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El Poder de la Paciencia

Santiago 5:7–12

Santiago todavía se estaba dirigiendo a los creyentes que sufrían cuando escribió:
“tened paciencia”. Este fue su consejo al comienzo de su carta (1:1–5), y al final de ella.

Dios va a enderezar mundo cuando regrese, y los creyentes debemos soportar


pacientemente—y esperar.

 Tres veces Santiago nos recuerda la venida del Señor (Sant 5:7–9).
 Esta es la “esperanza bienaventurada” del creyente (Tito 2:13).
 En esta vida no esperamos tener todo fácil y cómodo. “En el mundo tendréis
aflicción” (Juan 16:33).
 Pablo declaró a sus hijos en la fe que era “necesario que a través de muchas
tribulaciones” entraran en el reino de Dios (Hechos 14:22).

Paciencia quiere decir “permanecer firme aun cuando a uno le gustaría huir”.
“mucho aguante” “permanecer debajo”

Tres ejemplos.
El Labrador (Santiago 5:7–9)

Si una persona es impaciente, es mejor que no sea un labrador. Ningún cultivo


aparecerá de la noche a la mañana (con excepción quizá de la mala hierba), y ningún
campesino tiene control sobre el tiempo.

El labrador debe ser paciente con la semilla y el cultivo, ya que toma tiempo para que
las plantas crezcan.

¿Por qué estaban dispuestos a esperar tanto? Porque el fruto es “precioso” (Sant 5:7).
Vale la pena esperar por la cosecha. “A su tiempo segaremos si no desmayamos” (Gálatas
6:9). (Marcos 4:28–29).

Santiago representó al creyente como un “labrador espiritual” que busca una cosecha
espiritual. “Tened también vosotros paciencia y afirmad vuestros corazones…” (Sant 5:8).

Nuestro corazón es el suelo, y la “semilla es la palabra de Dios” (Lucas 8:11 (Jeremías


4:3).

Aquí, pues, está el secreto de la perseverancia cuando las cosas se ponen difíciles: Dios
está produciendo una cosecha en nuestra vida. El quiere que el “fruto del Espíritu” crezca
(Gálatas 5:22–23),
La cosecha llegara, pero debemos trabajar con la paciencia del campesino.

Recuerde que el labrador no se queda sin hacer nada: se mantiene trabajando mientras
cuida la cosecha. (Lucas 12:43).
Una de las características comunes en los campesinos es su deseo de ayudarse unos a
otros. “Hermanos, no os quejéis unos contra otros, para que no seáis condenados” (Sant
5:9).

Los Profetas (Santiago 5:10)

Los profetas estaban dentro de la voluntad de Dios, sin embargo, tuvieron que sufrir.
Predicaban “en el nombre del Señor” y aun así fueron perseguidos “Y también todos los
que quieren vivir piadosamente en Cristo Jesús padecerán persecución” (2 Timoteo 3:12).
Apocalipsis 1.9

Sufrimiento, paciencia y reino es un común denominador a los hijos de Dios

¿Por qué los que hablan “en el nombre del Señor” frecuentemente tienen que pasar por
pruebas difíciles? Para que su vida corrobore su mensaje.
El impacto de una vida fiel y piadosa tiene mucho poder.

Necesitamos recordarnos que nuestra paciencia en tiempos de sufrimiento es un


testimonio para los que nos rodean. (Romanos 15:4).

Lo importante es que, como el labrador, debemos continuar trabajando; y como los


profetas, continuar testificando; no importa cuán adversas sean las circunstancias.
Job (Santiago 5:11)

“Como bien sabéis, tenemos por felices a los que perseveraron” (5:11, NVI). Pero no se
puede perseverar a menos que haya un problema en la vida. No puede haber victorias sin
batallas; no puede haber montañas sin valles. Si queremos bendiciones, debemos estar
preparados para llevar la carga y pelear la batalla.

Dios tiene que balancear los privilegios con las responsabilidades, las bendiciones con
las cargas; de otra manera, nos volvemos como niños mimados y malcriados.

Job el mejor ejemplo del sufrimiento y paciencia.

Satanás predijo que Job se impacientaría con Dios y abandonaría su fe, pero no sucedió
así.
Es cierto que Job dudó de la voluntad de Dios, pero no abandonó su confianza en el
Señor. (Job 13:15).
Job estaba tan seguro de la integridad de Dios que continuaba argumentando su causa,
aunque no entendía todo lo que Dios estaba haciendo. Eso sí que es la paciencia.

Job conoció a Dios en una manera nueva y más íntima después de la prueba (Job 42:1–
6) y, después de eso, recibió mayores bendiciones del Señor.

 Recordemos que la impaciencia de Moisés lo privó de un viaje a la Tierra


Prometida;
 la impaciencia de Abraham resultó en el nacimiento de Ismael, el enemigo
acérrimo de los judíos;
 la impaciencia de Pedro casi lo convierte en homicida.

La paciencia de Pablo.
¿Cuál es la respuesta? “Bástate mi gracia” (2 Corintios 12:7–9). El aguijón en la carne
de Pablo era “un mensajero de Satanás”. (Hebreos 4:14–16).

Recordemos que el Señor en su gracia tiene un propósito loable en todo ese sufrimiento,
y que él llevará adelante sus propósitos a su tiempo y para su gloria.

No somos robots atrapados en las garras del destino. Somos hijos amados de Dios, con
el privilegio de formar parte de un plan grandioso. ¡Hay una gran diferencia!

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