Está en la página 1de 17

Asociación Española Revista de Psicopatología y Psicología Clínica Vol. 17, N.º 1, pp.

57-73, 2012
de Psicología Clínica ISSN 1136-5420/12
y Psicopatología

EMPLEO DE METÁFORAS EN LAS SUGESTIONES HIPNÓTICAS


PARA MANEJAR EL DOLOR ARTICULAR: ESTUDIO DE CASO

JOSÉ A. PÉREZ1, JUAN C. FERNÁNDEZ2, BERTA FERNÁNDEZ1 Y MONSERRAT DURÁN2


1
Instituto de Psicología Cambio, La Coruña
2
Facultad de Psicología, Universidad de La Coruña, La Coruña

Resumen: La hipnosis es una intervención clínica valiosa en el tratamiento de una amplia variedad
de problemas psicológicos y médicos, ayudando a la mejora de la calidad de vida de muchos pa-
cientes. El propósito de este trabajo fue documentar el valor y la eficacia terapéutica del lenguaje
metafórico en las sugestiones hipnóticas para tratar el dolor articular en una paciente diagnosticada
de artritis reumatoide de treinta y cinco años. El proceso terapéutico se desarrolla a lo largo de
siete sesiones espaciadas semanalmente. Al finalizar el tratamiento se pudo observar una impor-
tante caída del dolor, resultados que se mantuvieron a lo largo del seguimiento. Adicionalmente,
también disminuyeron de manera clínicamente significativa los niveles de ansiedad y depresión.
Palabras clave: Metáforas; hipnosis; dolor; artritis reumatoide.

Use of metaphors in hypnotic suggestions for joint pain management: A case study
Abstract: Hypnosis is a valuable clinical intervention in the treatment of a wide variety of psycho-
logical and medical problems, helping to improve the quality of life for many patients. The purpose
of this study was to document the therapeutical value and efficacy of metaphorical language in
hypnotic suggestion to treat joint pain in a patient diagnosed with rheumatoid arthritis for thirty-five
years. The therapeutic process was spaced over seven weekly sessions. After treatment we observed
a significant reduction in pain, result that was maintained during follow-up. Additionally, levels of
anxiety and depression also saw a clinically significant decrease.
Keywords: Metaphors; hypnosis; pain; rheumatoid arthritis.

INTRODUCCIÓN dificultades en el funcionamiento psicosocial


como depresión y la ausencia de la capacidad
Las enfermedades reumáticas son un grupo para experimentar alegría y felicidad (Coscollá,
de patologías heterogéneas de etiología multi- Caro, Calvo y López, 2008). El término «enfer-
factorial que se caracterizan por dolor intenso medades reumáticas» comprende a más de 200
y afectan principalmente a los huesos, articula- dolencias entre las que destacan la artritis reu-
ciones y músculos. Algunas de estas enferme- matoide, la artrosis y la fibromialgia.
dades remiten espontáneamente, pero otras La fibromialgia se caracteriza por dolor
evolucionan con frecuentes recidivas o son cró- músculo-esquelético generalizado y sensación
nicas, suponiendo una de las causas más impor- dolorosa a la presión en unos puntos específicos
tantes de discapacidad laboral en nuestro país (puntos dolorosos). Además del dolor puede
(Tornero, Piqueras, Carballo y Vidal, 2002). Por cursar, entre otros síntomas, con rigidez matu-
estas razón, no es difícil entender que surjan tina, parestesias, fatiga crónica, alteraciones del
sueño, trastornos del estado de ánimo (ansiedad
Recibido: 12 noviembre 2010; Aceptado: 1 junio 2011. y depresión) y problemas en la menstruación
Correspondencia: José Andrés Pérez Vidal, Instituto de (Villanueva et al., 2004). La evidencia disponi-
Psicología Cambio, Fraternidad 4, 6.º H, 15008 La Coru- ble pone de manifiesto la eficacia del tratamien-
ña. Correo-e: andrespv@cambiopsicologia.com to cognitivo-conductual (véase, por ejemplo,
58 José A. Pérez, Juan C. Fernández, Berta Fernández y Monserrat Durán

positiva con trastornos como la depresión y la


García, Simón, Durán, Canceller y Aneiros, ansiedad (Dyckens, McGowan, Clarck y Creed,
2006), si bien es cierto que dicha intervención 2002; McWilliams, Cox y Enn, 2003; Redondo,
podría mejorarse sustancialmente, tal y como Miguel y Pérez, 2007).
se desprende de un estudio de Rodero, García- Dentro del arsenal terapéutico de la psicolo-
Campayo, Casanueva y Buriel (2009), si los gía clínica se encuentra la hipnosis, procedi-
pacientes fuesen subdivididos según construc- miento bien estudiado y que ha demostrado una
tos cognitivos-conductuales y se desarrollasen eficacia bien contrastada en el manejo del dolor
tratamientos de acuerdo a esas características. (véase, por ejemplo, Elkins, Jensen y Patterson,
Por su parte, la artrosis es una enfermedad 2007; Fernández, Vidal y Fernández, 2000; Jen-
que lesiona el cartílago articular y origina dolor, sen et al., 2006). Dicha eficacia también ha sido
rigidez e incapacidad funcional. Habitualmente verificada en el caso del dolor articular en pa-
se localiza en la columna cervical y lumbar, cientes con AR (Horton y Mitzdorf, 1994; Hor-
algunas articulaciones del hombro y de los de- ton, Mitzdorf y Melchart, 2000), si bien la evi-
dos de las manos, la articulación de la raíz del dencia disponible todavía es escasa. En el
pulgar, la cadera y la rodilla. El grado de afec- manejo del dolor las intervenciones más habi-
tación así como la intensidad del dolor puede tuales en hipnosis (Barber 1995; Hammond,
originar un deterioro importante de la calidad 1990; Hawkins 1998; Moix, 2002) son la anal-
de vida relacionada con la salud y dar lugar a gesia hipnótica (ausencia de la sensación de
la aparición de síntomas depresivos; resultando dolor), anestesia (ausencia de cualquier tipo de
mayor el impacto de la artrosis en las mujeres sensación), sustitución del dolor (por un hormi-
que en los hombres (Martín et al., 2010). gueo, un picor, por ejemplo), desplazamiento del
La artritis reumatoide (AR) es una enferme- dolor (de un área a otra del cuerpo), disociación
dad inflamatoria sistémica crónica de etiología hipnótica (el paciente es inducido a experimen-
desconocida que suele afectar principalmente a tarse a sí mismo como fuera de su cuerpo, u
las articulaciones periféricas y provoca dolor orientado a una época pasada o futura de su vida
persistente asociado a la inflamación, también sin dolor), reinterpretación de la experiencia del
causa rigidez de predominio matutino, astenia dolor (el dolor lacerante, por ejemplo, es inter-
y reducción de la movilidad y de la funcionali- pretado como un sobresalto repentino y momen-
dad (Harris, 2005). Es una patología de curso táneo), la distorsión hipnótica del tiempo (au-
clínico muy variable; por una parte, algunos mentar la percepción subjetiva del tiempo que
pacientes presentan un proceso inflamatorio en el paciente permanece en un período indoloro y
articulaciones pequeñas, de breve duración y disminuir la percepción temporal de los accesos
con lesiones articulares mínimas y que, en oca- de dolor) y la disminución progresiva del dolor.
siones, evoluciona favorablemente producién- Para potenciar dichas intervenciones un valioso
dose una remisión completa de la enfermedad, recurso terapéutico es la metáfora.
mientras que otros pacientes presentan una po- La comunicación en la terapia a través de
liartritis progresiva que da lugar a deformidades metáforas es ateórica (Burns, 2003) y se utilizan
articulares importantes (Gardner y Gilliland, independientemente de cuál sea la orientación
2003). En los casos moderados y graves puede teórica o el modelo terapéutico. De hecho, las
verse afectada de manera importante la calidad diversas escuelas psicoterapéuticas han acogido
de vida relacionada con la salud, sobre todo bien el uso del lenguaje metafórico, aunque la
cuando consideramos el impacto que tiene el psicología cognitivo-conductual ha sido más
dolor articular, un problema central en esta en- reticente. Sin embargo, poco a poco el uso de
fermedad (Redondo, León, Pérez, Jover y Aba- las metáforas ha ido encontrando su lugar en el
solo, 2008). Por esa razón, el dolor debiera ser enfoque cognitivo-conductual (Moix, 2006).
un importante objetivo del tratamiento (Neira y La vigésima segunda edición on-line del
Ortega, 2006), al ser un relevante predictor del diccionario de la Real Academia de la Lengua
curso clínico de la AR (Strahl, Kleinknecht y Española (2001) define metáfora de la siguien-
Dinnel, 2000) y, además, guardar una relación te forma:

Revista de Psicopatología y Psicología Clínica 2012, Vol. 17 (1), 57-73 © Asociación Española de Psicología Clínica y Psicopatología
Manejo del dolor articular mediante hipnosis 59

Tropo que consiste en trasladar el sentido recto sistía en dar paseos por el campo y la montaña;
de las voces a otro figurado, en virtud de una además, disfrutaba junto con su marido viajando
comparación tácita. Aplicación de una palabra o en moto y de la compañía de amigos. Su marido
de una expresión a un objeto o a un concepto, al la describe como una persona servicial, entrega-
cual no denota literalmente, con el fin de sugerir
da a las demás personas y a veces excesivamen-
una comparación (con otro objeto o concepto) y
facilitar su comprensión. Alegoría en que unas te buena. Ella a sí misma se percibe como una
palabras se toman en sentido recto y otras en persona sensible y alegre, con una vida normal
sentido figurado. hasta que se manifestó su enfermedad.
La paciente acude a consulta por propia ini-
Así, pues, la metáfora implica una comuni- ciativa, donde es atendida por uno de los espe-
cación que establece una asociación simbólica cialistas en psicología clínica del centro. Se
entre objetos, imágenes o ideas que cuentan con queja de padecer un dolor constante que le afec-
un parecido que no es literal (Burns, 2003). En ta anímicamente, que le incapacita en diversos
el contexto terapéutico se emplean metáforas ámbitos de su vida y le lleva a sentirse cada vez
(Moix, 2006; Mosterín, 2003) en un sentido más dependiente. El dolor es especialmente
amplio y genérico, como el traslado, transporte intenso en las articulaciones de las manos y de
o vehículo de un significado para hacer más los pies, dificultándole la elevación de los bra-
comprensiva una realidad y para redefinirla; zos por encima del pecho. Es más consciente
además, resultan fáciles de recordar, reducen del dolor por las mañanas y por las noches
las resistencias, permiten analizar los problemas cuando se sienta a descansar; a medida que
con mayor distancia y facilitan la toma de con- transcurre el día, y coincidiendo con una mayor
tacto con las emociones (Lyddon, Clay y Sparks, actividad, se encuentra mejor.
2001; Otto, 2000). Desde un enfoque cognitivo, En el momento que acude a la consulta sigue
la metáfora tiene un gran valor en terapia (Be- un tratamiento prescrito por su reumatólogo
yebach, 1995) en base a los aspectos heurístico consistente en un fármaco perteneciente al gru-
(servir como transporte para ampliar conoci- po de los antiinflamatorios no esteroideos (AI-
mientos), generativo (medio para enriquecer al NEs). La dosis prescrita en ese momento es de
tópico) y mnemónico (facilitando el recuerdo dos comprimidos al día, siendo tratada con cor-
de la idea). ticoides en los momentos de mayor severidad.
En consonancia con lo anteriormente ex- Asume que precisa el tratamiento para comba-
puesto, el presente trabajo tiene como objetivo tir la sintomatología de la enfermedad, aunque
documentar el valor y la eficacia terapéutica del desearía no tener que depender tanto de la me-
lenguaje metafórico en las sugestiones hipnóti- dicación cada vez que se presenten los períodos
cas para tratar el dolor articular en una pacien- de exacerbación.
te diagnosticada de artritis reumatoide. Aunque Tres años antes del diagnóstico de AR le
la intervención principal en este trabajo tera- aparecen dolores en las muñecas y en los dedos
péutico fue la hipnosis, también se han incluido que los médicos identifican como tendinitis; el
otros factores generales sobre los que se inter- dolor es persistente y se extiende cada vez más.
viene en el marco de los tratamientos psicoso- En esa misma época, su madre presenta unos
ciales de manejo del dolor (Jensen, 2011). síntomas similares y le diagnostican AR. A raíz
de dicha situación empieza a sentirse mal aní-
micamente, con pensamientos de discapacidad
IDENTIFICACIÓN DE LA PACIENTE e inferioridad al no conseguir realizar las mis-
Y MOTIVO DE CONSULTA mas actividades de antes, ni poder cuidar de su
madre como hubiese deseado. Su humor cam-
Ana (nombre ficticio) es una mujer casada bia, se enfada a menudo consigo misma y, a
de 35 años sin hijos, de nivel formativo univer- consecuencia del dolor, sus movimientos se
sitario y de clase media que desempeña un tra- vuelven un tanto artificiales. La afectación es
bajo relacionado con las ventas. Su principal tan importante que se retrae socialmente y deja
afición, hasta que apareció la enfermedad, con- de llevar a cabo sus actividades de ocio. Al cabo

© Asociación Española de Psicología Clínica y Psicopatología Revista de Psicopatología y Psicología Clínica 2012, Vol. 17 (1), 57-73
60 José A. Pérez, Juan C. Fernández, Berta Fernández y Monserrat Durán

de un año del diagnóstico de su madre, a ella adaptación consta de 19 items, cada uno de los
también le confirman el mismo diagnóstico de cuales se puntúa en una escala de 0-3 puntos,
AR. Ante esta noticia responde con una mezcla siendo así el rango de puntuaciones posible
de alivio —ahora sabe lo que le ocurre— y 0-57. La interpretación de la puntuación obte-
preocupación —la enfermedad es crónica y el nida se efectúa según las siguientes categorías:
dolor siempre va a estar ahí, por lo que puede a) puntuación 0-9: no depresión; b) puntuación
averiguar—. En el momento de la consulta se 10-15: depresión media; c) puntuación 16-23:
encuentra en una situación de baja laboral. depresión moderada; d) puntuación 24-57: de-
Para la paciente el principal síntoma es el presión severa. El BDI también ha sido emplea-
dolor, hasta el punto que requiere atención mé- do en pacientes con enfermedades reumáticas
dica de forma casi continuada. Además, es el (Reid et al., 1997).
principal causante de su malestar clínico, de la La sugestionabilidad hipnótica y la imagi-
baja laboral y de su aislamiento social, por lo nación creativa fue evaluada por medio de la
cual su demanda inicial se centra en aprender a Barber Suggestibility Scale (BSS), instrumento
manejar el dolor sin tener que recurrir constan- elaborado por Barber y Wilson (1978). Gonzá-
temente a fármacos. lez (1978) publicó una adaptación en castellano
de la misma escala que consta de ocho pruebas:
levitación del brazo, descenso de manos, blo-
ESTRATEGIAS DE EVALUACIÓN queo de manos, inmovilidad corporal, inhibi-
ción verbal, amnesia colectiva, sugestión de sed
Instrumentos y respuesta posthipnótica simple. Cada uno de
los items de la escala pueden valorarse de dos
Se le aplicó a la paciente la escala de ansie- maneras, o bien mediante la observación del
dad estado del State-Trait Anxiety Inventory profesional que otorga una puntuación de 0 o 1
(STAI/E). El STAI es un inventario que permi- según responda negativa o positivamente a la
te medir tanto la ansiedad estado como la an- sugestión hipnótica, por tanto, la puntuación
siedad rasgo. El inventario consta de 40 items máxima para toda la escala es de 8. Por otro
distribuidos en dos subescalas independientes; lado, el propio sujeto también puede evaluar
20 miden la ansiedad rasgo y 20 miden la an- mediante un autoinforme el grado en que ha
siedad estado. Resumiendo, la ansiedad como sido influido por las sugestiones (otorgando de
estado refleja la ansiedad «aquí y ahora» y 0 a 3 puntos para cada uno de los items).
como rasgo se refiere a una «predisposición» a Con la finalidad de medir la intensidad dia-
la ansiedad. Los índices de fiabilidad y validez ria del dolor articular se elaboró un Autorregis-
de la prueba original son buenos, así como los tro del Dolor Diario sencillo de cumplimentar.
de la adaptación al español a partir de los tra- Para facilitar la adherencia al empleo del auto-
bajos de Bermúdez (1978a; 1978b) y su versión rregistro la paciente únicamente llevaba a cabo
comercial realizada por la sección de estudios el registro antes de acostarse, ofreciendo una
de TEA Ediciones (Spielberger et al., 1982). El valoración global y promedio de su dolor a lo
STAI y el STAI/E han sido también empleados largo del día, teniendo en consideración unos
en personas con enfermedades reumáticas (véa- valores que oscilaban entre 1 («dolor muy
se, p.ej., Reid, Lang y McGrath, 1997; von leve») y 10 («dolor sumamente intenso, inso-
Weiss et al., 2002). portable»). De este modo conseguimos que el
La evaluación de la depresión se llevó a cabo registro fuese exhaustivo y consecutivo durante
mediante el Inventario de Depresión de Beck todo el proceso terapéutico.
(Beck Depression Inventory, BDI) (adaptación De forma complementaria al registro diario
española de Conde, Esteban y Useros, 1976). del dolor articular, se utilizó en cada sesión una
Esta versión supone la adaptación española del Escala de Intensidad del Dolor de 11 grados de
cuestionario original de 1961, cuyas propieda- intensidad, donde 0 significa «ningún dolor» y
des psicométricas han sido adecuadamente es- 10 significa «dolor sumamente intenso, inso-
tablecidas (Beck, Steer y Carbin, 1988). Esta portable».

Revista de Psicopatología y Psicología Clínica 2012, Vol. 17 (1), 57-73 © Asociación Española de Psicología Clínica y Psicopatología
Manejo del dolor articular mediante hipnosis 61

Procedimiento obteniendo una medida pre- y post-sesión. Con-


cluida la entrevista de evaluación inicial, co-
Tras consentimiento informado, se grabaron menzamos con las sesiones de tratamiento psi-
todas las sesiones en vídeo desde una sala de cológico.
supervisión separada de la sala de terapia por
un espejo unidireccional.
En la primera entrevista se recabaron los FORMULACIÓN CLÍNICA DEL CASO
datos de la historia clínica con el objeto de
conocer la situación personal de la paciente y, Los datos obtenidos en la evaluación nos
además, se aplicó el STAI/E y el BDI para tener permitieron realizar el diagnóstico, según cri-
una medida inicial de los niveles de ansiedad y terios del DSM-IV-TR (Americam Psychiatric
depresión (tomándose también medidas postra- Association, 2000), de (F45.4) Trastorno por
tamiento así como del primer seguimiento). Por dolor asociado a factores psicológicos y a en-
otro lado, para valorar la sugestionalibilidad fermedad médica de carácter crónico [307.89]
hipnótica se utilizó la BSS, siendo el propio y de (F43.22) Trastorno adaptativo mixto con
clínico el responsable de valorar los cinco items ansiedad y estado de ánimo depresivo [309.28]
que se le administraron (levitación, descenso de en el Eje I, así como (M.25.5) Dolor de Articu-
manos, inmovilidad corporal, bloqueo de manos laciones [719.4] en el Eje III. Finalmente, en el
y amnesia selectiva), obteniendo la paciente una Eje IV se incluyen los problemas a nivel laboral
puntuación de 5 puntos y que supone una bue- y social, porque se encuentra en situación de
na señal de sugestionabilidad. incapacidad laboral transitoria y porque ha per-
Finalmente, se dedica parte de esta entrevis- dido en gran medida el contacto con amigos,
ta a la recogida de información sobre el dolor dejando de hacer todo aquello que le hacía sen-
articular, con la finalidad de averiguar de qué tirse bien. En cuanto al diagnóstico diferencial,
clase de dolor se trataba (agudo ó crónico), no cumple los criterios para un trastorno del
cómo lo vivenciaba emocionalmente la pacien- estado de ánimo (depresión mayor o distimia)
te (por ejemplo, ¿está asustada, furiosa y/o abu- ni tampoco para un trastorno del estado de áni-
rrida del dolor?), desde cuándo lo venía pade- mo debido a enfermedad médica.
ciendo, cuál era la frecuencia (continuo, El dolor se muestra como el principal sínto-
intermitente, cada breve instante, varias veces ma de su enfermedad física crónica, cuya inten-
al día o, por el contrario, una vez al día, etc.), sidad y frecuencia supone un evento vital estre-
cómo lo definía (atribuyéndole cualidades físi- sante que produce un sesgo atencional y hace
cas de forma, color, textura, sonido, olor, etc.), que la paciente dirija su atención hacia su ma-
qué implicaciones tenía en la vida de la pacien- lestar y se retraiga cada vez más de su vida la-
te el cese ó disminución de ese dolor. Cuando boral, de las actividades de ocio y de sus amis-
se pregunta por las cualidades del dolor respon- tades, siendo el dolor y malestar el centro de su
de que es «muy desagradable, sordo, como una vida. Esta situación, junto con una pobre res-
melodía de fondo, molesto, constante, que se puesta adaptativa al estrés suscitado por el pa-
torna agudo y punzante cuando realiza deter- decimiento del dolor crónico derivado de la
minados movimientos». También se valoran enfermedad médica, le lleva a sentirse cada vez
ciertos parámetros cuantitativos como la fre- más incapacitada y, en consecuencia, aparecen
cuencia, duración e intensidad, apreciándose sentimientos de depresión y ansiedad.
que el dolor está presente de forma casi perma- Nuestra hipótesis de partida nos hace supo-
nente, afectando de manera importante la cali- ner que en la medida que la paciente sea capaz
dad de vida. Respecto a la intensidad, cuando de prestar menos atención a su dolor o percibir-
se le pide en la propia sesión que sitúe el dolor lo como menos aversivo y sepa cómo afron-
en una escala de 0 a 10 lo puntúa con un 6; en tarlo mejor, podrá estar en mejores condiciones
posteriores sesiones, se solicitaron también dos para centrarse en otros muchos aspectos de su
valoraciones de la intensidad del dolor, al inicio vida que le ayudan a sentirse bien, como reto-
de la sesión de hipnosis y al finalizar la misma, mar sus actividades de ocio, salir con su marido,

© Asociación Española de Psicología Clínica y Psicopatología Revista de Psicopatología y Psicología Clínica 2012, Vol. 17 (1), 57-73
62 José A. Pérez, Juan C. Fernández, Berta Fernández y Monserrat Durán

quedar con los amigos, regresar al trabajo, etc. y que suelen ser las más comunes. Creencias
Es de esperar que ante esta nueva situación, tales como la pérdida de control, anulación de
llegue a sentirse menos incapacitada y su esta- la voluntad, amnesia general o peligro de ma-
do de ánimo mejorará y los niveles de ansiedad nifestar una psicopatología latente (Capafons,
disminuirán. 1998). Luego explicamos que, aunque suele ser
diferente para cada persona, la hipnosis básica-
mente es un estado de atención muy concentra-
TRATAMIENTO da, donde ésta se dirige hacia uno mismo, se
reduce la atención periférica, se suspende vo-
El tratamiento se desarrolla a lo largo de luntariamente la capacidad analítico-lógica y
siete sesiones de aproximadamente una hora de puede haber una baja o alta activación psicofi-
duración cada una y espaciadas semanalmente. siológica que conlleva cambios en la conducta,
El seguimiento se realizó a los dos y ocho me- en el estado de ánimo ó en la percepción y sen-
ses después de la última sesión de tratamiento. sación (Wickramasekera, 1989).
A lo largo de la intervención psicológica nos A partir de dicha explicación, se realizó la
valemos de un procedimiento hipnótico, basado primera toma de contacto con el procedimiento.
en buena medida en la utilización de un lengua- Se empleó una inducción mediante relajación
je rico en metáforas para potenciar el efecto de porque es un método vivenciado como agrada-
la analgesia y ayudarle a manejar su dolor. En ble por la mayoría de las personas. Se dieron
la Tabla 1 pueden apreciarse las intervenciones sugestiones de calma y tranquilidad. La siguien-
realizadas a lo largo de cada sesión y los obje- te transcripción de una parte de la sesión lo
tivos específicos. A continuación profundiza- ejemplifica adecuadamente:
mos en el trabajo que se realizó en las distintas
sesiones. «Cierra los ojos y comienza a respirar lenta y
profundamente… sin otro propósito más que
vivenciar la experiencia… Y puedes ser cons-
Primera sesión de tratamiento ciente de la monotonía de mi voz… la tempera-
tura de la habitación… algunos sonidos que
provienen del exterior… como la lluvia que cae
Al preguntarle por las consecuencias de la y las gotas que repiquetean en la ventana… y
disminución del dolor, la paciente señaló que esto podría proporcionarte una sensación de can-
preveía moverse mejor y poder hacer más acti- sancio, incluso de paz… Porque mientras yo te
vidades como ir en bicicleta, hacer senderismo, hablo tu respiración cambió, tu ritmo cardíaco
volver a viajar en moto con su marido y realizar cambió… Y los músculos empiezan a relajarse…
ciertas tareas domésticas sin sentirse una invá- cada vez más… de manera muy natural y agra-
lida. Cuando nos interesamos por las conse- dable… Y es innecesario que tú hagas nada, todo
cuencias de la disminución o supresión del sucederá por sí solo… y sin esfuerzo… Y poco
dolor, deseamos saber en qué actividades se a poco puedes comenzar a sentir una sensación
embarcarán los pacientes y que éstas no supon- de sosiego, de cansancio que podría llevarte a
drán un riesgo para su salud. Desde un enfoque una cierta modorra… Un gran bienestar… mien-
tras tienes los párpados cerrados y la respiración
holista debemos advertirles a los pacientes que cada vez es más profunda y lenta… Y esta sen-
el dolor es un recordatorio que una parte de su sación de calma y relax te conduce a una expe-
cuerpo necesita atenciones especiales y cuida- riencia de sosiego y tranquilidad que te va a
dos, y el hecho de que no les duela tanto no llevar a un estado de paz… que se extiende por
significa que su enfermedad no siga ahí y, por todo el cuerpo y se siente de manera muy agra-
lo tanto, no deban seguir cuidándose. dable».
Seguidamente ofrecimos una explicación
adaptada acerca de la naturaleza y utilidad de Estas sugestiones se fueron repitiendo a lo
la hipnosis, cuidando mucho el modo de pre- largo de todo el discurso, enfatizando los aspec-
sentarla. En primer lugar, se desmitificaron to- tos referentes a las sensaciones de tranquilidad
das sus creencias erróneas acerca de la hipnosis, y relajación. Una vez que se había relajado

Revista de Psicopatología y Psicología Clínica 2012, Vol. 17 (1), 57-73 © Asociación Española de Psicología Clínica y Psicopatología
Manejo del dolor articular mediante hipnosis 63

Tabla 1. Objetivos y pasos seguidos en cada una de las sesiones de tratamiento

Sesiones Intervención Objetivos


1 • Presentación e información sobre la hipnosis. • Desmitificar creencias erróneas sobre hipnosis.
• Pruebas de sugestionabilidad. • Informar sobre la naturaleza del procedimiento.
• Inducción hipnótica por el método de relajación. • Valorar la sugestionabilidad y accesibilidad hipnótica.
• Evaluación del dolor pre y posthipnótica. • Tomar contacto con la hipnosis.
2 • Inducción hipnótica. • Facilitar el acercamiento a la hipnosis para desa-
• Entrenamiento en introducción y salida de la hip- rrollar un sentimiento de competencia.
nosis. • Fomentar la analgesia hipnótica.
• Explicación adaptada sobre la fisiología de la per- • «Sembrar» ideas para utilizar las metáforas.
cepción del dolor. • Consolidar la hipnosis como herramienta terapéu-
• Redefinición y connotación positiva de una situa- tica potente y eficaz.
ción espontánea de angustia.
• Evaluación del dolor pre y posthipnótica.
3 • Inducción hipnótica. • Desarrollar sentimientos de relajación y bienestar.
• Trabajo con imágenes mentales sobre viajar y en- • Fomentar analgesia hipnótica.
contrarse en medio de la naturaleza.
• Metáforas sobre cómo disminuir el caudal de un río.
• Evaluación del dolor pre y posthipnótica.
4 • Reforzamiento sobre las mejorías. • Chequear la eficacia del procedimento.
• Inducción hipnótica. • Fortalecer sentimientos de bienestar.
• Trabajo con metáforas que evocan la sabiduría de • Potenciar la analgesia hipnótica.
la naturaleza y los ciclos vitales. • Favorecer la confianza en los propios recursos.
• Evaluación del dolor pre y posthipnótica.
5 • Comentarios sobre la progresión del tratamiento. • Reforzar consignas hipnóticas anteriores.
• Inducción hipnótica. • Reforzar los sentimientos de tranquilidad y bienes-
• Trabajo con metáforas que invitan a bañarse en un tar, así como analgesia.
agua con propiedades curativas.
• Evaluación del dolor pre y posthipnótica.
6 • Comentarios sobre mejorías y logros. • Chequear los logros alcanzados y valorar la eficacia
• Aplicación de pruebas (BDI, STAI). del tratamiento aplicado.
• Sugestiones hipnóticas acerca de autohipnotizarse • Evaluar el estado emocional.
en el futuro cuando sea apropiado. • Adiestrar en autohipnosis.
• Evaluación del dolor pre y posthipnótica.
7 • Inducción hipnótica. • Reforzar y consolidar el trabajo anterior.
• Trabajo con las metáforas anteriores. • Proveer una visión más amplia y positiva sobre
• Reestructuración cognitiva mediante diálogo socrá- hechos pasados de su vida.
tico sobre determinados acontecimientos de su vida. • Reforzar la autohipnosis.
• Sugestiones hipnóticas acerca de autohipnotizarse. • Valorar objetivos alcanzados.
• Comentarios sobre la utilidad de la terapia. • Fijar sesión de seguimiento.
• Evaluación del dolor pre y posthipnótica.

(respiración más profunda, laxitud muscular e ña, y ella sabría lo que mejor le convenía. A
inmovilidad general) expusimos la idea de via- continuación se realizó una descripción de cada
jar mentalmente a un lugar que le resultase muy uno de los escenarios. Si decidía viajar a una
placentero, y se le hizo entender que segura- playa sentiría la arena bajo la planta de sus pies;
mente escogería alguno relacionado con un en un día soleado, también percibiría una agra-
paraje natural (las salidas al campo y a la playa dable calidez que bañaría todo su cuerpo y un
eran uno de sus intereses). Por tanto, expusimos frescor muy agradable al meter los pies en el
la posibilidad de viajar a la playa o a la monta- agua. Sin duda también se le indicó que escu-

© Asociación Española de Psicología Clínica y Psicopatología Revista de Psicopatología y Psicología Clínica 2012, Vol. 17 (1), 57-73
64 José A. Pérez, Juan C. Fernández, Berta Fernández y Monserrat Durán

charía el sonido lejano emitido por las gaviotas comentario como un indicativo de buen pronós-
así como algunas voces familiares. En cualquier tico, pues su disposición era positiva y su res-
momento podía sentarse a descansar y contem- puesta a las sugestiones muy favorable. Al fina-
plar el mar en calma o apreciar a las olas lle- lizar la sesión, en la escala de 0 a 10, señaló que
gando suave y rítmicamente a la orilla. También su dolor estaba en un 3,5.
se hizo una descripción similar en el caso de
que decidiese darse un paseo por el campo.
Durante todo el discurso se emplearon diferen- Segunda y tercera sesión de tratamiento
tes modalidades sensoriales (visual, auditiva y
kinestésica) con la finalidad de distraerla del A lo largo de la sesión se procedió a la apli-
dolor y, al mismo tiempo, para que pudiese cación de una intervención que se ajustase a su
encontrar parcelas de sí misma en las que las forma de ver la enfermedad. La paciente sabía
sensaciones fuesen agradables, de modo que que la AR es una patología crónica y que el
pudiese retenerlas y expandirlas. Este tipo de dolor seguiría estando ahí; no obstante, se le
sugestiones, que se repitieron a lo largo de todo indicó que podía escoger sentirlo en menor
el procedimiento de intervención, fueron no- medida o, incluso, no sentirlo.
analgésicas propiamente hablando. Existe evi- Primeramente, se le explicó cómo se percibe
dencia que pone de manifiesto que en algunos el dolor, de manera sencilla y adaptada, sin
pacientes las sugestiones hipnóticas no-analgé- pretender que fuese una explicación científica,
sicas pueden ser incluso más importantes para sólo se buscaba para nuestros fines que la acep-
el beneficio de los pacientes que aquellas diri- tase. Al no poseer muchos conocimientos en
gidas al alivio del dolor, y se sugiere la hipóte- anatomía ni fisiología humana, se le dijo que
sis de que la inclusión de ambos tipos de suges- unos receptores sensitivos se encargan de reci-
tiones (analgésicas y no-analgésicas) pueden bir la información dolorosa y de enviarla inme-
incrementar los beneficios alcanzados con la diatamente al cerebro; cuando llega esta infor-
hipnosis para el tratamiento del dolor crónico mación la persona se hace consciente del dolor.
(Dillworth y Jensen, 2010). También se le dijo que dicha información viaja
Una vez concluida la intervención hipnótica hacia el cerebro a través de un complejo e in-
se indagó acerca de sus sentimientos, respon- trincado sistema de nervios que funcionan
diendo que se encontraba muy relajada aunque como un mapa de carreteras con vías que llegan
al principio había tenido dificultades para con- de todos los lugares del cuerpo; diciéndole que,
centrarse y llegó a temer que no sería capaz de de ese complejo sistema, surgen rutas que pue-
conseguirlo, aunque finalmente fue capaz de den conducir el dolor por un canal paralelo que
centrarse, relajarse y dejarse llevar. Se mostró desemboca en un callejón sin salida, con lo cual
sorprendida de haber conseguido el nivel de la información no alcanza los centros superiores
relajación alcanzado —de «placidez total» y, por lo tanto, no se percibe. Asimismo se le
como ella lo definió—. Asimismo, describió la sugirió que podía conseguir manejar la percep-
experiencia de viajar mentalmente al campo (ya ción de la intensidad del dolor mediante una
que se decantó por este escenario) como más metáfora, en donde el dolor es canalizado al
real que simplemente imaginárselo. igual que sucede con el caudal de un río al que
Empezó a dolerle una mano al inicio de la se le hace un canal paralelo: el río sigue su
sesión; sin embargo, al decirse a sí misma «re- curso pero es posible controlar la intensidad de
lájate» consiguió olvidarse prácticamente del la corriente y el flujo del agua.
dolor. Este aspecto es interesante porque la re- Después de la explicación, se procede con
lajación sólo tiene efecto sobre el dolor cuando una inducción por relajación, invitándole a sen-
éste proviene de un dolor muscular producido tirse cómoda y asegurándole que ahora poseía
por la tensión (Barber, 1995), de modo que la cierta práctica y, por tanto, podía hacerlo mejor
reducción de éste no podía ser explicado por la y abandonarse aún más profundamente para
relajación pues el dolor percibido en la AR no permitir a su mente hacer el trabajo. Una vez se
es de origen muscular. Tomamos ese último han observado claras señales de relajación, se

Revista de Psicopatología y Psicología Clínica 2012, Vol. 17 (1), 57-73 © Asociación Española de Psicología Clínica y Psicopatología
Manejo del dolor articular mediante hipnosis 65

le indujo a recrear un agradable paseo por el momentos y, tras una pequeña pausa en la que
campo, para luego intervenir mediante la ana- parecía un tanto sorprendida, contestó: «ahora
logía del río: no tengo ningún dolor», dando una puntuación
de 0. Destacó del discurso terapéutico la idea
«Y quizás quieres viajar mentalmente al campo, de canalizar el dolor y de llevarlo a un camino
a ese bosque lleno de árboles… donde todo es sin salida.
placidez y sosiego… Y dar una vuelta para sim- Sin embargo, en esta entrevista surgió una
plemente descansar… El sonido de los pájaros… complicación inesperada que sacó a la paciente
de las hojas bajo los pies, tal vez alguna rama… de la situación hipnótica, debido a un recuerdo
hierba verde… Y caminando te adentras más…
repentino de su infancia. Al llevarse las manos
todo es armonía y conexión, de manera natural…
el bosque y tú… y a medida que respiras te vas a los ojos, se le preguntó si estaba llorando y
relajando cada vez más… (…) Y podemos con- respondió afirmativamente; razón por la que se
templar el río como baja en toda su intensidad… le invitó a no contener sus lágrimas y llorar li-
y podemos hacer un pequeño surco en un lado y bremente. Una vez que parecía más aliviada
desviar parte de ese agua, dándole forma y des- emocionalmente, se le brindó la alternativa de
viándolo más lejos… Y podemos hacer otro sur- continuar con el trabajo otro día, pero señaló
co en otro lado y desviar parte de esa intensi- que prefería continuar. Nuevamente, se indujo
dad… por una vía paralela. De ese mismo modo, un estado hipnótico a través de la técnica de la
los nervios sensitivos pueden desviar informa- confusión (Haley, 1987; Zeig, 1985).
ción… y la intensidad del dolor disminuirá. Pue-
de que una primera impresión sea de dolor, pero TERAPEUTA: ¿Estás despierta?
atiende a todas las sensaciones paralelas… algu- PACIENTE: Sí, estoy completamente despierta.
nas de las cuales no son en absoluto nada desa- TERAPEUTA: ¿Crees que estás despierta?
gradables… Cuanta más atención prestes más te PACIENTE: Yo creo que sí.
darás cuenta de esas sensaciones paralelas… Y TERAPEUTA: Bien… (Le coge la mano y se la
del mismo modo que no puedes mantener un solo deja suspendida en el aire). Y tu mano bajará no
pensamiento en tu cabeza para siempre, no po- más deprisa de lo que tú entras en un estado más
drás ser consciente de una sola sensación… y, profundo del que te encuentras ahora (la mano
eventualmente, tu experiencia cambiará… (…) comienza a bajar). Y baja… baja… baja… ¡Eso
Y quiero que comprendas algo más. El dolor es! Si te resulta más cómodo puedes cerrar los
volverá, pero tú puedes tomarte un tiempo para ojos (los cierra)… ¡Eso es!… Creo que querrías
ti. Puedes dejar lo que estés haciendo en esos contarme algo, pero no estoy seguro de que quie-
momentos… ponte cómoda… inspira profunda- ras contármelo ahora, y puedes guardártelo. Por-
mente y repite mentalmente la palabra ‘relax’. Y que has estado mucho tiempo acumulando, car-
puedes pensar en ese río… El dolor puede ir gando y cargando…
acumulándose como el agua en un embalse… PACIENTE: Sí (Comienza a llorar).
luego podemos abrir unas compuertas y dejar TERAPEUTA: ¡Eso es!, puedes descargar… lo
que se vaya… Bajando en intensidad, desviando estás haciendo bien. Descarga a un punto que
parte del caudal… Ahora simplemente descansa resulte satisfactorio para ti. Ahora puedes des-
pensando en todo esto. Porque aunque ahora cansar mucho más. Todo tiene un sentido, aun-
puede que todo te resulte muy complejo y con- que ahora no se lo encuentres. Porque tu mente
fuso, tu mente comprenderá todo lo que hemos te va a estar ayudando, colaborando, aunque a
hablado». veces no entendemos del todo el significado.

El discurso, por supuesto más largo, se cen- Después de esta nueva descarga emocional,
tró en la idea de conducir el flujo natural del se retomó la idea de la comodidad y tranquili-
dolor por vías paralelas, con la finalidad de dad, de dejarse llevar y de viajar mentalmente
incrementar la sensación de analgesia al prestar a ese lugar donde siempre había encontrado
mayor atención a los otros estímulos que se le sosiego y placidez, al campo o a la playa, y
iban presentando durante la sesión. Al terminar, pasear muy tranquila y relajada, atendiendo a
se le preguntó nuevamente en qué lugar de una cada una de las sugestiones que se le iban
escala entre 0 y 10 pondría su dolor en esos dando.

© Asociación Española de Psicología Clínica y Psicopatología Revista de Psicopatología y Psicología Clínica 2012, Vol. 17 (1), 57-73
66 José A. Pérez, Juan C. Fernández, Berta Fernández y Monserrat Durán

Al finalizar, se le pidió una explicación acer- importantes de sesiones anteriores (potenciar la


ca del incidente. Comentó que en estado de relajación y la analgesia), si bien es cierto que
relajación le vino una imagen de su infancia en se incorporaron nuevos objetivos terapéuticos:
la que recordó a su abuela ya fallecida, y em- facilitar la confianza en los recursos personales,
pezó a experimentar una gran sensación de tris- valorar la eficacia del procedimiento de inter-
teza y ganas de llorar. Desconocía la razón por vención y adiestrar en autohipnosis de tal modo
la cual había venido esa imagen a su mente y se que luego pudiera generalizar fuera de consulta
había encontrado triste. El terapeuta le recordó todo lo que había conseguido y aprendido.
que todas las cosas tenían un sentido, y si se Para ello nos seguimos valiendo de la hip-
produjese una situación similar, era preferible nosis y del lenguaje metafórico. De esta mane-
reconducirlo hacia «fuera» aprovechando el ra, en la cuarta sesión terapéutica se recrearon
aprendizaje de esta experiencia. imágenes mentales relacionadas con paisajes
La paciente acudió a la tercera sesión con la naturales que pretendían inducir en la paciente
noticia de que no había tenido dolor en toda la la idea de la sabiduría que se encuentra en los
semana, salvo un día. Se encontraba encantada ciclos de la naturaleza (estaciones, paso del
porque veía que la hipnosis estaba funcionando tiempo y de generaciones). El terapeuta guía a
positivamente, ayudándole a encontrarse más la cliente por un escenario de la naturaleza, un
relajada, manejar su dolor y enfermedad. En la bosque, donde debía contemplar el paso de las
sesión explicó que, en ocasiones, se veía como estaciones. Posteriormente, también se recreó
una mala persona y eso le hacía sentir odio y un escenario de playa, explicándole cómo se
furia que le llevaba a centrarse en el lado nega- formó con el paso del tiempo, tras miles de
tivo de las cosas; aunque reconocía también que años, y cómo cientos de generaciones en el
se estaba sintiendo más calmada y, en base al pasado habían disfrutado de esas playas, y, sin
trabajo con hipnosis, comenzó a mirar las cosas duda, seguirían haciéndolo otras nuevas gene-
desde otra perspectiva. raciones en el futuro. Se sugirió que los peces
En ésta sesión se indujo a la paciente a via- y aves migratorias encontrarían en esa playa año
jar mentalmente a tranquilos parajes naturales, tras año su lugar de destino, guiados por un
sugestionándola para recordar nuevamente la conocimiento interno sin nada más que hacer
imagen del río, así como desviar parte del dolor que dejarse llevar por lo que saben. Por otra
por una vía paralela que no lo conducía a lugar parte, se aludió al crecimiento de los árboles,
alguno. También se presentó la metáfora que estación tras estación; concluyendo que todo
perseguía establecer una analogía entre la acu- tiene un orden y es agradable confiar en dicho
mulación del dolor y la acumulación del agua orden, puesto que todo ha venido funcionando
en un embalse para luego abrir unas compuertas así y sin duda continuará funcionando de esa
y liberarla progresivamente. manera.
Resulta muy útil en todo el proceso de hip- En la quinta entrevista se reforzando consig-
nosis preguntar a los pacientes qué es lo que nas hipnóticas anteriores y se fortaleciendo los
ayuda y lo qué interfiere con la consecución de sentimientos de bienestar y analgesia, median-
los objetivos terapéuticos. En este caso, la pa- te metáforas que sugieren a la paciente su in-
ciente comentó que le ayudaba el sentir su res- mersión en aguas medicinales y curativas, des-
piración, la percibía como «ir quitando el ner- cribiendo un estanque en medio de un bosque.
viosismo», también le ayudaba la palabra Se le proporcionan minuciosos detalles acerca
«tranquila» y el poder viajar mentalmente a un de las propiedades de esa agua, por ejemplo:
paisaje de su elección. «Renovadora, restauradora del organismo... El
agua que limpia el cuerpo y lo purifica… Con
un fluido lubrificante que se introduce entre los
De la cuarta a la séptima sesión de tratamiento huesos y los cartílagos,…». De hecho, una de
las palabras que la paciente continuó repitién-
A partir de la cuarta sesión de tratamiento dose más adelante a sí misma cuando se daba
psicológico se consolidaron los aspectos más las autosugestiones, era la palabra «purificar».

Revista de Psicopatología y Psicología Clínica 2012, Vol. 17 (1), 57-73 © Asociación Española de Psicología Clínica y Psicopatología
Manejo del dolor articular mediante hipnosis 67

En la sexta sesión además de chequear lo los enfermedad, la encontraron de mejor de salud


logros alcanzados, de evaluar el estado emocio- y humor. Además, se aprovechó la entrevista
nal y reforzar todo lo anterior, también se le para aplicar nuevamente las pruebas psicológi-
proporcionaron sugestiones hipnóticas acerca cas (BDI y STAI/E).
de autohipnotizarse en el futuro. En la última Seis meses más tarde se estableció nuevo
sesión terapéutica, la séptima, debido a los sen- seguimiento telefónicamente, informando la
timientos de culpa que todavía albergaba por no paciente que los los resultados obtenidos a lo
haber podido ayudar a su madre en los momen- largo de todo el proceso terapéutico se mante-
tos que más la necesitaba, se procedió a realizar nían y se habían generalizado a otras áreas de
una reestructuración cognitiva. De este modo, su vida.
se le ayudó a entender que era probable que la
culpa todavía estuviese repercutiendo en su
estado de ánimo y, por esa razón, a través del RESULTADOS
diálogo socrático se le hizo valorar si habría
podido ayudar más a su madre de lo que lo hizo, En el transcurso del tratamiento la paciente
poniendo el acento sobre la premisa que difícil- comenzó a estar más activa. Se animó a pasear
mente podría haber hecho más por ella en aquel en bicicleta, acudió a las concentraciones de
momento, puesto que ella misma también esta- motos con su marido, fue de vacaciones, regre-
ba luchando con su propia enfermedad sin tener só a su puesto de trabajo y, además, encontró
un diagnóstico claro ni conocimiento de lo que fuerzas para ocuparse de su madre cuando es-
realmente le sucedía. Igualmente se le ayudó a taba en una etapa de exacerbación de la sinto-
entender que, probablemente, incluso hubiese matología de AR. Aunque algunos días notaba
dado más de lo que era aconsejable dadas las dolor, sobre todo en los cambios de tiempo, éste
circunstancias. En todo caso, lo que realmente era de menor intensidad y conseguía manejarlo
importaba era lo que podía hacer en el momen- distrayéndose y relajándose. A diferencia de lo
to presente por ella y por su madre. Luego se que sucedía anteriormente, por las mañanas se
trabajó con sugestiones hipnóticas para auto- encontraba mejor al levantarse; las manos esta-
hipnotizarse y cuando se tuvo la seguridad que ban agarrotadas pero ya no tenía la misma sen-
manejaba la situación autoinduciéndose en la sación de rigidez de antes. Además, había con-
experiencia hipnótica y era capaz de elaborar seguido no darle tanta importancia a ese
su propio discurso y que las analogías funcio- malestar y se había adaptado mejor a la patolo-
naban, se procedió a darle el alta. gía reumática.
La inspección visual de la evolución de la
intensidad del dolor, tanto de la medida obteni-
Seguimiento da diariamente a través del autorregistro y me-
diante la medida pre- y post-sesión, permite
La primera cita de seguimiento se realizó a observar la importante caída a lo largo de todo
los dos meses de la última sesión de tratamien- el proceso terapéutico (ver Figuras 1 y 2).
to. Se contactó con la paciente telefónicamente Adicionalmente, al finalizar el tratamiento,
para recordarle 10 días antes la cita, y se apro- también disminuyeron de manera clínicamente
vechó para solicitar que durante la semana pre- significativa los niveles de ansiedad y depre-
via a la cita registrase la intensidad del dolor sión. Las puntuaciones obtenidas en la fase
articular. En la entrevista de seguimiento no se pretratamiento reflejaban una depresión mode-
realizó ningún procedimiento terapéutico, úni- rada (puntuación directa en el BDI de 19) y un
camente nos centramos en sus logros y en los nivel elevado de ansiedad estado (puntuación
objetivos terapéuticos que se mantenían. Fue centil en el STAI/E de 75). A medida que se fue
importante para la paciente, después de tanto aplicando el tratamiento hipnótico las puntua-
tiempo de baja laboral regresar al puesto de ciones del estado de ánimo bajaron de forma
trabajo donde algunos de sus compañeros más muy importante al finalizar el tratamiento (pun-
allegados y que conocían el diagnóstico de su tuación directa de 7 en el BDI) y todavía siguie-

© Asociación Española de Psicología Clínica y Psicopatología Revista de Psicopatología y Psicología Clínica 2012, Vol. 17 (1), 57-73
68 José A. Pérez, Juan C. Fernández, Berta Fernández y Monserrat Durán

Figura 1. Evolución de la intensidad del dolor, medida mediante registros diarios y promediada semanalmente, a lo largo
de las diferentes fases del proceso terapéutico. Puntuaciones directas que oscilan entre 1 («dolor muy leve») y 10 («dolor
sumamente intenso, insoportable»).

Figura 2. Evolución de la intensidad del dolor, medido con la Escala de Intensidad del Dolor, a lo largo de las diferentes
sesiones antes y después de hipnotizar a la cliente. Puntuaciones directas que oscilan entre 0 y 10, donde 0 significa
«ningún dolor y 10 «dolor sumamente intenso, insoportable».

Revista de Psicopatología y Psicología Clínica 2012, Vol. 17 (1), 57-73 © Asociación Española de Psicología Clínica y Psicopatología
Manejo del dolor articular mediante hipnosis 69

ron bajando más en la fase de seguimiento (pun- bilidad sólo se beneficiarían del componente
tuación directa de 4). Otro tanto puede decirse asociado a la relajación que les llevaría a redu-
de la ansiedad (percentil en el STAI/E de 23 al cir la incomodidad que acompaña al dolor
finalizar el tratamiento), si bien es cierto que las (Crawford, Knebel, Vendemia, Horton y Lamas,
puntuaciones se incrementaron ligeramente en 1999).
la fase de seguimiento (puntuación percentil de En el caso expuesto en este estudio, atendi-
30), pero dicho incremento no era clínicamente mos a una paciente con dolor crónico provoca-
significativo y entraba dentro de una tendencia do por una AR, enfermedad reumática que cur-
de evolución favorable. sa con dolor debido a la inflamación de las
Por tanto, la disminución en dolor permitió articulaciones. El procedimiento utilizado fue
la realización de actividades que había abando- la analgesia hipnótica mediante el empleo de
nado y la mejoría paralela en el estado de áni- metáforas e imágenes mentales en el contexto
mo. Aunque nuestro objetivo terapéutico se de un clima de seguridad y confianza donde se
centraba principalmente en el manejo del dolor sintiese relajada. El objetivo consistía en libe-
articular (demanda de la paciente), la emocio- rarla del dolor o cuando menos reducirlo a un
nalidad negativa, derivada de las consecuencias punto que le resultase tolerable y le permitiese
y limitaciones que ocasionaba el dolor, también tener mayor calidad de vida. El hecho de ir al-
se vio claramente modificada. canzando los objetivos terapéuticos la embarcó
en una serie de actividades que había abando-
nado y, adicionalmente, su estado emocional
DISCUSIÓN Y CONCLUSIONES general también mejoró aunque no se hizo nin-
gún tratamiento específico. Probablemente los
Existen objeciones acerca de la eficacia de niveles de ansiedad disminuyeron debido a la
la hipnosis, aunque una parte de dichas obje- importante cantidad de sugestiones orientadas
ciones derivan de las discrepancias encontradas a la relajación, mientras que la mejora en de-
entre los informes de carácter clínico y experi- presión vino de la mano de la comprobación
mental, ya que los pacientes que acuden a un que podía volver a realizar muchas de las acti-
contexto clínico difieren en motivación a los vidades que había abandonado y disfrutar de las
participantes voluntarios en un experimento mismas, sin centrase en dolor. Estos resultados
(González y Miguel, 1994). Podríamos decir concuerdan con la evidencia empírica existente
que en un contexto clínico los pacientes suelen al respecto y que permite concluir que la hip-
venir si no altamente motivados cuando menos nosis es un procedimiento terapéutico de alta
razonablemente más motivados que los partici- eficacia en los trastornos de ansiedad y proba-
pantes de los estudios experimentales de labo- blemente eficaz —como coadyuvante— en la
ratorio. Por lo demás, la hipnosis es un proce- depresión (Alladin y Alibhai, 2007; Schoem-
dimiento bien establecido y su eficacia está berger, 2000; Van Dyck y Spinhoven, 1997). En
empíricamente bien demostrada en el tratamien- la misma línea, los resultados también concuer-
to del dolor, tanto para los casos de dolor cró- dan con los de Jensen y su equipo (Jensen et al.,
nico como agudo (véase, por ejemplo, Ham- 2006) quien concluye que la hipnosis no sólo
mond, 2007; Lynn, Kirsch, Barabasz, Cardeña es un tratamiento de utilidad en pacientes con
y Patterson, 2000; Montgomery, DuHamel y dolor crónico sino que ha demostrado eficacia
Reed, 2000). La investigación también apunta en la reducción de la emocionalidad negativa.
a la correlación positiva entre altas puntuacio- Esto puede explicarse por la atención que se
nes en pruebas estandarizadas de hipnotizabili- prestó a factores contextuales, cognitivos y con-
dad y el grado de reducción del dolor a través ductuales así como a la habilidad para influir
de las sugestiones hipnóticas de analgesia. Es sobre el estado de la mente. Es esperable que
decir, las personas «altas» en hipnotizabilidad cuando se trabajan conjuntamente dichos fac-
son las que más se pueden beneficiar de este tores los pacientes obtengan más beneficios, ya
tratamiento (como en el caso que aquí presen- que interrelacionan entre sí constantemente. Y
tamos), mientras que las «bajas» en hipnotiza- así, encontramos que factores medioambienta-

© Asociación Española de Psicología Clínica y Psicopatología Revista de Psicopatología y Psicología Clínica 2012, Vol. 17 (1), 57-73
70 José A. Pérez, Juan C. Fernández, Berta Fernández y Monserrat Durán

les pueden influir sobre el estado de la mente procesos de atención-desatención asociados a


(asociado a una mayor responsividad a las su- la región frontal anterior del cerebro y sistemas
gestiones, sentimiento de relajación física y corticales posteriores (Crawford et al., 1999;
emocional, y un incremento en la tolerancia del Gruzelier, 1999). Aunque existen variedad de
dolor y sufrimiento), el contenido cognitivo y teorías explicativas acerca de los mecanismos
la conducta. Además, ciertos estados de la men- subyacentes del funcionamiento de la hipnosis
te, particularmente los que tienen que ver con (aunque ninguna concluyente), la hipnosis es
el control ejecutivo y disociación pueden oca- un procedimiento terapéutico valioso en una
sionar una emocionalidad positiva y aumentar variedad de trastornos tanto psicológicos como
la eficacia de los factores psicosociales contri- médicos. La mayoría de esas teorías hacen re-
buyendo a una mejora del tratamiento (Jensen, ferencia a la eficacia de la hipnosis en virtud de
2011). los efectos psicológicos que se le presumen (ya
Tal como hemos señalado en otro lugar, la sea mediante el desempeño de un rol, una ex-
intervención utilizada consistió principalmente pectativa de respuesta, las fantasías dirigidas a
en la analgesia hipnótica a través del empleo de un objetivo o un set de respuestas automáticas).
metáforas. Por ejemplo, la analogía de la des- Por su parte, Irving Kirsch concibe a la hipnosis
viación del curso de un río mediante la cons- como un placebo (Kirsch, 1978), mientras que
trucción de un canal paralelo. Se transmitió a Shapiro va más allá al señalar que la hipnosis
la paciente la idea que podemos desviar parte es un placebo que funciona debido a un efecto
del dolor percibido por rutas sensoriales para- «inespecífico», ya sea porque el mecanismo que
lelas al punto de desembocar en una vía sin produce el efecto es inespecífico o porque el
salida y, por lo tanto, no llegar a ser percibido efecto en sí mismo es inespecífico (Shapiro,
por el cerebro. Es decir, se utilizaron metáforas 1960, 1971); aunque en hipnosis esta no espe-
que tenían como objetivo reducir o eliminar la cificidad se circunscribe al mecanismo de fun-
percepción del dolor por medio de la distrac- cionamiento puesto que las diferentes interven-
ción, redefinición y disociación. Lo interesante ciones hipnóticas producen diferentes resultados
de la hipnosis es que si las sugestiones son terapéuticos. De esta manera, parece que una
aceptadas por el paciente, bien porque no tiene sugestión específica destinada a producir una
conocimientos sobre fisiología y el correlato le analgesia produce una analgesia, una sugestión
parece auténtico, o bien porque entiende la in- orientada a la relajación produce relajación y
exactitud de la metáfora y, no obstante, la en- no un estado de excitación y cuando se trata de
cuentra interesante, efectivamente se favorecen provocar una amnesia terapéutica es posible que
los cambios en la percepción del dolor. no se recuerden partes de la sesión; por tanto,
Hasta cierto punto, quizá sean los procesos sus efectos son muy específicos.
de imaginación y las expectativas, en la vertien- Sin embargo, en nuestro caso hemos conse-
te de la teoría de expectativa de respuesta guido beneficiarnos de algunas contrariedades
(Kirsch, 1985 y 1989), las variables indisocia- que han surgido a lo largo de la terapia hipnó-
bles que determinan conjuntamente la creación tica, como es el incidente acaecido en la segun-
de una realidad subjetiva, con sus correlatos da sesión, donde la cliente evocó de manera
fisiológicos y conductuales (Jara y Martínez, muy vívida determinados eventos de su pasado.
1999), que favorece la analgesia. En realidad, No sabemos hasta qué punto la maniobra reali-
esto no es tan inusual porque la mayoría hemos zada por el terapeuta en esa situación inespera-
tenido la experiencia de un fuerte dolor de ca- da haya podido influir en los resultados. Quizás,
beza que se desvanece escuchando una buena pudo servir para que confiase en la hipnosis
historia o viendo una película interesante; la como una herramienta realmente potente y efi-
hipnosis permite acceder a esa capacidad de caz, al facilitarle una fuerte descarga emocional.
forma voluntaria. Además, la analgesia hipnó- Sea como fuere, procurábamos ser específicos
tica es un proceso inhibitorio activo que impli- en el tratamiento (reducir o eliminar el dolor
ca a varios sistemas cerebrales nociceptivos, articular) y este acontecimiento nos apartó del
atencionales e inhibitorios, relacionado con guión. La paciente trajo ciertos recuerdos sobre

Revista de Psicopatología y Psicología Clínica 2012, Vol. 17 (1), 57-73 © Asociación Española de Psicología Clínica y Psicopatología
Manejo del dolor articular mediante hipnosis 71

su abuela a la memoria, sintió deseos de llorar nuestros resultados, comparando la utilidad del
y se le dio permiso para hacerlo. Luego el tra- tipo de metáforas que aquí se han empleado.
tamiento resultó más fácil y cómodo, se dejó Además, tal y como sugieren Dillworth y Jen-
guiar por el patrón establecido con el resultado sen (2010), sería de gran relevancia valorar la
de una ganancia terapéutica. En todo momento, utilidad de las sugestiones específicas de anal-
se le dio competencia a la paciente aduciendo gesia con las sugestiones de analgesia no espe-
que sería su mente la que le enseñaría mejor cífica en pacientes con dolor provocado por AR.
cómo hacer un buen trabajo. También connota- Por ejemplo, sugestiones elaboradas, ricas en
mos positivamente el hecho de sentir deseos de detalles, evocadoras y valorar si son mejores
llorar, para reafirmarla y evitarle cualquier tipo que las sugestiones más directas y simples. Y
de experiencia aversiva o desagradable con la también estudiar para qué tipo de pacientes (si
hipnosis. se trata de personas a las que les gusta la com-
Se trata, en definitiva, de encontrar un trata- plejidad o la sencillez) y si para determinado
miento «a medida», flexibilizando la participa- tipo de problemas funcionan mejor cierto tipo
ción del terapeuta en función de las necesidades de sugestiones. Se trata, en definitiva, de elabo-
de los pacientes, de acuerdo con el ideal de rar una posible «guía» de sugestiones bien es-
especificidad terapéutica de Paul (1967, citado tablecidas que puedan estar al servicio de los
por Toksoz y Karasu, 1986) quien nos recuerda clínicos que se valen de la hipnosis en su traba-
«qué tratamiento, aplicado por quién, es más jo terapéutico.
efectivo para un individuo en particular con un
problema específico, y bajo qué conjunto de
circunstancias» (p. 688). En la misma línea, REFERENCIAS
Lazarus aconseja que «es importante para el
terapeuta modificar su participación en el pro- Alladin A., y Alibhai A. (2007). Cognitive hypnotherapy
for depression: an empirical investigation. Internatio-
ceso terapéutico con el fin de ofrecer la forma
nal Journal of Clinical and Experimental Hypnosis,
más apropiada de tratamiento para el cliente en 55, 147-166.
contraposición a la situación donde el terapeu- Americam Psychiatric Association (2000). Diagnostic and
ta encaja a la persona en el tratamiento» (Laza- statistical manual of mental disorders (4th edition. Text
rus, 1993, p. 405). El terapeuta se adopto y la revision). Washington, DC: APA.
motivación de nuestra paciente para el trata- Barber J. (1995). Hypnosis and suggestion in the treatment
miento se mantuvo elevada y con buena res- of pain. New York: Norton.
puesta a las sugestiones. Una vez aprendida la Barber T.X., y Wilson S.C. (1978). The Barber Suggesti-
técnica pudo continuar ella misma; de hecho, bility Scale and the Creative Imagination Scale: Expe-
en el seguimiento se comprobó que las mejorías rimental and clinical applications. American Journal
of Clinical Hypnosis, 21, 84-108.
se mantenían. Desafortunadamente no fue po-
Beck, A.T., Steer, R.A., y Carbin, M.G. (1988). Psycho-
sible localizarla para realizar el seguimiento un metric properties of the Beck Depression Inventory.
año después de haber finalizado el tratamiento. Twenty-five years of evaluation. Clinical Psychology
Consideramos que un punto fuerte de nues- Review, 8, 77-100.
tro estudio es el registro exhaustivo que se hace Bermúdez, J. (1978a). La ansiedad y el rendimiento. Re-
del dolor, tanto en cada una de las sesiones de vista de Psicología General y Aplicada, 151, 183-207.
la terapia como en el hogar. Además, conside- Bermúdez, J. (1978b). Análisis funcional de la ansie-
ramos que la aportación de transcripciones li- dad. Revista de Psicología General y Aplicada,
terales —gracias a la grabación en vídeo de 153, 617-634.
cada una de las sesiones— enriquece e ilustra Beyebach, M. (1995). Uso de metáforas en terapia familiar
(pp.57-75), en J. Navarro y M. Beyebach (Eds.), Avan-
de forma minuciosa el quehacer del clínico a lo
ces en Terapia Familiar. Barcelona: Paidós.
largo de todo el proceso terapéutico. Burns, G.W. (2003). El empleo de metáforas en psicotea-
Finalmente, nos gustaría señalar que futuros pia. 101 Historias curativas. Barcelona: Masson (Orig.
trabajos debieran diseñar una investigación ex- 2001).
perimental que permita, por un lado, superar las Capafons A. (1998). Hipnosis clínica: Una visión cogni-
carencias de este estudio de caso y confirmar tivo-comportamental. Papeles del psicólogo, 69, 71-88.

© Asociación Española de Psicología Clínica y Psicopatología Revista de Psicopatología y Psicología Clínica 2012, Vol. 17 (1), 57-73
72 José A. Pérez, Juan C. Fernández, Berta Fernández y Monserrat Durán

Conde, V., Esteban, T., y Useros, E. (1976). Revisión Harris, E. (2005). Clinical features of rheumatoid arthritis
crítica de la adaptación castellana del cuestionario de (pp. 1043-1078), en W. Kelley (Ed.), Kelley´s textbook
Beck. Revista de Psicología General y Aplicada, 31, of rheumatology (7.ª Ed.). Philadelphia: W.B. Saun-
469-497. ders.
Coscollá, A., Caro, I., Calvo, I., y López, B. (2008). Esta- Hawkins, P. (1998). Introducción a la hipnosis clínica.
do psicológico de los adolescentes con enfermedades Una perspectiva humanista. Valencia: Promolibro.
reumáticas: Una primera aproximación. Revista de Horton, J.R., y Mitzdorf, U. (1994). Clinical hypnosis in
Psicopatología y Psicología Clínica, 13, 97-109. the treatment of rheumatoid arthritis. Psychologische
Crawford, H.J., Knebel, D.T., Vendemia, J.M., Horton, J.E., Beitrage, 1-2, 205-212.
y Lamas, J.R. (1999). La naturaleza de la analgesia Horton, J.R., Mitzdorf, U., y Melchart, D. (2000). The
hipnótica: Bases y evidencias neurofisiológicas. Anales effect of hypnosis therapy on the symptoms and disea-
de Psicología, 15, 133-146. se activity in rheumatoid arthritis. Psychology &
Dillworth, T., y Jensen, M.P. (2010). The Role of Sugges- Health, 6, 1089-1104.
tions in hipnosis for Chronic pain: A review of the li- Jara, P., y Martínez, F. (1999). Hipnosis, hipnotizabilidad
terature. The Open Pain Journal, 3, 39-51. y expectativas de respuesta: Una revisión crítica. Ana-
Dyckens, C., McGowan, L., Clarck, C.D., y Creed, F. . les de psicología, 15, 39-56.
(2002). Depression in rheumatoid arthritis: a systema- Jensen, M.P. (2011). Psychosocial approaches to pain
tic review of the literature with meta-analysis. Psycho- management: An organizational framework. Pain, 152,
somatic Medicine, 52-60. 717-725.
Elkins, G., Jensen, M.P., y Patterson, D.R. (2007). Hyp- Jensen, M.P., McArthur, K.D., Barber, J., Hanley, M.A.,
notherapy for the management of chronic pain. The Engel, J.M., Romano, J.M., Cardenas, D.D., Kraft,
International Journal of Clinical and Experimental G.H., Hofman, A.J., y Patterson, D.R. (2006). Satisfac-
Hypnosis, 55, 275-287. tion with, and the beneficial side effect of, hypnotic
Fernández, J.C., Vidal, J.A., y Fernández, B. (2000). Hip- analgesia. The International Journal of Clinical and
nosis clínica en un caso de enfermedad inflamatoria Experimental Hypnosis, 54, 432-447.
intestinal, 11, 59-80. Kirsch, I. (1978). The placebo effect and the cognitive-
García, J., Simón, M., Durán, M., Canceller, J. y Aneiros, behavioral revolution. Cognitive Therapy and Research,
F. (2006). Differential efficacy of a cognitive - beha- 2, 255-264.
vioral intervention versus pharmacological treatment Kirsch, I. (1985). Response expectancy as a determinant
in the management of fibromyalgic syndrome. Psycho- of experiencie and behavior. Americam Pychologist,
logy, Health and Medicine, 11, 498-506. 40, 1189-1202.
Gardner, G.C., y Gilliland, B.C. (2003). Artritis y otras Lazarus, A.A. (1993). Tailoring the therapeutic relations-
artropatías (pp. 609-627), en J. Loeser, S. Butler, C. hip, or being an authentic chameleon. Psychotherapy,
Chapman y D. Turk, Terapéutica del dolor. México: 30, 404-407.
McGraw-Hill. Lyddon, W., Clay, A., y Sparks, C. (2001). Metaphor and
González, H. (1987). Escala de Sugestionabilidad de change in counseling. Journal of Counselling and
Barber: traducción y adaptación al castellano. Versión Development, 79, 269-275.
experimental no publicada. Facultad de Psicología. Lynn, S.J., Kirsch, I., Barabasz, A., Cardeña, E., y Patter-
Universidad Complutense de Madrid. son, D. (2000). Hypnosis as an empirically supported
González, H., y Miguel, J.J. (1994). Datos experimentales clinical intervention: The state of the evidence and a
versus clínicos en la investigación sobre hipnosis. Psi- look to the future. International Journal of Clinical and
cothema, 6, 27-38. Experimental Hypnosis, 48, 239-259.
Gruzelier, J. (1999). Hypnosis from a neurobiological Martín, A.M., Vicente, P., Sánchez, M., Galindo, P., Mar-
perspective: A review of evidence and applications to tín, M., y Vicente, E. (2010). Depresión y calidad de
improve immune function. Anales de Psicología, 15, vida relacionada con la salud en pacientes con artro-
111-132. sis: diferencias de género. Revista de Psicopatología y
Haley, J. (1980). Terapia no convencional. Las técnicas Psicología Clínica, 15, 125-132.
psiquiátricas de Milton H. Erickson. Buenos Aires: McWilliams, L.A., Cox, B.J., y Enn, M.W. . (2003). Mood
Amorrortu Editores. and anxiety disorders associated with chronic pain: an
Hammond, D.C. (1990). Handbook of hypnotic sugges- examination in a nationally representative sample.
tions and metaphors. London: Norton. Pain, 106, 127-133.
Hammond, D.C. (2007). Review of the efficacy of clinical Moix, J. (2002). La hipnosis en el tratamiento del dolor.
hypnosis with headaches and migraines. International Revista de la Sociedad Esañola de Dolor, 9, 525-532.
Journal of Clinical and Experimental Hypnosis, 55, Moix, J. (2006). Las metáforas en la psicología cognitivo-
207-219. conductual. Papeles del Psicólogo, 27, 116-122.

Revista de Psicopatología y Psicología Clínica 2012, Vol. 17 (1), 57-73 © Asociación Española de Psicología Clínica y Psicopatología
Manejo del dolor articular mediante hipnosis 73

Montgomery, G.H., DuHamel, K.N., y Redd, W.H. (2000). Shapiro, A.K. (1971). Placebo effects in medicine, psy-
A meta-analysis of hipnotically induced analgesia: how chotherapy, and psychoanalysis, en A.E. Bergin y S.L.
effective is hypnosis? International Journal of Clinical Garfield (Eds.), Handbook of psychotherapy and be-
and Experimental Hypnosis, 48, 138-153. havior change. New York: Wiley.
Mosterín, J. (2003). La insuficiencia de los paradigmas Spielberger, C.D., Gorsuch, R.L., y Lushene, R. (1982).
metafóricos en psicología. Revista de la Asociación Manual del Cuestionario de Ansiedad Estado/Rasgo
Española de Neuropsiquiatría, 23, 89-104. (STAI). Madrid: TEA Ediciones.
Neira, F., y Ortega, J.L. (2006). Tratamiento del dolor en Strahl, C., Kleinknecht, K., y Dinnel, D. (2000). The role
la artritis reumatoide fundamentado en la medicina of pain, anxiety, coping and self-efficacy in rheumatoid
basada en la evidencia. Revista de la Sociedad Esaño- arthritis patient functioning. Behaviour Research and
la de Dolor, 8, 561-566. Therapy , 836-873.
Otto, M.W. (2000). Stories and metaphors in cognitive- Toksoz, B., y Karasu, M.D. (1986). The Specificity versus
behavior therapy. Cognitive and Behavioral Practice, nonspecificity dilemma: toward identifiying change
7, 166-172. Agents. The American Journal of Psychiatry, 143, 687-
Real Academia Española (2001). Diccionario de la lengua 695.
española (22.ª ed.). http://buscon.rae.es/draeI/ Tornero, J.; Piqueras, J. A.; Carballoa, L. F., y Vidal, J.
SrvltConsulta?TIPO_BUS=3&LEMA=met%E1fora. (2002). Epidemiología de la discapacidad laboral de-
Redondo, M.M., Miguel, J.J. y Pérez, M.A. (2007). El bida a las enfermedades reumáticas. Revista Española
papel del tiempo de evolución de la artritis reumatoide de Reumatología, 29, 373-384.
en las emociones negativas. Ansiedad y Estrés, 13, Van Dyck, R., y Spinhoven, P. (1997). Does preference for
141-151. type of treatment matter? A study of exposure in vivo
Redondo, M.M., León, L., Pérez, M.A., Jover, J.A., y with or without hypnosis in the treatment of panic di-
Abasolo, L. (2008). El dolor en los pacientes con ar- sorder with agoraphobia. Behavior Modification, 21,
tritis reumatoide: variables psicológicas relacionadas 172-186.
e intervención. Clínica y Salud, 19, 359-378. Villanueva, V.L., Valía, J.C., Cerdá, G., Monsalve, V., Ba-
Reid, G.J., Lang, B.A., y McGrath, P.J. (1997). Primary yona, M.J., y de Andrés, J. (2004). Fibromialgia: diag-
juvenile fibromyalgia. Arthritis y Rheumatism, 40, nóstico y tratamiento. El estado de la cuestión. Revista
752-760. de la Sociedad Española del Dolor, 11, 430-443.
Rodero, B., García-Campayo, J., Casanueva, B., y Buriel, von Weiss, R.T., Rapoff, M.A., Varni, J.W., Lindsley, C.B.,
Y. (2009). Tratamientos no farmacológicos en fibro- Olson, N.Y., Madson, K.L., y Bernstein, B.H. (2002).
mialgia. Revista de Psicopatología y Psicología Clíni- Daily hassles and social support as predictors of ad-
ca, 14, 137-151. justment in children with pediatric rheumatic disease.
Schoemberger, N.E. (2000). Research on hypnosis as an Journal of Pediatric Psychology, 27, 155-165.
adjunct to cognitive-behavioral psichotherapy. Inter- Wickramasekera, I.E. (1989). Clinical Behavioral Medi-
national Journal of Clinical and Experimental Hypno- cine. Some concepts and procedures. New York: Ple-
sis, 48, 154-169. num Press.
Shapiro, A.K. (1960). A contribution to a history of pla- Zeig, J. (1985). Un seminario didáctico con Milton Erick-
cebo effect. Behavioral Science, 5, 109-135. son. Buenos Aires: Amorrortu Editores.

© Asociación Española de Psicología Clínica y Psicopatología Revista de Psicopatología y Psicología Clínica 2012, Vol. 17 (1), 57-73

También podría gustarte