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FOLLETO

MANTENIMIENTO A LOS SISTEMAS DE RIEGO

Aprendiz:

Instructor(a)

Complejo Tecnológico para la gestión Agroempresarial


SENA Caucasia

27 de Agosto 2020
Mantenimiento a
los sistemas de
riego
Lo que se busca para que los equipos de riego funcionen de forma
adecuada durante todo el año es fundamental realizar mantenciones
técnicas, especialmente en invierno, cuando la temporada de riego ya
ha terminado, o bien cuando las frecuencia de riego han disminuido,
en el caso de las especies persistentes.

Por tal razón es que con un buen chequeo se pueden evitar daños,
que al final del día repercutirán de forma importante en los
rendimientos y calidad de la producción y, por ende, en el bolsillo del
agricultor. Por lo mismo, es importante que los responsables de esta
labor se tomen en serio esta recomendación y le dediquen tiempo a la
tarea de revisar que todo funcione en perfectas condiciones.

Es importante llegar a la próxima temporada de riego con un sistema


de riego en perfecto estado de funcionamiento y calibrado, de tal
manera de poder cumplir con el programa que se está llevando a
cabo.

Teniendo en cuenta que el manteamiento de los equipos de riego es


una de las actividades más relevantes de este período, no es la única.
En el caso de que las precipitaciones invernales sean inferiores a las
normales, hay que considerar la realización de riegos suplementarios
que permitan llegar a la primavera, cuando se inicia el crecimiento
radicular, con un suelo que posea su estanque lleno, con el fin de que
las raíces de la planta cuenten con una reserva de agua suficiente que
les permita empezar sus primeros estados de desarrollo sin
problemas.

Mantenimiento completo

El mantenimiento de un equipo de riego consta de una completa


revisión de todos sus componentes, es decir, la bomba, los filtros, las
válvulas, las matrices, los laterales y los emisores.

Motores y Bombas 

La mayoría de los equipos de riego necesitan presión proporcionada


por una bomba, ya sea con motor bencinero o eléctrico, para su
funcionamiento.

El mantenimiento de los motores bencineros requiere de una mayor


atención, ya que de ella depende directamente su funcionamiento y
vida útil. En general, se deben seguir las siguientes especificaciones
técnicas:

– Revisar el nivel de aceite cada 8 horas de funcionamiento.


– Cambio de aceite del motor cada 50 horas.
– Limpiar filtro de bencina cada 50 horas.
– Cambio de bujías cada 100 horas.
– Mantener libre de suciedad los resortes y cables de mando.
– En periodos donde no se utilice el equipo por más de 30 días se
debe vaciar el estanque de combustible.

Adicionalmente, hay que mantener un suministro constante de


combustible para su funcionamiento.

En los motores eléctricos no se requiere tanta mantención, sólo se


debe procurar mantenerlos limpios y estar atento a aumentos de
temperatura y ruidos de los rodamientos.

En relación a las bombas, casi la totalidad de las que se comercializan


son del tipo centrífugo, es decir, hacen uso de la fuerza centrífuga para
impulsar el agua en forma perpendicular al eje de rotación.
En el mantenimiento de las bombas centrífugas se deben considerar
las siguientes indicaciones:

 Observar si se produce fuga de agua a través de las


empaquetaduras, retenes de eje del impulsor y de las
empaquetaduras de la carcasa. El agua actúa como líquido
refrigerante y lubricante de la empaquetadura del eje, evitando
su desgaste. Adicionalmente, al existir una fuga de agua,
especialmente en las empaquetaduras de la carcasa, se produce
la entrada de aire, lo que impide la impulsión del agua.

 Periódicamente se deberá revisar el impulsor, ya que un


desgaste excesivo produce una disminución del caudal útil y del
rendimiento. La rapidez con que este desgaste aumente
dependerá de la calidad del agua bombeada. Así, aguas con
mucha arena en suspensión gastarán rápidamente el impulsor,
por lo que será conveniente cambiarlo.
 Es recomendable desmontar la unidad de impulsión por lo
menos una vez al año para proceder a la limpieza y revisión de
todas las partes móviles que puedan sufrir desgastes y
reponerlas en caso necesario.

 Para retirar de servicio una bomba, se debe cerrar


paulatinamente la válvula reguladora de caudal y presión
montada en la tubería de impulsión hasta interrumpir
completamente la circulación del fluido, desconectando a
continuación el motor, se debe hacer de ese modo para evitar el
golpe de ariete, el cual puede causar graves daños a la bomba.

 Una vez realizado el mantenimiento de la bomba es necesario


montarla perfectamente en una fundación sólida, de manera de
evitar vibraciones que originen desplazamientos de bomba o
motor, con las consiguientes perturbaciones por falta de
alineación.

 Filtros

Estos son elementos importantes en un equipo de riego ya que tienen


la función de impedir el paso de gran cantidad de impurezas presentes
en el agua de riego (algas, semillas, insectos, restos de hojas,
basuras, arena, etc.). Estas partículas pueden tapar los orificios de los
emisores. Por tal motivo es muy importante su debida mantención.
Los filtros debieran hacer un proceso de retrolavado en forma
periódica para extraer la suciedad almacenada producto de su
funcionamiento normal. Los manómetros, ubicados antes y después
de los filtros, indicarán cuándo debe realizarse esta labor. En general,
la diferencia de presión normal antes y después de los filtros de grava
es de 1 a 3 metros, cifra que aumenta a medida que se tapan. Cuando
la diferencia sobrepasa los 6 metros resulta imprescindible hacer un
retrolavado.

En algunos casos, después del retrolavado, el manómetro que se


encuentra a la salida de los filtros no aumenta su lectura, lo que puede
ser índice de una obturación severa. Ello obliga a mover la arena y
realizar sucesivos retrolavados.

Sin perjuicio de lo anterior, una vez al mes o con mayor frecuencia si


las condiciones de agua así lo determinan, se deberá destapar el filtro,
remover la grava depositada al interior e inyectar agua con una
manguera, provocando que el rebalse que se produce por la misma
abertura arrastre las partículas depositadas en el interior. Este lavado
debe prolongarse hasta que el agua salga limpia y la grava se vea
blanca. La remoción debe hacerse hasta el fondo del filtro, de manera
que todo el volumen ocupado por la grava sea removido.
Al final de la temporada, los filtros tienen que ser desmontados con el
fin de observar el desgaste de sus paredes interiores, aprovechando la
oportunidad para realizar una aplicación de pintura anticorrosiva.
También es necesario revisar la arena. Si los cantos se encuentran
redondeados, hay que cambiarla.

Los filtros de mallas también deben ser revisados y limpiados en forma


constante. Si la malla está rota o saturada de partículas finas, debe
cambiarse. Si se encuentra arena del filtro de grava, es posible que
alguna criba de filtro esté rota, por lo que se deberá renovar.

Para limpiar de forma manual los filtros de arena, se tiene que


desenroscar la tapa y separar los anillos, echando un chorro de agua a
presión y ayudando con un cepillo. Se recomienda lavarlos una vez al
año con ácido clorhídrico con el fin de evitar incrustaciones cálcicas.

 Válvulas

Es necesario limpiar y chequear de forma periódica los orificios y


membranas de las válvulas solenoides, ya que tienden a fallar al tercer
o cuarto año de funcionamiento. Por otro lado, si la válvula solenoide
no cierra bien, puede ser síntoma de la existencia de una basura entre
la membrana. Para ello, se debe proceder a desarmarla y lavarla
interiormente con cepillo y agua limpia. Al armar la válvula, deberán
reponerse las empaquetaduras que se hayan deteriorado. En el
proceso de armado, deberá tenerse la precaución de seguir la
secuencia inversa al desarme y mantener las piezas internas en su
posición original. Adicionalmente debe revisarse las conexiones
eléctricas.

En relación a las válvulas de aire y alivio, es necesario realizar


limpieza y chequeos periódicos de los orificios y membranas, las que
deben cambiarse si existe algún tipo de problema.

 Emisores, laterales y matrices

En las tuberías matrices, laterales y goteros tienden a depositarse


precipitados de carbonato de calcio y partículas finas que atraviesan
los filtros, los que tienen que ser eliminados de la red para evitar
obturaciones en los emisores. La mejor forma de evitar obturaciones
es mediante la prevención. No obstante, muchas veces el detectar
anticipadamente este tipo de fallas no es fácil. En la mayoría de los
casos el problema se descubre cuando el grado de obturación es
avanzado, generando que la limpieza de emisores y conductores sea
de un costo elevado.
 Lavado de la red de riego

Las obturaciones físicas, por lo general, se pueden mejorar con una


adecuada selección de los elementos de filtrado, pero hay partículas
que de todas formas logran depositarse en los emisores, formando
agregados de mayor tamaño. Para evitar este problema se debe
realizar en forma periódica un lavado mecánico del sistema con
presiones de 3 a 4 kg/cm2 (30 a 40 m), conocido como “flushing”. Para
esto último es fundamental disponer de presión extra en el equipo de
riego.

El lavado, debe comenzar en el cabezal y en la conducción principal,


manteniendo cerradas las válvulas de las unidades de riego. Para
hacerlo conviene instalar válvulas o tapones roscados en los extremos
de las tuberías. Una vez aseada la conducción principal, se debe
proceder a limpiar una por una todas las porta-laterales para luego
seguir con las laterales, haciendo fluir el agua durante unos minutos.
Como medida de precaución, antes de cerrar completamente el
extremo de la tubería que se está limpiando, se debe abrir
parcialmente el extremo de la tubería del siguiente sector, continuando
el proceso. Así, se evitan sobrepresiones en la red. Este tipo de
limpieza es aconsejable realizarla cada 2 meses, dependiendo de la
calidad del agua.

Los tratamientos se pueden repetir cada 6 horas. El cloro se puede


aplicar en cualquier momento del riego, aunque es conveniente que
durante la última hora no salga cloro por los emisores.

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