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LAS MICROFINANZAS EN EL PERÚ

Se entienden las microfinanzas como la provisión de servicios financieros para


personas en situación de pobreza, microempresas o clientes de bajos ingresos,
incluyendo consumidores y autoempleados.

Tomando como base este concepto, las microfinanzas apuntan principalmente a


apoyar a aquellas personas de extrema pobreza que podrían estar desarrollando un
micronegocio. Estas son pequeñas unidades de negocio dirigidas generalmente por el
propietario, el mismo que cumple diversas funciones, desde dirigir, gerenciar, operar,
controlar y otros aspectos necesarios para que el negocio camine.

En el Perú más del 97% de empresas están en esta categoría y han permitido que
muchas personas y familias tengan lo suficiente para sobrevivir en algunos casos, pero
también encontramos ejemplos de aquellos que gracias al apoyo recibido se
convirtieron en grandes empresas. En la gran mayoría de casos, estas empresas son
familiares. Eso quiere decir que los miembros de la familia son parte activa en el
desarrollo de la actividad. Un ejemplo lo encontramos en las bodegas, tiendas que
comercializan ropa, zapatos u otros.

Tal vez uno de los grandes problemas de estos pequeños negocios es el nivel de
informalidad en el que se encuentran y se mantienen así por mucho tiempo en un afán
de solo supervivencia. Sin embargo, esto, en muchos casos, los mantiene estancados
en su desarrollo, lo que no les permite atender a otros grandes negocios o los obliga a
tomar créditos demasiado caros.

La estrategia aplicada por las entidades financieras que los atienden está centrada en
el trabajo que desarrollan los asesores o promotores de servicios financieros. Esto se
hace a la base de manera personal, es decir visitando el negocio del prospecto. Sin
embargo, hoy se está utilizando cada vez más otros medios de comunicación como el
teléfono, Internet y esperemos que próximamente el celular.
El grado de competencia en este sector es muy elevado, la tasa de interés es solo uno
de los factores a tomar en cuenta. ONG's, Cooperativas de Ahorro y Crédito, Cajas
Rurales, Cajas Municipales, EDPYMES, Financieras y Bancos, son algunos de los
actores en este marco.

Otros factores a considerar son la rapidez de la operación, menos documentación y


probablemente el más importante, la calidad humana no solo del vendedor sino de
todos los miembros que intervienen en el proceso.

Hoy vemos dos formas de crédito bastante utilizadas: Capital de Trabajo y Activo Fijo.
El capital de trabajo es el fondo de maniobra de la empresa, un préstamo de este tipo
es usado cuando se prevé un alza en la actividad. Por ejemplo, la llegada de un día
festivo provoca un aumento de las ventas, y el capital de trabajo debe permitir cubrir
este aumento de demanda.

Si el cliente no cuenta con ahorros suficientes para aumentar de forma equivalente la


nueva demanda, debe sacar un crédito "Capital de Trabajo" a corto plazo (menos de un
año). Por el contrario, si se prevé un alza en la demanda de forma continua y
sostenible, esto debido a factores externos como la apertura estatal, el aumento de la
capacidad adquisitiva; o internos tales como la inversión en maquinarias para atender
un nuevo mercado, en ese caso, el crédito es para la mayor parte de casos a más largo
plazo.

En este sector es muy difícil contar con una garantía real y cuando se pide alguna, esta
es casi siempre "a sola firma". Esto compromete al signatario. Con el aumento del
monto versado se busca asegurar aún más el reembolso y así, se puede pedir un
garante. Lógicamente en este marco, un garante con propiedad es más valorizado que
uno sin ella. Para montos muchos más grandes, este tipo de garantía deja de ser
suficiente. Entonces, se considerará una garantía mobiliaria o una hipoteca.

Un error muy frecuente que encontramos cuando se habla de las microfinanzas es


relacionarla únicamente con el concepto de otorgar créditos, olvidándonos de otros
productos a desarrollar como el ahorro, los seguros personales y familiares, o de los
elementos que acompañan su crecimiento. Por ello, la tarea de las entidades
financieras que atienden a los microempresarios debe consistir en buscar nuevas
metodologías y tecnologías que les permitan atenderlos en todas o en varias de las
necesidades indicadas a fin de ayudarlos primero en su sostenimiento, y luego
acompañarlos en su desarrollo.

El Estudio Informalidad 360º, elaborado por Semanaeconómica e Ipsos Perú (agosto


2016), sobre una base de434 empresarios informales, aquellos que
tienen un negocio propio, sólo el 43% consiguió capital de trabajo mediante el
sistema financiero. Es decir, un significativo número de empresarios aún no tiene
acceso al crédito formal, quienes siguen endeudándose con familiares, amigos y
prestamistas.
“El problema se resume en la falta de acceso al crédito para todo emprendedor
ubicado en las zonas rurales y periurbanas, debido a que no se ha diseñado productos
específicos para este tipo de clientes. Por lo general, el sector informal rural está más
enfocado en solicitar capital de trabajo y no financiamiento para activo fijo. Este tipo de
empresarios pide préstamos más pequeños que los microempresarios más
formalizados”,

Inclusión
Sin embargo, la Encuesta Nacional de Hogares (ENAHO) precisa que el porcentaje de
la población incluida financieramente alcanzó el 35.49% al tercer trimestre del año
pasado. Esta cifra es mayor que el 32.21% alcanzado en el mismo periodo del 2015 y
que el 34.77% en el segundo trimestre del 2016.La Asociación de Bancos del Perú
(Asbanc) opina que tales resultados demuestran que esta variable presenta una
tendencia al alza, puesto que ha crecido en 0.72 puntos porcentuales frente al trimestre
anterior y en 3.28 puntos porcentuales respecto al tercer trimestre del 2015.
“El crecimiento sostenido de la inclusión financiera se debe principalmente a los
esfuerzos que hace el sistema financiero para promover el uso de recursos diferentes
al efectivo, lo cual es respaldado por las cifras de los instrumentos empleados por las
personas que ya acceden a estos servicios”, agrega.Según la ENAHO, al tercer
trimestre del 2016, el 87.10% de esta población tiene una cuenta de ahorros; este
resultado es superior en 2.17 puntos porcentuales al porcentaje alcanzado el trimestre
anterior (84.93%) y en 9.38 puntos porcentuales comparado con el tercer trimestre del
2015 (77.72%).Esto muestra que las personas incluidas buscan alternativas, como el
ahorro, para poder enfrentar posibles inconvenientes y así, mantener su dinero a salvo
con un retorno a cambio.
De igual forma, la encuesta detalla que el 63.71% de la población no incluida en el
sistema financiero considera que no cuenta con los ingresos suficientes como para
tener una cuenta en una entidad del sistema financiero; esta respuesta se mantiene
como la más relevante de los periodos pasados (tercer trimestre 2015 y segundo
trimestre 2016).
“Esto está muy relacionado con el nivel de informalidad laboral existente a escala
nacional. Y es que, esta población percibe sus ingresos en efectivo y muchas veces
este importe está por debajo de salario mínimo establecido por el gobierno. La segunda
razón más relevante, por la que no cuentan con productos financieros, es que no les
interesa o no lo necesitan. Es decir, estas personas muestran una falta de motivación
por ingresar al sistema financiero, debido al entorno poco formal en el que desarrollan
sus actividades y labores, o recurren a otras opciones de financiamiento”, precisa.
Se observa que las entidades financieras buscan que la población de las zonas más
alejadas de las principales ciudades acceda al sistema financiero, pues se enfocan a
crear nuevos productos y optimizar los que ya operan en el mercado. Sin embargo,
todavía hay una importante brecha por atender respecto a la inclusión financiera, lo
cual debe abordarse en conjunto desde el sector público y privado.

Perú tiene el entorno más propicio para la inclusión financiera a nivel mundial según el
Microscopio Global 2016, elaborado por The Economist Intelligence Unit (EIU),
lugar que comparte junto a Colombia.

El país es líder en el desarrollo de estrategias innovadoras y coordinadas para


promover los servicios financieros para las poblaciones excluidas y en reconocer que la
inclusión financiera va más allá de los actores del sector financiero.
Según datos de la base de datos global de inclusión financiera (Global Findex) del
Banco Mundial, solo 20% de la población adulta (mayores de 15 años) tenía una
cuenta en una institución financiera formal en 2011. Este porcentaje aumentó a un
29%, según datos del Global Findex 2014, pero está muy por debajo del 51% en
América Latina y el Caribe.

Es por eso que el gobierno alentó la cooperación entre diferentes agencias públicas y
el sector privado para crear iniciativas para promover la inclusión financiera (por
ejemplo, educación financiera de niños y jóvenes y pago de prestaciones sociales vía
electrónica), cuyos frutos esperan verse plasmados en el mediano y largo plazo.

Así surgió Modelo Perú, es una estrategia del sector financiero para acelerar los
procesos de inclusión financiera en el país a partir de un esfuerzo de colaboración y
competencia entre intermediarios financieros. Estos colaboran para crear una
plataforma operativa común y desarrollar un ecosistema de pagos digitales, y compiten
por los usuarios finales.

En 2015 se crea una nueva empresa, Pagos Digitales Peruanos S.A., encargada de
implementar Modelo Perú. Esta empresa privada, propiedad de más de 30 entidades
financieras y emisoras de dinero electrónico, brinda servicios de operación de billeteras
electrónicas para sus miembros.

Para aprender más sobre microfinanzas e inclusión financiera en Perú, explore los
artículos y enlaces destacados a continuación: 

PRINCIPALES INDICADORES ECONOMICOS

 PBI: US$ 202,6 mil millones (nominal, 2014)


 Crecimiento del PBI: 2,4% (real, 2014).
 Moneda: Nuevo Sol
 Población: 30,97 millones (2014)
 % viviendo con menos de US$ 1,90 al día (PPP 2011): 3,7 (2013)
 % viviendo con menos de US$ 3,10 al día (PPP 2011): 9,7 (2013)
INDICADORES DE MICROFINANZAS E INCLUSION FINANCIERA

 Número de IMFs: 73*


 Número de prestatarios activos: 4,1 millones*
 Prestatarios activos como % de la población: 13,4%*
 %: de la población (15 años +) con cuenta bancaria en instituciones formales en
el último año: 29,0% (2014)
 % de la población (15 años +) que ha ahorrado en una institución formal en el
último año: 12,3% (2014)

(*) Datos de las IMFs que reportan a MIX. Cuadro actualizado en enero 2016, con
datos disponibles a la fecha.

PRINCIPALES ORGANIZACIONES DE MICROFINANZAS

 Consorcio de Organizaciones Privadas de Promoción al Desarrollo de la Micro y


Pequeña Empresa (COPEME)
 Asociación de Instituciones Microfinancieras del Perú (ASOMIF)
 Federación Peruana de Cajas Municipales de Ahorro y Crédito (FEPCMAC)

El 2016 ha significado para las instituciones del sector microfinanciero esfuerzos por
fortalecer sus áreas de cobranzas y de riesgos por la presencia de
sobreendeudamiento en el sistema; además de buscar acrecentar sus patrimonios a
través de un conjunto de estrategias, instrumentos y alianzas, por ello la continuidad de
los procesos de fusiones en el sector (en mayo, CRAC Chavín – Edpyme Raíz, y en
julio, F. Credinka – CRAC Cajamarca). A ello se le suma, la búsqueda de nuevos
nichos de mercado teniendo aún como potencial la bancarización en zonas rurales.
Asimismo, cabe resaltar la labor del Estado por impulsar la Estrategia Nacional de
Inclusión Financiera y el interés de la Superintendencia de Banca, Seguros y AFP
(SBS) por colocar a las cooperativas bajo su supervisión.

En los últimos doce meses, se destaca la recuperación del dinamismo de las


colocaciones del sector microfinanzas, que viene creciendo a tasas constantes cada
vez más altas. Es así, que a septiembre 2016 presentó un crecimiento de 11,7%, tasa
mucho mayor con respecto al crecimiento exhibido en septiembre (5,3%) y diciembre
(6,7%) del año anterior. Esta recuperación es principalmente impulsada por los créditos
de consumo cuya tasa de crecimiento a septiembre 2016 se ubica en 19% y representa
casi el 23% del saldo total de colocaciones en el sector microfinanciero.

Por otro lado, se enfatiza que este crecimiento venga acompañado de una tenue
mejora en la calidad de cartera, con un indicador de cartera en alto riesgo que a
septiembre 2015 se ubicaba en 7,6% y al mismo mes del presente año se ubicó en
7,2%, niveles por debajo al del año 2014 (7,7%). Considerando los principales tipos de
créditos que conforman la cartera de las microfinanzas, la mejora en la calidad de
cartera se dio en los créditos a la mediana, pequeña y microempresa cuyo indicador de
cartera en alto riesgo a septiembre 2016 fue de 10,7%, 9,0% y 5,8%, respectivamente;
caso contrario a los créditos de consumo e hipotecario cuyo indicador de cartera en alto
riesgo ha venido en aumento de 4,7% a 5,7% y de 2,6% a 3,5%, respectivamente, de
septiembre 2015 frente al mismo mes del 2016.

Sin embargo, estamos bajo un contexto en que los resultados muestran una tendencia
casi generalizada a la baja. El ROA pasó de 2,3% en 2010 a 1,7% en 2015,
incrementándose ligeramente a 1,9% al tercer trimestre del 2016; y el ROE pasó de
15,1% en 2010 a 12,0% en 2015, incrementándose ligeramente a 12,5% al tercer
trimestre del 2016. Cabe resaltar, que el grupo de Cajas Rurales continua presentando
resultados negativos fundamentalmente por la morosidad, los mayores gastos
operativos y el bajo nivel de ingresos financieros que caracterizan su limitado volumen
de operaciones. Del mismo modo, el indicador Ingresos Financieros / Saldo de Cartera
Promedio, conocido como “tasa de interés activa implícita”, muestra una tendencia a la
baja (pasó de 28,5% en 2010 a 24,8% en 2015 y a 24,7% en Septiembre 2016).
El desarrollo sostenible de las instituciones microfinancieras.

En un mercado financiero altamente competitivo, las instituciones


microfinancieras requieren de herramientas de gestión para medir el resultado
integral de sus decisiones financieras. Más allá de los resultados de los activos
tangibles, que se muestran en los estados financieros, se debe tener en cuenta
la inversión en los activos intangibles, que son el soporte de la generación de
beneficios futuros y representan el 75% del valor económico de las empresas.
En noviembre de 2016, la economía peruana creció 3.6%, según información del
ministro de Economía y Finanzas, Alfredo Thorne. Además, la actividad
crediticia de las instituciones financieras avanzó 4.82%, lo que demuestra una
correlación positiva entre ambas variables. Sin embargo, las
colocaciones de las instituciones microfinancieras (IMF) subieron 11.86%, cerca
de tres veces el crecimiento del PBI. Este incremento, se explica porque el
mercado objetivo de las IMF se dirige a la micro y pequeña empresa,
principalmente en mercados de bajo o nulo nivel de bancarización.

En la medida que este mayor crecimiento incorpora nuevos clientes al sistema


financiero resulta favorable para la economía del país, ello porque las IMF contribuyen
a que los microempresarios generen sus propias fuentes de empleo para mejorar la
calidad de vida de sus familias.
El aumento de las colocaciones de las IMF fue acompañado de un desarrollo
equilibrado de sus depósitos en 12.78%, sin ser necesario recurrir a acreedores
financieros; por el con-trario redujeron sus adeudados en 15.95% y su patrimonio neto
se fortaleció en 13.07%.
Sin embargo, queda la duda si este progreso equilibrado es suficiente para asegurar el
desarrollo sostenible de las IMF por cuanto los estados financieros recogen solo los
resultados de los activos tangibles, siendo necesario evaluar el comportamiento de los
intangibles.
Al hacer un análisis gráfico el comportamiento equilibrado de las colocaciones
(11.86%), depósitos (12.78%) y patrimonio neto (13.07%) de las IMF, se vería como un
triángulo equilátero con una flexión en la base por la reducción de los adeudados en
15.95%.Pero hay que validar si la gestión de los activos tangibles va de la mano con
los intangibles

¿Qué se puede esperar?

Para los próximos dos años, se espera un entorno económico más favorable, con la
recuperación gradual de la demanda interna, moderación del dinamismo de la inversión
pública y el retorno del ritmo de crecimiento de la inversión privada.

Con respecto al sector, se observa una desaceleración del crédito microempresa,


principalmente en el mercado urbano, que crece prácticamente de forma vegetativa. Es
por eso, que es fundamental la definición de una clara estrategia en cuanto a la
orientación del mercado objetivo, asumiendo segmentos de demanda más exigentes en
un entorno cada vez más competitivo. Las entidades deberán asumir nuevos desafíos,
generados por el mercado, como son la mejora en la gestión de riesgos, una mayor
eficiencia, la adaptabilidad y el modelo de negocio. Asimismo, se espera el impulso de
las innovaciones tecnológicas (dinero electrónico, corresponsales, telefonía móvil vía
Wap e Internet) en busca de mayores eficiencias.

Perspectivas Económicas para el 2017

El contexto económico y político nacional para este año se presenta retador y exigente
para las organizaciones. Además, se prevé un ciclo de crecimiento de la economía
alentador, en escenario de un mercado financiero internacional volátil.El Estado
peruano deberá implementar una serie de medidas anunciadas para que el país retome
el ciclo virtuoso de crecimiento. Asimismo, se establecerán estrategias orientadas a la
inclusión financiera, a favor de una mayor escala de servicios financieros, mejor uso de
los mismos, y aseguramiento de su calidad. Es imprescindible entonces contar con
información actualizada acerca de cuáles son las perspectivas de la economía peruana
ese año, para poder ejercer la labor de dirección con pertinencia y oportunidad.
Es por ello, que la Federación Peruana de Cajas Municipales de Ahorro y Crédito
(FEPCMAC) realizó el Conversatorio Estratégico: Perspectivas de la Economía
Peruana para el año 2017, que tuvo como objetivo presentar diversos enfoques acerca
de las perspectivas económicas para el presente
año, y socializar las principales tendencias y enfoques acerca de las oportunidades que
se presentan para el sector microfinanciero. El referido conversatorio tuvo como
expositores a dos destacados expertos en el análisis económico como son los consul-
tores financieros Luis Baba Nakao y Jorge Gonzales Izquierdo. Asistieron un total de 47
participantes entre miembros de la junta general de accionistas, presidentes y
directores pertenecientes a ocho CMAC (Cusco, Del Santa, Huancayo, Ica, Maynas,
Paita, Su-
llana y Trujillo).

¿Cuál es el futuro de las microfinancieras en el Perú?

Especialistas indican que el uso de la tecnología -como el surgimiento del BIM-


impulsará aún más este mercado en el país.

Aunque el Perú sigue liderando el entorno de las microfinanzas a nivel mundial, el


trabajo de las microfinancieras locales va más allá de ofrecer productos, pues estas
instituciones deberían acompañar el desarrollo y crecimiento de las pequeñas
empresas, asegura Percy Urtegada, gerente general de MiBanco.

“El negocio de las microfianzas es bastante caro por el tema operativo, tanto por la
contratación de personal como por la necesidad de la construcción de agencias.
Tenemos que apalancarnos de la tecnología, pues es la manera para ampliar nuestras
fronteras y reducir costos”, afirmó el ejecutivo.
Añadió, que el BIM permitirá que las microfinancieras lleguen a más zonas rurales y
facilitará el proceso de entrada y salida de dinero del sistema. 

En esa misma línea, Ramiro Postigo, gerente central de Finanzas y Planeamiento de la


Caja Municipal de Ahorro y Crédito Arequipa, aseguró que aún falta trabajar en la
expansión de canales, bancarización, educación financiera, entre otros.

“Tenemos que distanciarnos de Colombia, que viene aplicando mejoras a favor de las
microfinanzas y de una India que viene creciendo significativamente”. Asimismo, es
vital para el desarrollo de este segmento de mercado financiero, avanzar en temas de
infraestructura. “Si tuviéramos mejores sistemas, los costos de las microfinancieras
serían menores”, sugiere Martín Naranjo, gerente general de la Financiera Confianza. 

LAS MICROFINANZAS EN SIETE REGIONES DEL MUNDO.

Descripción y la comparación interna de siete regiones del mundo donde las


microfinanzas están desarrolladas: África Subsahariana, Latinoamérica y el Caribe
(LAC), Asia del Sur, Asia Oriental y Pacífico, Europa Oriental y Asia Central (ECA),
Oriente Medio y África del Norte (MENA) y Europa Occidental (Mix Market, 2011)

África Subsahariana

África Subsahariana es una de las regiones con el nivel de exclusión financiera


más elevado del mundo, se estima que los bancos formales ofrecen servicios a
menos del 25% de la población total.

En este contexto de baja penetración de los bancos tradicionales en la región,


junto con un importante sector financiero informal, en los últimos treinta años las
microfinanzas se han desarrollado en casi todos los países (Rehman y Tameem, 2008;
ChaoBéroff et al. 2000). De las instituciones que reportan los datos en el Mix
Market, en 2011, como ya se ha mencionado en el capítulo dos, la mayoría son
instituciones financieras no bancarias (68), seguidas por las ONG (55) y las uniones
de crédito (41). En comparación a los datos de 2008, donde la mayoría de las
instituciones eran ONG, las instituciones financieras no bancarias (IFNB) están
creciendo rápidamente año tras año gracias al creciente interés de los países en la
creación de leyes y regulaciones específicas para las IMF.

Del otal de las IMF, el 46% están situadas en África Occidental, el 29% en África
Oriental, el 13% y el 11% respectivamente en África Meridional y Central (Mix y CGAP,
2010; AMAF y WWB, 2008).

Según los datos del Mix Market, en 2009 las IMF africanas habían alcanzado a más de
11 millonesde prestatarios (un 24% más de 2008) y más de 31 millones de
depositantes (un 70,5% más que el año anterior), en cambio, la cartera bruta había
llegado a 4.7 mil millones de dólares (creciendo un 75,5% respecto a 2008) y los
ahorros depositados a 2.8 mil millones de dólares (un 109% más que el año anterior)
(tabla 4.1.1.). Comparando los dos años, también el saldo promedio del crédito por
prestatario ha aumentado (casi un 35%). En cambio el saldo promedio de los depósitos
ha crecido solamente un 4% debido fundamentalmente a los efectos de la crisis y al
aumento de los precios de los bienes básicos (Mix y CGAP, 2010).
Con los datos que se acaban de mencionar es importante recalcar que
una de las principales características de las microfinanzas en África es la importancia
de los depósitos como productofinanciero (ibídem; AMAF y WWB, 2008).

Asimismo, África presenta la tasa de rendimiento medio más baja a nivel mundial. Casi
todas las regiones del continente, excepto África Occidental, muestran un rendimiento
sobre activo (ROA) y sobre recursos propios (ROE) negativo (gráfico 4.1.4.), debido
principalmente a los bajos ingresos financieros que no consiguen cubrir los altos costes
operativos a los que se tienen que enfrentar. Los fuertes costes (que hacen necesaria
en muchos casos financiación subvencionada), provocan que las IMF no puedan cubrir
sus costes financieros, es decir, que el ratio de sostenibilidad financiera se encuentre
por debajo del 100% (ibídem).

Latinoamérica y el Caribe
Las microfinanzas en Latinoamérica y el Caribe (LAC) están compuestas por un
grandísimo número de instituciones, que se pueden agrupar en cinco categorías
distintas. En el primer grupo están incluidas las ONG microfinancieras, que se
desarrollaron a lo largo de los años noventa y desde entonces se transformaron
progresivamente en instituciones financieras supervisadaspor las 10 autoridades
bancarias (upgrading)
El segundo grupo está representado por las entidades financieras formales que,
tradicionalmente fuera del ámbito de las microfinanzas, empezaron a involucrarse en
este sector (downscaling) (Larraín, 2009; Navajas y Tejerina, 2007).
El tercer grupo está formadopor instituciones que desde sucreación han operado como
bancos comerciales, con el específico objetivo de atender a través del microcrédito a
clientes con un bajo nivel de renta .Además, elcuarto grupo está compuesto por
organizaciones financieras no reguladas(ONG y otras asociaciones similares) que, a
diferencias de las anteriores, no están supervisadas por ninguna entidad pública. El
último grupo es el de las cooperativas de ahorro y crédito, que empezaron a
desarrollarse a partir de la mitad del siglo XX (Pedroza, 2010; Larraín, 2009; Navajas y
Tejerina, 2007; Marulanda y Otero, 2005).
Dentro de esta clasificación, estimaciones hechas por el Banco Interamericano de
desarrollo (BID) para el año 2009 (tabla 4.2.1.), indican que alrededor de 700
instituciones proporcionaron microcrédito a cerca de diez millones y medio de clientes
en la región, con un total de 12.3 mil millones de dólares de cartera. Esto refleja un
significativo crecimiento en el sector, considerando que en el año 2001, el número
estimado de clientes de microcrédito no llegaba a los dos millones y su cartera apenas
superaba los mil millones de dólares. Las entidades reguladas y bajo supervisión
financiera cubren la porción más grande de este mercado. De hecho, cerca del 80% del
total de la cartera y más del 60% de los clientes del microcrédito, son atendidos por
éstas. En lo que a préstamo promedio, las entidades reguladas presentan un préstamo
promedio de 1.429 dólares, frente a uno de 693 de las entidades no reguladas .

A pesar del crecimiento sostenido del sector de microfinanzas en América Latina y el


Caribe, el nivel de penetración es muy desigual. Países como Nicaragua, Bolivia, El
Salvador y Ecuador presentan niveles de penetración mayores al 30%, mientras que
países como Venezuela, Argentina, Uruguay y Brasil, presentan niveles inferiores al 5%
(ibídem).

Durante el año pasado, el producto interno bruto (PBI) de América Latina y el Caribe
disminuyó en 1.1%, lo que se tradujo en una reducción del 2.2% del PBI por habitante
de la región, según el estudio “Panorama Económico y Social de la Comunidad de
Estados Latinoamericanos y caribeños” de la Comisión Económica para América Latina
y el Caribe (CEPAL).Esta evolución representa la continuación del proceso de
desaceleración y contracción de la actividad económica en que ha estado inmersa la
región desde 2011. Laactividad productiva de América del Sur como subregión pasó de
una con-tracción del 1.7% en 2015 a unadel 2.4% en 2016.
Ahora bien, la entidad multilateral prevé que para este año el crecimiento económico de
América Latina y el Caribe sería de 1.3%, en promedio, con lo que se pondría fin a la
contracción que caracterizó el bienio 2015-2016.

Asia Oriental y Pacífico


Una de las primeras experiencias de microfinanzas en Asia Oriental y Pacífico empezó
al principio del XIX siglo en Indonesia cuando se desarrollaron las «Badan KreditDesa»,
bancos que operaron en zonas rurales ofreciendo microcréditos en condiciones
comerciales (BWTP y SEEP, 2009).Desde entonces, el movimiento microfinanciero se
extendió de manera diferente en casi toda la región de Asia Oriental, inicialmente en
Indonesia y Tailandia y en un segundo momento en Camboya, Filipinas, Vietnam y
China, gracias al creciente interés de las ONG y de los gobiernos de los países. Por el
contrario, las iniciativas de microfinanzas en la región del Pacífico están todavía en un
estado embrionario, en cuanto la mayoría de los excluidos financieros continúan siendo
atendidos por entidades informales (Marino, 2003).

Europa Oriental y Asia Central


Aunque el rendimiento macroeconómico varió sustancialmente entre los países de
Europa y Asia Central (ECA) durante la crisis financiera de 2008, la mayoría de estos
países entraban en estacrisis en una posición muy debilitada, lo que hizo a sus
economías tremendamente vulnerables. Los factores que contribuyeron a
talvulnerabilidad fueron: altos déficits por cuenta corriente y elevados niveles de deuda
externa, rápido crecimiento del crédito, y un boom de consumo financiado por
préstamos en divisa. A medida que el gasto público disminuyó, el desempleo se
disparó, creciendo a tasas del 1% mensual en algunos países. Los elevados niveles de
desempleo de Rusia y otros países destino de migrantes, perjudicaron a países
dependientes de las remesas (Pitkowska, et al. 2009) .Las estimaciones indicaban que
en 2010 habría 11 millones más de personas bajo el umbral de la pobreza. Este
crecimiento representaría una quinta parte de la población de ECA que salió de la
pobreza entre 1998 y 2006. Considerando como pobreza vivir con menos de 5 dólares
al día, se estimó (Figura 4.5.1.) que el número de personas pobres en la región
crecería 34 millones en 2010.
Los países de ECA experimentaron los efectos de la crisis financiera global a finales de
2008 en forma de fallidos bancarios, estrechamiento del crédito, retroceso de la
actividad económica, aumento del desempleo y precios alimentarios, y descenso en las
remesas. Tras el estallido de la crisis enverano de 2008, los países de Europa Central y
Oriental (CEE) y Rusia fueron severamente afectados por su sestrechos lazos
financieros y comerciales con Europa Occidental y Estados Unidos. Los países del
Cáucaso y Asia Central, cuyas economías dependen fuertemente de las remesas y
comercio con Rusia, fueron muy castigados a finales de 2008 y 2009.

Oriente Medio y África del Norte (Mundo Árabe)


La banca islámica es una de las industrias de mayor expansión habiendo conseguido
tasas de crecimiento anuales de dos dígitos durante los últimos 30 años. Lo que
comenzó como un experimento de banca rural en las aldeas remotas de Egipto en los
años 70 se ha convertido en un sistema de bancos megainternacionales que ofrecen
productos financieros islámicos por todo el mundo (Iqbal y Molyneux, 2005).
Las microfinanzas en el mundo árabe están fuertemente influidas por los principios del
Islam y la economía moral islámica (IME) determina las reglas de su operatividad. Está
prohibido el interés ó riba, con el objetivo de promover un ambiente económico eficiente
y estable y también el rendimiento fijo en transacciones nominales, para promover una
actividad económica productiva y financiación basada en activos y no en el sistema de
deuda El principio de compartir beneficios y pérdidas prohíbe al dueño del capital poner
todo el riesgo sobre el prestatario, y establece justicia entre el esfuerzo laboral y el
rendimiento. Lo más importante es la relación entre capital y trabajo y, por tanto, la
incertidumbre, la especulación y el juego están también prohibidos (Asutay, 2011).
Una entidad financiera establecida dentro del ámbito del Sharia (Ley Islámica), guiada
por objetivos de economía islámica, debe pretender que la riqueza
circuleequitativamente por el mayor número de manos posible sin causar ningún
perjuicio a aquellos que la generaron justamente (Ibn Ashur, 2006).
En el mundo árabe cada país tiene su idiosincrasia, en Yemen y Sudán la influencia
islámica en la oferta microcrediticia es muy fuerte. Líbano, Siria, Jordán y Palestina
ofrecen fundamentalmente microfinanzas islámicas de tipo «murahaba», que es un
modo de transacción mediante la cual la IMF compra bienes a petición del prestatario y
luego se lo vende obteniendo así unaplusvalía. Jordania, Líbano y Egipto ofrecen
además microseguros a escala muy pequeña. En Siria y Yemen, donde una nueva
legislación ha permitido el establecimiento de instituciones especiales supervisadas por
el Banco Central, se han introducido product
os de ahorro . Esta falta de estandarización y regulación financiera explica que la
inversión en el sector sea todavía moderada en comparación con otras regiones del
mundo, y que pese a su rápido crecimiento la alta calidad de sus carteras y los
rendimientos por encima de la media.

Europa Occidental
Las microfinanzas en Europa Occidental tienen raíces antiguas y profundas. Al final de
los años ochenta nacieron, en Alemania y Italia, las primeras formas de apoyo en favor
de los segmentos sociales más débiles: las pequeñas cooperativas rurales creadas por
Raiffeisen y los bancos populares urbanos empezados por SchulzeDelitzsch. Enpoco
tiempo estas nuevas experiencias comenzaron a desarrollarse también en Inglaterra
(Lending Charities), en Irlanda (Loan Funds), en Portugal (Mutuas Montepio Geral), en
Bélgica (Le Sou y Progrès de Jolimont) y en España (Caja Rural de Ahorro y
Préstamos y Socorros de Murcia) (Viganò, 2004). Se dice que el microcrédito es un
raro ejemplo de transferencia tecnológica porque se ha producido en un sentido inverso
al habitual. Es en los países desfavorecidos donde se puso en marcha y se perfeccionó
este instrumento de lucha contra la pobreza, para después empezar a aplicarse, con
otras particularidades también en los países ricos (Berezo, 2009).
Si hay algo que caracteriza el sector microfinanciero en Europa Occidental es la
heterogeneidad institucional y operativa entre países, motivada fundamentalmente por
la ausencia de una legislación microfinanciera en la región. El mercado microfinanciero
en Europa Occidental está mayoritariamente compuesto por ONG y Asociaciones de
Microfinanzas, seguidos de Instituciones Financieras No Bancarias (IFNB). En Europa
del Este,donde existe mayor regulación, se dan comúnmente organizaciones «For
profit», Uniones de Crédito y IFNB, que pueden prestar créditos y además captar
depósitos (Jayo, Gonzálezy Conzett, 2010).
En cuanto a crecimiento del sector, Europa se encuentra en unasituación de coyuntura
especial. Si bien se produjo un fortísimo crecimiento en el periodo 20072008 tanto en la
cifra de prestatarios (111%) como en el volumen monetario de estos préstamos
(103%), el año siguiente (2009) se caracterizó por un moderadísimo crecimiento en el
volumen monetario de la cartera (3%), y una caída en el número de prestatarios (7%).
El sector microfinanciero en Europa está sufriendo el impacto de la crisis económica
mundial por una dependencia del sector bancario formal mayor que en otras regiones
del mundo .
Un panorama comparativo de las seis regiones del mundo. Como se ha podido
observara lo largo del los capítulos anteriores, el sector de las microfinanzas es muy
heterogéneo y diferente dentrode cada región, tanto a nivel de metodología y tipo de
instituciones presentes como en consideración a su desempeño financiero y social. En
los últimos años, como se ha visto, el mercado microfinanciero ha permanecido ajeno
en gran medida a las crisis actuales, creciendo de manera importante a lo largo del
mundo y representando una de las más importantes herramientas, no la única, para
poder erradicar la pobreza del planeta (Wiesner y Quien, 2010; Economist Intelligence
Unit, 2010).Después de haber profundizado en las distintas características internas de
las microfinanzas en cada una de las siete regiones y haber descrito algunos
elementos del fenómeno, en este capítulo se intentará realizar un breve análisis a nivel
mundial de unos de los indicadores de desempeño financiero y social, con el mismo
esquema usado para cada región.Como se puede observar de la tabla 5.1, en cuanto a
número de IMF reportadas por el Mix Market,se puede notar que en conjunto los países
de Latinoamérica y el Caribe (LAC), junto con África Subsahariana y los de Europa
Oriental Asia Central, presentan el mayor número de IMF en el mundo
(respectivamente 444, 436 y 404). En cambio hay solamente 75 IMF para Oriente
Medio y África de Norte (MENA), un sector todavía que está lentamente creciendo. En
relación a lo que se ha visto para cada región, viendo la tabla 5.1, es importante
destacar tres características del sector microfinanciero a nivel mundial: la gran cantidad
de clientes registrados en Asia del Sur debido, entre otras cosas, a la metodología
usada y a la alta densidad de población; la mayor cartera bruta en Asia Oriental y
Pacífico que como se ha analizado en la tabla 4.4.1, puede explicarse con el
crecimiento excepcional de China; y por último, al gran número de depositantes en
relación a los prestatarios en África Subsahariana (21 millones) que, junto co Asia del
Sur (33 millones), son las regiones con cifras más altas (Mix Market, 2011).

En relación a la calidad de la cartera (gráfico 5.1.), en el 2009, las IMF de África


Subsahariana y LatinoaméricaEl Caribe presentan los indicadores de PAR>30 días,
PAR>90 días y Writoff más altos de todo el movimiento de las microfinanzas. Las
principales razones son la ineficiencia operativa y la baja tasa de recuperación de
préstamos otorgados en África (aunque la situación está mejorandoligeramente) y para
las instituciones de América Latina y El Caribe los efectos negativosde la crisis
financiera y algunas circunstancias regionales. En cambio, como ya se ha mencionado,
Asia del Sur lidera en cuanto recuperación de sus préstamos (PAR>30 de 1,77%) y el
porcentaje más bajo de fallidos (0,01%), aunque muchas IMF de la región están
pasando un periodo de dificultad .Con respecto a Asia Oriental y Pacífico es importante
decir que el porcentaje del PAR>30 que se encuentra a nivel agregado en la región no
corresponde con la realidad para todos los países, en cuanto está fuertemente influido
por la cifra de Indonesia en 2009 (ibídem).

En cuanto a los indicadores de eficiencia, como se puede apreciar del gráfico 5.2,
África Subsahariana presenta los costes de operación, respecto a su cartera promedia,
más altos (30%) de entre todas las regiones, debido a los elevados gastos de
transacción que las IMF deben soportar. Por el contrario el coste por cliente en esta
zona no es el más elevado (175), las IMF de Europa Oriental y Asia Central tienen
mayores dificultades (coste por cliente de 258) porque están obligadas a ofrecer
salarios más altos a su personal y, además, siendo el sector de microfinanzas todavía
joven, no ha alcanzado la escala necesaria para ser eficiente. Asia del Sur, en cambio,
continúa a ser la más eficiente, ya que se beneficia, entre las varias cosas, de una
densidad de población alta con salarios más bajos y de una metodología que implica
costes relativamente inferiores (Mix Market, 2011).La mayor productividad se encuentra
en Asia del Sur (los ratios de prestatarios por personal y prestatarios por oficial de
crédito son respectivamente de 173 y 304), esto es posible gracias a las innovadoras
metodologías de préstamos grupales. También las IMF de América Latina y El Caribe
presentan (gráfico 5.3.)niveles altos de productividad, aunque con la difusión de la
metodología de préstamos individuales la
tendencia que se espera es un aumento en
eficiencia y una disminución en la productividad.
En Europa Oriental y Asia Central predomina la
productividad más baja de todas las regiones
(sólo 57 prestatarios por empleado y 146 prestatarios por oficial de crédito), debido
fundamentalmente a la poca experiencia del sector y a los préstamo individuales
otorgados.
Reflexiones finales.

El CGAP publicó en Enero de 2010 un artículo titulado con una pregunta que ponía de
manifiesto algo que, 40 años después de Yunus y las microfinanzas en Bangladesh,
sigue sin respuesta: «¿El microcrédito ayuda realmente a los pobres?» (Rosenberg,
2010).Hasta no hace mucho tiempo, la mayoría de los estudios que abordaron este
conflicto concluyeron que los microcréditos producían beneficios sociales y económicos
importantes. Sin embargo, análisis posteriores de los estudios más importantes,
plantearon incógnitas a la validez metodológica de tales estudios (ibídem). Sea por los
costes vinculados a tales estudios, sea por la dificultad técnica de encontrar un grupo
de control con las mismas características que el grupo objeto de estudio (salvo no
haber recibido un préstamo), la pregunta sigue sin tener respuesta.
Tanto ha crecido la industria que, de las 182 millones de familias muy pobres que
existían en Asia en 2009, el 64,2% de ellas habían sido cubiertas por las microfinanzas
(Reed, 2011). Pero este crecimiento no ha estado debidamente regulado y el alcance y
la sostenibilidad han dado paso, en muchos casos, a la escala desmesurada y la
búsqueda de rentabilidad.
El epicentro de la actividad microfinanciera en India, Andhra Pradesh, ha atraído tanta
inversión especializada de MV (vehículos de inversión en microfinanzas) y de fondos
de private equityen los últimos años, que sumado a la proliferación de las IMF, ha
creado una competencia tal que ha derivado en la creación de fuertes incentivos al
crecimiento y a la rentabilidad para obtención de mejores valoraciones. Pese a que
muchas actuaron con responsabilidad, algunas generaron desmesuradas
rentabilidades sobre activos u otorgaron compensaciones a sus directivos
profusamente (CGAP, 2010). El resultado es negativo, irremediablemente estas
condiciones determinan la operatividad de las IMF exigiendo unos niveles de
productividad que no permiten conocer las circunstancias personales ni el perfil
crediticio del cliente, y que están provocando altísimos niveles de sobreendeudamiento
(India es el mercado más productivo del mundo con un ratiopromedio de más de 400
prestatarios por oficial de crédito) (Mix market, 2011). Pero este problema no es
resultado de la idiosincrasia india, lo que subyace es la velocidad a la que corre una
industria joven, compleja e innovadora y la distancia a la que le sigue la regulación de
sus mercados.
La crisis financiera mundial expuso la manera en que el rápido crecimiento, las
tecnologías de crédito defectuosas, el manejo del riesgo inadecuado, provocaron una
reducción de la calidad media de las carteras. La restructuración de los créditos pesó
sobre la recuperación de la industria, y convirtió a 2010 en un año de transición. Las
últimas cifras de crecimiento, son sin embargo, muy prometedoras (ResponsAbility,
2011).
Un panel de expertos consultadoconsideró el reforzamiento institucional como el asunto
más relevante para el año microfinanciero 2011. Los aspectos más mencionados sobre
reforzamiento institucional fueron gobierno corporativo y gestión de riesgos, sin duda
aspectos que llevan sonando desde hace tiempo, pero que han ganado relevancia y
urgencia tras la crisis (ibídem).La Cumbre Mundial del Microcrédito Valladolid 2011
tendrá como principal objetivo fomentar la creación de entidades sostenibles desde el
punto de vista financiero para potenciar este instrumento de desarrollo (AECID, 2010).
La cumbre llega en un momento de reflexión, un momento importante para el futuro de
la industria. Se discutirán aspectos sobre sostenibilidad y rentabilidad, sobre
desempeño financiero y desempeño social, sobre nuevas propuestas de indicadores de
medición de la pobreza, sobre regulación, sobre el papel de los vehículos de inversión
microfinanciera y otras fuentes de financiación. El microfinanciamiento permite a los
pobres proteger, diversificar e incrementar sus fuentes de ingresos, la ruta esencial
para salir de la pobreza y el hambre. El microfinanciamiento también ayuda a
salvaguardar a las unidades familiares pobres de la extrema vulnerabilidad que
caracteriza su vida diaria. Los préstamos, el ahorro y los seguros contribuyen a nivelar
las fluctuaciones en el ingreso y a mantener los niveles de consumo, incluso en
períodos desfavorables, permite amortiguar emergencias repentinas, riesgos
comerciales, recesiones estacionales o acontecimientos como inundaciones o muerte
de un familiar, aspectos que pueden empujar a una familia pobre a la miseria (CGAP,
2003).

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