En tiempos donde la comunicación es la base de la sociedad, controlar nuestra
gesticulación es clave para conseguir éxitos personales y profesionales.
13 noviembre 2014
En la sociedad en la que nos movemos donde todo va muy deprisa y donde en
poco tiempo tenemos que comunicar mensajes complejos, es muy importante controlar todos los medios a nuestro alrededor para conseguir que el mensaje llegue y surta el efecto que buscamos en el emisor. Ya sea en reuniones de trabajo, en procesos formativos, en una venta de producto o en la relación con tu familia, comunicar con éxito el mensaje es fundamental en nuestras relaciones personales y profesionales.
Si bien la palabra es la base de la comunicación (comunicación verbal), la
gesticulación (comunicación no verbal) enfatiza el mensaje y lo refuerza haciendo que este sea más exacto y fácil de entender por el emisor.
La palabra comunicación proviene del latín “comunicatio” y éste a su vez
procede del sustantivo “comunico”, cuya traducción al castellano es participar en algo común. Tanto el sustantivo comunicación, como el verbo comunicar, tiene su origen en la palabra “comunis”, raíz castellana de la palabra comunidad, la cual significa la participación o relación que se da entre individuos. Por lo tanto tenemos claro que para que haya comunicación tiene que haber un emisor y un receptor sintonizados.
Desde tiempo inmemoriales, la comunicación se ha basado en el uso de la
palabra, saber utilizar las palabras exactas en el momento exacto es lo que define a los buenos comunicadores. Sin embargo, estudios en comunicación gestual revelan que gestos inadecuados en la comunicación restan valor al mensaje, incluso se da el caso que el mensaje gestual es contradictorio al mensaje verbal dificultando su comprensión.
[Tweet “Cada minuto que dedicamos a la tarea de educar, es una contribución a
un futuro mejor. #Anblog #educacion”] Según Albert Mehrabian, en el proceso comunicativo el 7% de la información se le atribuye a la palabra, el 38% a la voz (entonación, proyección, resonancia, …) y el 55% al lenguaje corporal (gestos, posturas, movimientos de ojos, ..), sin duda controlar el lenguaje corporal es fundamental es nuestras relaciones sociales.
Distinguimos 5 tipos de gestos en la comunicación no verbal:
Emblemáticos: gestos intencionados con un significado muy claro,
representa a una palabra o a un conjunto de palabras. Ej: Agitar la mano en señal de despedida o pulgar hacia arriba para indicar ok. Ilustrativos: se producen durante la comunicación verbal, no tienen un significado traducible en palabra, sirve a la palabra completándola y enfatizando para completar su significado en el contexto. Ej: cualquier movimiento corporal auxiliar en la comunicación. Emotivos: expresan estados de ánimo de la persona, a través de ellos comunicamos sentimientos, emociones como ej: alegría, tristeza, dolor, ansiedad,… Reguladores de la Interacción: son producidos por quién habla o por quien escucha con el fin de regular la comunicación entre ambos, bien en el turno de palabra, bien para acelerar o frenar la acción. Adaptadores: utilizados para manejar emociones que no queremos expresar, dificultando expresar nuestras emociones con la intensidad que realmente sentimos. Ej: pasarse los dedos por el cuello de la camisa cuando nos sentimos ahogados por la tensión de la situación, o cepillarnos el pelo cuando nos sentimos nerviosos.
Sin duda nuestro lenguaje gestual dice más de nosotros y de nuestro mensaje que
nuestras propias palabras, así podemos distinguir los siguientes tipos de lenguajes no verbales:
Lenguaje gestual o corporal (muecas, movimientos de brazos, dedos,
etc). Lenguaje de la ropa (expresamos actitudes, personalidad, historia, rango de una persona, etc). Leguaje visual (señas y gestos que permiten comunicarse sin ponerse recuerdo emisor ni receptor). Mirada (corrobora o matiza el mensaje, mantener el contacto visual es fundamental para realizar una buen acomunicación). Paraleguaje (sonidos o silencios emitidos en la conversación que apoyan o contradicen las estructuras verbales). Nuestro día a día está lleno de emisión y recepción de mensajes, tener una comunicación fluida y controlar los distintos elementos que intervienen en la comunicación son fundamental para evitar mal entendidos y conflictos.
Una buena comunicación mejora la productividad en nuestros entornos laborales
y familiares y esto hace que el clima laboral y familiar sea el idóneo para sentirse realizado. Dedicar tiempo en mejorar tu comunicación con los demás influye en tu calidad de vida y la de tu entorno.