Durante el transcurso de los años el ser humano a través del descubrimiento y el desarrollo

adopta ciertos comportamientos que, según nosotros, nos ayudan a ser mejor persona o vivir de
una manera más organizada y respetuosa en la sociedad, a través de una conducta forjada en
valores y buenas costumbres, como por igual parte de la adopción de una cultura, hábitos, entre
otras cosas. También se encuentra la adopción de ciertos comportamientos y disciplinas como
son la ética y la moral.

- La Ética:
Desde el inicio de la historia de la humanidad hasta hoy en día, se nos presenta un complejo
escenario mundial, la globalización cada día se hace mas presente en la sociedad, al igual que la
explosión en las telecomunicaciones y los contrastes económicos, políticos y sociales. Aquí es
donde la ética se vuelve un objeto de reflexión para la humanidad logrando que tenga varias
perspectivas y resulte ser un tema inagotable.
La ética puede aplicarse desde la vida cotidiana como en el ámbito laboral. Se nos presenta como
la esencia y la particularidad de los seres humanos que residen en la racionalidad de sus actos y
que nos permiten distinguirnos de los demás. Durante los tiempos además de ser algo que se
adopta de creía (o aun se cree) que puede ser utilizada como una disciplina social ya que la ética
abarca la acción, el querer, el ser y el sentir de una emoción. La ética nos ha ayudado a forjar y a
orientar nuestra conducta, ya que es una suma de valores.
Es muy interesante como por igual muchos filósofos utilizan a la ética como base de sus
ideologías (Algunos con un ámbito negativo, otros de manera positiva, religiosa, etc.). Cabe
destacar que dentro de la filosofía se rige como una ciencia normativa, porque los actos que esta
menciona son actos voluntarios y libres, que nos ayudan a crear conciencia y conocer lo que es
bueno, lo que es correcto y lo que es justo.

- La Moral
La moral se origina en las costumbres o hábitos de comportamiento de una persona o grupo. Así
según nuestras costumbres y comportamientos, vamos construyendo nuestra manera de ser, la
moral tiene un papel importante con el “que hacerse” que se encuentra compuesto de actos,
hábitos, costumbres e incluso con proyectos, fines y normas o códigos que orientan de alguna
manera nuestra vida.
La historia y diversos filósofos han demostrado que, en el comportamiento humano, las
respuestas son inespecíficas. Los seres humanos, a diferencia del resto de animales, tenemos que
considerar la realidad antes de ejecutar un acto. Esto significa que nos movemos en el ámbito de
la posibilidad y de la libertad. Y, a través de la posibilidad y de la libertad, nos abrimos
necesariamente al ámbito de las preferencias, esto es, nos vemos forzados a elegir de entre todas
las posibilidades una, de acuerdo con un determinado sistema de preferencias. He aquí la
segunda dimensión de libertad: libertad no sólo de tener que responder al medio, sino también
libertad para preferir según nuestro propio proyecto de vida.
La conclusión es que la moral es constitutivamente humana. No se trata de un ideal, sino de una
forzosidad, de una necesidad que viene exigida por las propias estructuras psicobiológicas de los
seres humanos. En este sentido, la “moral como estructura” comprende tanto los
comportamientos "honestos" como los "deshonestos".