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Río Táchira

En la cima del cerro Las Banderas, a 3.368 msnm, Parque Nacional El Tamá, en la
frontera con Colombia, nace el río Táchira siendo su nacimiento un punto limítrofe entre
ambas naciones. Donde el primer vigía de su cauce es la pintoresca población de Delicias,
cabecera del municipio Urdaneta, estado Táchira, que se ubica en la cartografía en la
postrimería  suroccidental de Venezuela.
Un vetusto cementerio indígena en las cercanías de Delicias, revela la existencia desde
tiempos inmemoriales de los indios cáchiras o táchiras, indígenas timotocuicas de la
familia de los chibchas que poblaron las llanuras de Cundinamarca, términos
prehispánicos que dan umbral al nombre al canal fluvial que sirve de confín entre la patria
neogranadina y la República de Venezuela, y de igual manera da origen al nombre de este
rincón de la Patria, el estado Táchira.
Según estudios de lenguas nativas de los Chibcha, “Ta” significa altura fría, páramo, y
“chire” elude a una planta autóctona con propiedades medicinales, también llamada con el
nombre de tun-túa; ambos términos al juntarse hace probable el origen de “Táchira” para
referirse a los antiguos pobladores de la región y a la corriente fluvial que tienen su propia
historia a más de 3.000 de altura sobre el nivel del mar.
Delicias se fundó el 18 de agosto de 1883, por decreto emanado  por  el presidente
Antonio Guzmán Blanco, para la creación de un  “Territorio Federal Armisticio”, trabajo
llevado a cabo bajo concesión, por el  General Pamplonés Leonardo Canal.
Es un pueblo que se asemeja a un domo de quietud, al pie de la majestuosa y azulada
serranía El Tamá con tribunas de montañas, una colombiana y la otra venezolana, que son
testigos de la cotidianidad de sus gentes y en medio está el río Táchira que no identifica
nacionalidades ni reconoce fronteras internacionales.
El río Táchira ha tenido, a lo largo de más de cuatro siglos la suerte de lindero. Desde la
época de Juan de Maldonado fundador de San Cristóbal en 1561, quien expresó:
“Amojonaba y amojonó por términos de la dicha villa para ahora y para siempre jamás,
hacia la banda de la ciudad de Pamplona hasta el río que llaman de Cúcuta, por límite
para las justicias de esta villa y para la dicha de la ciudad de Pamplona…”
El río Cúcuta mencionado en el documento es el mismo Táchira con el cual lo conocemos
desde hace varios siglos como línea limítrofe entre las patrias de Simón Bolívar,
Venezuela y Colombia.
Desde su inicio, es apenas un ruido incesante a causa del atropello de las rocas por la
fuerza de la torrente que se percibe a diario por los que por ahí transitan, los de allá y los
de aquí, en una frontera natural de más 80 kilómetros, donde el patrimonio cultural no
marca diferencias nacionales.
Cerca de una decena de poblados de importancia, entre ambos países, se aglomeran en
torno al curso del río Táchira, primero Betania en la alta montaña de la sierra nubosa de El
Tamá a 2.200 msnm, luego más abajo, Delicias capital del municipio Rafael Urdaneta, y
sus vecinas, Tabor, Villa Páez, Herrán, Ragonvalia, y ya en la planicie de la sabana
fronteriza, San Antonio, La Parada, Puente Internacional Francisco de Paula Santander,
Ureña y finalmente el Puente Internacional Simón Bolívar lugar donde pierde su
nacionalidad venezolana para súmanse como tributario del Rió Pamplonita en Colombia.
Río Táchira en Venezuela
Escrito por: Juan Luis    8 mayo 2016     1 minuto
   
En Venezuela es posible encontrarnos con diferentes ríos de gran
importancia, siendo uno de los más conocidos el Río Táchira. Se
encuentra muy cerca de la frontera con Colombia y tiene su
nacimiento en el Páramo de Tamá, que es uno de los puntos
naturales de gran interés para los visitantes dentro del estado de
Táchira y también pasa por el departamento Norte de Santander
en el país vecino.

Es un río que tiene una longitud de unos 87 kilómetros en su


totalidad, hasta llegar al Río Pamplonita, que es donde
desemboca finalmente, a unos 320 metros de altura.
El recorrido permite a los visitantes disfrutar de encantos
naturales, con paisajes verdes que realmente impresionan, junto
con las montañas que también se pueden ver en los alrededores.

Es interesante destacar que es un río cuyo nombre procede de


los pueblos originarios de Venezuela o indígenas, viene de la
palabra Timotocuica o Chibcha, del término tachure a la que se le
denomina una planta que se encuentra en esta zona. Se pueden
hacer recorridos en plena naturaleza a lo largo de este río y
disfrutar con el avistamiento de aves, que es muy frecuente
encontrar en esta zona y también las montañas típicas de los
alrededores forman parte de los paisajes.

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