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Propósito:
Que el joven comprenda que Dios conoce hasta lo más íntimo de mi vida, como
son lo son mis pensamientos. No hay nada que se pueda escapar de él
Que el joven sea motivado a honrar a Dios con sus pensamientos
Quiero que pienses por un momento en algo. Qué te parecería si todos los días, al final de
la jornada tuvieras que ir a una oficina, donde hay una pantalla grande y todo un auditorio
lleno. Esta pantalla es donde se revelaran todos los pensamientos que has tenido durante
el día, las cosas que han pasado por tu cabeza, lo que has imaginado, ¿cómo te
sentirías? ¿Sentirías vergüenza, pena, orgullo? Lo más normal sería sentir vergüenza al
ver que todos se están dando cuenta de las cosas que he pensado durante del día. ¿Por
qué esto? Como sabemos que los pensamientos son muy personales y nadie se dará
cuenta de esto, creemos que podemos pensar todo lo que queramos, darle rienda suelta
a nuestra mente pero ignoramos que hay alguien que está pendiente aun de lo que pasa
por nuestra mente, esta persona es Dios.
¿Sabes qué es lo que pasa? Es muy normal que como seres humanos, pecadores,
lleguen a nuestra mente malos pensamientos, pero depende mucho de nosotros si damos
rienda suelta a nuestra mente y a esos pensamientos o paramos allí. Por ejemplo, estoy
parado en un parque y pasa una chica muy bonita, con un escote y una minifalda. Es
normal que en mi mente piense lo bonita que está la chica, pero cuando empiezo a
desnudarla en mi mente, imaginar cosas que podría realizar con ella, cosas perversas,
esto ya es pecado y a Dios no le agrada. Aunque nadie más se esté dando cuenta de lo
que estoy pensando, Dios sí lo conoce.
Martin Lutero dijo una frase que podríamos aplicarla en esta lección: “No puedo evitar que
las aves vuelen sobre mi cabeza, pero sí puedo evitar que hagan nido en ella”. No
podemos evitar que un mal pensamiento venga a nuestra mente, pero sí que ese
pensamiento se anide en nuestra cabeza.
Dios no solamente conoce y sabe lo que pienso, sino que también lo pone a prueba. El
salmista David le pide a Dios que lo prueba, que lo examine y mire si está actuando mal.
“Examíname, oh Dios, y conoce mi corazón; pruébame y conoce mis pensamientos; y ve
si hay en mí camino de perversidad, y guíame en el camino eterno.” Salmos 139:23-24
“Todo camino del hombre es recto en su propia opinión; pero Jehová pesa los
corazones.” Proverbios 21:2 Cuando cuando en la Biblia se habla del corazón, se refiere
al asiento del ser, a las intenciones y pensamientos del hombre. Por lo tanto, no se refiere
al órgano físico que bombea sangre, sino a la mente del ser humano. Al decir que Dios
pesa los corazones quiere que Dios analiza, escudriña, estudia las intenciones y
pensamientos. Dios mira que tanto peso tiene nuestros deseos, si verdaderamente lo que
pensamos vale la pena o no.
¿Qué tipo de pensamientos llegan a diario a tu cabeza? ¿Qué es lo que rodea tu mente?
¿En qué piensas diariamente? Si tuvieras que hacer una evaluación de tus pensamientos,
del 1 al 10 ¿cuánto te pondrías?
Tendremos que dar cuenta a Dios aun por lo que pensamos
De todo lo que pensemos, digamos o hagamos tendremos que dar cuenta a Dios. Yo
Jehová, que escudriño la mente, que pruebo el corazón, para dar a cada uno según su
camino, según el fruto de sus obras. Jer 17:10 Así que si en este momento de fueran a
entregar el fruto por todos los pensamientos que has tenido, ¿cómo sería ese fruto, esa
entrega hecha?
No podemos dejarnos llevar por todo lo que pensamos
Solemos pensar que la contaminación está en el ambiente que nos rodea, pero casi
nunca pensamos en la contaminación del corazón. Sin embargo esto fue lo que Jesús
vio: “Porque de dentro, del corazón de los hombres, salen los malos pensamientos, los
adulterios, las fornicaciones, los homicidios…Todas estas maldades de dentro salen, y
contaminan al hombre” (Mt. 7:21-23). Sin duda que el reto más grande de todo creyente
es llegar a ser puro. Se sabe que los pensamientos y los impulsos son uno de los asuntos
más serios con los que nos enfrentamos todos los días. Se ha dicho que el 90 % de las
compras que se hacen son por impulsos. ¿Se ha dado cuenta la frecuencia con la que la
gente devuelve un producto porque descubrió que no era lo que estaba buscando? Lo
que nosotros hacemos está determinado por lo que pensamos; pero sobre todo por lo que
vemos. Así que no es cierto que lo que uno ve no lo afecta. Si esto fuera así, ¿por qué la
gente que cree en la TV invierte millones de dólares por un comercial, con apenas
fracciones de segundo? ¿Por qué cree usted que la pornografía es uno de los productos
más buscado en el Internet, el cine, la TV y las revistas? Los especialistas en este
problema nos hablan desde la adición incontrolada hasta los efectos síquicos y
espirituales, con secuelas muy dañinas para quien lo practica y para los que están muy
cerca de usted. Jesucristo, el Maestro por excelencia, nos ha revelado en uno de los
textos más sorprendentes de las Escrituras, la batalla del corazón del hombre: “Oíste que
fue dicho: No adulterarás. Pero yo os digo que cualquiera que mirare a una mujer para
codiciarla, ya adulteró con ella en su corazón”. El mandamiento antiguo ponía la
prohibición en el acto mismo, pero Jesús lo puso en los pensamientos; allí comienza
todo. De modo que el tema que más debe ocupar nuestra atención será cómo podemos
enfrentar esta batalla del corazón. Creo que todos estaremos interesado en saberlo.
¿Cómo honrar a Dios con mis pensamientos?
“Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón; porque de él mana la vida.” Prov 4:23
En necesario guardar y proteger mi corazón, mi mente sobre todas las cosas, pero ¿cómo
puedo hacerlo estando en un mundo tan lleno de pecado, un mundo donde a diario vemos
el malo y muchas cosas nos inducen a hacer lo que a Dios no le agrada?
Evitando todo aquello que nos lleva a pensar mal
Existen cosas con las que tenemos contacto diariamente, las cuales nos llevan a
pecar con la mente. Por eso es necesario cuidar nuestros sentidos, lo que vemos,
oímos, porque de ellos depende mucho nuestro cuidado de la mente
Cuidado con lo que veo: Proverbios 4:25
Cuidado con lo que escucho: Proverbios 4:20; 1 Corintios 15:33
¿Qué tiene que ver la En grupos, mostraran por Memorizar Filipenses 4:8
frase: “No puedo evitar que medio de una canción, (por medio de repeticiones,
las aves vuelen sobre mi poema, verso, acróstico, dinámicas, juegos)
cabeza, pero sí puedo obra de teatro, las
evitar que hagan nido en consecuencias de los
ella”, con el tema tratado? malos pensamientos.