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AMBIENTACION
BIBLIA Y CIRIO
Bendecir y adorar
En el nombre del Hijo
Estamos aquí Señor
En el nombre del Santo Espíritu
A tu disposición
Estamos aquí
Para alabar, agradecer
En el nombre del Padre
Bendecir y adorar
En el nombre del Hijo
Estamos aquí Señor
En el nombre del Santo Espíritu Dios trino De amor
Estamos aquí
Palabra de Dios
Pedir» es la actitud propia del pobre que necesita recibir de otro lo que no puede
conseguir con su propio esfuerzo.
«Buscar» no es solo pedir. Es, además, moverse, dar pasos para alcanzar algo
que se nos oculta porque está encubierto o escondido. Así ve Jesús a sus
seguidores: como «buscadores del reino de Dios y su justicia»
«Llamar» es gritar a alguien al que no sentimos cerca, pero creemos que nos
puede escuchar y atender. Así gritaba Jesús al Padre en la soledad de la cruz.
Debemos pedir para recibir el don del Espíritu Santo. “Si, pues, vosotros, aun
siendo malos, sabéis dar cosas buenas a vuestros hijos, ¡cuánto más el Padre del
cielo dará el Espíritu Santo a los que se lo pidan!” El gran don que Dios tiene para
nosotros es el Espíritu Santo.
Una persona que vive en una gran ciudad, ¿cómo respondería? ¿Abriría la puerta?
Cuando rezas, ¿rezas con la convicción de que vas a recibir algo?
Jesús dice: «Cuánto más el Padre del cielo dará el Espíritu Santo a los que se lo
pidan». A Dios le podemos pedir muchas cosas buenas, pero ninguna mejor que el
«Espíritu Santo». Con esta palabra los judíos designaban el aliento de Dios que
crea y da vida, que cura y purifica, que lo renueva, trasforma y reaviva todo.
ORACIÓN
Ven Espíritu de Dios, luz que penetra el alma, fuente del mayor consuelo
descanso en nuestro esfuerzo, gozo que enjuga las lágrimas y reconforta en los
duelos. Mira el vacío del hombre si tú le faltas por dentro, mira el poder del
pecado cuando no envías tu aliento. Riega la tierra en sequía, sana el corazón
enfermo, lava las manchas, infunde calor de vida en el hielo, doma el espíritu
indómito, guía al que tuerce el sendero. Reparte tus Siete Dones según la fe de
tus siervos. Por tu bondad y tu gracia dale al esfuerzo su mérito; salva al que
busca salvarse y danos tu gozo eterno. Amén.
SEGUNDA REUNION
MES JUNIO 2019
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LECTION DIVINA
AMBIENTACION
BIBLIA Y CIRIO
Palabra de Dios
Lo más grande que podemos pedir es ese «Espíritu Santo» que Jesús recibe de su
Padre y le hace vivir «haciendo el bien» y «curando a los oprimidos». Ese Espíritu
nos va a ir trasformando y convirtiendo. Dios nos lo va a regalar porque es con
nosotros el mejor de los padres y de las madres. Además, el mismo Jesús lo
prometió a sus seguidores: «Vosotros recibiréis la fuerza del Espíritu Santo, que
vendrá sobre vosotros y seréis mis testigos…» (Hechos de los apóstoles 1, 8).
¿He descubierto que necesito pedir a Jesús su Espíritu Santo? ¿Por qué no
introduzco esta costumbre en mi vida? ¿Empiezo a pedir desde ahora el Espíritu
de Jesús para mis hijos e hijas, para mis amigos, para la gente más olvidada,
para la Iglesia, para el mundo entero? ¿No es hermoso que haya una voz más
pidiendo a Dios su Espíritu alentador y dador de vida?
Contemplación, ¿Cómo interiorizamos la Palabra de Dios?
Se invita al silencio y pronuncia las palabras de Jesús: «Si vosotros, aun siendo
malos sabéis dar a vuestros hijos cosas buenas, ¿cuánto más el Padre del cielo
dará el Espíritu Santo a los que se lo pidan?». Después cada uno en silencio, y
luego todos juntos a una sola voz oramos;
Ven, Espíritu de Dios,
luz que penetras el alma,
fuente del mayor consuelo…
descanso en nuestro esfuerzo,
gozo que enjuga las lágrimas
y reconforta en los duelos.
Mira el vacío del hombre
si tú le faltas por dentro