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Resumen:

La idea se plantea a partir de la separación de una


pareja, quien después de una crisis deciden acabar su
relación.

Son las 3:00 pm y Gabriel termina por cerrar su maleta y


cruzar la puerta por la que no volvería a pasar en mucho
tiempo, mientras Catalina sutilmente limpia sus lágrimas.
Narrador: cuenta la leyenda que un hilo rojo invisible
conecta a aquellos que están destinados a encontrarse sin
importar tiempo, lugar o circunstancias. El hilo rojo se
puede estirar, o enredar, pero según ello nunca romperse.
Podemos entender al destino como algo programado para ser
vivido y a la sincronía como una casualidad que nos lleva
a conocer a esa persona que nació para amarnos.
¿pero qué pasaría si el hilo llegara a romperse? …

Día 1: 8:00 am Catalina abre sus ojos pensativa y


queriendo entender que la persona que despertaba a su
lado por muchos años, ya no estaba. Prepara su café, esta
vez más amargo que todos los días.
Gabriel en cambio no concilió el sueño esa noche y se le
ve agotado, decide no ir a la oficina y tomarse tiempo
para asimilar lo sucedido.

Un mes después…
Catalina prepara su ropa para el día siguiente, al abrir
su closet y sacar su abrigo encuentra en uno de sus
bolsillos una nota la cual le recuerda de uno de sus
tantas citas al lado de Gabriel, quien con frecuencia
solía regalárselas.
Su decisión no fue más que recoger cada cosa que le
recordaba su historia de amor para desecharlas.
Cuatro meses después…
Gabriel se sienta a organizar su presentación para cerrar
ese día un importante contrato publicitario, entre sus
documentos de apoyo se encontró una foto de Catalina y a
partir de ello, comienzan un intenso deseo de llamarla,
toma su teléfono, y marca su número, al mismo tiempo
piensa en que quizá no era la mejor idea y termina por
colgar.

Un año después…
7:00 am, Catalina se pone sus audífonos, programa como de
costumbre su rutina en el teléfono y comienza a trotar en
la pista que solía frecuentar.
Tres vueltas después, levanta su mirada para secar el
sudor de su rostro, justo en el momento en que Gabriel
cruza su primera vuelta, Catalina está agitada y perpleja
piensa si debe acercarse o evitarlo. Gabriel por el
contrario baja el ritmo de sus pasos y voltea para darle
un saludo sin perder la oportunidad que se estaba
presentando pese a su sorpresa.

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