Está en la página 1de 3

MIOCARDIOPATIA PERIPARTO

La miocardiopatía periparto es definida como una forma de insuficiencia cardiaca sistólica con
reducción de la fracción de eyección ventricular izquierda (FEVI <45%) en la cual se puede o no
presentar dilatación ventricular, afecta a mujeres durante el embarazo o en el periodo posparto
temprano. Muchos casos no pueden ser reconocidos, por lo cual no se estimar una incidencia de
esta patología.

Son muchos los factores de riesgos asociados con la presentación de la miocardiopatía periparto
como la ascendencia africada, trastornos hipertensivos, embarazos múltiples, mujeres mayores de
40 años, antecedentes familiares de miocardiopatía; una vigilancia estrictas de pacientes que
presentes factores de riesgo se verá reflejado en un diagnóstico temprano y por consiguiente un
tratamiento adecuado reduciendo así las comorbilidades.

La etiología no se conoce completamente y es probable que sea multifactorial, dentro de los


defectos que propician la aparición de esta se destacan las deficiencias nutricionales, estrés
hemodinámico del embarazo (segundo trimestres) miocarditis viral, enfermedad cardiaca
preexistente y procesos autoinmunes.

Las alteraciones genéticas nos dan una idea sobre por qué pocas mujeres desarrollan insuficiencia
cardiaca en respuesta a injurias vasculares del embarazo. Las mujeres que presentaban la
patología tenían familiares de primer grado con alteraciones cardiacas apoyando así la noción
sobre el aporte de la genética a la miocardiopatía, según estudios del genoma de mujeres con
miocardiopatía los principales genes implicados son TTN Y BAG3 encargados de la hemostasia
vascular.

La mayorías de las mujeres son diagnosticas después del parto, esto por, dificultades en el
reconocimiento y la superposición de los signos y síntomas de un embarazo normal con los de una
insuficiencia. El examen físico nos permitirá apreciar signo y síntomas de insuficiencia cardiaca así
también de inestabilidad hemodinámica. La ecocardiografía se debe realizar en toda sospecha
casos en los que se observe una FEVI <45%. Los niveles de péptido natriuretico cerebral (BNP) Y
pro-BNP N-terminal, pueden encontrarse elevados, un electrocardiograma normal no nos descarta
la presencia de miocardiopatía, en las radiografía de tórax se puede observar congestión venosa
pulmonar. La resonancia magnética cardiaca nos proporciona resultados más precisos con
respecto al ecocardiograma evitando el gadolinio durante el embarazo y la biopsia
endomiocardica solo está indicada en sospecha de un diagnostico alternativo (miocarditis de
células gigantes).

La miocardiopatía se asocia a la presentación de complicación que incluyen lesión cerebral, paro


cardiopulmonar, edema pulmonar, complicaciones tromboembolicas, soporte ventilatorio
mecánico, trasplante cardiaco y en última instancia la muerte. La FEVI es el predictor más
confiable de eventos adversos o recuperación largo plazo; los predictores adicionales de peor
pronóstico incluyen dilatación del ventrículo izquierdo, trombo del ventrículo izquierdo, disfunción
sistólica de ventrículo izquierdo y obesidad.
La mortalidad con respeto a la miocardiopatía difieren según los grupos raciales, la región
geográfica y la duración del seguimiento. En cambio la miocardiopatía se ha asociado a una tasa de
recuperación más alta que otras formas de insuficiencia cardiaca con FEVI reducida, y la
recuperación ocurre con frecuencia en los primeros 3 a 6 meses.

El tratamiento de la IC durante el embarazo requiere modificaciones especiales para garantizar la


seguridad fetal. Después del parto, la mayoría de los medicamentos para la insuficiencia cardíaca
son compatibles con la lactancia materna, la anticoagulación debe considerarse en estas
pacientes, La warfarina atraviesa la placenta y se evita durante el embarazo por indicaciones
distintas a la anticoagulación de las válvulas cardíacas mecánicas. La heparina de bajo peso
molecular no atraviesa la placenta y puede usarse durante el embarazo, Tanto la warfarina como
la heparina de bajo peso molecular se consideran seguras con la lactancia. La bromocriptina es un
agonista de la dopamina e inhibe la liberación de prolactina. Debido a la asociación con
complicaciones trombóticas, se recomienda la anticoagulación terapéutica en conjunción con
bromocriptina por lo cual hasta que se disponga de información más definitiva, la bromocriptina
debe considerarse experimental.

Los vasodilatadores intravenosos, como la nitroglicerina, pueden ser necesarios en el contexto de


insuficiencia cardíaca aguda descompensada durante el embarazo. El soporte circulatorio
mecánico temporal con bomba de balón intraaórtico, la terapia con dispositivo de asistencia
ventricular percutánea y la oxigenación con membrana extracorpórea se han utilizado con éxito en
PPCM y deben considerarse temprano en pacientes con inestabilidad hemodinámica a pesar del
soporte inotrópico, Después del parto, la eliminación de la compresión caval por el feto, la
autotransfusión debido a las contracciones uterinas y la movilización y reabsorción de líquidos
contribuyen a un aumento en el retorno venoso. Se debe anticipar el riesgo posparto de
sobrecarga de líquidos y edema pulmonar.

En presencia de disfunción cardíaca persistente, los medicamentos cardíacos deben continuarse


indefinidamente. Después de la recuperación del VI, se desconoce la duración óptima del
tratamiento.

Los riesgos asociados con un embarazo posterior dependen principalmente de si la función


miocárdica se ha recuperado completamente y si la FEVI previa al embarazo es predictor más
fuerte de resultados.

También podría gustarte