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 Computación cuántica. ¿Qué es y cuáles pueden ser sus aplicaciones?

La computación cuántica es fundamentalmente distinta a la computación a la que


estamos acostumbrados, y en este artículo vamos a tratar de arrojar algo de luz
sobre el asunto.

La computación cuántica consiste en usar información empleando sistemas


cuánticos. Hay muchas maneras de hacerlo. Una es utilizando lo que se conoce
como qubits (bits cuánticos). Son sistemas cuánticos que tienen dos estados
posibles, y como son cuánticos pueden estar en una superposición de ellos. Eso
proporciona una ventaja teórica al ordenador cuántico para procesar información.

Un ordenador cuántico, al contrario que un ordenador convencional, no tiene


memoria, no tiene disco duro, no sirve para las tareas del día a día, pero está
especializado en aplicaciones muy concretas, como simular sistemas físicos
cuánticos, simular moléculas, resolver problemas de optimización, o resolver algún
otro tipo de problemas nicho como la factorización, que tienen una aplicación
potencialmente muy importante.

El algoritmo del temple cuántico es muy apropiado para problemas de aprendizaje


automático, lo cual hace de los ordenadores que lo implementen sean externamente
útiles, aunque lo único que puedan hacer sea ejecutar ese único algoritmo. Si se
pueden desarrollar sistemas que, por ejemplo, sean capaces de transcribir
conversaciones o identificar objetos en imágenes y se puedan traducir para
entrenarlos en ordenadores cuánticos, los resultados podrían ser órdenes de
magnitud mejores que los ya existentes. El mismo algoritmo también se podría usar
para encontrar soluciones a problemas en medicina o química, como encontrar los
métodos óptimos de tratamiento para un paciente o estudiar las posibles estructuras
de moléculas complejas.

 Barreras o Limitaciones de la computación cuántica.


Por desgracia, los algoritmos y códigos para ordenadores clásicos no se podrían
usar en ordenadores cuánticos y obtener una mejora en velocidad mágicamente:
es necesario desarrollar un algoritmo cuántico (cosa no trivial) e implementarlo
para poder obtener esa mejora. Eso, de primeras, restringe mucho las aplicaciones
de los ordenadores cuánticos y será un problema a sortear cuando esos sistemas
estén más desarrollados.

Sin embargo, el principal problema al que se enfrenta la computación cuántica


es construir los ordenadores. Comparado con un ordenador normal, un ordenador
cuántico es una máquina extremadamente compleja: funcionan a una temperatura
cercana al cero absoluto (-273 ºC), el soporte de qubits son superconductores y
los componentes para poder leer y manipular los qubits no son sencillos tampoco.
Además, los qubits no suelen ser estables, en el sentido de que son muy sensibles a las
perturbaciones y al ruido. Esto puede llevar a errores en los cálculos (por ejemplo, si el
ordenador calcula 1 + 1 y un qubit cambia por ruido igual el resultado nos sale 3) pero
también a que el ordenador no sea cuántico propiamente dicho.
De las dos propiedades, el entrelazamiento es la más difícil de mantener y de probar que
existe. Cuantos más qubits haya, más fácil es que uno de ellos se desentrelaze (lo que
explica por qué aumentar el número de qubits no es una tarea trivial). Y no basta con
construir el ordenador y ver que salen resultados correctos para decir que hay qubits
entrelazados: buscar evidencias de entrelazamiento es toda una tarea en sí misma y de
hecho la falta de evidencias era una de las principales críticas a los sistemas de D-Wave en
sus inicios.

 Los quibits, sus propiedades cuánticas (superposición y entrelazamiento), y su


generación.
Todos los sistemas informáticos dependen de la capacidad fundamental para almacenar y
manipular información. Las computadoras convencionales manipulan bits, que almacenan
información como estados binarios 0 y 1 en los transistores. Un transistor, un bit, almacena
un 0 o un 1 en un instante determinado. Las computadoras cuánticas aprovechan los
fenómenos mecánicos cuánticos para manipular información, basándose en bits cuánticos o
qubits.
Los quibits son partículas subatómicas tales como electrones y fotones. Estos cuentan con
las propiedades cuánticas de superposición y entrelazamiento.
 La superposición se refiere a la posibilidad de los qubits para representar
numerosas combinaciones posibles de 1 y 0 al mismo tiempo. Puede representar, a
diferencia de un bit, un 0 o un 1 al mismo tiempo, concepto que rompe cualquier
lógica humana. Si lo analizamos desde el punto de vista de la resolución de un
problema, una computadora clásica primero debe analizar un camino, después ir al
siguiente y así hasta encontrar la solución al problema. Una computadora cuántica
puede estar en todos los estados diferentes a la vez, recorrer todos los caminos a la
vez, con lo que encontrará la solución de forma casi instantánea.
 El entrelazamiento, es la generación de pares de qubits entrelazados, lo que
significa que dos miembros de un par existen en un solo estado cuántico. Al
cambiar el estado de uno de los qubits se puede predecir el cambio de su par. Este
fenómeno inquietante y extraordinario permite que dos partículas separadas entre sí
por una distancia monstruosa sean capaces de «comunicarse» sin que exista nada,
ningún canal de transmisión, entre las dos. A este extraño fenómeno, que rompe por
completo nuestra manera de entender el mundo, lo llamamos entrelazamiento
cuántico. Nadie sabe exactamente cómo funcionan, pero es otra de las claves para
entender el poder de las computadoras cuánticas.
Ambas características permiten que un grupo conectado de qubits proporcione una
capacidad de proceso infinitamente superior, que la misma cantidad de bits binarios.
Estas propiedades son la base de la física cuántica, por tanto, de los ordenadores cuánticos,
no son intuitivas, simplemente no las podemos entender ya que son comportamientos que
se dan en el mundo microscópico, en el mundo de las partículas subatómicas, no se dan en
la naturaleza que observamos, van en contra de nuestra intuición o pensamiento científico.

Para crear una computadora cuántica, es imprescindible mantener un objeto en estado de


superposición el tiempo suficiente para llevar a cabo la cantidad de procesos que se
requieran.  Desafortunadamente, esto no es siempre posible dado que continuamente pierde
este estado de superposición, que se le conoce como decoherencia, convirtiéndose así en un
clásico bit.

 ¿Por qué no se ha avanzado mucho en el campo de la computación cuántica?


Hay una dificultad principalmente experimental. No estaba claro, para empezar, que uno
pudiese tener un qubit. Eso es una investigación que tuvo lugar a finales del siglo pasado,
hasta 2005 se seguían buscando candidatos a qubits en distintos entornos: iones atrapados,
átomos fríos, moléculas, circuitos superconductores, por ejemplo, que es la tecnología que
ahora domina.
Un qubit es lo más pequeño que se puede hacer para almacenar información. Si tienes
muchos qubits pues puedes construir un registro y si consigues que estos qubits hablen
entre si puedes hacer un ordenador cuántico. Pero la mera existencia de un qubit era algo
que no se creía posible hasta hace muy poco.

Además, el hecho de que uno pueda coger muchos qubits y crear un registro a partir de
ellos, esas superposiciones arbitrarias, era algo que muchos creían imposible. Estamos
hablando de sistemas que empiezan a ser macroscópicos, y como la mecánica cuántica a
nivel macroscópico parece que no funciona, existía un rechazo muy importante por parte de
la comunidad científica ante la posibilidad de construir un ordenador cuántico.

Ahora tenemos prototipos que son pequeños pero que demuestran que, como sabíamos
teóricamente, no parece haber ninguna limitación fundamental y podemos seguir trabajando
con ellos para aumentar su tamaño.

Bibliografía
 Computación cuántica: qué es, de dónde viene y que ha conseguido. Xatakah
(2019). Guillermo Julián.
 La Computación Cuántica: claves, desafíos y aplicaciones. Ignasi Sayol. (2018).
 Los Retos de la Computación Cuántica. Catalunya Vanguardista. Marta García
Gonzalo (2019)

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