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Los enzimas son biomoléculas especializadas en la catálisis de las reacciones químicas que tienen
lugar en la célula. Son muy eficaces como catalizadores ya que son capaces de aumentar la
velocidad de las reacciones químicas mucho más que cualquier catalizador artificial conocido, y
además son altamente específicos ya que cada uno de ellos induce la transformación de un sólo
tipo de sustancia y no de otras que se puedan encontrar en el medio de reacción.
c) De unión o de fijación: Establecen enlaces débiles con el sustrato orientándolo para aproximar
la parte del mismo que ha de ser atacada por la enzima.
Estos dos últimos tipos de aminoácidos constituyen el centro activo de un enzima que,
generalmente, es una pequeña parte de enzima. Es el lugar del enzima donde encaja
específicamente el sustrato. Tiene una estructura tridimensional en forma de hueco,
generalmente hidrófoba y es donde actúan las cadenas laterales de los aminoácidos con poder
catalítico. El centro activo se une al sustrato y, si lo hay, a la coenzima.
El cofactor puede ser una molécula inorgánica, (iones metálicos como Fe, Cu, Zn, Mn, Mg…) o
puede ser una molécula orgánica. En este caso, si la unión a la apoenzima es covalente se
denomina grupo prostético y si no es covalente coenzima.
Cualquier reacción química se inicia con la rotura de ciertos enlaces entre los átomos que
constituyen las moléculas de los reactivos para formar, posteriormente, los nuevos enlaces que
originan las moléculas de los productos. Ese estado en el que los enlaces de los reactivos están
debilitados o rotos, aún no se han formado los nuevos, se conoce como estado de transición
o estado activado. Para alcanzar el estado de transición y, en definitiva, para que la reacción
química tenga lugar, es preciso comunicar a los reactivos cierta cantidad de energía,
denominada energía de activación. Esto ocurre tanto en las reacciones endotérmicas como en las
exotérmicas. en las llamadas reacciones espontáneas, la energía de activación es tan baja que se
obtiene de la propia energía cinética de las moléculas o incluso de la luz que incide en el lugar de
reacción. En las reacciones no espontáneas, sin embargo, esta energía es tan alta que no se
producen si no se aplica calor. La acción catalizadora de las enzimas consiste en rebajar la energía
de activación para llegar fácilmente al estado de transición y permitir que la reacción se lleve a
cabo. En definitiva, sin la presencia del catalizador no es posible alcanzar el estado de transición
espontáneamente, y con él, sí es posible. Las enzimas aceleran las reacciones disminuyendo la
energía de activación. Los catalizadores realizan su acción favoreciendo la aproximación de
moléculas de los reactivos, pero como no actúan como tales, no se consumen. Únicamente ayudan
a que se produzca la reacción. Todas las reacciones metabólicas (salvo alguna excepción) son
reacciones catalizadas por enzimas. Cuando un sustrato se encuentra con la enzima
correspondiente, la reacción catalizada se produce en tres etapas:
Las enzimas se clasifican en los siguientes grupos según el tipo de reacción química que catalizan:
Reductasas de óxido: Este tipo de enzimas catalizan la transferencia de electrones de un
compuesto a otro. Casi siempre los electrones van acompañados de protones. Reacciones de
oxidación-reducción o transferencia de electrones. Ejemplo: deshidrogenasas y oxidasas.
Hidrolasas: Como su nombre lo dice, estas enzimas catalizan reacciones de hidrólisis. Reacciones
de hidrólisis del enlace covalente. Ejemplo: peptidasas.
Liases: Las enzimas de este tipo agregan (o sustraen), grupos químicos a dobles ligaduras. Acciones
de ruptura de enlaces covalentes y eliminación de moléculas de agua, amoníaco y dióxido de
carbono. Ejemplo: deshidratados y descarboxilasas.
Isomerasas: Estas enzimas transforman un compuesto en alguno de sus isómeros. (Recuerde que
los isómeros son compuestos que tienen los mismos átomos, pero diferente arreglo en el espacio).
Reacciones de Inter conversión entre isómeros ópticos o geométricos. Ejemplo: epimerasas.
Ligasas: Estas enzimas forman uniones covalentes entre dos compuestos, la reacción es
endergónica y requieren de la ruptura de moléculas de ATP que proporcionen energía. Reacciones
de formación de nuevas moléculas a partir del enlace entre dos preexistentes. Ejemplo: sintetasas.
Diferentes factores ambientales pueden afectar a la actividad enzimática.
La mayoría de los enzimas presentan un pH óptimo para el cual su actividad es máxima; por
encima o por debajo de ese pH la actividad disminuye bruscamente. Este efecto se debe a que, al
ser los enzimas de naturaleza proteica, al igual que otras proteínas, se desnaturalizan y pierden su
actividad si el pH varía más allá de unos límites estrechos. De ahí la conocida importancia biológica
de los sistemas tampón. En la mayor parte de los casos el pH óptimo está próximo a la neutralidad,
en consonancia con el pH intracelular, pero existen enzimas con pH óptimo muy diverso según sea
el pH del medio en el que habitualmente actúan (los enzimas proteolíticos del jugo gástrico tienen
pHs óptimos próximos a 2 ya que este es el pH de dicho jugo). Por último, existen algunos enzimas
a los que el pH no afecta en absoluto.
EFECTO DE LA TEMPERATURA.
Al igual que ocurre con la mayoría de las reacciones químicas, la velocidad de las reacciones
catalizadas por enzimas se incrementa con la temperatura. La variación de la actividad enzimática
con la temperatura es diferente de unos enzimas a otros en función de la barrera de energía de
activación de la reacción catalizada. Sin embargo, a diferencia de lo que ocurre en otras
reacciones químicas, en las reacciones catalizadas por enzimas se produce un brusco descenso de
la actividad cuando se alcanza una temperatura crítica. Este efecto no es más que un reflejo de la
desnaturalización térmica del enzima cuando se alcanza dicha temperatura. Si representamos
gráficamente la variación de la actividad de los enzimas en función de la temperatura) da la
impresión de que existe una temperatura "óptima" análoga al pH óptimo estudiado
anteriormente; hay que resaltar que esa aparente temperatura óptima no es más que el resultado
de dos procesos contrapuestos: 1) el incremento habitual de la velocidad de reacción con la
temperatura y 2) la desnaturalización térmica del enzima.
CONCENTRACIÓN DE SUSTRATO
INHIBIDORES
Son moléculas que impiden el normal funcionamiento de las enzimas o las inutilizan, ya que
disminuyen o anulan la actividad enzimática. Constituyen un mecanismo de control de las
reacciones metabólicas. La inhibición puede ser:
b) Inhibición reversible: No se inutiliza el centro activo, sino que impide temporalmente su normal
funcionamiento. No se une mediante enlaces covalentes. Puede ser de dos tipos: