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Los árbitros, las partes y las instituciones arbitrales, en su caso, están obligadas a guardar la
confidencialidad de las informaciones que conozcan a través de las actuaciones arbitrales.
Imparcialidad
Las partes, de mutuo acuerdo, seleccionan el tribunal arbitral, la sede y el lugar del arbitraje,
la ley aplicable al fondo de la controversia, y el idioma del procedimiento, entre otras cosas.
Especialización
Las partes eligen de mutuo acuerdo a los árbitros en base a los conocimientos técnicos y
experiencia para un caso concreto.
Flexibilidad
Las partes tienen libertad para configurar las reglas del procedimiento a las necesidades del
caso.
Inmediación
Los árbitros gestionan directamente la tramitación del procedimiento arbitral, desde su inicio
hasta que se dicte el laudo.
Apelación
Por lo general, los laudos arbitrales no son recurribles. Podrán revisarse y anularse en
situaciones muy excepcionales.
Rapidez
Por lo general, un arbitraje es considerablemente más rápido, pudiente durar todo el
procedimiento entre 6 y 18 meses, según la complejidad del asunto.
Prueba
En los procedimientos arbitrales las audiencias de prueba duran lo que resulte necesario,
siendo frecuente que se celebren durante varios días.
Costes
Las partes deben sufragar el procedimiento en su totalidad: Honorarios de árbitros, tasas
institucionales y práctica de pruebas, entre otros.
https://www.minjus.gob.pe/wp-content/uploads/2017/04/RECURSO-DE-ANULACION-DE-LAUDO-
ARBITRAL-Carlos-A.-Soto-Coaguila.pdf
es principio general que los derechos se deben aplicar de manera extensiva y que las restricciones
de los mismos deben ser aplicadas de forma estricta
Interpretación estricta es aquella que conduce a la conclusión de que el texto legal debe
ser interpretado únicamente a los casos que él expresamente menciona, sin extenderse a
más casos de los que este contempla ni restringirse a menos de los señalados por el
legislador.
Las normas pueden desaparecer del sistema jurídico por un acto posterior que las
extingue.
La derogación puede ser de dos tipos: explícita e implícita.
En el primer caso se trata de una disposición que identifica con precisión el objeto de
derogación. Por ejemplo, “queda derogada la ley X”
La derogación es implícita y se dirige al significado del enunciado normativo
propiamente dicho, a través de una disposición que afirma “quedan derogadas todas
las disposiciones que se opongan a lo establecido en esta ley” .
Introducción
Conforme la norma Constitucional el artículo 103 señala que “(…) una ley solo
se deroga por otra ley” concordante con ella, el Código Civil en su Título
Preliminar, exactamente en el artículo I, bajo la sumilla “Abrogación de la ley”
señala que: “La ley se deroga sólo por otra ley. La derogación se produce por
declaración expresa, por incompatibilidad entre la nueva ley y la anterior o
cuando la materia de ésta es íntegramente regulada por aquella. Por la
derogación de una ley no recobran vigencia las que ella hubiere derogado.
En tal sentido, tomando en cuenta la norma antes las formas que puede
asumir la derogación de una ley se produce i) por declaración expresa, ii) por
incompatibilidad entre nueva ley y la anterior o cuando la materia que de esta
es íntegramente regulada por aquella.
De otro lado, Juan Espinoza señala una clase mas, la derogación indirecta de
la leyes subordinadas, la cual consiste en “quitar eficacia a las normas de ley
(o equiparadas )que dependen de institutos expresa o tácitamente abrogados
y cuya supervivencia no solo carecería de fundamento sino que estaría en
pugna con las innovaciones legislativas introducidas (ESPINOZA ESPINOZA,
2003, p. 33).
Definición
Según el derecho romano, la derogación viene del latín derogare, que supone
la revocación parcial de la ley, a diferencia de la abrogación que significa la
supresión completa de una ley.
Para Hans Kelsen, referenciado por Aguiló Regla, “la derogación consisten en
la eliminación de la validez de una norma por otra. Escribe Kelsen: “Así como
una norma jurídica puede eliminar completamente la validez de otra. También
esas normas derogatorias son normas no independientes, que solo pueden
ser entendidas conjuntamente con otras que estatuyen actos
coactivos” (AGUILÓ REGLA, 2019, pp. 223-224).
Por su parte Marina Gascon precisa que “La derogación es la expresión del
principio de la lex posterior Pues bien, otra cuestión que parece fundamental
para determinar los efectos y el alcance del instituto derogatorio es la de si
estamos ante un principio lógico o ante un principio exclusivamente histórico-
jurídico” (GASCÓN AVELLÁN, 2019, p. 850).
Derogación expresa
Derogación tacita
Al respecto Gascón puntualiza que “En este punto, debemos concluir con
Bobbio que en el ordenamiento no hay una exigencia lógica de coherencia
normativa. Más exactamente: sobre el legislador no pesa ninguna carga de
legislar coherentemente, de modo que cuando una contradicción normativa se
produce no hay ningún principio ínsito a la propia idea de ordenamiento que
haga suponer que la norma posterior «deroga» a la anterior. La imposibilidad
de satisfacer al mismo tiempo dos normas incompatibles, que es a lo que
conduce una contradicción o incoherencia normativa, podría resolverse
simplemente inaplicando la anterior o la posterior (piénsese en un
ordenamiento de tipo tradicionalista) o las dos, pero desde luego no ha de
resolverse necesariamente haciendo cesar la vigencia de la anterior en el
tiempo. La derogación sólo tendrá lugar en la medida en que el propio
ordenamiento así lo determine, es decir, en la medida en que exista una norma
sobre la producción jurídica que establezca el efecto derogatorio” (GASCÓN
AVELLÁN, 2019, p. 854).
Conclusiones
https://es.slideshare.net/augucho/el-acto-jurdico-y-el-negocio-jurdico
https://es.slideshare.net/nikolaymosquerarojas/cuadros-acto-juridico
Condición suspensiva: cuando se suspende la existencia de una obligación.
Condición resolutoria: cuyo cumplimiento resuelve la obligación, volviendo las cosas al estado
que tenían, como si la obligación no hubiere existido.
El Derecho a la vida privada o The right of privacy, como se le conoce en el Common Law
norteamericano, como derecho autónomo, tiene su punto de partida en 1890, cuando dos
jóvenes abogados de Boston (USA), Samuel D. WARREN y Louis BRANDEIS, escribieron un ensayo
titulado The right to privacy, publicado en el Harvard Law Review 15. Ello no quiere decir que, con
anterioridad, no se haya protegido este aspecto de la vida del ser humano, pero se hizo mezclado
con otros derechos.
El origen de este derecho autónomo está marcado por el conflicto con el derecho a la
información y, específicamente, con la libertad de expresión. En efecto, Samuel D. WARREN, fue
casado con la hija de un conocido Senador de la República de apellido Bayard, y debido a la vida
azarosa que llevaba fue objeto de comentarios respecto de facetas que correspondían a su vida
privada; esto incomodó al joven abogado que decidió asociarse con Louis BRANDEIS, quien
posteriormente sería nombrado Magistrado de la Corte Suprema de los Estados Unidos de
Norteamérica, para escribir un ensayo que desarrollara el tema de la vida privada y la necesidad
de protegerlo frente a la intromisión de la "prensa amarilla" que, más preocupación tenía por el
aspecto mercantil que el respeto de la dignidad del ser humano, en lo que se refiere a la labor
periodística. En este ensayo, los autores, desarrollaron el concepto to be let alone, es decir, el
derecho a la soledad, el derecho a vivir en paz, el derecho a no sufrir interferencias, ni del Estado
ni de terceras personas, en asuntos que sólo corresponden a la esfera de su privacidad.
El origen norteamericano marca el inicio universal del right of privacy, conocido en América Latina
y en el Perú en particular, como derecho a la intimidad. Este derecho recién es incorporado
normativamente en el Perú en la Constitución Política del Estado de 1979; posteriormente,
desarrollado en forma limitada por el Código civil de 1984 16y, finalmente, algunas conductas que
afectan la vida privada de las personas son tipificadas como delitos en el Código penal de 1991.
La Constitución de 1993 también la incorpora dentro del conjunto de derechos fundamentales.
Antes de la Constitución de 1979, el derecho a la intimidad no fue recogido por las normas ni
del Código civil de 193617, ni por la Constitución Política de 1933. El Código penal de 1924
tampoco le otorgó autonomía, confundiéndose en la experiencia jurídica con los delitos que
atentaban contra el honor de las personas.
El respeto al ser humano, llevado hasta sus últimas consecuencias, implica el respeto a su
dignidad personal "y a lo que le pertenece en lo más secreto de su yo, de sus relaciones y de sus
situaciones de vida" 19. Esto no fue comprendido por el antiguo legislador, ni ha sido
comprendido por los magistrados peruanos. Felizmente, en el Perú, los legisladores
constituyentes de 1979 y 1993, así como el legislador del Código civil de 1984, consideraron el
derecho a la intimidad tanto en las Constitucio-nes de 1979 y 1993 y en el Código en referencia,
respectivamente; sin dejar de mencionar el Código penal de 1991 y el Código procesal civil de
1992, que regulan en forma directa lo relacionado al tema de la intimidad personal y familiar.
Los orígenes se han dado en distintas etapas de desarrollo de cada sociedad; prácticamente un
siglo de diferencia, por lo tanto, un siglo de diferencia en el desarrollo del derecho; sin embargo,
los orígenes están marcados por los elementos conceptuales similares y, fundamentalmente, uno
de ellos, el relacionado con la información. Si revisamos los artículos 14 y 16 del Código
civil peruano de 1984, encontramos que lo que se resalta es la defensa de la vida privada o
intimidad controlando la difusión, la divulgación, la puesta en conocimiento. Evidentemente, ello
no impide interpretar extensivamente el artículo 14 y considerar que, no sólo se protege la vida
privada controlando la información de hechos o circunstancias que sólo incumben a la persona y
su familia, sino que la protección también está referida a impedir la intromisión, el fisgoneo de la
vida personal o familiar.
DÍAZ MOLINA, nos señala que si bien the right of privacy es creación del Common Law y, por lo
tanto, participa de sus características fundamentales, fundado en los principios generales que
constituyen la estructura de dicho sistema jurídico, es lógico que no se haya arraigado en las
legislacio-nes hispanoamericanas en las dimensiones deseadas, por obedecer a la estructura de
un sistema jurídico diferente; sin embargo, considera que ha llegado el momento "en que no son
suficientes las garantías y defensas de los derechos fundamentales del individuo contenidas en las
Constituciones políticas. Esa protección tendrá que complementarse y perfeccionarse con otra
más efectiva y eficaz, sancionadoras de esas conductas ilícitas que hoy en día quedan impunes" 20.