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El movimiento de oposición: Inteligencias múltiples e inteligencia emocional

Siempre ha habido quien se ha resistido a la afirmación de una única inteligencia central


(g), las teorías que se han desarrollado para tal fin son: enfoques psicométricos rivales que
“descubren” múltiples factores, las inteligencias múltiples, de Howard Gardner, que se
basan en la psicología evolutiva. La inteligencia emocional, de Daniel Goleman, que
minimiza la importancia de la inteligencia “académica” que representan las puntuaciones
de CI. Los tres enfoques presentan una visión más amplia de lo que es posible, escapando
del “pesimismo brutal” del CI hereditario, lo que han hecho es ampliar el concepto de
inteligencia, que lo hace más aceptable, sin cuestionar necesariamente sus características de
“innata y fija”.

La multiplicación de las inteligencias: La tradición del análisis factorial

Un grupo de psicómetras se oponían al concepto de “inteligencia general” (g) para ello


utilizaban otras formas de análisis factorial para demostrar múltiples formas de inteligencia,
desarrollaron métodos estadísticos para respaldar sus creencias previas acerca de las
diferentes “facultades” de la mente. Stephen Gould (2004) partía de la base de que la
inteligencia no puede reducirse a una única medida sobre una única escala y, utilizando una
forma diferente de análisis factorial sobre test muy similares, termino seleccionando 7
capacidades mentales primarias. THURSTONE pensaba que había descubierto unas
entidades mentales reales que no variaban a causa del test. Cuando los ítems se agrupan en
torno a estas, g desaparecería. Dado que los datos estaban proyectados sobre capacidades
específicas. Por ejemplo, si g es el resultado de correlacionar datos de ítems matemáticos y
de otros verbales, desaparece si hay escalas independientes matemática y verbal.

Desenterrando las facultades de la mente: Las inteligencias múltiples de Howard


Gardner

La idea de que cada persona es una combinación única de capacidades independientes


condujo a las “inteligencias múltiples” (IM) Gardner representa la tradición de las
“facultades de la mente” en que la mente es producto de una serie de capacidades innatas
diferentes (por ejemplo, para la adquisición de lenguajes, la memoria). Después estás se
desarrollan mediante la experiencia. Por el momento son ocho (y otra “a medias”):

1. Lingüística: sensibilidad al lenguaje escrito y hablado, para aprender idiomas y para


utilizar el lenguaje para alcanzar determinados objetivo (como muestran, por
ejemplo, los juristas, los escritores y los poetas).
2. Lógico- matemática: capacidad de analizar problemas, realizar operaciones
matemáticas e investigar las cuestiones científicamente.
3. Musical: Competencia para ejecutar, componer y apreciar la música.
4. Corporal-Cinestésica: Utilizar el propio cuerpo para resolver problemas o crear
productos (actores y atletas, cirujanos y mecánicos).
5. Espacial: Manipulación de modelos de espacios amplios (pilotos, navegantes) y de
espacios más cerrados (escultores y ajedrecistas)
6. Interpersonal: La capacidad de comprender las intenciones, motivaciones y deseos
de otras personas (vendedores, políticos, docentes)
7. Intrapersonal: La capacidad de comprenderse uno mismo para regular la propia
vida.
8. Naturalista: recién llegada, es la capacidad de reconocer y clasificar las especies en
su medio;
8.5 Existencial: solo se acepta aún con reservas, de ahí la “mitad”, pero gira
entorno a la preocupación por las “cuestiones últimas”

Goleman (1998) indica que la (IE) era dos veces más importante que el CI, aunque no había
prueba científica alguna que respaldara esta afirmación. Lo que ofrece la inteligencia
emocional es una vía positiva de escape de la clasificación de CI, la inteligencia emocional
puede interpretarse como algo fijo, pero IE no lo es. La evaluación de la IE clasifica
nuestros particulares puntos fuertes y débiles en cuanto a IE, lo que, a su vez, configura
nuestra forma de vernos como personas y como aprendices. Por lo tanto, esto “caracteriza
emocionalmente a las persona” y lo hace de un modo que puede debilitar el aprendizaje.
Inteligencia Emocional

Teoría de la modificación cognitiva

Miguel de Zubiria

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