Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Uno de los principales desafíos que enfrenta la industria de la minería en el siglo XXI al igual que
las otras industrias productivas es la sustentabilidad la cual se definió de forma formal por primera
vez por la ONU en 1982 como la forma de "satisfacer nuestras necesidades actuales sin
comprometer la capacidad de las generaciones futuras para satisfacer las suyas" he ahí el
desafío debido a que como que es de conocimiento previo, los recursos minerales son limitados esta
cualidad le da a la sustentabilidad una suma relevancia en la industria minera ello se le suma el alto
impacto ambiental que arrastra al explotación de los recursos necesario para la actividad minera a
lo largo de su historia.
1. Introducción ................................................................................. 4
2. Objetivos ...................................................................................... 5
3. Sustentabilidad ............................................................................ 6
3.1. Visión cronológica de la relación ambiente- minería en Chile: ......................... 6
6. Conclusión ..................................................................................14
7. Referencia ...................................................................................15
8. Anexos .........................................................................................16
1. Introducción
Durante los últimos años la sustentabilidad se ha trasformado en uno de los factores de mayor
incidencia al momento de la planificación de algún proyecto empresarial, más aún cuando hablamos
de un proyecto minero.
Para comenzar a desglosar que es la sustentabilidad, debemos mencionar que esta es más que
un concepto si no que es más bien una línea de conductas en las que deberá incurrir una empresa
para poder alcanzar un desarrollo sustentable en cual se considera actualmente como la forma de
progreso en la cual, si bien se sigue priorizando el factor de explotación actual con fines económicos
para la minería, no se desvalorizan otros agentes que intervienen de forma externa en producción,
esto con la finalidad de satisfacer las necesidades actuales, pero sin poner en riesgo o condicionar
la capacidad de suplir las necesidades de las generaciones a futuro.
El desarrollo sustentable mencionado anteriormente enfoca sus fuerzas en tres ejes de trabajo
las que se reconocen como Sustentabilidad Económica, Sustentabilidad Ambiental y Sustentabilidad
Social. Y se reconoce exitoso cuando estos tres ejes actúan de manera simbiótica, es decir,
beneficiosa para todas las partes involucradas.
Usualmente se puede llegar a pensar que el desarrollo sostenible es incompatible con la industria
minera pero la realidad se aleja de ello debido a que la industria principalmente la gran minería ha
tomado la sustentabilidad como un factor determinante en las tomas de decisiones, estos estatutos
fueron materializados por el instituto de investigaciones sobre Políticas Mineras (IIPM) que empezó
sus labores el año 1998. Como representantes de la instauración de la sustentabilidad en la gran
minería podemos considerar a Codelco Chile y minera Escondida, en el caso de la primera menciona
ha tomado un programa sustentable marcado por la intervención en comunidades y priorizando la
seguridad de su personal para ello se ha incurrido en una gran cantidad de inversión monetaria y
buscando siempre el desarrollo integral tanto de los trabajadores como de las comunidades en las
que instala sus faenas, a la implantación de los planes de sustentabilidad se le puede atribuir el
aumento de rentabilidad económica debido a que como gran beneficios de ellos se le atribuye un
posible aumento de eficiencia productiva.
2. Objetivos:
No fue hasta mediados de la década de 1980 que el país comenzó a recibir una mayor
presión de la población para resolver algunas problemáticas ambientales, como el vertido de
relaves en la bahía de Chañaral, la contaminación en Santiago y la generación de contaminación
a la atmósfera por algunas fundiciones de cobre que se encontraban cerca de sitios poblados,
entre otros casos emblemáticos. (Lagos, Blanco, Torres, & Bustos, 2002).
Desde mediados de la década de los 80, la ciudadanía comenzó a tomar conciencia de los
temas ambientales y comenzaron a aparecer los primeros requisitos legales, muchos de los
cuales exigían invocar las disposiciones de la Constitución de 1980, que estipulaba que “los
chilenos tienen derecho a vivir en el medio ambiente sin contaminación. El estado tiene la
obligación de asegurar que este derecho no sea violado y de asegurar que se mantenga la
naturaleza”. (Lagos, Blanco, Torres, & Bustos, 2002).
Década de los 90:
Con la ya democracia de los años 90, lo principal a realizar se centró en resolver las
problemáticas ambientales de mayor urgencia y lanzar debates públicos sobre estos temas. En
el mandato del presidente Patricio Aylwin Azócar se lanzó el primer programa de
descontaminación de la atmósfera destinado a la Región Metropolitana, junto a la Comisión
Especial de Descontaminación que tuvo su creación para que este programa se lleve a fin.
Además, se han desarrollado planes de descontaminación para áreas saturadas alrededor de
fundiciones estatales de cobre. (Cerda, 2014). Durante el mismo período se crea el sistema
voluntario de Evaluación de Impacto Ambiental, con el fin de prevenir, mediante un instructivo
del presidente. (Cerda, 2014).
En Marzo de 1994 se promulga la Ley 19.300 o también llamada Ley sobre Bases Generales
del Medio Ambiente, en el ya gobierno del presidente Eduardo Frei Ruiz-Tagle. Esta es la
primera Ley en la historia chilena que tiene como obligación la temática ambiental desde todo
punto de vista, estableciendo bases para una gestión ambiental eficiente, asignando criterios
institucionales y de regulación con las acciones del Estado, la ciudadanía y el sector privado.
Esta Ley crea la Comisión Nacional del Medio Ambiente (CONAMA), que sin pasar a llevar a
los servicios públicos y ministerios, establece las bases para el Sistema Nacional de Gestión
Ambiental: que consta de una institucionalidad de tipo transversal de carácter coordinador, este
está compuesto por la totalidad de los ministerios, organismos sectoriales de la administración
central y organismos descentralizados a los que el conjunto de leyes vigente asigna
responsabilidades y autoridad ambiental, teniendo como principal coordinador a la CONAMA
con la relación totalmente directa con otros sectores del Estado, sectores productivos y la
ciudadanía. (Cerda, 2014). Después de la promulgación de esta Ley, la prioridad del gobierno
en el campo ambiental se ha desplazado a la preparación e implementación reglamentos
básicos requeridos para implementar la Ley: dentro de los cuales están el Reglamento del
Consejo Consultivo de la Comisión Nacional y de las Comisiones Regionales del Medio
Ambiente; el Reglamento para la Dictación de Normas de Calidad Ambiental y de Emisión; el
Reglamento sobre Procedimientos y Etapas para Establecer Planes de Prevención y
Descontaminación; y el Reglamento del Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental. (Cerda,
2014).
La Ley 19.300 y sus normativas entregan la base por la que se debe partir para ejercer las
competencias sectoriales. Algunas de estas les entregan a varios ministerios la posibilidad de
regular algunas materias, como lo son el uso de recursos naturales y los efectos de la
contaminación en el aire y en las aguas. De esta manera existiendo otros entes jurídicos como
la Ley General de Pesca y Acuicultura, la Ley de Navegación, el Código Sanitario, la Ley 3.133
sobre Residuos Industriales Líquidos, la Ley que crea la Superintendencia de Servicios
Sanitarios y la Ley de Protección Agrícola, con próximo desarrollo a la Ley de Bosque Nativo.
(Cerda, 2014).
Finalmente, cabe mencionar que las alianzas comerciales y la integración con otros países
y grupos de países nos han hecho enfrentar la máxima prioridad de la actividad económica y el
medio ambiente fuera del sector exportador. Un claro ejemplar de este tipo de negociaciones
es el Tratado de Libre Comercio con Canadá, que fue el primero en incorporar de forma explícita
el tema ambiental. (Cerda, 2014).
3.2. Factores presentes en la sustentabilidad minera:
3.2.1. Factor económico: Principalmente este factor relaciona a los agentes ambientales
presentes en la asignación de valor a los bienes y servicios principalmente en los recursos
ambientales explotados durante el proceso de explotación en la minería. La economía en la
sustentabilidad de puede tomar de dos enfoques principalmente:
3.2.2. Factor social: Con medida al avance de la ilustración de las personas con respectos al
tema ambiental y específicamente sobre el impacto ambiental que ha producido la industria
minera en la zonas donde se ha establecido, la relación de la empresa minera y la comunidad
se ha ido dificultando es por eso que para el periodo de planificación de la instalación de una
faena minera el tema de vinculación al medio es sumamente relevante debido a que la
comunidad ha adoptado al capacidad de poder frenar un proyecto minero, para ello la
empresa minera ha buscado conformar en conjunto con la comunidad local una relación
simbiótica la cual tienen como principal objetico la erradicación de la pobreza mediante el
fortalecimiento de las capacidades de la comunidad y tomando el rol de creador de
oportunidades más allá de los puestos laborales.
Distrito Norte:
Distrito Andina:
Distrito El Teniente:
Convenio para mejorar el Canal del Cerro en comuna de
Doñihue, firmó un convenio de inversión comunitaria con la
Asociación de Canalistas Canal Rinconada de Doñihue. A
través de este instrumento apoyamos la limpieza y el control
del Canal del Cerro, que corre en paralelo al canal de
relave. El acuerdo consistió en realizar seis actividades de
limpieza,
Entonces para una sustentabilidad respecto al medio ambiente se espera que el compromiso con el
cuidado medioambiental esté presente en cada una de las etapas del ciclo minero. Así planeando a
tiempo los riesgos y posibles impactos del trabajo productivo en la zona geográfica en la que se
encuentran las faenas. (Codelco, 2018).
Todas las actividades de la minería en Chile se rigen por el cuerpo legal y normativo ha sido
creado para preservar el patrimonio ambiental de la nación, con el apoyo de tanto la Constitución
chilena, como el Ministerio del Medio Ambiente y otros organismos estatales que velan porque esta
industria se desarrolle sustentablemente. (Codelco, 2018).
4. Inversión destinada a sustentabilidad:
Menor impacto ambiental: Ya que gran parte de las actividades humanas son
responsables del deterioro del ambiente, adoptar esta ideología conlleva a tomar
acciones para reducir la contaminación y la explotación excesiva de los recursos
naturales del país, trayendo esto resultados positivos como lo son: una mejor calidad del
aire, más áreas verdes, la preservación de la biodiversidad del planeta, la subsistencia
de más especies, etc. (Infinito, 2018).
Costos: Más allá de las buenas intenciones que se tienen para cuidar el ambiente del
planeta, estas requieren de un gran costo ya que se intenta de reducir o prescindir de
factores que de una u otra forma dañan el entorno, por lo que hacer estos cambios tanto
de infraestructura como de hábitos puede resultar muy costoso. (Infinito, 2018).
Desempleo en algunas áreas: Esto ya que puede ocurrir que varias industrias
reduzcan sus actividades o en algunos casos detenerlas en su totalidad, trayendo así
desempleo para algunos sectores productivos. Si bien se espera mejorar la calidad de
vida, no toma mucho en cuenta algunos de los efectos colaterales que esto puede traer
para la humanidad actual. (Infinito, 2018).
En la mayoría de los casos las empresas mineras suelen decir que sus proyectos
no tienen impacto de ninguna manera en las comunidades, afirmando que la explotación
minera, el uso de aguas u otros recursos naturales no alteran el medio ambiente, pero los
estudios y experiencias han demostrado que las mineras si tienen responsabilidad sobre
esto, provocando un dicho que en gran cantidad de los casos es irreversible.
Lagos, G. E., Blanco, H., Torres, V., & Bustos, B. (2002). Minería, Minerales y Desarrollo
Sustentable en Chile. Santiago.