temperatura. El cambio del Eh en
función del pH, a 25 oC, es de 0.06 eV por cada unidad de pH. La mayoría de
las aguas que interaccionan en el medio ambiente presentan valores de pH
entre 4 y 10. Para unas condiciones neutras (pH = 7), los valores de Eh de las
reacciones (10) y (6) son 0.82 y -0.41 eV respectivamente, lo que indicaría que
los potenciales redox del medio ambiente en esas condiciones de pH y
temperatura (25 oC) deberían estar entre esos márgenes. Sin embargo, el
hecho de que los procesos de alteración de los materiales pétreos utilizados
como materiales de construcción se produzcan en el ambiente atmosférico,
esto es, con oxígeno libre, asegura unas condiciones de Eh oxidantes
independientemente de los valores de pH, y por lo tanto más próximas a los
valores de la reacción (10) para cada valor de pH.
Los procesos de disolución y transporte de elementos que presentan
varios estados de oxidación están fuertemente controlados por los potenciales
de oxidación del medio. Como hemos visto, los valores de los potenciales
redox de muchas reacciones de oxidación descienden al aumentar el pH, lo
cual supone que a medida que las soluciones son más alcalinas (pH>7) la
oxidación será más rápida.

Figura 3. Aguas naturales en relación con Eh y pH (tomado de Henderson,


1982).

OBJETIVOS DEL DISEÑO Y DISTRIBUCIÓN EN PLANTA

El objetivo de un trabajo de diseño y distribución en planta es hallar una


ordenación de las áreas de trabajo y del equipo que sea la más eficiente en
costos, al mismo tiempo que sea la más segura y satisfactoria para los
colaboradores de la organización. Específicamente las ventajas una buena
distribución redundan en reducción de costos de fabricación como resultados
de los siguientes beneficios:

 Reducción de riesgos de enfermedades profesionales y accidentes


de trabajo: Se contempla el factor seguridad desde el diseño y es una
perspectiva vital desde la distribución, de esta manera se eliminan las
herramientas en los pasillos; los pasos peligrosos, se reduce la
probabilidad de resbalones, los lugares insalubres, la mala ventilación, la
mala iluminación, etc.

 Mejora la satisfacción del trabajador: Con la ingeniería del detalle que


se aborda en el diseño y la distribución se contemplan los pequeños
problemas que afectan a los trabajadores, el sol de frente, las sombras
en el lugar de trabajo, son factores que al solucionarse incrementan la
moral del colaborador al sentir que la dirección se interesa en ellos.

 Incremento de la productividad: Muchos factores que son afectados


positivamente por un adecuado trabajo de diseño y distribución logran
aumentar la productividad general, algunos de ellos son la minimización
de movimientos, el aumento de la productividad del colaborador, etc.

 Disminuyen los retrasos: Al balancear las operaciones se evita que los


materiales, los colaboradores y las máquinas tengan que esperar. Debe
buscarse como principio fundamental, que las unidades de producción
no toquen el suelo.

 Optimización del espacio: Al minimizar las distancias de recorrido y


distribuir óptimamente los pasillos, almacenes, equipo y colaboradores,
se aprovecha mejor el espacio. Como principio se debe optar por utilizar
varios niveles, ya que se aprovecha la tercera dimensión logrando
ahorro de superficies.
 Reducción del material en proceso: Al disminuir las distancias y al
generar secuencias lógicas de producción a través de la distribución, el
material permanece menos tiempo en el proceso.

 Optimización de la vigilancia: En el diseño se planifica el campo de


visión que se tendrá con fines de supervisión.

PRODUCCIÓN DE CLORO

EXTRACCIÓN DE GAS

El cloro puede fabricarse mediante la electrólisis de una solución de


cloruro de sodio (salmuera), que se conoce como el proceso de cloralkali. La
producción de los resultados de cloro en la co-productos de sosa cáustica (
hidróxido de sodio, NaOH) y de hidrógeno gas (H2). Estos dos productos, así
como el cloro mismo, son altamente reactivos. El cloro también se puede
producir mediante la electrólisis de una solución de cloruro de potasio, en cuyo
caso los coproductos son hidrógeno y potasa cáustica ( hidróxido de potasio).
Existen tres métodos industriales para la extracción de cloro por electrólisis de
soluciones de cloruro, todos de acuerdo con las siguientes ecuaciones:
ELECTRÓLISIS CON CELDAS DE MERCURIO

Celda de Castner-Kellner: el cloruro de sodio se electroliza entre el ánodo "A" y el cátodo de


mercurio "M" en las celdas laterales, con el cloro burbujeando en el espacio sobre el NaCl y el
sodio disolviéndose en el mercurio. La amalgama sodio-mercurio fluye hacia la célula central,
donde reacciona con agua para producir hidróxido de sodio y regenerar el mercurio.

La electrólisis de células de mercurio, también conocida como el proceso


de Castner-Kellner, fue el primer método utilizado a fines del siglo XIX para
producir cloro a escala industrial.12 Las células "oscilantes" utilizadas se han
mejorado con los años.3 Hoy, en la "celda primaria", los ánodos de titanio
revestidos con platino4 u óxidos metálicos conductores (anteriormente ánodos
de grafito ) se colocan en una solución de cloruro de sodio (o potasio) que fluye
sobre un cátodo de mercurio líquido. Cuando se aplica una diferencia de
potencial y la corriente fluye, se libera cloro en el ánodo de titanio y el sodio (o
potasio) se disuelve en el cátodo de mercurio formando una amalgama. Esto
fluye continuamente hacia un reactor separado ( "celda secundaria"), donde
generalmente se convierte de nuevo en mercurio por reacción con agua,
produciendo hidrógeno e hidróxido de sodio (o potasio) a una concentración
comercialmente útil (50% en peso) El mercurio es luego reciclado a la celda
primaria por una bomba situada en la parte inferior.

El proceso de mercurio es la energía menos eficiente de las tres


tecnologías principales (mercurio, diafragma y membrana) y también hay
preocupaciones sobre las emisiones de mercurio.
Se estima que todavía hay alrededor de 100 plantas de celdas de
mercurio que operan en todo el mundo. En Japón, la producción de cloralkali a
base de mercurio se eliminó prácticamente en 1987 (a excepción de las dos
últimas unidades de cloruro de potasio cerradas en 2003). En los Estados
Unidos, solo habrá cinco plantas de mercurio en funcionamiento para fines de
2008. En Europa, las células de mercurio representaban el 43% de la
capacidad en 2006 y los productores de Europa occidental se han
comprometido a cerrar o convertir todas las plantas de cloralkali de mercurio
restantes para 2020.5

ELECTRÓLISIS DE CELDAS DE DIAFRAGMA (BIPOLAR)

En la electrólisis de la celda de diafragma, un diafragma de asbesto (o


fibra de polímero) separa un cátodo y un ánodo, evitando que el cloro que se
forma en el ánodo se vuelva a mezclar con el hidróxido de sodio y el hidrógeno
formado en el cátodo.6 Esta tecnología también se desarrolló a fines del siglo
XIX. Hay varias variantes de este proceso: la celda Le Sueur (1893), la celda
Hargreaves-Bird (1901), la celda Gibbs (1908) y la celda Townsend (1904). 78
Las células varían en la construcción y colocación del diafragma, y algunas
tienen el diafragma en contacto directo con el cátodo.

La solución salina se alimenta continuamente al compartimento anódico


y fluye a través del diafragma al compartimento catódico, donde se produce el
álcali cáustico y la salmuera se agota parcialmente. Como resultado, los
métodos de diafragma producen álcali que es bastante diluido
(aproximadamente 12%) y de menor pureza que los métodos de células de
mercurio.

Las células de diafragma no están cargadas con el problema de prevenir


la descarga de mercurio en el medio ambiente; también operan a un voltaje
más bajo, lo que resulta en un ahorro de energía sobre el método de celda de
mercurio,8 pero se requieren grandes cantidades de vapor si el cáustico tiene
que evaporarse a la concentración comercial del 50%.
ELECTRÓLISIS DE CELDAS DE MEMBRANA

El desarrollo de esta tecnología comenzó en la década de 1970. La


celda de electrólisis está dividida en dos "secciones" por una membrana
permeable a los cationes que actúa como un intercambiador de cationes. La
solución saturada de cloruro de sodio (o potasio) se pasa a través del
compartimento del ánodo, dejando a una concentración más baja.9 La solución
de hidróxido de sodio (o potasio) circula a través del compartimento del cátodo,
saliendo a una concentración más alta. Una porción de la solución concentrada
de hidróxido de sodio que sale de la celda se desvía como producto, mientras
que el resto se diluye con agua desionizada y se pasa nuevamente por el
aparato de electrólisis.

Este método es más eficiente que la celda de diafragma y produce


hidróxido de sodio (o potasio) muy puro a una concentración de
aproximadamente del 32%, pero requiere salmuera muy pura.

Proceso de células de membrana para la producción de cloralkali

OTROS PROCESOS ELECTROLÍTICOS

Aunque se trata de una escala de producción mucho más baja, las


tecnologías de membrana y diafragma electrolítico también se utilizan
industrialmente para recuperar cloro de soluciones de ácido clorhídrico,
produciendo hidrógeno (pero no álcali cáustico) como coproducto.
Además, la electrólisis de sales de cloruro fundidas (proceso de Downs)
también permite la producción de cloro, en este caso como un subproducto de
la fabricación de sodio o magnesio metálicos.

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