El Silencio Administrativo en Colombia

También podría gustarte

Está en la página 1de 3

EL SILENCIO ADMINISTRATIVO EN COLOMBIA

Las peticiones que sean elevadas por parte de los ciudadanos de manera
respetuosa a las entidades públicas, deben ser contestadas en un término
legal previamente establecido y resolviendo de fondo la consulta efectuada; al
ser esta clase de consultas una garantía constitucional[1] es necesario que el
Estado tome las medidas necesarias que permitan el libre ejercicio de este
derecho, siendo posible que el legislador establezca mediante reglamentación
la manera en que se puede disfrutar  sin que ello implique una reducción o
intromisión en el ámbito privado de las personas.
En materia contencioso administrativa la omisión de respuesta de las
autoridades estatales a las solicitudes presentadas, es conocida como silencio
administrativo y dicha figura jurídica puede ser de carácter positivo o negativo,
tal como puede observarse en la Ley 1437 de 2011 ya que en su artículo 83
explica lo que se conoce como silencio administrativo negativo al disponer que
una vez presentada la petición, si han transcurrido tres (3) meses sin que se
haya notificado la decisión que la resuelve, se entenderá que la respuesta es
negativa.

Si la ley señala un plazo superior a los tres (3) meses antes mencionados para
resolver una petición sin que haya sido decidida, el silencio administrativo se
produce al cabo de un (1) mes contado a partir de la fecha en que debió ser
tomada la decisión; así mismo se puede observar en la Ley 1437 que en caso
de configurarse el silencio administrativo negativo, este suceso no genera una
exoneración de responsabilidad a las autoridades, tampoco las excusa del
deber de decidir sobre la petición inicial a menos que el interesado haya hecho
uso de los recursos contra el acto presunto[2], o que habiendo acudido a la
jurisdicción de lo contencioso administrativo se haya notificado auto admisorio
de la demanda.
 Por regla general el silencio administrativo es negativo, pero en determinados
casos expresamente previstos por la ley hay lugar a que el silencio de la
entidad equivalga a una disposición positiva para el interesado; los términos
para que se entienda producida la decisión positiva presunta deben ser
contados a partir del día en que se presentó la petición o recurso, pero
también es posible que el acto positivo presunto pueda ser objeto de
revocatoria directa, por parte de las mismas autoridades que los hayan
proferido o sus inmediatos superiores jerárquicos, de oficio a solicitud de parte,
como lo dispone el artículo 93 de la Ley 1437 de 2011:

      Cuando sea manifiesta su oposición a la Constitución Política o a la ley.

      Cuando no estén conformes con el interés público o social o atente contra


él. 

      Cuando con ellos se cause agravio injustificado a una persona.

 El procedimiento para invocar el silencio administrativo positivo puede ser


encontrado en el artículo 85 de la ley antes mencionada, de modo que la
persona que halle en las condiciones legales que definen el beneficio del
silencio administrativo positivo, debe protocolizar la constancia o copia a la
cual se refiere el artículo 15[3] de la Ley 1437, acompañada de una
declaración jurada de que no le ha sido notificada la decisión dentro del
término previsto por la ley; tanto la escritura pública como las copias auténticas
de la misma producen todos los efectos legales de la decisión favorable que se
pidió, y es deber de todos (tanto particulares como entidades públicas)
reconocer tal mandato legal; los documentos que son protocolizados carecen
de valor económico.
 

En el caso de recursos presentados en contra de actuaciones administrativas,


si transcurrido un plazo de dos (2) meses contados a partir de la interposición
en debida forma del recurso[4], sin que haya una notificación de la decisión
expresa sobre los mismos se entenderá que la decisión es negativa, no
obstante el plazo mencionado puede suspenderse mientras dure la práctica de
prueba, tal como lo expresa el artículo 86 de la Ley 1437 de 2011; aunque
suceda la omisión en la respuesta al recurso, no exime a la autoridad
administrativa de responsabilidad  ya que la no resolución oportuna constituye
una falta disciplinaria, ni le impide resolver de fondo, siempre que no se haya
notificado auto admisorio de la demanda cuando el interesado acuda ante la
jurisdicción contencioso administrativa.
 

 Doctor Manuel Andrés León Rojas  - Especialista en derecho


tributario 

Universidad Externado de Colombia

[1] Artículo 23 de la Constitución Política.


[2] El acto presunto es el resultado del silencio administrativo negativo o
positivo.
[3] Presentación y radicación de peticiones.

También podría gustarte