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Bajo el eslogan “10 minutos para hacerte bien”, el Liceo N° 3 de Las Piedras realizó un variado programa de actividades.

Esta
propuesta tuvo como principales objetivos sensibilizar a la comunidad educativa sobre el riesgo de tener estilo de vida no saludable,
promover hábitos saludables en el cuidado de la salud, generar instancias de intercambio educativo y participación dentro y fuera de
la comunidad. La iniciativa surgió de un grupo de docentes y luego se extendió la invitación a toda la comunidad educativa.

Se llevaron a cabo diferentes charlas con profesionales de la salud, que contaron con la participación del cardiólogo Dr. Gustavo
Valentini, la Dra. Cecilia Machiavello, la licenciada en Nutrición Karla Alvarez y las docentes Claudia Gavello, Carolina Paulo y
Carolina Vega. Por su parte, el Prof. Nelson González abordó el tema “Desórdenes alimenticios”, la Prof. Lucia Duarte estuvo a
cargo de la charla “Corazón graso, corazón sano” y el Prof. Juan Bellón habló sobre “Actividad física y adolescencia”. Asimismo, se
desarrollaron actividades prácticas sobre toma de presión arterial y cálculo del índice de masa corporal.

Como parte de las actividades físicas recreativas, se realizó una clase de zumba en los tres turnos, a cargo del instructor Federico
Núñez (exalumno del liceo); una jornada de yoga con la instructora Silvia Meneguzi, y encuentros deportivos con otras instituciones
educativas. A su vez, se brindó información general sobre el tema y se desarrolló una dinámica de preguntas y respuestas. 

Otra de las propuestas consistió en la elaboración alimentos saludables con la Prof. Carolina Sansone, tanto en los grupos de Ciclo
Básico como de Bachillerato. Además, se desarrollaron actividades lúdicas desde la asignatura Inglés con la Prof. Miriam Robert, en
las que alumnos de Bachillerato diseñaron y aplicaron los juegos.

Manifestaciones artísticas y elaboración de materiales de difusión también fueron parte de este variado programa. Estos incluyeron:
spots publicitarios, folletos, cartelería, encuestas, maquetas, análisis de datos y representación gráfica

Ceibal es el acrónimo de Conectividad Educativa de Informática Básica para el


Aprendizaje en Línea. Se trata de una agencia paraestatal, que
posiblemente sea la política educativa de mayor consenso y más
respetada en la región. En un principio, nació como un programa inspirado en
el postulado de one laptop per child, que introdujo Nicholas Negroponte, el
fundador del MIT Media Lab.

“Es una política educativa única en el mundo, muy valiosa en estos


tiempos de pandemia”, destacó un medio francés. En las últimas semanas,
distintos países de la región y organismos internacionales se pusieron en
contacto con los funcionarios uruguayos con la idea de conocer de primera
mano el programa e intercambiar información.

También desde 2013 disponen de una plataforma nacional, CREA, que estaba
muy “subutilizada”. Un dato lo demuestra: el 14 de abril de 2019 habían tenido
solo 8 mil ingresos; el 14 de abril de 2020 registraron 276 mil.  Por la
pandemia, la plataforma tuvo una explosión que obligó a que cuadruplicaran los
servidores para evitar saturaciones.
La plataforma educativa en línea oficial de Uruguay pasó de 90 000 a 730 000 usuarios durante el cierre de las escuelas por el coronavirus.
Pero, con la presencialidad ya retomada, docentes advierten que nada sustituye al encuentro cara a cara. En Uruguay el 100% de los
estudiantes de institutos públicos de Primaria y ciclo básico de Secundaria tienen una computadora portátil otorgada por el Plan Ceibal, un
proyecto creado en 2007, durante el primer gobierno del izquierdista Tabaré Vázquez (2005-2010). Esa red colocó al país en una situación de
privilegio para afrontar los tres meses en los que las escuelas permanecieron cerradas debido a la declaración de emergencia sanitaria por el
covid-19 a mediados de marzo y puso de relieve el rol de la tecnología en la educación.

Si bien la experta dice que la preparación no era para circunstancias como esta,
reconoce que muchas políticas del país en materia tecnológica vienen "como
anillo al dedo" en un momento en que la comunicación y el trabajo a distancia
son la mejor opción.
La pieza clave, para la experta, es la inversión que el país hizo en conectividad,
que permitió que, tras una inversión de 600 millones de dólares en fibra óptica,
la internet llegue al 80 % de los hogares con buena velocidad y a un precio
accesible.

A su vez, la especialista en TIC puntualiza que Uruguay -que forma parte del D9, grupo
que reúne a los países referentes globales en gobierno digital- puso énfasis en reducir la
"brecha digital" en su población.

Uno de los protagonistas indiscutibles de ese proceso es, según la experta, el Plan
Ceibal, iniciativa creada en 2007 bajo el primer gobierno del dos veces presidente
uruguayo por el Frente Amplio (izquierda) Tabaré Vázquez (2005-2010 y 2015-2020)
para apoyar con tecnología los planes educativos del país.

Con el Plan Ceibal, Uruguay fue el primer país en poner práctica el programa
One Laptop Per Child (Un portátil por niño) ideado por el experto en tecnología
y fundador del Media Lab del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT),
Nicholas Negroponte, junto a otros miembros del MIT.

De la mano de este plan, por el cual fueron entregadas a niños y adolescentes entre 2007
y 2018 dos millones de laptops y tablets, es que, de acuerdo con la gerenta de Educación
de Plan Ceibal, Irene González, Uruguay cuenta con un "recorrido interesante" de
experiencias a poner en juego en la pandemia.A eso agrega que, tanto con el Plan Ceibal
-que debe su nombre al árbol del ceibo, flor nacional uruguaya- como con el Plan
Ibirapitá, que otorga tablets a ancianos con bajos ingresos del país, hay "un capital
acumulado" de trabajo en tecnologías de la educación que es ventajoso en estas
circunstancias.

En concreto, González destaca que cuando se decretó la suspensión de clases, anunciada


el 14 de marzo por las autoridades y extendida luego por tiempo indefinido, Plan Ceibal
ya contaba con varias plataformas virtuales de aprendizaje.
La principal, elegida para concentrar los encuentros entre estudiantes y docentes ante la
COVID-19, es la plataforma "Crea", donde pueden encontrarse materiales de varias
asignaturas y en la cual, según la gerenta, se registró con la pandemia un récord en
cantidad de usuarios de unos 270.000 por día.

Además, Plan Ceibal cuenta con dos plataformas virtuales para estudiar matemáticas,
tanto mediante ejercicios como juegos, una biblioteca con más de 7 000 contenidos, y
una herramienta piloto de videoconferencias en línea que está siendo utilizada por unos
200 docentes y se espera implementar a futuro.

En ese sentido, González señaló que una de las tareas clave del plan en el contexto actual
es estar pendientes de las dudas y planteos que puedan tener los docentes.

Este artículo lo puede ver en este link: Qué dice el informe de Cepal luego de la revisión
que pidió el gobierno

La respuesta del sistema educativo uruguayo a la emergencia sanitaria y educativa ha


sido sumamente interesante y ejemplar. La presencia del Plan Ceibal en todo el territorio,
junto con la provisión de servicios gratuitos de internet, hizo posible un alto nivel de
conectividad de los estudiantes y sus docentes. Asimismo, la rápida adecuación del
Programa de Alimentación Escolar ante la coyuntura de emergencia, así como la
presencia de equipos docentes en los territorios que apoyaron la continuidad educativa
de los estudiantes más vulnerables y asistieron a sus colegas en el uso de las nuevas tecnologías,
también constituyeron elementos claves para atravesar esta primera etapa de confinamiento. En el
marco de un manejo de la pandemia que puede considerarse exitoso, Uruguay ha sido uno de los
primeros países del mundo en reabrir los centros educativos y retornar a las aulas presenciales,
combinándolas con la educación a distancia. Este proceso se ha realizado de manera innovadora,
gradual y por etapas. El retorno no se organizó por niveles, como en otros países, sino que dio
prioridad a dimensiones tales como la densidad territorial, la vulnerabilidad educativa de los
estudiantes y la finalización de los ciclos educativos, amén de considerar las condiciones sanitarias
de las zonas de ubicación y de los centros educativos mismos.
El problema del conocimiento Como ya fuera adelantado, se trata de un tema demasiado complejo.
Sin ninguna pretensión de agotarlo, se procederá a enunciar algunas líneas o interrogantes que
enmarcan el tratamiento del mismo. La conservación del conocimiento parece ser hoy un asunto
bastante menos relevante que en otras épocas. Esta arista del problema involucra a las tan mentadas
Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC), convocando un relato histórico, que parte
de la memoria humana —si se la puede considerar una tecnología— para arribar a la informática
(pasando antes por los manuscritos y la imprenta). Dice Ignacio Pozo que los cambios radicales «en
la cultura del aprendizaje están ligados históricamente al desarrollo de nuevas tecnologías en la
conservación y la difusión de la información» (1996: 42). En efecto, los diferentes modos de
conservación tienen sus correspondientes prácticas de transmisión, construcción y producción del
conocimiento. Inciden asimismo en la construcción de nuestros conceptos. Aprendizaje connotado
por su contextualidad, por su tópica distribuida, por su naturaleza cultural, por su carácter
constructivo y por su filiación interactiva. Un problema propio de esta época lo constituye el
volumen del conocimiento, que hoy parece más que nunca imposible de asimilar. ¿Qué hacemos
entonces frente a posibles excedentes de conocimiento? ¿Apostamos a una hiperespecialización,
con el riesgo de fragmentar la realidad más y más? ¿O para no sacrificar la complejidad de los
problemas nos jugamos a sobrevolar lo específico?

A tales efectos resulta elocuente el testimonio de James Watson sobre la historia del descubrimiento
de la estructura del ADN, cuando plantea que existe una ignorancia general acerca de cómo se hace
la ciencia. Su primera advertencia refiere a los estilos de investigación científica, que según este
autor «varían casi tanto como las personalidades humanas» (1987: IX-X). Algo similar ocurre
cuando nos disponemos a evaluar el carácter motivado de toda producción de conocimientos. ¿Son
razones de orden social o individual las que la determinan? La pregunta no debe responderse, solo
goza de valor retórico, salvo que hay un maltrato, abuso o descuido del bien común. Pero no está
demás advertir, en tiempos de globalización, que las relaciones de un sujeto con el saber no solo
dependen del entorno social y epocal en el que nace, crece y se desarrolla

Otra arista del problema se relaciona con los procesos de apropiación o agenciamiento del
conocimiento. Se impone entonces la necesidad de dirimir su cualidad de bien de uso social o valor
de mercancía. En las antípodas del «debería ser», Alción Cheroni (1998) nos ofrece una inquietante
afirmación de Kant: «si puedo pagar no me hace falta pensar», en virtud de la transformación del
conocimiento en mercancía y del intelectual en trabajador asalariado, como punto de partida de la
Revolución Industrial. No menos inquietante es la conclusión de Cheroni a propósito de las palabras
de Kant: «Por lo cual ni la producción de conocimiento ni la difusión y enseñanza pueden ser
tomadas como la satisfacción de la raíz lúdica de los hombres» (Cheroni, 1998: 309). La difusión
del conocimiento puede ser amplia o restringida, y en esto se juega el tema de la accesibilidad. Los
avances tecnológicos y el papel de los medios de comunicación tienen una fuerte incidencia en este
aspecto. Pero si algo es indiscutible, en tiempos del Plan Ceibal, es el protagonismo de las políticas
públicas que en tal sentido se propongan (o se omitan). Difusión, distribución y apropiación del
conocimiento forman una particular trilogía, por el nivel de interdependencia de los tres factores.
Distribución y disponibilidad de este bien tan preciado es condición necesaria,

No es este el aspecto que nos ocupará de acá en más, sino el del acceso al conocimiento, tema que
introduciremos con un nuevo subtítulo.

rescatar la dimensión humanizante de la educación, por oposición a la metáfora del hombre como
máquina (tendencias cuantificadoras, tecnocráticas y empresariales);
mmmm
Vulnerabilidad
: estar expuesto o tener una gran probabilidad de estar expuesto a diferentes grados de
riesgo, combinado con una reducida capacidad de estar protegido o defendido de esos riesgos y sus
resultados negativos.
Riesgo social
: susceptibilidad y probabilidad de que determinados factores
biológicos, psicológicos y sociales causen problemas a las personas tornándolas vulnerables en
distintas
circunstancias y conduciéndolas a situaciones de exclusión”.
Según de Armas Bollazzi, S. Políticas
educativas de inclusión. 2005. En
http://www.anep.edu.uy/
documentos
La reformulación curricular de
l Plan 2007 para el ciclo básico de la
Educación Secundaria, que se hace extensivo
a toda la educación del país, no muestra
signos claros y decisivos de innovaciones respecto a los diseños curriculares anteriores.
Si bien es cierto que las transformaciones
no se producen en los documentos sino en las
escuelas, las aulas, los recreos y las salas de docentes, es importante que las
instituciones educativas se vean acompañadas
por las políticas educativas, las políticas
públicas sociales y las comunidades de los padres de familia.
Otra de las condiciones ineludibles para el
avance de la mejora de la educación en
nuestro país tiene que ver con la necesidad
imperiosa que la Educación sea propuesta y
encarada como una
política de estado
. Resulta sorprendente que cada administración (5
años) encare una refundación de la educación
y piense seriamente que “nunca antes, por
primera vez” o expresiones similares puedan expresarse. La educación es una tarea
inacabada por definición por lo cual tiene
que estar en continuos procesos de
construcción. Aceptar la diversidad es
también estar dispuesto al diálogo y a la
discusión en la búsqueda de consensos en los cuales los desafíos tienen que ver con
ofrecer una oportunidad para el logro de
una mejor calidad de vida de los seres
humanos. Un proyecto de esta naturaleza
no puede lograrse en una administración
política. Proyectar el escenario educa
tivo para el 2020 requiere de consensos
democráticos que se comprometan a fortal
ecer la responsabili
dad del Estado para
garantizar la igualdad de oportunidades as
egurando las condiciones de funcionamiento
de las instituciones educativas en recursos
humanos, materiales y didácticos para poder
atender dignamente la diversidad de los alumnos y alumnas uruguayas.

Acta 10 Resolución 2 - Primer semestre se impartirá en modalidad semipresencial. Disposiciones para primer


semestre escolar 2020 (14.04.202….Establecer
que la enseñanza para el primer semestre del ciclo
escolar 2020_ ... - - de todas las carreras que se imparten en el CFE se realizará en la
modalidad semipresencial a través de los medios virtuales que ofrece la plataforma CREA
del plan CEIBAL, a través del Distrito CFE, con las formas de presencialidad que permita
la evolución de la situación sanitaria y las resoluciones que adopte al respecto el Sistema
Nacional de Emergencia (SINAE)vvvvvsemanas previas docentes y estudiantes han
mantenido diversas formas de comunicación virtual utilizando las tecnologías disponibles
para dar continuidad a los procesos de enseñanza y aprendizaje.
La suspensión de la posibilidad de concurrir a los centros educativos abrió el desafío de
sumergirnos en el vínculo educativo virtual. Sin lugar a dudas pesaron en esta reacción
inmediata del profesorado los antecedentes memorables del trayecto realizado por Plan
Ceibal, no sólo porque desde 2007 en Uruguay se realiza el reparto de dispositivos de uso
personal a escolares, liceales y docentes, sino porque –incluso– algunos liceos cuentan
con dispositivos de uso institucional (notebooks y tablets) que ofician como instrumentos
fundamentales. Plan Ceibal también incursionó en la formación de los docentes y propuso
desde siempre que la tecnología debía estar al servicio de la pedagogía, y aunque
muchos docentes venían postergando la incursión al mundo de la virtualidad como
complemento del trabajo en clase, la idea ya estaba sembrada en nuestras cabezas y
nuestros corazones. Esta aseveración no pretende negar que existen quienes resisten
con fortaleza y desmerecen el trabajo en línea por múltiples causas, que pasan por su
propia resistencia a actualizarse, a pensar en lo nuevo, a repensar su rol en un “espacio”
diferente al del aula material, y también, en una lectura desde el campo profesional de
quien escribe, por el temor siempre vigente y más propio de un libro de ciencia ficción que
de la realidad: ser sustituidos por las máquinas. Hoy estamos frente a una situación límite,
Plan Ceibal hizo su tarea formidable y esa labor muestra sus efectos en una circunstancia
como esta.Uruguay tiene una condición adicionalmente buena para los vínculos virtuales:
es un país con fuerte conectividad a internet. Tenemos internet disponible en forma
gratuita en los espacios públicos, en plazas y centros educativos. El problema que se
suscita ahora es fundamentalmente la restricción de circulación y la imposibilidad de
trasladarse a esos espacios. Sin embargo, inmediatamente se abrió la posibilidad de
contar con cinco gigas gratuitos en los celulares que dependen de la empresa estatal
Antel como forma de dar una respuesta rápida que facilitara el uso de los dispositivos
móviles.Es necesario puntualizar que, aun con las buenas condiciones enunciadas, con el
excelente trabajo previo llevado adelante por Plan Ceibal y con conectividad disponible, la
presencialidad es un rasgo indiscutible a la hora de pensar en las relaciones pedagógicas,
sobre todo con niñas, niños y adolescentes, y si bien es cierto que hay algunas
experiencias muy valiosas de ofrecimientos educativos sostenidos en la virtualidad –o al
menos en la semipresencialidad–, en su gran mayoría están dirigidos a la población
adulta.
El escenario de la llegada de la covid-19 a nuestro país pone en jaque esa tradición
presencial en las aulas y propone un aislamiento físico que pretendemos que no se
traduzca en aislamiento social y mucho menos pedagógico, pero que debe resolver el
aprendizaje de los y las adolescentes sin que medien, al menos por un tiempo, las
instancias presenciales.

La situación parece más compleja aún con un Codicen que no termina de conformarse y
unos consejos desconcentrados aún sin nueva integración, en los que las autoridades
salientes parecen “congeladas” y las entrantes, aún no nombradas, no tienen investidura
para actuar. Esto se constituye en un obstáculo importante. La rapidez a la hora de dar
directivas puede ser determinante para aprovechar el caudal que los docentes ya
demostraron tener, para así organizar un semestre de trabajo que sea fértil y permita
sostener el sistema educativo a pesar de la pandemia. Aun cuando se maneje en el
discurso el regreso a clases presenciales en las localidades rurales –que tampoco se
constituyen en un universo uniforme, pues hay centros con pocos alumnos y otros con
muchísimos–, la realidad es que esta pandemia aún no da tregua y pasará mucho tiempo
antes de que podamos habitar el aula como solíamos hacerlo. Dar respuestas claras,
generar un marco de acción común, cuidar la desvinculación y salvaguardar a nuestros
estudiantes de la soledad y la endogamia familiar parecen ser hoy imperativos que no
admiten demora. La gestión, los mensajes claros y el aprovechamiento de la
capacidad tecnológica del país, junto con el compromiso de los educadores, parecen
constituir un escenario excelente si se actúa con la rapidez y la precisión que las
circunstancias reclaman.

Celsa Puente es profesora de Literatura y fue directora del Consejo de Educación


Secundaria.

La ANEP desplegará todos los recursos digitales con los que hoy cuenta a partir del
trabajo consolidado en los últimos trece años con el Plan Ceibal y otros recursos
disponibles a los efectos de atender los procesos de enseñanza y aprendizaje de los
estudiantes a todos los niveles.

En los últimos años la ANEP y, en particular, el Consejo de Educación Inicial y Primaria han
impulsado un conjunto de estrategias tendientes a favorecer y potenciar los procesos de transmisión
y apropiación de conocimientos, allí donde estos pudieran verse obstaculizados o devaluados:
medidas de universalización de la educación inicial, escuelas de tiempo completo, Programa de
Maestros Comunitarios (PMC), Plan Ceibal, etcétera. Se asocia con tales esfuerzos la reducción
sostenida de la tasa de repetición total desde 200257 a la fecha.

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