En primer lugar, el artículo nos hace saber la relación que
existe entre los términos ética y genética, resumiendo a través de una aseveración que hace referencia a que “la ciencia no puede decir qué está bien y qué está mal, tan sólo puede mostrar los riesgos y los beneficios de las nuevas tecnologías de la vida.”
También, nos resalta que, José Carlos Castañeda decidió
apostar por los beneficios que podían obtenerse a través de la ingeniería genética, “de la misma manera que los seres humanos apostaron alguna vez por el fuego.”
Además, nos explica que después del nacimiento de la oveja
“Dolly” el asalto de la revolución biotecnológica dejó de ser parte de una ficción futurista para convertirse en un nuevo modelo de conflicto moral, algo palpable.
Cabe destacar, que el siglo XXI abre con una interrogante
sobre los dominios de la vida y los límites de la intervención humana. Dos tendencias paralelas son el signo de la nueva época: en un extremo, el progreso tecnológico en el campo de la biología y la genética molecular; en el otro, el cultivo de una conciencia ecológica global. En el choque de ambos extremos, nos topamos con un debate que consiste en un reclamo moral: “¿qué debe permitirse?, ¿hasta dónde debe llegar la ciencia?”
De hecho, tales elementos creó las siguientes interrogantes,
“¿se debe aprobar que un ser humano pueda ser clonado?, ¿qué género de humanidad comparte esa criatura clonada? Incluso reapareció un viejo tema: ¿debe detenerse el progreso de la ciencia?, ¿cuáles son los límites del conocimiento?" También se preguntaba, ¿hay cosas que no debemos saber? y de ésta pregunta, nace otra de Roger Shattuck “nuestros descubrimientos, cada vez más audaces, de los secretos de la naturaleza podrían haber llegado a un punto en que el conocimiento nos proporcione más problemas que soluciones”. Ante la posibilidad de clonar seres humanos se difundió un gran litigio que se concentró en un dilema…
En conclusión, este artículo, nos hace entender, que la ciencia
no tiene posibilidades de decidir si algo está bien o está mal, simplemente puede mostrárnoslos posibles resultados una pronta realidad, además nos recalca que lo que en algún momento fue ficción futurista, hoy día es una realidad que conllevó a un conflicto moral; también, haciéndonos entender que al pasar del tiempo, nos adentramos más en los misterios de las naturalezas, e incluso, hasta los misterios que no nos conviene saber, y hasta más, conocimiento el cual nos podría traer consecuencias a corto, mediano y largo plazo, con y sin nuestro consentimiento, es decir, es poco conveniente seguir adentrándonos en la genética, y más cuando estamos hablando de genética, ya que podría traer consecuencias a causa de seguir intentando obtener resultados favorables, que con el tiempo, se convierte en lo contrario.
Por último, resalta las pocas posibilidades que existen, de que
un clon pueda obtener una libertad, y una aceptación por su entorno, es decir, racismo y exclusión social, así como también, nos explica que no todo se basa en lo genético, sino que la trayectoria, y biografía de un individuo también es importante para una distinción de personalidad.