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Especialista : Palomino Quispe Janet

Expediente : 2017-061- 10 -JPIP-AS


Cuaderno : Variación de prisión preventiva.
Delito : Homicidio Calificado
Escrito Nro. : 02
Sumilla : Apelación de auto

SEÑORA JUEZ DEL JUZGADO DE INVESTIGACION PREPARATORIA DE ANANEA.

FRANCISCA MAMANI FLORES, identificada con DNI. Nº


80603485, con domicilio real en el Sector Lusini de la CC.
Carihuara del distrito de Sina, provincia de San Antonio de
Putina, con domicilio procesal en Jr. Apurímac Nº 423, Oficina
Nº 06 Segundo Piso de la ciudad de Juliaca, con casilla
electrónica N° 55589, con Nº de celular del abogado
981696979, actualmente recluida en el Establecimiento
Penitenciario de Lampa, en los actuados sobre variación de
medida de prisión preventiva en el proceso penal seguido en
contra de la recurrente y otros, por la presunta comisión del
delito de homicidio calificado, en supuesto agravio de Sabino
Turpo Quispe; a Usted con el debido respeto digo:

I. PRETENSION IMPUGNATORIA

Que, dentro del plazo de Ley, se interpone el recurso impugnatorio de apelación contra la
Resolución Nº 03, de fecha 22 de junio del 2020, notificado por whatsapp en fecha 25 de junio
del 2020, por el que se declara infundado la solicitud de variación de la prisión preventiva de
FRANCISCA MAMANI FLORES, en el proceso que se le sigue, por el delito contra la vida, el
cuerpo y la salud, en su modalidad de homicidio en su forma de homicidio calificado; para que la
Sala Penal de Apelaciones REVOQUE la recurrida, y reformándola DECLARE FUNDADO la
solicitud de reforma del MANDATO DE PRISION PREVENTIVA POR LA MEDIDA DE
COMPARECENCIA CON RESTRICCIONES, a favor de la imputada FRANCISCA MAMANI
FLORES. En mérito a los siguientes fundamentos:

II. FUNDAMENTOS FACTICOS Y JURIDICOS DE LA APELACION.-

DE LOS ANTECEDENTES:

2.1.- Que, mediante escrito de fecha 07 de mayo del 2020, Doña Francisca Mamani Flores
solicitó la reforma de la prisión preventiva por la medida de comparecencia con restricciones,
cuyo petitorio planteó de la siguiente forma:

“Que, en mérito a lo dispuesto por el artículo 255 inciso 3, y el artículo 287º del Código Procesal Penal, SE
SOLICITA REFORMAR EL MANDATO DE PRISION PREVENTIVA POR LA MEDIDA DE
COMPARECENCIA CON RESTRICCIONES, a favor de la imputada FRANCISCA MAMANI FLORES, en
el proceso penal que se le sigue por la presunta comisión del delito contra la Vida, el Cuerpo y la Salud, en
su modalidad de Homicidio, en su forma de Asesinato, previsto y sancionado en los numerales 1, 3 y 4 del
artículo 108 del Código Penal, y como tipo base lo previsto por el artículo 106 del acotado código, en
agravio de Sabino Turpo Quispe, esto en aplicación del principio de humanidad, a efectos de cautelar el
derecho a la vida y salud de la solicitante frente a la pandemia de COVID 19; consecuentemente se
IMPONGA, a criterio de su despacho, reglas de conducta establecidas en el artículo 288 del Código
Procesal Penal; y, se ORDENE su excarcelación del establecimiento penitenciario de Lampa”.

De este pedido, la solicitante invoca el artículo 255, inciso 3 del Código Procesal Penal, el mismo
que prevé: “3. (…) corresponde al Ministerio Público y al imputado solicitar al Juez la reforma,
revocatoria o sustitución de las medidas de carácter personal, quien resolverá en el plazo de
tres días, previa audiencia con citación de las partes”.

2.2. La solicitante invocó, entre otras normas de carácter nacional e internacional en materia de
derechos humanos, fundamentalmente la Resolución Administrativa Nº 000138-2020-CE-PJ, de
fecha 07 de mayo del 2020, del Consejo Ejecutivo del Poder Judicial, que aprobó “la Directiva de
medidas urgentes con motivo de la pandemia COVID 19, para evaluar y dictar, si correspondiere
la reforma y cesación de la prisión preventiva”. Así se tiene en su fundamento 2.21 de su escrito:

“2.21. Mediante Resolución Administrativa Nº 000138-2020-CE-PJ, de fecha 07


de mayo del 2020, el Consejo Ejecutivo del Poder Judicial, aprobó “la
Directiva de medidas urgentes con motivo de la pandemia COVID 19, para
evaluar y dictar, si correspondiere la reforma y cesación de la prisión
preventiva”, en su numeral 3 literal C, señala:

“se tomará en cuenta de preferencia, los presos preventivos que no están


sujetos a imputación por delitos que tengan conminadas legalmente
penal de cadena perpetua o un mínimo de 25 o más años de privación de
libertad, a menos que se trate de internos de especial vulnerabilidad”.
Por otra parte, en su numeral 4 literal D, expresa: “Los criterios que
deben adoptarse para valorar el peligro procesal en relación con el
derecho a la salud de los internos procesados, en aplicación del
principio de proporcionalidad son: (…) D) otro factor será si el interno
procesado está por cumplir el plazo de prisión preventiva o si ya se
encuentra bajo la prolongación de prisión preventiva. En estos casos,
será preponderante en función al riesgo sanitario del Establecimiento
Penal – riesgo para su vida o salud -, a la edad del interno y demás
condiciones personales, a la identidad del delito imputado, considerar la
posibilidad de reformar o cesar la prisión preventiva. El tiempo de
prisión preventiva es un factor, en sí mismo, factible para disminuir el
riesgo de fuga o de obstaculización, a menos de que se evidencie lo
contrario en función a las circunstancias del caso concreto”.

En el caso concreto, la solicitante ha sido privado de su libertad desde el 21 de


julio del 2017, y a la fecha son 34 meses de prisión preventiva, venciendo los 36
meses el próximo julio del año en curso sin opción a ampliarse. Por otra parte,
el proceso se encuentra en la etapa intermedia, con requerimiento de mixto, de
sobreseimiento y acusación, lo que demandará un tiempo no menor de dos
meses dada la carga procesal que se tiene; posteriormente se llevará la
siguiente etapa que es el juicio oral, el mismo que demandará un tiempo
adicional de dos meses como mínimo; haciendo un total de 04 meses para
obtener una sentencia en primera instancia. De modo que, en el caso concreto,
ante el pronto vencimiento del plazo de la prolongación de prisión preventiva,
corresponde declarar fundada la reforma solicitada, a efectos de priorizar la
vida y la salud de la solicitante frente a la presencia del COVID 19”.

De dicho fundamento se tiene que la solicitante ampara su pretensión esencialmente el pronto


cumplimiento del plazo de prolongación de prisión preventiva, el mismo que vencerá el próximo
21 de julio del 2020, sin opción a una ampliación de prolongación de dicho plazo.

2.3. Por otra parte, la solicitante en su escrito fundamenta sobre el peligro procesal y el principio
de proporcionalidad, presupuestos que han variado a la fecha de su interposición de la solicitud.

DEL DECRETO LEGISLATIVO Nº 1513:

2.4. Mediante Decreto Legislativo Nº 1513, publicada el 04 de junio del 2020 en el diario Oficial
“El Peruano”, - luego de 20 días aproximadamente de haberse presentado la solicitud de
variación – se establece disposiciones de carácter excepcional para el deshacinamiento de
establecimientos penitenciarios y centros juveniles por riesgo de contagio de virus COVID-19,
norma legal que tiene por finalidad la de impactar positivamente en el deshacinamiento de la
población penitenciaria y de centros juveniles a nivel nacional, para preservar la integridad,
vida y salud de las personas internas en establecimientos penitenciarios y centros
juveniles, y de manera indirecta, la vida e integridad de los servidores que trabajan en estos
centros, y de la ciudadanía en general. Dicho de otra forma, se busca preservar la vida y salud,
no solo de los internos que tengan la posibilidad de salir, sino también de los que se quedan, así
como de los trabajadores, al deshacinar los establecimientos penitenciarios.

2.5. El decreto antes citado, es de aplicación inmediata, incluso a los procedimientos que se
encuentran en trámite, por lo que, la solicitud de reforma incoada por Francisca Mamani Flores,
debe de resolverse conforme al artículo 3º del Decreto Legislativo Nº 1513 en concordancia con
los numerales 2 y 3 del artículo 255 del Código Procesal Penal.

2.6. Pues bien, el artículo 3º del Decreto Legislativo N° 1513, su horizonte se proyecta a las
prisiones preventivas vinculadas a los delitos que no se encuentran dentro de la relación a los
que corresponde la cesación obligatoria prevista en el artículo 2º del mismo cuerpo normativo.
Para dichos delitos se les ha denominado “revisión de oficio de la prisión preventiva”; sin
embargo, dado que es el juez quien insta la audiencia para debatir los requisitos de la cesación
de la prisión preventiva, bien puede denominarse “cesación de oficio”, comprendiendo al término
de “cesación” no como resultado, sino como actividad de revisión de sus presupuestos en
audiencia.

2.7. Este artículo 3º de la norma acotada, establece determinados requisitos a diferencia de la


cesación obligatoria, la cesación de oficio está condicionada a la configuración de los siguientes
requisitos: a) El preso preventivo esté vinculado a la comisión de los delitos que no “gozan” de la
cesación obligatoria; b) el Juez valora los presupuestos de la cesación de la prisión preventiva
regulados en el tercer párrafo del Artículo 283 del Código Procesal Penal; empero, el Decreto
Legislativo 1513 prevé que además deben valorarse cuatro supuestos específicos que no son
concurrentes:
 Que el procesado cuente con un plazo de prisión preventiva prolongada o adecuada una
o más veces, sin fecha programada y notificada para el inicio de juicio oral. Bajo este
primer criterio, bastará con verificar la falta de programación de juicio oral, pese a
haberse prolongado la prisión preventiva. Se comprende que el plazo inicial de prisión
preventiva se dio proyectando el tiempo que abarcaría hasta la realización del juicio oral;
en ese sentido, luego de otorgada una prolongación, o adecuación incluso, sin que se
realice o, se programe el juicio oral, afecta el derecho al plazo razonable, agudizada en
el contexto crítico de la pandemia.
 Que el procesado se encuentre dentro los grupos de riesgo a la COVID-19, según las
disposiciones del Ministerio de Salud así como madres internas con hijos y mayores de
65 años. Al respecto, el Ministerio de Salud a partir del 13 de mayo del presente año,
considera como integrantes del grupo de riesgo a los mayores de 65 años
contraviniendo lo señalado por la Organización Mundial de la Salud y la Organización
Panamericana de la Salud1, quienes mantienen que el grupo de riesgo lo componen
también los mayores de 60 años. Si bien los 65 años limita y contraviene a lo establecido
por OMS, sin embargo, nada impide considerar los parámetros de la Organización
Mundial de la Salud y la Organización Panamericana de la Salud, pues no se trata de un
requisito cuantitativo, sino de un criterio de valoración que deben ser valorados y
expresados en la resolución que emita el Juez de la Investigación Preparatoria.
 El riesgo a la vida y la afectación a la salud de las internas e internos procesados, y el
riesgo de contagio y propagación a la COVID-19 al interior del establecimiento
penitenciario donde se encuentre recluido. Este criterio de valoración tiene relación
directa con el anterior, porque el interés es la protección de la vida, integridad personal y
salud. El anterior criterio establece una supuesto que abarca a un grupo determinado de
personas, pero con este criterio, se hace referencia a la determinación de la propagación
y riesgo de contagio existente dentro del establecimiento penitenciario específico donde
se encuentre el interno. Este criterio valorativo encuentra su respaldado además en el
estado de cosas inconstitucional de las cárceles declarado por el Tribunal Constitucional
por el permanente y crítico hacinamiento2.
 Las medidas limitativas a la libertad de tránsito dictadas en el Estado de Emergencia
Nacional y Estado de Emergencia Sanitaria que disponen el aislamiento social
obligatorio, inmovilización social obligatoria, cierre de fronteras.

En consecuencia, la solicitud de variación debió haberse resuelto bajo los parámetros invocados
en dicha petición, en concordancia con el Decreto Legislativo 1513. Sin embargo, la A quo no
fundamento su decisión bajo ese marco.

DE LOS ERRORES INCURRIDOS EN EL AUTO RECURRIDO:

2.8. La Magistrada para resolver la solicitud de reforma, condiciona previamente al cumplimiento


de lo establecido por el artículo 283.3 del Código Procesal Penal, esto es a la cesación de prisión
preventiva, lo que vacía el contenido del artículo 3º del D. Leg. 1513, es decir, hace imposible el
cumplimiento de la finalidad de la norma que es el deshacinamiento de los establecimientos

1
Véase <https://www.paho.org/per/index.php?option=com_content&view=article&id=4506:r
ecomendaciones&Itemid=0>.
2
Sentencia del Tribunal Constitucional del expediente N° 05436-2014-PHC/TC, del 4 de junio
del 2020.
penitenciarios para proteger la vida y salud de los internos y personal del INPE. Así se tiene el
razonamiento en los fundamentos 5.3 y 5.4 de la recurrida:

“5.3. (…) se debe señalar que para la finalidad de la variación del mandato de prisión
preventiva, o si es que se habla específicamente de la cesación de prisión preventiva,
tiene como eje la nota característica de variabilidad a partir de nuevos elementos de
convicción en relación a los presupuesto materiales de la prisión preventiva, es decir se
requiere una nueva evaluación, pero en base a presencia de nuevos elementos que
deberán ser legítimamente aportados por parte de la solicitante, elementos que deben
incidir en la modificación de la situación pre existente y con ello en la posibilidad de la
aplicación”.

“5.4. En el presente caso de autos, se aprecia que no se tiene acreditado plenamente


con medios probatorios pertinentes, que la solicitante haya adjuntado a su solicitud de
variación de mandato de prisión preventiva elementos de convicción que varíen los
presupuestos de la prisión preventiva, pues si bien es cierto que señala que cuenta con
un determinado grado de arraigos como familiar, domiciliario y laboral; sin embargo, no
se encuentra acreditado con documentales; asimismo, los referidos documentos
señalados por la defensa de la solicitante, han sido valorados al momentos de dictarse la
prisión preventiva; asimismo, el hecho de que la conviviente haya cambiado de domicilio
para acompañar al imputado, no garantiza que el imputado no pueda eludir a la justicia”.

Así entendida por la Magistrada, nos encontraríamos concretamente ante la figura propia de una
solicitud de Cesación de Prisión Preventiva, regulada por el artículo 283 del Código Procesal
Penal, que establece en su numeral 3 lo siguiente: “La cesación de la medida procederá cuando
nuevos elementos de convicción demuestren que no concurren los motivos que determinaron su
imposición y resulte necesario sustituirla por la medida de comparecencia. Para la determinación
de la medida sustitutiva el Juez tendrá en consideración, adicionalmente, las características
personales del imputado, el tiempo transcurrido desde la privación de libertad y el estado de la
causa”. Al respecto, la solicitud no es una de Cesación de Prisión Preventiva, sino una reforma
de la medida de prisión preventiva por el de comparecencia restringida, por la presencia del
estado de cosas inconstitucionales y la presencia de la pandemia COVID 19, conforme a lo
previsto por los numerales 2 y 3 del artículo 155 del Código Procesal Penal, en concordancia con
la Resolución Administrativa Nº 000138-2020-CE-PJ del Consejo Ejecutivo del Poder Judicial
[D) otro factor será si el interno procesado está por cumplir el plazo de prisión
preventiva o si ya se encuentra bajo la prolongación de prisión preventiva] y el literal a)
del numeral 3.2 del artículo 3º del Decreto Legislativo 1513 [El procesado o la procesada
cuenten con un plazo de prisión preventiva ampliada una o más veces, sin fecha programada y
notificada para el inicio de juicio oral]. De modo que, la valoración debió de haberse hecho no
necesariamente con nuevos elementos de convicción, sino reevaluar el presupuesto de peligro
procesal en función a los argumentos esgrimidos en la solicitud de reforma, así como los
fundamentos que aparecen sobre el principio de proporcionalidad que sustentan la variación;
además con la concurrencia de la normatividad antes invocada.

2.9. Para efectos de análisis del presupuesto de peligro procesal, se ha ofrecido como medio
probatorio la resolución que declara fundada la prisión preventiva, en cuyo contenido se hace
referencia al arraigo de la solicitante, concretamente en su fundamento sexto, en la parte
pertinente, señala: “se ha presentado una notificación se puede verificar que se considera como
parte a Francisca Mamani Flores esto en un proceso de alimentos que se realiza en el Juzgado
de Juliaca, obra copia simple; una constancia de estudios donde se puede verificar que Denilson
Trujillo Mamani cursa sus estudios en la Institucion Educativa Nº 70606 de la Urb. San Francisco
de la ciudad de Juliaca de fecha 22 de junio del 2015; constancia de estudios expedida a favor
de Flor de Liz Trujillo Mamani, consta que estudia el segundo grado C de la Institucion Educativa
Nº 70606 de la Urb. San Francisco de la ciudad de Juliaca, en copia certificada; constancia
emitida por el Director de la Institución Politécnico de la ciudad de Juliaca, hace constar que
Gualberto Trujillo Mamani está matriculado en el quinto grado de educación secundaria; obra en
copia certificada un acta de nacimiento donde se puede verificar a Francisca Mamani Flores que
es madre del menor F.L.A.T.M. de igual forma se puede verificar un acta de nacimiento de los
menores de iniciales V.TM. y W.T.M. donde se tiene como madre a Francisca Mamani Flores; de
igual forma a anexado un par de fotografías donde se puede observar domicilios con techo de
calamina y paja material rústico; un certificado expedido por el alcalde Ricardo Flores Hilasaca el
cual acreditaría que esta tiene su domicilio en Lusuni del distrito de Sina, provincia de San
Antonio de Putina, en original”; al respecto, la solicitante a la fecha de su detención si contaba
con los arraigos domiciliario, familiar y laboral en su condición de pertenencia a una Comunidad
Campesina; dichos arraigos a la fecha no han variado. Por otra parte, la Sala Penal de
Apelaciones, en el Auto de Vista de fecha 19 de setiembre del 2017, admitió la concurrencia de
los arraigos de la solicitante, empero relativizó por la gravedad de la pena. En consecuencia, la
reforma debe de limitarse a la reevaluación del presupuesto del peligro procesal en función a los
elementos de convicción que en su momento se aportó, así como en función a los hechos
notorios (art. 156.2 del CPP) que se presentan en tiempos de COVID 19, los que constituyen
datos reales.

Entonces el plexo valorativo se debe efectuarse a partir de la finalidad del D.Leg. 1513, y la
reevaluación del presupuesto del peligro procesal y la ponderación de los bienes jurídicos
(proporcionalidad en sentido estricto), prefiriéndose el valor supremo LA VIDA no solo de la
solicitante sino de quienes se encuentran en el establecimiento penitenciario de Lampa.

2.10. En el fundamento 5.5 de la resolución apelada, se sostiene:

“5.5.- Asimismo, se ha sostenido que la existencia de la pandemia, a consecuencia del


covid-19, es un nuevo elemento de convicción que varía las convicciones de la prisión
preventiva, debido a la situación carcelaria de nuestro país; sin embargo, es irreal pensar
que la sola existencia de la pandemia podría generar automáticamente una variación en
la medida de prisión preventiva, debe acreditarse en cada caso concreto, por ejemplo, la
existencia de una situación de vulnerabilidad del investigado interno frente al covid-19,
por cuestiones de edad o de pre existencia de enfermedades. Además de acreditarse
alguna de las causales del artículo 290 inciso 1 del código procesal CPP, que el peligro
procesal sea controlable, como lo exige el inciso 2; presupuestos que no han acreditado
en el presente caso”.

Se aprecia varios errores de la Magistrada, pues es erróneo señalar que la presencia del COVID
19 no sea considerada como nuevo elemento de convicción para variar la medida de prisión
preventiva, sostener así es ignorar el D. Leg. Nº 1513. Por otra parte, pensar que la sola
existencia del COVID 19 no generaría automáticamente una variación de prisión preventiva, es
contradictoria a lo dispuesto por el artículo 2 del Decreto acotado, que prevé la cesación
obligatoria por delitos de mínima lesividad, en donde no hay la necesidad de evaluar la situación
de vulnerabilidad del preso preventivo ni su edad, es automático. También se incurre en grave
error, al exigirse a la solicitante la acreditación de lo previsto por los incisos 1 y 2 del artículo 290
del CPP referido a detención domiciliaria, que no forma parte de los fundamentos de la solicitud
de reforma.

2.11. Lo señalado en el numeral 5.6 del fundamento de la recurrida, se aleja completamente de


un hecho ocurrido en la audiencia de reforma de prisión preventiva, al parecer dicho argumento
obedece a un mal entendimiento de la A quo a lo sostenido por la defensa técnica en aquella
audiencia. A mayor abundamiento, se tiene lo referido:

“5.6.- En lo referente a la aplicación del decreto legislativo 1513, publicado en fecha 4 de


junio del presente año el abogado defensor manifestó que su petición se encuentra
dentro de lo preciso del artículo 3 inciso b del referido decreto legislativo, por lo que a su
consideración a través de este mandato de oficio tendría a ordenar el cese de prisión
preventiva y sería aplicable para todos los casos previstos en el artículo 2 del mismo
decreto legislativo”.

Más allá de la falacia del argumento, lo que se invocó es la aplicación de los literales a), c) y d)
del numeral 3.2 del artículo 3º del D. Leg. Nº 1513, fundamentándose básicamente: A) “En el
caso concreto, la solicitante ha sido privado de su libertad desde el 21 de julio del 2017, y a la
fecha son 34 meses de prisión preventiva, venciendo los 36 meses el próximo julio del año en
curso sin opción a ampliarse. Por otra parte, el proceso se encuentra en la etapa intermedia, con
requerimiento de mixto, de sobreseimiento y acusación, lo que demandará un tiempo no menor
de dos meses dada la carga procesal que se tiene; posteriormente se llevará la siguiente etapa
que es el juicio oral, el mismo que demandará un tiempo adicional de dos meses como mínimo;
haciendo un total de 04 meses para obtener una sentencia en primera instancia. De modo que,
en el caso concreto, ante el pronto vencimiento del plazo de la prolongación de prisión
preventiva, corresponde declarar fundada la reforma solicitada, a efectos de priorizar la vida y la
salud de la solicitante frente a la presencia del COVID 19. Asimismo, la solicitante cuenta con un
plazo de prisión preventiva ampliada más de una vez, sin fecha programada y notificada para el
inicio de juicio oral”. B) “es un hecho notorio que al interior del establecimiento penal de Lampa,
dada el hacinamiento de reclusas, no podría dictarse ninguna medida que asegure el derecho a
la vida y salud de los solicitantes frente al riesgo que representa la presente pandemia; de modo
que, la única medida es sustituir la prisión preventiva por comparecencia con restricciones en el
caso concreto, lo que permite asegurar la vida y salud de las internas y prevenir el riesgo de
contagio y propagación del COVID 19 al interior del citado penal; asimismo, las propias normas
dictadas por el Poder Ejecutivo por el Estado de Emergencia, permiten disminuir el riesgo de
fuga”.

2.12. En el fundamento 5.7 de la resolución cuestionada, se señala:

“5.7.- Al respecto, como hemos señalado en los considerandos anteriores dicho decreto
legislativo, tiene como fin impactar positivamente en el deshacinamiento de la población
penitenciaria y de centros juveniles a nivel nacional, para preservar la integridad, vida, y
salud de las personas internas en establecimientos penitenciarios y centros juveniles, y
de manera indirecta, la vida e integridad de los servidores que trabajan en estos centros,
y de la ciudadanía en general, cuyo requisito para acogerse, debe cumplir con lo
establecido en el artículo 2 de dicha norma, esto es, que cumplan con los siguientes
presupuestos de manera concurrente: 1.- No cuenten con medida de prisión preventiva
dictada en una investigación o proceso por cualquiera de los siguientes delitos regulados
en el código penal y leyes especiales(…) 2.- No cuenten con otro mandato de prisión
preventiva vigente por alguno de los delitos previstos en el numeral anterior o con
sentencia condenatoria con pena privativa de liberta efectiva vigente”.

Es un fundamento impertinente, toda vez que la solicitud de reforma, no se encuentra dentro de


lo previsto por el artículo 2º del D. Leg. 1513, de manera que, esta justificación externa no viene
al caso, pero hace ver lo precario y erróneo del razonamiento judicial.

2.13. A fin de no ser redundantes con los demás fundamentos de la recurrida, se tiene del
razonamiento 5.9, que señala, “que la solicitante no ha acreditado una situación de
vulnerabilidad, es decir, el solicitante no se encuentra en el grupo de personas vulnerables ni
tampoco tiene una enfermedad pre existente que pueda perjudicar su condición”; al respecto, la
solicitante la solicitante no invocó como causal de variación contar con una enfermedad, sino la
afectación del plazo razonable, y las demás razones antes referidos. De modo que, es errado
aquel fundamento de la Magistrada.

2.14. En el fundamento 5.10 de la resolución, se manifiesta:

“5.10.- En ese escenario, esta judicatura haciendo un reexamen de la proporcionalidad


de la medida de prisión preventiva a través de los sub principios de idoneidad, necesidad
y proporcionalidad en estricto, señala que la medida sigue siendo idónea en tanto y
cuanto busca salvaguardar los fines del proceso, máxime si hasta la fecha no se ha
desvanecido los presupuestos procesales que dieron mérito a su adopción; asimismo
sigue siendo necesaria al no haber otra medida capaz de asegurar el procesado durante
todo el procedimiento penal, principalmente por tratarse de un hecho sumamente grave y
el procedimiento penal, principalmente por tratarse de un hecho sumamente grave y el
pronóstico de pena supera en demasía los cuatro años de pena privativa de la liberta;
seguidamente, sigue siendo proporcional en estricto, puesto que realizando un test de
ponderación de derecho lo que prima es la vida del agraviado frente a la libertad (…) del
imputado en tanto y cuanto este delito es grave. Además de contrarrestar cualquier
peligro de reiteración delictiva”.

Constituye gravísimo error señalar que efectuando el reexamen del principio de proporcionalidad,
se prefiera salvaguardar los fines del proceso y la vida del agraviado frente a la libertad de la
solicitante; cuando en el escrito de variación se afirmó: “Finalmente sobre el sub principio de
proporcionalidad en sentido estricto, consiste en aplicar la ley de ponderación sobre la base
que “cuanto mayor es el grado de la no satisfacción o de la afectación de un principio, tanto
mayor tiene que ser la importancia de la satisfacción del otro”; y considerando que dada la
situación actual de pandemia por el brote del COVID-19 ya no nos encontramos sólo frente a la
ponderación entre la libertad ambulatoria y el deber y derecho del Estado de investigar y
sancionar los delitos (en este caso de especial gravedad), sino también, ha entrado a tallar los
derechos de salud y vida de la solicitante, que consideramos prevalecen; toda vez, si como
hemos indicado, se cumplen con los presupuestos normativos para una comparecencia con
restricciones previsto en el art. 288 CPP, y existen condiciones particulares en la imputada para
considerar que existe un peligro concreto para su salud y vida el continuar con mandato de
prisión preventiva. Además a ello, en este caso, considero que con las restricciones a imponerse,

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