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La Respiración y la Voz

Se sabe que no existe propiamente un mecanismo específico productor


de la voz. La lengua, las cuerdas vocales, por ejemplo, aunque
contribuyan a la formación de la voz, tienen otras funciones.

Por eso se afirma por el mismo hecho, de que hablar sea únicamente una
función secundaria de estos órganos, ya que es necesario un programa
para la educación de la voz, por cuanto cuando nacemos ya sabemos
respirar, en cambio tenemos que aprender a hablar.

Trataré de explicar de una manera sucinta y apartada lo más posible del


lenguaje técnico, la emisión humana de la voz.

Esta está constituída esencialmente por:

 Los pulmones, que actúan a manera de fuelles.

 La glotis, que es propiamente un vibrador.


 La cavidad bucal y las fosas nasales, que son en realidad unos
resonadores-amplificadores.
Los Resonadores-Amplificadores

Las cuerdas vocales por sí solas no emiten ningún sonido, por lo que
necesitan de cavidades de resonancia, de igual manera que los
instrumentos de cuerda requieren su correspondiente caja.

Ese sonido muy débil, apenas perceptible producido en la laringe por las
cuerdas vocales, tiene que pasar por unas cámaras de aire situadas en la
garganta y en la cabeza, que actúan como resonadores.

Esas cavidades de resonancia son: la parte superior de la laringe, la


garganta o faringe, la boca y las fosas nasales.

Dichos resonadores por una parte, amplifican el sonido y por otra


modifican el timbre, haciéndolo más rico o melodioso, o chillón, o
semejante a un aullido.

En cada uno de los resonadores, ciertos sonidos que acompañan al


fundamental, producen los "armónicos", surgiendo de la interacción de
éstos, los diferentes timbres de las vocales.

La Importancia de la Articulación

 
El poder articular bien las palabras significa poder pronunciar
correctamente cada una de las consonantes. Las vocales son sonidos
producidos por la vibración de las cuerdas vocales, amplificadas por los
resonadores de la faringe, la boca y la nariz, y no modificados de modo
apreciable por los órganos de la articulación.

Para poder articular bien se requiere de agentes que sean capaces de


modificar el sonido producido por el mecanismo de la voz; estos agentes
son la lengua, los labios, los dientes, el maxilar, el paladar y el velo
palatino. Estos agentes varían el tamaño y la forma de la cavidad bucal a
través de su movimiento conjunto, logrando así la calidad de tono. 

Es importante tener en cuenta que la lengua es el órgano que contribuye


de modo más importante en la claridad de los sonidos de las palabras
porque, aunque la boca tenga la apertura necesaria, los sonidos
producidos no pueden modularse si la lengua permanece inactiva o se
mueve con torpeza. La diferencia de los sonidos de las vocales depende,
en parte, de la posición que ocupa la lengua.

La formación de los sonidos de las consonantes es otra función de los


órganos de la articulación.

Esos sonidos se logran con el cierre brusco, la apertura repentina y


progresiva o cualquier otra interrupción del flujo que forman los sonidos
de las vocales.

Con el manejo apropiado de este conjunto de órganos modificadores se


logra la precisión y nitidez de la articulación.
Algunos sonidos consonantes, tales como d, z, ch, g y k, dependen del
movimiento activo de la lengua.

Otros elementos importantes para lograr una pronunciación clara son los
labios. Si éstos se dejan excesivamente relajados, el resultado es una
serie de murmullos confusos, especialmente en la pronunciación de los
sonidos p, m, b, y f, que exigen una enérgica acción de los labios.
Cuando hable ante un micrófono trate de evitar el sonido excesivamente
explosivo de las consonantes. Cuando no utilice el micrófono los labios
deberán emplearse con mayor firmeza para darle mayor claridad y
rotundidad a las palabras.

La articulación adecuada permite la debida comprensión de lo que se


diga, lo cual constituye la única manera de mantener y desarrollar el
interés del auditorio.
 

La articulación descuidada de las consonantes hace confusa la


comprensión de las palabras.

Cualidades de la Articulación

Las más importantes o las que merecen una consideración más detenida
son:

 Claridad o Nitidez

 Intensidad

 Enfasis

 Flexibilidad

El Aparato fonador

Es el conjunto de órganos que intervienen en la producción de sonidos. También llamado aparato


vocal o articulatorio. El objetivo fundamental de estos sonidos es la comunicación humana
mediante el lenguaje hablado, pero existen otros animales que disponen también de órganos para
producir sonidos, como las aves.

Composición
En los humanos, el aparato fonador está formado por la boca, la nariz, la faringe, la laringe, la
tráquea, los pulmones y el diafragma. Los órganos que lo integran forman parte a su vez del
aparato respiratorio y algunos del aparato digestivo.

La emisión de sonidos lingüísticos presenta tres fases: respiratoria, fonatoria o glotal y


articulatoria, que tienen lugar en los pulmones, la laringe y el tracto vocal, respectivamente.

Fase respiratoria

Para que se produzca un sonido, lo primero que se necesita es una fuente de energía que origine
una vibración. En el caso del lenguaje humano, esta energía está producida por una corriente de
aire que normalmente procede de los pulmones. Nunca se espira todo el aire que hay en los
pulmones. En realidad, en conversaciones normales sólo se utiliza alrededor de un cuarto de la
cantidad de aire contenida en los pulmones, aunque dicha cantidad puede aumentar cuando se
sube el volumen del habla, como por ejemplo al gritar o hablar en público.

La mayoría de los sonidos del habla se producen mientras el aire sale de los pulmones; se trata en
este caso de los sonidos llamados egresivos. Sin embargo, también es posible, aunque no
frecuente, hablar mientras el aire está entrando en lugar de saliendo de los pulmones; en este
caso los sonidos se llaman ingresivos. Este último tipo de sonidos se produce cuando alguien habla
mientras ríe o llora, o cuando no puede respirar bien.

Al respirar sin hablar, el ciclo respiratorio se compone de dos fases que duran más o menos lo
mismo: inspiración y espiración. Pero mientras se habla, el ciclo respiratorio cambia. La fase de
inspiración se acorta y acelera mientras que la de espiración se enlentece extendiéndose en el
tiempo entre cinco y diez segundos, una duración que puede alargarse incluso más.

En español y en otras muchas lenguas las vocales y las consonantes son sonidos egresivos pues se
producen con aire pulmonar, pero existen otras lenguas cuyos hablantes emiten otro tipo de
sonidos. Por ejemplo, en África se hablan lenguas que usan chasquidos de la lengua, como las
lenguas khoisán de los bosquimanos. Otras emplean sonidos que empujan el aire desde la glotis, la
abertura que queda entre las cuerdas vocales, dentro de la laringe. En este caso, si el sentido de la
corriente de aire es de dentro afuera los sonidos se llaman implosivos; si el sentido es de fuera
adentro, se da lugar a sonidos eyectivos. Algunas lenguas africanas, como el shona, y otras lenguas
indias americanas utilizan consonantes implosivas. Las lenguas caucásicas, algunas lenguas
africanas, como el hausa, y algunas lenguas indias americanas utilizan consonantes eyectivas, y
también lo hacen algunas variedades del inglés.

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