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TITULO: Cuatro obstáculos a la felicidad

TEXTO: Salmo 32:1, 2


TEMA: La felicidad fruto de nuestra relación con Dios.
INTRODUCCION:
Todo el mundo quiere ser feliz. El hombre ha empleado ingeniosos métodos y múltiples
esfuerzos para lograrlo. Los medios a que acude no lo satisfacen. Se ha logrado hallar un camino
a la Luna, pero aún no a la felicidad. Grandes progresos, nada de felicidad. Cuando se suicidó
Marilyn Monroe, un periodista boliviano le dedicó el siguiente adiós: “Marilyn, te han matado.
Te han matado en esta selva de cemento y asfalto, donde las criaturas de Dios mueren de frío
espiritual, de vacío en el corazón o de barbitúricos. Donde los humanos llamados a la comunión
con Dios mueren con una mano sobre el teléfono discando con la felicidad y marcando con la
desgracia y la muerte.”
¿ES USTED FELIZ? Para serlo realmente deberá superar los siguientes obstáculos, PORQUE
JAMAS LO SEREMOS …

I. Si transgredimos las leyes de Dios (v. 1a)


A. Dios ha establecido leyes físicas, morales y espirituales:
1. Las físicas rigen sobre la naturaleza y quebrantarlas provoca dolor y sufrimiento.
2. Las morales rigen la vida social del hombre y su violación está provocando los
terribles problemas de la sociedad moderna.
3. Las espirituales han sido reveladas por la Palabra de Dios y su transgresión es penada
con la muerte.
B. Es imposible transgredir cualquiera de éstas y ser feliz.
C. Ignorarlas no es solución. La justicia humana no acepta la ignorancia de la ley como
excusa de un delito cometido.

II. Si dejamos al descubierto nuestros pecados (v. 1b)


A. Como Adán y Eva, también para el hombre moderno es muy incómodo verse desnudo
ante los ojos de Dios (Génesis 3:10).
B. Las hojas de higuera nos muestran que no es posible por medios humanos tapar nuestros
pecados de la vista de Dios.
C. Hay creyentes que tratan de esconder sus pecados. Esto no es posible.
D. Lo único que puede cubrirlos para siempre es la sangre de Cristo.

III.Si somos víctimas del sentimiento de culpa (v. 2a)


A. El problema de la culpa está entre los más frecuentes en los pacientes que acuden a los
siquiatras.
B. La culpa es un martillo recordatorio. Una sombra que nos sigue de día y de noche.
C. Daña la mente y el cuerpo. Recuerda el pasado y oscurece el futuro.
D. Nos aleja de la luz y nos lleva a la oscuridad.
E. No es problema sicológico, sino espiritual y su razón de ser está en Romanos 3:23.
F. Se ofrecen muchas soluciones, pero hay una sola: Normalizar nuestra relación con Dios.

IV. Si nos engañamos a nosotros mismos (v. 2b)


A. ¿Es posible engañarse a sí mismo?
B. Muchas veces el autoengaño es producto de querer acondicionar situaciones pecaminosas
para acallar la conciencia.
C. También es producto de tantas excusas, que las llegamos creer y nos impiden obedecer la
voz de Dios.
D. El hombre pecador se engaña, creyendo encontrar otros medios de salvación fuera de
Cristo.
E. El creyente se engaña al pretender triunfar en la vida cristiana sin la ayuda del Espíritu
Santo.

Conclusión
Dios no tiene la culpa de que usted no sea plenamente feliz. Todos los elementos necesarios
para lograrlo están a disposición de cada hombre. El manual para una vida feliz está en la Palabra
de Dios. Depende de usted seguir las indicaciones acertadas. Empiece hoy aceptando a Cristo o
renovando su relación espiritual con Dios.1

1 Thomson, L. A., & Adams, J. E. (2003). Bosquejos selectos para predicar al corazón (pp. 107–109).
Miami, FL: Editorial Vida.

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