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LOS CONCURSOS Y QUIEBRAS EN EL DERECHO INTERNACIONAL PRIVADO

INTRODUCCION

El estudio y análisis de los concursos y quiebras en el Derecho Internacional


Privado, debe partir de ciertas connotaciones o premisas generales, el análisis de la
doctrina es sumamente escaso, la complejidad de la materia es obvia y el tratamiento
de la codificación internacional inició desde hace más de un siglo, específicamente
desde 1894 y 1904, con las conferencias de la Haya, para el primero; y, el Tratado de
Derecho Comercial Internacional de Montevideo, para el segundo.

El método de trabajo es principalmente explicativo y descriptivo, se utilizarán en


su mayor parte el uso de fuentes secundarias para el desarrollo de esta investigación,
aunque ocasionalmente se utilizan fuentes primarias.

Como objetivo principal se describirá el desarrollo codificador internacional de


que ha sido objeto la quiebra y el concurso, y la necesidad de implantar a nivel
internacional un Tratado que regule, aunque sea de manera general, las inquietudes e
interrogantes más comunes, que afectan a la materia en estudio.

El objetivo máximo de desarrollo de un trabajo como el presente, consiste en


un enfoque que permita al lector conocer el tratamiento de que ha sido objeto la
materia en estudio.

Este trabajo iniciará en el primer capítulo con un marco teórico que enfoque
aunque sea de manera general, el tratamiento de los concursos y las quiebras en el
Derecho interno costarricense, haciendo algunas referencias al tratamiento que la
jurisprudencia ha dado a los mismos, contando con los primeros análisis que sobre el
mismo hacían los doctrinarios de derecho internacional privado en el siglo pasado y a
pricipios del presente.

En el segundo capítulo, se iniciará un análisis comparativo con las situaciones


o problemas más relevantes que se sucitan en los juicios universales,
específicamente en el proceso concursal y en la quiebra, partiendo de las notas que al
efecto nos remite Antonio Boggiano en libro "El Derecho Internacional Privado ",
principalmente lo referido al Foro del Patrimonio, el concurso y la quiebra de
sucursales, el concurso y la quiebra de personas no domiciliadas en territorio nacional
en cuanto a los bienes muebles e inmuebles situados en Costa Rica y la declaración
de quiebra decretada en Costa Rica y en el extranjero, la eficacia extraterritorial de la
misma. Los anteriores puntos serán concordados con las normas conflictuales de
Derecho Internacional Privado costarricense, argentino, y los alcances que sobre el
mismo ha pautado la codificación internacional.
INDICE

Introducción

Capítulo Primero

I. Principios Generales

II. Definición de Términos


1.El concurso
2.La quiebra

Capítulo Segundo

Los Concursos

1.El foro del patrimonio


2. Personas de Derecho Civil domiciliadas en el extranjero

Capítulo Tercero

I. Efectos de la declaración de concurso o quiebra en el extranjero

II. Efectos en el extranjero de la declaración


de concurso o quiebra en Costa Rica

Capítulo Cuarto

I. La unificación internacional del derecho de quiebra y el Derecho Internacional


Privado de quiebras

Conclusiones
Bibliografía
Anexo
CAPITULO PRIMERO

I. PRINCIPIOS GENERALES

Cuando se inicia el análisis de las quiebras y los concursos, debemos partir de


ciertas normas o principios generales que enmarcan o delimitan la figura en estudio,
iniciaremos con las generalidades del tema, conceptualizaciones y marco o enfoque
general.

Caicedo Castilla al introducirnos al tema en estudio, nos refresca conceptos


generales que debemos tener en cuenta, veamos:

"Los acreedores tienen como prenda común de sus créditos la totalidad de los
bienes del deudor. Es un principio generalmente aceptado, que viene desde los
tiempos del derecho romano y que el Código Civil de Colombia consagra en su
artículo 2488".1 y el Código Civil de Costa Rica en su artículo 981.

La máxima que señala que el patrimonio es prenda común de acreedores, es


aplicable a los comerciantes, actúen como personas físicas o jurídicas. Para cada
caso concreto, se utilizará el concurso o la quiebra.

"De modo que si el deudor no paga, los acreedores dirigirán sus acciones
sobre los bienes de aquel, y con el valor de aquellos se atenderá el pago respectivo.
Este es el sistema general, el común, el de derecho civil, 2 no aplicable a los
comerciantes, ya que estos tienen, cobijados bajo la misma máxima, un procedimiento
particular, veamos: "Pero para ciertos casos existe un sistema especial, una
institución jurídica particular, denominada quiebra, que tiende a asegurar la efectividad
1
    . Caicedo Castilla, José Joaquín, Derecho Internacional Privado,
Editorial Temis, Sexta Edición, Bogotá, Colombia, 1967, p. 463.

2
    . Caicedo Castilla, José Joaquín, op. cit. p. 463.
del pago y la rapidez de su realización" 3, precisamente para los que se enmarcan en
el artículo 5 del Código de Comercio de Costa Rica.

Existen discusiones acerca de que si la quiebra debe ser aplicable a los


comerciantes y no comerciantes, en Costa Rica la quiebra únicamente se aplica a los
sujetos que reúnan los requisitos del citado artículo 5 del Código de Comercio, en esta
vertiente o este sistema lo aplica: "Francia, Bélgica, España, Suecia, Italia, Rumanía,
Brasil y Argentina. Otros lo aplican a comerciantes y no comerciantes. Es el sistema
vigente en Inglaterra, Alemania, Holanda, Hungría, Dinamarca, Irlanda, Noruega,
Suecia, Perú, los Estados Unidos de América y Canadá. Se dice que el deudor civil,
como el comerciante, es una fuerza económica que es preciso dirigir, y que por lo
mismo, el deber del Estado es el de intervenir para evitar la ruina de todos".4

II. DEFINICION DE TERMINOS

1. El concurso: "Juicio universal que se establece para liquidar el patrimonio de un


deudor que suspende el pago de sus deudas vencidas, líquidas y exigibles."5

Su origen se remonta a Roma. La Ley Papiria Paetelia faculta a los acreedores a


vender los bienes totales del deudor para de ellos pagarse sus créditos por préstamos
en dinero y la missio in bona debitoris que estableció el procedimiento universal con la
designación de un curador bonorum, para la venta de los bienes y el establecimiento
de la clasificación de los acreedores según su privilegio.

En algunas reglamentaciones se requiere que el monto de las deudas exceda


a los bienes,6 situación que para Costa Rica será analizada posteriormente, a la luz de
las disposiciones del Código de Comercio, del Código Procesal Civil y el Código Civil.

El concurso tiene efectos sobre la persona del deudor, de sus bienes y


respecto a terceros, situaciones ya conocidas a los efectos del curso, los cuales se
dan por superadas, aunque posteriormente se haga referencia a ellas, estrictamente
en la legislación nacional.

El Código Procesal Civil de Costa Rica en su artículo 737, señala en lo


conducente:

"A solicitud de cualquier acreedor que compruebe que existen dos o más
ejecuciones pendientes contra su deudor, originadas en títulos y acreedores
diferentes, la exigibilidad de su crédito con título ejecutivo y la insuficiencia de bienes
de aquel, se decretará la apertura del concurso.
3
   . Caicedo Castilla, José Joaquín, op. cit. p. 463.

4
    . Caicedo Castilla, José Joaquín, op. cit. p.464.

5
    . Diccionario Jurídico Mexicano, Instituto de Investigaciones Jurídicas,
Editorial Porrúa, Tercera Edición, Mexico, 1991, p. 577.

6
    . Diccionario Jurídico Mexicano, op. cit. p.577.
Igual declaratoria se hará a solicitud del deudor quien deberá presentar un
detalle
de su activo y pasivo, o expresar las razones que le impidan hacerlo...7

Nótese que este artículo corresponde al artículo 575 del Código de


Procedimientos Civiles derogado.8

Resulta de importancia transcribir lo que al respecto establecen los artículos


884 y 886 del Código Civil, veamos:
"Artículo 884. - Para que la insolvencia de una persona produzca todos los
efectos que la ley le atribuye, es necesario que esté declarada judicialmente."

"Artículo 886. - Siempre que por gestión de uno o varios acreedores se


compruebe que los bienes del deudor son insuficientes para cubrir sus deudas,
procede la declaratoria del concurso.

La insuficiencia patrimonial se presume por el hecho de no presentar el deudor


ni acusar el Registro de la Propiedad bienes bastantes para satisfacer todas sus
obligaciones.

También se decretará la apertura del concurso cuando lo solicite el propio


deudor, si éste tuviere dos o más acreedores."

2. La quiebra. (de quebrar): "Según el diccionario de la lengua, es un juicio universal


para liquidar y calificar la situación del comerciante quebrado. Quebrar, cesar en el
comercio por sobreseer en el pago corriente de las obligaciones contraídas y no
alcanzar el activo para cubrir el pasivo.

Desde un punto de vista procesal, la quiebra es un juicio universal que tiene


por objeto la liquidación del patrimonio del deudor común para distribuirlo entre los
acreedores legítimos, en la proporción que les corresponda y la rehabilitación del
quebrado, en el caso que proceda."9

El Código de Comercio de Costa Rica en los artículos 851 y siguientes regula


la declaratoria de quiebra y su procedencia.

Valga destacar el artículo 852, que en lo conducente señala:

"Artículo 852. - Para que un acreedor tenga derecho a pedir la quiebra, es


indispensable que demuestre su calidad de tal, presentando el título respectivo y
comprobado que la obligación es líquida y exigible, así como que el deudor es
7
    . República de Costa Rica, Código Procesal Civil, Ley 7130, San José,
1989, artículo 737.

8
    . Explicación y concordancia del nuevo Código Procesal Civil.

9
    . Diccionario Jurídico Mexicano, op. cit. T. V., p. 2654.
comerciante aún cuando la causa no tenga carácter de mercantil..." 10

Resulta importante destacar la calidad de comerciante del deudor, punto


debatido en la jurisprudencia y doctrina internacional, para la procedencia de la misma
debemos mantener claras las ideas al hacer los análisis en el Derecho Internacional
Privado, en los capítulos posteriores.

Sobre la procedencia de la declaratoria de quiebra, la calidad de comerciante, y


otros puntos concordantes, los Tribunales de Justicia de Costa Rica han señalado:

"Si de la solicitud de cédula que el quebrado hiciere se desprende que su


profesión u oficio es industrial, estando el término comerciante en un segundo lugar y
entre paréntesis, en la especie procede confirmar la derogatoria de la declaratoria de
quiebra solicitada"11.

En igual sentido el Tribunal Segundo Civil, señaló:

"Si en la especie el actor no ha demostrado la calidad de comerciante del


concursado, o sea, que no ha podido cumplir con todos los requisitos exigidos por el
Código de Comercio para que un acreedor pueda solicitar una quiebra, procede
confirmar la resolución que ordenó comprobar aquella condición, toda vez que no
basta que una persona al suscribir un documento exprese que es comerciante para
establecer que tiene esa calidad, Código de Comercio, artículo 852.12

Sobre la calidad de comerciante establecida en el artículo 5 del Código de


Comercio y el cumplimiento de ciertos requisitos para su procedencia la Sala Segunda
ha establecido:

"Si el demandado, a la fecha en que tuvo relaciones de trabajo con el


promovente tenía calidad de comerciante, pues los actos de inspección de la
Dirección General de Trabajo, cuyas fotocopias se aporten, son suficientes para
tenerlo como tal, y si a la fecha de presentación de estas diligencias mantenía esa
calidad, resulta procedente la declaratoria de quiebra que se solicita"13.

Antonio Sánchez de Bustamante, en su libro Derecho Internacional Privado


comenta, analiza y reflexiona sobre el punto de estudio, veamos:

"Cuando un deudor, sea o no comerciante, no puede hacer frente a sus

10
    . República de Costa Rica. Código de Comercio, Séptima Edición, Lehman
Editores, 1979, Artículo 852.

11
    . Revista Judicial Número 22. Sala Segunda Civil, de las 9:25 horas
del 4 de enero de 1980. Quiebra de O.B.
12
    . Revista Judicial Número 28. Tribunal Superior Segundo Civil, Sección
Segunda, # 354 de las 14:40 horas del 8 de Julio de 1981, Quiebra de C.B.T.
promovida por R.G.V.

13
    . Revista Judicial Número 23, Sala Segunda Civil, # 132 de las 9:30
horas del 18 de abril de 1980. Quiebra de B.A.S.
responsabilidades económicas, porque carece de los medios adecuados al ocurrir uno
o varios vencimientos, o porque su activo es inferior a su pasivo, y no logra llegar con
dichos acreedores a una solución extrajudicial, necesitar acudir a los tribunales, bien
para una simple suspensión temporal de pagos, bien para obtener de la mayoría una
quita o una espera o ambas cosas a la vez, bien para que se proceda a una
liquidación general de su haber y al pago en lo posible de sus deudas, utilizando los
trámites judiciales que se conocen en nuestro derecho con los nombres de quiebra o
de concurso. La primera denominación se aplica al caso en que el deudor o la
sociedad que lo fuere tienen el concepto legal de comerciante, y la segunda al de que
se trate simplemente de personas o entidades civiles.
En el Derecho Internacional Privado se ha discutido mucho sobre esas
situaciones, y, sin perjuicio de referirnos a los diversos sistemas cuando nos
ocupemos dentro de poco de la unidad y la universalidad de la quiebra y el concurso,
debemos afirmar desde ahora que esas dificultades económicas, ajenas del todo a
cada acreedor, no deben modificar su situación en el orden del derecho, pareciendo
necesario que conserven la misma situación legal, desde el punto de vista de sus
garantías posibles, antes como después de la declaratoria de quiebra o de concurso.

No entraremos, sin embargo, en este examen detallado de ambas


instituciones, sin referirnos previamente a la organización que han pretendido darles,
de modo especial desde el punto de vista de juicio de quiebra, en Europa el Instituto
de Derecho Internacional y las Conferencias oficiales de La Haya, y en América el
Tratado de Derecho Comercial Internacional de Montevideo y los Proyectos de
codificación posteriores."14

"Un estudio comparativo de las distintas legislaciones nacionales sobre esta


materia, permite comprobar la diversidad, permite comprobar la diversidad de criterios
inspiradores que responden a la particular manera de desarrollarse la actividad
mercantil; no obstante, el fin social de la quiebra es siempre el mismo: la liquidación
colectiva de los bienes del deudor para hacer efectivos los créditos de sus acreedores.
Pero los comerciantes, sean personas físicas o jurídicas, suelen cada vez con más
frecuencia, proyectar su actividad a otros países, ejerciendo actos de comercio
aislados o instalando sucursales dependientes o independientes de la administración
principal".15

Esta expansión ha hecho que cuando estemos en presencia de un proceso


concursal, existan bienes localizados en distintos puntos geográficos, créditos y
pasivos en países distintos a la casa matriz o sucursal, estamos en presencia de un
"patrimonio internacionalmente disperso16". Estos problemas son los que
precisamente estudian y analizan los entendidos en el proceso concursal o de quiebra
a nivel internacional y que analizaremos en este trabajo.
14
    . Antonio Sánchez de Bustamante y Sirven, Derecho Internacional
Privado, Habana Cultural S.A., Tercera Edición, La Habana, Cuba, 1943, p.
268.

15
    . Kaller de Orchansky, Berta, Manual de Derecho Internacional Privado,
Editorial Plus Ultra, Tercera Edición, Buenos Aires Argentina, 1984, op. cit.
p. 569.

16
    . Kaller de Orchansky, Berta, op. cit. p. 569.
CAPITULO SEGUNDO

I. LOS CONCURSOS

1. - El foro del patrimonio


Según el artículo 47, inciso 2) del Código de Procesal Civil costarricense, " Es
competente el juez costarricense, con exclusión de cualquier otro:

1. -...

2. - Para proceder al inventario y partición de bienes situados en Costa Rica, que


perteneciren a los costarricenses a un costarricense o extranjero domiciliado fuera de
la República17".

En este sentido el artículo 866 del Código de Comercio en lo conducente nos


señala:

"Artículo 866. - Si la sucursal o agencia en Costa Rica cesare en el pago de sus


obligaciones, podrá ser declarada en quiebra independientemente de la caja principal,
teniéndola, para los efectos del concurso, como persona jurídica. (11).
Esta es la norma sobre la competencia costarricense, que claramente sustenta un
todo de patrimonio. Esta norma representa y delimita la soberanía de los jueces
costarricenses. En este mismo sentido la Ley Nº 19.551 retomada pro la Ley Nº
22.917 establece que "los deudores domiciliados en el extranjero pueden ser
declarados en concurso por jueces ejecutores respecto de bienes existentes en el
país".18

17
    . Código Procesal Civil, op. cit. artículo 47.
Las anteriores citas muestran cierta uniformidad, como se observará a lo largo
del trabajo en el ordenamiento latinoamericano, en cuanto a sus normas de Derecho
Internacional Privado, y a mayor abundamiento en el capítulo final del presente
trabajo.

En igual sentido señala Boggiano que "no es necesario que el comerciante o la


sociedad domiciliada tenga agencias, representación o sucursal en el país, basta la
radicación en la Argentina de cualquier bien de aquellos sujetos comprendidos en la
norma."19

Con respecto a los bienes muebles, el citado artículo 47 en su inciso 1) nos


amplía:

"Artículo 47. - Es competente el juez costarricense, con exclusión de cualquier otro."


1) Para conocer de demandas reales o mixtas relativas a muebles o inmuebles
situados en Costa Rica, la legislación Argentina señala: "...con relación a los bienes
muebles hay que aplicar el artículo 11 del Código Civil. A los conceptos que
contienen las normas de jurisdicción internacional se los califica según la ley del
juez...." No obstante, si tales bienes están en la República, dan lugar a la jurisdicción
internacional Argentina.

"Con estos antecedentes vamos a examinar las cuestiones fundamentales


suscitadas en el Derecho Internacional Privado, por la quiebra, el concurso, la
suspensión de pagos, la quita y espera o cualquier otra forma colectiva de liquidación
de bienes entre un deudor y sus acreedores, exponiendo sobre el particular lo
establecido en el Código de Derecho Internacional Privado.

Ante todo nos importa referirnos a los principios capitales que deben inspirar la
materia. So pena que cambie la situación económica de los acreedores por el hecho
de decidir el deudor o ellos mismos la intervención judicial y de que no se acepten las
consecuencias que traen consigo la solidaridad de las naciones ocultas, es preciso
que para cada deudor no hayan más que un juicio de esta clase y de sus
consecuencias alcancen a todas sus operaciones, donde quiera que se desenvuelvan
y a todos sus acreedores personales, sea cual fuere el lugar en que se hallan.

En otros términos, estos juicios, razonadamente comprendidos entre los que se


llaman universales... dominados por dos grandes principios... el de su unidad y el de
su universalidad.

El que contrata en Cuba con la sucursal de un banco extranjero, depositando


por ejemplo fondos en cuenta corriente, no lo hace tan sólo por la solvencia de esa
sucursal, que en la mayor parte de los casos no tiene capital propio, sino contando
con los recursos de la oficina central. Y si el día que los negocios bancarios obligan a
esta última a pedir a ésta última a pedir su liquidación ante los tribunales de los
justicias, no puede contar más que con el activo de la primera, resultaría en vigor

18
    . Código de Comercio, op. cit. artículo 866.

19
    . Boggiano, Antonio, op. cit. p. 908.
defraudado. Lo evita el principio de la unidad de la quiebra, que reúne todos los
bienes y todas las responsabilidades, manteniendo a la hora del desastre la misma
situación económica y legal de los tiempos de buena fortuna.

Cuando existen sucursales, aunque tengan para ciertos efectos administrativos


su domicilio mercantil en el lugar donde negocian, la institución misma no puede
pretender como tal más que un sólo domicilio, que es el de sus oficinas principales. Y
el criterio no es únicamente a los bancos sino a las personas o compañías que se
dedican a la elaboración o venta de productos al por mayor y al por menor, o a
cualquiera otro género de operaciones comerciales o civiles20.

Continúa ampliando Sánchez de Bustamante: "En el caso opuesto, o sea


cuando procediendo de un mismo origen y usando un sólo nombre o denominación,
los establecimientos mercantiles están completamente separados en su organización,
en su contabilidad, en sus operaciones y en sus recursos, y eso consta en los
Registros Públicos correspondientes, la situación legal es enteramente distinta. No
puede hablarse de unidad de factores separados e independientes, cada uno de los
cuales constituye una personalidad distinta, desde el punto de vista jurídico."21

2. Personas de Derecho Civil domiciliadas en el extranjero.

Las personas civiles domiciliadas en el exterior que posean bienes existentes


en el país pueden ser concursadas en él, respecto de tales bienes, por aplicación de
los artículos 310 y 2 inciso 5) de la Ley Nº 19.551.22

En la legislación costarricense se aplican, como ya lo señalamos, las


disposiciones del artículo 47, incisos 1) y 2) del Código Procesal Civil y el 980 del
Código Civil, que en lo conducente señala:

"Artículo 980. - Los bienes que existan en la República pertenecientes a una persona
declarada en estado de quiebra o de concurso en otro país, pueden ser ejecutados y
concursados por los acreedores residentes en Costa Rica, y únicamente lo que
sobrare de los bienes después de concluido el concurso parcial o de satisfechos los
ejecutantes corresponderá a la masa del concurso o quiebra pendiente en el
extranjero."23

20
    . Antonio Sánchez de Bustamante y Sirven, op. cit. p.p.275, 276.

21
    . Antonio Sánchez de Bustamante, op. cit. p. 276.

22
    . Boggiano, Antonio, op. cit. p. 910.

23
    . Código Civil de Costa Rica, op. cit. artículo 980.
CAPITULO TERCERO

I. Efectos de la declaración de concurso o quiebra en el extranjero

"Según el artículo 4º la declaración de concurso en el extranjero es causal para


la apertura del concurso en el país... De este modo, una declaración de concurso
oriunda de la jurisdicción del domicilio extranjero es causal de apertura del concurso
aquí."24

Continúa ampliando Boggiano: "La declaración de concurso en el extranjero


solo cabe reconocerle eficacia causante de apertura en la Argentina, si tal declaración
no lo es respecto de una sociedad local argentina, o sea domiciliada en nuestro país o
con explotación exclusiva aquí, artículo 124 de la Ley Nº 19.550".25

Por el contrario, el Código de Comercio de Costa Rica en concordancia con lo


dispuesto en el artículo 980 del Código Civil, transcrito supra cita, nos señala:

"Artículo 864. - La declaración de quiebra hecha fuera del país no puede


invocarse contra los acreedores que el fallido tenga en la República, ni para
disputarles los derechos que pretenden sobre los bienes existentes dentro del
territorio, ni para anular los actos o contratos que hubieren celebrado con el fallido.
Declarada la quiebra en el exterior, lo referente a los bienes existentes en el país se
regirá conforme al artículo 980 del Código Civil.26 , transcrito anteriormente.

"La situación legal de esos juicios y sus efectos interiores e internacionales,


arrancan del auto que declara la quiebra o el concurso, o las otras medidas de índole
análoga, Como esa resolución supone la competencia del juez que la dicta, y la
petición, citación o audiencia del deudor interesado, y la posibilidad de estar firme o
ser aún objeto de recursos, se comprende la necesidad de someterlo al exequátur
antes de que motive actos de ejecución de un país extranjero.

"En consecuencia de lo expuesto en el número anterior, dice el artículo 417 del


Código de Derecho Internacional Privado que el auto de declaratoria de quiebra o
concurso dictado en uno de los Estados contratantes, se ejecutará en los otros en los
casos y formas establecidos en este Código para las resoluciones judiciales; pero
producirá desde que quede firme, y para las personas respecto de las cuales lo
estuviere, los efectos de cosa juzgada."27

II. Efectos en el extranjero de la declaración de concurso o quiebra en Costa


Rica

24
    . Boggiano, Antonio, op. cit. p.p. 910-911.

25
    . Boggiano, Antonio, op. cit. p. 912.

26
    . Código de Comercio de Costa Rica, op. cit. artículo 864.

27
    . Sánchez de Bustamante, op. cit. p. 278.
Boggiano, en su análisis del caso argentino nos señala:

"Es evidente que la eficacia de reconocimiento o ejecución de sentencias argentinas


de quiebra en el extranjero depende del derecho extranjero ante el cual se pretenden
aquellos efectos."28

Es importante mantener frescas, para el estudio de la eficacia de las


resoluciones, situaciones como la cuestión previa, la competencia de jurisdicción, el
reenvío, el orden público internacional y el fraude de ley, el Juez del Foro debe
conocer y aplicar la lex causae, pero esta ley debe permitir al juez que busque y
fundamente con argumentos sólidos la sentencia, a efectos de la búsqueda de su
eficacia extraterritorial, además deben observarse las normas de tratados
internacionales vigentes (debidamente aprobados y ratificados por los estados) para
que la declaratoria de concurso o quiebra surta todos los efectos jurídicos requeridos.

De esta forma y utilizando las normas del Código de Bustamante la situación


se resuelve integrando las normas 414, 415 y 423 del citado cuerpo legal.
Su transcripción ayudará en la citada solución:

"Artículo 414. - Si el deudor concordatorio concursado o quebrado no tiene


más que un domicilio civil o mercantil, no puede haber más de un juicio de
procedimientos preventivos de concurso o quiebra, o una suspensión de pagos, o
quita y espera, para todos sus bienes y todas sus obligaciones en los Estados
contratantes.

Artículo 415. - Si una misma persona o sociedad tuviere en más de un Estado


contratante varios establecimientos mercantiles enteramente separados
económicamente, puede haber tantos juicios de procedimientos preventivos y de
quiebra como establecimientos mercantiles.

Artículo 423. - Toda sentencia civil o contencioso-administrativa dictada en uno


de los Estados contratantes, tendrá fuerza y podrá ejecutarse en los demás si reúne
las siguientes condiciones:

1. - Que tenga competencia para conocer del asunto y juzgarlo, de acuerdo


con las reglas de este Código, el juez o tribunal que la haya dictado.

2. - Que las partes hayan sido citadas personalmente o por su representante


legal, para el juicio.

3. - Que el fallo no contravenga el orden público o el derecho público del país


en que quiere ejecutarse.
4. - Que sea ejecutorio en el Estado en que se dicte.

5. - Que se traduzca autorizadamente por un funcionario o intérprete oficial del


Estado en que ha de ejecutarse, si allí fuere distinto el idioma empleado.

6. - Que el documento en que conste reúna los requisitos necesarios para ser
28
    . Boggiano, Antonio, op. cit. p. 913.
considerado como auténtico en el Estado de que proceda, y los que requiera para que
haga fe la legislación del Estado en que se aspira a cumplir la sentencia."29
Sánchez de Bustamante como redactor y colaborador de este cuerpo normativo, al
respecto nos señala:

"La primera de todas debe ser indudablemente la relativa a que resulte


competente el juez o tribunal de que la sentencia proceda. Esa competencia puede y
debe apreciarse en dos sentidos, porque es indispensable que aparezca para el
juzgador de sus leyes nacionales y para el país que la ejecuta de su propio derecho.
La incompetencia con arreglo a cualquiera de las dos legislaciones debe impedir que
se acceda al cumplimiento internacional de la sentencia. Cuando esas reglas se
competencia se hallan establecidas para ambos países por un acuerdo entre ellos,
como sucede en el Código de Derecho Internacional Privado, el problema se
simplifica porque las disposiciones de ese Código respecto del asunto son las únicas
a que debe atenderse.

Otra contradicción se refiere al hecho de la citación de las partes, de modo que que se
les haya oído u otorgado expresa y prácticamente el derecho de hacerse oír antes de
la resolución dictada o con anterioridad al momento legal en que haya quedado firme.
Sin eso, falta a la sentencia una de sus más importantes garantías. Obsérvese, no
obstante, que hemos evitado una fórmula muy corriente, la de que el fallo no se haya
dictado en rebeldía.

Citada debidamente la parte interesada, a nadie sino así misma puede imputar lo que
le ocurra si deja de comparecer, y es preciso que no quede en sus manos, después
de citada, la autoridad internacional del fallo, de tal modo, que logre suprimirla por el
sólo hecho voluntario de no acudir en tiempo y forma al llamamiento judicial.

También es preciso que el fallo no se oponga al orden público internacional en


el país donde se solicita su cumplimiento. El respeto a la autoridad extranjera, así
legislativa como judicial, no puede llegar hasta el punto de que borre o inutilice los
fundamentos cardinales en que descansa la organización nacional del Estado.

La sentencia además tiene que ser ejecutoria en el país donde se dictó, puesto
que resultaría absurdo poderla cumplir en el extranjero y no en el lugar de que
procede. Y ese cumplimiento requiere su traducción al idioma del primero y, aunque
sea el mismo del segundo, las garantías de autenticidad indispensables, que se
detallarán más adelante."30

Continúa ampliándonos Bustamante:

"La tramitación de la solicitud de exequátur puede conducir en definitiva a dos


resultados completamente distintos, el de que se otorgue o el de que se deniegue. Si
sucede lo primero la situación es muy clara, porque la sentencia se cumple por los
29
    . Código de Derecho Internacional Privado, artículos 414, 415 y 423.
Compilación anotada por F.V. García Amador, publicación de la Subsecretaría
de Asuntos Jurídicos de la Secretaría General de la Organización de Estados
Americanos.

30
    . Sánchez de Bustamante, op. cit. p.p. 291-292.
trámites establecidos para sus propias resoluciones judiciales por el país que la
acepta. En el segundo caso la resolución pone término al asunto y obliga a devolver
la sentencia al que la ha presentado, si obedece a motivos de fondo; pero si se tratase
de dificultades de forma hay que reconocerle el derecho a subsanarlas, reproduciendo
y tramitando de nuevo su petición.

Nada dicen sobre esto el Tratado de Lima y el de Montevideo. Los imitan los
Proyectos de la Conferencia Boliviana y de la Comisión de Jurisconsultos en 1912,
aunque Rodrígues Pereira, en su artículo 84, después de prohibir al juez territorial que
modifique, altere, derogue, sustituya o anule la sentencia, lo autoriza para declarar
que no puede ser ejecutada si comprobare que es notoriamente injusta o
manifiestamente nula.

Nuestra ley de Enjuiciamiento civil previene en su artículo 957 que,


denegándose el cumplimiento de la sentencia se devolverá la ejecutoria al que la haya
presentado; pero otorgándose, se comunicará el auto por certificación a la Audiencia
para que ésta dé la orden correspondiente al juez de primer instancia del partido en
que esté domiciliado el condenado en la sentencia, o del en que deba ejecutarse, a fin
de que tenga efecto lo en ella mandado, empleando los medios de ejecución de las
sentencias mencionadas.

En cuanto a la negativa y sus efectos podemos citar dos autos importantes de


nuestro Tribunal Supremo. Uno de ellos, el 11 de setiembre de 1901, dice que la
negativa del exequátur a una sentencia extranjera no obsta a que las partes
interesadas en que dicha sentencia se cumpla puedan solicitar y obtener de los
tribunales de Cuba la declaración y guarda de los derechos que esencialmente les
hayan sido reconocidos o declarados, y el conveniente auxilio para que los mismos
surtan sus efectos, siempre que lo uno o lo otro lo hagan valer o lo reclamen de
conformidad con las leyes vigentes en la República y por el procedimiento adecuado
establecido legalmente en la misma.

En otro auto, de 31 de marzo de 1904, se consignó que el dictado de un


juzgado de España que sólo contiene una declaración de herederos abintestato,
destinado por su naturaleza y por el único pronunciamiento que contiene, a justificar la
personalidad como tales herederos de las personas a quienes se refiere, no puede
considerarse como sentencia dictada por tribunal extranjero, de aquellas cuya
ejecución en Cuba deben pedirse ante el Tribunal Supremo, y, por consiguiente, es
indudable que no corresponde a dicho tribunal resolver respecto a las peticiones
referentes a la entrega de bienes del causante de la herencia que funde en el
carácter de herederos que dicho auto haya discernido, porque no puede decirse que,
en rigor, resolver sobre dicho particular sea cumplir el mencionado auto puesto que
éste no ordena concretamente lo que el postulante solicita, ni contiene
pronunciamiento que, para cumplirse, obligue a acceder a lo pedido ni a practicar
diligencia alguna distinta a la propuesta.

El artículo 429 del Código de Derecho Internacional Privado dice que si se


deniega el cumplimiento se devolverá la ejecutoria al que la hubiese presentado; pero,
según el 430, cuando se acceda a cumplir la sentencia, se ajustará su ejecución a los
trámites determinados por la ley del juez o tribunal para sus propios fallos".31

31
    . Sánchez de Bustamante, op. cit. p.p. 302-305.
CAPITULO CUARTO

I. La unificación internacional del derecho de quiebras y el Derecho Internacional


Privado de Quiebras

"Examinemos las posibilidades sistemáticas de un futuro régimen internacional


privado de quiebras. Una de ellas es la adopción de un derecho de quiebras
(procesal y sustancial) uniforme por un grupo de estados nacionales, mediante un
tratado internacional unificador; lo dificultoso aquí es la caracterización del supuesto
de hecho reglamentable por las normas materiales ¿cómo se define la quiebra
internacional? ¿La de un deudor con patrimonio internacionalmente disperso? ¿O
también con acreedores pagaderos en varios países? Parece conveniente admitir lo
último".32

La estructura de estas normas sería directa o material (23). A este respecto


Kaller de Orchansky ha señalado: "hay que reconocer la insuficiencia del derecho
uniforme de quiebras, caracteriza la norma que regla la "quiebra extra nacional" como
material"33

"Pero hemos de afirmar resueltamente que la unificación internacional del


derecho de quiebras no eliminaría toda eventualidad de conflictos que sólo podrían
ser resueltos por normas indirectas de derecho internacional privado. Otra
perspectiva de solución radica en la unificación internacional del Derecho
Internacional Privado de quiebras. Esta es la metodología de los tratados de Derecho
Comercial Terrestre Internacional de Montevideo de 1889 y 1940. Por último, no es
hacedero construir un derecho internacional privado interno de quiebras
extraterritorialista sin contemplar con realismo la existencia de Estados que
consagran, en sus normas de Derecho Internacional Privado, la solución territorialista
más recalcitrante. Esta razón hace insuficiente el extraterritorialismo unilateral sin
reciprocidad. Y sería muy aventurado suponer la reciprocidad extraterritorial
extranjera espontánea... Así, para la quiebra internacional se debe proclamar la
unidad de derecho aplicable, la unidad de preferencias, la pluralidad de masas de
bienes locales. He aquí el camino hacia la justa igualdad de los acreedores en la
quiebra internacional, esto es la quiebra de un deudor con obligaciones y patrimonio
internacionalmente dispersos".34

Como ejemplo de la complejidad de la quiebra y el concurso en el Derecho


Internacional Privado, tanto sustancial como formal, incluídas las excepciones e
incidentes del proceso, donde en ocasiones son los Estados los que intervienen,
transcribo en el anexo de este trabajo una resolución de la Corte de Apelaciones del
Estado de Nueva York, en donde se aplican teorías, excepciones y otros, en procesos
concursales de un Banco Comercial del Estado de Costa Rica, específicamente se

32
    . Boggiano, Antonio, op. cit. p. 949.

33
    . Kaller de Orchansky, Berta, op. cit. p. 129.

34
    . Boggiano, Antonio, op. cit. p.p. 949-950.
refiere al Banco Crédito Agrícola de Cartago, ante la citada Corte.

CONCLUSIONES

Tratar de sintetizar las conclusiones a que se llega en un trabajo como éste,


debe enfocarse desde dos ópticas concretas y bien definidas, la primera al interno de
la legislación costarricense, y la segunda, a las normas de derecho internacional
privado que regulan al proceso concursal y a la quiebra.

Es urgente que Costa Rica cuente con una ley especial sobre quiebras, la
sistematización del estudio de la figura es necesaria y su inclusión en un sólo cuerpo
normativo haría más fácil su análisis.

En cuanto a un tratado internacional que contenga las normas mínimas


conflictuales es importante, Sin duda alguna, la unificación o no mediante un Tratado
Internacional sobre quiebras y concursos parece ser oportuno, aun cuando regule
conceptos generales y soluciones para casos "típicos" que suceden a menudo en el
tráfico internacional, principalemente le referido a la lex mercatoria que regula a los
comerciantes, garantizando la eficacia y seguridad de las transacciones,
principalmente por el estado de las relaciones comerciales interestatales, con la
aprobación de los tratados de libre comercio, tal es el caso del T.L.C., la Comunidad
Económica Europea y la unión de los siete dragones del lejano oriente.

Esta coyuntura requiere de soluciones más prácticas, tal vez mediante normas
"tipo" como lo hemos señalado, las mismas podrían devenir de Tribunales Arbitrales
que liquiden o intervengan empresas, sin dejar de lado el papel protagónico que en
este caso deben jugar los Estados partes, legislando internamente y suscribiendo los
tratados necesarios para la búsqueda de las soluciones más adecuadas a los
procedimientos de liquidación en concursos o quiebras de personas físicas o jurídicas
que tengan patrimonios internacionalmente dispersos.
BIBLIOGRAFIA

Boggiano, Antonio. Derecho Internacional Privado, Abeledo Perrot, Buenos Aires,


Argentina, 1993

Caicedo Castilla, José Joaquín. Derecho Internacional Privado, Editorial Temis, Sexta
Edición, Bogotá Colombia, 1967.

Goldschmidt, Werner. Sistema y Filosofía de Derecho Internacional Privado, Ediciones


Jurídicas Europa-América, Segunda Edición, Buenos Aires, Argentina, 1952.

Kaller de Orchansky, Berta. Manual de Derecho Internacional Privado, Editorial Plus


Ultra, Tercera Edición, Buenos Aires Argentina, 1984.

Sánchez de Bustamante y Sirven. Derecho Internacional Privado, Antonio Habana


Cultural S.A., Tercera Edición, La Habana Cuba, 1943.
CODIGOS

Código Procesal Civil de la República de Costa Rica


Código de Comercio de la República de Costa Rica
Código Civil de la República de Costa Rica
Código de Derecho Internacional Privado (Código de Bustamante).

ANEXO

EL CASO "ALLIED BANK INTERNATIONAL ET AL. V.


BANCO CREDITO AGRICOLA DE CARTAGO"

Allied, como agente de un sindicato de bancos acreedores, promovió


judicialmente el cobro de unos pagarés ante los tribunales de Nueva York contra tres
bancos de Costa Rica pertenecientes (whoily owned) a la República de Costa Rica,
sujetos a control directo del Banco Central de Costa Rica. Los pagarés (promissory
notes) en dólares estadounidenses tenían lugar de pago en Nueva York. El Banco
Central de Costa Rica debía proveer cambio en dólares para el pago. En julio de
1981 el Banco Central de Costa Rica suspendió los pagos de la deuda externa. sobre
la base de un decreto que sometió a aprobación los pagos de la deuda externa, el
Banco Central negó autorización de pago de la deuda. Por falta de pago, Allied
demandó el capital e intereses ante la Corte de Distrito Sur de Nueva York. Los
bancos costarricenses demandados opusieron la doctrina del acto de Estado.

Tras haberse acogido la doctrina del acto de Estado en la corte de distrito (566
F. Supp 1440 SDNY 1983), en abril de 1984 la Corte de Apelaciones de Nueva York
confirmó la decisión inferior, pero por distintos fundamentos. No acudió a la doctrina
del acto de Estado, sino a los principios de cortesía internacional que imponían a la
Corte reconocer la validez de las decisiones del gobierno de Costa Rica en la medida
en que no afectaran los principios del derecho de los Estados Unidos.

La misma Corte de Apelaciones, luego de una nueva audiencia (rehearing) del


17 de octubre de 1984, revocó su propia decisión anterior considerando que tal
decisión se había basado en la creencia de que las medidas del gobierno de Costa
Rica no afectaban las políticas de los Estados Unidos, porque tanto el Poder
Legislativo como el Poder Ejecutivo respaldaban enteramente los actos del gobierno
de Costa Rica con todas sus consecuencias económicas. (178)

Sin embargo, en la nueva audiencia, el Poder Ejecutivo tomó participación en el


litigio como amicus curiae y respetuosamente disputó las argumentaciones de la
Corte. El Departamento de Justicia explicó que el gobierno de los Estados Unidos
apoya el procedimiento de reestructuración de la deuda seguido bajo los auspicios del
Fondo Monetario Internacional. La Corte advirtió así que "la estrategia entera se
funda en el entendimiento según el cual, mientras que las partes pueden acordar la
renegociación de las condiciones de pago, las obligaciones de pago subyacentes se
mantienen, empero, válidas y ejecutables. El intento unilateral de Costa Rica se
reestructuración de obligaciones privadas, sostuvo Estados Unidos, fue inconsistente
con el sistema de cooperación y negociación internacionales y, por ende,
inconsistente con la política de los Estados Unidos. El gobierno de los Estados
Unidos luego explica que su posición sobre la deuda privada internacional no es
inconsistente con su propia disposición a reestructurar las obligaciones
intergubernamentales de Costa Rica o con la continuación de la ayuda al
económicamente deprimido país centroamericano. Nuestra anterior conclusión,
según la cual los decretos de Costa Rica eran inconsistentes con la política de los
Estados Unidos, fue basada en estas dos circunstancias. A la luz de la dilucidación de
su posición por el gobierno, creemos que nuestra primera interpretación de la política
de los Estados Unidos estaba equivocada".

Después consideró la Corte sobre la doctrina del acto de Estado que "la
aplicabilidad de la doctrina depende del probable impacto sobre las relaciones
internacionales que resultaría de la consideración judicial de un acto de soberanía
extranjero. Si la decisión embarazara o comprometiera al Ejecutivo en el dominio de
las relaciones exteriores, la Corte debería abstenerse de indagar la validez del acto de
Estado extranjero". Especialmente "cuando la apropiación es totalmente
cumplimentada en el territorio soberano extranjero, sería una afrenta a tales gobiernos
extranjeros que las Cortes de los Estados Unidos sostengan que tal acto fue nulo...
Además, en tales circunstancias, la decisión de la Corte sería casi seguramente
desconocida en las fronteras del Estado extranjero".

Y continuó la Corte: "La limitación extraterritorial, inevitable conjunto de la


preocupación de poltica exterior subyacente a la doctrina, dicta que nuestra decisión
aquí depende del situs de la propiedad al tiempo de la pretendida apropiación. La
propiedad, por supuesto, es el derecho de Allied a recibir el reembolso de los bancos
de Costa Rica de conformidad con los acuerdos. La doctrina del acto de Estado es
aplicable a este caso sólo si, cuando los decretos fueron promulgados, el situs de las
deudas estaba en Costa Rica. Porque concluimos que el situs de la propiedad estaba
en los Estados Unidos, la doctrina no es aplicable". Porque "Costa Rica no pudo
extinguir totalmente las obligaciones de los bancos de Costa Rica de pagar en tiempo
dólares estadounidenses a Allied en Nueva York. Así el situs de la deuda no era
Costa Rica".

La Corte consideró que "el intento unilateral del Gobierno de Costa Rica de
repudiar obligaciones comerciales privadas es inconsistente con la resolución
ordenada de problemas de deudas internacionales. Similarmente es contrario a los
intereses de los Estados Unidos, fuente mayor del crédito privado internacional".

Concluyó la Corte: "Si fuéramos a reconocer efectos a las directivas, nuestra


decisión violaría una expresa cláusula de los contratos celebrados entre las partes:
Las directivas de Costa Rica son inconsistentes con el derecho y la política de los
Estados Unidos. Rechazamos, pues, sostener que las directivas excusan las
obligaciones de los bancos de Costa Rica". Además dijo: "Estados Unidos tiene
interés en asegurar que los acreedores pagaderos en los Estados Unidos en dólares
estadounidenses en virtud de contratos sujetos a la jurisdicción de los tribunales de
los Estados Unidos pueden asumir que, excepto en las más extraordinarias
circunstancias, sus derechos serán determinados de acuerdo con reconocidos
principios del derecho de contratos". Y así, la Corte revocó la decisión inferior (566 F.
Supo. 1440/SDNV 1983/ aff d 733 F 2d. 23 /2 d. Cir March 18, 1985/. Esta sentencia
fue apelada el 1 de abril de 1985.

Es de fundamental importancia la localización o el situs de las obligaciones en


el razonamiento de la Corte de Apelas de Nueva York. (179)

La Corte de Nueva York al parecer también consideró otros criterios de


localización. Así, parece relevante el interés de los Estados Unidos en "asegurar que
los acreedores con derecho a ser pagados en los Estados Unidos en dólares
estadounidenses en virtud de contratos sujetos a la jurisdicción de los tribunales de
los Estados Unidos puedan asumir que, excepto en las más extraordinarias
circunstancias, sus derecho serán determinados de acuerdo con reconocidos
principios de derecho contractual" (énfasis agregado) (2d. Cir March 18, 1985), at 11
(SDNY 1983). La Corte de Nueva York no precisa cuáles serían las "circunstancias
más extraordinarias". Deja una cláusula de excepción (escape clause). En cambio,
parecería referirse a los principios universalmente reconocidos del derecho
contractual. Tal vez el New Law Merchant del comercio internacional. Esta posibilidad
surge porque la Corte de Nueva York no aludió, como pudo haberlo hecho, a los
principios del derecho contractual de los Estados Unidos. Parece dar a entender que
alude a una suerte de ius gentium contractual, quizá a un derecho natural contractual
según lo ven los tribunales de Estados Unidos.

Desde otro perfil, el situs de la obligación tiene relevancia en nuestro nuevo artículo 4
de la Ley de Concursos. Si el situs de la obligación estuviese en Nueva York y un
acreedor o el deudor solicitara un concurso o la quiebra en Nueva York o en otro lugar
en donde el deudor tuviese bienes y se declarara también la quiebra en nuestro país.
Los "acreedores pertenecientes al concurso formado en el extranjero actuarán sobre
el saldo, una vez satisfechos los demás créditos verificados en aquella" quiebra
Argentina. El situs de la obligación también es decisivo para el tratamiento del
acreedor cuyo crédito es pagadero en el extranjero en la sistemática del nuevo
artículo 4. La sentencia de la Corte de Apelaciones de Nueva York inre "Allied Bank
International" es de gravitación para ponderar la situación de las obligaciones
pagaderas en el extranjero, frente al artículo 4 y ante posibles medidas de control de
cambio o de incidencia sobre el cumplimiento de las obligaciones internacionales en
moneda extranjera.

(178) Ver: Cashel, "Allied Bank case reversed on rehearing", International Financial
Law Rev., 7/4/85; Lindskog, "Allied Bank: the reasoning behind the recent decision",
Int. Fin. Law Rev., 24/5/85; Cárdenas, "El caso Allied Bank International: al final, lo
previsible", L.L. 22/7/85; el mismo autor en L.L. t.1984-C, pág. 1154. Sobre una
exposición de la doctrina del acto de Estado sobre expropiación de créditos, cap. XII
(179). Sobre las implicaciones de este tema, ver Boggiano, "Lugar de pago de las
obligaciones internacionales en moneda extranjera", en Revista del Derecho
Comercial y de las Obligaciones, 1985, págs. 29-62

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