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Critica del Derecho

Compañ eros de la Corte, he escuchado con atenció n los diferentes argumentos


presentados por ustedes, los cuales en conclusió n, no desconocen la vulneració n de un
principio para los naturalistas y un derecho para los positivistas, como lo es la
dignidad humana, ni mucho menos la conjunció n de perjuicios que identifico la
escuela realista sobre la població n carcelaria accionante, pero es, bajo este principio
de argumentació n la oportunidad perfecta para ahondar mas en un tema que todos en
esta sala han obviado; y es la impregnació n del espíritu capitalista junto con toda la
normatividad formalista que se ha creado entorno a la protecció n de los derechos que
reclama el sector privado.

No se puede permitir entonces la trasmutació n del fin esencial del derecho, dividiendo
y fragmentando aun mas los sectores sociales, y la lucha que tienen que sobrellevar
los menos predilectos del gobierno centralizado. Inaudito es pensar que aquello que
fue propiedad de todos, y para todos, sea hoy un aparejo mas bpara subyugar los
intereses comunes y el bienestar social.

Convirtiendo así la norma en instrumento base para la consagració n del poder político
y los mas inescrupulosos intereses particulares, que desconocen totalmente el sentido
justo y equitativo del derecho, volviéndolo a este no mas que un vejamen opresor de
la sociedad y los menos privilegiados, hoy aquí vemos como de nuevo una ley mas,
creada por nuestro legisladores, beneficia por medio de una norma el interés de un
sector al que parece no importarle la situació n vulnerable de los presos y demá s
comunidad situada en el municipio de Arenal.

Es entonces obligació n del Estado, cumplir con los deberes pactados en la carta magna
y respaldar a la població n mas vulnerable de este país. No se pueden concebir ideales
mercantiles y fines no humanos hacia estas personas, que en todo su derecho,
reclaman algo que les corresponde, y altera su convivencia.

Esta sociedad caó tica, faná tica del consumismo abismal en donde todo tiene un precio,
a tal magnitud que en busca de beneficio de unos pocos, se privatiza y se lucra por
algo como lo es lo servicios pú blicos, que en origen, son acervo de toda la comunidad
Colombiana. Por tal razó n es inaudito concebir que siendo el Estado, poseedor y
acreedor de todos los recursos naturales por designació n constitucional se le brinden
garantías a terceros para la explotació n a costas de lo que hoy se produce en territorio
nacional.

seria un error fatal de mi parte no mencionar este asunto que nos concierne a todos,
no mencionar la irresponsabilidad del Estado colombiano en cuanto a sus
obligaciones con el pueblo se trata, ademá s del enriquecimiento de unos pocos a costa
de toda la nació n, el Estado es incapaz de saldar una deuda a la que ellos mismos se
han vistos inmersos, por su inconsciencia, su insensatez e imprudencia, hacia cientos
de personas tanto del municipio de Arenal como del centro penitenciario de Ternera.
La població n carcelaria allí ubicada debe ser absuelta de toda responsabilidad y cargo
de conciencia que les acarree la incompetencia de los que hoy está n a cargo de la
Nació n.

Desde las Leyes facultadas por el presidente Gaviria como la 142 ó 143 de 1994 se le
dio cabida a empresarios y poderosos para encargarse de los sectores prestadores de
servicios pú blicos desfavoreciendo lo tres añ os antes pactado, y desde luego
promoviendo mas el sistema capitalista en el país, haciendo mas larga la brecha social
existente, que se ha ido expandiendo a lo largo de los añ os, y encerrá ndonos en el
statu quo permanente, alejá ndonos de toda realidad diferente, a las que los sistemas
políticos designan.

Es por esto entonces queridos colegas, la dificultad para comprender que se sigan
generando leyes y normativas formalistas que desconocen y salen por completo del
contexto y la realidad de todos los colombianos, marcando así la desigualdad en todo
el territorio y generando zozobra por a quienes representamos.

No se puede ignorar entonces el sentido progresista y la obligació n que tenemos todos


los juristas, por procurar tan siquiera, un fin justo para la comunidad mas necesitada,
persisto entonces en hacer del derecho una instrumento de transformació n que
genere igualdad y confianza en el ordenamiento jurídico, desvirtuando así todos los
discursos políticos que solo buscan la disociació n.

Insisto queridos compañ eros que Desconocer al principio de la dignidad humana,


como el pilare fundamentales sobre los cuales una sociedad se haga llamar Estado
social de derecho. Vulneraria de manera gravísima lo que hoy conocemos como fines
esenciales de cualquier país que con tan sola una mera cantidad de raciocinio y ganas
de trasformació n justa.

Voto por tanto se resuelva:

1. Hacer responsable al Estado colombiano y sus superiores a cargo, por los


perjuicios causados al municipio de Arenal y a las personas recluidas en el
centro penitenciario de San Sebastiá n de la Ternera.
2. Ordenar que se extinga la obligació n por parte del estado frente a esta empresa
privada, garantizando la vida digna de las personas de estos municipios
3. En caso de que no se extinga la obligació n de manera inmediata, se ordena
entonces que en conceso efectivo por parte de los involucrados se garantice el
pago de la obligació n en pro del bienestar de las personas del municipio de
Arenal y los reclusos del centro de penitenciario de San Sebastiá n de la
Ternera.
4. Ordenar al legislativo la consecució n de una regulació n habida y suficiente que
propenda a los particulares que se les concesiono la explotació n del recurso
natural con el que generan energía, la obligació n de prestar el servicio a estos
centros penitenciarios en favor del Estado.

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