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Turismo rural en

COSTA RICA
2 # H ÉROES A NÓNIMOS

Rincón de la Vieja

Guanacaste Arenal Sarapiquí


Monteverde
Nicoya
Turrialba

San Gerardo de Dota

T URISMO R URAL EN C OSTA R ICA


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Sobre CST
Turismo Rural en
COSTA RICA E l Certificado para la Sostenibilidad Turística (CST), otorgado por el Instituto
Costarricense de Turismo (ICT), distingue a aquellas empresas cuyas prácticas
son un ejemplo de sostenibilidad. Se otorgan diferentes grados que indican el tanto
por ciento de sostenibilidad que ha conseguido un hotel, restaurante u otro tipo de
negocio vinculados al mundo turístico.

La evaluación a la que son sometidos los establecimientos se centra en cuatro

L a historia del turismo rural y comunitario en Costa Rica es la puntos: la interacción de la empresa con el medio natural, los procesos para el
manejo de los desechos, la implicación del cliente y la intervención en el desarrollo
de las vidas de Luisa, Flor, Yahaira, Geiner y Efraín entre otras
de las comunidades locales.
muchas personas. Gente sencilla, de sonrisa amplia y perenne, que
te abre la puerta de su casa para que compartas un rato con ellos y La marca CST no solo trata de evitar el impacto negativo de la industria turística
sus familias. Hemos viajado por zonas rurales del país para conocer en el ambiente, la sociedad y la cultura costarricense, sino que también persigue
a algunas de esas personas que lideran pequeños proyectos pero las malas prácticas y el mal uso de la etiqueta “eco”. Costa Rica es un país con una
que aportan grandes beneficios: generación de recursos para las naturaleza extraordinaria, nuestra responsabilidad como turistas debe empezar por
comunidades, con la consiguiente consolidación de la población; escoger empresas que garanticen que así siga siendo.
creación de escuelas y voluntad de la gente joven por continuar
los estudios, prácticas de sostenibilidad beneficiosas para el medio
ambiente, como el reciclaje y el empleo de biodigestores; o el cui-
dado y la utilización en sus recetas del producto gastronómico de
proximidad.

En resumen, gente que busca, con la implicación del turista, hacer


de su entorno un mejor lugar donde vivir; ellos son los garantes
de que los modos de vida ancestrales, la gastronomía y el folclore
del medio rural permanezcan vivos. El cultivo de café y cacao or-
gánicos, el avistamiento de aves, un curso de cocina, la agricultura
biointensiva junto a un volcán, las tradiciones de los sabaneros, la
elaboración de queso, la cerámica chorotega, la visita a un trapiche
artesanal, todas ellas propuestas de actividades vivenciales, con
fuertes raíces identitarias, que nos muestran la cara más tradicio-
nal de los costarricenses. Además, muchos de estos proyectos están
en manos de mujeres, generalmente más afectadas en periodos de
crisis laboral.

Si estamos de acuerdo en que son los pequeños gestos los que


mueven el mundo, viendo el empeño y el cariño con que nos mues-
tran sus modos de vida cabe albergar la esperanza de un futuro mejor.

Colibrí centelleante
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A principios de 2016, ante la dificultad de encontrar empleo, especialmente siendo mujer, peor aún
siendo madre, un grupo de mujeres de Horquetas de Sarapiquí decidió unirse —diez al principio,

SARAPIQUÍ diecinueve en la actualidad— en un proyecto que buscaba, de una manera vivencial, mostrar el día
a día de su comunidad con la finalidad de no tener que abandonar la tierra que aman. Sus edades
comprenden desde los 27 hasta los 75 años, cada una es responsable de una actividad y tienen una
Con las manos en la masa cosa en común: fe ciega en lo que la tierra les regala. «Queremos que la gente mantenga su tierra,
que no vendan al monocultivo para que se lleven los ingresos fuera. La gente “nos da pelota”,
vamos a sus plantaciones para ver la avifauna o nos invitan a entrar con los turistas para recoger
algunas frutas», dice Yahaira.

En el restaurante Rosa del Bosque participamos en un curso de cocina tica, dirigido por Ana Isa-
bel. Todos los ingredientes que utilizamos son locales y de cultivo orgánico. Entre risas y consejos
aprendemos a preparar los tradicionales patacones, un ceviche de palmito, chancho a la caribeña
y el postre, un flan de palmito y maíz. También hacen talleres de artesanía y sobre la utilidad de
«Sé que ganaría más como las plantas en la gastronomía o la medicina; tours para conocer el cultivo de la pimienta o de la
guía independiente, pero me vainilla, y están preparando una visita a los adultos mayores, actividad que les reportará compañía
y unos pequeños ingresos derivados del cobro de una entrada.
siento mejor como persona
Vamos hasta Puerto Viejo para conocer a otro de los emprendedores de la zona, Geiner Huertas.
con esta actividad que forma Hace tres años empezó, junto a su hermana y su cuñado, a hacer el tour de cacao, que consiste
parte de nuestra cultura y en la visita a una plantación y en participar en el proceso del tueste, elaboración y degustación
del chocolate. A su corta edad, no alcanza todavía la treintena, tiene muy claros sus principios:
que realizamos de manera «Sé que ganaría más como guía independiente, pero me siento mejor como persona con esta
sostenible. En algún momento actividad que forma parte de nuestra cultura y que realizamos de manera sostenible. En algún
momento voy a tener hijos y me gustaría que pudieran ver todo lo que yo estoy viendo».
voy a tener hijos y me gustaría
que pudieran ver todo lo que
yo estoy viendo»
Geiner Huertas, responsable
del tour de cacao en Sarapiquí

C uando al caer la tarde ves volar al gua-


camayo ambiguo sobre Sarapiquí, te
das cuenta de que estás en un lugar espe- Ana Isabel se encarga de los talleres
cial. La lapa verde, como conocen por allí a Chancho a la caribeña de cocina de la asociación Campos Azules

esta vistosa ave, es solo una de las más de


quinientas especies de aves que se pueden
ver en la zona; la más emblemática por el
empeño que tuvieron algunos de los habi-
tantes de Sarapiquí para que no desapa-
reciera por culpa de la tala del almendro de
montaña, árbol en el que anidaba. A Yahaira
Rojas se le ilumina la cara cuando habla de
las aves, no en vano es la especialista de
las caminatas de avistamiento que organi-
za la asociación Campos Azules, de la que
Mujeres de la asociación Campos Azules Río Puerto Viejo
también es su presidenta.
Guacamayo ambiguo o lapa verde
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TURRIALBA Por eso Laura Vargas se extrañó tanto de que la

El valor de las cosas sencillas


gente quisiera ver cómo hacía pan. «¿Por qué iba
a interesar si era lo que llevaba haciendo toda la
vida dos veces por semana?», dice sin dejar de
amasar su particular receta, a la que incorpora al-
gunas especias. Tras hacer formas acaracoladas

M
o de empanadas que rellena con dulce de le- Noemí Ramírez elaborando tortillas de maíz
ollejones es una comunidad de poco más de doscientas almas, en la que casi to-
che o mermelada de piña, introduce el pan en
dos comparten parentesco en mayor o menor grado, acostumbrada a vivir bajo el
un horno hecho con un gran bidón metálico y
dictado de las cosechas de la caña de azúcar. La timidez de Minor Rodríguez, uno de
alimentado con leña, en el que también caben
sus habitantes, le hacía esconderse en una habitación cada vez que llegaba alguien a su
algunos días piernas de chancho o pollos. La
casa. Hoy, gracias al desarrollo de un programa de visitas a la comunidad, es el guía de
comida corre a cargo de Noemí Ramírez, que
la actividad. El camino fácil en Mollejones siempre había sido el de salida: «Aquí llegó el
nos enseña a elaborar, en el patio de su casa,
teléfono fijo solo dos años antes que el celular, un invento que acortaba distancias pero
las tradicionales tortillas de maíz con las que
alejaba familias», cuenta Minor, que tuvo que compaginar la escuela, poca, con el ma-
acompañaremos el plato de pollo que ha coci-
chete en los campos de caña. Ahora, gracias al desarrollo de la comunidad, los chavales
nado. Prepara y muele el maíz a diario porque,
más jóvenes quieren estudiar.
como Laura, es lo que ha tenido que hacer
siempre para alimentar a su familia cuando
Paisaje de Turrialba al amanecer
regresaba de trabajar en el campo.
El primer lugar que visitamos es un trapi- Por la tarde nos trasladamos hasta Santa Cruz
che artesanal, para conocer el principal de Turrialba para encontrarnos con Carla Gó-
cultivo de la zona y su proceso de manipu- mez, de la finca La Florita, una de las partici-
lación hasta convertirlo en tanelas con las pantes en la Ruta del Queso de Turrialba. Nos
que prepararan la tradicional y refrescante presenta a sus seis vacas que, afirma, respon-
bebida conocida como agua de dulce, agua den por el nombre: Magnolia, Hortensia, Vio-
de sapo cuando le añaden limón y jengibre. leta, Lili, Margarita y Girasol, con cuya leche
Tras cortar la caña, Heriberto la introduce elabora quince kilos de queso al día, sin cam-
en el trapiche para que la tracción de un biar nada de una receta que tiene más de un
caballo le saque todo el jugo, que pondrá a siglo. Como resultado tenemos un queso de
cocer en unas enormes ollas hasta que ten- Trapiche artesanal
tipo fresco, muy apreciado por los ticos sobre
ga la consistencia necesaria para ponerlo todo a la hora del desayuno.
a secar en unos moldes de madera. Todo a
mano, todo del modo tradicional.

Carla Gómez elabora queso de Turrialba Ordeño en finca La Florita Luisa Núñez, uno de los adultos mayores de Mollejones Laura Vargas enseña cómo elaborar pan
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SAN GERARDO DE DOTA


El vuelo del quetzal

H ay unos pocos animales en el mundo por los


que merece la pena emprender un viaje. No
son muchos, nos alcanzan los dedos de las manos.
Uno de ellos, sin duda, es el quetzal, una de las
aves más hermosas que existen. San Gerardo
de Dota es uno de los mejores sitios de Centro-
américa para disfrutar del vuelo del quetzal y
de la magia de su plumaje iridiscente, que cam- Tucanete gorjiazul
bia de color según la incidencia de la luz. Pero
antes del quetzal hubo otra especie que atrajo
a los primeros turistas al valle: la trucha. Nos
lo cuenta Efraín Chacón, el pionero del turis-
mo rural en la zona. Llegó en 1954, de cacería,
abriendo camino a machete. Se instaló en una
zona de bosque sin tocar, parte de lo que se co-
nocía como baldíos nacionales: si trabajabas la
tierra por un periodo de diez años, el gobier-
no te permitía registrar la propiedad. Y vaya si
Bosque nuboso de San Gerardo de Dota
la trabajó, sembró maíz, calabazas, zanahorias,
tuvo algunos chanchos, luego algunas vacas
para montar una pequeña lechería. También,
dice, le sembraron truchas al río. Eso atrajo la Efraín hace referencia al nombre del lugar con organiza cabalgadas por el bosque prima-
atención de algunos pescadores, que le pedían una anécdota: «San Gerardo es el patrón de las rio, junto al río Savegre, el más limpio de
a su mujer que les arreglara —cocinara— una mujeres parturientas, estando mi señora em- Centroamérica según el programa Arauca-
trucha o si tenía un galleto —algo de comer muy barazada me dijo que si no había a quién volver ria. Felo tiene un mirador en sus tierras con
informal—, el camino de vuelta hasta la Intera- los ojos, este lugar se iba a llamar San Gerardo vistas a un aguacatillo, árbol que da uno de
mericana era complicado y no tenían otro lugar y punto». Aquella primera cocina sencilla, con los frutos preferidos por el quetzal. El ave se
donde echar un bocado. tres cabinas para hospedaje, se ha convertido va desplazando altitudinalmente a lo largo
Efraín Chacón, del hotel Savegre en el hotel Savegre. Tras las truchas, llegaron del año, a su mirador llega a partir de agos-
unos científicos de la universidad de Harvard to y en ocasiones se han contemplado hasta
con el objetivo de colectar pequeñas orquídeas quince ejemplares a la vez. Otra de las per-
para un estudio que publicaron en una revis- sonas que hablan con cariño del quetzal es
ta. En el artículo aparecía la foto de una pareja doña Miriam, propietaria de una pequeña
«Soy una enamorada de las aves, el quetzal de quetzales diciendo que eran abundantes y soda y unas cabinas en la parte alta de San
fáciles de ver. Para comprobarlo, nos vamos a Gerardo: «Soy una enamorada de las aves,
me gusta demasiado. Durante muchos años, conocer a Rafael Bonilla, aunque todo el mun- el quetzal me gusta demasiado. Durante mu-
a esta zona llegaba uno cuando le silbaba. do le conoce como Felo. Poco a poco ha ido chos años, a esta zona llegaba uno cuando le
juntando una docena de caballos con los que silbaba. Le pusimos Manolito».
Le pusimos Manolito»
Doña Miriam en su restaurante
Quetzal
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LA FORTUNA Dando un paseo por la


propiedad nos dice que
Agricultura sostenible en la falda del volcán prefiere hablar de alumnos
que de turistas, su objetivo es
que la gente pueda entender,

C osta Rica es tierra de volcanes. Entre ellos, el Arenal ha sido el más activo durante las últimas
décadas. En el año 2010, este volcán que forma parte de la sierra de Tilarán, entró en una fase de
descanso y dejó de emanar lava, aunque, ocasionalmente, todavía podemos ver algunas emisiones de
de manera participativa, la
necesidad inmediata
gases y vapor de agua. Aún así, este gigante en duermevela fascina a los visitantes por su perfecta for- de cambio
ma cónica. En las afueras de La Fortuna, la localidad que vive a la sombra del Arenal, encontramos la
Juan Castro, de la Finca Educativa Don Juan
Finca Educativa Don Juan, un espacio donde se integran la agricultura orgánica y la educación. Juan
Castro, su fundador, fue maestro durante veinte años. Ahora lo sigue siendo, nos cuenta, pero en una
“escuela sin paredes” como le gusta llamar a la finca.

El proyecto se basa en tres pilares: la producción, la educación y la conservación. Sus métodos de agri- «¿Veis ese árbol de ahí? Es moringa, sus hojas tienen más potasio que el plátano, más calcio que
cultura son biointensivos, con más de treinta cultivos en menos de tres hectáreas. Con la siembra de la leche, más proteína que los frijoles, más vitamina C que las naranjas. Si licuamos las hojas con
plantas repelentes de insectos, consiguen que sus prácticas agrícolas sean totalmente orgánicas. Juan fruta fresca sale una bebida deliciosa». Tenemos ocasión de comprobarlo durante la comida. Al
inició el proyecto educacional en el año 2003, con unos primeros días moviéndose entre el ensayo y acabar, nos invita a coger algunos plátanos de las manos que cuelgan a la entrada del restaurante.
el error hasta llegar a cosechar de manera responsable y hacer que el viaje de la tierra a la mesa sea «Durante el taller de folclore aprendemos los bailes típicos. Si hay alguien que no se acaba de
de apenas unos pasos: aproximadamente el ochenta por ciento de lo que consumen proviene de esos arrancar, abrimos una botella de “bombazo de contrabando”, el espíritu noble de la caña, un guaro
campos para los que no alcanza la vista. que destilamos artesanalmente y que hace que todo el mundo acabe bailando», asegura Juan.

Dando un paseo por la propiedad nos dice


que prefiere hablar de alumnos que de tu-
ristas, su objetivo es que la gente pueda
entender, de manera participativa, la nece-
sidad inmediata de cambio. Los visitantes
siembran y cosechan lo que luego se van
a comer, incluso en una de las actividades
meten las manos en la masa, preparando
tortilla de masa con queso o helados de
fruta entre otras recetas. Tienen una vaqui-
ta, a la que llaman Chocolate, que les rega-
la catorce litros de leche al día, suficiente
para elaborar el quesillo para el desayuno.
Uno de los talleres que tiene más éxito es el
de la Farmacia de Monte, donde se aprende
a identificar las plantas, sus propiedades y
a elaborar infusiones; también a teñir con
tintes naturales o a preparar agua de azul
de mata para sumergir los pies.

Tangara cabecidorada Volcán Arenal


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Tras una introducción en la que nos habla


de la historia del “grano de oro” en Cos-

MONTEVERDE
ta Rica y las particularidades de la marca
Café Monteverde, creada por una socie-
dad de doce familias originarias de la re-

Un café entre las nubes


gión y propietarias de la tierra, entra en
los detalles de la producción, la magia del
tueste y, por supuesto, la degustación. En
las fincas productoras combinan las zonas
de producción con las de conservación, la
agricultura orgánica y con los sistemas
de energía de bajo impacto ambiental. La

M
mitad de la propiedad está reservada a
onteverde es un valioso ejemplo
bosques primarios y secundarios, mueven
de bosque nuboso, un ecosiste-
el agua por acción de la gravedad, secan
ma, ya de por sí frágil, expuesto a un
el café con energía solar y el biodigestor
gran riesgo por la acción del cambio
utiliza los desechos de los cerdos para ge-
climático. El calentamiento global
nerar gas metano que emplean como com-
está alterando el patrón de formación
bustible. Cada año plantan una media de
de nubes en las montañas tropicales,
quinientos árboles nativos para regenerar
lo que reduce la neblina y las lloviz-
el bosque nuboso. Uno de los fines del Fon-
nas que alimentan el bosque con su
do Comunitario es la educación, tanto en
goteo casi continuo. Guillermo Vargas en una plantación de café agricultura sostenible dirigida a estudian-
Los cuáqueros, llegados desde Alaba- tes de todo el mundo, como en los proble-
ma en el año 1951, fueron los primeros mas medioambientales enfocada hacia los
en ver la necesidad de proteger ese turistas: “Queremos invitar al visitante a
espacio natural. El clima fresco de la reflexionar sobre los problemas ambien-
zona era favorable para la producción tales para que implementen cambios en
lechera y compraron tierras. Sus prin- sus actividades diarias, nuestra intención
cipios eran pacifistas y de concordia, es que camine por la naturaleza y tenga
así que hicieron copropietarios a los la sensibilidad para protegerla, para que
ticos de la planta procesadora de le- podamos seguir disfrutando del bosque
che y destinaron los beneficios a com- nuboso y de especies tan emblemáticas
prar más tierras. El encuentro de uno como el quetzal”, dice Guillermo fijando
de esos cuáqueros, Wilford ‘Wolf’ la vista en las nubes sujetas al dosel del
Guindon, con el ornitólogo George Planta de café con los granos rojos listos para recolectar bosque.
Powell fue definitivo para la conser-
vación del bosque nuboso.
Los cuáqueros fueron los primeros
en ver la necesidad de proteger
De sus conversaciones salió la nece-
sidad de conseguir fondos para com-
prar aún más tierras y protegerlas. ese espacio natural. Sus principios
eran pacifistas y de concordia, así
Las condiciones climáticas y altitu-
dinales también han sido propicias
para el cultivo del café. ¿Puede una que hicieron copropietarios a los
ticos de la planta procesadora de
taza de café ayudar a proteger ese
delicado paisaje? Guillermo Vargas,
presidente del Fondo Comunitario leche y destinaron los beneficios
a comprar más tierras
Monteverde, asegura que sí.

Colibrí morado Bosque nuboso de Monteverde

Puente colgante sobre el bosque nuboso de Monteverde Momoto diademado


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RINCÓN DE LA VIEJA
El volcán Rincón de la Vieja está muy vivo —sus últimas erupciones son bastante recientes—,
como así lo atestiguan fumarolas, aguas mineromedicinales y pailas —ollas— que expulsan ba-
rro a borbotones. Alrededor del volcán podemos ver hasta cuatro pisos ecológicos, desde los
400 metros de las tierras más bajas hasta la cumbre a casi 1.900 metros. No solo eso, sino que la
La vida junto a un volcán activo vertiente oriental, que mira al lado caribeño y por lo tanto recibe más lluvias, muestra diferente
vegetación que la occidental.

Nada más entrar en el parque, junto al sendero que lleva hasta las pailas, vemos un par de ejem-
plares del precioso saltarín colilargo (Chiroxiphia linearis), un manaquín conocido como toledo
por el canto que emite. El camino transcurre ondulante entre enormes ejemplares de matapalo

J avier Sánchez es de Cañas Dulces, una localidad o higuerote, una especie de ficus que estrangula al árbol sobre el que se desarrolla con el fin de
a escasos veinte kilómetros de la entrada del alcanzar la luz del sol, que por la densidad del bosque tropical seco solo llega a las partes más
Parque Nacional Rincón de la Vieja. Gracias a los altas. En una maraña de lianas leñosas Javier identifica a la bocaracá, una clase de víbora vene-
cursos del Instituto Nacional de Aprendizaje (INA) nosa de vistosos colores. En el área de influencia del parque visitamos la cascada Oropéndola,
se ha formado como guía especializado en herpeto- que en su caída forma una poza de agua color turquesa que invita al baño, y las aguas termales
logía y acompaña a los clientes de la hacienda Gua- del río Negro, un conjunto de diez piscinas cuyas aguas, aseguran, tienen efectos rejuvenecedo-
chipelín al serpentario que hay en la propiedad y, si res y terapéuticos.
así lo solicitan, a recorrer los senderos del parque.
Las evidencias geológicas acostumbran a llevar
la contraria a las leyendas, no obstante, el volcán
recibió su nombre de la que habla de la princesa
indígena Curubanda, un drama de tintes shakespe-
rianos que acabó con la chica, ya mayor, ofreciendo
remedios de medicina natural al que se acercaba a
visitarla en las partes altas del volcán.

El Parque Nacional Rincón de la Vieja está dividido Para el ACG, el papel de las
en dos sectores, Las Pailas y Santa María, y forma
parte del Área de Conservación Guanacaste (ACG),
comunidades rurales que viven
un corredor biológico que favorece el tránsito de alrededor de las zonas protegidas
especies. Para el ACG, el papel de las comunidades
rurales que viven alrededor de las zonas protegidas es fundamental, involucrándolas
es fundamental, involucrándolas en la educación
en la educación medioambiental
medioambiental del visitante, las tareas de protec-
ción y el servicio de guías que encontramos en la del visitante
Busardo blanco
entrada de los parques.

Cascada Oropéndola Pailas de barro en el Parque Nacional Rincón de la Vieja Aguas termales
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GUANACASTE
El hogar del sabanero

E n la provincia de Guanacaste encontramos un paisaje marcado por el delica-


do bosque tropical seco, que pierde sus hojas durante una parte del año para
dar paso al soberbio espectáculo de la floración masiva: el poró, el malinche, el
roble de sabana, el jacaranda o el guachipelín tiñen de vivos colores la pampa
guanacasteca. Es tierra de haciendas ganaderas, donde podemos ver al sabanero
a lomos de su inseparable caballo. Cuando el día despunta, Gilberth Rodríguez
hace rato que está en el campo. Es complicado que el alba pille a Barbanegra,
como le conocen sus amigos, en la cama; hay demasiado que hacer.

Sabaneros de la Hacienda Guachipelín

El trabajo de los sabaneros no entiende


de relojes ni de domingos, hay que
ordeñar las vacas, preparar los ca-
En la hacienda podemos acompañarlos —el ma-
ballos y conducir el ganado desde
drugón es opcional— en sus quehaceres, cabalgan-
el establo hasta los potreros donde
do junto a ellos; ayudar en el ordeño de las vacas y
pasarán el día, hasta que por la tar-
ver cómo preparan el quesillo que nos comeremos al
de hagan el camino inverso. Gilberth
día siguiente durante el desayuno, acompañado de
trabaja en la Hacienda Guachipelín,
las tortillas que palmea una mujer vestida con el vis-
una propiedad que ha conjugado a la
toso traje regional, de ancha falda con vuelo.
perfección el modo de vida tradicio-
nal de Guanacaste con la actividad La rutina solo se detiene al llegar las fiestas de Li-
turística. El sabanero es un tipo or- beria, la capital de Guanacaste, conocida como la
gulloso, solo hay que ver las hechuras Ciudad Blanca debido a la grava blancuzca con la
con las que luce el machete al cinto, que remataban las calles y al color de las casas co-
de elegante hebilla grabada; la cami- loniales de la calle Real, al sur del parque Central.
sa bordada, el chonete calado hasta Las casas, que datan de finales del siglo XIX y prin-
las cejas, la soga y las botas de hule. cipios del XX, fueron construidas con bahareque,
un entramado de palos, cañas y barro. Algunas de
estas casas tienen dos puertas esquineras, conocidas
como Puertas del Sol, para favorecer la iluminación
natural y la corriente para refrescar el interior. El 25
de julio, durante las fiestas de la Independencia, es
fácil escuchar el grito güipipía de boca de los saba-
neros mientras bailan punto guanacasteco, suena la
marimba, se cantan serenatas o se asiste al tope, una
exhibición de caballos y “corridas de toros a la tica”
en las que el animal no muere.
Ermita de la Agonía, Liberia

Traje regional de Guanacaste


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NICOYA «Nos propusimos recuperar nuestra


cultura porque era más fácil encontrar
Huellas chorotegas en Guanacaste comida italiana en un restaurante
que una receta chorotega»

E n época precolombina, los chorotegas for-


maban el grupo indígena con mayor pre-
sencia en Costa Rica. Estaban ubicados, prin-
y un puñado de casas plantadas como el que
echa frijoles al campo esperando que arraiguen,
una aquí y otra allá, a orillas del río Tempisque.
Shirley elabora rosquillas y tanelas guanacastecas

cipalmente, en lo que se conocía como la Gran Jetty nos lleva hasta casa de doña Shirley para
Nicoya, una zona al sur de la actual ciudad de ver cómo prepara las mejores rosquillas y tane-
Nicoya. Por su situación, las tribus chorotegas las guanacastecas, cocidas en un antiguo hor- El turismo rural nos ha permitido distribuir los recursos que llegan del turismo”, nos cuenta Jetty
recibían influencias tanto de las civilizaciones no de leña. “Nos propusimos recuperar nuestra mientras nos ponemos el delantal para cocinar varios platillos tradicionales, como los tamales, el arroz
precolombinas asentadas al norte, en Centroa- cultura porque era más fácil encontrar comida de maiz y las tortillas revueltas, que incorporan queso a la masa de maiz. También preparamos pinoli-
mérica y México, como de las de Sudamérica. italiana en un restaurante que una receta cho- llo, una bebida hecha a base de maiz blanco tostado y un variado de especias. La comida acaba con un
Actualmente, quedan muy pocos indígenas rotega. Quisimos poner el énfasis en la cultura café chorreado y las tanelas de Shirley recién horneadas. La comunidad también trabaja la cerámica,
chorotegas en el país, pero gracias al empeño de las regiones, que es lo que nos hace únicos. moldeando cuencos, platos y jarras. Una vez horneada se pinta con tintes naturales, predominando los
de gente como Jetty Mendoza se mantienen Siempre tuvimos claro que el proyecto debía in- colores rojo, ocre y negro, muchas veces con las mismas imágenes de cocodrilos, monos, serpientes y
vivas sus tradiciones, la artesanía y la gas- volucrar a toda la comunidad, encadenando di- jaguares que habían dibujado sus antepasados, cuya fuente de inspiración era la exuberante naturaleza
tronomía. La comunidad de Ortega es uno de ferentes unidades productivas. Unos hacen pan que tenían a su alrededor. La tarde acaba con un paseo por el Refugio de Vida Silvestre Cipanci, nave-
esos lugares de los que cuesta volver del todo: casero, otros cultivan cilantro o tienen gallinas gando por el río Tempisque para avistar decenas de aves diferentes que se delatan con sus deliciosos
un ritmo de vida pausado, sonrisas sinceras ponedoras. cantos, enormes iguanas y algunos monos que brincan por las ramas en busca de frutos.

La Península de Nicoya es una de las denominadas Zonas Azules del Mundo


que se caracterizan por la longevidad saludable de sus habitantes.

Cerámica chorotega Refugio de Vida Silvestre Cipanci Suirirí piquirrojo

Elaboración Café chorreado


de tortillas de maíz

Jetty Mendoza Ingredientes de la cocina chorotega


COMER Y DORMIR
Sarapiquí Arenal
LA QUINTA. Heredia, Sarapiquí. Tel. 2761 1052 ARENAL OBSERVATORY LODGE. La Fortuna. Tel. 2290 7011
www.hotellaquintasarapiqui.com www.arenalobservatorylodge.com
Tienen la máxima calificación en el programa del CST. Una parte de la Es el alojamiento con mejores vistas al volcán, que parece entrar dentro de
propiedad es área reforestada con árboles nativos y en el huerto cultivan la las habitaciones cuando abres las ventanas. La región es conocida por la
mayor parte de hortalizas y verduras que sirven en el restaurante. Las habita- calidad y propiedades de las aguas termales. El hotel cuenta con once
ciones tienen una pequeña terraza con hamaca y por la noche es fácil ver, en kilómetros de senderos dentro de la propiedad en los que realizar camina-
una pequeña charca, a las vistosas ranas de ojos rojos. tas para observación de aves. También disponen de piscina y jacuzzi.

Turrialba Monteverde
MONTEVERDE COUNTRY LODGE. Santa Elena, Monteverde. Tel. 2645 7600
GUAYABO LODGE. Finca Blanco y Negro, Santa Cruz, Turrialba. Tel. 2538 8400
www.monteverdecountrylodge.com
www.guayabolodge.co.cr
Perfecta localización para visitar el bosque nuboso de Monteverde.
Ubicado en las laderas del volcán Turrialba. Es un pequeño hotel de gestión
La decoración, donde destaca la madera, está inspirada en la arquitectura
familiar, con buena ubicación para visitar la comunidad rural de Mollejones,
local de la década de los ochenta del siglo pasado. Las habitaciones tienen
los productores de queso de finca La Florita, a escasos minutos, o el Monumen-
vistas a los jardines de la propiedad. En el restaurante trabajan las recetas
to Nacional Guayabo.
tradicionales de la cocina costarricense.

Turrialba Rincón de la Vieja / Guanacaste


CASA TURIRE. Provincia de Cartago, Turrialba. Tel. 2531 1111 HACIENDA GUACHIPELÍN. Parque Nacional Rincón de la Vieja,
www.hotelcasaturire.com Liberia, Guanacaste. Tel. 2690 2900
A orillas del lago Angostura, con vistas al volcán Turrialba, este hotel boutique www.guachipelin.com
fue construido imitando las tradicionales haciendas. Cuenta con 16 habi- Es una antigua estancia ganadera del siglo XIX. Tienen una variada oferta de
taciones con techos altos, balcón y muebles diseñados con maderas de las actividades de aventura, como descenso de barrancos, tirolina, senderismo
plantaciones. Es fácil ver aves como el ibis, la oropéndola o diferentes hasta las cataratas cercanas, aguas termales y cabalgadas por el parque.
clases de tucanes. Organizan excursiones a caballo y actividades acuáticas La actividad “Sabanero por un día” da la oportunidad de experimentar el día
no motorizadas en el lago. a día de esta cultura tan arraigada en Guanacaste.

San Gerardo de Dota Nicoya


HOTEL SAVEGRE. San Gerardo de Dota. Tel. 2740 1028 La costa del Pacífico está a una hora escasa de Nicoya, así que es una buena
opción para establecer la base. Nuestra recomendación es:
www.savegre.com
Junto al río Savegre, es el hotel del pionero en turismo rural de la zona, Efraín THE HARMONY. Nosara, Guanacaste. Tel. 2682 4114
Chacón. Uno de sus hijos, Marino, es un prestigioso ornitólogo que organiza www.harmonynosara.com
salidas para avistamiento de aves como el quetzal. Todas las habitaciones Sus habitaciones y bungalós están distribuidos alrededor de la piscina y en
están rodeadas de jardines, con plantas y árboles que se llenan de aves cada los jardines. Una buena parte de los alimentos que se sirven en el restaurante
mañana. El chef del restaurante es de origen belga, por eso encontramos y en su bar de jugos está cultivada en el invernadero y en la granja de la
platos de influencia europea en la carta. propiedad, siguiendo procedimientos orgánicos.
Datos prácticos
Clima
Debido a su proximidad al Ecuador, Costa Rica es un país de clima tropical que se puede visitar durante todo el año.
En términos generales, podríamos hablar de dos estaciones, aunque con ligeras variaciones en función de la región:
la lluviosa (o temporada verde), de mayo a noviembre, y la seca, de diciembre a abril. En la estación lluviosa, las
precipitaciones se suelen dar por la tarde, pudiendo tener mañanas de buen tiempo. La temperatura cambia bastan-
te en función de la altura, mientras que en el Valle Central tienen 22 grados de media durante todo el año, en las
zonas altas la temperatura media es de 13 grados y en la costa de 26. En Costa Rica existen más de 28 microclimas
diferentes. Las horas de luz solar, doce, apenas varían a lo largo del año: el sol sale sobre las 5.30 de la mañana y
se pone a la misma hora de la tarde.

Ropa
Conviene adaptar nuestro vestuario a la variabilidad del clima y a las zonas que pensemos visitar. A la ropa fresca
y corta para las zonas más calurosas, hay que añadir un chubasquero para protegernos de la lluvia y algo de ropa
de abrigo, como un polar fino o un plumas ligero y pantalones largos, si pensamos visitar zonas por encima de los
2.000 metros. Para las caminatas por ecosistemas como el bosque lluvioso o el bosque nuboso, no está de más
contar con unas botas de agua.

Horario
En Costa Rica rige el horario GMT-6. Por lo tanto, hay siete u ocho horas de diferencia con España, en función de
nuestro cambio horario.

Llamadas y wifi
Para llamar a Costa Rica es necesario marcar el prefijo internacional +506.
La mayoría de hoteles y restaurantes de zonas turísticas ofrecen wifi gratuito a buena velocidad.
Consejos
Moneda Es muy aconsejable contar con un seguro de viajes para cualquier recorrido por Costa Rica.
El colón costarricense es la moneda de Costa Rica. En el momento de redactar esta guía un euro equivale a 665 Si queremos observar fauna hay que tener en cuenta que los animales están más activos durante las primeras
colones. Si bien la moneda es bastante estable, conviene consultar el cambio en el momento del viaje. Los euros se horas de la mañana y las últimas de la tarde. Los animales en Costa Rica están en estado salvaje, está totalmente
aceptan sin problema en las casas de cambio oficiales. desaconsejado alimentarlos o acercarse a ellos más de lo necesario para disfrutar de su observación.

Visado Más información


Los españoles no necesitan visado para entrar en Costa Rica. En la página de Turismo de Costa Rica www.visitcostarica.com/es/costa-rica/things-to-do/rural-tourism
© Instituto Costarricense de Turismo
Todos los derechos reservados

Edita: The Blueroom Project


Texto y Fotos: Rafa Pérez y Óscar Domínguez
Diseño y maquetación: Noelia López
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