ISSN 2362-6097

LA DIMENSIÓN PÚBLICA
DE LA ARQUITECTURA

[O. BOHIGAS][M. RANZINI / S. BECHIS] [J. M. JÁUREGUI / A. VALDERRAMA] [A. FOLGA]

N.10/6 JULIO 2019 [ V. F R A N CO LÓ P E Z ] [A . B UZ AG LO] [S . PAG A N I N I] [J . F E D E L E ] [E S T U D I O H]
 N.10/6 2019
ISSN 2362-6089 (Impresa)
ISSN 2362-6097 (En línea)

Publicación semestral de Arquitectura

FAPyD-UNR
A&P Continuidad Comité editorial ISSN 2362-6097

N.10/6 JULIO 2019

Publicación semestral de arquitectura Arq. Sebastián Bechis LA DIMENSIÓN PÚBLICA
DE LA ARQUITECTURA

(Universidad Nacional de Rosario. Rosario, Argentina)

Directora A&P Continuidad Arq. Ma. Claudina Blanc
Dra. Arq. Daniela Cattaneo (Universidad Nacional de Rosario. Rosario, Argentina)

Coordinadora editorial Dra. Arq. Daniela Cattaneo

(CONICET. Universidad Nacional de Rosario. Rosario, Argentina)
Arq. Ma. Claudina Blanc
Dra. Arq. Jimena Cutruneo
Secretario de redacción (CONICET. Universidad Nacional de Rosario. Rosario, Argentina)
Arq. Pedro Aravena N.10/6 JULIO 2019
[O. BOHIGAS][M. RANZINI / S. BECHIS] [J. M. JÁUREGUI / A. VALDERRAMA] [A. FOLGA]
[ V. F R A N CO LÓ P E Z ] [A . B UZ AG LO] [S . PAG A N I N I] [J . F E D E L E ] [E S T U D I O H]

Dra. Arq. Cecilia Galimberti

ÍNDICE
(CONICET. Universidad Nacional de Rosario. Rosario, Argentina)
Corrección editorial Imagen de tapa :
Dra. en Letras Ma. Florencia Antequera Arq. Gustavo Sapiña
Propuestas preliminares para el proyecto del
(Universidad Nacional de Rosario. Rosario, Argentina)
Parque de España realizadas por el estudio 28 » 35 68 » 77
Traducciones Martorell, Bohigas y Mackay (1980). Montaje Presentación
Prof. Patricia Allen Comité científico
Julio Arroyo
digital realizado por Catalina Daffunchio (2019).
Dibujos originales: Archivo Fundación Complejo
06 » 07
La vivienda como Recuperación colectiva
Diseño editorial (Universidad Nacional del Litoral. Santa Fe, Argentina)
Cultural Parque de España.
urbanismo. de la Biblioteca Popular
Daniela Cattaneo
Lic. Catalina Daffunchio
Dirección de Comunicación FAPyD
Renato Capozzi ISSN 2362-6089 (Impresa)
ISSN 2362-6097 (En línea)
Jorge Mario Jáuregui por Constancio C. Vigil.
(Universidad de Estudios de Nápoles “Federico II”. Nápoles, Italia)
Ana Valderrama Un punto de vista sobre
Gustavo Carabajal Institución editora Editorial
(Universidad Nacional de Rosario. Rosario, Argentina) la dimensión pública de
Facultad de Arquitectura, Planeamiento y
Fernando Diez 08 » 11
Dossier temático la arquitectura.
(Universidad de Palermo. Buenos Aires, Argentina)
Diseño
Riobamba 220 bis | +54 341 4808531/35 Jimena Cutruneo Susana Paganini
Manuel Fernández de Luco 36 » 45
(Universidad Nacional de Rosario. Rosario, Argentina) 2000 - Rosario, Santa Fe, Argentina
A&P Continuidad fue reconocida como revista
Héctor Floriani aypcontinuidad01@gmail.com Reflexiones de maestros Sobre quedarse o Ensayos
científica por el Ministero dell’Istruzione, Uni-
versità e Ricerca (MIUR) de Italia, a través de las (CONICET. Universidad Nacional de Rosario. Rosario, Argentina) aypcontinuidad@fapyd.unr.edu.ar seguir de largo.
12 » 17
gestiones de la Sociedad Científica del Proyecto. Sergio Martín Blas www.fapyd.unr.edu.ar Superkilen: un espacio público 78 » 87

El contenido de los artículos publicados es de ex-

(Universidad Politécnica de Madrid. Madrid, España)
Discurso tras la de la hipermodernidad.
Dilemas de la vida
clusiva responsabilidad de los autores; las ideas
Isabel Martínez de San Vicente
(CONICET. Universidad Nacional de Rosario. Rosario, Argentina) recepción del Alejandro Folga pública de la
que aquí se expresan no necesariamente coinci- Mauro Marzo
Universidad Nacional de Rosario
Premio Medalla arquitectura.
den con las del Comité Editorial.
Los editores de A&P Continuidad no son responsa-
(Instituto Universitario de Arquitectura de Venecia. Venecia, Italia)
Rector de Oro del RIBA. 46 » 53 Javier Fedele
Aníbal Moliné Héctor Floriani
bles legales por errores u omisiones que pudieran Oriol Bohigas
identificarse en los textos publicados.
(Universidad Nacional de Rosario. Rosario, Argentina)

Jorge Nudelman Vice rector Traducción a cargo de Patricia Allen

Lo(s) común(es) en
Las imágenes que acompañan los textos han sido (Universidad de la República. Montevideo, Uruguay) Fabián Bicciré Introducción por Cecilia Galimberti arquitectura. Archivo de obras
proporcionadas por los autores y se publican con
Alberto Peñín Más allá de lo público y lo privado.
la sola finalidad de documentación y estudio.
(Universidad Politécnica de Cataluña. Barcelona, España)
88 » 101
Conversaciones Víctor Franco López
Los autores declaran la originalidad de sus tra- Ana María Rigotti
(CONICET. Universidad Nacional de Rosario. Rosario, Argentina)
Facultad de Arquitectura, 18 » 27 Asociación Médica
bajos a A&P Continuidad; la misma no asumirá
Sergio Ruggeri
Planeamiento y Diseño de Rosario.
responsabilidad alguna en aspectos vinculados a
reclamos originados por derechos planteados por (Universidad Nacional de Asunción. Asunción, Paraguay)
El arquitecto como Estudio H
Decano 54 » 67
otras publicaciones. El material publicado puede Mario Sabugo Adolfo del Rio
gestor de proyectos de
ser reproducido total o parcialmente a condición (Universidad de Buenos Aires. Buenos Aires, Argentina) alcance público desde Dimensión pública
de citar la fuente original.
Agradecemos a los docentes y alumnos del Taller
Sandra Valdettaro Vicedecano
Jorge Lattanzi
la Universidad. y hackeo del espacio
(Universidad Nacional de Rosario. Rosario, Argentina) 102» 107
de Fotografía Aplicada la imagen que cierra este
Federica Visconti Marcelo Ranzini por político.
número de A&P Continuidad. (Universidad de Estudios de Nápoles “Federico II”. Nápoles, Italia) Sebastián Bechis Alejandra Buzaglo Normas para autores
Próximo número :

ARQUITECTOS: PROFESIONALES, EXPERTOS

Y VANGUARDISTAS DEL CONO SUR
Diciembre 2019, Año VI - Nº 11 / on paper/on line
PRESENTACIÓN
Cinco años en Continuidad
por Daniela Cattaneo
E ste nuevo número de A&P Continuidad representa para todos los
que sostenemos este proyecto editorial una celebración. Implica la
consolidación de un proyecto que, como hemos señalado en reiteradas
oportunidades, se pone en continuidad con los principales valores perse-
guidos por la tradicional revista de la Facultad de Arquitectura, Planea-
miento y Diseño, A&P, iniciada en 1963. Entre estos valores, en ocasión del
primer número de nuestra revista en 2014 su primer director, Gustavo
Carabajal, destacaba la vocación de pensarse “como una herramienta útil
a la circulación de ideas relacionadas con las áreas disciplinares afines a la
facultad”. Por ello, resulta importante destacar la voluntad de integrarnos
a la sinergia de diálogos y debates de docentes e investigadores referen-
tes en sus campos de trabajo, para pensar lo local en claves conceptuales
más amplias y también interdisciplinares; y reconocer la potencialidad de
la producción local para formar parte de debates internacionales.
Esto representa también la continuidad de un proyecto con autonomía
que se ha sostenido y perfeccionado a través de cinco años consecuti-
vos, diez números temáticos y 121 artículos de los que han participado
141 autores. No obstante, en un contexto de producción científico-aca-
démica globalizado, lo cuantitativo per se no tendría auténtico valor si no
conllevara también la atención a los criterios de calidad y a los márgenes
de difusión e impacto propios de toda publicación periódica indexada.
Persiguiendo este objetivo, en diciembre de 2017 A&P Continuidad in-
6 Cinco años en continuidad / Daniela Cattaneo / p. 06 » 07
gresó al Catálogo del Sistema Latindex (Sistema Regional de Información
en Línea para Revistas Científicas de América Latina, el Caribe, España y
Portugal) uniéndose así a las, hasta entonces, 7 publicaciones indexadas
de Argentina en la temática de la Arquitectura y el Urbanismo y a las 18
de la Universidad Nacional de Rosario. En marzo de 2019 ingresó al Catá-
logo 2.0 de Latindex, siendo a la fecha una da las 61 revistas indexadas de
Argentina y una de las 3 en el campo de la arquitectura.  tros, Conversaciones, Dossier temático y Ensayos. Su objetivo es generar
En 2018, impulsados por el Plan de Fortalecimiento de Publicaciones
Periódicas de la UNR, se implementó el Open Journal System (OJS), un
software de código abierto para la gestión de revistas científicas desa-
rrollado por Public Knowledge Project (iniciativa multiuniversitaria), con
acceso directo desde la página institucional de la Facultad. Desde allí
se puede postular y visualizar el proceso de gestión de los artículos y
facilitar el modo en que la revista se presenta a sus lectores. Asimismo,
los artículos completos de todos los números pueden descargarse y son
a su vez cosechados por el Repositorio Hipermedial de la UNR, que repli-
ca su impacto en otros repositorios temáticos e institucionales. En este
sentido, se adhiere a la licencia Creative Commons Reconocimiento- No
Comercial- Compartir Igual (CC BY-NC-SA) sugerida en la “Declaración
de México a favor del ecosistema latinoamericano de acceso abierto no
comercial”. La implementación de este software permitió a su vez el ac-
ceso a la Red Iberoamericana de Innovación y Conocimiento Científico
A&P Continuidad N.10/6 - Julio 2019 · ISSN Impresa 2362-6089 - ISSN Digital 2362-6097
(REDIB) y al Directorio de Revistas en Acceso Abierto (DOAJ) lo que
contribuye a posicionarnos en otros horizontes más amplios de revistas
científicas de acceso abierto y con ello a seguir ampliando los márgenes
de visibilidad.
Con el número 10 se inaugura también una nueva sección, Archivo de
obras, que se integra a las tradicionales secciones Reflexiones de maes-
un acervo documental a partir de la construcción de un relato gráfico
donde se ponen en valor obras de arquitectura de Rosario y su región,
desconocidas, o bien de escasa o nula difusión, a partir de la construc-
ción de un material gráfico original con un registro normalizado. El
Archivo tiene también un objetivo didáctico, ya que en su confección
participan alumnos del último ciclo de la carrera en el marco de las prác-
ticas profesionales supervisadas, tutoriados por miembros del Comité
Editorial. De este modo, a las fuentes primarias recabadas en estudios
particulares y archivos municipales, se les suma el registro y releva-
miento propio, la verificación de lo existente y el redibujo. La versión
papel del Archivo expondrá una selección de este registro, con aquel
material que resulte más valioso y a la vez necesario para la compren-
sión del proyecto. La totalidad del material producido se podrá consul-
tar en su versión ampliada en la página web de la revista. Este mismo
criterio, el de usar la plataforma OJS no como reproducción del material
A&P Continuidad N.10/6 - Julio 2019 · ISSN Impresa 2362-6089 - ISSN Digital 2362-6097
impreso sino incluyendo también material adicional y formatos multi-
mediales inviables en la edición impresa, es otra de las apuestas que se
trasladará al resto de las secciones.
La decisión institucional de sostener la versión impresa, que se ha trans-
formado en una suerte de carta de presentación de nuestra Facultad,
y a su vez el compromiso de permanente adecuación a los estándares
internacionales de las revistas científicas de acceso abierto explican la
coexistencia de las versiones impresa y digital. En este último formato
estamos trabajando en la implementación de la publicación continua,
modelo adoptado desde 2013 por las revistas científicas más prestigio-
sas y que implica que cada artículo es publicado digitalmente una vez
que cumple con todos los pasos de la edición, independientemente de
la fecha de salida en formato papel. De este modo, la periodicidad del
número impreso se mantiene, recopilando los trabajos publicados de
forma continua. Es por ello que se encuentran vigentes distintas convo-
catorias abiertas de modo simultáneo.
Tras este racconto, invitamos a recorrer este nuevo número agradecien-
do la confianza depositada en todos los que hacemos A&P Continuidad
por las autoridades de la Facultad y reconociendo el esfuerzo que ello
implica en estos tiempos donde apostar a la producción editorial de ca-
lidad y a la impresión en papel desde una facultad pública es toda una
toma de posición.
Cinco años en continuidad / Daniela Cattaneo / p. 06 » 07 7
EDITORIAL
La dimensión pública de la arquitectura…
¿se desvanece en el aire?
por Jimena Cutruneo
A comienzos de septiembre de 2018, se preparaba la Facultad de Ar-
quitectura, Planeamiento y Diseño de la Universidad Nacional de
Rosario para ser sede del XXXVII Encuentro y XXII Congreso Arquisur,
cuya temática apelaba a La dimensión pública de la arquitectura como ca-
racterística distintiva de las intervenciones de transformación urbana
en las últimas décadas en la ciudad de Rosario. Surgió a partir de ello, en
el seno de alguna reunión del Comité Editorial de la Revista A&P Conti-
nuidad, la idea de retomar esta problemática para un próximo número
temático. Si bien el mencionado evento fue el disparador, la dimensión
pública de la arquitectura cobra en nuestra publicación nuevas signi-
ficaciones, incluyendo pero trascendiendo las singularidades de Rosa-
rio para dar espacio al debate académico disciplinar acerca de nuestro
presente histórico y la posición que lo público asume hoy. La coyuntura
actual está signada por lo que Zygmunt Bauman (1999) dio en llamar
modernidad líquida, en la cual se diluye la relación entre las decisiones
individuales y las acciones colectivas. En este momento de liberación de
los mercados, lo público pierde solidez cayendo sobre los individuos la
responsabilidad de la construcción de pautas. En el marco de esta crisis
de lo público y de un cotidiano en el cual, como sostiene Enrique Carpin-
tero (2017) “la digitalización de los intercambios sociales lleva a que los
sujetos se aíslen y se comuniquen con quienes ya piensan como ellos”,
resultaba imperativo repensar nuestra disciplina y sus posicionamien-
8 La dimensión pública de la arquitectura… ¿se desvanece en el aire? / Jimena Cutruneo / p. 08 » 11
tos respecto de una idea de lo público que se sostiene, como plantea
Norberto Bobbio (1989), en la dicotomía con lo privado.
Para pensarnos en el presente siempre es necesario revisar
críticamente nuestro pasado. En este sentido, vale hacer mención a
un acontecimiento no tan distante en el tiempo con el que podemos
establecer contactos. En diciembre de 2002 (a un año de la profunda
crisis social política y económica que atravesó la Argentina) la revista
A&P de la que esta publicación que conformamos es continuidad,
presentaba su N° 16 dedicado al espacio público bregando en su nota
editorial por una “apuesta amplia en favor de la universidad pública”.
El año 2018, en el cual gestamos el presente número, también estuvo
signado por profundos conflictos que afectaron a las universidades
públicas nacionales llevándonos a su defensa y a la reivindicación
de esta institución como el ámbito por excelencia de formación de
ciudadanos políticos . Nos interpela hoy, como entonces, a través
1
de este espacio editorial destinado a la difusión de la producción de
conocimientos académicos y científicos, agitar y sostener las banderas
de la educación pública, gratuita y de calidad2.
Entrecruzando esta coyuntura actual con problemáticas que desde
hace algunas décadas atraviesan los discursos, debates y proyectos
disciplinares de espacio público en Rosario, este número se propuso
abordar lo público de la arquitectura en sus diversas dimensiones, en
A&P Continuidad N.10/6 - Julio 2019 · ISSN Impresa 2362-6089 - ISSN Digital 2362-6097
una convocatoria que apeló a la complejidad y amplitud de miradas,
encontrando respuestas en los diversos registros de los cuales dan
cuenta los contenidos de esta publicación.
El número se abre con palabras de un arquitecto emblemático en la
sección Reflexiones de maestros. Presentamos allí la traducción de la
conferencia que Oriol Bohigas pronunciara en el acto de premiación
de la ciudad de Barcelona con la Medalla de Oro del RIBA (1999). Este
texto fue elegido porque confluían en él dos cuestiones. En primer
lugar, la vigencia de sus ideas que se verifica en el resto de la producción
de este número. En segundo lugar, como plantea Cecilia Galimberti, se
trató de un actor central en la escena proyectual del espacio público
de Rosario en su trasformación ribereña con el proyecto del Parque de
España, que a fines de la década del 1970 redimensionó lo público del
espacio urbano en nuestro medio, a la vez que expuso los vínculos con
los debates internacionales de entonces.
Haciendo referencia a transformaciones urbanas producidas en
Barcelona desde 1980, Bohigas apuesta al vínculo entre espacio
público y política. Su manifiesto político se configura en la búsqueda
de una metodología urbanística de complejidad ideológica y material,
posible por la intervención de las gestiones públicas. Su apelación a
una acción disciplinar que priorice los valores colectivos por sobre
los intereses económicos privados y que apueste a la comunidad por
A&P Continuidad N.10/6 - Julio 2019 · ISSN Impresa 2362-6089 - ISSN Digital 2362-6097
sobre los individuos, entiende que la propia realidad urbana es la que
ofrece las respuestas a esta búsqueda, en las tensiones existentes en
una ciudad que es la conjunción de sus espacios públicos; una categoría
que para él trasciende la referencia a calles y parques y debe ser
inclusiva de los servicios comunitarios. En un discurso que propone
“reemplazar el urbanismo por la arquitectura”, Bohigas encuentra
en la tradición disciplinar las claves para trabajar sobre la ciudad. Su
lenguaje (la articulación, conexión de elementos) debe ser entendido
por la sociedad y estar a su servicio. De este modo reivindica el carácter,
las jerarquías como medios para lograr la continuidad de centralidades
relativas, incluyendo además el estudio de los sistemas generales
a gran escala y la definición política de los objetivos y métodos, pero
no limitándose a lo cuantitativo de las normativas. Bohigas hace una
apuesta cualitativa en esta suerte de vuelta a la gran composición que
revaloriza la forma como dadora de identidad y que prioriza el proyecto
por sobre el plan. Pero reconoce que esta tarea debe darse de modo
innovador y no ya como recetas estilísticas. De allí su planteo de una
metodología que, en lugar de partir de reglas fijas, sea emanada de la
propia ciudad y del paisaje; cuestión solo posible con el apoyo político.
Así como el maestro Oriol Bohigas nos permite repensar la renovación
del espacio público de Rosario que dio forma a discusiones instaladas
desde comienzos del siglo XX, otro proyecto urbano de espacio público
La dimensión pública de la arquitectura… ¿se desvanece en el aire? / Jimena Cutruneo / p. 08 » 11 9
de importancia ineludible es el de la Ciudad Universitaria Rosario (CUR);
que actualmente se está concretando y que ha sido motivo de ensayos
académicos y controversias políticas y sociales. Nos centramos en las
acciones llevadas a cabo desde nuestra universidad, entendiendo la
complejidad que implicó su articulación con el contexto urbano y la
necesaria participación conjunta con Municipio, Provincia y Nación. Por
ello, convocamos en una conversación a uno de los actores centrales
de ese juego: Marcelo Ranzini, actual Secretario de Infraestructura
Universitaria de la UNR. El interlocutor de esta charla, Sebastián Bechis,
desde su experiencia en el proyecto de arquitectura pública, instala las
problemáticas que atraviesan las distintas etapas proyectuales y de
ejecución, sin eludir la trayectoria previa y la formación como insumos
que en la acción se ponen en juego. La condición de profesor de nuestra
casa de estudios de Bechis, la formación académica de Ranzini, la práctica
profesional de ambos en concursos y en encargos desde sectores
privados y públicos, delinean una charla franca (disparador de futuras
colaboraciones entre la gestión y la docencia, como es el caso del reciente
acta acuerdo firmado entre la UNR y la FAPyD) que deja ver la compleja
trama que entretejen estos proyectos y las distintas escalas implicadas.
En la segunda conversación, Ana Valderrama dialoga con Jorge Mario
Jáuregui avivando las problemáticas que surcan la discusión disciplinar
sobre la dimensión pública de la arquitectura contemporánea en
Latinoamérica. El texto vuelve la mirada sobre un arquitecto que, como
en el caso de Bohigas, nos permite historizar y contextualizar las prácticas
sobre la ciudad. Valderrama presenta a Jáuregui sosteniendo que,
desde lo habitacional, se puede configurar espacio público y, al mismo
tiempo, favorecer la convivencialidad. Reafirmando el agotamiento de
los conceptos de la modernidad y apostando a una “responsabilidad
urbanística y social que se traduce en un análisis de lo existente y una
inserción cuidada en el contexto”, Jáuregui se posiciona desde un discurso
crítico de las lógicas de un capitalismo basado en la economía líquida que
contribuye a la fragmentación. Apuesta, en cambio, por una arquitectura
capaz de transformar la ciudad, rearticulándola a partir de la mixtura de
tipologías habitacionales. A través de un discurso propositivo y enfático,
Jáuregui establece como punto necesario en América latina la reflexión
sobre la vivienda como urbanismo en términos conceptuales y redefinibles,
trascendiendo la idea de casa como hecho individual aislado o de las
tipologías tradicionales. Es allí donde identifica la respuesta al derecho
a ciudades en sintonía con la revisión de las ideas de Henri Lefebvre
que en los últimos años retomaron impulso. A lo que suma la idea de
sostenibles, que aggiorna el planteo resignificándolo. Su propuesta se
constituye a partir de la convivencia de la diferencia configurándose lo
que Deleuze define como una terapéutica política y en cuya diversidad la
10 La dimensión pública de la arquitectura… ¿se desvanece en el aire? / Jimena Cutruneo / p. 08 » 11
única homogeneidad debe estar dada por la igualdad distributiva.
Los cuatro artículos que conforman el Dossier temático ponen en
dialogo a la disciplina arquitectónica con lecturas transdisciplinares
que permiten pensar las acciones de los sujetos involucrados en la
dimensión pública de la arquitectura.
En este sentido el artículo de Alejandro Folga explora, a partir del
estudio de dos fotografías del parque urbano Superkilen, los usos
contemporáneos del espacio público. Las imágenes son abordadas
trascendiendo el análisis arquitectónico, bajo una lente iconográfica
que encuentra interpretaciones en el cruce con una lectura sociológica y
antropológica. El caso de estudio permite pensar en los usos del espacio
público que registran cada uno de los fotógrafos, reconociendo en ello
las singularidades de los modos de relaciones humanas en nuestro
presente, en un escenario que, como sostienen sus proyectistas, da
cuenta de la tensión entre lo global y lo local. Las miradas diversas
sobre escenas de apropiación del espacio y la transdisciplinariedad de
las lecturas caracterizan un presente signado por la multiplicidad, las
distancias y cercanías paradójicas de la hipermodernidad. Siguiendo a
Bauman, Folga identifica la capacidad de estos espacios urbanos públicos
no civiles de constituirse en lugares de encuentro sin comunicación, de
cruce sin concesiones con extraños.
Por su parte, Víctor Franco López se posiciona en una búsqueda crítica
que, en sintonía con los movimientos altermundistas y ecologistas, se
opone a las acciones neoliberales sobre la ciudad. Como nueva forma
de oposición al capitalismo, trabaja la conceptualización de lo común
aportada por otras disciplinas como vía de escape e instrumento
posible para el proyecto arquitectónico en el campo habitacional.
En esta reflexión sobre la idea de lo común establece vínculos con la
disciplina apostando a la des-jerarquización (deconstrucción) de los
espacios que habitamos y proyectamos a partir de la acción colectiva
de producción, apropiación y reapropiación. Su propuesta tiene origen en
un estudio empírico de casos de vivienda colectiva en Rosario y Buenos
Aires, a partir del cual se identifican tipologías y se establece una serie
de categorías que permiten generar claves proyectuales de articulación
con lo existente, además de habilitar la intervención en las distintas
escalas (espacios y usos comunes, producción y gestión del barrio, del
bloque, de la unidad residencial) desde un proceso democratizador de
cooperación social.
Por su parte, Alejandra Buzaglo invoca la fortaleza emancipadora
del espacio público y la conflictividad que despliega en la disputa por
los sentidos. Su trabajo articula dos instancias: la primera, teórica,
delimitada por la propuesta conceptual de Hannah Arendt, en la cual
se reflexiona sobre las lecturas de Anabella Di Pego sobre esta autora
A&P Continuidad N.10/6 - Julio 2019 · ISSN Impresa 2362-6089 - ISSN Digital 2362-6097
en relación a lo público definido como ámbito de ampliación de los
derechos de la ciudadanía. En una segunda instancia, el artículo se
traslada al despliegue de la acción: primero narrando la intervención
artística callejera para poner sobre el tablero la discusión en torno
al hackeo del espacio público y la posibilidad de dotarlo de nuevos
sentidos; y finalmente, el relato en primera persona de una experiencia
de arquitectura directa realizada en el Mercado San Roque de Quito en
la cual se ponen en juego los conceptos abordados con anterioridad
mediante la narración de la práctica de co-construcción. La descripción
minuciosa de la actividad proyectual colectiva que define como asamblea
proyectual expone así un dispositivo que se presenta como herramienta
metodológica y desde allí permite repensar el rol del arquitecto y los
modos de intercambio de saberes específicos de modo horizontal.
La reflexión sobre el propio quehacer disciplinar en relación a la
comunidad también es tema del artículo de Susana Paganini, quien
expone la experiencia extensionista de recuperación colectiva de La
Vigil (biblioteca popular, institución educativa y cultural de la ciudad
de Rosario). Atendiendo a la idea de un espacio público urbano en
tanto espacio “de encuentro y de ámbitos de visibilidad recíproca
que configuran conductas, establecen relaciones y contribuyen,
además, a sostener la identidad personal” el trabajo de extensión
universitaria que se expone en este artículo se configura como recurso
para la integración social y como catalizador de las políticas públicas
destinadas a proteger ese espacio público —cuando estas existen— o
un señalador de la ausencia de las mismas. Mediante la presentación
del procedimiento proyectual autodefinido como proyectoscopio,
se expone una metodología de exploración académica “colectiva,
numerosa, diversa, abierta a múltiples miradas, diferentes alternativas
y soluciones”. Se trata de un procedimiento crítico no conclusivo que la
autora define como espacio de concurrencia y que, por tanto, podríamos
pensar como una instancia de discusión pública sobre lo público.
El ensayo de Javier Fedele nos permite cerrar esta publicación
reflexionando teóricamente sobre diversas problemáticas que surcaron
este número: la ciudad y su condición política, lo sustentable, las
ampliaciones de derechos, la necesaria articulación de la diversidad, el rol
del Estado en la regulación de ciertas acciones y la apuesta por la dotación
de sentido que actualmente implica pensar lo público del espacio.
A partir de un ensayo crítico sobre las complejidades y contradicciones
de la coyuntura disciplinar respecto de la dimensión pública, Fedele
indaga los desplazamientos conceptuales que caracterizan el estado de
la controversia como síntoma de una reestructuración de los procesos
sociales y sus prácticas. Los pasajes de la idea de espacio público a la de
paisaje, de la forma al proceso, de la red a la circulación se identifican como
A&P Continuidad N.10/6 - Julio 2019 · ISSN Impresa 2362-6089 - ISSN Digital 2362-6097
resultado de la “reformulación de la experiencia colectiva en el espacio
urbano”, signado por la agudización de la individualidad y la consecuente
ruptura de la idea de pertenencia a la polis y desmembramiento de
la forma urbana. Ese proceso que va de la indagación teórica a los
ejemplos concretos evidencia las tensiones que se identifican: el
Apple Park de Norman Foster con “una arquitectura que muestra
su desafección al lugar” y, como contracara, el caso concreto de los
mercados de Barcelona, donde resurge el interés ciudadano abriendo
“un enorme potencial de carácter público que la arquitectura puede
abordar en sus formas materiales y simbólicas, incorporándolo en la red
de espacios urbanos”. Este último ejemplo permite cerrar el ensayo con
una lectura optimista, avizorando un futuro cuya esperanza se asienta
en la posibilidad de un nuevo pacto social entre los actores urbanos.
En palabras suyas un Urban New Deal que apueste a los “vínculos y
realizaciones sociales que necesitan del espacio para su despliegue, y
de la arquitectura para su proyecto”•
NOTAS
1 - Como refería Graciela Silvestri en “La representación de lo público en la
arquitectura” (2002) si bien para la tradición arquitectónica espacio público
es sinónimo de espacio exterior o de uso común, para las ciencias políticas
y sociales el concepto alude a la vida política civil en que se forma la opinión
pública; su actor entonces es el ciudadano.
2 - Lema con el que se sostuvieron las reivindicaciones de la universidad pública
argentina durante 2018.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
·Bauman, Z. (1999). Modernidad líquida. Buenos Aires, Argentina: Fondo de
Cultura Económica.
·Bobbio, N. (1989). Estado, gobierno y sociedad. México DF, México: Fondo de
Cultura Económica.
·Carpintero, E. (2017). El concepto de posverdad: una nueva mentira. Topia.
Recuperado de https://www.topia.com.ar/articulos/concepto-posverdad-una-
nueva-mentira
·AA.VV. (2002). Editorial. A&P, (16), 7.
·Silvestri, G. (2002). La Representación de lo público en la arquitectura. A&P
(16), 9-15.
La dimensión pública de la arquitectura… ¿se desvanece en el aire? / Jimena Cutruneo / p. 08 » 11 11

REFLEXIONES DE MAESTROS
Discurso tras la recepción del Premio Medalla
de Oro del RIBA.
Oriol Bohigas
Traducción Patricia Allen (Universidad Nacional de Rosario, Argentina)
A partir de una singular revalorización y rein-
vención del espacio público como ámbito de
significados y encuentro colectivo, Oriol Bohi-
gas, arquitecto nacido en Barcelona en 1925,
resulta un referente a nivel internacional del
proyecto urbano democrático y uno de los ac-
tores clave del proceso de reconversión del
frente costero central de Rosario.
En la serie de charlas que dictó en la década
de 1970 en Rosario promovió el valor simbó-
lico del pasado del lugar, la memoria urbana,
el rol central del espacio público como motor
primario de transformación de las ciudades.
Estas contribuyen a que sea elegido, junto a
su estudio MBM (arquitectos Martorell, Bohi-
gas, Mackay), para la realización del Parque de
España. Si bien Argentina en 1978, momento
del encargo del proyecto, aún se encontraba
bajo el régimen de la dictadura militar, desde
diversas instituciones se promueve la elección
de estos arquitectos para que diseñen dicho
12 Discurso tras la recepción del Premio Medalla de Oro del RIBA/Oriol Bohigas / p. 12 » 17
parque. El proyecto resultante evoca al espa-
cio público como elemento definitorio de la ar-
quitectura: en efecto, es reconfigurado como
espacio activo, democrático, de encuentro co-
munitario. La arquitectura entonces participa
de la vida social; a fin de cuentas, los ciudada-
nos resultan los verdaderos protagonistas. El
edificio del Colegio Español y Centro Cultural
Parque España, se dispone, así, como escena-
rio, plataforma de acción y nueva fachada ur-
bana que restituye, a su vez, el anhelado diálo-
go entre el río Paraná y el tejido urbano.
El 22 de junio de 1999, en Londres, el Instituto
Real de Arquitectos Británicos (RIBA) premió
con la Medalla de Oro a la ciudad de Barcelona y
es Bohigas quien la recibe y realiza el discurso de
agradecimiento que reproducimos a continua-
ción, en el cual expone diez puntos centrales so-
bre la metodología urbanística. Sus palabras van
más allá del rol del espacio público como ámbito
democrático por excelencia: nos dice “el espacio
A&P Continuidad N.10/6 - Julio 2019 · ISSN Impresa 2362-6089 - ISSN Digital 2362-6097
»
Bohigas, O. (2019). Discurso tras la recepción del
Premio Medalla de Oro del RIBA (Traducción Patricia
Allen). A&P Continuidad (10), 12-17.
público es la ciudad” para recordarnos que es el
conjunto de la sociedad y sus prácticas, sus con-
flictos superpuestos, sus divergencias, aquello
que constituye una ciudad viva. En este sentido,
la arquitectura tiene un rol fundamental en dise-
ñar, preservar sus identidades intrínsecas y posi-
bilitar sus interrelaciones y conexiones.
A lo largo de su trayectoria, Bohigas recibió nu-
merosos premios y distinciones. Fue nombra-
do Doctor honoris causa por universidades de
distintas partes del mundo: entre ellas, en 2012
por la Universidad Nacional de Rosario. Sin em-
bargo, no hay reconocimiento más grande para
este arquitecto que sus proyectos urbanos,
como el Parque España, continúan siendo un
lugar de encuentro y apropiación colectiva, fre-
cuentados diariamente por personas de dife-
rentes edades e ideologías que hacen ciudad en
el sentido más amplio y profundo del término.
Cecilia Galimberti
Estoy muy agradecido al RIBA por haber inclui-
do mi nombre en el Premio Medalla de Oro de
este año. Es un gran honor. Pero considero que
mi presencia aquí se justifica solamente como
representante de todos los arquitectos y espe-
cialistas técnicos que han trabajado en la reno-
vación de Barcelona desde 1980, especialmen-
te mis habituales colaboradores JM, DM y AP .
Por primera vez, esta medalla no es otorgada
a un arquitecto sino a toda una ciudad. Esta
es una decisión muy importante. Las ciudades
modernas no están hechas por arquitectos,
ingenieros, urbanistas, geógrafos o econo-
mistas sino por todos los ciudadanos repre-
sentados por políticos democráticamente
elegidos que con antelación han propuesto
públicamente su idea política de ciudad. En
base a este criterio me gustaría desarrollar
en 10 puntos una metodología urbanística
que puede inferirse de una realidad política
de Barcelona.
A&P Continuidad N.10/6 - Julio 2019 · ISSN Impresa 2362-6089 - ISSN Digital 2362-6097
Las nuevas voces de la tecnología han plantea-
do recientemente la tendencia a afirmar que la
ciudad tradicional se va a ver reemplazada por
una serie de redes telemáticas que conformarán
una ciudad sin un sitio. En primer lugar, este es
un sinsentido antropológico y ecológico. Es una
visión expresada por ciertas ideas políticas que
1
se oponen a priorizar lo colectivo favoreciendo
la privatización del ámbito público en beneficio
de las clases económicamente dominantes.
» 1. La ciudad como un fenómeno político
La ciudad es un fenómeno político y como tal
está cargado de ideología y praxis política. Es
la continuidad de una ideología en común que
ha significado compartir los mismos programas
que formularon los tres alcaldes socialistas
—Serra, Maragall y Clos — junto a sus colabora-
2
dores propiciando la transformación coherente
de Barcelona. Esta continuidad ha posibilitado
además seleccionar especialistas técnicos que
Discurso tras la recepción del Premio Medalla de Oro del RIBA/Oriol Bohigas / p. 12 » 17
personal y profesionalmente acuerden con las
ideas políticas planteadas.
» 2. La ciudad como ámbito de la comunidad
Estas ideas políticas y urbanas se basan en una
afirmación radical: la ciudad es un ámbito físi-
co indispensable para el desarrollo moderno
de una comunidad coherente; no es el lugar del
individuo sino el lugar de los individuos que jun-
tos conforman una comunidad. Es el lugar que
ofrece las más absolutas garantías de informa-
ción, accesibilidad al producto de esa informa-
ción e implementación de cualquier programa
sociopolítico. Puede que no haya civilización
alguna sin estos tres factores. Las nuevas voces
de la tecnología han planteado recientemente
la tendencia a afirmar que la ciudad tradicional
se va a ver reemplazada por una serie de redes
telemáticas que conformarán una ciudad sin
un sitio. En primer lugar, esto es un sinsentido
antropológico y ecológico. Es una visión expre-
13
Figura 1. Martorell, Bohigas y Mackay (1980) Vista general y planimetría del proyecto original para el Parque de España, sector calles Entre Ríos a Presidente Roca. Rosario, Argentina. Fuente: Figura 3. Martorell, Bohigas y Mackay (1980) Perspectiva del proyecto original para el Parque de España, detalle del sector calles Presidente Roca a España. Rosario, Argentina. Fuente: Ar-
Archivo Fundación Complejo Cultural Parque de España. | Figura 2. Martorell, Bohigas y Mackay (1980) Vista general y planimetría del proyecto original para el Parque de España, sector calles chivo personal del Arq. Horacio Quiroga. | Figura 4. Fotografía del estado de la zona de intervención antes de la realización del Parque de España (Calle España). Rosario, Argentina. Fuente:
Presidente Roca a España. Rosario, Argentina. Fuente: Archivo Fundación Complejo Cultural Parque de España. Archivo personal del Arq. Horacio Quiroga

sada por ciertas ideas políticas que se oponen
a priorizar lo colectivo favoreciendo la priva-
tización del ámbito público en beneficio de las
clases económicamente dominantes.
» 3. Tensiones y oportunidad como instru-
mentos de información
La ciudad nos ofrece ciertos instrumentos de
información irreemplazables. Me refiero a la
presencia enriquecedora de las tensiones y la
oportunidad. Es solo a través de la superposi-
ción potencialmente conflictiva de singulari-
dades y diferencias que se puede lograr pro-
gresar en el proceso de la civilización dejando
la estructura de la tribu para encaminarse a la
cohesión civilizadora de la ciudad.
La ciudad es un centro de conflictos enriquece-
dores que solamente se resuelven en su afirma-
ción como tales o en la coexistencia con otros
conflictos de diferentes orígenes. Aunque aquí
solamente estoy haciendo referencia a cuestio-
nes morfológicas, me parece que el gran error
del urbanismo de la Carta de Atenas fue el in-
tentar eliminar estos conflictos. Es decir, elimi-
narlos en lugar de resolverlos mediante el reco-
nocimiento de otros conflictos. Las autopistas
urbanas, las 7 formas de organizar la movilidad
en la ciudad de Le Corbusier, la zonificación
funcional, los centros direccionales y las gran-
des áreas comerciales no han resuelto los pro-
blemas sino que han destruido el carácter y la
función de muchas ciudades europeas.
» 4. El espacio público es la ciudad
Si partimos de la idea de que la ciudad es el ám-
bito físico del desarrollo moderno de la comuni-
dad, debemos aceptar que en términos físicos la
ciudad es la conjunción de sus espacios públicos.
El espacio público es la ciudad: tenemos aquí uno
de los principios básicos de la teoría urbana pro-
puesta por los tres alcaldes socialistas de Bar-
celona. Debo aclarar que cuando hablamos del
espacio público estamos haciendo referencia no
solamente a los espacios urbanos –calles, plazas
y jardines– sino también a la incorporación de la
arquitectura a los servicios comunitarios.
Solo a través de la superposición potencialmen-
te conflictiva de singularidades y diferencias se
puede lograr progresar en el proceso de la civili-
zación, dejando la estructura de la tribu para en-
caminarse a la cohesión civilizadora de la ciudad.
» 5. Identidad
La identidad del espacio público está ligada a
la identidad física y social de su entorno más
amplio. Sin embargo, esta identificación está
sujeta a los límites de escala que normalmente
son menores que los de la ciudad en su con-
junto. Siendo así, si se deben mantener y crear
auténticas identidades colectivas, es necesario
entender a la ciudad no como un sistema global
y unitario sino como un número de pequeños
sistemas relativamente autónomos. En el caso
de la reconstrucción de la ciudad existente, es-
tos sistemas autónomos pueden coincidir con la
composición tradicional del barrio. En el caso de
la expansión o en el de una nueva implantación,
será necesario establecer los nuevos límites fí-
sicos y sociales. Creo que entender a la ciudad
como la suma de sus barrios o fragmentos iden-
tificables –por supuesto, sin olvidar otras for-
mas generales de coherencia– ha sido también
uno de los criterios básicos en la reconstrucción
de Barcelona, con toda su significación política
y con la creación de los correspondientes ins-
trumentos administrativos descentralizados.
No obstante, abordamos no simplemente el
tema de la identidad del barrio sino también
la identidad representativa particular de cada
fragmento del espacio urbano, en otras pa-
labras, la coherencia de su forma, función e
imagen. El espacio destinado a la vida en co-
munidad no debe ser un espacio residual sino
planificado, significativo y diseñado en detalle
al que se deben subordinar las diversas cons-
trucciones públicas y privadas.
Si no se establece esta jerarquía, la ciudad deja
de existir. Es lo que puede verse en tantos ba-
rrios residenciales y zonas periféricas de ciuda-
des europeas que se han alejado de los valores
urbanos para transformarse en parodias de
ciertas ciudades americanas o asiáticas.
» 6. Legibilidad
Como señalé anteriormente, la forma dise-
ñada del espacio público –es decir, de la ciu-
dad– tiene que cumplir con otra condición: ser
fácilmente legible, se la debe comprender en
su conjunto. Si no es así, si los ciudadanos no
tienen la sensación de dejarse llevar por los es-
pacios que comunican su identidad y permiten
predecir itinerarios y convergencias, la ciudad
pierde una parte importante de su capacidad
en términos de información y accesibilidad. En
otras palabras, deja de contener e incentivar la
vida en comunidad.
Para establecer un lenguaje comprensible es
necesario reutilizar las palabras y la sintaxis que
el ciudadano ya ha asimilado a través de la acu-
mulación y superposición de términos que per-
tenecen a una gramática tradicional. No se trata
de reproducir textualmente las morfologías his-
tóricas sino de reinterpretar lo que sea legible y
antropológicamente representado en la calle, la
plaza, el jardín, el monumento, la manzana, etc.
Sin duda, muchos urbanistas supuestamente in-
novadores me acusarán de ser conservador, re-
accionario, anticuado. Pero quiero insistir en el
hecho de que la ciudad tiene un lenguaje propio
del que es muy difícil escaparse. No es cuestión

14 Discurso tras la recepción del Premio Medalla de Oro del RIBA/Oriol Bohigas / p. 12 » 17 A&P Continuidad N.10/6 - Julio 2019 · ISSN Impresa 2362-6089 - ISSN Digital 2362-6097 A&P Continuidad N.10/6 - Julio 2019 · ISSN Impresa 2362-6089 - ISSN Digital 2362-6097 Discurso tras la recepción del Premio Medalla de Oro del RIBA/Oriol Bohigas / p. 12 » 17 15

Figura 5, 6 y 7. Martorell, Bohigas y Mackay (1980) Dibujos para el proyecto original del Parque de España. Rosario, Argentina. Fuente: Archivo personal del Arq. Horacio Quiroga.
de reproducir los bulevares de Haussmann, la
traza urbana del siglo XIX, las plazas barrocas,
los jardines de Le Nôtre y Capability Brown.
Se trata de analizar, por ejemplo, cuáles son los
valores centrípetos de las plazas, cuál es el poder
multifuncional de una calle comercial, cuáles son
las dimensiones que han permitido el estable-
cimiento de las tipologías más frecuentes. Ade-
más, se trata de ser consciente de que el aban-
dono de estos cánones conduce a la muerte de
la ciudad: los espacios residuales de la periferia
y de los barrios residenciales, los grandes cen-
tros comerciales en las afueras de la ciudad, las
autovías urbanas, el campus universitario a una
considerable distancia del núcleo urbano, etc.
» 7. Proyectos urbanos versus planes
generales
Todas las consideraciones mencionadas nos lle-
van a otra conclusión muy importante a la que
16 Discurso tras la recepción del Premio Medalla de Oro del RIBA/Oriol Bohigas / p. 12 » 17
Barcelona ha logrado adaptarse hasta ahora de
una manera radical y que, a su vez, está actual-
mente ganando terreno en muchas ciudades
europeas: los instrumentos urbanísticos para
la reconstrucción y expansión de una ciudad
no pueden limitarse a planes generales de ca-
rácter normativo y cuantitativo. Es necesario
profundizar en función de lo que se le requiere
al diseño. Es necesario definir concretamente
las formas urbanas. En otras palabras, en lugar
de utilizar planes generales planteados como
documentación suficiente, se deben imponer
proyectos urbanos puntuales.
Si se me permite cierto grado de exageración,
diría que es cuestión de reemplazar el urbanis-
mo por arquitectura. Es necesario diseñar el
espacio público –es decir, la ciudad– punto por
punto, área por área, en términos arquitectóni-
cos. El plan general puede funcionar bien como
programa de intenciones pero no será efectivo
A&P Continuidad N.10/6 - Julio 2019 · ISSN Impresa 2362-6089 - ISSN Digital 2362-6097
hasta no convertirse en la suma de los proyec-
tos mencionados, incluyendo además el estu-
dio de los sistemas generales a gran escala y la
definición política de los objetivos y métodos,
seguramente lo más importante.
Durante estos últimos treinta años los planes
generales han justificado la disolución de la ciu-
dad en toda Europa, la ausencia de continuidad
física y social, la fragmentación en guetos. Ade-
más han abierto el camino a la especulación de-
lictiva en tierras no urbanizables y han falseado
un espíritu de participación popular cuyos cri-
terios no pueden llevarse lógicamente más allá
de la dimensión local del barrio.
» 8. La continuidad de las centralidades
Controlar la ciudad en base a una serie de pro-
yectos urbanos en lugar de hacerlo en base a
planes generales no formalizados posibilita dar
continuidad al carácter urbano, la continuidad
de centralidades relativas. Esta es una manera
de superar las agudas diferencias sociales entre
el centro histórico y la periferia.
Soy consciente de que en estos últimos pocos
años muchas voces se han expresado en defensa
de la ciudad difusa, desdibujada y no formalizada
en las zonas periféricas como un futuro desea-
ble y previsible para la ciudad moderna. La ville
eclatée, el terrain vague. Esta postura me parece
extremadamente errónea. Las periferias no se
han construido para satisfacer los deseos de los
usuarios. Han surgido por dos razones que se co-
rresponden con los intereses del capital invertido
en el desarrollo público y privado y con los de la
política conservadora: explotar –mediante la es-
peculación– el valor de terrenos ubicados fuera
del área destinada a desarrollo y segregar del
cuerpo principal de la comunidad aquellos grupos
sociales y actividades que las clases dominantes
consideran problemáticos. Los urbanistas que
defienden el modelo de la periferia parecen no
darse cuenta de que están poniéndose a favor de
los especuladores del mercado sin sumar ningún
tipo de consideración ética. No se tiene en cuenta
el daño económico y social sufrido por la periferia
e incluso por las zonas residenciales. En otras pa-
labras, no se considera la ausencia de cultura.
» 9. Calidad arquitectónica: entre el
servicio y la profecía
Ninguna propuesta urbanística tendrá sentido
si no se basa en la calidad arquitectónica. Este
es un tema difícil. Si la ciudad y la arquitectura
deben estar al servicio de la sociedad, necesi-
tan ser aceptadas y entendidas por la sociedad.
Pero si la arquitectura es un arte, una labor cul-
tural, debe ser un acto de innovación hacia el
futuro en oposición a las prácticas establecidas.
La buena arquitectura no puede evitar ser una
profecía en conflicto con la realidad. El servicio
actual aquí y ahora frente a una profecía con-
testataria es un dilema difícil que la buena ar-
quitectura tiene que resolver.
A&P Continuidad N.10/6 - Julio 2019 · ISSN Impresa 2362-6089 - ISSN Digital 2362-6097
Las autopistas urbanas, las 7 formas de organi-
zar la movilidad en la ciudad de Le Corbusier, la
zonificación funcional, los centros direccionales
y las grandes áreas comerciales no han resuelto
los problemas sino que han destruido el carác-
ter y la función de muchas ciudades europeas.
» 10. La arquitectura como un proyecto
para la ciudad
No quiero concluir sin hacer referencia a otro
problema arquitectónico. Es evidente que hoy
en día existe una gran división en la diversidad
de la producción arquitectónica. Por un lado, hay
una escasa producción de grandes arquitectos
que se publica en revistas y se muestra en ex-
posiciones. Por el otro, hay superabundancia de
arquitectura real que se construye en nuestras
horribles zonas residenciales, a lo largo de nues-
tras costas turísticas, de los márgenes de las
autopistas, en nuestros centros comerciales. Se
trata de una muy mala arquitectura, la peor en la
historia, destruye ciudades y paisajes.
Existen muchas razones que pueden explicar
este fenómeno pero las más evidentes son la
peculiaridad tipológica de los grandes proyec-
tos y la comercialización de la arquitectura
vulgar. Los grandes proyectos ya no son capa-
ces de formular modelos metodológicos y es-
tilísticos; como resultado, la mayor parte de la
arquitectura vulgar ni siquiera puede recurrir
a una copia forzada.
Evidentemente hoy no estamos en condiciones
de exigir la creación de modelos académicos
como ha ocurrido en la historia de todos los es-
tilos. Tal vez la única posibilidad que tengamos
es la de establecer una norma que sea más me-
todológica que estilística: la arquitectura debe-
ría primordialmente ser una consecuencia de la
forma de la ciudad y del paisaje y debería parti-
cipar en su nueva configuración.
Este sería un buen instrumento para un nuevo
orden en oposición a elucubraciones autosufi-
cientes sobre qué es la buena arquitectura y a
Discurso tras la recepción del Premio Medalla de Oro del RIBA/Oriol Bohigas / p. 12 » 17
la ausencia de cultura en la arquitectura vulgar.
Comencé hablando de la ciudad como proyecto
arquitectónico y he terminado hablando de la
arquitectura como un proyecto para la ciudad.
Mi intención fue dar un discurso simple e infor-
mal en agradecimiento a la medalla. Pero veo
que ha resultado ser demasiado académico y,
en consecuencia, aburrido y pedante. Por fa-
vor, perdónenme. No pude resistir la tentación
de señalar estos diez puntos programáticos
sucesivos e interrelacionados que represen-
tan el resultado de la misión inicial de la polí-
tica urbanística en Barcelona. Estos puntos y
su coherencia metodológica no hubiesen sido
posibles sin el lineamiento político de nues-
tros tres alcaldes socialistas: Serra, Maragall y
Clos. El mérito es de ellos y son ellos los que
merecen nuestro agradecimiento •
NOTAS
1 - Nota del editor: se refiere a Josep Martorell
(1925-2017), David Mackay (1933-2014) y Albert
Puigdomènech (1944-2004).
2 - Nota del editor: se refiere a Narcís Serra, Pasqual
Maragall, Joan Clos.
Originariamente pronunciado en catalán, el texto fue
publicado en idioma inglés en el número 2 de Annals
d’arquitectura (abril del 2001), revista de la Escola
Tècnica Superior d›Arquitectura de Barcelona (ET-
SAB) de la Universitat Politècnica de Catalunya.
17
CONVERSACIONES »
Bechis, S. y Ranzini, M. (2019). El arquitecto como
gestor de proyectos de alcance público desde la
Universidad. A&P Continuidad (10), 18-27.

El arquitecto como gestor de proyectos de

alcance público desde la Universidad

Recibido: 7 de abril de 2019

Marcelo Ranzini por Sebastián Bechis Aceptado: 20 de junio de 2019

Español English

La siguiente conversación permite conocer el perfil de un profesional de la ar-

quitectura a cargo de la gestión de proyectos de alcance público. El arquitecto
Marcelo Ranzini, actual secretario de Infraestructura Universitaria de la Uni-
This conversation allows to know the profile of an architect who is in charge
of public-project management. The architect Marcelo Ranzini -Infrastructure
Secretary of the National University of Rosario- introduces the criteria that
E l arquitecto Marcelo Ranzini se ha formado
de manera paralela en el ámbito académico
y profesional. Estudió en diferentes universida-
etapa, el objetivo es profundizar sobre los dis-
tintos trabajos realizados en la oficina que di-
rige, dado que enfrenta y desarrolla proyectos
Dónde estudiaste, quiénes fueron los docentes
que marcaron tu recorrido académico y junto a
quiénes trabajaste en el ámbito profesional.
versidad Nacional de Rosario, desarrolla en este diálogo los criterios que defi- shape his ideas and actions. First of all, he describes the different stages of his des de Argentina y España y colaboró en estu- de alcance urbano arquitectónico con un alto
nen sus ideas y acciones. En primer lugar, recorre diferentes momentos de su academic and professional training in Argentina and Spain. Then, he explains dios de arquitectura de reconocidos profesio- grado de trascendencia pública. Marcelo Ranzini. Agradezco la entrevista y
formación académica y profesional en Argentina y España. Luego, explica el the way in which projects intended for significant urban fragments of the city nales. Lleva adelante una práctica profesional Pactamos el encuentro en su estudio de barrio poder participar en esta publicacion. En este
funcionamiento de la oficina que dirige donde se proyectan fragmentos urbanos and the region are dealt with in the department he manages. Finally, he analyzes independiente en la que ha obtenido premios Martin. A pesar de la tarde gris, el espacio era ejercicio de recordar mis inicios, no puedo dejar
significativos de la ciudad y la región. Finalmente, profundiza en las estrategias the intervention strategies for ‘Ciudad Universitaria Rosario’ (CUR). Thus, key en concursos de arquitectura a nivel provincial luminoso. Dos ventanales vinculaban un patio de mencionar mi formación técnica en la escue-
de intervención para la Ciudad Universitaria Rosario (CUR). En este recorrido issues related to project development and management, the actors involved, y nacional. En la actualidad es secretario de In- silencioso y el centro de manzana. La conversa- la ENET N°5 donde recibí el título de Maestro
se debaten temas centrales de la elaboración y gestión de proyectos, la articula- and, architecture competition as a democratic tool to validate the proposals, fraestructura Universitaria de la Universidad ción se desarrolló en torno a una mesa rodeada Mayor de Obras y Técnico Constructor. Este
ción de los mismos con los actores involucrados y los concursos de arquitectura are discussed. Nacional de Rosario. de maquetas y dibujos de su producción profe- fue mi primer acercamiento a la profesión y es-
como herramienta democrática para validar las propuestas. En el marco de la reflexión sobre la dimensión sional independiente. pecíficamente al proyecto, algo que me intere-
pública de la arquitectura es importante cono- só siempre, aunque desde una óptica diferente
cer el perfil de los profesionales a cargo de la Sebastián Bechis. Si bien, el tema que nos convo- en mis comienzos. Fue un acercamiento con
gestión de proyectos de alcance público den- ca es conversar sobre la dimensión pública de una matriz técnica que generó en mí una mira-
tro de nuestra Facultad y Universidad en tanto la arquitectura desde tu rol actual en la gestión da práctica y concreta. Con esta formación in-
consultoras privilegiadas de los distintos nive- como secretario de Infraestructura Universita- gresé a la universidad, conociendo sistemas de
les administrativos del Estado. ria de la UNR, me parece importante comenzar representación y modos de construcción. Esa
La propuesta es recorrer diferentes momentos por recorrer aspectos relevantes de tu trayec- sensación de creer saber de los primeros años
Palabras clave: proyecto, gestión, urbano, arquitectónico, Ciudad Uni- Key words: project, management, urban, architecture, Ciudad de su formación para conocer los criterios que toria, quizá no tan relacionados con este cargo. me alejó de la apertura y humildad necesarias
versitaria Rosario Universitaria Rosario definen sus ideas y acciones. En una segunda Resulta interesante saber sobre tu formación. para entender la complejidad de la arquitec-

18 El arquitecto como gestor de proyectos de alcance público desde la Universidad / Sebastián Bechis / p. 18 » 27 A&P Continuidad N.10/6 - Julio 2019 · ISSN Impresa 2362-6089 - ISSN Digital 2362-6097 A&P Continuidad N.10/6 - Julio 2019 · ISSN Impresa 2362-6089 - ISSN Digital 2362-6097 El arquitecto como gestor de proyectos de alcance público desde la Universidad / Sebastián Bechis / p. 18 » 27 19
 tura. En cuarto año de la facultad hice un clic
al cursar en una cátedra de Proyecto con do-
centes como Marcelo Perazzo y Fabián Llonch,
quienes me aportaron una mirada totalmente
distinta hasta el momento. En paralelo, y como
colaborador en concursos de arquitectura en el
estudio de Perazzo, conocí a Mario Corea y me
relacioné con algunos estudiantes con quienes
tuve una transmisión horizontal importantísi-
ma en mi formación. Con esos futuros arquitec-
tos de mi generación, entre los que te incluyo,
Sebastián, se generó una sana competencia en
la que aprendimos al mirar lo que el otro hacía.
Era importante esa conexión entre alumnos y
profesores, que conformaban los equipos de
los concursos de arquitectura del momento.
En esos años tuve mi primera aproximación a la
gestión en el centro de estudiantes. Mi partici-
pación fue breve pero creo interesante. Partici-
pé en el armado de un ciclo de charlas en las que
aportaron Gerardo Caballero y Jorge Lestard,
entre otros. Interesante fue sacar una cancha
de ping pong ubicada en el medio del centro de
estudiantes (risas) y armar un espacio de arte
en donde hicimos una exposición con los ma-
gistrales dibujos de Alfredo Llusá. Con el correr
del tiempo me alejé de la actividad política es-
tudiantil. Reconozco la importancia de aquellos
años ya que fueron de alguna manera el antece-
dente para participar en la gestión universitaria
desde el cargo de Secretario de Infraestructu-
ra Edilicia.
SB. Encuentro vinculación en algunas cosas que
mencionás. La formación en una escuela secun-
daria técnica pública, en mi caso el Instituto
Politécnico Superior, dependiente de la Uni-
versidad. Comparto esa sensación de arrancar
la facultad con algunos conocimientos adquiri-
dos. Pero me gustaría destacar que las escuelas
técnicas brindaban en los talleres un oficio una
Figura 1. Predio del Centro Universitario Rosario. Figura 2. Esquema de usos: aularios - torres - talleres - gestión - centro
de convenciones - nodo social - cultural y deportivo - residencias - sede de gobierno. Figura 3. Esquema de circulación: experiencia práctica en construcción. En la fa-
estacionamiento- circulación vehicular - circulación peatonal. Estudios Previos Masterplan CUR. Fuente: Dirección de
Construcciones Universitarias - Secretaría de Infraestructura Universitaria - UNR. cultad de los años 90 que nos tocó cursar, esta
20 El arquitecto como gestor de proyectos de alcance público desde la Universidad / Sebastián Bechis / p. 18 » 27 A&P Continuidad N.10/6 - Julio 2019 · ISSN Impresa 2362-6089 - ISSN Digital 2362-6097
formación existía pero de una manera distan-
te. Si miramos el vaso medio lleno, el hecho de
transitar una facultad luego de haber realizado
en la secundaria experiencias como levantar y
revocar una pared, colocar revestimientos y
aprender a usar regla, plomada y nivel, te dan
otra perspectiva.
MR. Sí, creo que en ese momento la facultad
no hacía hincapié en esos temas y no había
espacios físicos para estas experiencias. A su
vez había una desconexión entre las cátedras
de Proyecto y las cátedras de Construcción o
Materialidad. Eran ámbitos separados, com-
partimentados y hasta enfrentados. Recuerdo
que en esa época nuestros estudios participa-
ron en un ciclo de charlas de jóvenes arquitec-
tos organizadas por el Colegio de Arquitectos
y en tu charla, Sebastián, contaste un trabajo
que habías realizado colaborando con Marce-
lo Ponzellini, en el cual las medidas de la casa
se definían específicamente por la cantidad de
unidades del elemento de construcción, que en
ese caso se trataba de un ladrillo determinado
Figura 4. Corte transversal Aulario CUR. Fuente: Dirección de Construcciones Universitarias - Secretaría de Infraestructura
ya comprado… Universitaria - UNR. | Figura 5. Imagen digital. Aulario CUR. Fuente: Dirección de Construcciones Universitarias - Secretaría
de Infraestructura Universitaria - UNR.
SB. Lo recuerdo perfectamente. Decíamos este
muro mide: 20 ladrillos de largo. los talleres de proyecto construyeron reflexio- 40 años” hoy no me suena ilógica. Mi formación
nes en diversas líneas que se retroalimentaron en el extranjero tiene que ver con buscar un
MR. Creo que esa relación entre proyecto y con la iniciativa de arquitectos locales, como aprendizaje que no se transmite en los libros.
construcción es lo que se debería enseñar. el Grupo R, que trabajaron en la llegada de ar- Con la idea de tener que vivir para aprender
Las dimensiones y proporciones son impor- quitectos internacionales. Nuestra generación y, seguramente, también con alguna crisis que
tantes, como lo es también el ajuste métrico se formó en este ámbito mixto y motivado por siempre anda dando vueltas en este país y te
preciso a los elementos de la construcción esta apertura. Muchos se desarrollaron traba- hace buscar otros recorridos. Uno lee, estudia,
que se van a utilizar. Encuentro valor en esa jando o estudiando en el extranjero. ¿Cómo fue pero cuando proyecta solo o en equipo no hay
aproximación por esa formación inicial técni- tu experiencia? currículum o historial que te salve, es un partido
ca que compartimos. de fútbol que hay que jugar.
MR. Comparto totalmente, sentíamos esa ne-
SB. Hablamos sobre tu formación y mencionas- cesidad de conocer y tomamos conciencia de SB. Me gustan las metáforas deportivas para
te eventos en los que se vinculan el ámbito aca- que para ser arquitecto había que tener cierta transmitir conceptos. Sobre esta idea que traés
démico y profesional. En la década del noventa experiencia que permita entender la comple- a la charla, en la Facultad de Arquitectura Ani-
en Rosario hubo una complementariedad de jidad que encierra esta hermosa carrera. La bal Moliné nos decía que cada proyecto es una
estos ámbitos. En la Facultad de Arquitectura famosa frase: “Se es arquitecto a partir de los experiencia singular e irrepetible. En cada pro-
A&P Continuidad N.10/6 - Julio 2019 · ISSN Impresa 2362-6089 - ISSN Digital 2362-6097 El arquitecto como gestor de proyectos de alcance público desde la Universidad / Sebastián Bechis / p. 18 » 27 21
 experiencia fue distinta. Con un centro de asis-
tencia primaria de 1600 m2, recorrí todo el pro-
ceso desde el concurso hasta su construcción y
esto permitió comprender cómo la arquitectura
se concreta en la obra. Respeto la validez de los
proyectos dibujados, incluso mi tesis doctoral
trabaja sobre los proyectos no construidos de
Wladimiro Acosta. En mi tesis dibujé y construí
los modelos para visualizarlos y recorrerlos de
otra manera.

SB. Me interesa detenerme en la idea de evo-

Figuras 6 y 7. Edificio de Investigación e Innovación para el Desarrollo de la UNR. Etapa 1. Fuente: Dirección de Construcciones Universitarias - Secretaría de Infraestructura Universitaria - UNR.
yecto se vuelve a la línea de largada, con más
experiencia, entrenamiento y conocimientos,
pero cada vez se debe realizar un nuevo reco-
rrido por diferentes lugares, programas y esca-
las. Cada proyecto es una experiencia nueva.
MR. Albert Viaplana decía algo parecido. De to-
das formas por más que uno tenga experiencia,
en cada nuevo recorrido no está asegurada una
buena llegada (Risas).
SB. Viviste en España, en donde estudiaste y
trabajaste profesionalmente. ¿Qué podés des-
tacar de esa experiencia?
MR. Quería estudiar en la Universidad de Na-
varra y me inscribí en una beca que otorgaba la
Universidad Torcuato Di Tella. Marcelo Villa-
fañe me dio el contacto de Oscar Fuentes que
era el encargado del vínculo en ese momento.
En paralelo me presento al concurso de Clarín
y la Sociedad Central de Arquitectos y tengo la
suerte de sacar el primer premio. El premio era
una pasantía en el estudio de Mario Roberto
Álvarez. La anécdota graciosa es que el jurado
estaba presidido por Clorindo Testa (Risas). En
el año 2003 empiezo a trabajar en el estudio
y simultáneamente participo de un concur-
so interno entre 20 arquitectos para la beca
a Navarra. Los dos trabajos se superponían y
tuve que abandonar uno. Renuncié al concurso
para la beca. Seguí teniendo ganas de hacer la
experiencia en el exterior y producto de estos
vínculos horizontales de nuestra generación,
durante mis últimos días en el estudio de Mario
Roberto Álvarez, me llamó Diego Nakamatsu
con quien compartí mi época de facultad. Este
llamado me convocó a trabajar en el estudio de
Mario Corea en Barcelona. En una semana viajé
a España y ya en el estudio de Mario Corea me
presenté a una beca para estudiar en la Univer-
sidad de Navarra (Pamplona). Gané la beca. Tra-
bajaba de lunes a jueves en el estudio y viajaba
400 km a Pamplona para cursar y estudiar el
máster de jueves a domingo.
SB. En tu experiencia profesional participaste
de obras de envergadura y complejidad, con
muchas variables a contemplar, muchas de ellas
ganadas por concurso. ¿Este recorrido amplio
por la profesión te ha dado una visión particular
sobre algunos temas?
MR. Sí. La experiencia integral de participar de
un concurso, ganarlo, hacer el proyecto básico
ejecutivo y finalmente construirlo, solamente
pude lograrlo en España. Lamentablemente en
Argentina hemos ganado varios concursos, pero
no hemos podido avanzar después del premio.
Sin dudas, transitar ese recorrido es fantástico y
cuando esto lleva un tiempo prolongado, que se-
gún la magnitud de la obra, puede ser 4 o 5 años,
permite una maduración y una evolución del
proyecto que llega a resultados sorprendentes.
Estos procesos en nuestro país son cortados,
arrancan bien, pero no se concretan y buenos
trabajos que han sido premiados se quedan sin
esa concreción. En alguno de los proyectos que
ganamos hemos llegado a desarrollar el proyec-
to ejecutivo como en el Centro Cultural de Mar
del Plata o el Predio Ferial de Mendoza, pero no
han sido construidos. En cambio, en España la
lución y maduración de los proyectos. Se tiene
una visión idealista en tanto el proyecto es un
momento que termina y cierra para dar paso a
la ejecución. Se los considera compartimientos
estancos: proyecto y ejecución. Sin embargo,
en nuestro contexto y coyuntura esto no es así.
Nuestra experiencia nos ha demostrado que en
cada instancia surgen cambios y modificacio-
nes que se deben absorber. Se proyecta hasta
el final con el desafío de no perder la esencia de
la propuesta original.
MR. Volviendo sobre la idea del vaso medio
lleno y el vaso medio vacío, actualmente en Es-
paña y también en casi toda Europa, se están
viviendo grandes contradicciones. Producto de
la aprobación del nuevo código de edificación
que incluye tantas reglamentaciones y norma-
tivas, que en teoría garantizan una mayor ca-
lidad en las construcciones, se generan tantas
restricciones que, sumadas, atentan contra la
concreción de espacios. El ejemplo claro está
en las escaleras que han sido un tema central
de la arquitectura y que, producto de las res-
tricciones que se piden para cumplir como vías
de evacuación, han perdido toda elaboración
espacial. También los espesores mínimos que
se deben usar para ciertos materiales, como
el hormigón, van en contra de sus posibilida-
des plásticas. En nuestro medio esto no es así Figura 8. Proyecto de Avenida de la Universidad, tramo calles Pasco a Ituzaingo. Fuente: Secretaría de Planeamiento de Rosa-
rio - Secretaría de Hábitat de la Provincia de Santa Fe - Secretaría de Infraestructura Universitaria UNR. CUR - Proyecto de
todavía y, por lo tanto, tenemos una mayor Transformación Urbana, disponible en: https://unr.edu.ar/cur-transformacion-urbana.

22 El arquitecto como gestor de proyectos de alcance público desde la Universidad / Sebastián Bechis / p. 18 » 27 A&P Continuidad N.10/6 - Julio 2019 · ISSN Impresa 2362-6089 - ISSN Digital 2362-6097 A&P Continuidad N.10/6 - Julio 2019 · ISSN Impresa 2362-6089 - ISSN Digital 2362-6097 El arquitecto como gestor de proyectos de alcance público desde la Universidad / Sebastián Bechis / p. 18 » 27 23

Figura 9. Proyecto de Avenida de la Universidad, tramo calle Viamonte. Estado actual (izquierda) y proyecto (derecha). Fuente: Secretaría de Planeamiento de Rosario - Secretaría de Hábitat
de la Provincia de Santa Fe - Secretaría de Infraestructura Universitaria UNR. CUR - Proyecto de Transformación Urbana, disponible en: https://unr.edu.ar/cur-transformacion-urbana
flexibilidad aunque esta falta de rigurosidad a
veces hace caer nuestros posibles trabajos por
la precariedad de los medios de producción, las
pocas posibilidades que tiene la industria de la
construcción y la falta de profesionalismo de las
empresas constructoras. El vaso medio lleno en
nuestro medio está en sacar partido a esa liber-
tad, conscientes de los riesgos que esto implica.
SB. Coincido con tu argumento de que en algu-
nos países más desarrollados las restricciones
aseguran cierta calidad en las construcciones,
pero esto no garantiza elaboraciones arqui-
tectónicas buenas. En nuestra región mayo-
ritariamente adolecemos de rigurosidad y
profesionalismo en los procesos de proyecto
y construcción y esto atenta contra la concre-
ción de muchas de las obras que necesitamos.
¿Cómo impacta este diagnóstico en tu gestión
al frente de la Secretaría de Infraestructura
de la UNR? Y por otro lado, ante esta lectura,
¿cómo es la cocina de una oficina en la que se
desarrollan múltiples tareas? ¿Cómo se gestan
los proyectos? ¿Tienen una metodología para
el abordaje? ¿Plantean distintos enfoques se-
gún las escalas? ¿Cómo se organiza el trabajo
en equipo?
24 El arquitecto como gestor de proyectos de alcance público desde la Universidad / Sebastián Bechis / p. 18 » 27
MR. La Secretaría de Infraestructura se deno-
minó así en la gestión del rector Héctor Floria-
ni, anteriormente se llamaba Secretaría de Po-
lítica Edilicia. Actualmente alberga dos áreas,
una abocada al mantenimiento y otra, que es
la Dirección de Construcciones Universitarias,
que cuenta con una planta permanente de ar-
quitectos e ingenieros que vienen trabajando
hace más de 30 años. Es un grupo heterogéneo
en edades y formación, con algunos docentes
y otros solo profesionales. La responsabilidad
que tiene la Secretaría es la planificación y de-
finición proyectual de todas las intervenciones
que se hagan en todos los edificios y predios
pertenecientes a la UNR. La UNR está com-
puesta por muchos edificios y varios campus:
el CUR (Ciudad Universitaria Rosario), el predio
de Zavalla donde funciona la Facultad de Agro-
nomía, el de Casilda con la Facultad de Veteri-
naria, el área centro, que está integrada por las
Facultades de Derecho, Humanidades y Artes,
la Sede de la Universidad; y también los cole-
gios secundarios Politécnico y el Superior de
Comercio y el CUAS (Centro Universitario Área
Salud) que incluye las Facultades de Odontolo-
gía, Ciencias Médicas y Bioquímica. Esto pre-
senta una gran complejidad y por momentos la
A&P Continuidad N.10/6 - Julio 2019 · ISSN Impresa 2362-6089 - ISSN Digital 2362-6097
oficina se encuentra desbordada. Anteriormen-
te, los proyectos se ejecutaban en la oficina con
presupuesto de la Nación. Se presentaba una
gran dificultad en obtener presupuesto para el
mantenimiento de los edificios y prácticamente
no había fondos para el mismo. Desde la gestión
de Héctor Floriani se creó un fondo propio de
preservación y conservación de edificios apun-
tado a hacer pequeñas intervenciones para el
mantenimiento del patrimonio y, por otro lado,
se siguió buscando financiamiento para obras
de mayor envergadura. Esto generó una diná-
mica totalmente distinta en la oficina. En 2017
y 2018 hicimos alrededor de 50 obras por año.
Desde renovaciones de instalaciones hasta la
nueva plaza del CUR. Obras de distintas escalas
y características, de mantenimiento y nuevas,
que pudieron ser realizadas con presupues-
to propio en una situación económica general
compleja en cuanto a las limitaciones.
SB. Entre estas dos unidades diferenciadas por
sus tareas que tiene la oficina, la abocada a pro-
yectos en los grandes campus enfrenta proble-
máticas que trascienden lo arquitectónico y se
involucran en la definición de fragmentos urba-
nos. ¿Cuáles te han generado un mayor desafío?
MR. Puedo destacar dos que están relacionados.
Cuando asumí como secretario pude ver que las
áreas no contaban con planes generales (o mas-
ter plan), había propuestas fragmentadas para
Casilda, Zavalla, CUR o CUAS. Nos propusimos
iniciar el proceso para la elaboración de estos
master plan con los recursos disponibles para
que cada intervención que se hiciera se encua-
drara en una estrategia general. Y también para
que las intervenciones trasciendan al secretario
de turno. Aspiramos a que la Dirección de Cons-
trucciones Universitarias tenga autonomía y que
se gestione sobre una hoja de ruta.
SB. Una hoja de ruta a corto, mediano y largo
plazo es indispensable.
MR. Eso en esta universidad es una tarea
abrumadora, pero la hemos iniciado. Hemos
transmitido la necesidad de esta herramienta y
trasladamos a las unidades académicas la con-
ciencia sobre su utilidad. En el caso particular
de Casilda hemos articulado la participación
de todos los actores involucrados. Se relevaron
las necesidades de la escuela agrotécnica y de la
Facultad de Veterinaria, y se realizó un workshop
con estudiantes y docentes de la FAPyD; tam-
bién se convocó a la Municipalidad de Casilda y
los responsables de la provincia. Esto es intere-
santísimo, pero lleva tiempo.
SB. Mencionaste la participación de la FAPyD.
Los profesores de Proyecto Arquitectónico y
los tutores de Proyecto Final de Carrera (PFC)
muchas veces participamos de proyectos en
el CUR. Los PFC son una reflexión proyectual
amplia, desde lo urbano a lo arquitectónico,
dentro de un marco teórico que logra un desa-
rrollo profundo en algunos aspectos durante
aproximadamente dos años de elaboración. Si
bien son un ejercicio académico, en el taller que
integro impulsamos la consideración de prácti-
camente todas las variables de la realidad pro-
A&P Continuidad N.10/6 - Julio 2019 · ISSN Impresa 2362-6089 - ISSN Digital 2362-6097
fesional. Me gustaría aclarar que la idea no es
que trabajos de grado reemplacen a la reflexio-
nes de los arquitectos sino que los trabajos de la
FAPyD permitan disponer de una mayor masa
crítica para ampliar la exploración. ¿Podrían
estos trabajos debidamente seleccionados y
compaginados conformar un banco de datos y
relevamientos? ¿Ayudarían estas exploracio-
nes proyectuales a alimentar sus diagnósticos y
análisis de los distintos sectores? ¿Evalúan arti-
cular estas colaboraciones dentro del organis-
mo público al cual pertenecemos?
MR. Sin dudas considero que se debe fomentar
la vinculación y colaboración entre la FAPyD,
la Secretaría de Infraestructura Universitaria
y la Dirección de Construcciones. Tenemos la
intención de generar ejercicios proyectuales
en la FAPyD para alimentar los proyectos. En
el Arquisur se vio claramente. El taller de ideas
muy bien llevado por Alejandro Beltramone
evidenció que el tema de la Ciudad Universi-
taria requiere un debate más amplio. Sin dudas
hay una discusión política sobre lo que se debe
hacer. Hoy estamos llevando adelante una ac-
ción conjunta con el municipio y la provincia: el
traslado de las 300 familias que están asenta-
das en los terrenos de la universidad. Estamos
trabajando en el nuevo perfil definido por la
avenida que queremos se lea como un paseo. El
ensanchamiento genera una escala más acorde
entre el tejido residencial y la Ciudad Universi-
taria. Esta operación tiene como objetivo dejar
vacantes los terrenos del CUR para la nueva
planificación. La planificación está abierta a de-
bate. A raíz de nuestro entendimiento sobre la
complejidad del tema estamos pensando cuál
es la mejor herramienta para abordarlo. Partici-
pé como crítico en la presentación final de la ex-
periencia proyectual del Arquisur y opiné que la
condición pública de la universidad no implica
que deba donar directamente sus espacios para
uso público. En esa línea está la discusión. Tene-
El arquitecto como gestor de proyectos de alcance público desde la Universidad / Sebastián Bechis / p. 18 » 27
mos que ser conscientes de cuáles son los espa-
cios de uso compartido con la comunidad, pero
pertenecientes a la universidad.
SB. En una lectura a gran escala, el CUR ocupa
un lugar protagónico en la ciudad por su posición
estratégica en la intersección del eje este-oeste
que define la Av. Pellegrini y el final de la costa
pública rosarina. La continuidad de estos espa-
cios públicos y equipamientos colectivos termi-
nan en el parque Urquiza frente al CUR. En esa
aproximación el CUR puede entenderse como el
remate de la costa pública rosarina o pensarse
como el enlace hacia el sur con el parque Italia
y, por qué no, el parque Sur. ¿Cómo incide esta
lectura estratégica en los criterios generales del
master plan? Por otro lado, en una aproximación
más cercana, el CUR tiene un horario de uso a lo
largo del día que da gran vitalidad al barrio, pero
tiene periodos en los cuales se cierra totalmente.
¿Cómo piensan este límite entre lo público y lo
privado? ¿Se plantea la atravesabilidad del CUR
por la ciudad? ¿Se plantean nuevos programas?
MR. Cuando desde la Secretaría tuvimos que
presentar el proyecto, junto a la Municipalidad
y la Provincia ante el Ministerio de Educación
en Buenos Aires se nos exigió validar esa nece-
sidad de suelo. En ese momento planteamos un
master plan ambicioso y tal vez un poco sobredi-
mensionado, pero fue indispensable para lograr
el objetivo de trasladar las viviendas. Esto llevo
a un replanteo de algunas obras que se estaban
desarrollando en el CUR y habilitó nuevas re-
flexiones. Una de ellas era sobre la Avenida de
la Universidad o paseo, como me gusta llamarlo.
Es una avenida diferente por varios motivos; en
su trazado tiene un doble giro a 90° en el cual
se generaría un intercambiador de transpor-
te. Si bien presenta un ensanchamiento y una
escala mayor, propone un tránsito ralentizado
que mejora la relación con el parque Urquiza y
el parque Italia sin quitar fluidez en la relación
25
con el barrio. El borde inferior del CUR es más
complejo. Por un lado en ese tramo se da la tran-
sición entre avenida y circunvalación, y también
la barranca natural se modifica por la obra vial.
El puerto es una preexistencia muy fuerte que
sigue creciendo. La transición entre cota alta y
cota baja es de gran complejidad. En la relación
con el parque Urquiza nos interesa explorar un
vínculo que sea algo más que un puente. En las
reuniones que participé he tratado de reempla-
zar la idea de un puente por la de una platafor-
ma que trascienda el simple paso vehicular. Se
evitó el paso de transporte público, sí el auto,
las bicicletas y los peatones, y se pensó en una
articulación de varios puentes que generen una
plataforma que garantice una mayor conectivi-
dad. Dentro de los diferentes programas ana-
lizados imaginamos en la esquina, por su situa-
ción de proa, un edificio singular como un centro
de convenciones y que seguramente debería ser
resuelto por un concurso. El programa debería
contemplar el uso colectivo no solo de la univer-
sidad sino de la ciudad también. Pensamos que
las conexiones que se puedan ir articulando en-
tre la ciudad y la universidad no sean solamente
por ceder suelo sino por establecer ciertos pro-
gramas que fortalezcan estos vínculos.
SB. El CUR engloba muchas unidades académi-
cas pero no cuenta con ningún espacio, cerra-
do o abierto, que habilite el intercambio entre
estudiantes y profesores de distintas áreas. ¿Se
piensa en la incorporación de algún programa
en este sentido?
MR. En ese sentido estamos trabajando en va-
rias cosas. Una es pensar al CUR como un cam-
pus universitario. Intentamos restringir el uso
del auto en su interior. La problemática del auto
se podría reformar con la mejora de la accesibi-
lidad del transporte público. La nueva avenida
va a tener varias paradas a lo largo de su reco-
rrido. Pero el tema del estacionamiento debe-
mos resolverlo en el interior porque restringir
el ingreso de autos generaría un conflicto en el
sector. Estamos trabajando en eso, pensando
en edificios que llamamos silos que nos permi-
tan acumular autos en los bordes que minimi-
cen el recorrido interno de los mismos. De esta
manera lograríamos una mayor vinculación
peatonal entre los edificios generando un cam-
pus abierto a la naturaleza y al paisaje. Tenemos
una arboleda fantástica que debemos incre-
mentar y cuidar. Estas son las variables que es-
tamos analizando. También estamos pensando
en articular algunos programas que nos permi-
tan vincular a las facultades. Históricamente,
la universidad está conformada por facultades
que se han ido juntando y eso genera una com-
plejidad propia. Somos un compendio de facul-
tades autónomas con edificios muy distintos
y funcionamientos diferentes y carecemos de
interrelaciones. Estamos pensando una biblio-
teca central, un espacio de alta conectividad,
un ámbito en que todos los estudiantes puedan
reunirse a estudiar y desarrollar sus trabajos, o
reuniones incluso generando interacciones en-
tre distintas áreas y disciplinas. Posiblemente
hoy somos carentes en este aspecto.
SB. Mencionaste algunos programas que posibi-
litarían en un campus universitario la interacción
de las distintas áreas/disciplinas. Biblioteca cen-
tral, mediateca, espacios de estudio, comedor o
alojamiento temporario para estudiantes o do-
centes invitados ¿están entre las opciones? ¿Se
piensa en el concepto de edificios polivalentes?
MR. Coincidimos con ese diagnóstico. Según
el último censo realizado en 2016, aproxima-
damente 9.000 estudiantes de la UNR son de
ciudades cercanas y residen en Rosario para
cursar sus carreras. Este es un dato concreto
que permite pensar en alguna residencia para
estudiantes. También para docentes que visitan
a las facultades por congresos o concursos, po-
dría haber un alojamiento temporario. Esto de-
bería gestionarse globalmente verificando que
los alumnos cursen y aprueben debidamente
para acceder a estos beneficios como en otras
universidades del mundo. Se está trabajando
en los comedores, y también en concebir luga-
res para actividades deportivas para básquet,
futbol y también una nueva piscina o gimnasios,
que puedan ser usados por los estudiantes y
docentes y también por los vecinos. De esta
manera construiríamos vinculaciones a través
de los programas. Esto nos parece mucho más
interesante que la donación de una plaza que si
bien puede darse, no promueve una mejora sus-
tancial para la vida de los vecinos.
SB. Invertir en la infraestructura deportiva del
CUR y habilitar el uso en distintos horarios por
la comunidad es una interesante estrategia
para desdibujar sus límites. Esta idea podría
extenderse al uso de la biblioteca y mediateca
o a la incorporación de talleres y jardines de
niños que contengan a familiares de docentes
y alumnos y de vecinos del barrio. Un master
plan con una estructura circulatoria clara, una
jerarquización de los ingresos, la incorporación
en lugares estratégicos de nuevos programas y
edificios que generen recorridos internos y de-
finan vínculos con el exterior parecen aspectos
necesarios. Podemos concluir que todas estas
intervenciones debidamente articuladas según
prioridades relevadas, etapas posibles y flujos
de inversión disponibles son una herramienta
indispensable para avanzar. Finalmente, te invi-
to a pensar sobre cuál es el espacio para cons-
truir una reflexión colectiva en la que participan
todos los actores involucrados. En ese sentido,
¿qué pensás del concurso como herramienta?
MR. Me considero parte de una generación de-
fensora a ultranza del concurso. Sé lo que se pue-
de lograr con esa herramienta, pero también sé
que en otros países este mecanismo está mucho
más aceitado. Reconozco que la gestión tiene tagonismo urbano que destacamos, creo que
una complejidad mayor a la que se ve y alinear la herramienta más democrática para validar
muchas variables para lograr concretar una obra una propuesta por todos los intervinientes es el
es difícil, y más aún con los compromisos que se concurso de arquitectura.
asumen con un concurso. Creo que antes de con-
vocar a un concurso tenemos que tener mayores MR. Comparto esta reflexión. Estas decisiones
certezas sobre algunos temas fundamentales deben trascender a los funcionarios de turno •
como, por ejemplo, realizar financiamientos y
programas precisos, para no caer en una historia
muchas veces repetida de concursos no construi-
dos. En lo personal, no tengo dudas que una vez
Marcelo Ranzini. Arquitecto (FAPyD-UNR, 2001).
definido el lugar y el programa para el centro de
Máster en Diseño Arquitectónico (Universidad de
convenciones, ese edificio debe ser concursado,
Navarra). Doctor en proyectos arquitectónicos (Uni-
pero reconozco que para desarrollar un master
versidad Politécnica de Catalunya). Primer Premio
plan, el recorrido es tan complejo que dudo que el
Fundación Arquitectónica, destinado a Jóvenes ar-
concurso sea la herramienta indicada. Sí creo que
quitectos. Primer Premio del Concurso Nacional de
para acercarnos a algunas precisiones o certezas
la Sociedad Central de Arquitectos y Clarín. Trabajó
debemos articular otro tipo de estructuras en las
con Mario Roberto Álvarez y Asociados y con Mario
cuales se involucre a la FAPyD para intervenir en
Corea Aiello. En el año 2010, establece su propio
el CUR. Esto no depende solo de la voluntad de
estudio en Barcelona, desarrollando concursos na-
una secretaría sino que requiere decisión política
cionales e internacionales y obra privada. Su obra ha
para concretarse. Hoy llevar adelante un concur-
sido publicada en América, Europa y Asia.  Desde el
so de ideas vinculante para el master plan del CUR
año 2016 es Secretario de Infraestructura Universi-
presenta una complejidad muy grande. Entende-
taria de la UNR. Desarrolla su actividad profesional
mos que un concurso nos va aportar cosas, pero
con bases Rosario y Barcelona. Profesor de proyec-
no podemos quedar estáticos en una propuesta.
tos en la Universidad Internacional de Cataluña, Pro-
Tal vez se puedan establecer mecanismos dife-
fesor asistente en el City College of New York, y pro-
rentes, por los cuales el equipo ganador forme
fesor invitado en diferentes escuelas de arquitectura
parte por un tiempo de la elaboración en conjun-
y diseño. Actualmente es docente en la FAPyD y en la
to, pero seguro no es la modalidad de concurso
Universidad Abierta Interamericana.
tradicional que todos conocemos.
SB. Entiendo tus argumentos, posiblemente
se necesiten varios concursos, y a su vez, cada
escala requeriría distintas modalidades de con-
curso. El desafío está en encontrar una manera Sebastian Bechis. Arquitecto (FAPyD-UNR, 2000).
ágil que permita obtener las mejores propues- Profesor Adjunto de Proyecto Arquitectónico
tas en cada escala de intervención. Es esencial (FAPyD-UNR). Desarrolla su práctica profesional en
el enunciado de la problemática para entender el Estudio Bechis Arquitectos con el que ha obtenido
el crecimiento y la adaptabilidad en el tiempo premios en concursos de arquitectura a nivel nacio-
de una institución. Cuando la problemática nal e internacional. Las obras del estudio han forma-
abordada incluye a diferentes actores de la ciu- do parte de publicaciones, muestras y exposiciones.
dad con distintos intereses, más aún, cuando Forma parte del Comité editorial de A&P Continuidad.
el fragmento urbano a intervenir tiene el pro- sebastianbechis@gmail.com

26 El arquitecto como gestor de proyectos de alcance público desde la Universidad / Sebastián Bechis / p. 18 » 27 A&P Continuidad N.10/6 - Julio 2019 · ISSN Impresa 2362-6089 - ISSN Digital 2362-6097 A&P Continuidad N.10/6 - Julio 2019 · ISSN Impresa 2362-6089 - ISSN Digital 2362-6097 El arquitecto como gestor de proyectos de alcance público desde la Universidad / Sebastián Bechis / p. 18 » 27 27
 »
Valderrama, A. y Jáuregui, J. M. (2019) La vivienda
como urbanismo. A&P Continuidad (10), 28-35.

La vivienda como urbanismo

Recibido: 11 de marzo de 2019

Jorge Mario Jáuregui por Ana Valderrama Aceptado: 17 de mayo de 2019

Español English

La presente conversación entre Ana Valderrama y Jorge Jáuregui intenta pro-

veer una mirada crítica sobre el proyecto y la gestión de la vivienda social en La-
tinoamérica. El artículo plantea el desafío de pensar la complejidad física, social
y ambiental que implica hacer ciudad en contextos dinámicos, altamente conflic-
tivos, donde el proyecto de la vivienda trasciende la casa e incorpora todas las
infraestructuras necesarias para propiciar la cohesión social. Así, la arquitectu-
ra podría ser pensada como una urbanidad catalizadora de la vida social y co-
lectiva, rearticuladora del territorio y potenciadora de las identidades locales.
En el transcurso del diálogo, Jorge Jáuregui recorre críticamente el legado de la
modernidad, proponiendo alternativas a la tabla rasa, la segregación por funcio-
nes, la repetición infinita de la misma tipología y el concepto de desarrollo. Ade-
más, despliega una serie de temas prioritarios vinculados al diseño y la gestión
de la vivienda de obra pública, que debieran estar en la agenda de las políticas
públicas de los gobiernos latinoamericanos. Se espera que este escrito interpe-
le los modos habituales de pensar las ciudades latinoamericanas tendiendo a
modelos de justicia ambiental, social y física, en relación con estrategias para
dinamizar la economía popular relativas a la generación de trabajo y renta, arti-
culadas al urbanismo social.
Palabras clave: ciudad, arquitectura, economías populares
This conversation between Ana Valderrama and Jorge Jáuregui attempts
to provide a critical view of social housing project and management in Latin
America. The article proposes the challenge of thinking about the physical, so-
J orge Jáuregui es arquitecto, graduado de la
Facultad de Arquitectura, Planeamiento y
Diseño de la UNR en el año 1971. Desde su exilio
cial and environmental complexity that city shaping implies taking into account político en Río de Janeiro (1979), ha demostra-
the highly conflictive contexts where the project goes beyond the "house" and do un profundo compromiso con la profesión y
incorporates all the necessary infrastructures to promote social cohesion. la vida académica. Sus prácticas han hecho foco
Thus, architecture could be thought as a kind of urbanism able to catalyze so- fundamentalmente en la habitación de interés
cial and collective life, rearticulate the territory and enhance local identities. social y sus implicaciones urbanísticas, arquitec-
During this interview, Jorge Jáuregui critizes the legacy of modernity introduc- tónicas y ambientales, redundando en la califica-
ing alternatives to the tabula rasa, the segregation by functions, the endless ción de las periferias urbanas, a partir de generar
repetition of the same typology and the concept of development. In addition, condiciones para acercar los intereses de los
a series of priority issues dealing with the design and management of public sectores populares con las políticas públicas, a
housing -which should be on the schedule of public policies of Latin American los efectos de superar la llamada ciudad partida,
governments- are deployed. This paper is aimed at the questioning of the usual ciudad formal e informal. Su aporte metodológi-
approaches to Latin American cities in order to find models of environmental, co a la gestión de la participación ciudadana y a
social and physical justice through strategies grounded on social urbanism la generación de procesos de consenso han sido
which encourage the dynamics of the popular economy related to the genera- valorados en distintos foros internacionales por
tion of employment and income. su éxito en la articulación socioespacial y por su
cualidad de respuesta del futuro a la compleja
Key words: city, architecture, popular economies realidad de las prácticas informales y a la pro-
ducción social del hábitat.
En la vida académica universitaria de nuestra
facultad, Jorge ha participado activamente
como conferencista y director de seminarios
y workshops internacionales, tales como el
Workshop Morar Carioca donde se han capa-
citado cerca de 300 estudiantes y 40 docentes
en los últimos 9 años. Por su aporte académico
y profesional, de profunda sensibilidad y com-
promiso con la justicia espacial de las ciudades
latinoamericanas, Jorge Jáuregui fue destaca-
do oportunamente, como graduado UNR, con
una Distinción Honorífica de nuestra facultad,
luego designado Ciudadano Ilustre por el Con-
sejo Municipal de Rosario, y en el año 2017 ob-
tuvo la distinción de Doctor Honoris Causa de
la Universidad Nacional de Rosario.
En esta ocasión nos planteamos conversar con
él acerca de su artículo “Vivienda Social” pu-
blicado en el n° 37 de la Revista Notas CPAU
(2017). En el mismo, Jáuregui plantea repensar
el modo en que se ha proyectado y gestionado
la vivienda de obra pública en Latinoamérica
a partir de la favela como caso paradigmático.
Su aporte se centra, sobre todo, en la nece-
sidad de cambiar el paradigma de la vivienda
social como hecho aislado, siendo que esta por
sí misma no puede resolver el problema de la
inclusión de los sectores populares al derecho
a la ciudad y la urbanidad. La vivienda como ur-
banismo plantea pensar en tejidos completos,
heterogéneos, plurales, de calidad estética y
ambiental, incluyendo todas las infraestructu-
ras necesarias para la vida, el trabajo, el estudio
y la recreación.
Si bien se pueden trazar vínculos entre este
artículo y otras reflexiones provenientes de
experiencias europeas como la de Barcelo-
na —donde se expone de manera similar el
valor del espacio público como dinamizador
de las ciudades; la sugerencia de la función
de la arquitectura como urbanismo; las de-
claraciones de muerte del esquematismo del

28 La vivienda como urbanismo / Ana Valderrama / p. 28 » 35 A&P Continuidad N.10/6 - Julio 2019 · ISSN Impresa 2362-6089 - ISSN Digital 2362-6097 A&P Continuidad N.10/6 - Julio 2019 · ISSN Impresa 2362-6089 - ISSN Digital 2362-6097 La vivienda como urbanismo / Ana Valderrama / p. 28 » 35 29
urbanismo moderno; el impacto de la especu-
lación de la tierra en la vida de la ciudad— el
significado de las definiciones de Jáuregui
está estrechamente vinculado al impacto de
la experiencia directa en relación a la com-
plejidad física, social y ambiental de la favela.
La necesaria convivencia entre la vivienda y
el trabajo para asegurar la inserción espa-
cial, social, cultural y laboral de los sectores
excluidos del sistema, la irrelevancia del mo-
delo tradicional de familia de clase media tipo
para resolver el hábitat, la constante redefi-
nición conceptual y espacial de lo público y lo
privado, la persistencia de las migraciones a
todas las escalas y la dinámica y permanente
reconfiguración del tejido, son algunas de las
características que anclan las reflexiones de
Jorge en un texto claramente situado. En este
sentido, la favela puede ser tomada como fe-
nómeno paradigmático donde se concentran
los fenómenos más críticos de las ciudades
latinoamericanas, entendiéndolas como el
soporte sobre el cual se re-producen ciertos
procesos dinámicos relativos al impacto de
las disputas socioeconómicas y simbólicas
de los modelos político-culturales locales y
transnacionales que dificultan el desarrollo
equitativo del hábitat y producen desequili-
brios territorio-ecológicos. La sobreexplota-
ción de los recursos naturales en combina-
ción con una falta de redistribución interna, la
desregulación de la renta urbana, el impacto
de las demandas y políticas internacionales
de producción, comercio, especulación, tu-
rismo y preservación impactan sobre las mi-
graciones y desarraigos que configuran esta
condición de las periferias de las ciudades la-
tinoamericanas.
En el interior de la favela, estos procesos diná-
micos se reproducen, resultando una configura-
ción espacial en constante movimiento y cam-
bio, producto de las negociaciones individuales
y colectivas contingentes originadas por las
30 La vivienda como urbanismo / Ana Valderrama / p. 28 » 35
lógicas de convivencia e interpretación de los
derechos y deberes específicos de la comuni-
dad en el tiempo. En ella se desarrollan veloces
procesos de crecimiento y decrecimiento de-
mográficos y físicos, tanto a nivel familiar como
de conjunto, registrándose, incluso, invasiones
programadas y desplazamientos de barrios en-
teros de un sitio a otro. El modo de producción
del hábitat de las favelas tiende a la adaptación
y a la agregación. Cada nueva mudanza colec-
tiva o individual significa una modificación y
reacomodamiento de la configuración del con-
junto, ya que desborda una serie de expansio-
nes y acumulaciones en otros puntos. La orga-
nización de la favela es también resultado de las
presiones globales sobre la configuración de los
procesos domésticos (narcotráfico, especula-
ción de la tierra, procesos de exclusión). Crece
en los morros, avanzando sobre la floresta. Las
reglas de convivencia, la densificación de los te-
rritorios ocupados para mantener la cohesión
de las comunidades y la necesidad de defender
el hábitat de la voracidad de la naturaleza, han
dado como resultado que se constituyan en
conglomerados hiperdensos, con escasa pre-
sencia de espacios públicos y de naturaleza. Los
espacios públicos y las piezas de naturaleza sin
adecuado diseño y control son frecuentemente
asociados a trincheras entre bandas o lugares
peligrosos para los niños. Es en este contexto
que los estudios previos a las intervenciones de
Jáuregui consisten en diagramas que describen
los procesos que originan la configuración de la
favela en el tiempo, flujos de las comunidades,
radios de incidencia de las organizaciones y
grupos que actúan en el territorio, las posibi-
lidades de conectividad interna y externa, así
como las porosidades y resquicios estratégicos
donde los espacios públicos y la naturaleza po-
drían derramarse hacia la masa construida. Los
diagramas dan cuenta de una manera de repen-
sar la urbanización como un proceso de acuer-
dos con las comunidades, organizaciones socia-
A&P Continuidad N.10/6 - Julio 2019 · ISSN Impresa 2362-6089 - ISSN Digital 2362-6097
les y referentes barriales, así como de posibles
negociaciones entre la naturaleza y el artefacto
de la favela.
En cuarenta años de práctica profesional Jor-
ge Jáuregui ha desarrollando la urbanización
de más de veinte favelas en el programa Favela
Barrio y luego en el programa Plan de Acele-
ración del Crecimiento/Urbanización de Asen-
tamientos precarios (PAC-UAP) del gobierno
federal. Entre las urbanizaciones más conoci-
das se pueden nombrar el Complexo Marguin-
hos, el Complexo el Alemão, Cidade de Deus y la
Rocinha. Con estos proyectos, el arquitecto ha
contribuido a la producción de conocimien-
tos, metodologías y herramientas interdisci-
plinarias de participación y consenso dentro
del campo de la producción social del hábitat,
la urbanización de favelas y la producción de
vivienda de obra pública, que fueron luego to-
madas como ejemplo por diferentes ciudades
de Latinoamérica, tales como el programa Ro-
sario Hábitat en Rosario.
El desafío teórico-metodológico que se plan-
tea Jáuregui, luego de extensas prácticas en
los territorios de las favelas, es cómo encon-
trar en este contexto dinámico y altamente
conflictivo, un modo de producción del hábitat
que contribuya a un equilibrio de esas fuerzas
Figura 1. Teleférico Complexo do Alemão. Fotografía: Gabriel Jáuregui.
y a una más equitativa apropiación de los de-
rechos comunes, atendiendo a un modelo que
prime sobre las lógicas especulativas de mani- Ana Valderrama. Me gustaría que nos expli- tructura, servicios, equipamientos y espacios pamientos públicos necesarios) en composicio-
pulación de los recursos ambientales, territo- ques, cuando hablás de vivienda como urbanis- públicos. Además, siendo la vivienda social una nes no monótonamente repetitivas, sino, por el
riales y urbanos. En las sucesivas urbanizacio- mo ¿a qué te referís precisamente? política de estado, debe ser pensada como una contrario, estimuladoras de diversidad urbanís-
nes que realiza la vivienda trasciende la figura acción integral capaz de cambiar las lógicas de tica y arquitectónica.
de la casa e incorpora todas aquellas infraes- Jorge Mario Jáuregui. Tiene que ver con pen- especulación de la tierra urbana y de motorizar
tructuras ambientales, comunales y públicas sar cómo, desde lo habitacional, se puede la economía. Las políticas de vivienda deben AV. ¿Podrías explicarnos el concepto de espacio
que, en una condición de interfaz, propician la configurar espacio público y, al mismo tiempo, garantizar el derecho a ciudades sostenibles, público como terapéutica política?
cohesión social, es decir, sintetizan, coagulan y favorecer la convivencia. Usualmente el proble- entendido como derecho al acceso a la tierra
vehiculizan los lazos vinculares. La arquitectu- ma de la vivienda pública se reduce a la casa, o urbana, al transporte y a los servicios públicos, JMJ. Jacques Derridá refiere como “terapéu-
ra se constituye así en urbanidad catalizadora grupos de casas. Sin embargo, los núcleos habi- al trabajo y al ocio. Es decir, que estas unidades tica política” a aquellas políticas capaces de
de lo comunitario, de la vida social y colectiva, tacionales deben ser capaces de portar el ADN habitacionales agrupadas puedan ser ese punto promover la convivencia de las diferencias. En
rearticuladora del territorio y potenciadora de urbano garantizando la relación entre el domi- de contacto y al mismo tiempo, configuradoras lo referente a la vivienda social, tiene que ver
las identidades locales. nio público y el privado, e incluyendo infraes- de ciudad (junto con el resto de servicios y equi- con incentivar la mixtura socioeconómica, cul-
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Figura 2. Guardería de Macacos. Fotografía: Gabriel Jáuregui.
Figura 3. Villa Olímpica de Fubá-Campinho. Fotografía: Gabriel Jáuregui.
32 La vivienda como urbanismo / Ana Valderrama / p. 28 » 35
tural y productiva. Esto se puede traducir en
barrios con diferentes tipologías habitacionales
mixtas (residencial-comercial-productivo) que
respondan a la gran diversidad de situaciones
familiares y socioculturales contemporáneas,
con riqueza de funciones e interacciones, con
configuraciones espaciales diversas, con per-
meabilidad de lo público y privado. Si a estas
cualidades les agregamos un estímulo a los
movimientos peatonales, con un sistema de
transporte accesible y eficiente, una adecuada
cantidad y calidad de espacios públicos, un cla-
ro balance entre el verde y lo construido, con
una equitativa distribución de equipamientos
de prestigio en toda la ciudad, estaríamos fa-
voreciendo esa interacción positiva entre las
diferencias, es decir, lugares para echar raíces.
Se trata de construir espacios tan ricos como
los mejores surgidos por acumulación histórica,
adecuados a cada contexto.
AV. ¿Qué ejemplos latinoamericanos conside-
rás como referencias para pensar la vivienda
social en Latinoamérica?
JMJ. En el continente tenemos riquísimos y
variados ejemplos desde Teotihuacán hasta el
presente que, obviamente, necesitan ser redis-
cutidos, reconceptualizados, confrontados con
otras experiencias internacionales y tomados
como base para la elaboración de nuevas pro-
puestas y la transmisión de nuevos contenidos.
Yo suelo citar el Complejo Los Andes de Be-
reterbide, el Pedregulho de Alfonso Reidy, la
experiencia PREVI-Lima, el Parque Guinle de
Lucio Costa y las Torres del Parque de Rogelio
Salmona en Bogotá.
AV. ¿Cuáles son los desafíos que deben enfren-
tar la arquitectura y el urbanismo como discipli-
nas, para poder abordar el problema habitacio-
nal como lo estás planteando? ¿Creés que los
principios de la modernidad son aún válidos?
A&P Continuidad N.10/6 - Julio 2019 · ISSN Impresa 2362-6089 - ISSN Digital 2362-6097
JMJ. Los principios y metodologías que funda-
mentaron el planeamiento urbano de la moder-
nidad, tales como la tabla rasa y la segregación
de las ciudades por funciones son conceptos ya
agotados. El sentido de orden social, repetición
y separación ya está siendo reemplazado por
articulaciones múltiples, estructuras super-
puestas, sistemas amalgamados, adaptables.
La tabla rasa está siendo reemplazada por un
tipo de responsabilidad urbanística y social
que se traduce en un análisis de lo existente y
una inserción cuidada en el contexto. También
hay una reorientación de la idea de desarrollo
que hoy incluye la sostenibilidad ambiental y
social. Hoy se promueven intervenciones don-
de se produzcan articulaciones espaciales y
sociales mediante la configuración de espacios
de calidad en todas las escalas: objetos inde-
pendientes, la manzana, el barrio, la ciudad. Es
Figura 4. Guardería de Fubá. Fotografía: Gabriel Jáuregui.
necesario investigar formas de organización
físicosocial y de participación popular que per-
mitan conseguir densidad con calidad.
AV. ¿Cómo afecta el modelo económico y los
modos de producción contemporáneos a la
transformación de la ciudad? ¿Qué podemos
hacer con esto?
JMJ. Indudablemente la ciudad contemporá-
nea está afectada por las lógicas del capital
derivado de la economía líquida. Este modelo
económico abona a la fragmentación perma-
nente de la estructura urbana y multiplica las
centralidades. Este proceso de multipolariza-
ción urbana fomenta una distribución discre-
cional y desigual de las inversiones del Estado
en infraestructuras que se disponen al servicio
de las tendencias erráticas de las localizaciones
multinacionales de producción y consumo. El
Estado entonces debe rearticular el territorio
urbano otorgando continuidad espacial y coor-
dinación de programas habitacionales masivos,
que sean capaces de funcionar como configu- Figura 5. Estación de tren de Manguinhos. Fotografía: Gabriel Jáuregui.
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Figura 6. Unidades habitacionales en la Rocinha. Fotografía: Gabriel Jáuregui.
Figura 7. Unidades habitacionales de Macacos. Fotografía: Gabriel Jáuregui.
34 La vivienda como urbanismo / Ana Valderrama / p. 28 » 35
radores de ciudad. Hoy el urbanismo y la arqui-
tectura tienen que dialogar con el entorno y a la
vez ser capaces de incluir lo nuevo rearticulan-
do la ciudad fragmentada.
AV. ¿Cuáles son los temas prioritarios a tener
en cuenta en las políticas de vivienda de obra
pública hoy?
JMJ. El tema de la habitación y su relación con
la ciudad es de múltiples entradas y abarca to-
dos los aspectos: físicos, ambientales, sociales,
técnicos, económicos que hablamos anterior-
mente. Pero para avanzar con algunas líneas
estratégicas podríamos centrarnos en las que
describí en aquel artículo “Vivienda Social”
(Jáuregui, 2017):
1- Contraponer otro modelo de actuación
del poder público a la política de habita-
ción popular basada en la construcción
de departamentos o casas de baja calidad,
sin sentido estético y sin relación orgánica
con la ciudad, lejos de las áreas comercia-
les y de los servicios públicos, de las fuen-
tes de trabajo y con dificultades de acceso
al transporte público;
2- Considerar simultáneamente las impli-
caciones urbanísticas (configuración de
la dimensión pública de la vida privada),
sociales (el agrupamiento de lo individual
que debe ser más que la suma o adición de
las células, debiendo resultar en una amal-
gama fluida de pequeños colectivos), arqui-
tectónicas (obtención de diferenciación
en la repetición, con volumetrías variadas)
y ambientales (configurar entornos donde
naturaleza y artificio puedan convivir de
manera armoniosa);
3- Combatir con ejemplos construidos, la
política de sustituir la favela por edifica-
ciones que son más especies de abrigos,
que lugares para habitar.
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4- Ofrecer calidad urbanística, arquitectó- un plan urbanístico de base, buscando la la condición económica de las familias, a través
nica y paisajística a través de las interven- sostenibilidad de los emprendimientos; de la disponibilidad de fondos para el desarrollo
ciones; 10- El desafío actual consiste en considerar económico y social.
5- Ofrecer habitaciones flexibles con plan- al mismo tiempo la forma urbana (los edifi- Ejemplos como los de Milagro Sala en Argentina,
tas bajas de usos mixtos (comercio y loca- cios, los lotes, las manzanas, las calles, las o las cooperativas habitacionales en Uruguay, ya
les para trabajo o servicios); plazas) y los tipos de construcción (casas, edi- demostraron que son caminos posibles. Pero es
6- Revertir la realidad de los conjuntos ha- ficaciones multifamiliares, edificios públi- necesario avanzar más y articular la producción
bitacionales como sinónimo de habitación cos, comercio, servicios, etc.) con el objetivo de vivienda en cantidad y calidad, con espacios
de mala calidad; de estructurar nuestro devenir urbano. para la generación de trabajo y renta vinculados
7- Ofrecer habitación no solo en la pequeña a lo habitacional, capaces de movilizar produc-
escala, sino especialmente núcleos habita- AV. ¿Cómo podemos pensar modos de produc- tivamente los territorios favoreciendo nuevas
cionales con el ADN de lo urbano, con los ción y gestión de la vivienda de obra pública que dinámicas socioespaciales, a través de lo que yo
cuales los habitantes puedan identificarse; eviten la consolidación de la cartelización y su llamo nuevas ágoras del siglo XXI interconectadas
8- Incluir lo vegetal como cuestión estruc- consecuente sobreprecio? ¿Qué pensás de los por transporte público eficiente, no contaminan-
tural: garantizar adecuada relación masa modelos cooperativos como los de Milagro Sala te y de calidad, poniendo en juego una pluralidad
verde-masa construida; en Jujuy o los de Uruguay? de formas de financiamiento, acordes con cada
9- Más que habitación, materializar polos escala de intervención, como forma de reconfi-
de desarrollo urbano incluyendo otras JMJ. El Estado tiene sin dudas una función in- gurar las centralidades •
funciones tales como comercios, talleres, sustituible en ese sentido. Tiene la responsa-
consultorios, restaurantes populares, bilidad de garantizar, para todos, en especial REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
cines, hostels, servicios, etc., en comple- para los socioeconómicamente más frágiles, el Jáuregui, J. M. (2017) Vivienda Social. Revista Notas
mento con la iniciativa privada, a partir de acceso a formas de financiamiento acordes con CPAU (37), 16-19.
Jorge Mario Jáuregui. Arquitecto y urbanista. Titular Ana Valderrama. Arquitecta por la Facultad de Ar-
del Estudio Atelier Metropolitano (Río de Janeiro). quitectura, Planeamiento y Diseño de la Universidad
Veronica Rudge Green Prize in Urban Design, Har- Nacional de Rosario (FAPyD–UNR). Máster en Ar-
vard University, Graduate School of Design. Gran quitectura del Paisaje por la Universidad de Illinois
Premio de la 4ª Bienal Internacional de Arquitectura en Urban Champaign. Directora de la Maestría en
de San Pablo. 1º Premio de Investigación, III Bienal Arquitectura del Paisaje (FAPyD-UNR). Profesora
Iberoamericana de Arquitectura, Santiago de Chile. Titular (FAPyD–UNR). Investigadora categoría 3
Expositor invitado de la World Exhibition of Contem- SCyT – UNR. Co-fundadora del Colectivo Matéricos
porary Art, Documenta 12, Kassel, Alemania. Expo- Periféricos. Miembro de Honor de Sigma Lamda Al-
sitor invitado del Museum of Modern Art, MoMA, pha Honor Society CELA-USA. Vicedecana FAPyD-
Nueva York, en “Small Scale, Big Change, New Archi- UNR (2015-2019). Su interés disciplinar se centra en
tectures of Social Engagement”. explorar las potencialidades de la arquitectura como
jorge@jauregui.arq.br manifestación física de diálogos colaborativos con
los procesos dinámicos (naturales y sociales) de terri-
torios en conflicto.
taller_valderrama@hotmail.com
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DOSSIER TEMÁTICO »
Folga, A. (2019) Sobre quedarse o seguir de
largo. Superkilen: un espacio público de la
hipermodernidad. A&P Continuidad (10), 36-45.

Sobre quedarse o seguir de largo

Superkilen: un espacio público de la hipermodernidad

Recibido: 10 de febrero de 2019

Alejandro Folga Aceptado: 11 de abril de 2019

Español English

Este artículo reflexiona sobre algunos de los diferentes usos y apropiaciones del
espacio público contemporáneo a partir del estudio de un caso: el sector cen-
tral —denominado la Plaza Negra— del parque urbano Superkilen, ubicado en
This article deals with reflections on the different uses and appropriations of
the contemporary public space taking as a starting point a case study: Black
Square. It is located in the central sector of Superkilen urban park in Copen-
S uperkilen es un parque urbano ubicado en
Copenhague, Dinamarca. La propuesta fue
realizada por el estudio de arquitectura Bjarke
especie de colección de objetos encon-
trados globales que provienen de 60 dife-
rentes nacionalidades de las personas que
nar, que implica realizar un tradicional aná-
lisis desde la gestión y el diseño urbanos,
para ver este proyecto bajo la óptica de otras
Copenhague y proyectado por el estudio BIG Architects junto a Topotek 1 y Su- hagen. It was designed by BIG Architects Studio together with Topotek 1 and Ingels Group (BIG) —asociado con Topotek 1 y habitan la zona [...] Un tipo de colección disciplinas. Para ello, en primer lugar, anali-
perflex. La reflexión tiene su punto de partida en el análisis e interpretación de Superflex. Reflections are approached from the analysis and interpretation of Superflex— y se terminó de construir en 2012. surrealista de la diversidad urbana global zaremos dos fotografías que consideramos
dos fotografías (tomadas por diferentes fotógrafos profesionales) que ilustran two photographs taken by two different professional photographers. These im- Nada mejor que acudir a las palabras de los que, de hecho, refleja la verdadera natura- paradigmáticas, pues plantean diferentes mi-
diversas formas de apropiación del espacio y del equipamiento por parte de los ages illustrate how users resort to various forms of appropriation of space and propios autores para presentar las principales leza del barrio local, en lugar de perpetuar radas sobre el proyecto. Como veremos más
usuarios. Al ser las protagonistas de la reflexión, las imágenes fotográficas se urban equipment. Being the main sources of the reflections, they become ob- ideas defendidas en el proyecto. Según el texto la imagen petrificada de una Dinamarca adelante, ambas fotografías son ilustrativas
convierten simultáneamente en objetos de estudio y método de conocimiento jects of study as well as a means which leads to reality awareness. In addition to que figura en la web oficial de BIG Architects, homogénea] (Traducción nuestra). de diferentes concepciones sobre los usos
de la realidad. Finalmente, a las miradas de los fotógrafos se le suman otras mi- the photographers’ views other anthropological, sociological and philosophical Superkilen fue concebido como del espacio por parte de quienes lo habitan
radas (antropólogos, sociólogos, filósofos) que intentan encontrar nuevos senti- perspectives that try to find new meanings for what the photographs suggest No caben dudas de que Superkilen constituye cotidianamente. En segundo lugar, propone-
dos en lo que las fotografías nos sugieren. us are addressed. a giant exhibition of urban best practice –a un rotundo éxito como propuesta de rehabilita- mos articular esas dos miradas a través de
sort of collection of global found objects ción urbana. Esto ha sido señalado por estudios conceptos tomados de diferentes disciplinas
that come from 60 different nationalities of académicos (Bridger, 2013) que han valorado, (antropología, sociología, filosofía) de manera
the people inhabiting the area […] A sort of entre otros aspectos, la inteligente estrategia que las fotos nos permitan reflexionar sobre
surrealist collection of global urban diver- de participación ciudadana, que permitió a los el actual rol del espacio público y su relación
sity that in fact reflects the true nature of habitantes de los complejos habitacionales que con el sujeto contemporáneo. Esta metodolo-
the local neighborhood– rather than per- rodean el parque ser corresponsables en la defi- gía2, que parte de la interpretación de imáge-
petuating a petrified image of homogenous nición del equipamiento multicultural. nes, se plantea como una herramienta crítica
Palabras clave: espacio público, fotografía, proyecto, sociedad, hipermo- Key words: public space, photography, project, society, hypermodernity Denmark. (BIG, s.f.) [una exposición gigan- Sin embargo, en este artículo planteamos 1
para realizar una nueva aproximación al cono-
dernidad te de las mejores prácticas urbanas –una desplazarnos de la zona de confort discipli- cimiento del proyecto.

36 Sobre quedarse o seguir de largo. Superkilen: un espacio público de la hipermodernidad / Alejandro Folga / p. 36 » 45 A&P Continuidad N.10/6 - Julio 2019 · ISSN Impresa 2362-6089 - ISSN Digital 2362-6097 A&P Continuidad N.10/6 - Julio 2019 · ISSN Impresa 2362-6089 - ISSN Digital 2362-6097 Sobre quedarse o seguir de largo. Superkilen: un espacio público de la hipermodernidad / Alejandro Folga / p. 36 » 45 37
Clínica de Odontología (1998-2000), en Orlândia, ciudad natal de Bucci. Foto: Nelson Kon. | Vista de la Casa Pico, proyecto de Angelo Bucci construido en Lugano, Suiza. Foto: Nelson Kon.

Figura 1. Fotografía de Torben Eskerod. Fuente: BIG (s.f.). Recuperado de http://big.dk/#projects-suk. Figura 2. Fotografía de Iwan Baan. Fuente: Superkilen / Topotek 1 + BIG Architects + Superflex. (25 de octubre de 2012). Recuperado de https://www.archdaily.com/286223/superkilen-topotek-
-1-big-architects-superflex.

» Dos fotos, dos escenas, dos composiciones
Ahora bien, proponemos entrar al proyecto por
medio de dos imágenes de dos reconocidos fo-
tógrafos profesionales. Se trata de fotografías
que fueron tomadas en el sector central, el más
característico de Superkilen, denominado la
Plaza Negra. Son fotografías oficiales: ambas fue-
ron publicadas como parte de reportajes gráfi-
cos que aparecen en múltiples webs. Son foto-
grafías habitadas: en la primera imagen Torben
Eskerod nos muestra un niño (o niña) pequeño
que juega en el agua de una fuente (Fig. 1), en la
segunda, Iwan Baan nos presenta a una mujer
joven que camina por un pavimento asfaltado
(Fig. 2). Gracias a los personajes que las habitan,
ambas fotos trascienden la mera descripción
física para presentar escenas que ilustran dife-
3
rentes usos y apropiaciones del espacio.
Observemos con atención la primera escena. Po-
demos suponer que el niño seguramente es danés
y está jugando desnudo dentro de uno de los 60
ejemplos de mobiliario urbano global. Se trata de
una fuente marroquí con forma de estrella tarté-
sica (Fig. 6). Observemos ahora la segunda esce-
na. Por un lado, en primer plano, la mujer (de ras-
gos visiblemente nórdicos) camina rápidamente
por el asfalto. Por otro lado, en segundo plano (y
fuera de foco) varios hombres están sentados en
torno a una serie de mesas para jugar ajedrez.
Los recursos visuales desplegados por ambos
fotógrafos son muy distintos. La estrategia de
Torben Eskerod es directa: los fríos tonos azula-
dos del agua y los mosaicos de patrones decora-
tivos marroquíes llenan la toma y destacan, por
contraste, la rosada piel del niño. En cambio,
la estrategia de Iwan Baan consiste en usar el
efecto óptico de la profundidad de campo para
desenfocar a los personajes del segundo plano
y separarlos de la protagonista. De esta manera,
los hombres quedan integrados al plano de fon-
do que significativamente se trata de la fachada
de un edificio de viviendas sociales.
El análisis gráfico (Fig. 3) de ambas fotografías
nos revela nuevos datos. La composición de Es-
kerod apela a la búsqueda de equilibrio. La figura
del niño se encuentra casi centrada en la toma.
Las líneas perspectivas de los azulejos refuerzan
la simétrica frontalidad de la fuente y convergen
en un único punto de fuga, ubicado aproximada-
mente en el eje vertical de la foto, pero por en-
cima del encuadre de la toma. Este punto define
la línea del horizonte, que se corresponde con la
altura de la cámara del fotógrafo, al que podemos
imaginar de pie, muy cerca del borde de la fuente
e inclinando su cámara hacia abajo.
En cambio, la composición claramente asimétrica
de Baan se rige por la regla de los tercios. La mu-
jer se ubica exactamente sobre una de las líneas
imaginarias que definen los tercios verticales
y dos de los puntos de interés están sobre ella.
La línea imaginaria horizontal superior coincide
con los bordes de las mesas y también con el ho-
rizonte perspectivo, jerarquizando el plano del
pavimento por sobre los edificios del fondo. Lo
anterior nos permite conjeturar que el fotógrafo
estaba lejos de los personajes, estudiando la com-
posición perfecta, esperando el instante decisivo4
para disparar con su cámara sobre sus presas.
Dos fotógrafos, dos miradas
Si los recursos compositivos de Torben Eskerod
nos parecen evidentes, su mensaje se nos pre-
senta sin ambages. La imagen nos habla de re-
laciones multiculturales y de contrastes felices,
en definitiva, de una arquitectura inclusiva y
hospitalaria. En cambio, al incluir más persona-
jes y un segundo plano, la escena de Iwan Baan
nos presenta dos situaciones que ocurren en

38 Sobre quedarse o seguir de largo. Superkilen: un espacio público de la hipermodernidad / Alejandro Folga / p. 36 » 45 A&P Continuidad N.10/6 - Julio 2019 · ISSN Impresa 2362-6089 - ISSN Digital 2362-6097 A&P Continuidad N.10/6 - Julio 2019 · ISSN Impresa 2362-6089 - ISSN Digital 2362-6097 Sobre quedarse o seguir de largo. Superkilen: un espacio público de la hipermodernidad / Alejandro Folga / p. 36 » 45 39
 Figura 4. Detalle. Fuente: fotografía Iwan Baan.

Figura 3. Análisis gráfico de las fotografías. Fuente: producción propia.
paralelo. Así, la composición gana en riqueza y
complejidad, mientras que la imagen se vuelve
polisémica y la lectura que hacemos de ella se
torna penetrante, incisiva, perspicaz.
Podemos suponer que las imágenes son reflejo
de los diferentes enfoques artísticos de sus auto-
res. Una revisión de sus respectivas páginas web
nos permite verificarlo. En la sección “Acerca de”
contenida en la web de Torben Eskerod (redac-
tada, como es habitual, en el modo protocolar
de la tercera persona) se nos dice que “Eskerod’s
projects find common ground in his interest for
contemplation and spirituality” [“los proyectos
de Eskerod encuentran un terreno común en su
interés por la contemplación y la espiritualidad”]
(Eskerod, s.f.) (Traducción nuestra) Mientras que
en la sección equivalente de la página de Iwan
Baan, este se presenta como un fotógrafo que “is
known primarily for images that narrate the life
and interactions that occur within architecture”
[“es conocido principalmente por imágenes que
narran la vida y las interacciones que se producen
dentro de la arquitectura”] (Baan, s.f.) (Traducción
y cursivas nuestras).
Por lo tanto, se trata de dos fotografías que son
sintomáticas de dos miradas5 a partir de las que
podemos aproximarnos al proyecto de Super-
kilen. Por un lado, la mirada próxima, positiva,
despreocupada; por otro lado, la mirada distan-
ciada, escéptica, provocadora. Podemos decir
que ambas imágenes plantean temas universa-
les. La mirada de Eskerod hace un recorte de la
realidad que deja afuera las contrariedades de la
sociedad. Este privilegia así la “contemplación y
la espiritualidad” (Eskerod, s.f.) que se materia-
liza en un instante de felicidad en estado puro
(encarnada en el niño pequeño, símbolo de ino-
cencia por antonomasia). En cambio, la mirada de
Baan captura y escenifica dos realidades contra-
puestas, y está protagonizada por adultos, lo que
sugiere un contexto más amplio, más complejo,
que incluye “la vida y las interacciones” (Baan,
s.f.) y se extrapola a la sociedad y al mundo. Por
ello se vuelve oscura, reticente, suspicaz. Mien-
tras que podemos sospechar que la primera foto
es condescendiente (en la mirada de Eskerod se
esconde la comodidad de agradar), la segunda
resulta inquietante (detrás de la mirada de Baan
se percibe la voluntad de incomodar). Si Torben
Eskerod es el apólogo de la felicidad, Iwan Baan
es el heraldo de la desesperanza.
Así como la tarea de los políticos (y los arqui-
tectos) es encontrar soluciones a los problemas
que plantea la sociedad, la tarea de la crítica es
cuestionar las soluciones para descubrir sus
problemas ocultos. Para que esta tarea se reali-
ce con rigor se deben poner en discusión incluso
aquellas soluciones que (al menos en aparien-
cia) son exitosas y unánimemente aplaudidas. 6
Necesariamente, esa crítica no puede ser bené-
vola, ni candorosa. Por eso, en este artículo, nos
interesa profundizar en la segunda mirada.
En ese sentido, nuestra hipótesis se sostiene en
que el espacio de la Plaza Negra de Superkilen
está concebido desde dos estrategias proyec-
tuales contrapuestas. La primera estrategia (la
visible, la promocionada) es la participación
e integración de las múltiples identidades del
barrio cosmopolita. No obstante, la segunda
estrategia (la subyacente, la secreta) es que el
espacio de la Plaza Negra está pensado funda-
mentalmente para el tránsito y la circulación.
Como veremos más adelante, este espacio se
adapta al individuo de la hipermodernidad7 (Li-
povetsky, 2006) ya que asume y favorece sus
lógicas de uso y consumo del espacio público.
» Dos mundos distantes
En realidad, la fotografía de Baan no cuestiona
directamente el proyecto de BIG, sino que devela
una verdad dolorosa, una verdad que pone en tela
de juicio a la sociedad actual, e incluso a la con-
dición humana. Si bien ambas imágenes versan
sobre las diferencias culturales, el discurso de la
primera apuesta por la proximidad, mientras que
la segunda introduce el tema de las distancias.
Fijémonos con más atención en la foto de Baan.
Los personajes que pueblan la escena no po-
drían ser más disímiles y contrastantes. La estili-
zada figura de la mujer nórdica y su porte elegan-
te desentonan vigorosamente con la rusticidad
y las distendidas actitudes de los hombres, que
charlan entre ellos o juegan al ajedrez. La vista
de la mujer se dirige hacia adelante, en direc-
ción paralela a la línea de las mesas, sin cruzarse
con las de los hombres. Estas dos actitudes, de
recíproca indiferencia, nos remiten de dos mun-
dos distantes, dos mundos que no se tocan, y
que ni siquiera se miran.
Pero no se trata solamente de distancias étni-
cas, culturales y de género; sino, sobre todo, de
distancias temporales y de velocidades diferen-
tes. La imagen nos habla de ocupaciones y de
ocios, del movimiento y la quietud, establecien-
do así un contrapunto de tiempos y ritmos vita-
les diferentes. El tiempo laxo, lento y casi dete-
nido de los hombres del fondo, contrasta con la
resolución del paso de la mujer en primer plano.
» Rapidez y tiempo lento
En el libro El aroma del tiempo el filósofo Byung-
Chul Han (2015) plantea una aguda crítica a la
aceleración vital generada por la “sociedad del
rendimiento” (Han, 2015) propia de la hipermo-
dernidad. En el capítulo “La paradoja del pre-
sente” nos explica que:
Cuando uno se dirige únicamente a un ob-
jetivo, el intervalo espacial hasta el destino
solo es un obstáculo que debe superarse lo
más rápido posible. La orientación exclusiva
a una meta hace que el espacio intermedio
no tenga ninguna importancia, lo reduce a
un pasillo sin valor propio. La aceleración es
el intento de hacer desaparecer el intervalo
temporal necesario para la superación del
intervalo espacial. Desaparece la prolífica
semántica del camino. Es más, el propio ca-
mino desaparece. Este ha perdido su aroma.
La aceleración conlleva un empobrecimien-
to semántico del mundo (Han, 2015, p. 33).
La mujer que atraviesa Superkilen es el paradig-

40 Sobre quedarse o seguir de largo. Superkilen: un espacio público de la hipermodernidad / Alejandro Folga / p. 36 » 45 A&P Continuidad N.10/6 - Julio 2019 · ISSN Impresa 2362-6089 - ISSN Digital 2362-6097 A&P Continuidad N.10/6 - Julio 2019 · ISSN Impresa 2362-6089 - ISSN Digital 2362-6097 Sobre quedarse o seguir de largo. Superkilen: un espacio público de la hipermodernidad / Alejandro Folga / p. 36 » 45 41

Figura 5. Detalle. Fuente: fotografía Iwan Baan.
ma de la aceleración de la que nos habla Han.
Porque su caminar ya no es aquel distraído va-
gabundeo del flâneur decimonónico –de ritmo
pausado y hedonista– sino el nervioso y aliena-
do tránsito físico del individuo contemporáneo,
que cruza por el espacio maquinalmente, ya que
es prisionero del tiempo, impuesto por la socie-
dad del rendimiento.
Han plantea que la modernidad “conduce a un
imperativo del trabajo, que degrada a la perso-
na a animal laborans. La hiperkinesia cotidiana
arrebata a la vida humana cualquier elemento
contemplativo, cualquier capacidad para demo-
rarse” (Han, 2015, p. 5). Desde esta posición, el
filósofo hace una severa advertencia sobre las
consecuencias que conlleva el no dejar lugar a
la vida contemplativa:
La absolutización de la vita activa expulsa de
la vida todo aquello que no sea un acto, una
actividad. La presión temporal generaliza-
da aniquila el desvío y lo indirecto. De este
modo, el mundo queda pobre en formas.
Cada forma, cada figura, es un rodeo […]
Cuando uno toma lo indirecto de la lengua,
esta se acerca al grito o a la orden. También
la amabilidad y la cortesía remiten al rodeo
y lo indirecto. La violencia, en cambio, remi-
te a lo directo (Han, 2015, p. 89).
La escena de Iwan Baan parece decirnos que
ya no es posible el concepto cívico de un es-
pacio de lo público para el encuentro entre los
que son diferentes. Para la mujer del primer
plano cualquier relacionamiento con los hom-
bres del fondo es superfluo y, por lo tanto,
debe ser evitado.
» Encuentros entre extraños
En el capítulo “No hables con extraños” del libro
Modernidad líquida, Zygmunt Bauman (2003)
elabora una severa crítica dirigida a la pérdida
del hábito de la civilidad que se produce en la so-
ciedad contemporánea:
La capacidad de convivir con las diferen-
cias, por no hablar de disfrutar de ellas y
aprovecharlas, no se adquiere fácilmente,
y por cierto no viene sola. Esa capacidad es
un arte que, como todas las artes, requiere
estudio y ejercicio. La incapacidad de en-
frentarse a la irritante pluralidad de los se-
res humanos y a la ambivalencia de todas
las decisiones de clasificación/archivo es,
por el contrario, espontánea y se refuerza
a sí misma: cuanto más efectivos son el im-
pulso hacia la homogeneidad y los esfuer-
zos destinados a eliminar las diferencias,
tanto más difícil resulta sentirse cómodo
frente a los extraños, ya que la diferencia
parece cada vez más amenazante y la an-
gustia que provoca parece cada vez más
intensa (p. 114).
Bauman entiende que la vida urbana es un arte
que debemos practicar. Pero, por otro lado, re-
conoce que nuestros malos hábitos adquiridos
llevan a que sea un arte en franca decadencia.
Entre las soluciones que la hipermodernidad
ha generado para resolver esta problemática,
Bauman destaca los espacios urbanos públicos no
civiles: aquellos lugares en donde el encuentro
con extraños no requiere la práctica del “difícil
arte de la civilidad”, pues esos espacios
permiten que uno se desentienda de los ex-
traños que lo rodean, evitando el riesgoso
comercio, la agotadora comunicación, el irri-
tante regateo y las concesiones. Sin embar-
go, esos lugares no impiden que nos encon-
tremos con extraños; por el contrario, dan
por hecho que el encuentro es inevitable, ya
que han sido ideados y construidos precisa-
mente con ese fin. Son, por así decirlo, reme-
dios para una enfermedad ya contraída, no
una medicación preventiva que hace inne-
cesaria la terapia (Bauman, 2003, p. 113).
La Plaza Negra promueve la civilidad bajo la
forma de un catálogo de equipamiento mul-
tiétnico. Pero ¿qué pasa cuando la mujer no se
detiene? ¿Cómo se resuelve el espacio ante esta
situación paradojal? Quizá podamos encontrar
una respuesta a estas preguntas volviendo va-
rias décadas atrás.
Edward Hall, antropólogo cultural estadou-
nidense que acuñó el concepto de proxémica
(estudio de los espacios interpersonales), nos
advertía en 1996 que la “fase cercana de la dis-
tancia pública” debe ser mayor a 3.5 metros,
pues a esa distancia: “un sujeto ágil puede obrar
evasiva o defensivamente si lo amenazan. La
distancia puede incluso ser una forma vestigial,
pero subliminal, de reacción de huida” (Hall,
1972, p. 152). La curiosa observación de Hall
tiene su origen en estudios etológicos8 que ana-
lizan comportamientos animales para explicar
las conductas del ser humano en sociedad.
Volviendo a la foto de Iwan Baan, el concepto de
distancia adquiere, ahora, una nueva interpreta-
ción, pero esta vez no es metafórica sino literal.
Las generosas dimensiones otorgadas al espacio
de la Plaza Negra permiten que la coexistencia
(de culturas y temporalidades diferentes) se rea-
lice sin fricciones y casi sin acercamientos.
» La Plaza Negra: ¿no lugar?
En un zoom de la segunda foto (Fig. 5) pode-
mos notar que la mujer tiene su mano izquierda
oculta tras la cara. A partir de este gesto pode-
mos inferir que está usando un teléfono celular.
La presencia del celular nos indica que ella está
trabajando o, al menos, que está atenta al otro
mundo, no a este que le ofrece Superkilen.
Para la mujer que solamente atraviesa el espacio
sin detenerse en él y casi sin mirarlo (así como
para cualquier persona que va a un lugar público
solo porque hay wifi gratis) una plaza, cualquier
plaza, puede ser entendida como un no lugar,
en el sentido acuñado por el antropólogo Marc
Augé: “Si un lugar puede definirse como lugar de
identidad, relacional e histórico, un espacio que
no puede definirse ni como espacio de identidad
ni como relacional ni como histórico, definirá un
no lugar” (Auge, 2000, p. 83).
Augé defiende la hipótesis de que “la sobremo-
dernidad es productora de no lugares, es decir,
de espacios […] donde se desarrolla una apreta-
da red de medios de transporte […] un mundo
así prometido a la individualidad solitaria, a lo
provisional y a lo efímero, al pasaje” (pp. 83-84).
Por lo tanto, si un aeropuerto, una autopista o
un supermercado son no lugares; una plaza que
Figura 6. La Plaza Negra. Fuente: producción propia a partir de una fotografía aérea capturada desde Google Earth.
solo usamos para atravesar también lo es.
Por su precariedad esencial, los no lugares son
espacios en donde la comunicación entre las per-
sonas no se puede producir, excepto que esta se
realice en las redes. El poder de abducción que
actualmente han adquirido las tecnologías de la
comunicación posee la capacidad de sustraernos
de cualquier realidad para situarnos inmediata-
mente en el mundo virtual de las redes. Desde
este punto de vista, el espacio de las redes vendría
a ser la quintaesencia de un no lugar. Es un no lugar
cercano pero distante, un no lugar ubicuo y des-
localizado, un no lugar reducido a su más mínima
expresión: la ínfima pantalla de un smartphone.
» Lo sólido y lo fluido Como ya fue dicho,
las descripciones de Superkilen suelen focali-
zarse en el catálogo de mobiliario urbano (más
de 60 diferentes ejemplos) que identifica a las
nacionalidades integrantes del barrio: la fuente
marroquí, las mesas de ajedrez rumanas, los pa-
rrilleros argentinos, etc. Esta publicitada estra-
tegia de subrayar lo exótico (que fácilmente po-
dría ser tildada de fetichismo, si solo fuese una
mera acumulación de símbolos de urbanidad) se
sostiene en el hecho de que los objetos fueron
elegidos a partir de un sistema de participación
ciudadana, lo que les otorga el aura de la apro-
bación popular.
Más allá de políticas inclusivas o del orgullo es-
tadístico que el mobiliario cosmopolita pueda
despertar en sus promotores, nos interesa aquí
analizar su funcionamiento, es decir, la manera
en que se resuelve su inserción en el proyecto ar-
quitectónico. Según sus palabras, los proyectistas
tratan al mobiliario como una colección de objets
trouvés surrealistas. Para conseguirlo, descon-
textualizan los objetos colocándolos sobre una
superficie neutra y homogénea de asfalto negro.
Si consideramos que las piezas de mobiliario
son las figuras que pueblan el espacio, debemos
entonces fijarnos en el fondo, en esa alfombra
estriada que tapiza el suelo. En realidad, si ana-
lizamos la foto aérea (Fig. 6), la Plaza Negra se
nos presenta como un espacio de tránsito, pre-
dominantemente fluido, ocupado por unos po-
cos objetos que están muy espaciados entre sí.
Si el mobiliario establece lugares reunitivos, el pa-
vimento asfaltado de líneas paralelas nos invita a
circular (como si fuese una carretera multicarril), a
no detenernos y en ese sentido se establece como
un no lugar9. Por la naturaleza híbrida del proyec-
to estas dos situaciones coexisten y se imbrican
mutuamente. Al igual que ocurre con las rocas que
surgen del agua en los rápidos de un caudaloso río,
los objetos son responsables de distorsionar el pa-

42 Sobre quedarse o seguir de largo. Superkilen: un espacio público de la hipermodernidad / Alejandro Folga / p. 36 » 45 A&P Continuidad N.10/6 - Julio 2019 · ISSN Impresa 2362-6089 - ISSN Digital 2362-6097 A&P Continuidad N.10/6 - Julio 2019 · ISSN Impresa 2362-6089 - ISSN Digital 2362-6097 Sobre quedarse o seguir de largo. Superkilen: un espacio público de la hipermodernidad / Alejandro Folga / p. 36 » 45 43

Figura 7. Plaza de Alberto Giacometti (1947). Fuente: Cabos sueltos (Martí Arís, 2011).
ralelismo de las líneas pintadas en el asfalto.
Siguiendo con la analogía de los fluidos, pode-
mos hacer una segunda lectura de este espacio.
En el prólogo de su libro Modernidad líquida,
Bauman (2003) establece que los líquidos no
conservan su forma, condición que los diferen-
cia de los sólidos. En palabras del autor, eso los
vuelve una “metáfora adecuada” (p. 8) para re-
ferirse a la fase actual de la modernidad:
Los fluidos se desplazan con facilidad. ‘Flu-
yen’, ‘se derraman’, ‘se desbordan’, ‘salpican’,
‘se vierten’, ‘se filtran’, ‘gotean’, ‘inundan’, ‘ro-
cían’, ‘chorrean’, ‘manan‘, ‘exudan’; a diferen-
cia de los sólidos, no es posible detenerlos
fácilmente –sortean algunos obstáculos,
disuelven otros o se filtran a través de ellos,
empapándolos–. Emergen incólumes de sus
encuentros con los sólidos, en tanto que es-
tos últimos –si es que siguen siendo sólidos
tras el encuentro– sufren un cambio: se hu-
medecen o empapan (Bauman, 2003, p. 8).
Los objetos de mobiliario son la encarnación más
directa de la imagen que nos propone Bauman:
los sólidos humedecidos y blandos, que lenta-
mente van siendo erosionados por el constante
flujo de los líquidos. No obstante, según lo que
nos enseña la mecánica de fluidos, los sinuosos
trayectos que siguen estas líneas conducen los
flujos esquivando a los objetos. Paradójicamen-
te, el diseño ondulante y fluido del pavimento es
una invitación a seguir de largo, a no detenerse,
a evitar obstáculos. De hecho, las líneas rodean
a los objetos, de manera que estos quedan con-
tenidos dentro de los flujos, aislados como cor-
púsculos infecciosos. La consecuencia es que los
objetos de mobiliario quedan atomizados y se
disponen en el plano de asfalto de modo casi aza-
roso, como juguetes tirados sobre una alfombra
en el cuarto de juegos de un niño revoltoso.
Entonces, en este punto, la metáfora del río
caudaloso debería ser sustituida por la de una
inundación. Más que rocas que conducen flu-
jos, podemos entender a los objetos de equipa-
miento cosmopolita como los pocos restos que
quedan fijos al suelo durante el pasaje de un
tsunami. En definitiva, la metáfora adecuada
con la que podemos definir a Superkilen equi-
vale a un archipiélago inconexo de identidades
multiétnicas que flotan en un océano de globa-
lización homogeneizadora.
» Conclusión
A partir de dos fotografías –que son también
dos miradas– hemos revisado diferentes aspec-
tos del proyecto de Superkilen. Ambas miradas
nos sugieren que la Plaza Negra participa de dos
lógicas distintas, que se manifiestan en dos es-
trategias proyectuales que son contrapuestas y
se superponen sincréticamente. La primera (la
visible, la divulgada, la cívica) se materializa en
el mobiliario urbano multiétnico (identitario,
estático, aglomerante) y apuesta por ofrecer
lugares a los habitantes del barrio cosmopolita.
La segunda (la silenciosa, la secreta, la contem-
poránea) se materializa en la alfombra de asfalto
estriado (genérica, dinámica, centrífuga) que
asume su condición de espacio de tránsito e in-
vita a no permanecer en el lugar. Ambos com-
ponentes –los fragmentos y la continuidad, las
figuras y el fondo– interactúan y dialogan entre
sí, generando dos situaciones opuestas: lugares
estáticos y espacio fluido. Ambas lógicas encar-
nan sus respectivos roles en el proyecto y res-
ponden a dos tipos de usuario.
En la forma de un heterodoxo catálogo de obje-
tos de gusto popular, BIG celebra la diversidad y
apuesta por la integración de los múltiples gru-
pos humanos, pero aparentemente no confía en
que esta integración se produzca del todo. Por
ello, su diseño no cede a actitudes voluntaristas
sino que, de alguna manera, se resigna ante la
posibilidad de que el encuentro no se produzca.
En definitiva, Superkilen admite que cada usua-
rio pueda optar por quedarse o seguir de largo,
lo que constituye una característica del indivi-
duo en la hipermodernidad.
Bajo la luz que proyectan las miradas de otras
disciplinas (sociólogos, antropólogos y filóso-
fos) Superkilen delata su inconfesada condición
de no lugar, o se revela ante nuestros ojos como
un “espacio urbano público y no civil” (Bauman,
2003), un espacio de tránsito que responde al
sujeto contemporáneo, al animal laborans que
Han (2015) nos describe sin compasión y casi
sin esperanzas.
Una similar desesperanza nos insinuaba Giaco-
metti, allá por 1947, con su escultura llamada
Plaza (Fig. 7). El arquitecto y crítico Carlos Martí
Aris (2011) la describe como “una baldosa pé-
trea de cantos romos sobre la que deambulan,
extraños y perdidos, cinco estilizados persona-
jes que se aproximan entre sí y están a punto de
rozarse, pero que terminan por tomar cada uno
su propia dirección” (p. 205) •
NOTAS
1 - Este artículo tuvo su origen en el trabajo final
(realizado en febrero de 2017) del Seminario-Taller
“Crítica del Proyecto”, perteneciente a la Maestría
en Proyecto de la Facultad de Arquitectura, Diseño y
Urbanismo (FADU) de la Universidad de la República
de Uruguay. Los docentes a cargo del curso fueron el
Dr. Arq. Carlos Arcos y el Dr. Arq. Jorge Tuset.
2 - Se trata de ensayar una metodología que está
próxima (en espíritu) al trabajo de Ricardo Daza,
(2008) en su libro Buscando a Mies, donde el autor
toma como pretexto una fotografía de Mies van de
Rohe para realizar una labor cuasi detectivesca, en
la que arriba a valiosas interpretaciones sobre la
propia personalidad de Mies y la relación que esta
tiene con su arquitectura.
3 - El diccionario de la RAE registra un total de diez
definiciones sobre lo que actualmente significa escena.
Conviene destacar algunas, que son operativas para
nuestro estudio: “en un teatro, escenario: lugar
donde se representa la obra”; “suceso de la vida real
considerado como espectáculo digno de atención”; “en
arte, representación de un suceso o acontecimiento
en que toman parte varias figuras”.
4 - El fotógrafo Henri Cartier-Bresson (1952) inventa
el concepto de instante decisivo para designar la
captura de una situación fugaz que resulta altamente
significativa en la construcción de una narración visual.
5 - El concepto de mirada ha sido utilizado por diferentes
disciplinas para significar un tipo de observación
reflexiva, que necesariamente implica un modo de mirar
y se proyecta sobre lo mirado. Así, la mirada del fotógrafo
se carga de emociones, significación y contenidos que
se impregnan sobre los temas fotografiados.
6 - Decimos que el proyecto es unánimemente
aplaudido porque ha sido premiado en numerosas
oportunidades como obra de arquitectura y paisaje,
y es ampliamente reconocido por el establishment
político como un éxito urbano y social.
7 - Como veremos, la hipermodernidad, definida por
Gilles Lipovetsky (2006), es un fenómeno que recibe
varias denominaciones. Marc Augé (2000) lo denomina
“sobremodernidad” mientras que Zygnumt Bauman
(2003) nos habla de una “modernidad líquida”.
8 - La Etología es el estudio del comportamiento de
los animales en su medio natural. Si consideramos
al hombre como parte del reino animal, muchas
conductas observadas en especies salvajes tienen su
paralelismo en la sociedad humana. Por ejemplo: el
gregarismo, la territorialidad, el hacinamiento, etc.
Sobre la distancia de huida Hall nos dice que “por regla
general, hay una correlación positiva entre el tamaño
del animal y su distancia de huida: cuanto mayor es
el animal, mayor es la distancia que debe conservar
entre sí y el enemigo” (p.19). Más adelante agrega:
“Al domesticarse, el hombre ha reducido mucho la
distancia de huida de su estado original, que es una
necesidad absoluta cuando la densidad demográfica
es grande” (Hall, 1972, p. 228).
9 - Marc Augé (2000) observa que el “lugar y el no lugar
son más bien polaridades falsas: el primero no queda
nunca completamente borrado y el segundo no se cumple
nunca totalmente” (p. 84). Lo que equivale a decir que
ambas situaciones pueden coexistir y complementarse.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
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Una antropología de la sobremodernidad. Barcelona,
España: Gedisa.
·Baan, I. (s.f.). Recuperado de http://iwan.com/about/
·Bauman, Z. (2003). Modernidad líquida. Buenos Aires,
Argentina: Fondo de Cultura Económica.
·Bjarke Ingels Group (s.f.) Página web. Recuperado de
http://big. dk/#projects-suk
·Bridger, J. (2013). Life on the wedge: in Copenhagen,
Superkilen rolls out a half-mile mash-up of global
cultura. Landscape architecture, 103(7), 86-99.
·Cartier-Bresson, H. (1952). The Decisive Moment.
New York, USA: Simon and Schuster.
·Daza, R. (2008). Buscando a Mies. Barcelona, España: Actar.
·Eskerod, T. (s.f.). Torben Eskerod. Recuperado de
http://www.torbeneskerod.com/about
·Hall, E. (1972). La dimensión oculta (Félix Blanco,
trad.). DF, México: Siglo XXI Editores (Obra original
publicada en inglés en 1966).
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·Lipovetsky, G. (2006). Los tiempos hipermodernos.
Barcelona, España: Anagrama.
·Martí Arís, C. (2011). Cabos sueltos. Madrid, España:
Sánchez Lampreave.
·Superkilen / Topotek 1 + BIG Architects + Superflex.
(25 de octubre de 2012). Recuperado de https://www.
archdaily.com/286223/superkilen-topotek-1-big-
architects-superflex
Alejandro Folga. Arquitecto (FARQ-UdelaR), Diplo-
mado en Investigación Proyectual (2015), Maestran-
do de Proyecto de Arquitectura. Profesor Agregado
de Representación y Profesor Adjunto de Proyecto
de Arquitectura en FADU (Montevideo, Uruguay). Ha
realizado investigaciones y es autor de varios libros
sobre arquitectura, proyecto y representación. Ha re-
cibido premios en concursos de arquitectura y diseño.
alfotocopias@gmail.com

44 Sobre quedarse o seguir de largo. Superkilen: un espacio público de la hipermodernidad / Alejandro Folga / p. 36 » 45 A&P Continuidad N.10/6 - Julio 2019 · ISSN Impresa 2362-6089 - ISSN Digital 2362-6097 A&P Continuidad N.10/6 - Julio 2019 · ISSN Impresa 2362-6089 - ISSN Digital 2362-6097 Sobre quedarse o seguir de largo. Superkilen: un espacio público de la hipermodernidad / Alejandro Folga / p. 36 » 45 45
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Franco López, V. (2019) Lo(s) común(es) en
arquitectura. Más allá de lo público y lo privado.
A&P Continuidad (10), 46-53.

Lo(s) común(es) en arquitectura.

Más allá de lo público y lo privado
Víctor Franco López Recibido: 19 de febrero de 2019
Aceptado: 6 de junio de 2019

Español English

Frente a las reiteradas crisis económicas, políticas y sociales que vivimos de The recurrence of global economic, political and social crises along with the » Lo común en arquitectura y urbanismo: ciones que apuntan a un porvenir no capitalista nomía, entre necesidades y territorios, entre in-
manera global, el paradigma emergente de lo(s) común(es) nos exige una mirada embracement of the emerging paradigm of the common(s) call for a new space una mirada disruptiva (Laval y Dardot, 2014). dividuos y nuevas instituciones (Calle, Suriñach
nueva sobre el espacio y nos ayuda a imaginar lógicas alternativas más allá del perspective. This approach helps us to conceive an alternative logic that goes En las ciudades, el urbanismo neoliberal viene Dicho surgimiento de lo común o los comunes, y Piñeiro, 2017). Al mismo tiempo, representa
espacio público y el espacio privado, cuestión que permite indagar acerca de beyond both public and private space. It deals with our personal and collective desarrollando un proceso de cercenamiento de como algo particularmente revolucionario en un potente cuestionamiento al binomio públi-
nuestras identidades personales y colectivas y el espacio donde se desarrollan identities and the space where they develop and interact. In this sense, the hy- lo(s) común(es) cada vez más global a través de las últimas décadas, aparece gracias a las inves- co-privado o Estado-mercado, pero no como
y vinculan. En este sentido, la hipótesis mantenida en el presente texto es que el pothesis introduced by this article is that the paradigm of the common(s) can “controlar el uso y el valor de cambio del espa- tigaciones de Elinor Ostrom (1990) al demos- “el resurgimiento de una idea comunista eterna,
paradigma de lo(s) común(es) puede permitirnos repensar el hábitat contempo- allow us to rethink the contemporary habitat and its political and economic is- cio urbano o cerrar el acceso a cualquier espa- trar los beneficios de la distribución del poder sino la emergencia de una forma nueva de opo-
ráneo y sus relaciones políticas y económicas, donde la vivienda colectiva y sus sues. Collective housing and its common spaces would play a fundamental role cio urbano o de sociabilidad que no mercantilice y de garantías de inclusión social a través de nerse al capitalismo, incluso de considerar su
espacios comunes tendrían un papel fundamental en la búsqueda de la justicia in the search for space justice, fairness and inclusion. los medios de producción y suponga un desafío experiencias de gestión sostenible arraigadas superación. Se trata igualmente de un modo de
espacial, la equidad y la inclusión. a las relaciones sociales capitalistas” (Cota, Ál- en unos principios culturales y políticos en rela- volver la espalda definitivamente al comunismo
Para ello, se toman casos de estudio paradigmáticos de diferentes épocas de la In order to achieve our goal, we address paradigmatic case studies from differ- varez, Olmos, Sebastiani, García y Fernández, ción a la organización colectiva y al cuidado del estatal” (Laval y Dardot, 2014, p. 21). En defi-
historia de la vivienda colectiva en las ciudades de Rosario y Buenos Aires y se ent periods of the history of collective housing in the cities of Rosario and Bue- 2017, p. 122). En oposición a esta depredación territorio. Esto permitió poner en valor y vis- nitiva, como sugiere Raquel Gutiérrez Aguilar,
analizan a partir de categorías en relación a lo(s) común(es), con el objetivo de en- nos Aires. Categories of the common(s) are analyzed to find clues in the history of del neoliberalismo, durante las últimas décadas lumbrar la posibilidad de construir economías podríamos decir que lo común:
contrar claves en la historia local de ambas ciudades capaces de orientar mejor both cities leading to better transforming proposals adjusted to our time. Thus, surgieron movimientos altermundistas y ecolo- vinculadas al territorio, a la democratización
propuestas transformadoras adaptadas a nuestros tiempos. Finalmente, esto we outline some possible guidelines which are considered project strategies gistas con reivindicaciones entorno a lo común, desde abajo y a la satisfacción de las necesida- […] deja de ser objeto o cosa bajo dominio
nos permitirá también esbozar algunos lineamientos posibles como estrategias that confront a patriarchal, colonial and extractivist view of the urban-housing término que adquirió así un valor crítico como des humanas. de algunos, para entenderse como acción
proyectuales contra una mirada patriarcal, colonial y extractivista del espacio space. significante capaz de oponerse a la gran apro- En este sentido, lo común permite abrir una colectiva de producción, apropiación y
urbano-habitacional. piación de las riquezas característica de los últi- tercera vía de abordaje situada en la línea pos- reapropiación de lo que hay y de lo que
mos decenios (Comunaria, 2017), ensanchando desarrollista a favor de transiciones civilizato- es hecho, de lo que existe y de lo que es
el campo de lo político a través de un conjunto rias más humanas, que apuntan a revertir las creado […]. De ahí que resulte pertinen-
Palabras clave: común(es), espacios comunes, vivienda colectiva Key words: common(s), common spaces, collective housing de prácticas, luchas, instituciones e investiga- crecientes desconexiones entre política y eco- te indagar en la producción de lo común,

46 Lo(s) común(es) en arquitectura. Más allá de lo público y lo privado/ Víctor Franco López / p. 46 » 53 A&P Continuidad N.10/6 - Julio 2019 · ISSN Impresa 2362-6089 - ISSN Digital 2362-6097 A&P Continuidad N.10/6 - Julio 2019 · ISSN Impresa 2362-6089 - ISSN Digital 2362-6097 Lo(s) común(es) en arquitectura. Más allá de lo público y lo privado/ Víctor Franco López / p. 46 » 53 47

Figura 1. Imagen oficial de la plataforma digital Más que
una casa, realizada por el dibujante Miguel Brieva. Fuente:
http://www.masqueunacasa.org/es/
de sus lógicas asociativas y sus dinámicas
internas como cuestión fundamental de
horizontes políticos no centrados en lo es-
tatal (Gutiérrez Aguilar, 2017, p. 75).
Pero, aunque en auge, lo común no es nada
nuevo. Inscrito en tradiciones políticas como
el anarcosindicalismo, el mutualismo o el coo-
perativismo (Fernández y Martínez, 2017), lo
común es una realidad diseminada a lo largo
del planeta y a lo largo de la historia, puesto
que diferentes sociedades tradicionales actua-
les como comunidades campesinas e indígenas
tienen mecanismos políticos y económicos de
carácter comunal (Subirats y Rendueles, 2016).
Todo este universo de lo común permite poner
en relieve experiencias de propiedad colectiva
y gestión comunitaria de ciertos bienes, recur-
48 Lo(s) común(es) en arquitectura. Más allá de lo público y lo privado/ Víctor Franco López / p. 46 » 53
sos naturales y medios de producción fabriles,
que denominaremos comunales tradicionales.
Se trata de “formas resilientes de gestionar,
de manera sostenible y democrática, bienes
naturales que resultaban esenciales para la re-
producción de las comunidades” (Comunaria,
2017, p. 7). Estos comunes tradicionales –que
tienen tanto vigencia como, en parte, necesi-
dad de reinvención para adaptar y potenciar su
funcionamiento a los ecosistemas de las eco-
nomías de escala planetaria– son lamentable-
mente islas en un océano de mercantilización
y de enfoques estadocéntricos, capaces de
reproducirse a contracorriente y de servir de
inspiración para nuevas prácticas emergentes
que denominamos nuevos comunes.
Los nuevos comunes serían aquellas iniciativas
innovadoras ancladas a un sustrato de coope-
ración social y que surgen de procesos vivos y
abiertos, poniendo el acento en la democrati-
zación de las relaciones económicas, dentro y
fuera de las propias experiencias. Se incluyen
las diferentes formas de producir dentro de la
tradición del cooperativismo, la economía soli-
daria y el comercio y consumo justos, las pro-
puestas de transiciones hacia la sustentabilidad
desde la agroecología y la ecología política, mo-
dos de aprendizaje comunitario y popular, me-
canismos de convivencia como cooperativas de
vivienda y activación de espacios degradados
y/o en desuso, sistemas de cuidados como gru-
pos de crianza o mutualidades, y lo relacionado
con los bienes digitales o medios de interacción
a partir de las nuevas tecnologías –de forma
que sean accesibles y no se mercantilicen (sof-
tware libre, creative commons, cultura libre, co-
pyleft, código abierto, entre otros)– (Comuna-
ria, 2017; Calle, Suriñach y Piñeiro, 2017).
Como veíamos, los comunales tradicionales y
los nuevos comunes tienen mucho en común, a
pesar de la distancia histórica, física y ambien-
tal, puesto que son fruto de la sedimentación
de prácticas que llevan asociadas una serie de
A&P Continuidad N.10/6 - Julio 2019 · ISSN Impresa 2362-6089 - ISSN Digital 2362-6097
valores, tales como la reciprocidad, la delibe-
ración, la participación, la sustentabilidad o el
cuidado. La revisión de estas iniciativas nos in-
vita a hacerle frente a las derivas neoliberales
actuales y a seguir construyendo nuevas prácti-
cas basadas en un mayor protagonismo social y
una más armoniosa habitabilidad ecosistémica
en el planeta (Fig. 1).
» Categorías a partir de lo(s) común(es).
Hacia la deconstrucción y la desjerarqui-
zación del espacio
En relación al paradigma de lo común aplicado
a la vivienda colectiva “podemos afirmar que
el bienestar hoy va pasando de ser una reivin-
dicación global para convertirse cada vez más
en una demanda personal y comunitaria, arti-
culada alrededor de la vida cotidiana y en los
espacios de proximidad” (Subirats y Montaner,
2012). Sus espacios comunes podrían tener un
papel fundamental a la hora de repensar el há-
bitat contemporáneo y sus relaciones políticas
y económicas, puesto que recuperar el papel
político de la vivienda en la ciudad podría pro-
porcionar nuevos enfoques en la reflexión acer-
ca de un urbanismo sustentable, como postula
Zaida Muxí (2010).
Si entendemos que el espacio se erige a través
de relaciones sociales (Palop, 2017), entonces
podemos reconocer la construcción relacional
de nuestras identidades personales. En este
sentido, en los espacios comunes de las vivien-
das colectivas se produce la primera conexión
con lo público, más allá de lo íntimo, como pri-
mera escala de relaciones sociales (Franco,
2017). Estos espacios comunes serían aquellos
capaces de poner en relación la escala de lo ín-
timo con la de lo comunitario y lo colectivo, per-
mitiendo diferentes gradientes de transición.
Además, pueden ser de carácter exclusivamen-
te privado hasta los más públicos, pasando por
posibilidades intermedias de semipúblicos o
Figura 2. Categorías de análisis a partir de lo común realizada en el proyecto PIT PyH-04 (2017, FADU-UBA). Esta categorización sirve
semiprivados. como base para el estudio de casos.
A&P Continuidad N.10/6 - Julio 2019 · ISSN Impresa 2362-6089 - ISSN Digital 2362-6097 Lo(s) común(es) en arquitectura. Más allá de lo público y lo privado/ Víctor Franco López / p. 46 » 53 49
 Intentando aplicar el paradigma de lo(s) co-
mún(es) a la arquitectura (Franco, 2018b) y con
el objetivo de ayudar a la deconstrucción y des-
jerarquización de los espacios que habitamos y
proyectamos, se proponen doce categorías de
interpretación del espacio a partir de lo común
(Fig. 2): límites, visuales, flujos, ruidos, relacio-
nes volumétricas, protección, luz, ventilación,
distancia, secuencia, simultaneidad de usos y
materialidad, en relación a tres escalas diferen-
ciadas: el conjunto, el bloque y la unidad habi-
tativa (Fig. 3, 4 y 5 como ejemplos de aplicación
de las categorías a casos concretos de estudio
siguiendo la paleta de colores propuesta en la
Fig. 2). A partir de estas categorías se vienen
creando diversas subcategorías más específi-
cas y necesarias para dar cuenta de las múlti-
ples variables que determinan los espacios co-
munes. Habrá categorías donde se utilizarán las
mismas subcategorías para su análisis (límites,
visuales, ruidos, relaciones volumétricas, pro-
tección, ventilación, distancia, secuencia y ma-
terialidad), así como otras donde son diferentes
Figura 4. Análisis del Conjunto Amenábar (Rosario) a partir de las categorías de lo común (escala del bloque), por Lucía González, Lucía Medina y Camil Pizzorno, dentro de la optativa
en relación a las escalas (flujos, luz y simultanei- “Arquitecturas de lo común y formas de habitar el presente” (2018, FAPyD-UNR). | Figura 5. Análisis del Conjunto Amenábar (Rosario) a partir de las categorías de lo común (escala de la unidad
habitativa), por Lucía González, Lucía Medina y Camil Pizzorno, dentro de la optativa “Arquitecturas de lo común y formas de habitar el presente” (2018, FAPyD-UNR).
dad de usos).
Dichas categorías son el resultado de analizar permite analizar y comparar mejor la evolución permite poner en relación variables más comple- En este sentido, los espacios comunes nos
el espacio desde lo común en cincuenta casos de los espacios comunes a través del tiempo, jas a la tipológica y funcional, con el objetivo de ayudan a responder a criterios de flexibilidad
de estudio de vivienda colectiva en Rosario y pudiendo comprender mejor las lógicas que los generar propuestas que puedan tener un mayor de las unidades habitacionales y de los con-
Buenos Aires a partir de la materia optativa “Ar- constituyen. En todos ellos podemos reconocer impacto positivo en la transformación del terri- juntos, en relación a la versatilidad de usos y
quitecturas de lo común y formas de habitar el espacios y usos comunes como una dimensión a torio (Franco, 2018a). variación en el tiempo. Sirven también para
presente” en la FAPyD-UNR y el proyecto de in- analizar, a partir de la cual podemos extraer di- ofrecer reflexiones acerca de las necesidades
vestigación PIT PyH-04 “La ciudad común” en la versas claves proyectuales de articulación con » Espacialidades de lo(s) común(es) como habitacionales contemporáneas en busca de
FADU-UBA desde 2017. La elección de los casos lo existente. En cuanto a la producción y gestión catalizadoras para la cohabitación mayor diversidad y multiplicidad tipológica
responde a un criterio de variedad tipológica ur- del hábitat, se ofrecen también ejemplos diver- Entendiendo al hábitat como el campo vital y habitacional, adaptándose a las nuevas es-
bano-habitacional y de producción y gestión del sos. Por un lado, la construcción por parte del para que el cuerpo se desarrolle donde la vida tructuras familiares y de convivencia. Así, pa-
hábitat, con el objetivo de producir conocimien- Estado, bien en formato de grandes conjuntos, se mueve y se promueve potenciando las dife- rece significativo que el desplazamiento de los
to académico a partir de generar un repositorio a través de créditos otorgados por el Banco Mu- rencias y abrazando las diversidades (Paredes, cuidados hacia lo común “puede contribuir a
de casos (Franco, Kahanoff, Pego y Pellegrino, nicipal, o bien mediante el plan nacional Pro.Cre. 2013), este debería trascender a sus funciones superar los límites de los repartos de las res-
2018). Desde la tipología, tenemos conjuntos Ar.; por otro lado, se plantea analizar un modelo residenciales para ser capaz de generar en su ponsabilidades hacia el cuidado a escalas me-
tipo PH o departamentos de pasillo, barrios de más de mercado (aunque todavía de ganancia configuración espacios comunitarios y de al- ramente familiares y de instalar el cuidado y
viviendas y grandes, medianos y pequeños con- distribuida) a través del fideicomiso, así como bergar otro tipo de actividad que la meramen- la reproducción como actividades asumidas
Figura 3. Análisis del Conjunto Amenábar (Rosario) a partir de las categorías de lo común (escala del conjunto), por Lucía juntos. Este barrido más amplio de casos de es- también la producción y gestión de tipo comuni- te habitacional, fomentando el encuentro, la por amplios sectores de las comunidades” (Ez-
González, Lucía Medina y Camil Pizzorno, dentro de la optativa “Arquitecturas de lo común y formas de habitar el presente”
(2018, FAPyD-UNR). tudio en la historia de la producción de la ciudad taria a través de cooperativas de vivienda. Esto puesta en común y las decisiones colectivas. querra, Rivera y Álvarez, 2017, p. 76). Además,

50 Lo(s) común(es) en arquitectura. Más allá de lo público y lo privado/ Víctor Franco López / p. 46 » 53 A&P Continuidad N.10/6 - Julio 2019 · ISSN Impresa 2362-6089 - ISSN Digital 2362-6097 A&P Continuidad N.10/6 - Julio 2019 · ISSN Impresa 2362-6089 - ISSN Digital 2362-6097 Lo(s) común(es) en arquitectura. Más allá de lo público y lo privado/ Víctor Franco López / p. 46 » 53 51

Figura 6. Propuesta de intervención en el Conjunto Amenábar (Rosario) a partir de lógicas de lo común, por Lucía González, Lucía Medina y Camil Pizzorno, dentro de la optativa “Arquitecturas
de lo común y formas de habitar el presente” (2018, FAPyD-UNR). | Figura 7. Propuesta de intervención en el conjunto habitacional situado en San Martín 1438 (Rosario) a partir de lógicas de
lo común, por Lucía González, Lucía Medina y Camil Pizzorno, dentro de la optativa “Arquitecturas de lo común y formas de habitar el presente” (2018, FAPyD-UNR).
lo común permite explorar propuestas que
tienden a la autosuficiencia, a la adaptación
y a la accesibilidad, introduciendo espacios
complementarios comunitarios asociados a la
vivienda, como huertos, cocinas, restaurantes
y comedores colectivos, talleres, ágoras, guar-
derías, etc. (Ver equipamientos colectivos pro-
puestos en Fig. 6 y 7).
Por otro lado, a partir de los espacios comu-
nes podemos pensar estrategias de cambio de
patrones urbanos. Teniendo en cuenta las va-
riables de la ocupación del suelo, la altura, la
densidad y la compacidad podemos plantear
modificaciones al tejido existente; es decir, en
casos de baja altura podemos ampliar (Fig. 6) o
densificar (Fig. 7) el tejido y en casos de mucha
altura podemos adaptar el conjunto para dismi-
nuir su densidad. Todo ello a partir de los espa-
cios comunes como articuladores.
Al mismo tiempo, pensar la función a partir de
lo(s) común(es) es imaginar escenarios y cosmo-
visiones habitacionales alternativas necesarias
y deseadas por los habitantes de dicha comu-
nidad de manera colectiva (González y Bellver,
2017). A veces, la simple transformación fun-
cional de ciertos espacios puede cambiar las
dinámicas de cotidianeidad establecidas en el
conjunto, cuestión que conlleva una mejora en
la calidad de vida. Por ejemplo, espacios para
el cuidado, el encuentro, la ayuda mutua y el
diálogo, así como espacios para la recreación o
el deporte, son aquellos donde se construyen
las redes que permiten la resiliencia necesaria
en momentos de máxima dificultad (Herrero,
2017) y que pueden servir para regenerar una
pieza o un conjunto urbano.
La mirada desde lo(s) común(es) también su-
giere la posibilidad de activar ciertos espacios
con el objetivo de colectivizar las actividades
que allí se puedan realizar; es decir, convertir
un espacio de uso privado a uso comunitario,
ya sea a través de una cesión de uso, una res-
tricción al dominio o un reglamento específico
en el consorcio, puede potenciar la convivencia
y los lazos de contención colectiva. Al mismo
tiempo, serviría para poner en valor y fomen-
tar modelos de vivienda colectiva alternativos
tipo cohousing mediante sistemas cooperati-
vos, que todavía están muy poco explotados
como mecanismos de producción y gestión
de vivienda de manera comunitaria y colabo-
rativa. Esto permitiría el fomento del empleo
de emprendedores pequeños y medios y la au-
toorganización de la población, estableciendo
procesos de imaginación y codiseño a través
de las espacialidades de lo(s) común(es) como
herramientas articuladoras y posibilitadoras
del hábitat •
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Victor Franco López. Arquitecto (Universidad Poli-
técnica de Cataluña, 2009). Magíster en Planifica-
ción Territorial y Gestión Ambiental (Universidad de
Barcelona, 2011). Doctorando en Arquitectura en la
FADU-Universidad de Buenos Aires. Docente en la
FAPyD-UNR, la FADU-UBA y el DIIT-Universidad
de La Matanza, así como de la Maestría en Gestión
Ambiental del Territorio Urbano en la FAU-Universi-
dad Nacional del Nordeste. Investigador del Centro
de Investigación en Política Pública y Sociedad (UNR)
y del Centro Hábitat Inclusivo (UBA). Miembro de la
plataforma colectiva Habitaria.
victorfrancolopez@gmail.com

52 Lo(s) común(es) en arquitectura. Más allá de lo público y lo privado/ Víctor Franco López / p. 46 » 53 A&P Continuidad N.10/6 - Julio 2019 · ISSN Impresa 2362-6089 - ISSN Digital 2362-6097 A&P Continuidad N.10/6 - Julio 2019 · ISSN Impresa 2362-6089 - ISSN Digital 2362-6097 Lo(s) común(es) en arquitectura. Más allá de lo público y lo privado/ Víctor Franco López / p. 46 » 53 53
 »
Buzaglo, A. (2019) Dimensión pública y hackeo del
espacio político. A&P Continuidad (10), 54-67.

Dimensión pública y hackeo del espacio político

Recibido: 1 de marzo de 2019
Alejandra Buzaglo Aceptado: 26 de abril de 2019

Español English

En este artículo proponemos hacer foco en la dimensión pública de la arqui-
tectura, centrándola en ciertos aspectos posibles. Particularmente, en torno a
aquellos que permiten visibilizar su potencialidad, como campo de acción y pro-
ducción de conocimientos, en relación a la fortaleza emancipatoria que el espa-
cio público inscribe. Retomar las caracterizaciones y distinciones que desarrolla
Hannah Arendt entre espacio público y político a lo largo de su obra, exhibe una
inusitada fertilidad para pensar al espacio público como ámbito de ampliación
de los derechos de la ciudadanía. Basamos las reflexiones en las investigaciones
de Anabella Di Pego (2005; 2006), las cuales vienen iluminando nuestro trabajo
con respecto a la vigencia de la propuesta arendtiana. En ese registro, presen-
tamos el caso de la experiencia proyectual en el Mercado San Roque (MSR) en
Quito, Ecuador, y mostramos la conflictividad que se despliega en el espacio pú-
blico como lugar de disputas por sus sentidos. Revisar esto último orienta las
acciones a ciertos indisciplinamientos necesarios en torno a lo que proponemos
como el posible hackeo del espacio político para nuevas prácticas de ocupación
del espacio público en las que el proyecto de arquitectura se inscribe.
Palabras clave: espacio público, espacio político, arquitectura, proyecto,
derechos humanos
Our article puts forward a focus on the public dimension of architecture, high- » Espacio público y espacio político. El
lighting certain possible features; particularly, those that can shed light on its legado de Hannah Arendt1 .
potential as a field for the actualization and production of knowledge, in con- Comprender la fecundidad del pensamiento de
nection to the emancipatory strength of the public space. As we resume the de- Hannah Arendt para nuestra actividad específi-
scriptions and distinctions that Hannah Arendt’s develops through her oeuvre ca exige suspender naturalizaciones devenidas
between the public space and the political one, we encounter an unusual ground de ciertas delimitaciones al interior de las disci-
for the perspective of the public space as the setting for expanding citizenship plinas arquitectónicas y urbanísticas. En efecto,
rights. Our reflections are based on the research of Anabella Di Pego (2005; la noción de espacio público en tanto “vacíos
2006) which has been guiding our study regarding the present significance of urbanos que preceden o acompañan todo en-
Arendt’s proposal. It is along these lines that we introduce our project experi- torno construido” (Delgado y Malet, 2007, p.
ence in Mercado San Roque (MSR), Quito, Ecuador, illustrating the conflicts that 1) o bien aquellas posiciones y naturalizaciones
take place in the public space concerning the struggles for meaning. Acknowl- que lo conciben como el espacio de todas y to-
edging this results in directing action towards certain necessary in-discipline: dos, resultan, a nuestro entender, definiciones
what we put forward as a possible political space hacking, aimed at new ways vagas o en extremo simplificadas. Esta apues-
for occupying the public space, in which the architectural project is inscribed. ta requiere, a la vez, evitar prejuicios en torno
a la asimilación general del espacio político al
de la ebullición y disputa por el triunfo de unas
formas de convivencia sobre otras, en tanto vi-
siones de mundo diversas para “la gestión com-
Key words: public space, political space, architecture, project, human partida en la mejora de las condiciones de vida”
rights (Alguacil, 2008, p. 199).
Si bien se reconocen fértiles aportes para com-
prender la potencialidad implícita en “el espacio
público como espacio político” (Borja y Muxí,
2000, p. 66), suspender momentáneamente
dichas enunciaciones facilita acceder al núcleo
de la distinción de la propuesta de Arendt que
resulta clave para esta reflexión, en la medida
que permite leer la fortaleza emancipatoria que
el espacio público inscribe.
Inicialmente, las conceptualizaciones de Arendt
inquietan por cuanto, contrariamente a nues-
tros prejuicios, el espacio político estaría dota-
do de cierta perdurabilidad al obrar de marco
regulador y estabilizador de las interacciones
entre las personas, aquello que se entiende
generalmente como orden público alejado de
ese espacio en ebullición. Arendt identifica el
espacio político como el espacio público institu-
cionalizado, limitado por leyes que establecen
derechos, obligaciones, usos, propiedades, etc.
En esta concepción, el espacio público es en-
tonces más amplio que el político, ya que con
este último, Arendt alude explícitamente a la
polis, espacio institucionalizado por excelencia.
Siguiendo las palabras de Arendt pode-
mos apreciar que no todo espacio público
es inmediatamente un espacio político.
Es decir, el espacio público es más amplio
que el espacio político, por lo cual este
último comparte todas las características
del espacio público pero con alguna espe-
cificidad que al mismo tiempo lo distingue
de éste [...] El espacio público, entonces,
es un mundo común que reúne y separa
a los hombres, y que se caracteriza por la
publicidad más amplia posible, es decir por
el hecho de que puede ser visto y oído por
todos [...] podemos observar que el espa-
cio político requiere además de un mundo
común y de un carácter público, del esta-
blecimiento de una polis, es decir de leyes

54 Dimensión pública y hackeo del espacio político / Alejandra Buzaglo / p. 54 » 67 A&P Continuidad N.10/6 - Julio 2019 · ISSN Impresa 2362-6089 - ISSN Digital 2362-6097 A&P Continuidad N.10/6 - Julio 2019 · ISSN Impresa 2362-6089 - ISSN Digital 2362-6097 Dimensión pública y hackeo del espacio político / Alejandra Buzaglo / p.54 » 67 55
 y constituciones que establezcan ciertos
límites y condiciones de posibilidad más
estables a las acciones y a las palabras de
los hombres (Di Pego, 2005, p. 45).
Esta cuestión es relevante ya que revela un es-
cenario de oportunidades en el espacio público,
en oposición a las limitaciones establecidas por
la institucionalidad propia del espacio político,
el cual prescribe taxativamente cómo se debe
aparecer y actuar en él. Traer aquí las carac-
terizaciones de Arendt ilumina respecto a la
potencialidad latente en el espacio público así
entendido, cuestión que aproxima a su plano
ontológico, en tanto espacio de disputa con-
trahegemónica, es decir, de luchas por adquirir
nuevos derechos: un lugar donde el proyecto
arquitectónico, junto con otros saberes, tendría
mucho para decir y hacer. Veamos esta cues-
tión en las propias palabras de Arendt:
En todas las épocas, la gente que vive con-
juntamente tendrá asuntos que pertenez-
can al reino de lo público: es importante
que sean tratados en público. Lo que estos
asuntos sean en cada momento histórico
probablemente es enteramente distinto
[…] Me parece totalmente distinto lo que
se convierte en público en cada período
(Arendt, 1998, p. 151).
En Argentina, a partir de los ochenta, la tensión
social y política que despertó la voluntad de pro-
cesar lo sucedido durante la última dictadura cívi-
co-militar hizo tangible que la memoria se convir-
tió en un asunto público, en tanto un territorio en
disputa por los sentidos, no solo del pasado sino
también, del presente. Arendt reconoce que en
el espacio público la ciudadanía puede reunirse
para actuar y dar publicidad –o carácter público–
a sus reclamos con el objeto de que puedan ser
vistos y oídos por la mayor cantidad posible de
personas con la vocación de producir transfor-
56 Dimensión pública y hackeo del espacio político / Alejandra Buzaglo / p. 54 » 67
maciones que sedimenten en el espacio político.
Para Arendt, una de las características más rele-
vantes del espacio público es el hecho de brindar
posibilidades de asociación. En este sentido, la
cuestión social remite al “ámbito en el que surgen
asociaciones que posibilitan la acción de las per-
sonas y que pueden prefigurar una nueva forma
de organización política” (Di Pego, 2005, p. 20).
La reunión de voluntades comunes hacia accio-
nes emancipatorias se visibiliza en la actualidad,
por ejemplo, a través del amplio movimiento de
mujeres que se manifiesta en las calles informán-
donos de nuevos asuntos públicos. Jordi Borja y
Zaida Muxí lo expresan de la siguiente manera:
El espacio público como lugar de ejercicio
de los derechos es un medio para el acce-
so a la ciudadanía para todos aquellos que
sufren algún tipo de marginación o relega-
ción. Es la autoestima del manifestante en
paro que expresa un sueño de ocupante
de la ciudad, que es alguien en ella y no
está solo (Borja y Muxí, 2000, p. 66).
Se trata entonces de un espacio que propicia la
reactualización de pactos de convivencia hacia
la construcción permanente de nuevos dere-
chos: “la gente en la calle es un potencial con-
trapoder” (Borja, 2015).
El proyecto arquitectónico y el urbano –en al-
gunos casos de modo consciente y deliberado
y, en otros, sin atender a su potencial emanci-
patorio–, han asumido la voluntad represiva del
espacio político sobre la ciudadanía. Un caso
paradigmático es el plan de Haussmann para el
París de la segunda mitad del siglo XIX. La de-
cisión política de realizar grandes avenidas ha
sido interpretada tanto como facilitadora para
el uso de los carros militares y hacer poco efica-
ces las barricadas –es decir, colaborar con el Es-
tado en el plano represivo–, así como también
como una oportunidad de negocios vinculados
a la renta del suelo, plano menos denunciado en
A&P Continuidad N.10/6 - Julio 2019 · ISSN Impresa 2362-6089 - ISSN Digital 2362-6097
términos historiográficos. En nuestros días es
claramente visible que “el espacio público es ob-
jeto de interés por parte de los intereses econó-
micos” (Borja, 2015), apetecible por el mercado
y las actividades lucrativas privadas en torno al
consumo, asuntos que, de modo concomitante,
promueven su uso restringido: calles, plazas y
parques son apropiados por diversas iniciativas
de intereses privados con fines comerciales y
publicitarios. En estos casos, también las di-
mensiones represiva y punitiva acompañan las
decisiones, aunque muchas veces estén invisi-
bilizadas por la aparente preeminencia del fac-
tor económico dominante en nuestros días. El
antropólogo catalán Manuel Delgado advierte
que en los espacios urbanos arquitecturizados
parece como si no se previera la sociabilidad:
La labor del urbanista es la de organizar la
quimera política de una ciudad orgánica
y tranquila, estabilizada o, en cualquier
caso, sometida a cambios amables y perti-
nentes, protegida de la obcecación de sus
habitantes por hacer de ella un escenario
para el conflicto, a salvo de los desasosie-
gos que suscita lo real. Su apuesta es a fa-
vor de la polis a la que sirve y en contra de
la urbs, a la que teme (Delgado, 2004, p. 7).
Si bien la ley prescribe taxativamente las for-
mas de aparición en el espacio político, el arte
y la arquitectura pueden ser formas privilegia-
das para la emergencia del espacio público en
tanto lugar que convoque a los activismos. Si el
espacio público surge cada vez que las personas
se reúnen, se caracteriza por la espontaneidad.
Arendt lo relaciona con el ámbito de las gestas
homéricas que constituyen el paradigma de es-
pacio público en el mundo griego ya que “con-
forma un espacio de aparición donde cada uno
puede realizar acciones admirables pero que
desaparece cuando los hombres se dispersan y
solo pervive en la memoria a través de las na-
Figura 1. Las bicicletas de Fernando Traverso. Fotografía: fragmento fotografía. Gentileza de Nicolás Pousthomis, 2006.
rraciones de los poetas” (Di Pego, 2005, p. 46).
Nos preguntamos, ¿qué estrategias proyectua-
les, en tanto “acciones admirables” en el espacio
público, pueden propiciar una pervivencia de la
memoria en las “narraciones de los poetas” y en
el de boca en boca de las personas?, ¿qué accio-
nes proyectuales facilitarían la emergencia de
la necesidad de nuevos derechos ciudadanos?
Cuando pensamos en las “acciones admirables”,
el arte callejero signado por prácticas activistas y
biopolíticas , resulta una orientación posible para
2
trabajar estrategias indisciplinadas respecto de
lo que Delgado identifica como aspectos propios
de las disciplinas arquitectónicas y urbanísticas “a
salvo de los desasosiegos que suscita lo real”.
Las palabras del artista rosarino Fernando Tra-
verso, reconocido por las bicicletas estencilea-
das en el espacio público de la Figura 1, tal como
Arendt lo define, cobran nuevos sentidos:
Cuando salí la primera noche a pintar
me di cuenta de que se me revolvían las
tripas, tenía la misma sensación que en
aquellos años. Fue una obra que hice con
toda esa energía, por eso la quería hacer
y por eso la estoy haciendo todavía. Es
como una práctica militante y me genera
esa adrenalina, porque si bien los tiempos
son diferentes uno está invadiendo un lu-
gar (Scandizzo, 2006).
A&P Continuidad N.10/6 - Julio 2019 · ISSN Impresa 2362-6089 - ISSN Digital 2362-6097
Ese estar “invadiendo un lugar” refiere precisa-
mente a la posibilidad de la irrupción espontá-
nea que propicia el espacio público. Conocer las
reglas del sistema facilita una suerte de hackeo
del espacio político tal como lo hacen miembros
de comunidades y subculturas entusiastas y re-
beldes. La elección del verbo hackear no es ino-
cente ya que alude también al rol de las redes
sociales y al uso de las tecnologías de la comu-
nicación e información como herramienta clave
en el impacto político en la construcción de opi-
niones, consensos y asociaciones alternativas.
La arquitectura, como práctica cultural, no es
ajena a ello. Esto también nos remite nueva-
mente a la potencialidad del espacio público y
a su plano ontológico, “espacio también en que
los individuos y los grupos definen y estructu-
ran sus relaciones con el poder, para someterse
a él, pero también para insubordinarse o para
ignorarlo mediante todo tipo de configuracio-
nes autoorganizadas” (Delgado, 2004, p. 8).
» Hackear el espacio político. El derecho a
la ilegalidad en el espacio público
Ana López Ortego –del colectivo colombiano
Arquitectura Expandida– caracteriza a cierto
tipo de intervenciones vinculadas al hackeo del
espacio político, dentro de lo que denomina la
ilegalidad reivindicativa. En esta misma dirección
Jordi Borja expresa:
Dimensión pública y hackeo del espacio político / Alejandra Buzaglo / p.54 » 67
En muchos casos, el conflicto sociocultural
y su exigencia de reforma político-jurídica
debería asumir con audacia el riesgo de la ale-
galidad, reivindicar la paradoja del ‘derecho a
la ilegalidad’ para convertir en derecho lo que
era antes no legal o ilegal (Borja, 2002, p. 3).
Las bicicletas en tamaño real que Traverso ve-
nía estencileando sobre diversos soportes en
el ámbito privado desde el año 1995, salieron
al espacio público rosarino el 24 de marzo de
2001, a 25 años del golpe cívico-militar de 1976
y en el contexto que anticipaba la crisis social y
política de diciembre del mismo año. Traverso
se había propuesto homenajear a sus compa-
ñeras y compañeros desaparecidos como par-
te de un colectivo de 350 personas, cifra em-
blemática de la desaparición forzada durante
la dictadura en Rosario. Resulta sugerente la
adaptación inédita del recurso de una técnica
tradicional de reproducción artística, como es
el grabado, a la escala del espacio público:
En ese momento le puse ese número y me
propuse llegar a eso como un grabador.
Porque los grabadores hacen una tirada
de 20 y ponen 1/20, 2/20... yo hice un gra-
bado esparcido por toda la ciudad. Utili-
cé las paredes como papeles, como hojas
para imprimir (Scandizzo, 2006).
57

Figura 2. Reuniones de Al Borde (curaduría del laboratorio) previas al lanzamiento del laboratorio con organizaciones en el Mercado San Roque. Mapeo para diagnósticos. Fotografía: Al
Borde. Lugares asignados a cada colectivo. Infografía: Céline Tcherkassky, 2015.
Figura 3. Presentación del X taller en salón principal del MSR. Trabajadora irrumpiendo en el acto en reclamo por la falta de representatividad formal de las mujeres, evidenciada entre
quienes se sentaban a esa mesa. Colectivos participantes. Fotografía: Alejandra Buzaglo, 2015.
En un contexto de crisis económica, de repre-
sentatividad política, de descreimiento gene-
ralizado en las instituciones y en el que seguían
aún vigentes las leyes de impunidad del geno-
cidio cometido durante la dictadura, Traverso
realiza un memorial cuya escala de interven-
ción e influencia es la de la ciudad de Rosario,
hackeando el espacio político con la utilización
de un recurso poético y mediante las técnicas
de las acciones militantes callejeras.
La pregunta que emerge entonces es quiénes y de
qué modo se legitiman acciones en el espacio públi-
co. ¿Quiénes tienen voz y poder de decisión sobre
los asuntos públicos? ¿Cómo tramar los diversos
saberes que participan de dichos asuntos públicos
para el proyecto del espacio público? ¿Con qué
estrategias es posible hackear el espacio político?
» S.O.S. San Roque, patrimonio vivo. El
derecho al trabajo digno y la cultura en el
espacio público
La experiencia de arquitectura directa (proyec-
tual y constructiva) realizada durante el mes
de septiembre del año 2015 en el popular
Mercado San Roque (MSR) de Quito es una
pequeña muestra de cómo mediante proce-
sos proyectuales asamblearios y la utilización
de las redes sociales para co-construir con-
sensos es posible resolver asuntos públicos
complejos que involucran derechos vulnera-
dos. En el marco del evento académico anual
organizado por la Facultad de Arquitectura,
Diseño y Artes (FADA) de la Pontificia Uni-
versidad Católica del Ecuador (PUCE), “10°
Taller Internacional Laboratorio de Quito”,
Como resistencia a estos procesos globales en
los que constatamos que el espacio público es
un lugar de disputa por derechos con visibles
intereses en pugna, desde hace varios años,
en el MSR se han activado procesos sociales
que intentan resolver algunas problemáticas
específicas del mercado y su relación con la
ciudad. En ese contexto, Al Borde decide con-
vocar a “la arquitectura de guerrilla”3 , repre-
sentada por colectivos locales e internacio-
nales. Como integrantes de Arquitectura del
Sur, el colectivo de acciones y obras públicas
que conformamos 4, aceptamos el desafío de
transitar las experiencias proyectuales de
arquitecturas directas junto a estudiantes,
docentes locales y la comunidad del mercado.
En consonancia con las diversas líneas críticas
a la representación , se trata de arquitecturas
5
que –análogamente a la democracia directa
en el campo de la acción política en la que el
pueblo ejerce su soberanía directamente sin
la intermediación de órganos representati-
vos– resuelven, junto a las y los destinata-
rios, demandas que resultan, de este modo,
co-construcciones, por lo tanto decimos, más
sostenibles en un sentido extendido.
curado por el colectivo Al Borde y bajo el pro-
vocador lema “La academia no es solo el aula”, Somos cientos de arquitectos académicos,
se planteó trabajar en el conflictivo MSR, el arquitectos no académicos, no arquitec-
más grande de la ciudad y, sin embargo, uno tos académicos, no arquitectos no acadé-
de los espacios más deliberadamente olvida- micos y arquitectos en formación, que se
dos y en riesgo. Ubicado en el centro histórico unieron a miles de ciudadanos organiza-
de Quito, que fuera declarado en el año 1978 dos de uno de los mercados más grandes
Patrimonio Cultural de la Humanidad por la y emblemáticos de la ciudad de Quito. He-
UNESCO, diversos procesos de preservación, mos trabajado con el Frente de Defensa y
rehabilitación y embellecimiento del área Modernización del Mercado San Roque y
central, vienen propiciando la gentrificación la Red de Saberes para concretar una se-
y, consecuentemente, la expulsión de amplios mana que tenga por objetivo trabajar en
sectores de la población que, para ciertas lí- problemáticas específicas que sufre ac-
neas de gestión y producción del espacio pú- tualmente el mercado a partir de acciones
blico, y tomando las observaciones de Rodolfo concretas y procesos que no empiezan ni
Kusch (2000, p. 13) entre “el hedor y la pulcri- terminan en este taller (Plataforma arqui-
tud”, estarían del lado del hedor. tectura, 2015).
A diferencia de ediciones anteriores del taller
internacional, donde todos los equipos coordi-
nados por las y los invitados abordaban un úni-
co tema trabajando en la FADA, la propuesta en
esta oportunidad para cada colectivo era única y
situada. Se trataba de casos urgentes de diversa
índole, emplazados en distintos puntos y en tor-
no al MSR, asuntos previamente detectados por
quienes vienen colaborando con quienes traba-
jan desde la Red de Saberes. Ese trabajo soste-
nido en los territorios es clave en los enfoques
de nuestro trabajo y formaba parte de las condi-
ciones para nuestra participación. En cualquier
contexto de actuación pero, fundamentalmente
en el de producción de arquitecturas públicas, la
urgencia no implica acelerar procesos de síntesis
que promuevan el arrasamiento de los saberes
necesarios. En Argentina, como Arquitectura del
Sur Colectivo, proyectamos con comunidades
organizadas con las que co-construimos como
prolongación de las resistencias que ellas mismas
vienen consolidando hace tiempo. Esto es funda-
mental en términos metodológicos, y visible en el
plano axiológico. Nuestro saber se suma a cola-
borar en procesos en marcha y con sus propias
dinámicas. No imponemos soluciones pre-figura-
das, no hacemos transferencia de conocimientos:
los co-construimos. Para ese modo de obrar, se
necesita de la demora. Las demoras entendidas
como instancias metodológicas colectivas de
construcción de sentidos que exigen tiempo para
revelar las dimensiones simbólicas y materiales
hacia acciones proyectuales sostenibles.
El tiempo se considera, no como mera du-
ración sino, como espera activa. Son re-
tenciones temporales para inventariar co-
lectivamente disponibles, co-construir en
la manipulación desprejuiciada de la ma-
teria y suplementar sentidos en el habitar.
Se trata de actividades con una constante
demanda de alteridad para comprender,
de manera compleja […] en un sentido
amplio que congregue valores, ideologías
y políticas (Buzaglo, 2018, p. 398).
Conscientes de que en Quito y en menos de
una semana, las demoras no podían ser las
mismas que habitualmente transitamos, ajus-
tamos estrategias que fuimos co-construyen-
do con los potenciales de los saberes inmersos
en el nuevo territorio.
Luego de la apertura del evento académico en
la facultad, nos reunimos con el grupo de estu-
diantes con el que realizaríamos la experiencia.
Propusimos en la FADA un trabajo horizontal
alrededor de una única mesa y, para el MSR,
la inmersión en un territorio complejo: cono-
cer-nos y reconocer-nos. Solo un estudiante
había ido al mercado, nadie se acercaba por la
peligrosidad que se pregona sobre el lugar. De-
tectamos que los medios de comunicación, en
su mayoría, muestran hechos delictivos y vio-
lentos acontecidos allí, cuestiones que propi-
cian estigmatizaciones y promueven cierto con-
senso alrededor de la necesidad de concentrar
las actividades al interior del edificio, sanear y
expulsar la actividad callejera del área central
de Quito. Propusimos entonces ir al mercado
procurando despojarnos de preconceptos y
prejuicios, conversar, observar, relevar median-
te diversos registros –dibujados, fotográficos,
táctiles y sonoros6–, sentir, para compartir lue-
go las vivencias, las recurrencias en la sabiduría
popular, los problemas, las virtudes, es decir:
los bienes disponibles en tanto potencialidades
latentes en el territorio de intervención.
Hicimos énfasis en la necesidad del trabajo cui-
dadoso con las personas involucradas dado lo
limitado del tiempo previsto en el laboratorio y
lo complejo de estos procesos en los que se mo-
vilizan deseos, expectativas y la confianza entre
quienes participan. Explicitamos que partíamos
de la base de la existencia de saberes contenidos
en cada persona y también de saberes colecti-
vos: en este sentido, procuramos estimular la

58 Dimensión pública y hackeo del espacio político / Alejandra Buzaglo / p. 54 » 67 A&P Continuidad N.10/6 - Julio 2019 · ISSN Impresa 2362-6089 - ISSN Digital 2362-6097 A&P Continuidad N.10/6 - Julio 2019 · ISSN Impresa 2362-6089 - ISSN Digital 2362-6097 Dimensión pública y hackeo del espacio político / Alejandra Buzaglo / p.54 » 67 59
necesidad de acercar y compartir esos saberes
para la construcción de una propuesta arquitec-
tónica de acción directa sostenible. Advirtiendo
que el conocimiento académico aún se constru-
ye casi de forma exclusiva de arriba hacia abajo
en un proceso unidireccional –a modo de trans-
7
ferencia desestimando la alteridad y que esto
conlleva graves pre-juicios– propusimos atender
al alto potencial de saberes que se encuentra
contenido en actores, actrices y sus experiencias
sociales. El desafío consistía en desarrollar una
propuesta arquitectónica en el espacio público
sostenible y esto último solo sería posible a par-
tir de la capacidad de convocar los saberes espe-
cíficos para resolver lo necesario.
Luego, nos recibieron los representantes de las
organizaciones y las y los trabajadores en el sa-
lón del MSR. La presentación del taller estuvo
a cargo de un representante de Al Borde, del
presidente de las asociaciones de la parte calle-
jera del MSR, del presidente de la parte interior
del MSR y del de la Red de saberes. Una traba-
jadora irrumpió en el acto en reclamo por la fal-
ta de representatividad formal de las mujeres,
cuestión evidenciada en quienes se sentaban a
esa mesa. El espacio público dinamizaba la visi-
bilización de las por entonces invisibilizadas8,
aunque conformaran el ochenta por ciento de
quienes trabajan en el mercado.
Agenda co-construida. Sobre el programa
arquitectónico
A partir del diagnóstico de la curaduría junto a la
Red de Saberes, el Frente de Defensa y Moder-
nización del MSR, y después de algunos inter-
cambios por correo, acordamos que nuestra ac-
tividad se desarrollaría por fuera del perímetro
del edificio del mercado, en el área de las cruces
rojas (Fig. 2). El MSR había desbordado hacia las
calles frente a un área de depósitos de mercade-
rías. Entre los varios motivos de esta expansión
hay dos claves: por un lado, el aumento de las mi-
graciones de las y los campesinos a la ciudad, que
60 Dimensión pública y hackeo del espacio político / Alejandra Buzaglo / p. 54 » 67
encuentran una oportunidad natural de trabajo,
precisamente por sus saberes, y por otro, la me-
jor visibilidad de las mercaderías que se da en las
calles que promueve que las y los puesteros, que
tienen incluso lugar dentro del edificio, prefieran
salir y ubicarse en el espacio público.
Con el desafío propuesto de “abrir la escucha”9
realizamos, en el salón principal del MSR, un
primer contacto con los representantes de la
Ambrosio Lasso, una de las asociaciones que
operan en el mercado y que reunía a quienes
trabajan en la zona que se nos asignaba para
el taller. Consultamos por la posibilidad de un
encuentro ampliado con el resto de las y los tra-
bajadores para intentar acceder a otras voces,
más aún, después de la irrupción de una trabaja-
dora por la visibilización de las mujeres (Fig. 3).
Ante la sorpresa causada por nuestra solicitud,
expresaron que lo intentarían pero argumenta-
ron que era muy difícil que se acercaran ya que
“tenían que trabajar” y no disponían de tiempo.
Esto último nos remitió a la frase de Jacques
Ranciére (2003): “La política empieza, justa-
mente, cuando aquellos que ´no tienen tiempo´
para hacer nada aparte de su trabajo toman ese
tiempo que no tienen para hacerse visibles, en
tanto copartícipes de un mundo común”. In-
volucrarse sería sentirse copartícipes de un
mundo común y nuestro desafío era conseguir
una participación vinculante, no burocrática ni
políticamente correcta. Se hacían tangibles las
responsabilidades involucradas y el cuidado
necesario para nuestros ejercicios académicos.
En primer término, nos plantearon que estaban
en un área patrimonial y eso era interpretado
por la asociación como causa de la fragilidad de
la permanencia en el MSR. La presencia en las
calles atentaba contra la imagen hegemónica
de lo que la noción de patrimonio aludiría y el
riesgo de expulsión de quienes trabajan en las
calles se hacía inminente. No identificaban que
su hacer cotidiano pudiera vincularse con el pa-
trimonio o que tuviese algún valor patrimonial.
A&P Continuidad N.10/6 - Julio 2019 · ISSN Impresa 2362-6089 - ISSN Digital 2362-6097
Llamaba la atención que ni siquiera el hecho de
la cantidad de turistas que recorren a diario el
MSR, en oposición al rechazo por gran parte
de la ciudadanía quitense, no pudiera vincu-
larse con la posibilidad de que sus actividades
y el paisaje que describen, tuvieran algún tipo
de valor, más allá del necesario para la propia
supervivencia o la de la comunidad. Se trataba
de un patrimonio vivo, cotidiano y, por lo tanto,
invisibilizado por quienes lo encarnan. Desde
nuestra lectura resultaba necesario proteger
Figura 4. Secuencia cotidiana a partir de las 3 am: en una hora arman los puestos. A las 7 am deben proteger la mercadería del sol. Al finalizar la jornada de trabajo, se produce la secuencia
como espacio de cultura y memoria activa esas inversa. Búsqueda gráfica utilizada para un mapping callejero realizado a las 3.30 am en el MSR.
espacialidades abiertas, de manera de tensio-
nar las leyes hacia prácticas aún no instituciona-
lizadas, en un diálogo de saberes que incluyera
aquellas prácticas diversas como legítimas, en
lugar de modificarles su modo de ser. ¿En qué
medida la inestabilidad de sus lugares de traba-
jo podía volverse una herramienta tendiente a
proteger el valor de sus prácticas posiblemente
originadas en cosmovisiones despegadas de la
necesidad de fijar tiempos-lugares definitivos,
exactamente delimitados, o producto de una
sistematicidad de los tiempos occidentales y
Figura 5. Parte del inventario de sombrillas, soportes y marcas de límites de los puestos callejeros próximos al Mercado San Roque, Quito.
de la seguridad jurídica-laboral de un mundo en
extenso reproductivo?
Nos recibieron al día siguiente con gran con- blante casi con exclusividad, sabía claramente Tectónica de lo disponible. Hacia la sostenibili- fuertes ráfagas de viento. Como base para las
currencia, todas las sillas previstas resultaron el significado de ese instrumento. La caracte- dad de las propuestas estructuras de las sombrillas –las suelen llamar
ocupadas. En el salón de la Asociación Ambro- rística de este grupo era la inestabilidad de sus Observamos la compleja secuencia cotidiana carpas–, en algunos casos, acarrean estructuras
sio Lasso en una planta alta de un depósito, el lugares de trabajo por tener sus puestos fuera de montaje y desmontaje de los puestos de de caños de acero soldados en cruz, utilizan llan-
presidente y representantes nos aguardaban del perímetro del MSR. Diariamente colocan y trabajo (Fig. 4). Si bien en Quito la necesidad tas de automóviles, superponen soluciones y, en
dispuestos, frente a un colmado auditorio. So- retiran sus mercaderías de las veredas por la de mantenerse al resguardo de la exposición ocasiones, añaden peso a partir de apilar grandes
bre una mesa se exhibían trofeos, banderas que prohibición oficial de dejar rastro alguno de la directa al sol es generalizada, la actividad labo- piedras. Todos estos recursos implican aumentar
daban cuenta del orgullo por la pertenencia a la actividad en el espacio público. Si bien el he- ral de esta asociación, que se dedica a vender la cantidad, el volumen y el peso, cuestiones que
comunidad de trabajo. Esperaban la palabra de cho de ser una verdadera comunidad facilita la exclusivamente frutas y verduras, exige par- complican el acarreo cotidiano (Fig. 5).
expertas y expertos de la universidad y les pre- organización –establecen los límites para los ticularmente la protección solar. Realizamos En otro registro, relevamos los distintos tipos de
guntamos en qué podíamos ayudar. El espacio puestos callejeros, no bajan la mercadería a las colecciones devenidas de inventarios exhausti- carpas y sus variadas dimensiones. Los puestos
público se dinamizaba y “empezaba la política” calzadas, tienen uniformes, etc. –, reconocen vos, más allá del área ocupada por la Asociación más pequeños utilizan sombrillas individuales
tal como nos susurraba Ranciére. la precariedad de su trabajo amenazado siste- Ambrosio Lasso, en el intento de aprender los de planta circular o cuadrada de entre 2 y 3 m
Sorprendieron la unanimidad y precisión en máticamente por la expulsión. Una normativa modos de recombinar lo existente. Analizamos de lado. Los puestos de mayor extensión suelen
lo inesperado de la respuesta: necesitaban oficializaría entonces los lugares de trabajo, la las maneras habituales de organizar los puestos tender directamente superficies plásticas sobre
una normativa. Una comunidad homogénea, manera de desplegarlo y fijaría sus derechos callejeros, fijar los límites y sostener en pie las estructuras metálicas más complejas. En el caso
proveniente de un mismo pueblo y quechaha- en el espacio público. sombrillas frente a la frecuente irrupción de de algunos puestos ubicados sobre la calle Loja,
A&P Continuidad N.10/6 - Julio 2019 · ISSN Impresa 2362-6089 - ISSN Digital 2362-6097 Dimensión pública y hackeo del espacio político / Alejandra Buzaglo / p.54 » 67 61
y que no se desmontan, comparten la sombra
arrojada por una carpa. También en esta zona re-
gistramos que los límites de la extensión de cada
puesto se fijan en la calzada utilizando el recurso
de pintar en color amarillo y en ocasiones avan-
zan más allá de las veredas o, con el mismo fin, se
utiliza el color rojo en las fachadas.
Patrimonio y demoras. La co-construcción de
la necesidad
Propusimos en la FADA una actividad reflexiva
colectiva en torno a dos núcleos claves emergi-
dos de las conversaciones con las y los trabaja-
dores: patrimonio y MSM. Cada participante es-
cribiría la primera palabra que venía a su mente
para dar cuenta de alguno o de ambos conceptos.
Para MSR surgieron las palabras: criollos, drogas,
vida, olvidado, madres, hijos, niños, aislado, con-
vivencia, diversidad, insalubridad, gente, cultura,
tradición, desorden, temor, inseguridad, género.
Para patrimonio: vivo, en riesgo, importancia,
historia, memoria, conservación, desplazamien-
to, material, inmaterial, globalización, trueque,
nuestro, interculturalidad, cuidado, puesta en
valor. Conscientes de la imposibilidad de reducir
fenómenos ideológicos tan complejos, revela-
mos algunas conexiones posibles, a los efectos
de de-construir ciertos prejuicios. Agrupamos
las palabras referidas en principio a personas:
criollos, madres, hijos, niños, gente; también
aquellas que adjetivaban: olvidado, aislado, en
riesgo, vivo, material, inmaterial, nuestro; reuni-
mos las que daban cuenta de problemas: drogas,
insalubridad, temor, desorden, desplazamientos
y las que expresaban valores que podíamos iden-
tificar como positivos: cultura, tradición, género,
trueque, interculturalidad, cuidado, puesta en
valor, convivencia, diversidad.
La inseguridad fue uno de los temas que emer-
gía con recurrencia. ¿Inseguridad de quiénes?,
¿quiénes corren riesgos?, ¿quiénes están en
peligro? y la vez, ¿a quiénes podría excluir cier-
ta aplicación de la noción de patrimonio?, ¿qué
62 Dimensión pública y hackeo del espacio político / Alejandra Buzaglo / p. 54 » 67
saberes podrían invisibilizarse bajo la noción
tradicionalmente asociada? Historia, memoria,
conservación, ¿acaso referiría el patrimonio
solo al pasado?, ¿y a qué pasado?
El concepto de patrimonio y la necesidad de
su reformulación como instrumento operativo
para la defensa del mercado fueron clave. Vivo
fue la palabra elegida. Decidimos crear una pá-
gina en Facebook y lanzar la campaña “SOS San
Roque Patrimonio vivo” por las redes sociales.
Oportunidad para un juego de palabras, SOS
remitía a la sigla internacional ante una emer-
gencia, a la vez que al sos (eres) que, en nuestro
argentino de origen, era una interpelación al
MSR en el imperativo de la segunda persona del
singular desde cierta solidaridad internacional.
De este modo, “la obra, que antes solo podía ser
proyecto construido, ahora se abre a itinera-
rios, asesorías, acciones reivindicativas, reha-
bilitaciones, exposiciones, filmaciones, nuevos
medios y otras actividades” (Montaner, 2013).
Simultáneamente diseñamos el afiche para la
campaña, montamos un estudio fotográfico en
un taller de la FADA y convocamos a las y los
voluntarios a sumarse. Al proyectar fotografías
sobre las personas que portaban el cartel que
exhortaba “SOS San Roque Patrimonio vivo”,
las imágenes cotidianas del MSM que habíamos
tomado durante la jornada anterior se volvían
parte indisoluble del mercado, una suerte de
compromiso público asumido. Participaron estu-
diantes, los colectivos invitados, las y los profeso-
res y directivos y también personalidades locales
de la cultura. Al día siguiente de lanzada la cam-
paña por la red social, había alcanzado a 4451 pu-
blicaciones con 707 interacciones. Por iniciativa
de estudiantes, con la base del afiche realizamos
un esténcil y salimos a fijarlos por las zonas más
aniñadas10 de Quito. Subimos a las redes el estén-
cil, las instrucciones para descargarlo e invitamos
a salir a estencilear. Solicitamos a quienes partici-
paron que luego enviaran la fotografía del estén-
cil en la ciudad. Conviene reparar en que el sitio
A&P Continuidad N.10/6 - Julio 2019 · ISSN Impresa 2362-6089 - ISSN Digital 2362-6097
en las redes sociales sigue aún hoy activo (cuatro
años después) y continúa siendo un medio para
difundir las diversas actividades productivas y
culturales inherentes al MSR (Fig. 6).
Mientras tanto, coordinamos con la Asocia-
ción Ambrosio Lasso la realización de una
asamblea proyectual para el día siguiente. Ante
la pregunta respecto de cuánto medía un
puesto callejero nos respondieron en pallets:
1 o 2 pallets, los chicos; 4 o 5 los grandes. Te-
níamos unidades de medida no universales ni
ajustadas al metro patrón.
Asamblea proyectual
La “asamblea proyectual” (Buzaglo, 2018, p.
397) se constituye en una herramienta meto-
dológica para dinamizar saberes diversos.
Habíamos detectado 3 variables clave que posi-
bilitaron preparar los dispositivos visuales para
dinamizar la asamblea: la unidad de medida de
los puestos (los pallets), la necesidad de la som-
bra (las sombrillas) y el problema de los límites
(en el área de las dos cuadras sobre la calle Tú-
pac Yupianqui entre Abdón Calderón y la calle
Loja). Pero todavía había un obstáculo: para que
los saberes circularan debía existir confianza
entre las y los participantes.
La educación popular brinda algunas herra-
mientas ligadas a la construcción de vínculos
que facilitan las conversaciones, pero no te-
níamos experiencia previa de trabajo con una
comunidad quechua. “Darse las manos es una
costumbre bien recibida” nos aconsejó Junior,
el sociólogo de Usina, colectivo brasileño tam-
bién participante invitado al evento internacio-
nal. Propusimos entonces desarmar la alinea-
ción original de las sillas del auditorio, armar un
círculo y realizamos dos prácticas colectivas:
con-formar entre todas y todos el mayor y el
menor espacio posible. Hasta ahí, risas.
Desplegamos luego el plano del área en esca-
la 1:25, ocupando todo el espacio del suelo de
la reunión, y repartimos elementos a modo de
Figura 6. Estencileada por Quito “SOS San Roque Patrimonio Vivo”. Instrucciones para descargar el esténcil de la página de Facebook.
fichas de juego, en la misma escala del plano,
para dinamizar la actividad: pallets, sombrillas
y cajones. Abatimos las fachadas –relevadas
a través de fotografías– hacia ambos lados de
la calle principal. Esta técnica, presente en el
modo intuitivo en que las y los niños dibujan
perspectivas verticales o en planta y también
registrada en dibujos propios de culturas ar-
caicas, facilitó entre quienes participaron com-
prender el espacio y sus medidas rápidamente.
La propuesta fue ubicar sus fichas (sus puestos
de trabajo en escala) en el plano, cuestión que
visibilizó conflictos al interior de la asociación.
La negativa por parte un participante de ubicar
sus fichas hizo evidente la arbitrariedad res-
pecto de la cantidad de espacio que cada cual
posee para exponer su mercadería. Una mujer
lo acusó de tener 7 pallets, motivo por el cual,
ella quedaba fuera de la línea de la vereda, úni-
co espacio permitido para que sea posible la cir-
culación de mercaderías, personas y vehículos.
Fue allí donde se consensuó, cuestión no exenta
de conflictividad atenuada en un ámbito lúdico,
la necesidad de ceder espacio en función de un
bien común –como en la dinámica primera–: “o
la normativa nos incluye a todas y todos o no
hay normativa” (Fig. 7 y 8).
La identificación de que todos los puestos re-
quieren de sombra para proteger las frutas y las
verduras fue una oportunidad de dimensionar
A&P Continuidad N.10/6 - Julio 2019 · ISSN Impresa 2362-6089 - ISSN Digital 2362-6097
la normativa. La distancia entre los empotra-
mientos de las sombrillas, que decidieron por
unanimidad compartir en la vereda, múltiplo de
la medida de los pallets, sería la huella que fijaría
las ubicaciones relativas. A pedido de las y los
participantes, dejamos los dispositivos con los
que se desarrolló la asamblea proyectual ya que
consideraron que existían ciertas cuestiones no
saldadas que debían continuar trabajando al inte-
rior de la organización. Quienes integran la Aso-
ciación Ambrosio Lasso resolvieron plastificar
el soporte porque estimaron que el dispositivo
provisto sería utilizado en reiteradas ocasiones.
La asamblea proyectual como metodología y
herramienta posibilitó resolver un problema
tan complejo como el involucrado en conflictos
que atañen a la propiedad privada y a la nece-
sidad de cederla. Cuando el interés colectivo
es más urgente que el individual, y en el marco
de la necesidad de presentar una normativa a
las autoridades de la ciudad para mantener los
puestos callejeros de trabajo, la estrategia lúdi-
ca, visual y proyectual que propuso esta asam-
blea posibilitó abrir caminos (Fig. 9, 10 y 11).
Trabajamos en el diseño de la pieza que que-
daría empotrada en la vereda para sostener
las sombrillas. Un caño de acero de sección
circular que pudiera recibir a la columna de la
carpa, con solo dos pequeñas ranuras perpen-
diculares entre sí, impedía el giro por efecto
Dimensión pública y hackeo del espacio político / Alejandra Buzaglo / p.54 » 67
del viento, al encastrar en una cruz realizada
con planchuelas fija a una pieza cilíndrica em-
butida en el suelo. Realizamos un prototipo en
los talleres de la FADA, diseñamos una tapa
para que el orificio no se obstruyera o produ-
jera algún accidente a quienes transitan por el
espacio público y lo colocamos en la vereda de
la asociación con la participación de algunos
trabajadores (Fig. 12).
Les entregamos una carpeta con los planos que
describían la posición de las piezas que irían
empotradas en las veredas: ya estaba coloca-
da la primera, se hizo junto a integrantes de la
comunidad y sabían cómo hacerlas. Dos planos
más daban una distribución posible de los pues-
tos debajo de la sombra que acordaron compar-
tir. Un manual para reproducir el soporte de las
sombrillas, con las instrucciones ilustradas con
fotografías, paso a paso, completaba el material.
Un plano o cualquier dispositivo técnico puede
ser una herramienta de poder, en la medida que
deja fuera de cualquier discusión a quienes no
tienen las herramientas para comprenderlo. Ya
tenían un instrumento para hablar una lengua
común y defender sus derechos ante las auto-
ridades municipales (Fig. 13).
Las y los trabajadores solicitaron que les deje-
mos también los esténciles, un participante relató
su experiencia como grafitero. Después de un
mapping que realizamos en el MSR a las 3:50 am,
63
Figura 7. Preparación del espacio y actividades previas a la asamblea proyectual para dinamizar la confianza en el encuentro. Despliegue de plano escala 1:25 ocupando todo el espacio entre Figura 9. Hacia una normativa. Elementos efímeros, removibles. Plano de distribución de sombrillas.
las y los participantes. Fotografía: Taller de Comunicación Social.

Figura 8. Dispositivos visuales para dinamizar la asamblea proyectual. Plano escala 1:25. Fichas: sombrillas y pallets o tarimas de madera. Escala 1:25 ocupando todo el espacio entre las y los
participantes. Fotografía: Taller de Comunicación Social.

se sumaron a la campaña de Facebook, ya que
las y los trabajadores eran usuarios. Para esas
fotografías no había estudio montado: quienes
las protagonizaron están directamente inmer-
sos en el MSR (Fig. 14).
El relato de esta experiencia proyectual en for-
mato de artículo tiene como objetivo visibilizar
tres pilares que entendemos son fundamen-
tales en relación a la dimensión pública de la
arquitectura: (1) la fortaleza emancipatoria del
espacio público, (2) la posibilidad teórica-em-
pírica para pensar al espacio público-político
como ámbito de oportunidad para ampliar los
derechos de la ciudadanía, y (3) la necesidad de
hackear el espacio político y de incurrir en in-
disciplinamientos para sustentar nuevas prác-
ticas de ocupación del espacio público.
Procuramos continuar las conversaciones en el
marco de procesos en construcción, performati-
vos, in-corporados, no concluyentes. En sintonía
con estas búsquedas están las alternativas que,
en el proceso de proyecto, convocan al hackeo del
espacio político mostrando que ejercer el derecho
a la ilegalidad posibilita, como propone Hannah
Arendt, develar los asuntos que sean públicos en
cada período, lo que implica el intento de decons-
truir, incluso, leyes y derechos establecidos como
definitivos. Tal como mostramos, esta actividad
abre espacios de oportunidad proyectual, y de
pertinencia multidisciplinar con la dinamización
de saberes pluriversales, para propuestas y ac-
ciones de vocación emancipatoria •
NOTAS Figura 10. Hacia una normativa. Elementos efímeros, removibles. Plano de distribución de tarimas de madera (pallets). Escala 1:25 ocupando todo el espacio entre las y los participantes.
Fotografía: Taller de Comunicación Social.
1 - Las nociones de espacio público y espacio político
en Hannah Arendt, con vaiveines y diferencias, inclu-
so confundiéndolos o utilizándolos a modo de sinóni-
mos, pueden rastrearse en las reflexiones que reco-
rren La condición humana, ¿Qué es la política?, ¿Qué es
la libertad?, Tiempos presentes, De la historia a la acción.
2 - La extensión y los campos de aplicabilidad de la no-
ción de biopolítica acuñada por Michel Foucault (2004)
fue complejizada y ha venido desplegando nuevos sen-
tidos con el aporte de reflexiones desde diversos ámbi-
tos. En el arte, refiere a obras que requieren la presen-
cia y la participación del cuerpo para cobrar sentido.
3 - De ese modo abre David Barragán, del colecti-
vo Al Borde, el evento académico en la FADA de la
PUCE en la que participamos como Arquitectura del Figura 11. Hacia una normativa. Elementos fijos. Plano de distribución de elementos para empotramiento de las sombrillas. Escala 1:25 ocupando todo el espacio entre las y los participantes.
Fotografía: Taller de Comunicación Social.
Sur Colectivo junto a Usina, ASF Brasil & COAU de

64 Dimensión pública y hackeo del espacio político / Alejandra Buzaglo / p. 54 » 67 A&P Continuidad N.10/6 - Julio 2019 · ISSN Impresa 2362-6089 - ISSN Digital 2362-6097 A&P Continuidad N.10/6 - Julio 2019 · ISSN Impresa 2362-6089 - ISSN Digital 2362-6097 Dimensión pública y hackeo del espacio político / Alejandra Buzaglo / p.54 » 67 65
 Brasil, TXP de España, Aqua Alta de Paraguay, LUP
de Uruguay, CITIO de Perú, Tranvía cero, Gescultura
y Quito eterno de Ecuador.
4 - El Mg. Arq. Daniel Viú y quien escribe este artículo
somos co-fundadores de Arquitectura del Sur Colec-
tivo. Consultar https://arquitecturadelsurcolectivo.
wordpress.com/
5 - Desde nuestra perspectiva, toda crítica a la repre-
sentación implica un cuestionamiento al paradigma
que la sostiene, es decir, al modo de ver el mundo que
subyace a un determinado sistema representacional.
Figura 12. Prototipo de soporte de la sombrilla. Prueba y colocación en la vereda de la Asociación Ambrosio Lasso retirando solo 2 ladrillos. Fotografía: Daniel Viú. 6 - Un equipo del Taller de Comunicación Social so-
licitó unirse a la experiencia proyectual en el MSR,
constituyéndose en una oportunidad de trabajo
transgnoseológico.
7 - Cuestión no exenta de controversias, fundamen-
talmente en las instancias de participación de las y
los docentes de la PUCE en las que tendían a resta-
blecerse pre-concepciones, roles, jerarquías, estig-
matizaciones que proponíamos de-construir para no
reproducir los procesos proyectuales ya transitados
por las y los estudiantes y docentes.
8 - Los espacios de representación en el MSR fueron
pasando a manos de mujeres, que denominan lidere-
sas, a partir del año 2015.
9 - “Contaminaciones”, que multiplican saberes, en
el trabajo con psicólogas en el ECO “Arquitectura,
Figura 13. Portada de parte del documento entregado. Desarrollo de la pieza prototipo de soporte empotrado para la sombrilla. Trabajos de colocación. Escala 1:25 ocupando todo el espa-
cio entre las y los participantes. Fotografía: Taller de Comunicación Social. DD.HH. y Memoria. Provocaciones Proyectuales”
junto a Ps. Laura Capella y Mg. Ps. Analía Buzaglo,
colaboraciones entre los años 2006 y 2014.
10 - En Ecuador: dícese de la persona o joven pudiente,
con padres con buena situación social y económica.
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Figura 14. Mapping a las 3:50 am. Las trabajadoras se suman a la campaña en las redes sociales. Fotografía: Alejandra Buzaglo, 2015. Escala 1:25 ocupando todo el espacio entre las y los
participantes. Fotografía: Taller de Comunicación Social. debate sobre su pensamiento. De la historia a la ac-
66 Dimensión pública y hackeo del espacio político / Alejandra Buzaglo / p. 54 » 67 A&P Continuidad N.10/6 - Julio 2019 · ISSN Impresa 2362-6089 - ISSN Digital 2362-6097 A&P Continuidad N.10/6 - Julio 2019 · ISSN Impresa 2362-6089 - ISSN Digital 2362-6097
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hombre de la llaga en la pared. Recuperado de http://
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Alejandra Buzaglo. Es arquitecta, Doctora en Arqui-
tectura FAPyD-UNR, docente de Proyecto Arqui-
tectónico y Proyecto Final de Carrera, investigadora,
extensionista y militante por los derechos humanos.
Es coordinadora académica del Espacio Curricular
Optativo Arquitectura, DDHH y memoria. Provocacio-
nes Proyectuales y docente en el Taller Sur. Es respon-
sable editorial de las publicaciones A&P especiales
Nros 20, 24 y 32 dedicadas a Arquitectura, derechos
humanos y memoria. Es socia de Viu+Buzaglo, oficina
de arquitectura y co-fundadora de Arquitectura del
Sur Colectivo.
alejandrabuzaglo@yahoo.com.ar
67
 »
Paganini, S. (2019) Recuperación colectiva de la
Biblioteca Popular Constancio C. Vigil: un punto de
vista sobre la dimensión pública de la arquitectura.
A&P Continuidad (10), 68-77.

Recuperación colectiva de la
Biblioteca Popular Constancio C. Vigil
Un punto de vista sobre la dimensión pública de la arquitectura

Recibido: 1 de marzo de 2019

Susana Paganini Aceptado: 19 de junio de 2019

Español English

El presente artículo tiene como objetivo narrar la experiencia del Proyecto de This article aims to narrate the experience of the Extension Project for the "Collec- El concepto de espacio público urbano, enten- destinadas a protegerlo, como para señalar su de dar respuestas a las demandas populares
extensión “Recuperación Colectiva de la Biblioteca Vigil”. El mismo resultó del tive Recovery of Vigil Library". It was the result of the joint work of Architectural dido como un recurso para la integración social, ausencia. De esta manera, este enfoque sobre y colectivas de los sectores de bajos recursos
trabajo en conjunto entre la currícula de grado del Taller de Proyecto Arquitec- Project Studio undergraduate courses, Vulnerable Public Space Studio optional se opone al concepto de privado. Mientras uno la dimensión pública de la arquitectura fue el del barrio Tablada. Bajo esta dirección, durante
tónico, el Espacio Curricular Optativo Taller de Espacio Público Vulnerable y la courses, and La Vigil Directors Board. designa lo que es accesible y abierto a todos, lo conductor, a partir del año 2014, de los modos toda la década de 1960, “se crearon el Jardín de
Comisión Directiva de La Vigil. The origin of the project dates back to 2014 with the restitution by donation of privado alude a aquello que se sustrae a la dis- de práctica del proyecto de extensión realizado Infantes, el Servicio Bibliotecario, la Editorial, el
El origen del proyecto se remonta al año 2014: fue pensado a partir de la resti- the surviving assets of Constancio C. Vigil Library; they were stolen from its part- posición de los otros (Rabotnikof, 2005, p. 5). en el marco del Convenio de Asistencia Técnica Museo de Ciencias Naturales, el Observatorio
tución por donación de los bienes supervivientes de la Biblioteca, sustraídos a ners during the Military Civic Dictatorship that began in 1976. The development Rabotnikof lo define como la apertura o clausu- entre la Facultad de Arquitectura (UNR) y la Bi- Astronómico, la Universidad Popular, un Centro
sus socios durante la dictadura cívico-militar de 1976. Se desarrolló a lo largo de of this four years project was based on three calls: first, Vigil Headquarters Build- ra de esos espacios urbanos y añade que cons- blioteca Popular Constancio C. Vigil . 2
Recreativo, Cultural y Deportivo, la Caja de
cuatro años y respondió a tres convocatorias: la primera, se ocupó del edificio ing, (2014); second, Perkins Passage (La Plaza) and Alem Street (Tablada Cultural tituyen espacios físicos de interacción, es decir, El artículo expone el relato de esa experiencia Ayuda Mutua, la Guardería y el Centro Materno
sede de Vigil (2014); la segunda, del pasaje Perkins (la plaza) y la calle Alem (Co- Corridor) (2015-2016); and third, Comprehensive Plan of Physical Accessibility and públicos en tanto plenamente accesibles. Se poniendo énfasis en la articulación con la currí- Infantil. Llegada la década del 70, la organización
rredor Cultural Tablada) (2015-2016); y la tercera, se abocó al Plan integral de Inclusive Signage for the Headquarters Building (2016-2017). trata de espacios de encuentro y de ámbitos de cula de grado en el Taller de Proyecto Arquitec- inaugura el instituto secundario (1970) y la
accesibilidad física y señalética inclusiva del edificio sede (2016-2017). The Architectural Project became the work methodology. Metric and photograph- visibilidad recíproca que configuran conductas, tónico y, por fuera de ella, en el espacio curricu-
3
escuela primaria (1972); ambos de carácter
La metodología utilizada fue el Proyecto Arquitectónico. Se realizaron releva- ic surveys as well as design explorations were carried out in Gaboto Street building establecen relaciones y contribuyen, además, a lar optativo Taller de Espacio Público Vulnerable. gratuito, mixto, laico y de jornada extendida.
mientos métricos y fotográficos, así como exploraciones proyectuales, tanto en and in the surrounding public spaces (theatre, library, kindergarten, high school), all sostener la identidad personal. Así, la Biblioteca Vigil devino un complejo social,
el edificio de calle Gaboto como en los espacios públicos entre los mismos situa- of them located along Alem and Perkins Streets. En este sentido, nuestra postura sobre la dimen- » La Biblioteca Vigil cultural y educativo de alta calidad pedagógica,
dos a lo largo de la calle Alem y del pasaje Perkins. sión pública de la arquitectura se encuentra en La Biblioteca Vigil es un complejo nacido en la único en toda América Latina” (Comisión
consonancia con esta concepción del espacio zona sur de Rosario, en la década de 1940, como Directiva Constancio C. Vigil, 2018, p. 16-19).
público urbano. Asimismo, considera al Proyec- una asociación vecinal de carácter fomentista. El golpe cívico-militar de 1976 realizó una
to Arquitectónico1 como una metodología activa En 1959 se constituyó como asociación civil intervención autodenominada normalizadora,
Palabras clave: extensión universitaria, proyecto arquitectónico, espa- Key words: university extension, architectural project, public space, col- en su defensa, ya que las propuestas producidas “Biblioteca Constancio C. Vigil”. Su origen fue que tuvo como consecuencia la destrucción
cio público, práctica colectiva lective practice sirven tanto para visibilizar políticas públicas autogestionado y desarrollado con el objetivo de bienes muebles e inmuebles. Se produjeron

68 Recuperación colectiva de la Biblioteca Popular Constancio C. Vigil / Susana Paganini/ p. 68 » 77 A&P Continuidad N.10/6 - Julio 2019 · ISSN Impresa 2362-6089 - ISSN Digital 2362-6097 A&P Continuidad N.10/6 - Julio 2019 · ISSN Impresa 2362-6089 - ISSN Digital 2362-6097 Recuperación colectiva de la Biblioteca Popular Constancio C. Vigil / Susana Paganini/ p. 68 » 77 69

Ubicación geográfica de la Biblioteca Vigil. Imagen producida por el equipo extensionista, con foto. Recuperada de : //earth.google.com/web | Foto aérea del sector indicando los edificios de Vigil.
quemas de libros, robos, saqueos y vandalismo,
expropiación, remates y subastas de las
propiedades de Vigil; además, cercenamiento
y clausura del edificio principal, despidos y
cesantías de los trabajadores, paralización y
asfixia financiera. Fue un verdadero “genocidio
cultural”.
El trabajo en conjunto de un colectivo de ex
socios, estudiantes y vecinos culminó en la
sanción de la Ley Provincial nº 13306/2013,
que dispuso la restitución por donación de
los bienes supervivientes. En la actualidad,
los socios ofrecen actividades colectivas que
fortalecen y redimensionan el espacio público,
tienden a mejorar la calidad de vida de los
ciudadanos, intensifican la integración social y
territorial. Esas actividades, además de habilitar
el encuentro con el otro, permiten desarrollar
el conjunto de las relaciones sociales entre
diferentes.
La Facultad de Arquitectura (UNR) decide su-
marse al proceso de recuperación colectiva del
proyecto educativo y popular. La convocatoria
surge desde la Secretaría de Extensión bajo el
lema “La Universidad y su Compromiso con la
Sociedad”4, constituyéndose en una oportuni-
dad inmejorable para fortalecer a la universi-
dad pública, al brindar una ocasión de contacto
real con la sociedad civil de la cual forma parte.
A través de las gestiones pertinentes, en di-
ciembre del año 2014 se formalizaba el primer
Convenio de Cooperación Técnica, firmado en-
tre la entonces decana de la Facultad de Arqui-
tectura, Planeamiento y Diseño, Dra. Arq. Isabel
Martínez de San Vicente, y la Comisión Directi-
va de La Vigil.
Constituido el equipo de trabajo, comenzó un
proceso de retroalimentación constante entre
la FAPyD y la Biblioteca, desde el primer Pro-
yecto en el 2014 hasta la actualidad. Esta vincu-
lación ofreció la oportunidad de fortalecer a la
universidad pública al establecer una obligada
ocasión de contacto real con la sociedad civil de
la cual forma parte, en un proceso que se sigue
transformando en el tiempo, que es dinámico y
de carácter abierto.
La primera experiencia fue “La recuperación co-
lectiva de la Biblioteca Vigil”, lanzada en el año
2014. Dada la inexistencia de la totalidad de los
planos originales en papel, el primer objetivo
fue relevar y redibujar digitalmente el edificio
central de calle Gaboto, el cual había sufrido
numerosas divisiones internas y separación de
sectores durante el transcurso de la dictadura
militar. Por ello, en esta primera etapa, resultó
imprescindible actualizar la documentación.
Esa actualización de los planos fue la que posi-
bilitó realizar exploraciones proyectuales a pos-
teriori para una futura reintegración del edificio.
Además, permitió contar con una herramienta
que contribuyó con la causa de Delito Económi-
co5.
Asimismo, la articulación del trabajo extensio-
nista con las actividades de grado culminó con
un Trabajo Práctico Integrado en el Taller de
Proyecto Arquitectónico6. Este tuvo un doble
objetivo: por un lado, integrar a los estudiantes
de los distintos cursos del taller a la extensión
universitaria y por el otro, aprovechar la masi-
vidad estudiantil para enriquecer cualitativa y
cuantitativamente la producción proyectual.
Durante esa etapa del proyecto, todos los es-
tudiantes pudieron formar parte y colaborar
con los directivos de La Vigil en las búsquedas
de múltiples propuestas de recuperación de
los distintos espacios del edificio sede de calle
Gaboto.
Los trabajos de los estudiantes fueron exhibidos
en ámbitos académicos: en la FAPyD (Rosario,
2015), en la ponencia presentada en el XXXIV
Encuentro y XIX Congreso Arquisur “Ciudades
vulnerables. Proyecto o incertidumbre”, reali-
zado en la Facultad de Arquitectura de La Plata
(Buenos Aires, 2015), donde se presentó una
ponencia y en el edificio Sede de la Biblioteca
Popular C. C. Vigil (Rosario, 2015).
En la segunda convocatoria (“La plaza y el Co-
rredor cultural Vigil”), el foco estuvo puesto en
los espacios abiertos de uso público. Las acti-
vidades culturales y recreativas a cielo abierto
promovidas por vecinos y asociados, que hasta Fotografías del Archivo visual Biblioteca Vigil.

70 Recuperación colectiva de la Biblioteca Popular Constancio C. Vigil / Susana Paganini/ p. 68 » 77 A&P Continuidad N.10/6 - Julio 2019 · ISSN Impresa 2362-6089 - ISSN Digital 2362-6097 A&P Continuidad N.10/6 - Julio 2019 · ISSN Impresa 2362-6089 - ISSN Digital 2362-6097 Recuperación colectiva de la Biblioteca Popular Constancio C. Vigil / Susana Paganini/ p. 68 » 77 71
 las exploraciones proyectuales. Los estudiantes
y docentes del mencionado taller rehicieron el
recorrido analítico-proyectual en el sitio de in-
tervención, se reunieron con los directivos y sa-
lieron a proyectar la construcción de un paisaje
urbano accesible, sostenible, inclusivo y con
memoria y sentido.
Los trabajos fueron expuestos a la comunidad
en una muestra en la Biblioteca Popular Vigil
(Rosario, 2017), en la “Semana de la Extensión
FAPyD” (exposición de póster y fotografías,
2016). También hubo entrevistas en emisoras
rosarinas (Radio Universidad8) y registros au-
diovisuales de las actividades de campo más re-
levantes9. Además, se realizaron consultas con
los vecinos a cargo del área de Comunicación
Social —que integra el proyecto de extensión—,
quienes establecieron los dispositivos desde
Estado edilicio del año 2013. Archivos propios. el paradigma de la Comunicación Estratégica, Publicidad actual. Archivo visual Biblioteca Vigil | Afiche y flyer publicitario. Imagen producida por el equipo extensionista.

para el abordaje con los potenciales usuarios

ese momento se realizaban en el pasaje Perkins,
motivaron en el equipo una pregunta: ¿podrían
ser parte de un circuito cultural y extenderse
sobre calle Alem? Como respuesta a ese y otros
interrogantes, ese espacio se proyectó como
un enlace integrador que incluyó los espacios
abiertos frente al teatro, la biblioteca y el jardín
de infantes. Nombrado entonces como “Corre-
dor Cultural Tablada” tuvo como finalidad visi-
bilizar la identidad cultural de este barrio histó-
rico en la ciudad.
La práctica se hizo extensiva en esa oportuni-
dad al Taller de Espacio Público Vulnerable7, a
fin de sumar estudiantes a la experiencia. Este
espacio curricular optativo consiste en la pues-
ta en práctica de preguntas y problemas sobre
conflictos de intereses que puedan surgir en la
ciudad. Algunos de sus objetivos están encami-
nados a propiciar la práctica crítico-reflexiva y
propositiva de proyectos en el espacio público
(paisajes urbanos, ambientales, sociales y cultu-
rales) desde una perspectiva disciplinar.
Los estudiantes organizados en grupos y coor-
dinados por el equipo docente se abocaron a
proyectar el Corredor Cultural Tablada como
corredor accesible, sostenible e inclusivo. El
énfasis estuvo puesto en la accesibilidad uni-
versal: a las propuestas de hacer rampas re-
glamentarias en todas las esquinas y sendas
peatonales, se sumaron proyectos de caminos
podotáctiles, colocación de pretiles, semáforos
sonoros y táctiles, mejoramiento de las veredas
existentes en todo el recorrido, la provisión de
mayor iluminación y mobiliario urbano, como
refugios en paradas de colectivos, estaciones
de bicicletas, puntos de ejercitación física y jue-
gos infantiles inclusivos. Además, se propuso
una nueva forestación de árboles sobre todo
el corredor, huertas urbanas, así como jardines
verticales en la medianera norte de la Biblioteca
Vigil sobre el pasaje Perkins.
Se entretejió así una trama de retroalimenta-
ciones entre los distintos espacios académicos:
el equipo extensionista realizó los relevamien-
tos métricos y fotográficos con los cuales se ela-
boró la documentación necesaria para iniciar
del sector —encuestas, encuentros de diálogo
colectivo, entrevistas abiertas— realizadas du-
rante los eventos públicos de la institución (El
Librazo, Feria y Talleres Vigil, 2016).
La tercera convocatoria se abocó al Plan inte-
gral de accesibilidad física y señalética inclusiva
(2016-2017) del edificio sede. Allí, el foco volvió
hacia el interior de la escala edilicia de la sede
de calle Gaboto con el objetivo de sumar a la
accesibilidad social y cultural actual de los edi-
ficios la imprescindible accesibilidad física, con
la propuesta proyectual de eliminar barreras
arquitectónicas.
Este proyecto se propuso formular las primeras
exploraciones proyectuales a fin de eliminar
las barreras arquitectónicas en el interior de
los edificios de la Institución, así como de sus
límites con el espacio público, en particular del
Teatro Saulo Benavente y del espacio de la Bi-
blioteca 10
por un lado, y el Jardín Maternal, por
el otro. Cabe destacar que los tres edificios se
encuentran ubicados en la misma manzana.
La propuesta incluyó realizar una conexión en-
tre la Biblioteca y el Teatro, además de proyec-
tar una Sala Infantil Inclusiva, en un sector ac-
tualmente en desuso. Se encontró una solución
a las barreras arquitectónicas que dificultan el
uso de las instalaciones por personas con distin-
tos grados de discapacidad (diferencias de nivel
existentes), a la vez que se propuso la inclusión
de pisos guía podotáctiles para personas no vi-
dentes o disminuidas visuales, la localización
de señalética inclusiva, y la incorporación de
paradas sonoras y aro magnético. También, se
propuso la reforma de los sanitarios existentes
a fin de adaptarlos para usuarios de baja talla y
otros para personas con discapacidad motriz o
de la tercera edad.
En el Jardín de Infantes nº71 la mirada se centró
sobre el patio que es frentista al pasaje Perkins:
el proyecto indagó la posibilidad de abrir el mis-
mo a la comunidad en aquellas ocasiones en las
que acontecen actividades públicas especiales
en el espacio abierto. Así, se proyectó una aper-
tura temporal que permitiría su accesibilidad al
barrio en esas circunstancias festivas. Se explo-
raron las siguientes adecuaciones arquitectóni-
cas: pisos y veredas sin barreras arquitectóni-
cas y sendas podotáctiles, juegos integradores,
sanitarios polivalentes accesibles, arenero y
huertero integrador, señalética inclusiva, entre
otras propuestas destinadas a transformarlo en
un patio integrador.
El Plan integral fue expuesto en el XXXVI En-
cuentro y XXI Congreso Arquisur “El saber
proyectual. Sus lógicas, procesos y estrategias”,
realizado en la Facultad de Arquitectura, Urba-
nismo y Diseño (San Juan, 2017).
» Modos de una práctica proyectual exploratoria:
el proyectoscopio
Scopio es un sufijo de origen griego que designa
a un instrumento de estudio. Etimológicamente
procede del griego skopía, que significa observar
o examinar. En este sentido, imaginamos el pro-
yectoscopio como una figura que direcciona el
pensamiento: analizamos y proponemos distin-
tos proyectos en algunos sectores de los edificios
(sede, teatro, biblioteca y jardín) y en este frag-
mento de la ciudad (pasaje Perkins y calle Alem).
Se trata de indagar sin apremios de tiempo de
entrega, lo cual permite explorar, repreguntar,
analizar y proponer nuevas líneas de búsqueda,
de fomentar la investigación del diseño y confiar
en el proyecto como generador de conocimiento
crítico (Sabate Bel, 2016).
Es decir, el proyectoscopio resulta ser una fase
dentro del Proyecto Arquitectónico. La clave
reside en que se proyecta para conocer: todavía
no sabemos, por eso proyectamos. Todo pro-
yecto remite a un problema o a varios, sin los
cuales el hecho de proyectar carecería de sen-
tido. El proyecto tiene componentes, variables
y elementos diversos, quedando de este modo
definido por ellos.
Desde este punto de vista, proyectar es desa-
rrollar un modo de hacer personal utilizando
instrumentos, técnicas, categorías, conceptos
y referencias de otros proyectos. Las experien-
cias y vivencias de las obras proyectadas por
nosotros y por otros regresan como recuerdos
que nos facilitan el hacer. El nuevo proyecto

72 Recuperación colectiva de la Biblioteca Popular Constancio C. Vigil / Susana Paganini/ p. 68 » 77 A&P Continuidad N.10/6 - Julio 2019 · ISSN Impresa 2362-6089 - ISSN Digital 2362-6097 A&P Continuidad N.10/6 - Julio 2019 · ISSN Impresa 2362-6089 - ISSN Digital 2362-6097 Recuperación colectiva de la Biblioteca Popular Constancio C. Vigil / Susana Paganini/ p. 68 » 77 73
 (desde este punto de vista de autoría colecti-
va) se instala como uno más dentro de otros
en una construcción no individual a través del
tiempo y del espacio. Incluye y está incluido en
una suerte de conjunción de muñecas rusas. Su
implementación en los distintos espacios de
trabajo descriptos permitió una nueva oportu-
nidad para desarrollar una práctica exploratoria
de relevamiento, diagnóstico e identificación de
problemas localizados, los cuales fueron útiles
al momento de presentar algunos aportes signi-
ficativos con el fin de darles solución.
Los resultados obtenidos son los proyectos di-
bujados surgidos de cada propuesta estudiantil
en el pasaje Perkins, en la calle Alem y en los
edificios de calle Gaboto. Si se les imprimiera
una lectura que considerara a cada uno de ellos
como un resultado acabado, es decir, como el
fin de un recorrido proyectual, definitivo y fac- Afiche y flyer publicitario. Imagen producida por el equipo extensionista. | Muestra de trabajos Corredor Cultural Alem, Biblioteca Vigil. Archivos propios.

tible de ser llevado a legajo de obra, estaríamos

incurriendo en un error. Esta interpretación, ce-
rrada y sin salidas, niega la propia constitución
exploratoria del proyecto arquitectónico.
Por el contrario, entendemos que el conjunto de
los trabajos está lejos de ser un menú de opcio-
nes inmediatas y posibles. Los proyectos forman
un espacio de concurrencia donde las preguntas
se materializan en imágenes que analizan pros-
pectivamente alguno de los aspectos del tipo de
problema proyectual abordados de manera no
excluyente. Además, resulta determinante el en-
foque con el cual esos problemas son estudiados.
En esta etapa exploratoria, se hacen diagnósti-
cos, se analizan demandas, recursos y posibili-
dades. Luego, se redacta el programa métrico
de usos entre otras variables a tener en cuenta.
Considerada de este modo, la exploración aca-
démica es colectiva, numerosa, diversa, abierta
a múltiples miradas, diferentes alternativas y
soluciones. El conocimiento adquirido en cada
exploración realizada convoca a formular nuevas
preguntas para ser interpretadas como otras po-
Trabajo de las estudiantes Antonini, Vuscovich, Deppeler, Warecki en el TEPV (2018).
sibilidades, nunca como el fin de un camino.
Los proyectos de los estudiantes se ofrecen
desde la universidad pública a la sociedad como
un abanico de preguntas definidas en los dibu-
jos mencionados, o sea, los resultados de un
trabajo colaborativo de capitalización de cono-
cimiento colectivo desde el hacer proyectual
en la carrera de grado. Cada uno de ellos, a su
vez, está sujeto a constituirse a futuro en un
nuevo caso de estudio (como este en particular)
que contiene la posibilidad de ser analizado en
otro momento del proceso académico. Al final
de cada etapa es necesario que se produzca una
reflexión crítica que dé cuenta, en una especie
de índice itemizado, las conclusiones y las re-
flexiones sobre las operaciones posibles en el
sitio, actividades, equipamientos, localizaciones
de las mismas, materialidades, paisajes de cada
cuadra, en fin, de cada tipo de problema aborda-
do y expuesto en las imágenes.
El proyecto arquitectónico actuó, entonces,
como un enlace entre los distintos espacios de
trabajo; el proceso incluyó la utilización de las
fotos (aéreas, lejanas y cercanas, de dron, pano-
rámicas y peatonales) como instrumento de re-
presentación analógica de las distintas realida-
des escalares. Esto permitió una lectura múltiple
y simultánea del territorio, la ciudad, el sector,
el sitio de intervención, es decir de los distintos
niveles de conceptualización. Desde lo macro a
lo micro, desde distintos puntos, alturas, distan-
cias de observación, en un ejercicio similar al de
la lente de una cámara fotográfica que hace zoom
in y zoom out, cada foto seleccionada forma parte
del armazón o molde del proyecto, el cual posi-
bilita la reflexión sobre problemas de diferente
naturaleza además de exponer los límites físicos
y generar la representación yuxtapuesta de los
límites jurídicos. Su utilización prospectiva en
el fotomontaje (denominadas fotos del antes) co-
rresponde al diagnóstico, a la elección y el punto
de vista del objeto de estudio, es decir, del sitio
a intervenir. Las fotos del después corresponden
al proyecto fotomontado en cada una de ellas
como estrategia de solución a los problemas de-
tectados en cada escala de intervención. El ba-
rrio emplazado en zona sur, el parque Yrigoyen,
la calle Alem entre los edificios de La Vigil, la me-
dianera expuesta sobre el pasaje Perkins, dejan
ver cada mirada del proyecto en una foto, y en
cada foto una propuesta.
El entretejido de estas prácticas proyectuales
realizadas en diferentes espacios curriculares y
extracurriculares, vinculadas con la práctica ex-
tensionista, pudo verse plasmado en un trabajo
de Proyecto Final de Carrera11 materializado
como una primera respuesta provisoria en la es-
quina de Alem y el pasaje Perkins, donde está el
proyecto de la plaza pública cubierta por la Es-
cuela Provincial de Cine y TV. Este trabajo está
en condiciones de constituirse a futuro en un
caso de estudio12 que inicie a otras cohortes de
estudiantes en nuevas exploraciones, dando así
lugar a una retroalimentación constante entre
producciones anteriores y recientes, entre la
formulación de estrategias proyectuales inno-
vadoras y la indagación de nuevos resultados.
Tomando como referencia el postulado de
Saussure (2002), “El punto de vista delimita el
objeto”, los dos cabos de la urdimbre enuncia-

74 Recuperación colectiva de la Biblioteca Popular Constancio C. Vigil / Susana Paganini/ p. 68 » 77 A&P Continuidad N.10/6 - Julio 2019 · ISSN Impresa 2362-6089 - ISSN Digital 2362-6097 A&P Continuidad N.10/6 - Julio 2019 · ISSN Impresa 2362-6089 - ISSN Digital 2362-6097 Recuperación colectiva de la Biblioteca Popular Constancio C. Vigil / Susana Paganini/ p. 68 » 77 75
 dos al inicio, el concepto de espacio público y
el proyecto arquitectónico como procedimien-
to de trabajo, definieron el enfoque con el cual
se desarrolló el proyecto de extensión en todos
sus momentos y desde sus distintas articulacio-
nes, una conceptual y la otra metodológica, de-
pendientes la una de la otra en una relación dia-
léctica. De este modo, se afirman dos instancias:
por un lado, el espacio público de La Vigil como
capital social y recurso para la integración que,
además, necesita de protección, y por el otro, el
proyecto arquitectónico, activo en su defensa,
mediador entre el interés general y el interés
particular en la zona sur de la ciudad de Rosario.
La consecuencia de este ejercicio impacta en la
formación de recursos humanos, tanto de los
estudiantes, como de los docentes y graduados,
que resultan visibles en esta experiencia
colectiva de La Vigil.
Por último, el relato de esa experiencia nos per-
mite exponer estos modos de práctica compar-
tida que se ofrecen en transferencia •
NOTAS
1 - El Plan de Estudios de la Facultad de Arquitectura,
Planeamiento y Diseño, Universidad Nacional de
Rosario (Anexo único-Resolución Nª140/2008 C.D
y Resolución 713/08 C.S) define el área disciplinaria
Teoría y Técnica del Proyecto Arquitectónico que in-
cluye a las asignaturas: a. Proyecto Arquitectónico, b.
Expresión Gráfica, c. Materialidad, d. Epistemología
de la Arquitectura. Es el objetivo global del área la
construcción de una teoría del saber arquitectónico
en su dimensión significativa y en su dimensión de
procedimiento. Constituirá el rasgo distintivo de esta
área la construcción de una teoría que esté fundada
en la experiencia proyectual –arquitectónica (pág.
12). Recuperado de https://fapyd.unr.edu.ar/wp-con-
tent/uploads/2017/06/plan_de_estudios_081.pdf
2 - Convenio Marco de Cooperación recíproca ce-
lebrado entre la Biblioteca Popular C.C Vigil Cul-
tural social y Mutual y la Facultad de Arquitectura,
Fachada actual recuperada de la Biblioteca. Archivos propios. Planeamiento y Diseño de la Universidad Nacional
76 Recuperación colectiva de la Biblioteca Popular Constancio C. Vigil / Susana Paganini/ p. 68 » 77 A&P Continuidad N.10/6 - Julio 2019 · ISSN Impresa 2362-6089 - ISSN Digital 2362-6097
de Rosario. Resolución nº 3173/2014. Rector: Prof.
Darío Maiorana, Decana Dra. Arq. Isabel Martínez
de San Vicente.
3 - Taller de Proyecto Arquitectónico I, II y Proyecto
Final de Carrera (FAPyD). Titular Prof. Arq. Eduardo
Chajchir. Profesoras Adjuntas: Mg. Arq. S. Paganini,
Arq. M. Szpac. Docentes (2015): Arqs. M. Álvarez, S.
Chamorro, L. Dattilo, C. Ferrero, D. Formica, C. Ga-
lati, G. Molteni, B. Rezzoagli, C. Rosenstein, J. Ruani,
S. Ruani, M. Tarditti, R. Tarditti. Colaboradores: Arqs.
M. Basualdo, F. Calise, D. Chiarito, V. Elal, L. Fuma, V.
Kachizky, M. Latini, L. Leoni, P. Meli, M. Molinari, A.
Moretti, Á. Patetta, P. Ruegger, L. Scarfó.
4 - Correspondientes a la 6º, 8º y 9º convocatoria de la
Secretaría de Extensión Universitaria de la UNR. En
este artículo se referencian como 1º, 2º y 3º convoca-
toria. Los proyectos aprobados y financiados fueron
radicados en la Secretaría de Extensión Universitaria,
Vinculación y Transferencia de la Facultad de Arqui-
tectura (SEVyT-FAPyD) (2013-2017). Dir.: S.Paganini,
codir.: L. Dattilo, S. Chamorro. Integrantes: M. Basual-
do et al.
5 - Causas “Feced Agustín y otros s/ homicidio, viola-
ción y tortura”, y Sumario Averiguación Situación. Bi-
blioteca Popular Constancio C. Vigil. Expte 30/12dh,
por Delitos económicos.
6 - El taller realiza los Trabajos Prácticos Integrados
como vinculación vertical de todos los cursos de Pro-
yecto Arquitectónico (PI, PII y PFC). Tiene entre sus
objetivos promover la reflexión crítica y el intercambio
académico entre estudiantes de distintos cursos del
taller. En esa oportunidad se vinculó el Trabajo Integra-
do con el Proyecto de Extensión de la 6º Convocatoria
SEU-UNR (la primer convocatoria en la que participa-
mos); se denominó “5 Lámparas para La Vigil” haciendo
referencia a cinco sectores distintos del edificio sede
de Vigil de Calle Gaboto con salida a pasaje Perkins.
Participaron alrededor de 200 estudiantes. Consistió
en un trabajo con modalidad de Concurso, donde los
mismos estudiantes junto con los docentes eligieron
los trabajos más significativos a través del voto.(2015)
7 - Es un Espacio Curricular Optativo de la FAPyD. Res.
389/17 CD. Se dicta semestralmente en treinta horas
A&P Continuidad N.10/6 - Julio 2019 · ISSN Impresa 2362-6089 - ISSN Digital 2362-6097
cátedra. Profesora a cargo: Mg. Arq. S. Paganini. Docen-
tes: Arqs. S. Chamorro, M. Basualdo. Colaboradores:
Arqs. L. Dattilo, C. Catera, C. López Ré, P. Meli, S. Mir, P.
Dellacasa, C. Minotti, A. Pautasso, R. Peréz Olognero.
8 - Equipo extensionista “Proyecto de recupera-
ción colectiva Biblioteca Popular Constancio C.
Vigil”. (2017, junio 5). Entrevista por Radio Uni-
versidad 103.3. Recuperado de: http://www.radio.
unr.edu.ar/nota/2821/Nuevo-Plan-de-Accesibili-
dad-para-la-Biblioteca-Vigil; Equipo extensionis-
ta “Proyecto de recuperación colectiva Biblioteca
Popular Constancio C. Vigil”. (2017, junio 7). Entre-
vista por Radio Asomate. Recuperado de: https://
www.facebook.com/asomateradio/photos /a.7118
17522337911.1073741828.711665479019782
/728261124026884/?type=3&fref=mentions
9 - Video compilado de experiencia extensionista. Urru-
ty, J. Disponible en: https://vimeo.com/322231589
10 - En el año 2016 la Comisión Directiva de Vigil
presentó ese Proyecto desarrollado (sanitarios in-
clusivos para el Teatro, Sala Infantil Integradora con
equipamiento para libros Braille y Sanitarios baja ta-
lla) ante la Comisión Nacional Asesora para la Integra-
ción de Personas con Discapacidad (CONADIS) a fin
de solicitar fondos para su ejecución.
11 - Hace referencia al trabajo producido por Maira
Bustos y Candela López Re (2017). Equipo docente
de Proyecto Final de Carrera del Taller Chajchir: Ba-
sualdo, Chamorro, Galati, Paganini, Szpac. Tutoras:
Recuperación colectiva de la Biblioteca Popular Constancio C. Vigil / Susana Paganini/ p. 68 » 77
Paganini, Chamorro, Basualdo. Recuperado de: ht-
tps://issuu.com/candelopezre/docs/merged.
12 - A esta práctica multiescalar se le suma el estudio
de caso por tipo de problema, una búsqueda referen-
ciada (un camino analítico propositivo) y realizada por
separado en múltiples direcciones: la propuesta se
contrapone a una extrapolación mecánica de un único
referente elegido exclusivamente por el programa de
usos, o la seducción que produce su apariencia for-
mal. Esta multidimensionalidad en la investigación de
obras se suma a la multiescalaridad del procedimien-
to. Cada obra seleccionada del patrimonio arquitec-
tónico construido comprende apenas un aspecto para
estudiar o una mirada intencionada sobre uno de los
problemas que afronta la obra, pero jamás puede re-
unirlos a todos
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
·Saussure, F. (2002). Escritos sobre lingüística general.
Barcelona, España: Gedisa.
·Ghorra-Gobin, C. (2001). Les espaces publics, capital
social. Géocarrefour Revue de Geographie de Lyon, 76
(1), 5-11.
·Rabotnikof, N. (2005). En busca de un lugar común: El
espacio público en la teoría política contemporánea. Mé-
xico DF, México: Universidad Autónoma de México.
·Sabaté Bel, J. (2016). Los paisajes y el proyecto te-
rritorial: nociones, metodologías y experiencias. A&P
Continuidad (5), 24-35.
Susana Paganini. Arquitecta (FAPyD-UNR),
Magister de la Universidad de Buenos Aires en
Diseño Arquitectónico Avanzado, Profesora
Adjunta Ordinaria de Proyecto Arquitectónico y
Proyecto Final de Carrera y Encargada de Curso
del ECO Taller de Espacio Público Vulnerable.
Dirige proyectos de Extensión Universitaria y
Proyectos de Investigación (FAPyD-UNR). Titu-
lar de Oficina de Arquitectura en Rosario y Área
Metropolitana.
susana_paganini@hotmail.com
77
ENSAYOS »
Fedele, J. (2019). Dilemas de la vida pública de la
arquitectura. A&P Continuidad (10),78»87.

Dilemas de la vida pública de la arquitectura

Recibido: 14 de febrero de 2019

Javier Fedele Aceptado: 17 de junio de 2019

Español English

Hablar de una dimensión pública de la arquitectura implica llevarla a la escala de
la ciudad, donde los procesos sociales se enlazan con las estrategias creativas del
proyecto. Estos procesos se han reestructurado en relación al momento en que
se forjaron los paradigmas de la planificación urbana y los recursos proyectuales
de la arquitectura. Hoy, los desplazamientos conceptuales del espacio público al
paisaje, de la planificación basada en una racionalidad formal a otra procesual, y
de las redes a la circulación como función hegemónica, describen la reconfigura-
ción de las condiciones, prácticas y modalidades de situación de la arquitectura
en la esfera pública.
Este texto se propone analizar cómo repercuten estos desplazamientos en la
arquitectura de los espacios urbanos; cómo algunas prácticas de la arquitectura
interaccionan con este contexto y tienden a la reformulación de su experiencia
colectiva. Se trata de reconocer las condiciones en las cuales inscribir el trabajo
de la arquitectura relativo al diseño de los vínculos entre personas, sus activida-
des y los espacios que habitan. Una práctica por momentos olvidada en la vida
metropolitana contemporánea, pero que guarda aun toda su potencia creativa,
la propia de los vínculos y realizaciones sociales que necesitan del espacio para
su despliegue.
Palabras clave: arquitectura, sociedad, proyecto, condición pública, es-
pacio urbano
Dealing with a public dimension of architecture implies to lead architecture to Hablar de una dimensión pública de la arquitec-
the scale of the city; in this dimension, social processes are linked to the creati- tura implica llevar la arquitectura a la escala de
ve strategies of the project. These social processes have been restructured in la ciudad, porque es el lugar en donde los proce-
relation to the period in which many paradigms of urban planning and architec- sos sociales se enlazan con las estrategias crea-
ture project resources were forged. Currently, the conceptual shifts from public tivas del proyecto. El proceso de construcción
space to landscape, from formal rationality-driven planning to process-driven de la ciudad conlleva articular los recursos del
planning, and, from networks to circulation as a hegemonic function, describe proyecto arquitectónico con la interacción so-
the reconfiguration of practices and modalities that architecture addresses in cial que demanda propuestas de organización
the public sphere. del espacio.
This paper analyzes how these shifts affect urban space architecture as well as Tanto la planificación urbana como el proyecto
the way in which some architectural practices interact with the resulting con- arquitectónico de equipamientos y piezas de
text and tend to reformulate their collective experience. This entails the recog- escala son instancias en las cuales se juegan
nition of the conditions in which the architectural work is inscribed when sha- prácticas que operan en el proceso de cons-
ping the ties interweaving people, their activities and the spaces they inhabit. It trucción de la ciudad. Sin embargo, hoy los
is a practice that has sometimes been forgotten in contemporary metropolitan procesos sociales se han reestructurado en
life but it still holds all its creative potential. It characterizes the social links and relación a un momento en el cual se forjaron
realizations that need space for their deployment. muchos de los paradigmas de la planificación
urbana y recursos proyectuales de la arquitec-
tura. Entender esa reestructuración es clave
Key words: architecture, society, project, public condition, urban space para dar cuenta de algunos de los discursos y
argumentos de la producción contemporánea
en la ciudad y sus efectos en la organización y
significación de sus espacios.
Los desplazamientos conceptuales del espacio
público al paisaje, de la planificación basada en
una racionalidad formal a otra procesual y de la
red a la circulación como función hegemónica,
describen esa reestructuración de los procesos
sociales que reconfiguran las prácticas y moda-
lidades de cómo la arquitectura se sitúa en la
esfera pública.
Las inquietudes consisten en indagar de qué
modo repercuten estos desplazamientos en
la arquitectura de los espacios urbanos; o más
precisamente, de qué manera algunas prácticas
de la arquitectura interaccionan con este con-
texto tendiendo a la reformulación de la expe-
riencia colectiva en el espacio urbano.
Repasando diferentes sitios de la ciudad, el
motel como tipología genérica, algunas sedes
corporativas de las empresas tecnológicas, o
propuestas urbanas como las supermanzanas,
se procura dar cuenta de las condiciones en las
cuales inscribir el trabajo de la arquitectura re-
lativo al diseño de los vínculos entre las perso-
nas, sus actividades y los espacios que habitan.
» Habitamos paisajes en vez de espacios públicos
El tan extendido uso en la actualidad de la no-
ción de paisaje puede ser un indicador de un
tipo de relación de los sujetos con la ciudad,
relación que nutre las prácticas urbanísticas
de organización del espacio articuladas con los
procesos sociales. Históricamente el paisaje se
identificó como una categoría pictórica que se
constituía en un modo de ver. La visión como
condensación de una idea desde la mirada. El
panorama como la capacidad de atisbo de una
generalidad en forma sintética.
Según Ignasi Solà Morales (2002) en dichos
contenidos movilizados en la idea de paisaje
radica una de las causas por la cual esta noción
se ha convertido en una categoría ampliamente

78 Dilemas de la vida pública de la arquitectura/ Javier Fedele / p. 78 » 87 A&P Continuidad N.10/6 - Julio 2019 · ISSN Impresa 2362-6089 - ISSN Digital 2362-6097 A&P Continuidad N.10/6 - Julio 2019 · ISSN Impresa 2362-6089 - ISSN Digital 2362-6097 Dilemas de la vida pública de la arquitectura/ Javier Fedele / p. 78 » 87 79
 de la problemática de la dimensión pública de
la arquitectura implicada.

» Pensamos procesos en vez de formas

Figura 1. “Networks in The Emergent City”. Autor: Stanza. 2010. Representación de la ciudad como red con preponderancia de flujos sobre tejidos. Fuente: http://www.stanza.co.uk | Figura 2.
Apple Park. Foster + Partners. 2017. Cupertino, California. Fuente: https://www.macworld.co.uk/feature/apple/complete-guide-apple-park-3489704/
utilizada en la actualidad. En esa capacidad para
inferir cosmovisiones o ideas generales en la
descripción de procesos de transformación del
espacio, como también en la argumentación de
estrategias arquitectónicas y urbanas.
Pero también Solá Morales aduce que la causa
de esa capacidad argumentativa radica en el
contexto sociocultural actual. La falta de mar-
cos generales estables de referencia no facilita
la inscripción de las prácticas en cosmovisiones
ni en caracterizaciones de ese nivel general. Las
prácticas arquitectónicas y urbanísticas se han
fragmentado, igual que otras tantas prácticas
de diferentes esferas, por lo que resulta difícil
su reconocimiento con ideas generales. En esa
dificultad, la noción de paisaje entonces es un
intento para caracterizar prácticas inscribién-
dolas en una cosmovisión. Un intento realizado
con operaciones argumentales a partir de eco-
nómicos elementos que procesa la mirada en
una trama discursiva.
La noción de paisaje en la tradición ha servido
en el pasado para describir la relación con los
espacios naturales, con el proceso de su do-
mesticación de la naturaleza a través de la jar-
dinería, la pintura o la poesía. Pero su empleo ha
mutado en la actualidad “como premonición de
nuestra relación con la ciudad, siendo un punto
de vista propio de la experiencia de lo natural y
de lo urbano en el hombre moderno” (Solà Mo-
rales, 2002, p. 153)
En este registro, es interesante reparar en
cómo la noción de paisaje desplaza a otras que
fueron protagónicas en las argumentaciones de
los proyectos y las estrategias planificadoras,
como es el caso del concepto de espacio pú-
blico, una noción y/u objeto de cuya crisis hay
suficiente diagnóstico. El relevo de la idea de
espacio público por la de paisaje que interpreta
Solà Morales es viable porque:
la noción de paisaje desmonta la relación
de pertenencia a una polis cuyas raíces
hay que buscar en la cultura urbana del
mundo antiguo y medieval para sustituirla
por una relación mucho más reducida, de
gratificante supervivencia, en el ámbito de
la expansión individual (2002, p. 154).
Si actualmente definimos y entendemos la
ciudad y el territorio como paisaje eso es atri-
buible a un modo de habitar que condiciona la
experiencia, en la que el modo de ver es una
coordenada más de ese modo de habitar. Si re-
ducimos el paisaje a un modo de ver caeríamos
en una sensibilidad primaria pre-disponible a
una instrumentación del orden visual, sin po-
sibilidad de reflexión y —por extensión— sin
posibilidad de proyecto.
Hoy, una autopista es experimentada como
paisaje y no como espacio público. La autopis-
ta en sí lo predispone, dada la modalidad de
relación que establece entre el movimiento y
el edificio, que es muy distinta al boulevard de-
cimonónico o a la avenida. Es una pieza urbana
determinada y determinante de una forma de
uso y significado del espacio urbano, que da
cuenta de ese paso de espacio público a paisa-
je en la ciudad contemporánea, como también
La posibilidad de interpretar y definir un rumbo
coherente y consensuado a la dinámica de los
procesos sociales se hizo cada día más difícil y
problemática. Tanto la agudización de fuertes
desigualdades como la creciente dispersión
ideológica entre actores y fuerzas sociales con-
tribuyen a un progresivo aumento de la conflic-
tividad. Esto desvanece el establecimiento de
lógicas y horizontes sobre los procesos sociales.
Las propuestas hechas por los teóricos de la
planificación a lo largo del tiempo implicaban
una racionalidad supuesta sobre los procesos
sociales. Y probablemente no solo supuesta,
sino más bien requerido a los fines de alcanzar
sus objetivos de planificación. Por el contrario,
en este contexto de conflictividad social y des-
vanecimiento de lógicas y horizontes sobre los
procesos sociales, las agencias gubernamenta-
les como las corporaciones adolecen de esta ra-
cionalidad para proyectar objetivos en el largo
plazo. Carlos De Mattos, afirmaba que:
en el momento de la gestación de la plani-
ficación, a juzgar por lo que se planteaba
y discutía en la literatura entonces más
aceptada sobre este tema, había menos
dudas que ahora con respecto a cuáles
eran los caminos que se debía seguir para
promover el crecimiento económico y/o el
desarrollo. A partir de allí, la teoría de la
planificación se asentó sobre unas convic-
ciones compartidas respecto de lo que se
quería lograr y cómo había que proceder
para lograrlo (2015, p. 144).
Se cristalizó una concepción de la gestión pú-
blica estructurada en torno a la idea de que era
posible materializar un ejercicio de ingeniería
social mediante la planificación. Para ello se es-
Figura 3. Facebook Campus. OMA. Menlo Park, California. Fuente: https://archinect.com/news/article/150016411/facebook-
and-oma-new-york-to-collaborate-on-mixed-use-masterplan-in-menlo-park#&gid=1&pid=1
tableció una racionalidad sustantiva —asociada
a un determinado modelo social—, y una ra-
cionalidad formal para su implementación: los
métodos y procedimientos de la planificación.
Se pensó y actuó como si fuera posible enca-
rar y materializar el manejo racional de los res-
pectivos procesos socioeconómicos y lograr el
cumplimiento de los objetivos preestablecidos
mediante su organización en una agencia que se
denominó planificación.
Durante los últimos años del siglo XX se suce-
dieron un conjunto de prácticas que pusieron
en entredicho estos supuestos. A la racionali-
dad sustantiva le siguió una racionalidad limi-
tada renunciando a contener un óptimo social
y promoviendo objetivos compatibles con la di-
námica social dominante a la que aspira a regu-
lar dentro de un esquema existente. Pero prin-
cipalmente, a la racionalidad formal le siguió
una racionalidad procesual, que supone una in-
tervención en la práctica a partir de principios
elementales de relaciones causales inmediatas.
Este cambio de racionalidad tuvo como fon-
do el contexto de ciudades que se hacían cada
vez más complejas. El fortalecimiento de acto-
res vinculados a las actividades financieras y
productivas —como actores vinculados a una
economía informal de actividades— formó una
nueva matriz de actores sociales mucho más
compleja que puso en crisis la relación entre
racionalidad y gestión urbana. Como asimismo
fueron perdiendo peso, cuando no desman-
teladas del organigrama estatal, las áreas de
planeamiento y su incidencia en la definición de
políticas públicas.
La formulación y promoción de modelos y for-
mas físicas en las propuestas urbanas se asen-
taron en bases que se fueron descomponiendo.
El horizonte de ingeniería social en que se sus-
tentaban se complejizaba de tal manera que era
difícil anclarlo en un modelo físico estable viabi-
lizado en una normativa a seguir.
» Armamos redes de puro flujo
La red es una figura cada vez más referencia-
da para explicar los fenómenos de la ciudad.

80 Dilemas de la vida pública de la arquitectura/ Javier Fedele / p. 78 » 87 A&P Continuidad N.10/6 - Julio 2019 · ISSN Impresa 2362-6089 - ISSN Digital 2362-6097 A&P Continuidad N.10/6 - Julio 2019 · ISSN Impresa 2362-6089 - ISSN Digital 2362-6097 Dilemas de la vida pública de la arquitectura/ Javier Fedele / p. 78 » 87 81

Figura 4. Markthal, MVRDV. Rotterdam. 2014. El mercado como continuidad del espacio urbano dentro del interior del edificio
de viviendas. Fotografía: Javier Fedele.
El concepto se refiere a una organización don-
de diversos componentes mantienen distintos
tipos de relaciones; una estructura en la cual
distintos fluidos circulan y se distribuyen en
diversos puntos. En cuanto tal, la red atraviesa
primariamente todos los niveles materiales del
dispositivo urbano. La reflexión de urbanistas
y sociólogos sobre el modelo de red, como el
caso de Gabriel Dupuy (1998) y Manuel Cas-
tells (1995, 1997) entre otros, siempre ha sido
prolífera y productiva.
La ciudad en cuanto organizadora y potencia-
dora de vínculos entre personas, bienes y ac-
tividades es el lugar de despliegue de redes de
distinto tipo. O aún más, su sentido es el de con-
figuración de redes para su despliegue y funcio-
namiento, a partir de un conjunto de elementos
interconectados y organizados en un objeto
común. Por ello el modelo de red es pertinente
para la comprensión de la ciudad.
Marcel Hénaff (2014) sitúa incluso a la red entre
uno de los tres modos a través de los cuales sur-
ge, se desarrolla y se transforma el fenómeno
de la ciudad. Junto al monumento y la máquina,
la red es el tercer modo trascendente a partir
del cual la ciudad alcanza entidad. Monumento
en tanto totalidad como imagen, como realidad
arquitectónica expuesta a la mirada y soporte
para la generación de símbolos colectivos que
dan sentido. Máquina en tanto población que
produce para garantizar su vida material, como
realidad que genera saberes y tecnologías. Red
en cuanto intercambio de símbolos y produc-
ción material de bienes e información.
Ahora bien, la red se define por puntos y co-
nexiones, flujos y posiciones. Y la cuadrícula
es una de las mejores respuestas a la relación
entre esos flujos y posiciones, entre los lugares
fijos y los movimientos contingentes, entre la
densidad de población y su circulación. En ello,
en esa combinatoria proporcionada, radica este
modelo tan extendido de forma urbana.
Sin embargo, la hipótesis de Hénaff es que la red
de alguna manera se ha emancipado en el espa-
cio urbano contemporáneo, prevaleciendo so-
bre el monumento y la máquina. Ello por obra de
la reducción de la red a su sola condición de cir-
culación, prescindiendo de los puntos y posicio-
nes. Una red que desmantela el lugar simbólico
del monumento y productivo de la máquina, res-
tringiendo a la sola circulación los procesos de
generación de valor representativo y material.
Así como la revolución industrial rompió
la unidad orgánica de la ciudad y creó una
urbanidad de los suburbios que se han
mantenido como un problema no resuel-
to de las ciudades modernas, también el
crecimiento exponencial de las redes de
comunicación a la larga cuestiona la idea
misma de la ciudad. Por segunda vez, en
cierto modo, una dinámica nacida del lugar
urbano, acelerada por él, termina, aunque
de manera diferente, volviendo obsoleta
no solo la ciudad tradicional, sino la ciudad
como tal (Hénaff, 2014, p. 62)
La aceleración de los intercambios no decanta
en la generación de nuevas condensaciones.
El incremento de los movimientos no deviene
en la generación de definiciones superadoras,
sino en una mayor necesidad de una continua
acción, una especie de nueva esfera pública
en modo internet más que de espacios con re-
ferencialidades colectivas físicas y simbólicas.
Una red de puro flujo acorde al paisaje como
forma cultural y al proceso como racionalidad.
» El espacio perdido: del cartel al algoritmo
Movimiento y permanencia son dos estadios
complementarios de una estructura de forma
urbana. La arquitectura de esa complementa-
riedad define la relación de proporciones y for-
malización entre ambos estadios. Dispone un es-
quema distributivo de recursos generando una
economía de relación entre el flujo y la posición.
Frente a la identidad de valores estables de la
permanencia, caracterizada por una arquitec-
tura del edificio anclada en la tradición discipli-
nar, la red de puro flujo busca la expresión ex-
terna de una realidad cambiante —perceptible
en el poco tiempo propio del movimiento— y
paisajística –con efectos de inmediata e indi-
vidual gratificación pulsional. La contempora-
neidad demanda la exposición de un contexto
inconstante y, consecuentemente, la imagen
arquitectónica es la expresión versátil de estas
relaciones. Frente a los rascacielos de Manhat-
tan, los hoteles de Las Vegas.
En el famoso estudio sobre Las Vegas, Robert
Venturi ya definió la lógica de la relación del edi-
ficio con su entorno. El cartel y no la arquitectu-
ra era la modalidad de la existencia pública del
edificio. La cuestión arquitectónica ni siquiera
llegaba a implicar la cualidad simbólica de la en-
volvente, sino que con el cartel alcanzaba. Ha-
biéndose reducido el contenido por la capacidad
perceptiva del movimiento y su velocidad, el car- Figura 5. Markthal, MVRDV. Rotterdam. 2014. Fuente: https://www.mvrdv.nl/projects/115/markthal.
tel era eficiente en cuanto calibraba lo que podía
verse. Más recientemente lo volvía a afirmar de comprender la realidad urbana [ya que] el cambio en las tareas relacionadas con el pro-
forma clara: “el elemento esencial de la arquitec- se revela en última instancia como la ex- cesamiento de la información y las telecomuni-
tura contemporánea ya no es el espacio, sino la presión más contundente de las nuevas caciones. Este modelo de desarrollo establece
iconografía” (Venturi, 2000, p. 41). formas de vida (nomadismo, movilidad, un constante proceso de mutaciones basado en
En ese sentido, la inexistencia de espacio arqui- tedio), de economía (franquicias, estan- la interacción entre tecnología y organización,
tecturizado entre el exterior y el interior tiene darización, productos low cost) y de (in) tal como lo describe Castells (1997), y compor-
un ejemplo acabado en el motel. Más aún, es sociabilidad (anonimato, intimidad, desco- ta una reestructuración social —principalmente
por antonomasia el dispositivo de arquitectura nexión) (2008, p. 161). de la fuerza de trabajo— que resulta en una es-
cero en la relación movimiento y permanencia tructura espacial flexible, cambiante en el tiem-
de una estructura urbana. La combinación de Cuando parecía que el cartel y la sórdida indi- po, diversificada y segregada. Arquitecturas
viaje y residencia, asociación de motor y hotel vidualidad urbana habían acabado con la exis- de las sedes corporativas se instalan sobre un
en su signatura, queda condensada en un con- tencia de una dimensión pública de los edificios, fondo de una gran crisis de vivienda y movilidad
traste de un exterior de fuerte carga simbólica el algoritmo dio un paso mayor. Codificando la de importantes proporciones. Estas crisis están
que envuelve un interior irrelevante. El paso re- información y desmaterializando sus soportes, referenciadas en los trabajos de consultorías
pentino de un horizonte infinito de la autopista generando otros circuitos de comunicación y y observatorios (Silicon Valley Index, 2019) y
urbana a una habitación de pocos metros cua- terminales, componiendo otras redes con no- también en análisis como el de Cary McClelland
drados, de la extensión a la clausura. dos menos preponderantes en relación a la (2018).
Bégout ha hecho una autopsia de la forma urba- fuerza del tránsito se configura una nueva es- Y en Silicon Valley la carencia de una arquitec-
na desde esta tipología: fera social y urbana, resultante de las nuevas tura —ni siquiera una imagen— que dé soporte
tecnologías de la información. a la interacción social de personas y edificios
por su indigencia arquitectónica y social Silicon Valley da pistas acerca de un territorio se observa en construcciones con pretencio-
que anestesia casi cualquier sensibilidad, conformado desde las lógicas de producción y sas postulaciones de avanzada, principalmente
el motel nos proporciona una clave para desarrollo informacional, entendiendo por ello agenciadas en el funcionamiento energético

82 Dilemas de la vida pública de la arquitectura/ Javier Fedele / p. 78 » 87 A&P Continuidad N.10/6 - Julio 2019 · ISSN Impresa 2362-6089 - ISSN Digital 2362-6097 A&P Continuidad N.10/6 - Julio 2019 · ISSN Impresa 2362-6089 - ISSN Digital 2362-6097 Dilemas de la vida pública de la arquitectura/ Javier Fedele / p. 78 » 87 83
 rial ni representativa, entre el espacio exterior
de uso social y el interior. Solo el algoritmo y
la naturaleza yuxtapuestos en un punto ciego
simbólico.
A pesar de ello, este Facebook Park está inser-
to en una intervención en Menlo Park que con-
templa viviendas y espacios comerciales para el
conjunto de personas que trabajarán en estas
instalaciones. Si bien en modo de enclave, aun
a la espera de una mejor resolución urbana, no
deja de ser auspicioso que se comiencen a con-
templar y planificar estas cuestiones. Todo un
problema para Silicon Valley que está llegando
a niveles dramáticos de falta de viviendas —los
valores inmobiliarios y de alquiler más altos de
EE.UU.— y déficit de espacios con servicios ur-
banos, no previstos por las gestiones públicas ni
asumidos por las empresas que concentran alto
número de personal.
Figura 6. Fenix Food Park. Rotterdam. Otro de los espacios urbanos vinculado a lo alimentario y con intensa
actividad social. Fuente: http://www.fenixfoodfactory.nl/ » El espacio recuperado: nuevas redes y nueva
de pequeños actores que encuentran un espa-
cio compartido para su actividad. El tránsito
por ese espacio común que conecta los puestos
se hace por un lugar por momentos descuidado
y saturado de gente y mercadería, incómodo,
pero atractivo a la vez. Tan así es ese encanto
que ha crecido el interés en estos equipamien-
tos, a tal punto que tuvo distintas derivacio-
nes en campos impensados tiempo atrás. Por
ejemplo su incorporación como tema turístico
y consecuentes intervenciones desde esa moti-
vación, o también en arquitecturas singulares.
Muestra de la estimulación arquitectónica por
las posibilidades de proyecto es la obra del Mer-
cado de Rotterdam de MVRDV. Denominado
Markthal e inaugurado en 2014, el espacio del
mercado se desarrolla en coincidencia con el
patio central interior de un edificio de viviendas
y oficinas. Y a su vez ese espacio mercado-patio
del edificio tiene una continuidad con el espa-
Figura 7. Derecho comparado: diferentes usos de las calles y derechos. Autor: Salvador Rueda. Fuente: BCNecología. Agencia
cio urbano al que se abre, generando una clara de Ecología Urbana de Barcelona.

unidad de la forma urbana y contundente interacción entre el exterior y el

y térmico de la construcción. El Apple Park de
Norman Foster (2017) es elocuente en esa fal-
ta de referencialidad arquitectónica con una
organización urbana. Dicha sede de Apple que
alberga a 12.000 trabajadores se implanta in-
tencionadamente alejada de la autopista y las
redes de comunicación física, en el medio de las
extensas 76 hectáreas del campus, con todos
los signos y sugestiones inferidas de estar en
un refugio natural. Ya no importa estar e iden-
tificarse sobre la autopista. Con el algoritmo el
GPS conduce y en el iPhone se juegan nuestras
elecciones y preferencias. Apenas un visitor cen-
ter separado del edificio principal pero tampoco
a la vista desde las vías de acceso y con los mis-
mos signos de estar en un resguardo del exte-
rior ambiental.
La morfología confirma su desafección al lugar
con una geometría autorreferente de figura
pura consistente en una planta de anillo circu-
lar de 465 m de diámetro, resolviendo todo su
programa en el interior de los más de 250.000
m de esa pieza . Popularmente reconocido en
2 1
Cupertino como la nave espacial —según la pu-
blicación Wired del ámbito de las TICs. (Vanhe-
mert, 2013)— es toda una metáfora el sistema
de montaje del edificio sobre grandes aislado-
res de base de acero, que aseguran que el mis-
mo en caso de sismo se pueda mover hasta más
de 15 metros en cualquier dirección sin perder
sus servicios vitales. Es decir, sus algoritmos se
priorizan sobre su estabilidad física.
Una imagen similar puede constatarse en algu-
nas vistas del proyecto de OMA para Facebook,
también en esos territorios. En el Facebook
Park aparecen las personas en un espacio ver-
de con aspecto agreste de un paraje al que no
le llegó la urbanización. Como fondo del parque
aparecen unos edificios anodinos de fachada
regular sin ninguna singularidad. Aun siendo
proyectado como un parque de libre acceso,
nuevamente no se observa mediación, ni mate-
Uno de los componentes de las políticas urba-
nas de Barcelona fue el programa de merca-
dos de alimentos, valorado hoy como una de
las transformaciones más valiosas durante el
período inicial de las grandes transformacio-
nes en la reinstalación de los ayuntamientos
democráticos posdictadura. Pensados como
equipamientos barriales y articulados en red,
recuperando una tradición de viejos merca-
dos, conformaron un conjunto de referencias
territorializadas de las distintas partes de la
ciudad y se constituyeron en un eje a partir del
cual regenerar los tejidos residenciales. Desde
esas primeras pequeñas intervenciones, este
programa de desarrollo urbano se extendió en
Barcelona en tiempo y escala, siendo la obra
más reciente la importante intervención en el
Mercado de Sant Antoni reabierto como uno de
los más importantes de la ciudad en 2018.
Es interesante como se configura el espacio co-
mún del mercado, a partir del aporte particular
interior del edificio de viviendas y oficinas del
que se compone el programa edilicio. Un juego
en el cual lo público y lo privado, el exterior y
el interior, se intercambian. Y el patio central al
que dan las ventanas de las viviendas coincide
con el espacio de los puestos del mercado en
una concepción de conjunto.
Más allá del alcance innovador del programa
para el edificio, la alimentación es un tema en
ascenso en el debate social y político que tiene
una implicancia espacial y un potencial de desa-
rrollo en cuanto a programa de usos. Luego de
haber estado restringida a las grandes superfi-
cies comerciales y al ámbito del retail, comien-
zan a plantearse intervenciones en donde la
localización de un mercado de productos fres-
cos, locales y diferenciales genera un conjunto
de actividades dinamizadoras de espacios. Los
mencionados mercados de Barcelona eran fo-
cos de convergencia barrial. Dentro y fuera, en
espacios aledaños, el intercambio comercial y
social se intensificaba, sostenido en la diversi-
dad de productos y necesidades concurrentes
en el sitio.
La integración de los alimentos en la planifica-
ción urbana comienza a ser un tema crucial y
emergente, tal como plantean Yves Cabannes
y Cecilia Marocchino (2018). Se demanda que
a partir de la comprensión de los proceso de
producción y comercialización de alimentos se
disponga del suelo e instalaciones para mate-
rializar esa red en el espacio de la ciudad. Una
vasta y compleja red que implica la producción,
envase, transporte, comercialización, consumo
y residuos de los alimentos.
Programas novedosos se suman a los conocidos
espacios de comercialización: parques huerta,
parques agrarios, itinerarios urbanos, instala-
ciones móviles de acuerdo a temporalidades,
entre otras que van surgiendo a medida que el
interés ciudadano se incrementa. Dada la im-
plicancia en distintas escalas, que van desde el
mismo cuerpo de las personas al suelo territo-
rial rural, la cuestión contiene un enorme po-
tencial de carácter público que la arquitectura
puede abordar en sus formas materiales y sim-
bólicas, incorporándolo en la red de espacios
urbanos.
Si la red es la forma urbana, en la medida que
se incorporan temáticas de densidad pública, la
arquitectura y el urbanismo tendrán elementos
para desplegar su potencial creativo afirmando
instancias colectivas; como así también podrán
hacerlo con estrategias que abran espacios en-
tre el flujo y la posición dentro de las estructu-
ras de redes.
A calles reducidas y ocupadas por el tránsito mo-
torizado, como en muchas áreas centrales de las
ciudades, la propuesta de las supermanzanas es
una apertura del espacio de ese nexo entre circu-
lación y estancia. Una expansión de ese espacio
que se había reducido al cartel, o directamente
desaparecido por acción del algoritmo en el caso

84 Dilemas de la vida pública de la arquitectura/ Javier Fedele / p. 78 » 87 A&P Continuidad N.10/6 - Julio 2019 · ISSN Impresa 2362-6089 - ISSN Digital 2362-6097 A&P Continuidad N.10/6 - Julio 2019 · ISSN Impresa 2362-6089 - ISSN Digital 2362-6097 Dilemas de la vida pública de la arquitectura/ Javier Fedele / p. 78 » 87 85
de vías rápidas o parques programados reseña-
dos, pero también erosionado en calles de menor
escala de las áreas de tejido construido. La sus-
tentabilidad es el contexto argumentativo del
que surge el planteo de Salvador Rueda (2012).
La agencia ecológica de la ciudad de Barcelona
es la sede que administra los indicadores am-
bientales y desde donde surge esta propuesta
de forma urbana inspirada en el paradigma de
la sustentabilidad. Aunque a medida que se va
consolidando, su mismo autor va encontrando
nuevos argumentos. Analiza que en una manza-
na de un tejido regular sometido a estas diná-
micas de intensidad en la circulación, las calles
posibilitan el ejercicio de un solo derecho: el de
circular, y a una velocidad considerablemente
alta. En las supermanzanas se amplían los dere-
chos, ya que es un área expandida en un conjun-
to de manzanas organizadas de tal manera que
se pueden ejercer más derechos: el de estar,
el de permanecer, el de socializar con la perti-
nente comodidad y en espacios acondicionados
para ello, entre otros derechos que se agregan
al de circular a considerable velocidad.
Un objeto de proyecto que aunque organiza las
decisiones sobre el espacio desde la necesidad
ambiental, termina enlazado con elementos
que hacen a una sociabilidad, a un factor de co-
hesión social, articulando escalonadamente los
distintos niveles del territorio: desde la unidad
residencial al sistema urbano con la problemáti-
ca global del ecosistema. La preocupación está
puesta en los problemas a escala global, pero
su origen se localiza en los comportamientos y
en los modelos de organización y gestión de la
realidad a escala local sobre los que se propone
operar. Siendo la ciudad el factor que produce
mayor impacto ambiental, es el lugar adecuado
en donde atender las mitigaciones y esta pro-
puesta va en esa dirección, pues simultánea-
mente aborda problemas urbanos.
El diseño de los lazos entre viviendas —a partir
de su rendimiento energético—, su articulada
86 Dilemas de la vida pública de la arquitectura/ Javier Fedele / p. 78 » 87
relación con los equipamientos en una ecua-
ción de distancias —para ahorrar consumos en
traslados—, la estratificación de los modos y
velocidades de movimientos entre distintas tra-
zas —para una optimización de usos—, todo ello
constituye un trabajo de diseño de los vínculos
entre personas y sus actividades. Una experi-
mentación que también recuerda otras expe-
riencias como la de Clarence Perry y sus unida-
des vecinales o Colin Buchanan y sus unidades
ambientales. Se constata en la historia que la
arquitectura y el urbanismo, allí donde había un
problema, siempre han propuesto un proyecto
de forma urbana que intentó resolverlo.
» Desafío pendiente: la reapropiación proyec-
tual de los vínculos
La edificación en la ciudad cuya dimensión
pública fuera despojada de la forma arquitec-
tónica, por obra de un tipo de sensibilidad pai-
sajística despreocupada, de una racionalidad
procesal sin contenido y de una red deformada
en la aceleración de su movimiento, recupera en
la propuesta de las supermanzanas —por vía de
la necesidad ambiental— algunos de sus compo-
nentes tradicionales, de sus relaciones históri-
cas entre la traza y el tejido, de las tradiciones
del espacio público. En definitiva, recobra y trae
a discusión parte del trabajo arquitectónico
para la dimensión pública de los edificios.
En el debate político se ha lanzado la idea de
un Green New Deal: un pacto político para abor-
dar los problemas ambientales, en los cuales el
Estado a través de estrategias fiscales realiza
importantes inversiones para la innovación y
puesta en marcha de un modelo de desarrollo
compatible con la preservación del ambiente.
La economista Mariana Mazzucato (2014) ha
demostrado que grandes metas —como las del
programa aeroespacial— impulsaron indus-
trias de alta tecnología, poniendo en deuda a
las actuales empresas tecnológicas. Estas últi-
mas usufructuaron investigaciones motivadas
A&P Continuidad N.10/6 - Julio 2019 · ISSN Impresa 2362-6089 - ISSN Digital 2362-6097
en ese desarrollo aeroespacial, que además de
poner al hombre en la luna, con el tiempo posi-
bilitaron con sus impulsos nuevos productos y
servicios que fueron movidos por el mercado.
Invirtiendo el recorrido en que surge la pro-
puesta de las supermanzanas, desde la preo-
cupación urbana se podría hablar de un Urban
New Deal: un pacto social entre los actores
urbanos en el cual un horizonte establece
prioridades inversoras, dinamiza los recursos
y garantiza el interés general en torno a una
nueva organización del espacio posibilitante
del desarrollo social y económico equitativo y
sustentable. Por supuesto que el impulso se-
ría convergente con los valores de la susten-
tabilidad ambiental. De ahí su oportunidad
actual, pero desde una promoción más pro-
funda de la recomposición arquitectónica de
las relaciones entre los espacios y la sociedad
que los demanda.
Una imaginación política de un horizonte en
el cual inscribir la imaginación arquitectónica,
puesta en el trabajo de diseño de los vínculos
entre personas, sus actividades y los espacios
que habitan. Una práctica por momentos olvi-
dada en la vida metropolitana contemporánea,
pero que guarda aún toda su potencia creativa,
la propia de los vínculos y realizaciones sociales
que necesitan del espacio para su despliegue, y
de la arquitectura para su proyecto •
NOTAS
1 - Todas las características del proyecto como la
tramitación administrativa del mismo con sus res-
pectivos documentos pueden verse en el sitio web
de la ciudad de Cupertino, https://www.cupertino.
org/our-city/departments/community-develop-
ment/planning/major-projects/apple-park (consul-
ta: 12 de febrero de 2019).
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celona. Doctorado y Maestría. Autor de publicaciones en
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151-161). Barcelona, España: Gustavo Gili. Desde 2015 es Subsecretario de Planeamiento de la
·Vanhemert, K. (2013). Look Inside Apple’s Spaceship Municipalidad de Rosario.
Headquarters With 24 All-New Renderings. Wired, ddrassaness@gmail.com
A&P Continuidad N.10/6 - Julio 2019 · ISSN Impresa 2362-6089 - ISSN Digital 2362-6097 Dilemas de la vida pública de la arquitectura/ Javier Fedele / p. 78 » 87 87
ARCHIVO DE OBRAS

TUCUMÁN

ESPAÑA

Obra:
Asociación Médica de Rosario

Ficha técnica:
Año de proyecto: 1978
Finalización: 1981
Ubicación: Tucumán y España. Rosario, Santa Fe.
Argentina
Superficie: Terreno: 411 m2. Superficie cubierta: Arriba Izq: Ubicación de la obra en la planta urbana actual. | Arriba: Vista axonométrica de la obra y su entorno urbano actual.

1.320 m . Remodelación: 416 m

2 2

Autores: Estudio H. Rufino de la Torre, Aníbal Moliné,

Alberto Santanera, Daniel Vidal, Raúl Utges
Colaboradores: David Kaminsky, arq.
Asesores: Estructura: Weder y Drincovich, ings.
Finco refrigeración. Madreselva SA.
Empresa Constructora: Civilco SRL

Equipo de trabajo A&P Continuidad

Arq. Sebastian Bechis
Arq. Gustavo Sapiña

Colaboradores
Santiago Coletto
Rocío Figuera
Paola Ghilardi
Bianca Gironelli
Maria Laura Valerio
Marco Zampieron
Imagen actual en escorzo del edificio original y la intervención de Estudio H. Fotografía: Santiago Coletto.

88 Asociación Médica de Rosario / Estudio H/ p. 88 » 101 A&P Continuidad N.10/6 - Julio 2019 · ISSN Impresa 2362-6089 - ISSN Digital 2362-6097
Imagen actual de la intervención de Estudio H sobre calle Tucumán. Fotografía: Santiago Coletto.
 Planta subsuelo Planta semisubsuelo Planta 2º nivel Planta 3º nivel / terraza

Planta baja Planta 1º nivel Planta sala de máquinas Planta de techos

Fuente: Archivo profesional Estudio H Fuente: Archivo profesional Estudio H

90 Asociación Médica de Rosario / Estudio H/ p. 88 » 101 A&P Continuidad N.10/6 - Julio 2019 · ISSN Impresa 2362-6089 - ISSN Digital 2362-6097 A&P Continuidad N.10/6 - Julio 2019 · ISSN Impresa 2362-6089 - ISSN Digital 2362-6097 Asociación Médica de Rosario / Estudio H/ p. 88 » 101 91
 Corte auditorio. Fuente: Archivo profesional Estudio H Corte hall de acceso. Fuente: Archivo profesional Estudio H

92 Asociación Médica de Rosario / Estudio H/ p. 88 » 101 A&P Continuidad N.10/6 - Julio 2019 · ISSN Impresa 2362-6089 - ISSN Digital 2362-6097 A&P Continuidad N.10/6 - Julio 2019 · ISSN Impresa 2362-6089 - ISSN Digital 2362-6097 Asociación Médica de Rosario / Estudio H/ p. 88 » 101 93
 Imagen actual del hall de acceso al edificio por calle Tucumán. Fotografía: Santiago Coletto. Imagen actual del hall de acceso al edificio hacia calle Tucumán. Fotografía: Santiago Coletto.

94 Asociación Médica de Rosario / Estudio H/ p. 88 » 101 A&P Continuidad N.10/6 - Julio 2019 · ISSN Impresa 2362-6089 - ISSN Digital 2362-6097 A&P Continuidad N.10/6 - Julio 2019 · ISSN Impresa 2362-6089 - ISSN Digital 2362-6097 Asociación Médica de Rosario / Estudio H/ p. 88 » 101 95
 Fachada Oeste. Fuente: Archivo profesional Estudio H.
Fachada Norte. Fuente: Archivo profesional Estudio H.

96 Asociación Médica de Rosario / Estudio H/ p. 88 » 101 A&P Continuidad N.10/6 - Julio 2019 · ISSN Impresa 2362-6089 - ISSN Digital 2362-6097 A&P Continuidad N.10/6 - Julio 2019 · ISSN Impresa 2362-6089 - ISSN Digital 2362-6097 Asociación Médica de Rosario / Estudio H/ p. 88 » 101 97
 Estrategia de ampliación Estructura circulatoria

Áreas acceso público Áreas uso privado

Esquemas analíticos de la intervención. Perspectiva interior del hall de acceso por calle Tucumán. Fuente: Archivo profesional Estudio H.

98 Asociación Médica de Rosario / Estudio H/ p. 88 » 101 A&P Continuidad N.10/6 - Julio 2019 · ISSN Impresa 2362-6089 - ISSN Digital 2362-6097 A&P Continuidad N.10/6
Asociación - Julio de
Médica 2019 · ISSN/ Estudio
Rosario ImpresaH/
2362-6089
p. 88 » 99 - ISSN Digital 2362-6097 Asociación Médica de Rosario / Estudio H/ p. 88 » 101 99
 Despiece ampliación

Despiece axonométrico de la ampliación proyectada por Estudio H. Axonometria de la obra completa. Fuente: Archivo profesional Estudio H.

100 Asociación Médica de Rosario / Estudio H/ p. 88 » 101 A&P Continuidad N.10/6 - Julio 2019 · ISSN Impresa 2362-6089 - ISSN Digital 2362-6097 A&P Continuidad N.10/6 - Julio 2019 · ISSN Impresa 2362-6089 - ISSN Digital 2362-6097 Asociación Médica de Rosario / Estudio H/ p. 88 » 101 101

cadas o no publicadas, sobre un campo en ciencia o tecnología, con el fin de dar
Normas para la publicación en A&P Continuidad
cuenta de los avances y las tendencias de desarrollo. Se caracteriza por presen-
tar una cuidadosa revisión bibliográfica de por lo menos 50 referencias.
» Definición de la revista
·Artículo de investigación científica y tecnológica:  documento que presenta, de
A&P Continuidad  realiza dos convocatorias anuales para recibir artículos. Los
manera detallada, los resultados originales de proyectos terminados de inves-
mismos se procesan a medida que se postulan, considerando la fecha límite de
tigación. La estructura generalmente utilizada contiene cuatro apartes impor-
recepción indicada en la convocatoria.
tantes: introducción, metodología, resultados y conclusiones.
Este proyecto editorial está dirigido a toda la comunidad universitaria. El punto
·Artículo de reflexión: documento que presenta resultados de investigación ter-
focal de la revista es el Proyecto de Arquitectura, dado su rol fundamental en la
minada desde una perspectiva analítica, interpretativa o crítica del autor, sobre
formación integral de la comunidad a la que se dirige esta publicación. Editada en
un tema específico, recurriendo a fuentes originales.
formato papel y digital, se organiza a partir de números temáticos estructurados
alrededor de las reflexiones realizadas por maestros modernos y contemporáneos,
» Título y autores
con el fin de compartir un punto de inicio común para las reflexiones, conversacio-
El título debe ser conciso e informativo, en lo posible no superar las 15 palabras.
nes y ensayos de especialistas. Asimismo, propicia el envío de material específico
En caso de utilizar un subtítulo debe entenderse como complemento del título
integrado por artículos originales e inéditos que conforman el dossier temático.
o indicar las subdivisiones del texto. El título del artículo debe enviarse en idioma
El idioma principal es el español. Sin embargo, se aceptan contribuciones en
español e inglés.
italiano, inglés, portugués y francés como lenguas originales de redacción para
Los autores (máximo 2) deben proporcionar apellidos y nombres completos o
ampliar la difusión de los contenidos de la publicación entre diversas comunida-
según modelo de citación adoptado por el autor para la normalización de los
des académicas. En esos casos deben enviarse las versiones originales del texto
nombres del investigador (ORCID).
acompañadas por las traducciones en español de los mismos. La versión en el
ORCID proporciona un identificador digital persistente para que las personas
idioma original de autor se publica en la versión on line de la revista mientras
lo usen con su nombre al participar en actividades de investigación, estudio
que la versión en español es publicada en ambos formatos.
e innovación. Proporciona herramientas abiertas que permiten conexiones
transparentes y confiables entre los investigadores, sus contribuciones y afilia-
» Documento Modelo para la preparación de artículos y
ciones. Por medio de la integración en flujos de trabajo de investigación, como
Guía Básica
la presentación de artículos y trabajos de investigación, ORCID acepta enlaces
A los fines de facilitar el proceso editorial en sus distintas fases, los artículos de-
automatizados entre el investigador/docente y sus actividades profesionales,
ben enviarse reemplazando o completando los campos del Documento Modelo,
garantizando que su obra sea reconocida.   continua sin comillas. Es aconsejable citar en el idioma original, si este difiere del
cuyo formato general se ajusta a lo exigido en estas Normas para autores (fuen-
Para registrarse se debe acceder a https://orcid.org/register e ingresar su nom-
te, márgenes, espaciado, etc.). Recuerde que no serán admitidos otros formatos o
bre completo, apellido y correo electrónico. Debe proponer una contraseña al
tipos de archivo y que todos los campos son obligatorios, salvo en el caso de que se
sistema, declarar la configuración de privacidad de su cuenta y aceptar los tér-
indique lo contrario. Para mayor información sobre cómo completar cada cam-
minos de usos y condiciones. El sistema le devolverá un email para confirmar
po puede remitirse a la Guía Básica o a las Normas para autores completas que
que es usted el que cargó los datos y le proporcionará su identificador. Todo el
aquí se detallan. Tanto el Documento Modelo como la Guía Básica se encuen-
proceso de registro puede hacer en español.
tran disponibles en: https://www.ayp.fapyd.unr.edu.ar/index.php/ayp/about
Cada autor debe indicar su filiación institucional principal (por ejemplo, orga-
nismo o agencia de investigación y universidad a la que pertenece) y el país co-
» Tipos de artículos
rrespondiente; en el caso de no estar afiliado a ninguna institución debe indicar
Los artículos postulados deben ser productos de investigación, originales e
“Independiente” y el país.
inéditos (no deben haber sido publicados ni estar en proceso de evaluación).
El/los autores deberán redactar una breve nota biográfica (máximo 100 pala-
Sin ser obligatorio se propone usar el formato YMRYD (Introducción, Ma-
bras) en la cual se detallen sus antecedentes académicos y/o profesionales prin-
teriales y Métodos, Resultados y Discusión). Como punto de referencia se
cipales, líneas de investigación y publicaciones más relevantes, si lo consideran
pueden tomar las siguientes tipologías y definiciones del Índice Bibliográfico
pertinente. Si corresponde, se debe nombrar el grupo de investigación o el pos-
Publindex (2010):
grado del que el artículo es resultado así como también el marco institucional en
· Artículo de revisión: documento resultado de una investigación terminada don-
el cual se desarrolla el trabajo a publicar. Para esta nota biográfica el/los autores
de se analizan, sistematizan e integran los resultados de investigaciones publi-
deberán enviar una foto personal y un e-mail de contacto para su publicación.
Ej.:
» Conflicto de intereses
El trabajo de composición se efectuaba por etapas, comenzando por un
En cualquier caso se debe informar sobre la existencia de vínculo comercial, fi-
croquis ejecutado sobre papel cuadriculado en el cual se definían las su-
nanciero o particular con personas o instituciones que pudieran tener intereses
perficies necesarias, los ejes internos de los muros y la combinación de
relacionados con los trabajos que se publican en la revista.
cuerpos de los edificios (Fig. 2), para luego pasar al estudio detallado.
» Normas éticas
El autor es el responsable de adquirir los derechos o autorizaciones de repro-
La revista adhiere al Código de conducta y buenas prácticas establecido por
ducción de las imágenes o gráficos que hayan sido tomados de otras fuentes
el Committee on Publication Ethics (COPE) (Code of Conduct and Best Practice Guide-
así como de entrevistas o material generado por colaboradores diferentes a
lines for Journal Editors y Code of Conduct for Journals Publishers). En cumplimiento
los autores.
de este código, la revista asegurará la calidad científica de las publicaciones y la
· Secciones del texto: Las secciones de texto deben encabezarse con subtítu-
adecuada respuesta a las necesidades de los lectores y los autores. El código va
los, no números. Los subtítulos de primer orden se indican en negrita y los
dirigido a todas las partes implicadas en el proceso editorial de la revista.
de segundo orden en bastardilla. Solo en casos excepcionales se permitirá la
utilización de subtítulos de tercer orden, los cuales se indicarán en caracte-
» Resumen y palabras clave
res normales.  
El resumen, escrito en español e inglés, debe sintetizar los objetivos del trabajo, la
· Enfatización de términos: Las palabras o expresiones que se quieren enfatizar,
metodología empleada y las conclusiones principales destacando los aportes origi-
los títulos de libros, periódicos, películas, shows de TV van en bastardilla.
nales del mismo. Debe contener entre 150 y 200 palabras. Debe incluir entre 3 y 5 pa-
· Uso de medidas: Van con punto y no coma.
labras clave (en español e inglés), que sirvan para clasificar temáticamente el artícu-
·Nombres completos: En el caso de citar nombres propios se deben mencionar
lo. Se recomienda utilizar palabras incluidas en el tesauro de UNESCO (disponible
en la primera oportunidad con sus nombres y apellidos completos. Luego solo
en http://databases.unesco.org/thessp/)  o en la Red de Bibliotecas de Arquitectura
con el apellido.
de Buenos Aires Vitruvius (disponible en http://vocabularyserver.com/vitruvio/).
·Uso de siglas: En caso de emplear siglas, se debe proporcionar la equivalen-
cia completa la primera vez que se menciona en el texto y encerrar la sigla
» Requisitos de presentación
entre paréntesis.
· Formato: El archivo que se recibe debe tener formato de página A4 con márge-
· Citas: Las citas cortas (menos de 40 palabras) deben incorporarse en el texto. Si
nes de 2.54 cm. La fuente será Times New Roman 12 con interlineado sencillo y
la cita es mayor de 40 palabras debe ubicarse en un párrafo aparte con sangría
la alineación, justificada.
Los artículos podrán tener una  extensión mínima de 3.000 palabras y máxima de
idioma del artículo se agrega a continuación, entre corchetes, la traducción. La
6.000 incluyendo el texto principal, las notas y las referencias bibliográficas.
cita debe incorporar la referencia del autor (Apellido, año, p. nº de página). En
· Imágenes, figuras y gráficos: Las imágenes, entre 8 y 10 por artículo, deberán tener
ocasiones suele resultar apropiado colocar el nombre del autor fuera del parén-
una resolución de 300 dpi en color (tamaño no menor a 13X18 cm). Los 300 dpi de-
tesis para que el discurso resulte más fluido.
ben ser reales, sin forzar mediante programas de edición. Las imágenes deberán en-
viarse incrustadas en el documento de texto –como referencia de ubicación– y también
» Cita en el texto
por separado, en formato jpg o tiff. Si el diseño del texto lo requiriera el secretario de
· Un autor: (Apellido, año, p. número de página)
Redacción solicitará imágenes adicionales a los autores. Asimismo, se reserva el
Ej.
derecho de reducir la cantidad de imágenes previo acuerdo con el autor.
(Pérez, 2009, p. 23)
Tanto las figuras (gráficos, diagramas, ilustraciones, planos mapas o fotografías)
(Gutiérrez, 2008)
como las tablas deben ir enumeradas y deben estar acompañadas de un título o
(Purcell, 1997, pp. 111-112)
leyenda explicativa que no exceda las 15 palabras y su procedencia.
Benjamin (1934) afirmó….
Ej.:
Figura 1. Proceso de…. (Stahl y Klauer, 2008, p. 573).
· Dos autores:
Ej.
La imagen debe referenciarse también en el texto del artículo, de forma abre-
Quantrín y Rosales (2015) afirman…… o (Quantrín y Rosales, 2015, p.15)
viada y entre paréntesis.

102 Normas para la publicación en A&P Continuidad / p. 100 »1 05 A&P Continuidad N.10/6 - Julio 2019 · ISSN Impresa 2362-6089 - ISSN Digital 2362-6097 A&P Continuidad N.10/6 - Julio 2019 · ISSN Impresa 2362-6089 - ISSN Digital 2362-6097 Normas para la publicación en A&P Continuidad / p. 100 »1 05 103
·Tres a cinco autores: Cuando se citan por primera vez se nombran todos los ape-
llidos, luego solo el primero y se agrega et al.
Ej.
Machado, Rodríguez, Álvarez y Martínez (2005) aseguran que… / En otros
experimentos los autores encontraron que… (Machado et al., 2005)
·Autor corporativo o institucional con siglas o abreviaturas: la primera citación se
coloca el nombre completo del organismo y luego se puede utilizar la abreviatura.
Ej.
Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP, 2016) y lue-
go OPEP (2016); Organización Mundial de la Salud (OMS, 2014) y luego
OMS (2014).
·Autor corporativo o institucional sin siglas o abreviaturas:
Ej.
Instituto Cervantes (2012), (Instituto Cervantes, 2012).
·Traducciones y reediciones: Si se ha utilizado una edición que no es la original (tra-
ducción, reedición, etc.) se coloca en el cuerpo del texto: Apellido (año correspon-
diente a la primera edición/año correspondiente a la edición que se utiliza)
Ej.
Pérez (2000/2019)
·Cuando se desconoce la fecha de publicación, se cita el año de la traducción
que se utiliza
Ej.
(Aristóteles, trad. 1976)
» Notas
Las notas pueden emplearse cuando se quiere ampliar un concepto o agregar
un comentario sin que esto interrumpa la continuidad del discurso y solo deben
emplearse en los casos en que sean estrictamente necesarias para la intelección
del texto. No se utilizan notas para colocar la bibliografía. Los envíos a notas se
indican en el texto por medio de un supraíndice. La sección que contiene las no-
tas se ubica al final del manuscrito, antes de las referencias bibliográficas. No
deben exceder las 40 palabras en caso contrario deberán incorporarse al texto.
» Referencias bibliográficas
Todas las citas, incluso las propias para no incurrir en autoplagio, deben
corresponderse con una referencia bibliográfica. Por otro lado, no debe in-
cluirse en la lista bibliográfica ninguna fuente que no aparezca referenciada
en el texto. La lista bibliográfica se hace por orden alfabético de los apellidos
de los autores.
104 Normas para la publicación en A&P Continuidad / p. 100 »1 05
·Si es un autor: Apellidos, Iniciales del nombre del autor. (Año de publicación). Tí-
tulo del libro en cursiva. Lugar de publicación: Editorial.
Ej.
Mankiw, N. G. (2014). Macroeconomía. Barcelona, España: Antoni Bosch.
Autor, A. A. (1997). Título del libro en cursiva. Recuperado de http://www.xxxxxxx
Autor, A. A. (2006). Título del libro en cursiva. doi:xxxxx
·Si son dos autores:
Ej.
Gentile P. y Dannone M. A. (2003). La entropía. Buenos Aires, Argentina:
EUDEBA.
·Si es una traducción: Apellido, iniciales del nombre (año). Titulo. (iniciales del
nombre y apellido, Trad.). Ciudad, país: Editorial (Trabajo original publicado
en año de publicación del original).
Ej.
Laplace, P. S. (1951). Ensayo de estética. (F. W. Truscott, Trad.). Buenos Aires,
Argentina: Siglo XXI (Trabajo original publicado en 1814).
·Obra sin fecha:
Ej.
Martínez Baca, F. (s. f.). Los tatuajes. Puebla, México: Tipografía de la Oficina
del Timbre.
·Varias obras de un mismo autor con un mismo año:
Ej.
López, C. (1995a). La política portuaria argentina del siglo XIX. Córdoba, Ar-
gentina: Alcan.
López, C. (1995b). Los anarquistas. Buenos Aires, Argentina: Tonini.
·Si es libro con editor o compilador: Editor, A. A. (Ed.). (1986). Título del libro. Lugar
de edición: Editorial.
Ej.
Wilber, K. (Ed.). (1997). El paradigma holográfico. Barcelona, España: Kairós.
·Libro en versión electrónica: Apellido, A. A. (Año). Título. Recuperado de http://
www.xxxxxx.xxx
Ej.
De Jesús Domínguez, J. (1887). La autonomía administrativa en Puerto Rico.
Recuperado de http://memory.loc.gov/monitor/oct00/workplace.html
·Capítulo de libro:
-Publicado en papel, con editor:
A&P Continuidad N.10/6 - Julio 2019 · ISSN Impresa 2362-6089 - ISSN Digital 2362-6097
Apellido, A. A., y Apellido, B. B. (Año). Título del capítulo o la entrada. En A. A.
Apellido. (Ed.), Título del libro (pp. xx-xx). Ciudad, país: editorial.
Ej.
Flores, M. (2012). Legalidad, leyes y ciudadanía. En F. A. Zannoni (Ed.),
Estudios sobre derecho y ciudadanía en Argentina (pp. 61-130). Córdoba,
Argentina: EDIUNC.
-Sin editor:
McLuhan, M. (1988). Prólogo. En La galaxia de Gutenberg: génesis del homo
typhografifcus (pp. 7-19). Barcelona, España: Galaxia de Gutenberg.
-Digital con DOI:
Albarracín, D. (2002). Cognition in persuasion: An analysis of information
processing in response to persuasive communications. En M. P. Zanna (Ed.),
Advances in experimental social psychology (Vol. 3, pp. 61–130). doi:10.1016/
S0065-2601(02)80004-1
·Tesis y tesinas: Apellido, A. (Año). Título de la tesis (Tesina de licenciatura, te-
sis de maestría o doctoral). Nombre de la Institución, Lugar. Recuperado de
http:// www.xxxxxxx
Ej.
Santos, S. (2000). Las normas de convivencia en la sociedad francesa del siglo
XVIII (Tesis doctoral). Universidad Nacional de Tres de Febrero, Argen-
tina. Recuperado de http://www.untref.edu.ar/5780/1/ECSRAP.F07.pdf
·Artículo impreso: Apellido, A. A. (Fecha). Título del artículo. Nombre de la revista,
volumen(número si corresponde), páginas.
Ej.
Gastaldi, H. y Bruner, T. A. (1971). El verbo en infinitivo y su uso. Lingüística
aplicada, 22(2), 101-113.
Daer, J. y Linden, I. H. (2008). La fiesta popular en México a partir del estu-
dio de un caso. Perífrasis, 8(1), 73-82.
·Artículo online: Apellido, A. A. (Año). Título del artículo. Nombre de la revista, volu-
men (número si corresponde), páginas. Recuperado de http:// www.xxxxxxx
Ej.
Capuano, R. C., Stubrin, P. y Carloni, D. (1997). Estudio, prevención y
diagnóstico de dengue. Medicina, 54, 337-343. Recuperado de http://
www.trend-statement.org/asp/documents/statements/AJPH_Mar2004_
Trendstatement.pdf
Sillick, T. J. y Schutte, N. S. (2006). Emotional intelligence and self-esteem
mediate between perceived early parental love and adult happiness.
E-Journal of Applied Psychology, 2(2), 38-48. Recuperado de http://ojs.lib.
swin.edu.au /index. php/ejap
A&P Continuidad N.10/6 - Julio 2019 · ISSN Impresa 2362-6089 - ISSN Digital 2362-6097
·Artículo en prensa:
Briscoe, R. (en prensa). Egocentric spatial representation in action and
perception. Philosophy and Phenomenological Research. Recuperado de
http://cogprints .org/5780/1/ECSRAP.F07.pdf
·Periódico
-Con autor: Apellido A. A. (Fecha). Título del artículo. Nombre del periódico, pp-pp.
Ej
Pérez, J. (2000, febrero 4). Incendio en la Patagonia. La razón, p. 23.
Silva, B. (2019, junio 26). Polémica por decisión judicial. La capital, pp. 23-28.
-Sin autor: Título de la nota. (Fecha). Nombre del periódico, p.
Ej.
Incendio en la Patagonia. (2000, agosto 7). La razón, p. 23.
-Online: Apellido, A. A. (Fecha). Título del artículo. Nombre del periódico.
Recuperado de
Ej.
Pérez, J. (2019, febrero 26). Incendio en la Patagonia. Diario Veloz. Re-
cuperado de http://m.diarioveloz.com/notas/48303-siguen-los-incen-
dios-la-patagonia
-Sin autor
Incendio en la Patagonia. (2016, diciembre 3). Diario Veloz. Recupe-
rado de http://m.diarioveloz.com/notas/48303-siguen-los-incen-
dios-la-patagonia
·Simposio o conferencia en congreso:
Autor, A. (Fecha). Título de la ponencia. En A. Apellido del presidente del congre-
so (Presidencia), Título del simposio o congreso. Simposio o conferencia llevado/a a
cabo en el congreso Nombre de la organización, Lugar.
Ej.
Manrique, D. (Junio de 2011). Evolución en el estudio y conceptualización
de la consciencia. En H. Castillo (Presidencia), El psicoanálisis en Latinoa-
mérica. Simposio llevado a cabo en el XXXIII Congreso Iberoamericano de
Psicología, Río Cuarto, Argentina.
·Materiales de archivo
Autor, A. A. (Año, mes día). Título del material. [Descripción del material]. Nom-
bre de la colección (Número, Número de la caja, Número de Archivo, etc.). Nom-
bre y lugar del repositorio. Este formato general puede ser modificado, si la co-
lección lo requiere, con más o menos información específica.
- Carta de un repositorio
Ej.
Gómez, L. (1935, febrero 4). [Carta a Alfredo Varela]. Archivo Alfredo Varela
(GEB serie 1.3, Caja 371, Carpeta 33), Córdoba, Argentina.
Normas para la publicación en A&P Continuidad / p. 100 »1 05 105

- Comunicaciones personales, emails, entrevistas informales, cartas personales, etc.
Ej.
T. K. Lutes (comunicación personal, abril 18, 2001)
(V.-G. Nguyen, comunicación personal, septiembre 28, 1998)
Estas comunicaciones no deben ser incluidas en las referencias
- Leyes, decretos, resoluciones etc.
Ley, decreto, resolución, etc. número (Año de la publicación, mes y día). Título de
la ley, decreto, resolución, etc. Publicación. Ciudad, País.
Ej.
Ley 163 (1959, diciembre 30). Por la cual se dictan medidas sobre defensa y
conservación del patrimonio histórico, artístico y monumentos públicos nacio-
nales. Boletín oficial de la República Argentina. Buenos Aires, Argentina.
» Agradecimiento
Se deben reconocer todas las fuentes de financiación concedidas para cada es-
tudio, indicando de forma concisa el organismo financiador y el código de identi-
ficación. En los agradecimientos se menciona a las personas que habiendo cola-
borado en la elaboración del trabajo, no figuran en el apartado de autoría ni son
responsables de la elaboración del manuscrito (Máximo 50 palabras).
Cualquier otra situación no contemplada se resolverá de acuerdo a las Normas
APA (American Psychological Association) 6º edición.
» Licencias de uso, políticas de propiedad intelectual de la re-
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106 Normas para la publicación en A&P Continuidad / p. 100 »1 05
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