La mayor parte de los músculos deriva del mesodermo.
Los músculos esqueléticos se originan a
partir del mesodermo paraxial, que incluye (1) somitas, que dan origen a los músculos del esqueleto axial, la pared corporal y las extremidades, y (2) somitómeros, que forman los músculos de la cabeza. Las células progenitoras de los tejidos musculares provienen de los bordes (labios) ventrolateral (LVL) y dorsomedial (LDM) del dermomiotoma prospectivo. Las células de ambas regiones contribuyen a la formación del miotoma. Algunas células del LVL también migran más allá de la frontera somítica lateral hacia la capa parietal del mesodermo de la placa lateral. Esta frontera o borde separa dos dominios mesodérmicos del embrión: (1) el dominio primaxial, que circunda al tubo neural y contiene únicamente células derivadas de los somitas (mesodermo paraxial), y (2) el dominio abaxial, constituido por la capa parietal del mesodermo de la placa lateral combinado con células derivadas de los somitas que migran más allá de la frontera hasta alcanzar esta región (Fig. 11-1). Las células precursoras de los músculos abaxiales se diferencian para constituir los músculos infrahioideos, de la pared abdominal (recto abdominal, oblicuos externo e interno, transverso del abdomen) y las extremidades. Las células precursoras de los músculos primaxiales dan origen a los músculos de la espalda, algunos de la cintura escapular y los intercostales (Cuadro 11-1, p. 162). Los músculos de la espalda (músculos epaxiales) están inervados por las ramas primarias dorsales; aquellos de las extremidades y la pared del tronco (músculos hipaxiales) están inervados por las ramas primarias ventrales. Las señales moleculares para la inducción de miocitos derivan de los tejidos adyacentes a sus células precursoras. De este modo, las señales del mesodermo de la placa lateral (BMP) y del ectodermo suprayacente (WNT) inducen a las células LVL, en tanto las señales del tubo neural y la notocorda (SHH y WNT) inducen a las células LDM. El tejido conectivo derivado de los somitas, el mesodermo parietal y la cresta neural (región de la cabeza), constituye una plantilla para el establecimiento de los patrones musculares. Casi todos los músculos lisos y el cardiaco derivan del mesodermo visceral. Los músculos lisos de la pupila, la glándula mamaria y las glándulas sudoríparas se diferencian a partir del ectodermo.