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Universidad del Valle de México

Licenciatura en medicina

Pediatría
Dra. Teresa Alejandra Mota García

Práctica “Mi equilibrio nutricional en la infancia”


Alumna: Ruiz de la Peña Espinoza Karyme Paloma
7°A

15 de Octubre del 2020

Misión: Ampliamos el acceso a la formación integral de médicos generales


competentes, de calidad global con pensamiento crítico, reflexivo y
científico, actitud ética y humanista que permita ser productivo en el ámbito
clínico, académico y de investigación agregando valor a la sociedad y
comprometidos con su actualización continua incluyendo programas de
especialización y posgrado.

Visión: Ser la Escuela Privada de Medicina más influyente en el desarrollo


sustentable de México.
Práctica “Mi equilibrio nutricional en la infancia”
Analizar cómo fue mi alimentación, mi gasto energético y mi equilibrio
nutricional entre los 8-12 años de vida. Con base en las guías de
alimentación para el paciente pediátrico actuales, hacer el análisis.
Identificar errores o aciertos en mi alimentación. Proponer un plan de
alimentación adecuado para "mi yo de los 8-12 años"

Mi alimentación entre los 8 a 12 años considero que fue la adecuada, que


como todo, se podía mejorar. Desde pequeña se me acostumbró a comer
verduras, frutas, carne, pescado, cereales, entre otros más, lo cual ayudo a
que ahora que soy mayor no se me dificulte tener una alimentación
balanceada acorde a mis necesidades.

Mi alimentación constaba de 3 a 4 comidas al día, es decir, desayuno,


comida y cena, y a veces una colación.

Regularmente mis platos de comida incluían todos los grupos de alimentos,


lo que podía modificarse o cambiar, eran las porciones de las mismas. De
vez en cuando comía uno que otro postre o bebida gaseosa pero solía ser
una o dos veces a la semana cuando mucho.

A la edad de nueve años comencé a hacer deporte (jazz), con una


frecuencia de 3 veces a la semana por una hora, después de un año se me
integró al grupo de competencia por lo cual aumento la frecuencia con la
que asistía al mismo, iba los 7 días de la semana entre 3 y 4 horas, y ahí fue
cuando aumentaron mis requerimientos energéticos y solía comer más
aunque esto jamás llego a perjudicar mi salud, ni siquiera llegue a ser obesa
a pesar de los cambios.

Regularmente las colaciones que tenía solían ser fruta como naranja,
plátano, uvas y otras más.
A continuación haré un listado de los requerimientos energéticos acorde a
mi edad y como se fueron ajustando acorde a mis necesidades:

Edad Requerimientos energéticos


estimados
8 años 1600 Kcal/día (activo bajo)
9 años 1900 Kcal/día (activo)
10 años 2400 Kcal/día (muy activo)

Como represente en la tabla anterior, se ven reflejados los cambios que no


solo están influenciados por la edad, también están influenciados por la
actividad física que solía hacer en ese tiempo.

Mi etapa de competencia duró dos años más, es decir, hasta los 12. En
donde no solo hubo cambios en la alimentación, sino también cambios
físicos.

El tomar agua no fue ningún problema para mí puesto que siempre estaba
en actividad y mi cuerpo lo requería.

Plan de alimentación adecuado para "mi yo de los 8-12 años".


Parte fundamental de una vida saludable es el tener un correcto descanso,
con las horas de sueño adecuadas y no sobresaturándose de actividades,
que en mi caso eso no se aplicó, ya que todo el día tenía cosas por hacer y
solía dormirme tarde y despertar temprano para ir a la escuela y fines de
semana para entrenar.
Si generara un plan de alimentación para esa etapa de mi vida, creo que
modificaría la frecuencia con la que comía, ya que no siempre tenía una
colación establecida, que a veces era por falta de tiempo, ya que la mayor
parte del día me la pasaba en la escuela, haciendo tarea y entrenando.
Me hubiera gustado asistir con un nutriólogo en donde se me explicara la
importancia de cada alimento del día.
Tendría que tener 5 comidas al día, con un 25%
al desayuno (incluyendo la comida de media
mañana), un 30% a la comida, un 15-20%
colación de media tarde (merienda) y un 25-
30% a la cena, evitando el ingerir alimentos
entre horas.
En donde la distribución calórica aproximada debe de ser de un 50-55% de
hidratos de carbono (principalmente complejos y menos del 10% de
refinados), un 30-35% de grasas (con equilibrio entre las grasas animales y
vegetales) y un 15% de proteínas de origen animal y vegetal al 50%. Con un
horario y lugar establecido.
Todo lo anterior sería basándome en la pirámide de la alimentación
saludable

Cumplir no solo con los requerimientos energéticos sino también con los
requerimientos de vitaminas y minerales recomendados según la edad.
Mantener un peso saludable estableciendo un equilibrio entre el aporte y el
gasto energético.

Continuar con la actividad física y mantenerme hidratada con agua simple,


evitando bebidas azucaradas o gaseosas.
Fuentes consultadas:

 Moreno Villares, J., & Galiano Segovia, M. (2015). Alimentación del


niño preescolar, escolar y del adolescente. Retrieved 15 October 2020,
from https://www.pediatriaintegral.es/publicacion-2015-
05/alimentacion-del-nino-preescolar-escolar-y-del-adolescente/
 Peña Quintana, L., Ros Mar, L., González Santana, D., & Rial González,
R. (2002). Alimentación del preescolar y escolar. Retrieved 15 October
2020, from
https://www.aeped.es/sites/default/files/documentos/alimentacion_
escolar.pdf

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