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Posiblemente para los padres ya en su edad más avanzada y estabilidad laboral es

más difícil que comiencen un proyecto nuevo, es por eso que los jóvenes se
convierten en los principales focos de creatividad y perseverancia para poder
plantearse la opción de emprender, y es que es durante la juventud cuando aún se
tiene esa sed de comerse al mundo de un bocado, existe mayor creatividad, más
motivación, curiosidad, energía y entusiasmo por crear algo por sí mismos.
¿Cómo estimular el espíritu emprendedor en los niños?
Enseñar valores desde la infancia
Es importante crear un entorno de aprendizaje innovador y creativo a través de
juegos, actividades, grupos, organizaciones, etc. El desarrollo creativo de los niños
a través del arte les permite dar soluciones abstractas a distintos problemas. Por
eso, es muy positivo dedicar tiempo y espacio a la expresión libre, ya que les
ayudará a reflexionar, crear ideas y conocer sus motivaciones.

La autoestima, los sueños y los fracasos


Reforzar la autoestima es algo primordial. Enseñar al niño a pensar que puede
conseguir cualquier cosa que se proponga con esfuerzo es igual de importante que
saber que el error y los fracasos no son una derrota. He de promover la actitud
positiva y crear un ambiente en el que equivocarse está permitido, siendo receptivo
ante las críticas constructivas.

Decisiones y consecuencias
Dejar decidir al niño sobre las cosas que le importen o le afecten y que afronte las
consecuencias es un paso para su autonomía. Muchas veces, el miedo me paraliza
y no sé qué hacer. Para fomentar el espíritu emprendedor, es importante que, poco
a poco, puedan decidir por sí mismos y afrontar las consecuencias de sus
decisiones.
La colaboración
Cada vez más se plantean ejercicios, actividades y trabajos en equipo. Sin duda,
dos mentes funcionan mejor que una. Enseñar a los niños a poder comunicarse con
sus compañeros reforzará muchos aspectos positivos en ellos (el respeto, la
confianza, la seguridad, etc.) que, más adelante, podrán aplicar en sus proyectos.
Forjar herramientas para una comunicación exitosa y fluida será un paso clave para
poder dar a conocer sus propias ideas de forma eficaz más adelante.

Refuerzo y apoyo
Ayudar a los niños a descubrirse es un paso para que sepan qué es lo que pueden
hacer mejor, qué es lo que les gusta más y cuál es su fuerte. Si al niño le gusta
dibujar, es mejor reforzar y apoyar esa actividad, en vez de intentar inculcarle algo
que le cree sentimientos negativos.

En resumen, reforzar la inteligencia emocional, autoconfianza y capacidad para


crear y alcanzar metas es el primer paso para fomentar el espíritu emprendedor en
los alumnos. El segundo es enseñarles el autocontrol, esfuerzo y optimismo, para
que puedan llegar a ser unas personas autosuficientes y capaces de afrontar las
dificultades, manteniendo una mente abierta y creativa. Recuerda que ser creativo
implica pensar diferente y ser innovador implica arriesgarse y llevar las ideas a la
práctica.

No es de extrañar que el emprendimiento en la educación coja cada vez más


fuerza. El hecho de formar jóvenes más activos, capaces de crear proyectos y
llevarlos a cabo, no solo beneficia sólo su propio éxito, sino que también ayuda a
crear una sociedad más emprendedora e innovadora.

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