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La analogía es una correlación establecida entre dos o más sujetos para denotar propiedades compartidas. Se basa en el razonamiento inductivo para inferir lo desconocido a partir de lo conocido. Existen diferentes tipos de analogías como las simétricas, asimétricas, de causa y efecto, por reciprocidad, de clasificación, comparativas y matemáticas.
La analogía es una correlación establecida entre dos o más sujetos para denotar propiedades compartidas. Se basa en el razonamiento inductivo para inferir lo desconocido a partir de lo conocido. Existen diferentes tipos de analogías como las simétricas, asimétricas, de causa y efecto, por reciprocidad, de clasificación, comparativas y matemáticas.
La analogía es una correlación establecida entre dos o más sujetos para denotar propiedades compartidas. Se basa en el razonamiento inductivo para inferir lo desconocido a partir de lo conocido. Existen diferentes tipos de analogías como las simétricas, asimétricas, de causa y efecto, por reciprocidad, de clasificación, comparativas y matemáticas.
La analogía es la correlación que se establece entre dos o más eventos,
sujetos, conceptos o cosas por medio de la razón. Esta correspondencia se
hace con el fin de denotar o evidenciar la presencia de una o varias propiedades de una entidad (sujeto base) en otra (sujeto comparado).
Etimológicamente, la palabra analogía es proveniente del vocablo
griego αναλογíα. El prefijo ana significa “comparación”, “reiteración”, mientras que la raíz logos significa “estudio”. Entonces, la palabra “analogía” se puede entender como: relación o comparación que se presenta entre dos conceptos o cosas a fin de establecer aspectos en común.
La analogía permite a quien la aplica generarse ideas de lo que le es
desconocido del mundo que le circunscribe a partir de lo que sí conoce de dicho mundo. Esta característica es muy útil, ya que si se tiene un ente nuevo y desconocido con dos propiedades visibles conocidas, se puede inferir sobre el resto de su conformación gracias a lo que sí se conoce.
La analogía se vale del razonamiento inductivo; por ende, juega con las
probabilidades. La analogía sustenta su fuerza argumentativa en el conocimiento pleno de los elementos que percibe, que posee y la incidencia de estos en aquellos factores que le son desconocidos.
Las analogías pueden clasificarse de acuerdo a su funcionamiento lógico interno,
de la siguiente manera:
Analogía simétrica. Aquellas en las cuales los referentes comparados
pueden intercambiarse sin alterar las relaciones entre ellos. O sea, en las que A, B, C y D son intercambiables porque la relación se mantiene idéntica. Analogía asimétrica. Aquellas en las cuales los referentes comparados no pueden intercambiarse, dado que su orden de aparición designa una relación específica. O sea, que A es a B, como C a D, y no B es a A, como C a D. Analogía de causa y efecto. Conocidas también como analogías de asociación, suponen un vínculo específico, de causalidad, entre los referentes. Es decir, A ocasiona B, como C ocasiona D. Analogía por reciprocidad. Implica, en la relación entre los referentes, una necesidad estricta y recíproca entre ellos, es decir que para que exista uno, debe existir el otro, recíprocamente. O sea, A requiere absolutamente de B, como D requiere absolutamente de C. Analogía de clasificación. Aquellas que funcionan en base a reunir, en el mismo conjunto de cosas, a los referentes vinculados. O sea, A y B están en un mismo conjunto, así como B y C están en otro similar. Analogía comparativa. Aquellas que al cotejar referentes, buscan destacar una propiedad percibible. Suelen usar nexos y símiles (“como”, “tal como”, “del mismo modo que”, etc.). O sea, A es de tal manera, como lo es B. Analogía matemática. Aquellas que existen únicamente entre cifras, elementos numéricos y proporciones matemáticas, dado lo cual los referentes pueden tener valores desiguales.