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masculina y femenina
Los genitales masculinos y femeninos deben
enjabonarse y lavarse a diario, aunque es preciso
saber cómo hacerlo de manera correcta
La ducha diaria forma parte de la higiene de muchas personas. Ya sea para despejarse
por la mañana, para relajarse después de una jornada dura, después de practicar actividad
física o solo para mitigar el calor en la época en que las temperaturas aprietan, se ha
convertido en una rutina. Sin embargo, las voces expertas recomiendan no excederse en
su frecuencia ni tampoco en el uso de productos químicos, ya que tanto el exceso de
agua como de jabones puede alterar el manto lipídico de la piel, que le confiere protección.
Pero, ¿qué sucede con los genitales? ¿Cuáles son las medidas que hay que tener en
cuenta en su higiene? Los genitales, tanto los masculinos como los femeninos, son
zonas del cuerpo a las que hay que dedicar una atención especial. Junto con los pies y las
axilas, los genitales son partes que deberían ser enjabonados a diario, igual que sucede
con las manos, cuya frecuencia debería ser muy superior, para evitar la transmisión
de gérmenes. Sin embargo, la higiene íntima no hay que hacerla de cualquier manera.
Durante la menstruación, no hay por qué lavarse con más frecuencia. La especialista
recomienda, si se opta por emplear productos más saludables para la higiene en estos
días, el uso de la copa menstrual y jabones con pH menos ácido.
Con todo, la higiene genital femenina peca, a menudo, de ser excesiva. La mayoría de las
veces se debe a falsos mitos culturales que esgrimen que el flujo huele mal (que no es
cierto, a no ser que haya una infección) o que está "mal" tener secreciones. Por este último
motivo muchas mujeres se realizan las nocivas duchas vaginales. Sin embargo, los
especialistas no las recomiendan, a no ser bajo prescripción, ya que eliminan la flora
vaginal protectora y pueden hacer que se sea más susceptible a las infecciones y propagar
las existentes a los órganos de la pelvis.
Y si para la higiene íntima femenina hay disponibles multitud de productos, para ellos
también. En el mercado pueden encontrarse geles, jabones o toallitas de diferentes
marcas. Los productos diseñados para la higiene íntima masculina, además de llevar
sustancias con capacidad limpiadora (detergente), se publicitan con
capacidad antiséptica, hidratante, desodorante e, incluso, antioxidante, según el caso.
Hay que tener en cuenta que para una piel masculina sin problemas de sensibilidad u otras
alteraciones que precisen de un tratamiento específico, estos productos cosméticos alivian
síntomas como exceso de sudoración o prurito, pero si se trata de un problema que se
dilata en el tiempo o se agudiza, lo mejor es consultar con un dermatólogo por si es
necesario un tratamiento concreto.