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“2019 Año de la Exportación”

(S-0485/19)

Buenos Aires, 6 de marzo de 2019


Señora Presidente del
Honorable Senado de la Nación
Lic. Marta Gabriela MICHETTI
S / D

De mi mayor consideración:

Me dirijo a Usted a efectos de solicitarle tenga a bien arbitrar los


medios pertinentes para la reproducción del expediente S-4559/17,
Proyecto de Ley por el que se modifica la Ley Orgánica del Ministerio
Público de la Defensa Nº 27.149, de mi autoría.

Sin otro particular aprovecho la oportunidad para saludarla


atentamente.

Lucila Crexell

PROYECTO DE LEY

El Senado y Cámara de Diputados,…

ARTÍCULO 1º.- Sustitúyase el artículo 21 de la Ley Orgánica del


Ministerio Público de la Defensa de la Nación Nº 27.149 y sus
modificatorias, por el siguiente:

“ARTÍCULO 21.- Duración en el cargo. El Defensor General de la


Nación dura en su función cinco (5) años, pudiendo ser nuevamente
designado por igual plazo por una sola vez por el Poder Ejecutivo
Nacional con acuerdo del Senado por el voto de las dos terceras
partes (2/3) de sus miembros presentes.

Con excepción del Defensor General de la Nación, los demás


magistrados del Ministerio Público de la Defensa gozan de estabilidad
mientras dure su buena conducta y hasta los setenta y cinco (75) años
de edad.

Los magistrados que alcancen la edad indicada en el párrafo anterior,


quedarán sujetos a la exigencia de un nuevo nombramiento, precedido
de igual acuerdo, en los términos de esta ley. Estas designaciones se
efectuarán por el término de cinco (5) años, y podrán ser reiteradas
mediante el mismo procedimiento.

Los funcionarios y empleados gozan de estabilidad mientras dure su


buena conducta y hasta haber alcanzado los requisitos legales para
obtener los porcentajes máximos de los respectivos regímenes
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jubilatorios. Podrán ser removidos por causa de ineptitud o mala


conducta, previo sumario administrativo con audiencia del interesado,
según el procedimiento establecido reglamentariamente”.

ARTÍCULO 2º.- Sustitúyase el artículo 57 de la Ley Orgánica del


Ministerio Público de la Defensa de la Nación Nº 27.149 y sus
modificatorias, por el siguiente:

“ARTÍCULO 57.- Mecanismo de remoción. El Defensor General de la


Nación sólo puede ser removido por razones de mal desempeño,
crímenes comunes o delito en ejercicio de sus funciones, por decisión
fundada del Poder Ejecutivo con acuerdo del Senado por el voto de, al
menos, dos terceras (2/3) partes de sus miembros presentes. En
ningún caso el Defensor General de la Nación puede ser suspendido
del ejercicio de su cargo.

Previo a la resolución del Senado, el interesado tendrá derecho a


ofrecer prueba en su defensa y a ser oído, de acuerdo al
procedimiento que reglamente el Honorable Senado de la Nación.

Con excepción del Defensor General de la Nación, los demás


magistrados que componen el Ministerio Público de la Defensa podrán
ser removidos de sus cargos únicamente por el Tribunal de
Enjuiciamiento del Ministerio Público de la Defensa de la Nación, por
las causales previstas en esta ley”.

ARTÍCULO 3º.- Incorporase como Cláusula Transitoria de la Ley Nº


27.149 la siguiente:

“Cláusula Transitoria. Establécese que el Defensor General de la


Nación deberá instar los mecanismos necesarios para que los
magistrados a los que, en los últimos cinco (5) años, se les hayan
asignado funciones que impliquen un traslado de la jurisdicción para la
que recibieron acuerdo en los términos del artículo 120 de la
Constitución Nacional, y del artículo 27 de la Ley Orgánica del
Ministerio Público de la Defensa de la Nación N° 27.149 y sus
modificatorias, sin haber ejercido efectivamente los cargos para los
que concursaron al menos durante un (1) año, deberán asumir los
mismos en un plazo máximo de noventa (90) días. La omisión de
asumir dichos cargos será causal de remoción de los magistrados.

En los casos en los que las dependencias para las que obtuvieron
acuerdo del Honorable Senado de la Nación no hayan sido aún
habilitadas, los magistrados deberán subrogar los cargos vacantes en
esa jurisdicción. Cuando no existan cargos vacantes en la jurisdicción,
serán designados para ocupar los cargos vacantes en las
jurisdicciones lindantes o, en su defecto, más cercanas”.
“2019 Año de la Exportación”

ARTÍCULO 4º.- Comuníquese al Poder Ejecutivo.

Lucila Crexell.-

FUNDAMENTOS

Señora Presidente:

El presente proyecto de ley tiene por finalidad asegurar la


independencia y autonomía funcional del Ministerio Público de la
Defensa de la Nación conforme a lo previsto en el artículo 120 de la
Constitución Nacional, y convalidado por la doctrina constitucional
como por diversos fallos jurisprudenciales.

Corresponde señalar que la reforma constitucional de 1994 diseñó al


Ministerio Público como un órgano extra-poder. El miembro informante
del despacho mayoritario, el Convencional Constituyente Masnatta,
fue claro al presentar en la Convención al Ministerio Público como
órgano extra-poder, “desvinculado de los poderes Ejecutivo y Judicial”,
a fin de terminar con su “servidumbre de dos mundos”, argumentando
que “el Ministerio Público sirve mejor a la administración de justicia
fuera, que dentro de ella”; y “ que debía ser independiente del Poder
Ejecutivo” (v. Diario de Sesiones de la Convención Constituyente”, p.
4672 y 4673).

Todo ello es reiterado en la sesión plenaria de la Convención


Constituyente, del 19 de agosto de 1994 -34ª. Reunión de la 3ª Sesión
Ordinaria, en la cual el Dr. Masnatta, citando a los autores del
proyecto, Jorge De la Rúa y a Mariano Cavagna Martinez, indicó que:
“Admitidos esos roles para el Ministerio Público, hay que jerarquizarlo,
ubicándolo donde debe estar, como una magistratura autónoma y
como un órgano extra-poder. Tal vez, no es una terminología apta
para ser incluida `expresiverbis´ en el lenguaje de la Constitución.
Pero su significación semántica es fácilmente alcanzable. Se quiere
expresar que no tiene que estar sometido al Poder Ejecutivo pero
tampoco al Poder Judicial, ya que tiene que actuar con independencia
de los dos… ¿Por qué? Porque sólo está asegurada la defensa del
justiciable si el órgano acusador está desvinculado de dichos
Poderes”.

Su separación de los tres poderes del Estado quedó probada al


incorporárselo a la Sección Cuarta de la segunda parte de la
Constitución Nacional, distinta a las tres anteriores secciones que
regulan a los otros poderes estatales, y aclarando la noción de órgano
independiente por su “autonomía funcional y autarquía financiera”.

También el artículo 120 de la Constitución Nacional determinó que se


trata de un órgano jerárquico compuesto por el Procurador General y
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el Defensor General de la Nación, y que debía cumplir con la función


de “promover la actuación de la justicia en defensa de la legalidad, de
los intereses generales de la sociedad, en coordinación con las demás
autoridades de la República”.

Asimismo, brindó a todos sus miembros “inmunidades funcionales e


intangibilidad de remuneraciones”; y el control externo del Ministerio
Público quedó comprendido en la órbita del Poder Legislativo.

En concreto, el artículo 120 de la Constitución Nacional define al


Ministerio Público como “un órgano independiente con autonomía
funcional y autarquía financiera”. Y es su independencia “el primero de
los dones que se ha querido asignar a ese instituto” (Diario de
Sesiones de la Convención Constituyente, p. 4672).

El constitucionalista Quiroga Lavie, en su obra titulada “La


Constitución de la Nación Argentina comentada”, Edit. Zavalía, 4ª
edición, p. 611, expresó que del análisis del artículo 120 de la
Constitución Nacional se puede llegar a la siguiente conclusión: “La
independencia del órgano se verifica en relación con todos los poderes
del Estado; su `autonomía funcional´ significa que ningún poder del
Estado puede intervenir en la determinación de su funcionamiento…”.

Por su parte, María Angélica Gelli, en su obra “Constitución de la


Nación Argentina, comentada y concordada”, edit. La Ley, 4ª edición,
p. 580”, sostuvo que: “…ante la necesidad de limitar la acumulación de
poder en el Ejecutivo y de garantizar la independencia y eficacia en el
servicio de justicia resulta operativo un Ministerio Público
independiente”.

Agregando la citada autora que: “...la eficacia del Ministerio Público,


está directamente relacionada con su independencia funcional y las
garantías que la hagan posible”, y que “…lo sustantivo –como se puso
de manifiesto en los debates en la Convención de 1994- es el grado
de independencia con el que cuente el Ministerio Público frente a los
poderes políticos, para tomar sus propias decisiones y en ello, es
decisivo el sistema de designación y remoción de las cabezas de
dicho organismo”.

Otra reflexión importante que efectúa Gelli consiste en el hecho que


“…si el Congreso limitara de algún modo aquella independencia del
Ministerio Público quedará expedito el control de constitucionalidad, en
el caso concreto”.

La nota de independencia del Ministerio Público fue puesta de resalto


por la Corte Suprema de Justicia de la Nación, en el fallo “Terminal
Murchinson Román S.A. c/ Administración de Ingresos Públicos”, del
año 2005, Fallos: 328:4605, en el que el Máximo Tribunal sostuvo que
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“…Desde 1994 el Ministerio Público es independiente”, y lo despegó


de los otros poderes del Estado. Así el obiter de la Corte Suprema se
ajusta al diseño normativo de la Constitución Nacional.

Dentro de este marco resulta clara la facultad del Congreso de dictar


las leyes necesarias para la organización y composición del Ministerio
Público, pero nunca vulnerándose sus elementos constitucionales
prescriptos en el citado artículo 120 de la Constitución Nacional.

De esta manera, no es constitucionalmente reprochable diferenciar por


ley el mandato del Defensor General de la Nación previendo una
duración limitada en un cierto número de años. Con esta iniciativa se
limita el mandato a cinco (5) años, con la posibilidad de una nueva y
única designación por otros cinco (5) años, lo que se encuentra dentro
de las atribuciones del Honorable Congreso de la Nación, y en sintonía
con la previsión del artículo 86 de la Constitución Nacional respecto
del Defensor del Pueblo de la Nación.

Resulta de gran importancia mantener el requisito de la mayoría


agravada del voto de dos tercios (2/3) de los miembros presentes con
la que el Senado debe prestar acuerdo a la propuesta que eleve el
Poder Ejecutivo para la designación del Defensor General de la
Nación, conforme lo prevé el artículo 26 de la Ley Orgánica del
Ministerio Público de la Defensa de la Nación Nº 27.149; como
también para su eventual nueva designación por igual plazo de
acuerdo a lo fijado en el presente proyecto de ley.

El requisito de una mayoría agravada para la designación tiene como


fin elegir a una persona que cuente con un amplio consenso, y que
cumpla adecuadamente con los requisitos de idoneidad técnica y
moral e independencia.

Cabe agregar que la designación por una mayoría agravada de dos


tercios (2/3) de los miembros presentes realza la figura del Defensor
General respecto a los demás defensores públicos que según la Ley
Orgánica del Ministerio Público de la Defensa obtienen acuerdo del
senado por mayoría simple de los miembros presentes (cfr. art. 27).

Otra modificación importante que prevé esta iniciativa se refiere al


mecanismo de remoción del Defensor General de la Nación, que
siguiendo los lineamientos del fallo dictado por el Juzgado
Contencioso Administrativo Federal Nº 9, a cargo del Dr. Pablo G.
Cayssials, en la causa “Será justicia y Otro c/ EN y Otro s/ Proceso de
Conocimiento”, en el que se declaró inconstitucional el artículo 76 de
la Ley Nº 27.148, respecto al procedimiento de juicio político como
mecanismo para remover al titular del Ministerio Público Fiscal de la
Nación, se lo adecúa por analogía para el Defensor General de la
Nación. Ello en atención a que el Congreso Nacional no puede
“2019 Año de la Exportación”

incorporar supuestos para los que se requiere juicio político cuando la


Constitución así no lo establece, pues conculcaría el principio de
separación de los poderes. Lo que entiendo resulta aplicable a la
previsión del artículo 57 de la Ley Orgánica del Ministerio Público de la
Defensa de la Nación.

En consecuencia, se propone la modificación del citado artículo 57,


detallándose las causales de remoción, y que ésta procede por
decisión fundada del Poder Ejecutivo con acuerdo del Senado por el
voto de, al menos, dos terceras partes (2/3) de sus miembros
presentes, garantizándose el derecho de defensa.

También se prohíbe expresamente que el Defensor General de la


Nación pueda ser suspendido para el ejercicio de las funciones de su
cargo, en atención a que la reforma constitucional de 1994, perseguía
la creación de un órgano con independencia y autonomía funcional.

Por lo expuesto, solicito a mis pares que acompañen con su voto el


presente proyecto de ley.

Lucila Crexell.-

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