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La Ley 22/2003, de 9 de julio, que entró en vigor el 1 de septiembre

de 2004, salvo en los artículos 463, 472 y 482 de la Ley de


Enjuiciamiento Civil que entró en vigor el 11 de julio de 2003, señala
como aspectos más novedosos los siguientes:

La competencia para conocer del concurso se atribuye a los nuevos


Juzgados de lo Mercantil. No admitiéndose más cuestión de competencia
que la planteada mediante declinatoria, pero ésta no suspende el
procedimiento concursal y todo lo actuado será válido aunque se
estime.

Clases de concurso de acreedores:


Voluntario: Se produce cuando la primera de las solicitudes
presentadas hubiera sido la del propio deudor. Deberá justificarla.
Cabe la declaración anticipada si el deudor prevé tal situación como
inminente.

Necesario: Los acreedores deberán fundarse en alguno de los hechos del


artículo 2.4. La insolvencia deberá ser actual, no inminente.
Con la entrada en vigor el 1 de septiembre de la Ley Concursal (Ley
22/2003, de 9 de julio), las antiguas quiebras y suspensiones de pago
de las empresas han sido sustituidas por un procedimiento único, el
concurso de acreedores, una vía para resolver las situaciones de
insolvencia de las empresas.

La finalidad principal del Concurso de acreedores es “la satisfacción


de los acreedores”, por lo que es de gran interés para proveedores,
trabajadores, instituciones financieras, etc., aunque se buscarán
alternativas para lograr la supervivencia de las empresas siempre que
sea posible.

 La convocatoria del concurso puede ser voluntaria, si la pide el


propio deudor o uno de los socios, o necesaria, cuando lo
solicita un acreedor.
 El concurso se podrá instar ante la empresa matriz y/o ante el
resto de empresas del grupo.
 La ley obliga a solicitar el concurso antes de dos meses de que
la empresa sea insolvente de acuerdo con los siguientes
supuestos:

1. Cuando no disponga de bienes suficientes para atender una


ejecución de embargo, ante la existencia de embargos.
2. Ante la existencia de embargos que afecten de manera
general a su patrimonio.
3. En situaciones de impagados durante tres meses de las
obligaciones tributarias o de las cuotas a la Seguridad
Social.
 El concurso tiene dos fases: la primera es la evaluación de la
situación real del patrimonio de la empresa y la segunda el
convenio de acreedores o la liquidación de la sociedad. Pero el
deudor tiene la opción de realizar una propuesta anticipada de
convenio de acreedores que permite poner fin al concurso y a sus
largos trámites. Para ello ha de ser aceptada por los acreedores
y aceptada judicialmente. Sin embargo, el proceso no acaba ahí,
para darlo por concluido hay que acreditar su cumplimiento.
 La resolución por liquidación de la empresa tiene lugar cuando
no es posible llegar a un acuerdo con los acreedores, si no se
cumple el convenio pactado o si al concursante le interesa
liquidar los bienes y pagar a los acreedores.
 Desaparición de la figura del interventor. Las funciones que
realizaba éste serán asumidas por los administradores
concursales: un abogado, un auditor o economista y un
representante de los acreedores nombrados por el juez.
 El Ministerio de Justicia ha puesto en marcha 37 juzgados
mercantiles en los que trabajarán jueces especializados en
derecho de los negocios que se ocuparán de los procesos
concursales y de asuntos mercantiles y asumirán competencias de
los tribunales de lo Social o Administrativo.
 A partir de ahora, los gestores de las empresas serán los
responsables de todas las decisiones que tomen respecto a la
compañía. Se vuelve a instaurar el arresto domiciliario y la
posibilidad de embargo de los bienes personales de los
administradores actuales y de aquéllos que lo fueran en los dos
años anteriores.
 Si el concurso acaba en liquidación de la empresa el juez puede
llegar a condenar a los administradores al pago de todas las
deudas o a la parte que no quede cubierta con los bienes del
concurso.
Y si hay declaración de culpabilidad en el concurso los
administradores pueden incluso ser inhabilitados por un período
de entre dos y quince años para administrar otras empresas e
incluso ser condenados a penas de prisión.

¿Quién puede solicitar el concurso de acreedores? - Legitimación:

a) Deudor: El deudor estará facultado para solicitar la declaración de


concurso. En caso de que el deudor sea una persona jurídica (o
entidades sin personalidad jurídica) cuya forma de organización sea la
de la existencia de órganos pluripersonales o colegiados de toma de
decisiones (comunidad de bienes, uniones temporales de empresas etc.)
quien será competente para solicitar la declaración de concurso será
su órgano de administración o de liquidación. Es lo que se viene a
denominar en la Ley Concursal como una situación de concurso
voluntario.

b) Acreedores: Estará legitimado para solicitar la declaración de


concurso el acreedor. Aquellas declaraciones de concurso instadas por
el acreedor, se definen en la Ley Concursal como situaciones de
concurso necesario.

Órganos que intervienen en el concurso de acreedores:

1. El Juez del Concurso (Juzgados de lo Mercantil)


2. La Administración concursal (Abogados y/o Economistas)
3. Ministerio Fiscal
4. Junta de Acreedores
5. Deudor o concursado

Efectos de la declaración de concurso:

Sobre el deudor:

Sobre sus facultades patrimoniales, sobre las comunicaciones,


residencia y libre circulación y sobre su labor profesional.
Sobre los acreedores:

Integración en atención a su rango crediticio en la masa pasiva, con


las correspondientes excepciones legales y con efectos sobre las
acciones individuales (juicios declarativos, arbitrajes, apremios,
etc.) y sobre créditos en particular.

Sobre contratos vigentes:

Novedad significativa es el seguimiento de los contratos de trabajo,


cuya extinción, suspensión o modificación colectiva se atribuye al
Juez del concurso.

Fases del concurso de acreedores

Las fases del concurso se describen en el artículo 183 de la Ley


Concursal. Divide el procedimiento en cinco secciones:

SECCIÓN PRIMERA.- Lo relativo a la declaración de concurso, a las


medidas cautelares, a la resolución final de la fase común, a la
conclusión y, en su caso, a la reapertura del concurso.

SECCIÓN SEGUNDA.- Lo relativo a la administración concursal del


concurso, al nombramiento y al estatuto de los administradores
concursales, a la determinación de sus facultades y a su ejercicio, a
la rendición de cuentas y, en su caso, a la responsabilidad de los
administradores concursales.

SECCIÓN TERCERA.- Lo relativo a la determinación de la masa activa, a


la sustanciación, decisión y ejecución de las acciones de
reintegración y de reducción, a la realización de los bienes y
derechos que integran la masa activa, al pago de los acreedores y a
las deudas de la masa.

SECCIÓN CUARTA.- Lo relativo a la determinación de la masa activa, a


la comunicación, reconocimiento, graduación y clasificación de
créditos. En esta sección se incluirán también, en pieza separada los
juicios declarativos contra el deudor que se hubieran acumulado al
concurso de acreedores y las ejecuciones que se inicien o reanuden
contra el concursado.

SECCIÓN QUINTA.- Lo relativo al convenio o, en su caso, a la


liquidación.

SECCIÓN SEXTA.- Lo relativo a la calificación del concurso y a sus


efectos.

En la práctica, aplicando un criterio cronológico, existen cuatro


fases:

Fase 1 Actos previos.- Hasta el auto de admisión a trámite.

Fase 2 Fase común.- Desde el auto de admisión a trámite hasta el


informe concursal.

Fase 3 Fase de resolución.- Convenio para continuar la actividad o


liquidación.

Fase 4 Determinación de la responsabilidad.


Puede haber una reapertura que nos devuelve a la Fase 3.

Concurso de acreedores en caso de personas físicas (sociedad de


gananciales, sociedad civil, uniones de hecho, etc.) y sistemas de
recursos:

En caso de concurso de persona casada, la masa activa comprenderá los


bienes y derechos propios o privativos del concursado.

Si el régimen económico del matrimonio fuese el de sociedad de


gananciales o cualquier otro de comunidad de bienes, se incluirán en
la masa, además, los bienes gananciales o comunes cuando deban
responder de obligaciones del concursado. En este caso, el cónyuge del
concursado podrá pedir la disolución de la sociedad o comunidad
conyugal y el juez acordará la liquidación o división del patrimonio
que se llevará a cabo de forma coordinada con lo que resulte del
convenio o de la liquidación del concurso.
La Ley de Enjuiciamiento Civil actúa como supletoria de la Ley
Concursal, en cuanto ésta no contemple normas procesales especiales

Se regula un procedimiento abreviado que el Juez podrá aplicar cuando


el deudor sea:

Persona natural o persona jurídica. (Sistema fundamentalmente


utilizado en los concursos de sociedades de gananciales, o sociedades
civiles, familiares o no)

Que conforme a la legislación mercantil, esté autorizada a presentar


balance abreviado.

Que la estimación inicial de su pasivo no supere 1.000.000 de euros.


Pieza básica en este sistema procesal de la nueva Ley es el incidente
concursal, un procedimiento especial a través del cual se ventilarán
todas las cuestiones que se susciten durante el concurso y que no
tengan señalada en la Ley otra tramitación distinta. Este incidente se
configura con dos modalidades procesales distintas, según la materia
sobre la que verse:

1 Tiene por objeto resolver aquellas materias de índole laboral que se


planteen en el marco del procedimiento concursal.

2 Para materias estrictamente concursales.

La celeridad de este procedimiento se complementa con un adecuado


sistema de recursos, en el que, en principio, sólo se admite el de
reposición contra providencias y autos y el de apelación contra
sentencias que aprueben o rechacen el convenio, su cumplimiento o
incumplimiento y la conclusión del concurso. Contra las sentencias
resolutorias de incidentes planteados con posterioridad o durante la
fase de liquidación, cabrá también recurso de apelación.

Sólo se admite el recurso de casación y el extraordinario de


infracción procesal.

Se introduce el recurso de suplicación y los demás que prevé la Ley


contra las resoluciones en materia laboral y las que resuelvan los
incidentes concursales que versen sobre la misma materia.

La conclusión del concurso


La Ley regula detalladamente las causas de conclusión del concurso,
cuya naturaleza puede ser muy diversa:

Porque la apertura no se ajustó a derecho (revocación del auto de


declaración de concurso).

Porque el procedimiento alcanzó su finalidad (cumplimiento del


convenio, íntegra satisfacción de todos los acreedores).

Por su frustración del objeto (inexistencia de bienes y derechos con


los que satisfacer a los acreedores).

Por el ejercicio del derecho de disposición de las partes sobre el


procedimiento (desistimiento o renuncia de la totalidad de los
acreedores reconocidos transacción del deudor con ellos, causas éstas
que, por sus características, sólo pueden operar una vez terminada la
fase común del procedimiento y que exigen aceptación u homologación
del juez, previo informe de la administración concursal).

Además, es un imperativo lógico y jurídico, que quien ha realizado


funciones por designación judicial rinda cuentas de su actuación en la
administración. El contenido de esta rendición será:

Se incluirá una completa rendición de cuentas, que justificará


cumplidamente la utilización que se haya hecho de las facultades de
administración conferidas, en todos los informes de la administración
concursal previos al auto de conclusión del concurso.

Se informará en ellos del resultado y saldo final de las operaciones


realizadas, solicitando la aprobación de las mismas.

La aprobación o la desaprobación de las cuentas no prejuzga la


procedencia o improcedencia de la acción de responsabilidad de los
administradores concursales, pero la desaprobación comportará su
inhabilitación temporal para ser nombrados en otros concursos.

También se prevé el fallecimiento del concursado que no será causa de


conclusión del concurso.

Costes de un concurso de acreedores


El sistema que es establece en la Ley distingue entre la retribución
correspondiente a la fase común (la única que necesariamente tiene que
existir en cualquier concurso) y la fase o fases sucesivas.

La primera se calcula de modo global, cualquiera que sea la duración


efectiva de esa fase, con algunas especialidades para el caso de
tramitación abreviada con administración concursal unipersonal y para
el caso de aprobación judicial de un convenio anticipado.

La segunda se determina en función de la establecida para la fase


anterior, siendo igual a la décima parte de la correspondiente a la
fase común por cada mes de duración de la fase de convenio.
Igual retribución se percibirá durante los seis primeros meses de la
fase de liquidación, si bien dicha retribución se reducirá a la mitad
a partir del séptimo mes de esta fase.

Junto con esta distinción de fases, el régimen jurídico de la


retribución tiene también en cuenta la distinción básica entre
administración meramente interventora y administración sustitutoria,
incrementándose el importe de la retribución si el juez acuerdo la
sustitución del concursado en el ejercicio de las facultades de
administración y disposición sobre los bienes y derechos que integran
la masa activa e incrementándose también por el hecho de que se
continúe o no la actividad profesional o empresarial del concursado.

ARANCEL RETRIBUTIVO DE LOS ADMINISTRADORES CONCURSALES: (Real Decreto


1860/2004, de 6 de septiembre),por el que se establece el arancel de
derechos de los administradores concursales.

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