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MATERIA: GESTIÓN DE LOS SISTEMAS DE

CALIDAD.

PROFESOR: HECTOR CERVANTES MORALES.

ALUMNO: JUAN REYES RUIZ.

GRUPO: 72DA.

CARRERA: IIND.

MATRICULA: 17060223.
INTRODUCCIÓN.
La globalización está provocando un obsesivo afán de identidad, que va a incitar
muchos cambios. Nuestra sociedad se mundializa y la calidad se hace evidente,
ya que estas son el resultado de un esfuerzo de la inteligencia”. A lo largo de la
existencia del hombre se ha sabido que cada cosa posee características que lo
distinguen, que lo hacen único, así mismo ha aprendido a valorarlas asignándoles
mayor importancia, seleccionando los mejores ejemplares que mejor satisfacen
sus necesidades: los de mejor calidad.
Esta está presente en la evolución de los seres vivos, es un concepto que forma
parte de su naturaleza convirtiéndose en la actualidad del mundo. Hoy en día,
tanto las compañías nacionales como internacionales saben que la calidad es una
condición necesaria que se debe tener para poder competir y sobrevivir en el
mercado globalizado.
La globalización, la competitividad y la excelencia de una organización son los
tópicos más sobresalientes de estos últimos tiempos, se trata del entorno del siglo
XXI. Estos existen paralelamente a una realidad concreta y preocupante, cuya
característica principal describe crisis en diversas áreas específicas en lo que
respecta a economía política y financiera.
LA CALIDAD TOTAL COMO ESTRATEGIA DE DESARROLLO.
El proceso de industrialización empezó en México a finales del siglo XIX con la
producción de textiles, alimentos, cerveza y tabaco. Sin embargo, no fue sino
hasta 1940 que comenzó un fuerte movimiento de industrialización basado en la
política de sustitución de importaciones. A pesar del relativo éxito de la política de
sustitución de importaciones para reducir la dependencia de México en este rubro,
un buen número de problemas colaterales aparecieron en el proceso,
principalmente relacionados con la industria manufacturera que es con frecuencia
la más susceptible a la competencia exterior:
• Se desarrolló una economía que ofrecía productos y servicios de baja
calidad, poco competitivos en precio y calidad en los mercados
internacionales.
• La actividad económica se concentró principalmente en 3 áreas
metropolitanas: ciudad de México, Guadalajara y Monterrey, que llegaron a
acumular más del 70% del total.
• México no fue capaz de desarrollar su propia tecnología, y depende aún en
gran medida de la importación de tecnología.
• El desorden con el que la economía creció, propició el incremento de los
niveles de contaminación observados en algunas de las ciudades más
importantes.
• No se creó suficiente ahorro e inversión interna para renovar las
instalaciones productivas y crear o mantener la infraestructura económica.
• Los consumidores empezaban a sufrir el consecuente incremento de precio
debido a los grandes márgenes de ganancia que permite una economía
cerrada protegida de la competencia, aunado esto al deterioro de la calidad
y la productividad de los productos y las empresas.
Como consecuencia de la política de sustitución de importaciones, las
organizaciones mexicanas crecieron acostumbradas a obtener ganancias fáciles y
rápidas al poder operar protegidas de la competencia internacional, lo cual aunado
al control de precios ejercido en los años setenta, reforzó su desinterés y apatía
por invertir en nuevas tecnologías e infraestructura. Por otro lado, conforme la
economía fue progresando, la demanda de bienes intermedios y de capital se
incrementó a grado tal que no pudo ser satisfecha por los proveedores nacionales.
Debido a la estrategia adoptada por México y a sus consecuencias, el país no
pudo compensar con exportaciones el incremento en importaciones, lo cual trajo
como resultado un desequilibrio cada vez peor en relación con el comercio de
bienes manufacturados.
En lo que identificamos como la etapa de endeudamiento externo, la situación se
deterioró debido a un tipo de cambio poco realista, que finalmente no pudo
sostenerse en 1982 ante la presencia de factores externos como el incremento
mundial de las tasas de interés y la caída de los precios del petróleo.
Se declaró una moratoria de pagos al exterior y México fue forzado a aceptar
medidas de ajuste estructural impuestas por el Fondo Monetario Internacional
(FMI). El objetivo inicial de los ajustes del FMI fue contraer la demanda doméstica
a través de políticas fiscales y monetarias. Sin embargo, para mediados de los
ochenta se introdujeron políticas de liberalización comercial con el objeto de
estimular las exportaciones. A partir de entonces inicia la etapa de apertura al
exterior en la que la economía mexicana ha experimentado una significativa
transformación en respuesta a la amplia gama de reformas de la política comercial
y a la búsqueda de niveles de competitividad internacional.
Las medidas incluían la liberalización y desregulación de la economía, la
privatización de empresas estatales (de más de 1100 en 1982 a solamente unas
cuantas estratégicas para el gobierno) y la reducción de barreras arancelarias (el
arancel promedio pasó de 30.5% en 1979 a 13.1% en 1992, y a 4% en 2002). Este
proceso se produjo en un periodo muy corto, por lo que a pesar del incremento de
productividad observado en los últimos años, ha causado una gran inestabilidad
en algunas de las variables macroeconómicas más importantes relacionadas con
el bienestar de la población, como son el PIB, el ingreso per-cápita, y el empleo.
El Tratado de Libre Comercio (TLC) con Estados Unidos de América y Canadá ha
sentado las bases para mayores cambios estructurales en la economía en general
y pretende estimular nuevas inversiones, así como promover una mayor
competitividad entre las empresas. Además de las ganancias tangibles que se han
logrado debido a la reducción de barreras de y hacia Estados Unidos y Canadá,
las empresas mexicanas se benefician con el TLC por la experiencia y el
aprendizaje obtenido en el proceso de forzarse a competir con estándares
internacionales. El TLC representa una gran oportunidad de asociación o co-
inversión entre compañías de países que no pertenecen al TLC entre Estados
Unidos, México y Canadá.
RAZONES DE CAMBIO HACIA UNA CULTURA DE CALIDAD.
La cultura es el patrón por medio del cual todos los individuos que pertenecen a un
grupo o sociedad son educados e incorporados a la actividad del mismo. La
cultura es móvil y dinámica, ya que cambia en función de los retos que enfrentan
los grupos. Diversos autores se han enfocado a los retos que la administración de
empresas enfrenta hoy en día, y muchos de ellos indican que, más que una
pequeña irregularidad, se viven cambios de orden gradual e irreversible. Por lo
anterior, se puede afirmar que ésta es una época de cambios, donde las reglas de
la competencia, el trabajo y la vida social están en una etapa de transición hacia
un nuevo orden de las cosas.
Este nuevo orden y los cambios asociados a él afectan inevitablemente a
organizaciones de todo el mundo. Los grandes cambios se pueden dar en todos
los ámbitos de la vida de una sociedad: la distribución del ingreso, su educación,
la manera en que trabaja, la forma en que se gobierna, etc. Por ejemplo, un gran
cambio en la sociedad de un país se produce cuando, debido a la maduración
intelectual de su población mediante una política educativa adecuada, aumenta su
participación cívica alterando el medio político con la entrada de nuevos actores y
sectores representantes de la sociedad, dándose entonces un cambio de cultura.
Aunque la educación no es el único factor influyente en la modificación de la
cultura, todos los cambios culturales se soportan en modificaciones a la política e
instrumentación en la educación de la sociedad. Al mencionar los cambios que
afectan a la sociedad, se puede decir que todas las organizaciones,
independientemente de que sean manufactureras, de servicios, educativas e
incluso de beneficencia, son afectadas por los mismos factores. Los grandes
cambios son el fruto de muchas causas, no de una sola.
Por ello, se requiere intensificar el cambio de cultura para incorporar los valores de
la calidad total. Para hablar de cultura de calidad, es necesario empezar por definir
el primer término de la expresión. Según Kuhn, "la cultura capacita al hombre con
una ampliación adicional de su aparato anatómico, con una coraza protectora de
defensas y seguridades, con movilidad y velocidad a través de los medios en que
el equipo corporal directo le hubiere defraudado por completo". Además, menciona
que cultura o civilización es todo aquello que incluye el conocimiento, las
creencias, el arte, la moral, el derecho, las costumbres, el lenguaje, la conducta, y
cualquier otro hábito y capacidad adquirida por el hombre, por el hecho de ser
miembro de la sociedad.
Desde una perspectiva antropológica, válida para el propósito que buscamos,
Salzmann la define como: "la totalidad del comportamiento social aprendido que
ha distinguido a la humanidad durante el curso de su historia. En un término más
preciso, cultura también significa "la manera tradicional de hacer las cosas en una
sociedad determinada". Hofstede analiza las culturas con base a 5 parámetros:
Distancia de Poder, Individualismo/Colectivismo, Evasión ante la Incertidumbre,
Masculinidad/Feminidad y Orientación a Largo Plazo. Para el caso de México, sus
estudios concluyen que:
• Al ser alta la distancia de poder, se genera tensión y alejamiento social
entre los niveles jerárquicos de las organizaciones, lo cual tiene dos
consecuencias de importancia: lo difícil que es que los empleados ejerzan
la facultad de tomar decisiones, y una mala comunicación entre los niveles
superior y operativo.
• La tendencia hacia el colectivismo provoca dificultad en el manejo de los
conflictos laborales. La toma de decisiones llega a estar influenciada por
factores como la necesidad de un consenso colectivo para no herir los
sentimientos de otros, en lugar de buscar la mejor decisión. Por otro lado, la
evaluación del desempeño individual es complicada ya que el
reconocimiento público a algún miembro de la organización se opone a la
cultura prevaleciente que no permite el reconocimiento público de un
particular, sino que busca el colectivo.
• Se observa una tendencia a la masculinidad. Este rasgo provoca que en las
organizaciones de los países latinoamericanos se tienda principalmente a
tener una alta rivalidad entre las personas; la figura del líder suele ser
fuerte, autoritaria y directa, con rasgos de manipulación del poder. Los
rasgos de masculinidad y colectivismo presentes en Latinoamérica
provocan que el involucramiento del personal no sea colaborativo desde el
inicio de un programa de calidad total.
• La alta evasión ante la incertidumbre tiene un efecto muy importante sobre
la operación de las organizaciones. Una consecuencia de este rasgo es la
disposición predominante hacia el análisis del pasado, en lugar de predecir
o trabajar sobre el futuro. Los procesos de planeación tienen como
obstáculo la evasión causada por la incertidumbre que provoca el futuro.
La cultura es responsable de muchos de los comportamientos de grupos y
naciones. Para citar un ejemplo, el respeto excesivo al padre en la cultura
mexicana, que ha sido destacada por numerosos estudiosos como Octavio Paz,
con el paso del tiempo se ha convertido en un obstáculo para las posibilidades de
dirección de los mandos intermedios, lo cual provoca el comportamiento rígido de
los mismos. Es decir, una costumbre social se traduce en el lugar de trabajo en un
rasgo peculiar.
LA EDUCACIÓN Y LA CALIDAD TOTAL.
Cada vez más escuelas y universidades han decidido implementar sistemas de
administración por calidad total con el propósito de hacer más eficiente y efectiva
su operación; muchas de ellas incluso con gran éxito, el cual ha sido reconocido
con premios de calidad nacionales e internacionales. Lo anterior tiene un gran
mérito si consideramos que las organizaciones educativas en todo el mundo son
de las más reacias al cambio pues son pocos y débiles los factores externos de
competencia y lucha por la supervivencia, a diferencia de las organizaciones
empresariales.
Al poner en marcha programas de calidad total en su operación, estas escuelas
han logrado considerar a los alumnos y sus padres como el foco de sus esfuerzos,
a pesar de que el reconocerlos como “clientes” ha representado uno de los
principales factores de resistencia al cambio. Por otro lado, su administración es
mejor al haber un mejor aprovechamiento de los recursos humanos, materiales y
financieros siempre escasos en este sector. En general, se observa que operan
con un mejor clima organizacional tanto desde la perspectiva de los estudiantes y
sus padres, como desde el ángulo de los maestros, directivos y de la sociedad en
su conjunto.
Conforme más escuelas y universidades cambien sus sistemas de gestión hacia
un enfoque de calidad total, tendremos una infraestructura educativa más sólida y
enfocada a crear condiciones favorables para el aprendizaje y la formación de
niños y jóvenes. Pero el efecto de la calidad total en la educación no debe quedar
simplemente en escuelas mejor administradas y más eficientes, mucho menos
conformarse con la obtención de premios y reconocimientos de calidad; el
compromiso del sistema educativo es el de crear cultura y las escuelas y
universidades que hasta ahora han implementado sistemas de administración por
calidad total cuentan ya con una cultura de calidad entre sus colaboradores que
puede y debe extenderse a la sociedad en su conjunto, desarrollando los valores
de calidad total entre la población.
Adicionalmente, los cambios tecnológicos de la era digital que han transformado al
mundo y su economía, acrecientan la importancia y urgencia de un cambio cultural
entre la población para que el país esté a la par de los otros países en el juego de
la globalización. Necesitamos que nuestras escuelas, principalmente desde la
educación temprana, asuman el rol y compromiso de infundir en los niños los
valores de calidad total. No es un asunto de simplemente llevar más de lo mismo a
los grupos que no han recibido educación, se requiere una educación diferente
que utilice otras estrategias y herramientas que preparen a los jóvenes para la
realidad del presente, pero sobre todo del futuro.
Las escuelas deben moverse de los actuales esquemas de competencia y logros
individuales, en donde en el mejor de los casos unos cuantos logran adquirir los
conocimientos y una formación integral, a uno de colaboración e interdependencia
que se asemeje más a como empieza a funcionar el mundo en la era digital y la
globalización. Los estudiantes necesitan desarrollar habilidades para colaborar,
apoyar, sintetizar y trabajar en redes con personas de diferentes grupos socio-
económicos dentro de su cultura, pero también con gente de otras culturas muy
diferentes a la propia.
CONCLUSION.
Es innegable el hecho de que las posibilidades de éxito en el desarrollo de una
cultura de calidad para responder a los retos y al cambio de paradigma, están en
función de la habilidad de las organizaciones y sobre todo del sistema educativo,
para desarrollar los hábitos característicos de ésta. El concepto de cultura es muy
amplio, confuso, intangible y, por lo tanto, difícil de definir. Por ello es necesario
referirse a algún grupo social, para poder determinar las características de
comportamiento de los individuos del mismo que definen su cultura. Sin embargo,
se pueden conocer las características culturales que deben tener una sociedad y
sus individuos para enfrentar con éxito el reto de la competitividad mundial
mediante la calidad total.
Existen varios estudios y teorías que ayudan al mejor entendimiento de un patrón
cultural, así como de sus diferencias con otros. Uno de los más importantes es el
de Hofstede, que se centra en cinco dimensiones culturales. Se puede hacer
referencia al valor ideal de estas dimensiones para que la cultura sea campo
propicio para la implantación de la calidad total, aunque siempre en el
entendimiento de los riesgos que implica individualizar un modelo genérico. El
cambio de la cultura organizacional requiere de individuos con una cultura
personal congruente con la que se pretende implantar en la organización. Una
persona que ha desarrollado una cultura de calidad conoce y pone en práctica su
capacidad para trabajar en equipo; el planear, controlar y mejorar los procesos con
los que se relaciona mediante el uso de las metodologías de calidad, y los hábitos
y valores relacionados con ello; además, tiene una actitud de servicio hacia los
clientes tanto internos como externos de su proceso, a quienes siempre trata de
satisfacer.
Las culturas no pueden ser evaluadas o comparadas en forma objetiva. Una
cultura es exitosa en la medida en que ayuda a la sociedad a enfrentar los retos
que se le presentan. Por lo tanto, mientras los retos cambien, el patrón cultural
tendrá que sufrir modificaciones en lo referente a los hábitos, las prácticas y
algunos valores. El sistema educativo tiene un rol importantísimo en el cambio
hacia una cultura de calidad total caracterizada por individuos que colaboran en
sus redes de influencia (no compiten entre sí) en la búsqueda de innovación y el
mejoramiento continuo. Para esto, las escuelas deberán primero implementar
sistemas de administración por calidad total para transformar su organización y
cambiar su cultura interna, y así estar en condiciones de infundir los valores de
calidad en la formación de sus estudiantes, preparándolos para enfrentar un
mundo cada vez más global, tecnológico e interdependiente.
BIBLIOGRAFÍAS.
GUAJARDO, Edmund (1997), “Administración de la Calidad”, fecha de consulta 29
de agosto del 2009.
ESCALANTE, Edgardo (1995),”Análisis y mejoramiento de la Calidad”, fecha de
consulta 29 de agosto de 2009.
CIAMPA, Dan (1993), “Calidad Total-Guía para su implantación”, fecha de
consulta 29 de agosto de 2009.
LEE, Isaac, “Los mejores árbitros, Estos abogados entienden el comercio global,
ahorran tiempo y muchos dolores de cabeza”, Poder y Negocios 2009, Pág. 24-41.

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