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VIVIR ES UN ACTO DE FE

Cuando una persona nace, unos creen que viene con un propósito en particular,
creemos que viene para alegrar a la familia o viene a resolver alguna disfuncionalidad
familiar.
Muchos creemos que son regalos de Dios los cuales nos lo presta para que cuidemos de
ellos mientras estén sobre la tierra.
Así veo la vida de mi hermano Abner porque el concepto de primo no lo aplico, ya que
él siempre me trató y nos trató a todos sus hermano y primo como un hermano menor.
Abner fue, es y será en nuestros corazones un evento particular porque cada vez que se
estaba junto a él era para recordarse; nos elevaba, nos aterrizaba, y volvía a hacer que
retomáramos el vuelo.
Toda su vida si la observamos bien tiene un motivo y lo comparo con una historia de un
hombre que pudo cambiar su estrella.
Las circunstancias en la que el nació no lo determinaron como persona.
Siempre tuvo determinación, era un líder innato, le gustaba dirigir y guiar a todos sus
familiares mas pequeños, recuerdo que nos inculcaba el deseo de ser alguien, de tener
propósitos, de alcanzar metas, de ser grandes. ¡Y que grandeza alcanzaste tú mi
hermano!, la que todo hombre sobre la faz de la tierra puede desear, lograste ser un
siervo fiel hasta la ultima gota de aliento, lograste que toda una familia se uniera, que
todos te amaran, que te respetaran, también ser un referente de vida y superación
personal.
Dejaste a mi entender los dos legados mas importantes para tu hijo: 1- tener raíces, a
esto me refiero amar a la familia y ser humilde 2- a tener alas, con esto me refiero a
soñar en grande.
Peleaste de una manera incansable como un real guerrero, definitivamente eso es
admirable.
Porque Abner si pudo decir como el 2do libro de Timoteo en su capítulo 4 versículo 7:

“He peleado la buena batalla, he acabado la carrera, he guardado la fe”

Luchó cada instante de su vida para cambiar el siguiente, aun cuando no estaba en el
evangelio tuvo sed de gloria.
Así, ya en el camino del señor pudo reorientar esa sed y se percató que la gloria que el
quería realmente el mundo no se la daría, pudo reconocer que Dios da propósito al
hombre, que Dios forja el carácter, que Dios inspira el corazón del hombre.
Abner siempre me inspiraba y aun en el proceso que estaba sacaba aliento para decirme
que se sentía orgulloso de mi, que no importara dende llegue, los logros que pueda tener
en mi carrera como artista, que siempre me mantuviera humilde y que recordara mis
raíces.
Abner, puedo decir con total seguridad que viviste por fe y me transmitiste eso, me
enseñaste a vivir confiado en que Dios hará.
Como también lo decías al momento de reencontrarte con tu verdadero padre; “vivo un
día a la vez”, porque estar vivo, para ti fue un acto de fe.

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