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Capl 11 (Leyra)

Empezó el frío. En la escuela, no había calefacción; mejor dicho había, pero estaban en el
sector donde vivían la directora, las dos celadoras y la profesora Farias. El resto de los
profesores y empleados vivía fuera del edificio, pero no en el pueblo sino en San Cosme, una
ciudad cercana.
Todos los días venía un ómnibus destartalado para traerlos, y después del almuerzo se los
llevaba. En el viaje de regreso, todos los profesores se quedaban dormidos.
Leyra empezó a sufrir el frío. El gran problema eran las manos, porque había tanto frío que los
dedos se le agarrotaban.

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