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I
N
F
O
R
M
E
T
É
C
N
I
C
O
RESUMEN EJECUTIVO
El
equipo
APT
FIT
2000
-‐
Eye
Scanner,
desarrollado
por
PMI
INCORPORATED,
esta
dotado
de
una
tecnología
que
le
permite
medir
la
disminución
de
la
capacidad
de
alerta
en
seres
humanos.
La
funcionalidad
del
equipo
como
biosensor
tiene
la
siguiente
base
científica:
1.
La
disminución
de
la
capacidad
de
alerta
de
un
individuo
puede
ser
causada
por
diversas
condiciones,
entre
ellas:
agotamiento
físico,
falta
de
sueño,
ingesta
de
sustancias
tales
como
alcohol,
medicamentos,
drogas
ilegales
y
otras
sustancias
químicas
como
solventes
orgánicos.
2.
Es
posible
establecer
una
relación
causal
entre
las
condiciones
indicadas
en
el
punto
1
y
la
capacidad
de
alerta
de
las
personas,
particularmente
en
tareas
que
demandan
un
importante
grado
de
atención
y
precisión.
3.
El
equipo
APT
FIT
2000
-‐
Eye
Scanner,
ha
demostrado
que,
a
partir
de
un
examen
ocular,
puede
detectar
de
manera
efectiva
biomarcadores
relacionados
con
la
capacidad
de
alerta
y
reacción
de
las
personas.
Esta
capacidad
tiene
dos
fundamentos:
(1)
la
gran
sensibilidad
del
ojo
a
las
condiciones
señaladas
en
el
punto
1,
y
que
se
explican
por
su
rica
inervación
nerviosa
(simpática
y
parasimpática)
de
parte
del
sistema
nervioso
autónomo
(involuntario)
y
(2)
la
capacidad
técnica
del
equipo,
que
le
permite
detectar
biomarcadores
oculares
y
su
variación
en
el
tiempo,
comparándolos
con
una
línea
base
individual.
En
resumen,
el
equipo
APT
FIT
2000
puede
ser
considerado
un
instrumento
de
diagnóstico
temprano
del
estado
de
alerta
y
reacción
de
las
personas,
y
por
ello
sus
resultados
son
un
indicador
válido
de
detección
de
condiciones
de
alerta
disminuidas.
Raúl
Vinet,
PhD
Jefe
Laboratorio
de
Farmacología
Facultad
de
Farmacia
Universidad
de
Valparaíso-‐CHILE
Introducción
La
comunicación
entre
las
células
de
un
organismo
es
condición
indispensable
para
que
funcione
coordinadamente.
Se
realiza
a
través
de
tres
grandes
sistemas
o
medios:
el
sistema
nervioso,
el
sistema
hormonal
y
el
sistema
de
mediadores.
Cada
vez
son
más
borrosas
las
fronteras
entre
uno
y
otro,
por
cuanto
algunas
de
las
moléculas
químicas
que
protagonizan
esa
comunicación
pueden
encontrarse
indistintamente
en
cualquiera
de
ellos;
mediador,
hormona
o
neurotransmisor
son
términos
que
sólo
indican
el
tipo
de
célula
en
que
se
encuentra,
la
forma
en
que
es
liberado
y
el
tipo
de
camino
o
vía
que
ha
de
recorrer
para
actuar
sobre
la
célula
efectora.
El
sistema
nervioso
se
caracteriza
por
su
especial
capacidad
para
recibir
y
emitir
información.
La
neurona
recibe
información,
que
es
múltiple
en
calidad
y
dispersa
en
cuanto
a
las
áreas
de
donde
emana,
y
a
su
vez
la
emite
concentrando
sus
posibilidades
de
emisión
en
la
liberación
de
unas
pocas
moléculas
transmisoras
(neurotransmisores
con
o
sin
cotransmisores),
si
bien
mantiene
la
dispersión
en
cuanto
a
posibilidades
de
acceder
simultáneamente
a
diversas
áreas.
El
sistema
nervioso
autónomo
se
caracteriza
por
regular
integradamente
gran
número
de
funciones
viscerales
de
forma
autónoma,
sin
requerir
el
control
de
la
conciencia.
Su
actividad
se
transmite
por
los
nervios
periféricos
autónomos,
si
bien
está
sometida
a
fenómenos
de
control
e
integración
que
se
elaboran
principalmente
en
los
centros
nerviosos
dentro
del
sistema
nervioso
central
(SNC).
Estos
centros
especializados
en
el
control
de
la
actividad
autónoma
se
encuentran,
sin
embargo,
sometidos
a
influencias
múltiples
de
muy
diversas
áreas
o
núcleos
del
SNC.
FIGURA
1.
Representación
esquemática
del
sistema
nervioso
autónomo
(Goodman
and
Gilman,
2008).
Ambos
sistemas
poseen
también
abundantes
fibras
aferentes
que
recogen
la
sensibilidad
de
los
distintos
órganos.
La
mayoría
de
las
señales
sensoriales
viscerales
al
parecer
son
transmitidas
por
las
aferencias
del
simpático,
de
modo
particular
el
dolor
visceral,
mientras
que
las
del
parasimpático
recogen
aspectos
no
sensoriales
de
la
función
visceral
(p.
ej.,
quimiorrecepción
y
barorrecepción).
Las
aferencias
que
transmiten
la
estimulación
dolorosa
penetran
por
las
raíces
posteriores
y
conectan
con
neuronas
de
las
láminas
I
y
V
del
asta
posterior,
donde
convergen
con
aferencias
somáticas
y
dan
origen
al
dolor
referido.
Tabla 1. Respuestas del ojo a la estimulación del sistema nervioso simpático y parasimpático
En
la
Tabla
1
se
indican
las
principales
respuestas
del
ojo
a
la
estimulación
de
las
fibras
posganglionares
simpáticas
y
parasimpáticas.
El
músculo
radial
del
iris
se
contrae
(midriasis)
cuando
frente
a
estimulación
simpática,
fenómeno
mediado
por
receptores
α1-‐adrenérgicos,
mientras
que
el
músculo
del
esfínter
del
iris
se
contrae
(miosis)
mediante
acción
colinérgica,
respuesta
mediada
por
receptores
muscarínicos
(M3
y
M2).
El
músculo
ciliar
recibe
inervación
simpática
y
parasimpática;
su
relajación
para
acomodarse
a
la
visión
lejana
es
mediada
por
receptores
B2
adrenérgicos,
mientras
que
su
contracción
para
acomodarse
a
la
visión
cercana
es
mediada
por
receptores
colinérgicos
de
tipo
muscarínicos
(M3
y
M2).
La
secreción
de
lagrimas
es
mediada
por
ambos
sistemas,
con
predominancia
del
sistema
parasimpático.
La
aptitud
para
conducir
describe
la
capacidad
de
una
persona
para
conducir
con
seguridad
un
vehículo
en
un
momento
determinado.
Esto
se
refiere
a
la
condición
física
de
la
persona
que,
especialmente
en
términos
de
seguridad,
garantice
una
operación
óptima
del
vehículo
de
acuerdo
a
la
situación
y
las
regulaciones.
Las
normas
incluyen
instrucciones
sobre
las
pruebas
en
caso
de
sospecha
de
que
un
conductor
esté
bajo
la
influencia
de
alcohol
y/o
estupefacientes.
Esto
puede
ser
avalado
por
una
prueba
positiva
a
drogas.
Antes
de
tomar
una
muestra
de
sangre
es
importante
hallar
evidencias
que
sugieran
un
deterioro.
Aunque
una
función
intacta
de
la
pupila
no
siempre
se
correlaciona
con
una
buena
aptitud
para
conducir,
su
función
sigue
siendo
un
indicador
útil
para
evaluar
la
condición
neurológica.
Desde
la
introducción
de
la
pupilografía
infrarroja
de
reflejo
por
Matthes
en
1941
hoy
se
encuentra
disponible
la
tecnología
capaz
de
registrar
con
gran
precisión
la
secuencia
temporal
de
los
cambios
en
el
tamaño
de
la
pupila
con
el
reflejo
pupilar
a
la
luz
(PLR).
Existe
una
considerable
experiencia
en
pupilografía,
y
el
conocimiento
de
la
función
de
pupila
tiene
como
base
estudios
neurológicos,
oftalmológicos
y
farmacológicos
(Bergamin
y
Kardon,
2003;
Murillo
et
al,
2004;
Volpe
et
al.,
2000;
Wilhelm
y
Wilhelm,
2003;
Wilhelm,
2008).
Efecto de la deprivación de sueño sobre la reacción refleja de los ojos a la luz
Russo
et
al.
(2003)
evaluaron
los
efectos
de
la
deprivación
de
sueño,
sobre
la
función
motora
ocular
en
sujetos
normales,
con
el
propósito
de
evaluar
la
utilidad
del
seguimiento
oculomotor
como
señal
del
estado
de
alerta
necesaria
para
ejecutar
un
trabajo.
En
conclusión,
la
investigación
muestra
una
relación
entre
las
medidas
de
privación
de
sueño
y
la
medición
oculomotora,
y
sugiere
su
utilidad
para
determinar
el
desempeño
operativo
de
individuos
en
condiciones
de
sueño
restringido.
Efecto de cocaína sobre la reacción refleja de los ojos a la luz
El
efecto
de
la
cocaína
sobre
la
pupila
de
un
individuo
es
un
fenómeno
bien
conocido
(REF).
Las
alteraciones
provocadas
por
cocaína
pueden
ser
detectadas
mediante
cambios
significativos
en
la
reacción
de
la
pupila
a
la
luz.
El
National
Institutes
of
Health’s
Addiction
Research
Center
(ARC)
de
la
Johns
Hopkins
University,
ha
utilizado
la
tecnología
FIT
para
estudiar
el
efecto
de
la
cocaína
en
la
reacción
del
ojo
a
la
luz.
Mediante
la
tecnología
FIT
se
midió
la
reacción
del
ojo
a
la
luz
en
una
serie
de
pruebas
controladas.
Se
compararon
los
resultados
obtenidos
con
la
tecnología
FIT,
en
sujetos
antes
y
después
de
ser
sometidos
a
una
inyección
intravenosa
de
40
mg
de
cocaína.
Como
lo
indica
la
Figura
2,
poco
después
de
la
administración
de
cocaína,
los
sujetos
mostraron
una
dilatación
significativa
de
la
pupila
en
comparación
con
el
control.
Este
resultado
es
corroborado
por
los
efectos
descritos
en
la
literatura
científica
más
amplia
sobre
la
cocaína
(Rosse
et
al,
1995).
FIGURA 2. Diámetro pupilar en respuesta a la administración de cocaína.
La
investigación
también
consideró
una
dosis
inferior
de
cocaína
(25
mg)
y
un
placebo
(0
mg).
La
tecnología
FIT
utiliza
un
"Índice
de
Ajuste"
(corrección
para
las
variaciones
en
medidas
no
pareadas)
de
manera
de
establecer
un
umbral
en
la
detección
drogas.
FIGURA 3. Variación del Índice Medio en el tiempo, en respuesta a la administración de cocaína.
Tal
como
lo
indica
la
Figura
3,
el
efecto
de
cocaína
es
dependiente
de
la
dosis.
Es
así
como
la
respuesta
a
40
mg
de
cocaína
es
claramente
evidente,
aún
luego
de
una
hora
y
media
de
su
administración.
Debido
a
que
el
efecto
de
la
cocaína
en
el
ojo
es
ampliamente
aceptado,
el
programa
Drug
Recognition
Expert
(DRE)
del
gobierno
federal
de
USA
utiliza
ciertas
mediciones
en
el
ojo
para
evaluar
el
consumo
de
drogas.
De
hecho,
una
versión
anterior
de
la
tecnología
de
PMI
se
utilizó
para
ayudar
a
validar
estas
medidas
DRE.
Al
igual
que
loa
exámenes
del
DRE,
las
mediciones
con
la
tecnología
FIT
no
son
concluyente
probar
el
uso
de
drogas,
sin
embargo,
constituye
una
información
útil
para
evaluar
la
necesidad
de
realizar
pruebas
adicionales.
Efecto del alcohol sobre la reacción refleja de los ojos a la luz
El
efecto
del
alcohol
sobre
el
sistema
nervioso,
entre
otras
cosas,
produce
cambios
significativos
en
la
forma
como
el
ojo
reacciona
frente
la
luz.
Un
ejemplo
común
es
como
el
sol
produce
un
reflejo
molesto
durante
una
resaca.
Varios
estudios
controlados
han
examinado
el
efecto
del
alcohol
en
las
mediciones
con
la
tecnología
FIT.
En
el
Vermont
Alcohol
Research
Center
(USA)
los
sujetos
recibieron
una
de
tres
dosis
de
alcohol.
Las
dosis,
fueron
consumidas
en
un
período
de
veinte
minutos,
y
se
calcularon
para
que
se
alcanzara
las
siguientes
concentración
máxima
de
alcohol
en
sangre
(Blood
Alcohol
Concentration;
BAC):
0
(placebo),
0.050%
o
0.100%.
La
tasa
real
de
alcoholemia
se
midió
utilizando
un
instrumento
de
pruebas
de
aliento
inmediatamente
antes
de
cada
prueba
de
ajuste.
FIGURA 4. Probabilidad de Detección de alcohol versus concentración de alcohol en sangre.
En
una
compañía
minera
australiana
de
gran
tamaño,
se
reclutó
un
grupo
de
mineros
voluntarios
para
participar
en
el
estudio
de
la
propia
empresa,
con
el
propósito
de
establecer
la
correlación
de
las
mediciones
de
la
tecnología
FIT
con
BAC.
Los
sujetos
bebieron
rondas
consecutivas
de
alcohol
para
conseguir
estados
de
embriaguez
progresivos.
Entre
cada
ronda,
a
los
sujetos
se
les
realizó
una
alcoholemia
y
la
prueba
de
ajuste.
Los
resultados
fueron
similares
a
los
del
estudio
del
Vermont
Alcohol
Research
Center.
Tal
como
muestra
la
Figura
5,
cuando
el
BAC
se
eleva
a
0,10%,
existe
una
creciente
probabilidad
de
que
las
mediciones
con
la
tecnología
FIT
superen
el
umbral
que
identifica
alto
riesgo
de
deterioro.
Como
indican
los
gráficos,
a
mayor
tasa
de
alcoholemia,
mayor
será
la
posibilidad
de
que
la
tecnología
FIT
identifique
a
un
individuo
con
alto
riesgo
de
deterioro.
BAC
mide
la
cantidad
de
alcohol
en
el
torrente
sanguíneo;
FIT
mide
el
efecto
del
alcohol
en
el
sistema
nervioso.
Esta
explicación
sugiere
que
la
tecnología
FIT
puede
realizar
una
medición
adecuada
de
embriaguez.
FIGURA 5. Probabilidad de Detección de alcohol versus concentración de alcohol en sangre.
Efecto de marihuana sobre la reacción refleja de los ojos a la luz
La
marihuana
ha
sido
reconocida
por
afectar
la
reacción
del
ojo
a
la
luz.
Cuando
un
individuo
se
ve
afectado
por
la
marihuana,
se
producen
cambios
en
la
amplitud
de
la
constricción
pupilar
y,
en
menor
medida,
en
el
diámetro
de
la
pupila.
Al
identificar
cambios
significativos
en
estas
mediciones,
la
tecnología
FIT
es
capaz
de
detectar
deterioro
producido
por
marihuana.
The
National
Insitutes
of
Health’s
Addiction
Research
Center
(ARC)
de
la
Johns
Hopkins
University,
se
utilizó
la
tecnología
FIT
para
evaluar
el
efecto
de
la
marihuana
en
la
reacción
del
ojo
a
la
luz.
La
tecnología
FIT
mide
la
reacción
del
ojo
a
una
serie
de
pruebas
controladas
de
luz.
Se
comparó
sujetos
antes
y
después
de
fumar
una
dosis
moderada
de
marihuana
(ocho
disparos
en
un
3,54%
cigarrillos
de
THC).
FIGURA 6. Diámetro pupilar en respuesta a la administración de marihuana.
Como
muestra
la
Figura
6,
poco
después
de
la
administración
de
marihuana,
los
individuos
tuvieron
una
disminución
significativa
en
la
amplitud
de
la
constricción
pupilar
y
una
leve
dilatación
de
la
pupila
en
comparación
con
el
grupo
control.
Este
resultado
es
corroborado
por
los
efectos
descritos
para
marihuana
(REF).
En
el
examen
también
se
contrastan
los
resultados
de
dosis
moderada
(3,54%
de
THC),
leve
(1,77%
de
THC),
y
placebo
(0%
de
THC)
de
dosis
de
marihuana
en
la
reacción
del
ojo
a
las
pruebas
de
ajuste.
(En
comparación,
las
estimaciones
sobre
el
"nivel
de
la
calle"
de
THC
varían
ampliamente,
pero
a
veces
se
citan
a
más
de
10%).
FIGURA 7. Variación del Índice Medio en el tiempo, en respuesta a la administración de cocaína.
Como
lo
indica
la
Figura
7,
el
efecto
de
una
dosis
moderada
de
marihuana
aún
se
puede
apreciar
luego
de
4
hrs.
de
su
administración;
la
dosis
leve
se
puede
ser
reconocida
luego
de
2
hrs.
de
administrada.
Estos
datos
han
sido
corroborados
por
otras
investigaciones
realizadas
por
el
Addiction
Research
Center,
National
Institutes
of
Health
(1997).
CONCLUSION
Los
antecedentes
entregados
en
este
documento
apoyan
sólidamente
la
utilidad
de
la
medición
del
reflejo
pupilar
como
biomarcador
de
consumo
de
drogas
y
alcohol.
Adicionalmente
sustentan
la
utilidad
del
equipo
APT
FIT
2000
-‐
Eye
Scanner
en
la
detección
precoz
de
alteración
física
de
individuos
que
consumen
drogas
y
alcohol.
Sin
embargo,
el
valor
de
estas
mediciones
y
la
utilidad
del
equipo
debieran
ser
complementadas
por
investigaciones
adicionales,
especialmente
si
se
considera
que
estos
estudios
no
han
sido
realizados
en
una
población
de
trabajadores
chilenos.
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