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9 Pasos Para Escribir Canciones Propias

1. Escucha mucha música y variada. Abre tus oídos. Cuanta más


música distinta escuches, tus creaciones más se pueden impregnar de originalidad
y autenticidad. Sal de la radio fórmula. Existe un infinito caudal de música en el
mundo para satisfacer tus oídos y de paso entrenarlos. Tu vida sonora será mucho
más rica y tus canciones propias se beneficiarán de ello. Si aun así te da igual la
originalidad de tus canciones y quieres simplemente hacer canciones como las
que se escuchan todos los días en las radios convencionales, no te diré yo que no.
No seré yo el que te diga que escuches “Jazz y Bosanova”. Es tu creación. Aun
así, cuanta más música escuches, más ideas, posibilidades y caminos tendrán tus
oídos. Y tu cerebro.
2. Lee. Sobretodo poesía y letras de canciones. Empápate. Estudia
la sonoridad de las palabras. Lee en voz alta. Aprende a disfrutar del sonido de
las p-a-l-a-b-r-a-s. Disfruta de la conjugación de palabras distintas, de las
imágenes que se crean. Fíjate bien qué expresiones o palabras se repiten en las
canciones para constantemente reenganchar al oyente, normalmente en los
estribillos. Y, muy importante, el siguiente punto.
3. Analiza la estructura de tus canciones preferidas. Estudia cómo organizan
sus canciones tus ídolos. No es algo muy complicado. Pero así tendrás una
plantilla para facilitar tu trabajo.
Aunque lo normal es una estructura de
estrofa/s-estribillo-estrofa-estribillo-puente-estribillo 
también puede ser
estrofa/s-preestribillo-estribillo-estrofa-preestribillo-estribillo-puente-
estribillo
o simplemente
estrofa-estribillo-estrofa-estribillo 
Puedes encontrarte cosas muy diversas, pero no te compliques mucho la vida con
esto. Experimenta y juega, pero también simplifica.
4. Escribe, escribe, escribe. ¿Cómo se aprende a cantar? Cantando. ¿Cómo se
aprende a correr? Corriendo. ¿Cómo se aprender a escribir? Escribiendo. Luego
puedes sofisticar tu aprendizaje de muchas maneras (y de hecho es más que
recomendable), pero tienes que saber no perder el norte y centrarte en hacer
justo «aquello» que quieres aprender. Lleva libretas contigo, o la magnífica
aplicación de Evernote en tu móvil, y escribe todo lo que puedas, en todos lados.
O por lo menos en tu casa. Haz escritura libre y escribe
también pretendiendo escribir canciones. No te juzgues, simplemente hazlo. Y
releyéndolo posteriormente podrás corregir, pulir, etc. Puede que no te interese
escribir «grandes» letras, pero, sinceramente, la belleza de un buen verso no tiene
parangón. Aunque puedes escribir canciones de distintas formas, escribir primero
la letra y luego poner la música es como yo me muevo con más facilidad. Pero a
veces también lo hago a la inversa, como describiré en otro punto. Y otras, de
manera casi mágica, música y letra surgen de la mano. Es algo muy personal.
5. Copia. Sí, copia. No estoy hablando de plagiar una obra, pero copiar, al fin y al
cabo, es lo que hacemos todos constantemente. Cuando alguien empieza a
aprender cualquier disciplina lo normal es que empiece copiando a su maestro o a
su ídolo. Es natural. Son las referencias que tienes y es una buena manera de
simplificar procesos. Luego ya habrá tiempo de fusionar con otras fuentes,
crear nuevas combinaciones e incluir ideas únicas en ti. Por ejemplo, busca
una canción que te guste mucho en internet. Busca los acordes de dicha canción.
Esos mismos acordes tocados a tu manera con una letra tuya y tu propia melodía
son una canción nueva. Así de simple. ¿Sabes la cantidad de canciones míticas
que comparten exactamente la misma secuencia de acordes? Pero existen
muchas más maneras de copiar: formas de escribir, dejes al cantar, formas de
arreglar canciones, ritmos, etc. No digo ni mucho menos que te quedes ahí, no
queremos hacer la guerra de los clones, pero sí es un muy buen punto de
partida.
6. Estudia música, pero cuidado. Es obvio que para escribir canciones necesitas
saber algo de música. ¿Pero cuánto? Todo depende de hasta dónde quieras llegar
y el grado de sofisticación que quieras alcanzar, PERO (y este es un gran
pero) para empezar a escribir canciones populares NO necesitas perderte en
una jungla de conocimientos. De hecho, puede ser muy contraproducente,
como fue en mi caso. Hay que empezar la casa por los cimientos. Por
ejemplo, con 3 o 4 acordes y una buena letra puedes crear una obra maestra.
Punto. Es así. Y te recomiendo que empieces por ahí. Puedes aprender unos
acordes básicos con una guitarra, con un piano o con un ukelele (mi última gran
pasión) y empezar a escribir canciones justo desde ahí. Luego puedes sofisticarte
todo lo que quieras. Pero empieza por lo más básico. Aprende algunos acordes y
algunos ritmos para empezar, y como verás a continuación a veces no hace falta
ni eso. (Luego puede que te interese añadir a tus conocimientos algunas escalas,
nuevos ritmos, aprender a crear riffs, conocimientos de armonía, tonos, etc).
7. Graba tus ideas sobre la marcha. Lleva siempre una grabadora contigo.
Ahora con los móviles no suele haber problema. Dice Tom Waits que las
canciones están en el aire. En cualquier momento llegan a ti. Si no las atrapas y
las utilizas seguirán su camino y otro lo hará por ti. Esto que suena tan metafísico
es una realidad como la copa de un pino. Las canciones y las ideas en general
están flotando en el aire, en esta especie de magma de conciencia universal
o inteligencia infinita. Y a veces llaman a tu puerta. Depende de ti canalizarlas o
no. Si llevas una grabadora siempre a mano, cuando te asalte la inspiración,
puedes grabar siempre ese primer boceto. Tal cual te salga. No lo
juzgues. Puede ser un tarareo, una melodía, una melodía ya con letra, una
secuencia de acordes, un riff, y en algunos casos, puede que te aparezca la
canción al completo. Como siempre, puedes volver después y empezar a
trabajarlo y pulirlo. Pero esos momentos son mágicos. A veces puede que te
interese grabar una melodía en un idioma inventado para más adelante ponerle
letra. Yo muchas veces utilizo una especie de inglés inventado.
8. Piensa qué quieres contar. No tienes porqué tener siempre claro de qué
quieres hablar en una canción, pero es más fácil hacer una canción redonda si ya
partes de una base, de una idea. Puedes querer comunicar una idea, una
reivindicación, una denuncia, un sentimiento, una emoción, una
preocupación, una confesión, una atmósfera. Lo que quieras. Puede ser
transparente y cristalino o puedes querer utilizar metáforas más crípticas. También
piensa quién cuenta la canción. ¿Eres tú mismo? ¿Una parte de ti? ¿Otra
persona? ¿El personaje de un libro o de una noticia? Tener claras estas cosas dan
una dirección a la canción y un objetivo, dos factores que ayudan en la creación.
Si no sabes qué contar, escribe, y lo que te salga.
9. Confía en ti y en tu subconsciente. Crear es un acto de fe. Desde escribir una
canción hasta escribir este artículo. Tienes que creer y confiar en que lo harás. Y
así es. Es un proceso que parece mágico y maravilloso. A veces incluso puedes
sentirte más poderoso e inteligente de lo que normalmente te crees. Es el poder
de los distintos estados mentales. Y tienes que trabajar por crear un estado
mental óptimo para escribir tus canciones. Para ello es esencial que no te
juzgues y que tires el perfeccionismo a la papelera. ¿Y cómo se hace eso? Pues
pasando de esas voces y aceptando tu mediocridad y tus torpezas. El trabajo de
exigencia, de excelencia y de filtrar lo que te vale y lo que no ha de venir
después. Es un proceso más reflexivo y a posteriori. Pero cuando estás creando,
has de fluir en el caos y sus imperfecciones. Permítetelo. Es maravilloso. Siéntete
un niño, un principiante. Incluso lo que a veces, durante el proceso de creación
te parece que no tiene mucho nivel, en una posterior revisión te puede parecer un
gran trabajo. Y al contrario, por supuesto.
Recuerda. Todo en esta vida es práctica. Por tu historia personal puedes tener
incorporado más o menos talento y capacidad de hacer mejores o peores
distinciones que otros. Mayores o menores capacidades vocales. Mayor habilidad
al escribir. Etc. Pero al final, lo que cuenta y lo que da resultados en esta vida, es
el trabajo. Acepta el punto en el que estás, adopta una mentalidad de principiante,
cree en ti, y trabaja. Y cree en tu imaginación. Ése es el camino.
Espero que des a luz canciones hermosas que abran corazones y despierten
conciencias.

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