Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
1.1 Antecedentes
El Banco de Pagos Internacional (BPI) en inglés Bank for International
Settlements (BIS), se fundó en el año de 1930 en Basilea Suiza, antes del inicio de la
segunda guerra mundial, con el fin de contar con una adecuada cooperación monetaria
internacional. Sin embargo en el año de 1973 se dio una serie de problemas bancarios,
a causa de caídas del sistema de tasas fijas en materia de intereses y una notable
insolvencia de entidades bancarias como la de Bankhaus Herstatt de la Alemania y
Franklin National Bank de los Estados Unidos, derivado a ello surgió la necesidad de
una nueva coordinación de los bancos centrales para intercambiar información e
intervenir en los mercados, surgiendo en diciembre del año de 1974 el Comité de
Basilea o Comité de Supervisión Bancaria de Basilea, representado por gobernadores
de los bancos centrales del Grupo de los diez (G-10) para incrementar la colaboración
entre los supervisores bancarios.
f. Consultar con los bancos centrales y las autoridades supervisoras bancarias que
no son miembros del BCBS para beneficiarse de sus aportes al proceso de
1
Actividades y Funciones , disponible en la siguiente dirección de internet: https://www.bis.org/bcbs/charter.htm?
m=3%7C14%7C573%7C70consultado el 25 de julio de 2019
formulación de políticas del BCBS y para promover la implementación de las
normas, directrices y prácticas sólidas del BCBS más allá de los países
miembros del BCBS.
Cada miembro observador del cumplimiento de los acuerdos realizados por el Comité
de Supervisión Bancaria de Basilea, no están sujetos a ninguna fuerza legal para el
cumplimiento de los acuerdos originados por el Comité; ya que esta entidad no posee
ninguna autoridad supranacional, sus decisiones no tienen fuerza legal alguna de
cumplimiento, sino que únicamente son recomendaciones realizadas periódicamente
en relación al adecuado manejo de la supervisión bancaria y los requisitos mínimos
legales que deben de ser exigidos a las instituciones bancarias y financieras. Por tal
motivo, los miembros observadores del Comité, realizan únicamente compromisos para
lograr con los objetivos propuestos en cada acuerdo o instrumento realizado por el
Comité de Supervisión Bancaria de Basilea; estos compromisos se encuentran
regulados en la Carta del Comité, en su sección quinta, siendo los siguientes:
A. “trabajar juntos para lograr el mandato de los acuerdos realizados por el Comité;
1. El Comité
3. La Secretaria.
El Comité o la Asamblea del Comité, está formado por cada uno de los miembros
observadores del cumplimiento de los acuerdos realizados por esta entidad, con sus
respectivas entidades de supervisión bancaria; la Asamblea es el órgano de decisión
del Comité, teniendo dentro de sus funciones o responsabilidades las siguientes:
2. garantizar el flujo de información oportuna y eficaz a todos los miembros del Comité
de Basilea;
3. facilitar la coordinación entre los distintos grupos de trabajo y los grupos de tareas;
4. facilitar un estrecho contacto entre los miembros del Comité de Basilea y las
autoridades de terceros países;
6. mantener los registros del Comité, administrar el sitio web del Comité y tratar la
correspondencia; y
7. realizar todas las demás funciones que se asignan por el Comité y el presidente.
Los Grupos de Trabajo o Subcomités, está formados por expertos en los temas
correspondientes que realizan la investigaciones e informes necesarios dentro del
Comité de Supervisión Bancaria de Basilea. Los grupos de trabajo son creados para
llevar a cabo tareas específicas durante un tiempo limitado. Sin embargo, cuando estos
grupos de trabajo se crean por el Comité, para realizar estudios en temas específicos
que requieren atención inmediata del Comité, en tales casos, se les llama grupos de
trabajo de alto nivel. Los grupos de trabajo son de naturaleza temporal y, por tanto, no
forman parte de la estructura permanente del Comité de Supervisión Bancaria de
Basilea.
1.4 Marco regulador global para reforzar los bancos y sistemas bancarios.
El Comité de Supervisión Bancaria Basilea, como ya se mencionó anteriormente, en
respuesta de la crisis financiera a nivel mundial de las instituciones bancarias, crearon
el acuerdo nombrado Basilea III. Éste es un refuerzo fundamental, que genera un
cambio radical, de las normas o recomendaciones internacionales establecidas en años
posteriores por este Comité, en relación al capital que deben de contar las
instituciones bancarias. Junto con la introducción de un estándar de liquidez
internacional, forman Basilea III, documentos de aplicación simultánea. El primero de
los documentos fue llamado: “Marco regulador global para reforzar los bancos y
sistemas bancarios”. Creado para reforzar las normas creadas por este mismo Comité
en las normativas anteriores, llamadas Basilea I y Basilea II.
Este documento llamado marco regulador global para reforzar los bancos y sistemas
bancarios, tiene como objetivo el reformar la capacidad de los bancos, teniendo la
capacidad de absolver perdidas de cualquier tipo, que se generen durante su actividad,
teniendo el debido cuidado de mantener el capital base de la institución bancaria, sin
ninguna clase de perturbación. En consideración del Comité de Supervisión Bancaria
Basilea, las reformas realizadas con esta nueva normativa, crearan una mejor
transparencia y divulgación de los recursos que posee la institución bancaria; a
diferencia de las anteriores recomendaciones originadas en el Acuerdo de Basilea I y
Basilea II. Teniendo como fundamento que en la crisis originada a nivel internacional en
el sector financiero, si el sector bancario hubiese sido capaz de prever situaciones de
tensión y contar con un capital extra, siendo suficientemente capaz de que el banco
continuara con sus funciones, sin generar problemas de liquidez bancaria.
ACUERDOS DE BASILEA
2.1 Basilea I
Es decir, este acuerdo requería que los bancos mantuvieran un nivel mínimo de capital
equivalente al 8% entre el capital y los activos ponderados por riesgos. (riesgo crédito,
mercado y tipo de cambio sumados).
Con este Acuerdo se buscaba dar mayor fluidez a los movimientos internacionales de
capital y servicios financieros
El Comité de Basilea considera que los mismos deben ser implementados por las
autoridades bancarias y públicas en todos los países para lograr un sistema de
supervisión efectiva, ya que estos proveen a la comunidad financiera internacional un
punto de referencia para evaluar la efectividad de los regímenes de supervisión
bancaria. Además, han sido diseñados para poder ser verificados por los
supervisores, grupos regionales de supervisión y el mercado en general.
Los Principios Básicos de Basilea comprenden veinticinco principios básicos que deben
establecerse para que un sistema de supervisión sea efectivo.
2.2 Basilea II
Aprobado en 2004, las crisis económicas y financieras de los últimos años unidas
al desarrollo, la evolución y la innovación de las operaciones y de las instituciones
bancarias y financieras, dieron lugar a riesgos más complejos, por lo que se requería
un nuevo marco de adecuación de capital, ya que Basilea I no era suficientemente
sensible a los riesgos.
Desarrollaba de manera más extensa el cálculo de los activos ponderados por riesgo y
permitía que las entidades bancarias aplicaran calificaciones de riesgo basadas en sus
modelos internos, siempre que estuviesen previamente aprobadas por el supervisor.
Este acuerdo incorporaba, por lo tanto, nuevas tendencias en la medición y el
seguimiento de las distintas clases de riesgo. Se hizo énfasis en metodologías internas,
revisión de la supervisión y disciplina de mercado.
El desafío técnico, tanto para los bancos, como para los supervisores, ha sido
determinar el capital necesario para proteger al banco contra pérdidas inesperadas.
Un nivel de capital demasiado alto, en cambio, podría impedir que el banco utilice
eficazmente sus recursos y restringir su capacidad de otorgar crédito.
Basilea III es parte de una serie de iniciativas, promovidas por el Foro de Estabilidad
Financiera (FSB, Financial Stability Board por sus siglas en inglés) y el G-20, para
fortalecer el sistema financiero tras la crisis de las hipotecas subprime. Se trata de la
primera revisión de Basilea II (CRD II) y se llevó a cabo a lo largo de 2009, entrando en
ejecución a partir del 31 de diciembre de 2010.
Dentro del marco de la Unión Europea, los acuerdos de Basilea III se transponen
jurídicamente en las normas de la Directiva 2013/36/UE (CRD IV) y el Reglamento UE
nº 575/2013 (CRR) de requisitos de capital
La reforma de Basilea III viene motivada al observarse que la crisis financiera de 2008
se explica en gran parte debido al crecimiento excesivo de los valores presentados en
los balances de los bancos (y también fuera de ellos, como en el caso de los productos
derivados), y la simultánea caída del nivel y la calidad de los fondos propios previstos
para riesgos. En efecto, muchas instituciones no contaban con reservas suficientes
para hacer frente a una crisis de liquidez.
Capital
El acuerdo de Basilea III propone a los bancos aumentar sus reservas de capital para
protegerse de posibles caídas. El capital mínimo de calidad (CET1, Common Equity
Tier 1 por sus siglas en inglés), incluye las acciones ordinarias y los resultados
acumulados. El ratio de capital CET1 pasa del 2% al 4,5%, computado sobre el total de
los "activos ponderados por riesgo". Este ratio de capital mínimo debe ser mantenido
en todo momento por el banco y es uno de los más importantes.
El llamado Capital Tier 1 incluye, además de las acciones comunes y las utilidades
retenidas, las participaciones preferentes, híbridos de capital y deuda sin pagar. El ratio
de Capital Tier 1 mínimo pasa del 4% al 6% aplicable en 2015 sobre el total de los
"activos ponderados por riesgo".4 Dicho 6% se subdivide en el 4,5% de CET1 arriba
mencionado, y el 1,5% extra de AT1 (Additional Tier 1).
En suma, el ratio mínimo de Capital Total (que incluye el Capital Tier 1, más el
denominado Capital Tier 2), asciende en total al 8% de los activos ponderados por
riesgo.
Respecto de los "activos ponderados por riesgo", se definen como la suma de los
activos del banco, ponderados según el riesgo que cada activo comporte de acuerdo
con las directrices de Basilea III. Por ejemplo: un préstamo al consumo, sin ninguna
garantía, tiene un peso del 100%; mientras que un bono del estado, generalmente tiene
un peso del 0% (por ejemplo, el bono alemán o suizo).
Por otra parte, Basilea III introduce el concepto de los "colchones de capital", que los
bancos tendrán que construir gradualmente entre 2016 y 2019, para que pudieran ser
utilizados en futuros tiempos de crisis:
Por lo tanto, teniendo en cuenta los dos colchones, el requisito de Capital Total mínimo
(no confundir con el CET1) puede llegar al 13%.3
3
Colchón de capital anti cíclico de alta calidad, disponible en la siguiente dirección de Internet:
http://www.bis.org/publ/bcbs189.htm consultado el 27 de Julio de 2019
Apalancamiento
Basilea III introduce a partir de 2015 un "ratio de apalancamiento" mínimo propuesto,
como medida complementaria a los ratios de solvencia basados en riesgo.
Liquidez
Uno de los planes más importantes de la reforma de Basilea III es la introducción de
dos ratios de liquidez: el LCR (Liquidity Coverage Ratio) y el NSFR (Net Stable Funding
Ratio).7
4
Apalancamiento, disponible en la siguiente dirección de Internet: http://www.bis.org/publ/bcbs270_es.pdf
consultado el 27 de Julio de 2019
Los activos que entran en la parte de Activos Líquidos, son tales que la institución
pueda fácilmente convertirlos en efectivo. Para efectos del Coeficiente de Cobertura de
Liquidez, éstos se separaron en dos tipos los activos de nivel I y activos de nivel II. Los
activos de nivel I, son activos muy líquidos que no incurren en pérdidas, por precios
inusuales a ser vendidos en el mercado. Por esta razón se ponderan al 100%. Los
activos de nivel II son activos menos líquidos, que bajo un escenario de estrés pudiera
ser que se vendieran a precios menores que los de mercado, por lo que tienen un
ponderador menor que 100%.
Con estos elementos el coeficiente toma la siguiente forma (de acuerdo a la publicación
del 6 de enero de 2013):
Sujeto a que los Activos Ponderados de Nivel II no sean más del 40% del total de los
activos líquidos.
De acuerdo con el Acuerdo de Basilea de 16 de diciembre de 2010, sus parámetros
principales son:
Los depósitos minoristas sufrirán una tasa de fugas que oscilará entre el 5% y 10%,
dependiendo de la estabilidad estimada del depósito en cuestión.
Los depósitos a grandes empresas sufrirán una tasa de fugas de entre el 25% y el
75%, dependiendo de la estabilidad del depósito estimado en cuestión.
El NSFR (Coeficiente de Fondeo Estable Neto) es una relación de un año que tiene
como objetivo permitir a los bancos resistir un año a una crisis específica de la
institución. Su filosofía es la siguiente: el importe de los requisitos de recursos estables
(financiación necesaria estable) debe ser menor que la cantidad de recursos
disponibles (financiación estable disponible).
“La decisión del Comité de Basilea III de remonetizar a partir del 1 de enero de 2013, al
oro y contabilizarlo al 100% de su valor, o lo que es lo mismo, considerarlo como un
activo de riesgo cero, como los dólares estadounidenses o los euros, se retrasa un año
más. La idea es que el oro cuente al 100 por ciento con su valor de mercado, cuando
se auditen los activos de un banco. Por otra parte, según el marco de Basilea III, un
banco de primer nivel deberá tener entre el 4 y el 6 por ciento de sus activos totales en
activos calificados como tier 1. Esto significa que con la recalificación del oro a tier 1,
muchos bancos tenderán a reemplazar muchos de sus activos respaldados por
hipotecas y carteras de renta fija por oro físico de inversión.
Durante los acuerdos de Basilea I de 1988 y Basilea II de 2004, el oro era considerado
un activo “tier 3”, contabilizando únicamente el 50 por ciento del valor de mercado de
los balances bancarios.”5
CAPÍTULO III
Los Principios Básicos de Basilea tienen como propósito servir como referencia
esencial para autoridades supervisoras y organismos internacionales.
6
BASILEA I (BI): BCBS. “International Convergence of Capital Measurements and Capital Standards”.
BIS. (1988, Julio).
3.1 Objetivos, independencia, poderes, transparencia y cooperación
Principio 1
Esto sobre la base de dos principios básicos que ningún banco extranjero escape de la
supervisión bancaria y que la supervisión sea adecuada
Los bancos deberán contar con un proceso para evaluar la suficiencia de su capital
total en función de su perfil de riesgo y con una estrategia para el mantenimiento de
sus niveles de capital. Para cumplir con este principio, los bancos deberán ser capaces
de demostrar que sus objetivos internos de capital están bien fundamentados y resultan
acordes con su perfil general de riesgo y con su actual entorno operativo. Además, el
Comité ha señalado que las cinco características más importantes de un proceso
riguroso son: vigilancia por parte del consejo de administración y de la alta dirección;
evaluación rigurosa del capital; evaluación integral de los riesgos; seguimiento e
información; y examen de los controles internos.
Las actividades que les son permitidas a las instituciones bancarias que son
reguladas, deben estar claramente definidas y el uso de la palabra Banco como
nombre debe ser controlado lo más posible.
7
BASILEA II (BII): BCBS. “International Convergence of Capital Measurement and
Capital Standards.
A Revised Framework”. BIS. (2004, Junio).
entidades de ahorro y préstamo y demás instituciones financieras reguladas por este
Decreto Ley.
La autoridad reguladora debe tener el derecho para plantear criterios y rechazar las
solicitudes que no cumplen con los requerimientos. El proceso de autorización debe
realizar como mínimo una evaluación de la estructura de la organización bancaria,
abarcando a propietarios, directores y la administración superior, el plan operativo,
control interno y la situación financiera proyectada incluyendo su capital base.
Los supervisores bancarios deben tener la facultad para analizar y la autoridad para
rechazar:
Los supervisores bancarios deben tener la autoridad para establecer criterios para
analizar adquisiciones de gran importancia o inversiones por un banco,
asegurándose que las afiliaciones o estructuras corporativas, no expongan al banco a
riesgos excesivos ni entorpezcan la supervisión bancaria.
Un sistema eficaz de supervisión bancaria debe incluir tanto supervisión in situ como a
distancia, además de contactos periódicos con la gerencia del banco. 9
Los supervisores deben contar con los medios necesarios para obtener, revisar y
analizar los informes prudenciales y estadísticos de los bancos, tanto a título individual
como en base consolidada, con el fin de verificarlos independientemente, ya sea a
través de inspecciones in situ o con la ayuda de expertos externos. 10
Principio 22
Los supervisores deben estar satisfechos de que cada uno de los bancos mantiene
registros adecuados, realizados conforme a las políticas y prácticas contables que
8
Enfoque Supervisor, disponible en la siguiente dirección de Internet: https://www.bis.org/publ/bcbs129esp.pdf
consultada el 26 de Julio de 2019
9
Técnicas de Supervisión, disponible en la siguiente dirección de Internet:
https://www.bis.org/publ/bcbs129esp.pdf consultada el 26 de Julio de 2019
10
Informes de supervisión, disponible en la siguiente dirección de Internet:
https://www.bis.org/publ/bcbs129esp.pdf consultada el 26 de Julio de 2019
estén ampliamente aceptadas por la comunidad internacional y que publique con
frecuencia periódica información que refleje fielmente su condición financiera y su
rentabilidad.
Publicaciones BCBS
30 de agosto de 2018 Requisitos de divulgación del Pilar 3: tratamiento
reglamentario de las disposiciones contables
El Comité emitió hoy una enmienda técnica sobre los requisitos adicionales de
divulgación del Pilar 3 para aquellas jurisdicciones que implementan un modelo
contable de pérdida de crédito esperada (ECL), así como para aquellos que adoptan
acuerdos de transición para el tratamiento regulatorio de las disposiciones contables. El
objetivo de la enmienda es proporcionar a los usuarios divulgaciones que reflejen
plenamente los efectos de transición del impacto de la contabilidad de pérdida de
crédito esperada en el capital regulatorio, así como proporcionar información adicional
sobre la asignación de disposiciones contables en las categorías reglamentarias de
disposiciones generales y específicas para Exposiciones estandarizadas durante el
periodo intermedio.
El Comité emitió hoy una enmienda técnica sobre los requisitos adicionales de
divulgación del Pilar 3 para aquellas jurisdicciones que implementan un modelo
contable de pérdida de crédito esperada (ECL), así como para aquellos que adoptan
acuerdos de transición para el tratamiento regulatorio de las disposiciones contables. El
objetivo de la enmienda es proporcionar a los usuarios divulgaciones que reflejen
plenamente los efectos de transición del impacto de la contabilidad de pérdida de
crédito esperada en el capital regulatorio, así como proporcionar información adicional
sobre la asignación de disposiciones contables en las categorías reglamentarias de
disposiciones generales y específicas para Exposiciones estandarizadas durante el
periodo intermedio.
Las enmiendas técnicas se definen como cambios en las normas que no son de
naturaleza sustancial pero que no se pueden resolver de manera inequívoca con base
en el texto actual.
Otras publicaciones:
Las enmiendas técnicas se definen como cambios en las normas que no son de
naturaleza sustancial pero que no se pueden resolver de manera inequívoca con base
en el texto actual.11
Principio 23
Estas relaciones de banca en paralelo pueden existir sin que se percaten los
supervisores de los bancos paralelos.
• Que se modifique la estructura del grupo, tal y como se recoge en los en aras de
facilitar una supervisión más eficaz;
• Restringir la capacidad del banco para realizar operaciones con un banco paralelo
extranjero;
• Limitar las condiciones en las que los bancos paralelos pueden establecer un proceso
de gestión compartida;
• Acordar por escrito con los propietarios de los bancos paralelos que, siempre que así
se les requiera, facilitarán la información necesaria para comprender las operaciones y
riesgos de todo el grupo bancario en paralelo; y/o
• Impedir que un banco actúe como agente de recaudación de depósitos destinados a
la institución paralela
Una vez obtenida la aprobación, el banco deberá poner a disposición del supervisor los
siguientes documentos para su revisión y examen:
Principio 24 - 25
Las agencias de supervisión bancaria se enfrentan cada vez más con grandes
instituciones internacionalmente activas y altamente diversificadas, que operan a través
de fronteras y que llevan a cabo transacciones interrelacionadas usando el capital y
recursos financieros de múltiples componentes corporativos. Al complicarse las
estructuras corporativas, surgen preocupaciones respecto a la posibilidad de que una
Comité de Supervisión Bancaria de Basilea, Estructuras bancarias de propiedad
12
1. Informes consolidados
Estos informes permiten a los supervisores medir los riesgos financieros de grupos
bancarios y cerciorarse si los bancos están cumpliendo o no con los estándares de
supervisión a nivel de grupo bancario.
2. Condición financiera consolidada
Todos los bancos internacionales deberían ser supervisados por una autoridad
nacional domestica que desempeñe con capacidad la supervisión consolidada,
con el apoyo de información provista por las autoridades anfitrionas.
Los nuevos establecimientos bancarios transfronterizos deberían recibir el
consentimiento previo tanto del país anfitrión como de la autoridad del país de
origen.
Las autoridades del país de origen deberían tener el derecho a recolectar
información de sus establecimientos transfronterizos.
Si el país anfitrión determina que no se está cumpliendo con cualquiera de los
estándares, puede imponer medidas restrictivas o prohibir el establecimiento de
oficinas bancarias.
4. Intercambio de información
2. Falta de transparencia
El tamaño y la complejidad de un grupo pueden dificultarles a los participantes en el
mercado y a los supervisores el obtener una visión precisa de su estructura y perfil de
riesgo.
La falta de transparencia en una estructura organizacional de propiedad demasiado
compleja del grupo puede obstruir los esfuerzos de los supervisores de hacer rendir
cuentas al contralor responsable del conglomerado financiero por un manejo deficiente
del grupo.
3. Arbitraje regulatorio
Hay diferencias importantes en las regulaciones prudenciales en la región en términos
de los componentes de los requisitos de capital y límites de crédito. Estas diferencias
pueden generar arbitraje regulatorio, debido a que los conglomerados pueden
establecerse en jurisdicciones con ventajas regulatorias, en lugar de tomar en cuenta
para su decisión criterios de negocios. De este modo, las transacciones se pueden
registrar en ciertas entidades y no en otras para tomar ventaja de diferencias
regulatorias.
4. Contagio
El riesgo de contagio es el riesgo de que las dificultades de una de las entidades del
grupo se desborden sobre las otras entidades debido a los vínculos económicos entre
ellas. También puede referirse a una situación en la que los problemas de una unidad
de un grupo económico pueden ser percibidos por los participantes del mercado.
5. Riesgo Moral
El peligro de riesgo moral puede existir cuando una entidad no reglamentada intenta
acceder al seguro de depósito bancario, por virtud de su asociación con un grupo. El
conglomerado o grupo puede también ser considerado por los participantes del
mercado como muy grande para quebrar, con la expectativa de que no se permitirá que
la institución quiebre, si no que sería apoyada por el gobierno en caso de que tuviera
problemas, lo que lleva a un comportamiento más riesgoso de parte del grupo o de los
participantes en el mercado.
Conclusiones
Recomendaciones
1. La aplicación de los principios básicos puede servir a países como referencia
para evaluar la calidad de sus sistemas supervisores e identificar las medidas
necesarias para alcanzar niveles de calidad equiparables en las prácticas
supervisoras, así como la correcta regulación y supervisión prudencial de
bancos y sistemas bancarios.