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INTRODUCCION
Este trabajo iniciará en el primer capítulo con un marco teórico que enfoque
aunque sea de manera general, el tratamiento de los concursos y las quiebras en el
Derecho interno costarricense, haciendo algunas referencias al tratamiento que la
jurisprudencia ha dado a los mismos, contando con los primeros análisis que sobre el
mismo hacían los doctrinarios de derecho internacional privado en el siglo pasado y a
pricipios del presente.
Introducción
Capítulo Primero
I. Principios Generales
Capítulo Segundo
Los Concursos
Capítulo Tercero
Capítulo Cuarto
Conclusiones
Bibliografía
Anexo
CAPITULO PRIMERO
I. PRINCIPIOS GENERALES
"Los acreedores tienen como prenda común de sus créditos la totalidad de los
bienes del deudor. Es un principio generalmente aceptado, que viene desde los
tiempos del derecho romano y que el Código Civil de Colombia consagra en su
artículo 2488".1 y el Código Civil de Costa Rica en su artículo 981.
"De modo que si el deudor no paga, los acreedores dirigirán sus acciones
sobre los bienes de aquel, y con el valor de aquellos se atenderá el pago respectivo.
Este es el sistema general, el común, el de derecho civil, 2 no aplicable a los
comerciantes, ya que estos tienen, cobijados bajo la misma máxima, un procedimiento
particular, veamos: "Pero para ciertos casos existe un sistema especial, una
institución jurídica particular, denominada quiebra, que tiende a asegurar la efectividad
1
. Caicedo Castilla, José Joaquín, Derecho Internacional Privado,
Editorial Temis, Sexta Edición, Bogotá, Colombia, 1967, p. 463.
2
. Caicedo Castilla, José Joaquín, op. cit. p. 463.
del pago y la rapidez de su realización" 3, precisamente para los que se enmarcan en
el artículo 5 del Código de Comercio de Costa Rica.
"A solicitud de cualquier acreedor que compruebe que existen dos o más
ejecuciones pendientes contra su deudor, originadas en títulos y acreedores
diferentes, la exigibilidad de su crédito con título ejecutivo y la insuficiencia de bienes
de aquel, se decretará la apertura del concurso.
3
. Caicedo Castilla, José Joaquín, op. cit. p. 463.
4
. Caicedo Castilla, José Joaquín, op. cit. p.464.
5
. Diccionario Jurídico Mexicano, Instituto de Investigaciones Jurídicas,
Editorial Porrúa, Tercera Edición, Mexico, 1991, p. 577.
6
. Diccionario Jurídico Mexicano, op. cit. p.577.
Igual declaratoria se hará a solicitud del deudor quien deberá presentar un
detalle
de su activo y pasivo, o expresar las razones que le impidan hacerlo...7
8
. Explicación y concordancia del nuevo Código Procesal Civil.
9
. Diccionario Jurídico Mexicano, op. cit. T. V., p. 2654.
comerciante aún cuando la causa no tenga carácter de mercantil..." 10
10
. República de Costa Rica. Código de Comercio, Séptima Edición, Lehman
Editores, 1979, Artículo 852.
11
. Revista Judicial Número 22. Sala Segunda Civil, de las 9:25 horas
del 4 de enero de 1980. Quiebra de O.B.
12
. Revista Judicial Número 28. Tribunal Superior Segundo Civil, Sección
Segunda, # 354 de las 14:40 horas del 8 de Julio de 1981, Quiebra de C.B.T.
promovida por R.G.V.
13
. Revista Judicial Número 23, Sala Segunda Civil, # 132 de las 9:30
horas del 18 de abril de 1980. Quiebra de B.A.S.
responsabilidades económicas, porque carece de los medios adecuados al ocurrir uno
o varios vencimientos, o porque su activo es inferior a su pasivo, y no logra llegar con
dichos acreedores a una solución extrajudicial, necesitar acudir a los tribunales, bien
para una simple suspensión temporal de pagos, bien para obtener de la mayoría una
quita o una espera o ambas cosas a la vez, bien para que se proceda a una
liquidación general de su haber y al pago en lo posible de sus deudas, utilizando los
trámites judiciales que se conocen en nuestro derecho con los nombres de quiebra o
de concurso. La primera denominación se aplica al caso en que el deudor o la
sociedad que lo fuere tienen el concepto legal de comerciante, y la segunda al de que
se trate simplemente de personas o entidades civiles.
En el Derecho Internacional Privado se ha discutido mucho sobre esas
situaciones, y, sin perjuicio de referirnos a los diversos sistemas cuando nos
ocupemos dentro de poco de la unidad y la universalidad de la quiebra y el concurso,
debemos afirmar desde ahora que esas dificultades económicas, ajenas del todo a
cada acreedor, no deben modificar su situación en el orden del derecho, pareciendo
necesario que conserven la misma situación legal, desde el punto de vista de sus
garantías posibles, antes como después de la declaratoria de quiebra o de concurso.
15
. Kaller de Orchansky, Berta, Manual de Derecho Internacional Privado,
Editorial Plus Ultra, Tercera Edición, Buenos Aires Argentina, 1984, op. cit.
p. 569.
16
. Kaller de Orchansky, Berta, op. cit. p. 569.
CAPITULO SEGUNDO
I. LOS CONCURSOS
1. -...
17
. Código Procesal Civil, op. cit. artículo 47.
Las anteriores citas muestran cierta uniformidad, como se observará a lo largo
del trabajo en el ordenamiento latinoamericano, en cuanto a sus normas de Derecho
Internacional Privado, y a mayor abundamiento en el capítulo final del presente
trabajo.
Ante todo nos importa referirnos a los principios capitales que deben inspirar la
materia. So pena que cambie la situación económica de los acreedores por el hecho
de decidir el deudor o ellos mismos la intervención judicial y de que no se acepten las
consecuencias que traen consigo la solidaridad de las naciones ocultas, es preciso
que para cada deudor no hayan más que un juicio de esta clase y de sus
consecuencias alcancen a todas sus operaciones, donde quiera que se desenvuelvan
y a todos sus acreedores personales, sea cual fuere el lugar en que se hallan.
18
. Código de Comercio, op. cit. artículo 866.
19
. Boggiano, Antonio, op. cit. p. 908.
defraudado. Lo evita el principio de la unidad de la quiebra, que reúne todos los
bienes y todas las responsabilidades, manteniendo a la hora del desastre la misma
situación económica y legal de los tiempos de buena fortuna.
"Artículo 980. - Los bienes que existan en la República pertenecientes a una persona
declarada en estado de quiebra o de concurso en otro país, pueden ser ejecutados y
concursados por los acreedores residentes en Costa Rica, y únicamente lo que
sobrare de los bienes después de concluido el concurso parcial o de satisfechos los
ejecutantes corresponderá a la masa del concurso o quiebra pendiente en el
extranjero."23
20
. Antonio Sánchez de Bustamante y Sirven, op. cit. p.p.275, 276.
21
. Antonio Sánchez de Bustamante, op. cit. p. 276.
22
. Boggiano, Antonio, op. cit. p. 910.
23
. Código Civil de Costa Rica, op. cit. artículo 980.
CAPITULO TERCERO
24
. Boggiano, Antonio, op. cit. p.p. 910-911.
25
. Boggiano, Antonio, op. cit. p. 912.
26
. Código de Comercio de Costa Rica, op. cit. artículo 864.
27
. Sánchez de Bustamante, op. cit. p. 278.
Boggiano, en su análisis del caso argentino nos señala:
6. - Que el documento en que conste reúna los requisitos necesarios para ser
28
. Boggiano, Antonio, op. cit. p. 913.
considerado como auténtico en el Estado de que proceda, y los que requiera para que
haga fe la legislación del Estado en que se aspira a cumplir la sentencia."29
Sánchez de Bustamante como redactor y colaborador de este cuerpo normativo, al
respecto nos señala:
Otra contradicción se refiere al hecho de la citación de las partes, de modo que que se
les haya oído u otorgado expresa y prácticamente el derecho de hacerse oír antes de
la resolución dictada o con anterioridad al momento legal en que haya quedado firme.
Sin eso, falta a la sentencia una de sus más importantes garantías. Obsérvese, no
obstante, que hemos evitado una fórmula muy corriente, la de que el fallo no se haya
dictado en rebeldía.
Citada debidamente la parte interesada, a nadie sino así misma puede imputar lo que
le ocurra si deja de comparecer, y es preciso que no quede en sus manos, después
de citada, la autoridad internacional del fallo, de tal modo, que logre suprimirla por el
sólo hecho voluntario de no acudir en tiempo y forma al llamamiento judicial.
La sentencia además tiene que ser ejecutoria en el país donde se dictó, puesto
que resultaría absurdo poderla cumplir en el extranjero y no en el lugar de que
procede. Y ese cumplimiento requiere su traducción al idioma del primero y, aunque
sea el mismo del segundo, las garantías de autenticidad indispensables, que se
detallarán más adelante."30
30
. Sánchez de Bustamante, op. cit. p.p. 291-292.
trámites establecidos para sus propias resoluciones judiciales por el país que la
acepta. En el segundo caso la resolución pone término al asunto y obliga a devolver
la sentencia al que la ha presentado, si obedece a motivos de fondo; pero si se tratase
de dificultades de forma hay que reconocerle el derecho a subsanarlas, reproduciendo
y tramitando de nuevo su petición.
Nada dicen sobre esto el Tratado de Lima y el de Montevideo. Los imitan los
Proyectos de la Conferencia Boliviana y de la Comisión de Jurisconsultos en 1912,
aunque Rodrígues Pereira, en su artículo 84, después de prohibir al juez territorial que
modifique, altere, derogue, sustituya o anule la sentencia, lo autoriza para declarar
que no puede ser ejecutada si comprobare que es notoriamente injusta o
manifiestamente nula.
31
. Sánchez de Bustamante, op. cit. p.p. 302-305.
CAPITULO CUARTO
32
. Boggiano, Antonio, op. cit. p. 949.
33
. Kaller de Orchansky, Berta, op. cit. p. 129.
34
. Boggiano, Antonio, op. cit. p.p. 949-950.
refiere al Banco Crédito Agrícola de Cartago, ante la citada Corte.
CONCLUSIONES
Es urgente que Costa Rica cuente con una ley especial sobre quiebras, la
sistematización del estudio de la figura es necesaria y su inclusión en un sólo cuerpo
normativo haría más fácil su análisis.
Esta coyuntura requiere de soluciones más prácticas, tal vez mediante normas
"tipo" como lo hemos señalado, las mismas podrían devenir de Tribunales Arbitrales
que liquiden o intervengan empresas, sin dejar de lado el papel protagónico que en
este caso deben jugar los Estados partes, legislando internamente y suscribiendo los
tratados necesarios para la búsqueda de las soluciones más adecuadas a los
procedimientos de liquidación en concursos o quiebras de personas físicas o jurídicas
que tengan patrimonios internacionalmente dispersos.
BIBLIOGRAFIA
Caicedo Castilla, José Joaquín. Derecho Internacional Privado, Editorial Temis, Sexta
Edición, Bogotá Colombia, 1967.
ANEXO
Tras haberse acogido la doctrina del acto de Estado en la corte de distrito (566
F. Supp 1440 SDNY 1983), en abril de 1984 la Corte de Apelaciones de Nueva York
confirmó la decisión inferior, pero por distintos fundamentos. No acudió a la doctrina
del acto de Estado, sino a los principios de cortesía internacional que imponían a la
Corte reconocer la validez de las decisiones del gobierno de Costa Rica en la medida
en que no afectaran los principios del derecho de los Estados Unidos.
Después consideró la Corte sobre la doctrina del acto de Estado que "la
aplicabilidad de la doctrina depende del probable impacto sobre las relaciones
internacionales que resultaría de la consideración judicial de un acto de soberanía
extranjero. Si la decisión embarazara o comprometiera al Ejecutivo en el dominio de
las relaciones exteriores, la Corte debería abstenerse de indagar la validez del acto de
Estado extranjero". Especialmente "cuando la apropiación es totalmente
cumplimentada en el territorio soberano extranjero, sería una afrenta a tales gobiernos
extranjeros que las Cortes de los Estados Unidos sostengan que tal acto fue nulo...
Además, en tales circunstancias, la decisión de la Corte sería casi seguramente
desconocida en las fronteras del Estado extranjero".
La Corte consideró que "el intento unilateral del Gobierno de Costa Rica de
repudiar obligaciones comerciales privadas es inconsistente con la resolución
ordenada de problemas de deudas internacionales. Similarmente es contrario a los
intereses de los Estados Unidos, fuente mayor del crédito privado internacional".
Desde otro perfil, el situs de la obligación tiene relevancia en nuestro nuevo artículo 4
de la Ley de Concursos. Si el situs de la obligación estuviese en Nueva York y un
acreedor o el deudor solicitara un concurso o la quiebra en Nueva York o en otro lugar
en donde el deudor tuviese bienes y se declarara también la quiebra en nuestro país.
Los "acreedores pertenecientes al concurso formado en el extranjero actuarán sobre
el saldo, una vez satisfechos los demás créditos verificados en aquella" quiebra
Argentina. El situs de la obligación también es decisivo para el tratamiento del
acreedor cuyo crédito es pagadero en el extranjero en la sistemática del nuevo
artículo 4. La sentencia de la Corte de Apelaciones de Nueva York inre "Allied Bank
International" es de gravitación para ponderar la situación de las obligaciones
pagaderas en el extranjero, frente al artículo 4 y ante posibles medidas de control de
cambio o de incidencia sobre el cumplimiento de las obligaciones internacionales en
moneda extranjera.
(178) Ver: Cashel, "Allied Bank case reversed on rehearing", International Financial
Law Rev., 7/4/85; Lindskog, "Allied Bank: the reasoning behind the recent decision",
Int. Fin. Law Rev., 24/5/85; Cárdenas, "El caso Allied Bank International: al final, lo
previsible", L.L. 22/7/85; el mismo autor en L.L. t.1984-C, pág. 1154. Sobre una
exposición de la doctrina del acto de Estado sobre expropiación de créditos, cap. XII
(179). Sobre las implicaciones de este tema, ver Boggiano, "Lugar de pago de las
obligaciones internacionales en moneda extranjera", en Revista del Derecho
Comercial y de las Obligaciones, 1985, págs. 29-62